CREAR FRATERNIDAD
Un proverbio oriental dice que «cuando el dedo del profeta señala la luna, el estúpido se queda mirando el dedo». Algo semejante se podría decir de nosotros cuando nos quedamos exclusivamente en el carácter portentoso de los milagros de Jesús, sin llegar hasta el mensaje que encierran.
Porque Jesús no fue un milagrero dedicado a realizar prodigios propagandísticos. Sus milagros son más bien signos que abren brecha en este mundo de pecado y apuntan ya hacia una realidad nueva, meta final del ser humano.
Concretamente, el milagro de la multiplicación de los panes nos invita a descubrir que el proyecto de Jesús es alimentar a los hombres y reunirlos en una fraternidad real en la que sepan compartir «su pan y su pescado» como hermanos.
Para el cristiano, la fraternidad no es una exigencia junto a otras. Es la única manera de construir entre los hombres el reino del Padre. Esta fraternidad puede ser mal entendida. Con demasiada frecuencia la confundimos con «un egoísmo vividor que sabe comportarse muy decentemente» (Karl Rahner).
Pensamos que amamos al prójimo simplemente porque no le hacemos nada especialmente malo, aunque luego vivamos con un horizonte mezquino y egoísta, despreocupados de todos, movidos únicamente por nuestros propios intereses.
La Iglesia, en cuanto «sacramento de fraternidad», está llamada a impulsar, en cada momento de la historia, nuevas formas de fraternidad estrecha entre los hombres. Los creyentes hemos de aprender a vivir con un estilo más fraterno, escuchando las nuevas necesidades del hombre actual.
La lucha a favor del desarme, la protección del medio ambiente, la solidaridad con los pueblos hambrientos, el compartir con los parados las consecuencias de la crisis económica, la ayuda a los drogadictos, la preocupación por los ancianos solos y olvidados… son otras tantas exigencias para quien se siente hermano y quiere «multiplicar», para todos, el pan que necesitamos los hombres para vivir.
El relato evangélico nos recuerda que no podemos comer tranquilos nuestro pan y nuestro pescado mientras junto a nosotros hay hombres y mujeres amenazados de tantas «hambres». Los que vivimos tranquilos y satisfechos hemos de oír las palabras de Jesús: «Dadles vosotros de comer».
José Antonio Pagola







Ángel Arbeteta Losa le está invitando a una reunión de Zoom programada.
1,- Tema: La Palabra de Dios
Hora: 1 ago 2020 21 horas Madrid
Unirse a la reunión Zoom
https://us02web.zoom.us/j/83365205906?pwd=L2lrMEZ5ZVdkTDlIaVlLMHJGYjdnZz09
ID de reunión: 833 6520 5906
Código de acceso: 919647
2.- Tema: Celebración de la Palabra
Hora: 2 ago 2020 9 horas Madrid
Unirse a la reunión Zoom
https://us02web.zoom.us/j/86138410897?pwd=WTU4cnhEbFBzQ2dxVTJiVG5wRFBzQT09
ID de reunión: 861 3841 0897
Código de acceso: 302549
NOTA IMPORTANTE.- Ponerse en contacto con 12cdemata@gmail.com para todo tipo de logística con respecto al envío del esquema para orar con el evangelio del domingo y los encuentros via conferencia: para compartir y celebrar la Palabra de Dios: sábados a 21:00 y domingos a 9:00. Vale
Paz y bien
Ver esquema y modo de proceder para orar durante la semana con el evangelio del domingo.
Nos encontraremos por videoconferencia y compartiremos los sábados durante los meses de julio, agosto y septiembre, de 21 a 22 horas. El enlace para poder participar se enviará el viernes a las personas que estén interesadas y lo soliciten.
Difundir y proponer a otras personas que pueden estar interesadas
1.- Preparación para la escucha de la Palabra de Dios
¡Ven, Espíritu Divino!
(Secuencia de Pentecostés)
El himno más antiguo al ES
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
2.- Acercamiento al Evangelio
✔ Leer y releer el texto: ¿Qué dice el texto? SILENCIO
✔ Reflexión, ¿Qué es lo que más me llama la atención del texto? SILENCIO
Este sábado, evangelio del domingo 2 de agosto: 18 Tiempo ordinario – A (Mateo 14,13-21)
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,13-21):
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.»
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»
Les dijo: «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/14/
3.- Comentarios
CREAR FRATERNIDAD
Un proverbio oriental dice que «cuando el dedo del profeta señala la luna, el estúpido se queda mirando el dedo». Algo semejante se podría decir de nosotros cuando nos quedamos exclusivamente en el carácter portentoso de los milagros de Jesús, sin llegar hasta el mensaje que encierran.
Porque Jesús no fue un milagrero dedicado a realizar prodigios propagandísticos. Sus milagros son más bien signos que abren brecha en este mundo de pecado y apuntan ya hacia una realidad nueva, meta final del ser humano.
Concretamente, el milagro de la multiplicación de los panes nos invita a descubrir que el proyecto de Jesús es alimentar a los hombres y reunirlos en una fraternidad real en la que sepan compartir «su pan y su pescado» como hermanos.
Para el cristiano, la fraternidad no es una exigencia junto a otras. Es la única manera de construir entre los hombres el reino del Padre. Esta fraternidad puede ser mal entendida. Con demasiada frecuencia la confundimos con «un egoísmo vividor que sabe comportarse muy decentemente» (Karl Rahner).
Pensamos que amamos al prójimo simplemente porque no le hacemos nada especialmente malo, aunque luego vivamos con un horizonte mezquino y egoísta, despreocupados de todos, movidos únicamente por nuestros propios intereses.
La Iglesia, en cuanto «sacramento de fraternidad», está llamada a impulsar, en cada momento de la historia, nuevas formas de fraternidad estrecha entre los hombres. Los creyentes hemos de aprender a vivir con un estilo más fraterno, escuchando las nuevas necesidades del hombre actual.
La lucha a favor del desarme, la protección del medio ambiente, la solidaridad con los pueblos hambrientos, el compartir con los parados las consecuencias de la crisis económica, la ayuda a los drogadictos, la preocupación por los ancianos solos y olvidados… son otras tantas exigencias para quien se siente hermano y quiere «multiplicar», para todos, el pan que necesitamos los hombres para vivir.
El relato evangélico nos recuerda que no podemos comer tranquilos nuestro pan y nuestro pescado mientras junto a nosotros hay hombres y mujeres amenazados de tantas «hambres». Los que vivimos tranquilos y satisfechos hemos de oír las palabras de Jesús: «Dadles vosotros de comer».
José Antonio Pagola
https://www.gruposdejesus.com/18-tiempo-ordinario-a-mateo-1413-21/
ESTUDIO DE EVANGELIO
Jesús, al recibir la noticia del asesinato de Juan Bautista, se retira a un lugar solitario, marcha solo en una barca; los poderosos persiguen a los profetas y a los que con su vida denuncian su manera de actuar; en cambio, la gente sencilla busca a Jesús, aunque para encontrarle tenga que hacer una larga caminata. Esta búsqueda y seguimiento contrasta con el rechazo de los poderosos y los que quieren imponer sus criterios religiosos.
2 de agosto 2020. Mateo 14, 13-21
Este texto comprende dos partes, una (14, 13-14) describe la situación precisa y la otra (14, 15-21) da cuenta de la milagrosa comida para una multitud. Esta segunda parte empieza con el diálogo de los discípulos con Jesús (14, 15-18) que conduce al punto central: la bendición de los cinco panes y los dos peces que Jesús parte y entrega a sus discípulos para que los repartan a la gente (14, 19). Concluye (14, 20-21) remarcando el éxito de la actuación de Jesús: sobraron doce cestos, habiendo comido cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
1ª Se nos presenta un Jesús que se retira, huye, ante la noticia del asesinato de Juan. Los profetas y él mismo son rechazados por los poderosos, y para Él no ha llegado su hora (cfr Jn 7, 30; 8, 20). Al desembarcar y ver la multitud que le busca se compadece y cura a sus enfermos (14, 14).
¿Cómo compadece Jesús a la multitud que, a veces, de manera anónima, acude a Él? ¿La Iglesia es una comunidad compasiva? ¿Es Cristo que se compadece de los que sufren? Cáritas, Manos Unidas…
2ª El diálogo de los discípulos con Jesús plantea el problema de la gente que, después de estar todo el día con Jesús, no tiene qué comer. Jesús no desatiende el problema, pero tampoco quiere resolverlo de una manera cuasi mágica, quiere la implicación de los discípulos, no únicamente el planteamiento: “Dadles vosotros mismo de comer” (14, 16). Sed creativos, implicaos, no hay por qué despedir-los. “No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces” (14, 17). Esta es siempre nuestra realidad, tenemos poca cosa, somos poca cosa, para resolver las necesidades del mundo que nos rodea. Para Jesús es suficiente que pongamos lo poco que somos y tenemos en sus manos: “El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará” (Mt 10, 39), les dice: “Traédmelos acá (14, 18). No quiere dejarnos al margen de su obra, quiere necesitar nuestros valores.
Una vez que los discípulos se han implicado, bendice los panes y los peces, los parte y se los da a los discípulos para que los repartan; este gesto nos recuerda el de la última cena en que Jesús se da Él mismo en el pan partido (Mt 26, 26-29).
Cuando todos han comido y han quedado satisfechos recogen doce cestos de lo que ha sobrado; si el pan (la comida) se reparte y comparte hay suficiente para todos, no se agota (cfr 1Re 17, 11-16). Durante ese tiempo de pandemia del Covid-19, cada día nos dicen los muertos que ha habido a causa del virus porque aún no se ha hallado la vacuna contra él. Cada día en el mundo mueren muchas más personas por la pandemia del hambre contra la cual existe la vacuna, la comida. A los poderosos no les interesa que se proclame esta noticia. Podemos orar, dialogar con Jesús exponiendo la urgencia del hambre de la multitud, y Él también nos dice a nosotros: “Dadles vosotros mismos de comer”. Pongamos nuestros valores, nuestros bienes en manos de Jesús, Él los bendecirá y nos los devolverá diciendo que los repartamos. Esta vacuna Dios la ha puesto en nuestras manos cuando ha dicho: “Creced multiplicaos y dominad la tierra” (Gn 1, 28); y Jesús nos ha dado la receta perfecta: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis también vosotros los unos a los otros” (Jn 13, 34).
Francesc Triay Vidal, Diócesis de Menorca
http://sacerdotesdelprado.org/propuesta-estudio-evangelio-domingo/1165-domingo-18-t-o-a
Acercamiento a la vida
✔ Oración con el texto, ¿Qué me dice a mí el evangelio? SILENCIO
✔ Contemplación, mirar con los ojos del corazón, ¿Qué buena noticia me anuncia o revela hoy el texto? SILENCIO
✔ Compromiso, ¿Qué respuesta me pide a mí el Señor?, llamadas a la conversión, acción de gracias, qué luces, peticiones, …
Terminar con la oración del Padrenuestro y el Ave María y el Gloria
+ Ángel
«La fraternidad es la única manera de construir entre los hombres el Reino de Dios».
El individualismo es estéril .Ya Jesús lo expresa al Padre en su Oración:»Que todos sena uno, Padre, como Tú y Yo , somos uno»,
Hemos de ser conscientes de que no hay separación posible ,y menos , a la hora de trabajar por el Reino .
Recuerdo una reflexión de Louis Evely , sobre que los milagros son signos .Y me llamó la atención cuando comentaba , que en el milagro de la multiplicación de los panes ….si a la multitud que oía a Jesús…….
… no se le iría calentando su corazón y lo que llevaba en su alforja lo compartíia con el que tenia menos , o no tenia ….y se dió la ciscunstanci de que !! sobró !!
Puede ser una interpretación más o menos libre …pero da que pensar y que saber,…que los»milagros de aplacar el hambre del hermano «….pues Dios los ha puesto en niuestras manos y el compartir es tarea nuestra .