CAMINAR SOBRE EL AGUA
Son muchos los creyentes que se sienten hoy a la intemperie, desamparados en medio de una crisis y confusión general. Los pilares en los que tradicionalmente se apoyaba su fe se han visto sacudidos violentamente desde sus raíces. La autoridad de la Iglesia, la infalibilidad del papa, el magisterio de los obispos, ya no pueden sostenerlos en sus convicciones religiosas. Un lenguaje nuevo y desconcertante ha llegado hasta sus oídos creando malestar y confusión, antes desconocidos. La «falta de acuerdo» entre los sacerdotes y hasta en los mismos obispos los ha sumido en el desconcierto.
Con mayor o menor sinceridad son bastantes los que se preguntan: ¿Qué debemos creer? ¿A quién debemos escuchar? ¿Qué dogmas hay que aceptar? ¿Qué moral hay que seguir? Y son muchos los que, al no poder responder a estas preguntas con la certeza de otros tiempos, tienen la sensación de estar «perdiendo la fe».
Sin embargo, no hemos de confundir nunca la fe con la mera afirmación teórica de unas verdades o principios. Ciertamente, la fe implica una visión de la vida y una peculiar concepción del ser humano, su tarea y su destino último. Pero ser creyente es algo más profundo y radical. Y consiste, antes que nada, en una apertura confiada a Jesucristo como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los hermanos y esperanza última de nuestro futuro.
Por eso se puede ser verdadero creyente y no ser capaz de formular con certeza determinados aspectos de la concepción cristiana de la vida. Y se puede también afirmar con seguridad absoluta los diversos dogmas cristianos y no vivir entregado a Dios en actitud de fe.
Mateo ha descrito la verdadera fe al presentar a Pedro, que «caminaba sobre el agua» acercándose a Jesús. Eso es creer. Caminar sobre el agua y no sobre tierra firme. Apoyar nuestra existencia en Dios y no en nuestras propias razones, argumentos y definiciones. Vivir sostenidos no por nuestra seguridad, sino por nuestra confianza en él.
José Antonio Pagola
«Ser creyente consiste , antes que nada , en una apertura confiada a Jesucristo, como sentido último de nuestra vida » , (Me parece una frase estupenda )
Ciertamente la fe no es algo , en lo que creer por herencia, por rutina , por costumbre y menos aún por imposicion o por temor .Es la opción libre, personal e intransferible de cada uno por Jesús, su Vida y su Mensaje .iEs una maravillosa Aventura , no exenta de riesgos y dificultades
Es muy grafica la escena de este Evangelio .Jesús le dice a Pedro :»Ven»….pero no pisando en la seguridad de tierra firme , sino sobre el agua, en la debilidad de la fe .
Pero a cada vez que nos hundamos en esa situación EL , siempre va a estar ahí alargándonos la mano y evitar que nos hundamos del todo .
Es cierto también que ahora estamos viviendo una crisis .Yo tengo esperanza.Las crisis son necesarias y purificadoras ; y hay mucho que purificar
Ángel Arbeteta Losa le está invitando a una reunión de Zoom programada.
Tema: Orar con el evangelio del domingo 9 de agostoHora: sábado 8 ago 2020 21 horas Madrid
Unirse a la reunión Zoom
https://us02web.zoom.us/j/85768751029?pwd=UitUQjZqdmdETCtNWDNxTS9xWlJsdz09
ID de reunión: 857 6875 1029
Código de acceso: 521406
2. Tema: Celebración de la Palabra Hora: domingo 9 ago 2020 9 de la mañana Madrid
Unirse a la reunión Zoomhttps://us02web.zoom.us/j/89307264268?pwd=b2tXV0lEQUJBaDZNdEdJZzRnNEFGQT09
ID de reunión: 893 0726 4268Código de acceso: 313400
Nota importante.- Para todo tipo de envio del evangelio de cada domingo y conexion en videoconferencia, favor ponte en contacto con 12covademata@gmail.com
Paz y bien
Evangelio del 09 / agosto / 2020
Ver esquema y modo de proceder para orar durante la semana con el evangelio del domingo.
Nos encontraremos por videoconferencia y compartiremos los sábados durante los meses de julio, agosto y septiembre, de 21 a 22 horas. El enlace para poder participar se enviará el viernes a las personas que estén interesadas y lo soliciten.
Difundir y proponer a otras personas que pueden estar interesadas
1.- Preparación para la escucha de la Palabra de Dios
¡Ven, Espíritu Divino!
(Secuencia de Pentecostés)
El himno más antiguo al ES
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
2.- Acercamiento al Evangelio
Leer y releer el texto: ¿Qué dice el texto? SILENCIO
Reflexión, ¿Qué es lo que más me llama la atención del texto? SILENCIO
Mateo, 14 – Bíblia Católica Online
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/14/
19 Tiempo ordinario – A (Mateo 14,22-33)
22.»Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
23.Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí.
24.La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario.
25.Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar.
26.Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.
27.Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.»
28.Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.»
29.«¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús.
30.Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!»
31.Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
32.Subieron a la barca y amainó el viento.
33.Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.» »
3.- Comentarios
CAMINAR SOBRE EL AGUA
https://www.gruposdejesus.com/19-tiempo-ordinario-a-mateo-1422-33/
Son muchos los creyentes que se sienten hoy a la intemperie, desamparados en medio de una crisis y confusión general. Los pilares en los que tradicionalmente se apoyaba su fe se han visto sacudidos violentamente desde sus raíces. La autoridad de la Iglesia, la infalibilidad del papa, el magisterio de los obispos, ya no pueden sostenerlos en sus convicciones religiosas. Un lenguaje nuevo y desconcertante ha llegado hasta sus oídos creando malestar y confusión, antes desconocidos. La «falta de acuerdo» entre los sacerdotes y hasta en los mismos obispos los ha sumido en el desconcierto.
Con mayor o menor sinceridad son bastantes los que se preguntan: ¿Qué debemos creer? ¿A quién debemos escuchar? ¿Qué dogmas hay que aceptar? ¿Qué moral hay que seguir? Y son muchos los que, al no poder responder a estas preguntas con la certeza de otros tiempos, tienen la sensación de estar «perdiendo la fe».
Sin embargo, no hemos de confundir nunca la fe con la mera afirmación teórica de unas verdades o principios. Ciertamente, la fe implica una visión de la vida y una peculiar concepción del ser humano, su tarea y su destino último. Pero ser creyente es algo más profundo y radical. Y consiste, antes que nada, en una apertura confiada a Jesucristo como sentido último de nuestra vida, criterio definitivo de nuestro amor a los hermanos y esperanza última de nuestro futuro.
Por eso se puede ser verdadero creyente y no ser capaz de formular con certeza determinados aspectos de la concepción cristiana de la vida. Y se puede también afirmar con seguridad absoluta los diversos dogmas cristianos y no vivir entregado a Dios en actitud de fe.
Mateo ha descrito la verdadera fe al presentar a Pedro, que «caminaba sobre el agua» acercándose a Jesús. Eso es creer. Caminar sobre el agua y no sobre tierra firme. Apoyar nuestra existencia en Dios y no en nuestras propias razones, argumentos y definiciones. Vivir sostenidos no por nuestra seguridad, sino por nuestra confianza en él.
José Antonio Pagola
1. Acercamiento a la vida
Oración con el texto, ¿Qué me dice a mí el evangelio? SILENCIO
Contemplación, mirar con los ojos del corazón, ¿Qué buena noticia me anuncia o revela hoy el texto? SILENCIO
Compromiso, ¿Qué respuesta me pide a mí el Señor?, llamadas a la conversión, acción de gracias, qué luces, peticiones, …
Terminar con la oración del Padrenuestro y el Ave María y el Gloria
+ Ángel