IMPORTANTES
Ciertamente, nuestros criterios no coinciden con los de Jesús. ¿A quién de nosotros se le ocurre hoy pensar que los hombres y mujeres más importantes son aquellos que viven al servicio de los demás?
Para nosotros, importante es el hombre de prestigio, seguro de sí mismo, que ha alcanzado el éxito en algún campo de la vida, que ha logrado sobresalir sobre los demás y ser aplaudido por las gentes. Esas personas cuyo rostro podemos ver constantemente en la televisión: líderes políticos, «premios Nobel», cantantes de moda, deportistas excepcionales… ¿Quién puede ser más importante que ellos?
Según el criterio de Jesús, sencillamente esos miles y miles de hombres y mujeres anónimos, de rostro desconocido, a quienes nadie hará homenaje alguno, pero que se desviven en el servicio desinteresado a los demás. Personas que no viven para su éxito personal. Gentes que no piensan solo en satisfacer egoístamente sus deseos, sino que se preocupan de la felicidad de otros.
Según Jesús, hay una grandeza en la vida de estas personas que no aciertan a ser felices sin la felicidad de los demás. Su vida es un misterio de entrega y desinterés. Saben poner su vida a disposición de otros. Actúan movidos por su bondad. La solidaridad anima su trabajo, su quehacer diario, sus relaciones, su convivencia.
No viven solo para trabajar ni para disfrutar. Su vida no se reduce a cumplir sus obligaciones profesionales o ejecutar diligentemente sus tareas. Su vida encierra algo más. Viven de manera creativa. Cada persona que encuentran en su camino, cada dolor que perciben a su alrededor, cada problema que surge junto a ellos es una llamada que les invita a actuar, servir y ayudar.
Pueden parecer los «últimos», pero su vida es verdaderamente grande. Todos sabemos que una vida de amor y servicio desinteresado merece la pena, aunque no nos atrevamos a vivirla. Quizá tengamos que orar humildemente como hacía Teilhard de Chardin: «Señor, responderé a tu inspiración profunda que me ordena existir, teniendo cuidado de no ahogar ni desviar ni desperdiciar mi fuerza de amar y hacer el bien».
José Antonio Pagola
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Un saludo.
¡Dios está actuando en el mundo!
Una frase tan corta y tan profunda…
Todo tu comentario me ha ayudado a pensar.
Gracias.
A veces tienes la suerte de conocer personas implicadas en la ayuda a los mas necesitados y las ves comprometidas y felices, aún en medio de muchísimas dificultades con las que se encuentran para llevar adelante su labor.
Es la realización de las Bienaventuranzas… son bienaventurados, felices en medio de tanto problema por resolver, tantas lágrimas que enjugar, pero con su corazón lleno del amor auténtico que reciben del Padre y saben compartirlo y ponerse en marcha.
Gracias a todas ellas, que las tomemos de ejemplo y que Dios las bendiga.
Ringrazio il biblista Pagola per averci permesso di riflettere sui criteri di Gesù . Proseguendo in questa direzione mi colpisce il modo di vivere dei cristiani della “via” delle prime comunità cristiane . Essi erano sempre in cammino e generavano continuamente vita in abbondanza anche se perseguitati. Vivevano per generare vita .Potevano sembrare gli «ultimi», e loro erano sul piano economico, ma la loro vita era davvero fantastica. Vivevano di passioni calde e di sentimenti di dedizione . Ritenevano che valeva la pena vivere una vita di amore e di servizio disinteressato, anche se faticavano ,forse,a volte,a viverla. Al riguardo mi colpisce parecchio un testo delle prime comunità cristiane. Si intitola Lettera a Diogneto e descrive il modo di vivere dei primi cristiani .Si legge:
«Vivono nella carne, ma non secondo la carne. Vivono sulla terra, ma hanno la loro cittadinanza in cielo. Osservano le leggi stabilite ma, con il loro modo di vivere, sono al di sopra delle leggi. Amano tutti, e da tutti vengono perseguitati. Anche se non sono conosciuti, vengono condannati; sono condannati a morte, e da essa vengono vivificati. Sono poveri e rendono ricchi molti; sono sprovvisti di tutto, e trovano abbondanza in tutto. Vengono disprezzati e nei disprezzi trovano la loro gloria; sono colpiti nella fama e intanto viene resa testimonianza alla loro giustizia. Sono ingiuriati, e benedicono; sono trattati in modo oltraggioso, e ricambiano con l’onore. Quando fanno dei bene vengono puniti come fossero malfattori; mentre sono puniti gioiscono come se si donasse loro la vita».(Lettera a Diogneto)
Ecco : essi vivevano seguendo i criteri di Gesù e ne erano entusiasti.. E noi? Noi viviamo spesso di passioni tristi e fatichiamo a creare qualcosa di nuovo .
Signore… che ritorni questa forma di vita meravigliosa
[Traducción de google]
Agradezco a la erudita bíblica Pagola por permitirnos reflexionar sobre los criterios de Jesús. Continuando en esta dirección, me llama la atención el modo de vida de los cristianos del «camino» de las primeras comunidades cristianas. Siempre estaban en movimiento y continuamente generaban vida en abundancia incluso cuando eran perseguidos. Vivieron para generar vida, podrían parecer los «últimos», y lo fueron económicamente, pero su vida fue realmente genial. Vivían de cálidas pasiones y sentimientos de dedicación. Sentían que valía la pena vivir una vida de amor y servicio desinteresado, incluso si luchaban, quizás, a veces, por vivirla. En este sentido, me llama mucho la atención un texto de las primeras comunidades cristianas. Se llama Carta a Diogneto y describe el modo de vida de los primeros cristianos.
“Viven según la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra pero tienen su ciudadanía en el cielo. Observan las leyes establecidas pero, con su forma de vida, están por encima de las leyes. Aman a todos y son perseguidos por todos. Incluso si no se conocen, están condenados; están condenados a muerte y cobran vida gracias a ella. Son pobres y enriquecen a muchos; están desprovistos de todo y encuentran abundancia en todo. Son despreciados y con desprecio encuentran su gloria; son golpeados en la fama y mientras tanto se da testimonio de su justicia. Son insultados y bendicen; se les trata de una manera indignante y se les corresponde con honor. Cuando hacen el bien, son castigados como si fueran malhechores; mientras son castigados se regocijan como si se les diera la vida «. (Carta a Diogneto)
Aquí: vivieron siguiendo los criterios de Jesús y se entusiasmaron con ello. ¿Y nosotros? A menudo vivimos en tristes pasiones y luchamos por crear algo nuevo.
Señor … que vuelva esta forma de vida maravillosa
Valoro mucho la riqueza de las reflexiones. Me ayudan al crecimiento espiritual.
Me encantaria recibirlas y también poder compartirlas.
Muchas gracias P. José Antonio Pagola
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