¿EN QUÉ HEMOS
DE CAMBIAR?
No es difícil resumir el mensaje de Jesús: Dios no es un ser indiferente y lejano, que se mueve en su mundo, interesado solo por su honor y sus derechos. Es alguien que busca para todos lo mejor. Su fuerza salvadora está actuando en lo más hondo de la vida. Solo quiere la colaboración de sus criaturas para conducir al mundo a su plenitud: «El reino de Dios está cerca. Cambiad».
Pero ¿qué es colaborar en el proyecto de Dios?, ¿en qué hay que cambiar? La llamada de Jesús no se dirige solo a los «pecadores» para que abandonen su conducta y se parezcan un poco más a los que ya observan la ley de Dios. No es eso lo que le preocupa. Jesús se dirige a todos, pues todos tienen que aprender a actuar de manera diferente. Su objetivo no es que en Israel se viva una religión más fiel a Dios, sino que sus seguidores introduzcan en el mundo una nueva dinámica: la que responde al proyecto de Dios. Señalaré los puntos clave.
La compasión ha de ser siempre el principio de actuación
Hay que introducir en el mundo compasión hacia los que sufren: «Sed compasivos como es vuestro Padre». Sobran las grandes palabras que hablan de justicia, igualdad o democracia. Sin compasión hacia los últimos no son nada. Sin ayuda práctica a los desgraciados de la tierra no hay progreso humano.
La dignidad de los últimos ha de ser la primera meta
«Los últimos serán los primeros». Hay que imprimir a la historia una nueva dirección. Hay que poner la cultura, la economía, las democracias y las Iglesias mirando hacia los que no pueden vivir de manera digna.
Hay que impulsar un proceso de curación que libere a la humanidad de lo que la destruye y degrada: «Id y curad»
Jesús no encontró un lenguaje mejor. Lo decisivo es curar, aliviar el sufrimiento, sanear la vida, construir una convivencia orientada hacia una vida más sana, digna y dichosa para todos.
Esta es la herencia de Jesús. Nunca en ninguna parte se construirá la vida tal como la quiere Dios, si no es liberando a los últimos de su humillación y sufrimiento. Nunca será bendecida por Dios ninguna religión, si no busca justicia para ellos.
José Antonio Pagola
Damos las gracias al Dios de la Vida porque bien lo dice,su MISERICORDIA ES PARA TODOS. Jesús nos pide que su mensaje de Vida lo proclamemos, que lo demos a conocer a cada hermano que encontremos en nuestro caminar. Pedimos a Jesús la valentía para ser verdaderos misioneros de su Palabra. Amen.
Es cierto que no es cuestión de una estricta y «tranquiizadora» observancia , sino»introducir en el mundo una nueva dinámica—-La que responde al proyecto humanizador de Dios «…
Bien están los grupos de reflexión , etc…. pero urge pasar a los hechos .
Todos los Domingos , están a la puerta de mi Parroquia unas personas , que se colocan ahí para esperar un donativo .Son tres y las conozco por sus nombres son los mismos casi siempre.
Quizás no han tenido mucha oportunidad de formación religiosa alguna… ,no sé que pensarán cuando nos ven entrar y salir de Misa, Se muestran agradecidos a nada que hagas por ellos y educados..
Siempre los recuerdo en el momento de ir a comulgar y me digo ;»Señor vengo con ellos (con sus nombres) Estoy segura de que el Maestro de Galilea los hubiera cogido de la mano y colocado el el primer banco de la Celebración
Es algo que pienso siempre pero no se de que manera se podria llegar a darles la oportunidad de conocer de verdad a Jesús , no como algo impuesto sino vivido….de que manera despertar en ellos y en otros tanfos casos ese deseo de conocer a JESÚS
Y mucha responsabilidad es nuestra ….mostrar interés por su situación , conectar de alguna manera ….No sé…hay mucho por hacer en este y otros muchísimnos casos
Yo diria que es lo más importante de cada Eucaristía del Domingo…..que pasa con los que están ahí fuera ……
Me he atrevido pensar en alto
Gracias