¿PARA QUÉ CREER?
Son bastantes los hombres y mujeres que un día fueron bautizados por sus padres y hoy no sabrían definir exactamente cuál es su postura ante la fe. Quizá la primera pregunta que surge en su interior es muy sencilla: ¿para qué creer? ¿Cambia algo la vida por creer o no creer? ¿Sirve la fe realmente para algo?
Estas preguntas nacen de su propia experiencia. Son personas que poco a poco han arrinconado a Dios de su vida. Hoy Dios no cuenta en absoluto para ellas a la hora de orientar y dar sentido a su existencia.
Casi sin darse cuenta, un ateísmo práctico se ha ido instalando en el fondo de su ser. No les preocupa que Dios exista o deje de existir. Todo eso les parece un problema extraño que es mejor dejar de lado para asentar la vida sobre bases más realistas.
Dios no les dice nada. Se han acostumbrado a vivir sin él. No experimentan nostalgia o vacío alguno por su ausencia. Han abandonado la fe y todo marcha en su vida tan bien o mejor que antes. ¿Para qué creer?
Esta pregunta solo es posible cuando uno «ha sido bautizado con agua», pero no ha descubierto qué significa «ser bautizado con el Espíritu de Jesucristo». Cuando uno sigue pensando erróneamente que tener fe es creer una serie de cosas enormemente extrañas que nada tienen que ver con la vida, y no conoce todavía la experiencia viva de Dios.
Encontrarse con Dios significa sabernos acogidos por él en medio de la soledad; sentirnos consolados en el dolor y la depresión; reconocernos perdonados del pecado y la mediocridad; sentirnos fortalecidos en la impotencia y caducidad; vernos impulsados a amar y crear vida en medio de la fragilidad.
¿Para qué creer? Para vivir la vida con más plenitud; para situarlo todo en su verdadera perspectiva y dimensión; para vivir incluso los acontecimientos más triviales e insignificantes con más profundidad.
¿Para qué creer? Para atrevernos a ser humanos hasta el final; para no ahogar nuestro deseo de vida hasta el infinito; para defender nuestra libertad sin rendir nuestro ser a cualquier ídolo; para permanecer abiertos a todo el amor, la verdad, la ternura que hay en nosotros. Para no perder nunca la esperanza en el ser humano ni en la vida.
José Antonio Pagola
ORAR CON EL EVANGELIO
BAUTISMO DEL SEÑOR, 9 de enero de 2022
Lucas 3, 15-16. 21-22
“Tú eres mi Hijo, el amado”
Hora: Todos los jueves a las 21h Madrid
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ID de reunión: 815 7559 1512
Código de acceso: 665379
PREPARACIÓN PARA LA ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS
(En casa: busca un lugar tranquilo donde puedas leer en paz la Palabra de Dios. Serena tu espíritu y respira varias veces profundamente.)
SEÑAL DE LA CRUZ Y ORACIÓN INICIAL
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio abandonándose en las manos de Dios y así poder conocer y amar a Jesucristo siguiéndolo y dándolo a conocer.
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.
Tú que eres nuestro verdadero consejero:
ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros corazones.
Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta.
No permitas que perdamos el rumbo como personas débiles y pecadoras.
No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento,
para que no dejemos que nuestras acciones se guíen por prejuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti,
para que no nos desviemos del camino
de la verdad y la justicia,
sino que, en nuestro peregrinaje terrenal,
nos esforcemos por alcanzar la vida eterna.
Esto te lo pedimos a ti,
que obras en todo tiempo y lugar,
en comunión con el Padre y el Hijo por los siglos de los siglos.
Amén.
SALUDO
*¿Cómo y dónde estamos?
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
+Mi Hijo Amado, Mi Predilecto.
Sintiendo todavía el espíritu de la Navidad, celebramos hoy el Bautismo del Señor. En la Navidad, Jesús se manifestó como un niño, pero era ciertamente el Hijo de Dios. En la fiesta de Epifanía se manifestó a sí mismo a los gentiles como el Salvador de todas las personas y de todos los pueblos. Hoy, en la fiesta de su Bautismo, se nos revela como el Hijo amado intensamente por el Padre, acogiendo al Espíritu Santo que viene a morar en él y a guiarle en su nueva misión pública. Ahora ya puede comenzar abiertamente su misión. — En esta oración pedimos al Señor que nos haga conscientes de cómo también nosotros, por medio de nuestro propio bautismo, somos hijas e hijos queridos del Padre, y cómo el fuego del Espíritu debería inflamarnos para continuar la misma misión de Jesús.
+¿Qué Decir de Nuestro Bautismo?
En esta fiesta del Bautismo de nuestro Señor la liturgia nos recuerda nuestro propio bautismo. En su bautismo Jesús se percató de la misión que le esperaba, y se comprometió decididamente a la misma. Recibió la confirmación del cielo: el Padre y el Espíritu Santo estaban con él en su misión de salvar a los hombres. – En nuestro bautismo, el Padre nos aceptó también como a sus hijas e hijos queridos, y nos dio la misión de vivir la vida de Cristo. — En esta oración le pedimos al Señor, que está aquí con nosotros, que nos dé la perspicacia, la decisión y la fuerza para aceptar nuestra misión cristiana en nuestra vida.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas (3, 15-16. 21-22)
En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».
Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma y vino una voz del cielo:
«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».
*Leer y releer la Palabra, ¿qué dice o/y cuenta el evangelio?
(SILENCIO)
COMENTARIOS:
+¿PARA QUÉ CREER? (J.A. Pagola)
https://www.gruposdejesus.com/bautismo-del-senor-c-lucas-315-16-21-22-2/
+Bautismo: ponerse en las manos de Dios (Fray Miguel de Burgos Núñez)
https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/9-1-2022/comentario-biblico/miguel-de-burgos-nunez/
Puesta en común
MIRANDO A NUESTRA VIDA: LLAMADAS A LA ACCIÓN GRACIAS, PETICIONES Y COMPROMISOS…
(Trabajar en casa y poner en común en el encuentro)
+¿Qué me dice a mí el evangelio? ¿Qué buena noticia me anuncia o revela hoy el evangelio?
(SILENCIO)
+¿Qué respuesta me pide a mí el Señor? llamadas a la conversión, compromisos, acción de gracias, peticiones… para ser «Discípulo Misionero».
(SILENCIO)
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos hoy a nuestro Padre del cielo, que envió a su Hijo entre nosotros como un siervo, para hacernos libres y hacernos nuevos. Digámosle: R/ Señor, escucha a tu pueblo.
-Por la Iglesia y sus líderes, para que ni ellos ni nosotros busquemos componendas y arreglos con la riqueza y con el poder, sino que aprendamos a entregarnos con amor, y a ayudar generosamente a los pobres, roguemos al Señor. R/ Señor, escucha a tu pueblo.
-Por los que todavía no conocen a Cristo o que se han alejado de la Iglesia, para que por la forma cómo nosotros vivimos el evangelio les revelemos el amor del Señor, roguemos al Señor. R/ Señor, escucha a tu pueblo.
-Por nosotros, cristianos, y por todos los hombres, para que el Espíritu Santo nos guíe a todos a respetar a los pequeños, pobres e indefensos; que no los despreciemos ni aplastemos, sino que les demos justicia, respeto y amor, roguemos al Señor. R/ Señor, escucha a tu pueblo.
-Por todos los bautizados, para que sigamos fielmente a Cristo y para que, como él, deseemos servir desinteresadamente a los demás, más que ser servidos por ellos, roguemos al Señor. R/ Señor, escucha a tu pueblo.
-Por todos nosotros y por nuestras comunidades cristianas, para que la eucaristía fortalezca en nosotros los dones del Espíritu Santo y nos haga cada vez más fieles a nuestra vocación como hijos queridos de Dios, roguemos al Señor. R/ Señor, escucha a tu pueblo.
Señor Dios nuestro, tú nos llamaste a ser mujeres y hombres nuevos, cuando fuimos bautizados.
Continúa renovándonos por medio de tu Espíritu, para que tengamos valor para seguir a Cristo sin condiciones, porque él es Hijo tuyo y Señor nuestro, por los siglos de los siglos.
PADRENUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA
BENDICIÓN Y DESPEDIDA
Hermanos: En su bautismo, Jesús vio claramente su vocación:
servir a Dios y al pueblo.
En nuestro bautismo
nosotros también recibimos nuestra vocación,
la misma de Jesús, aunque a nuestra pequeña escala.
Que todos y cada uno de nosotros
nos convirtamos en siervos fieles
y en hijas e hijos amados del Padre,
siendo siempre humildes siervos
de los hermanos que nos rodean.
Y que la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
Podemos ir en la paz y en el amor del Señor.
LITURGIA DE LA PALABRA DEL DOMINGO
https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/liturgia-del-domingo
IX. INFORMACIÓN, RUEGOS Y PREGUNTAS
000discipulosmisioneros@gmail.com
PAZ Y FRATERNIDAD