BENDICIÓN DE LA MESA DE NOCHEBUENA
Esta cena de Nochebuena seguramente será muy diferente a la de años anteriores.
Tal vez no nos hayamos podido reunir toda la familia, o no podamos acudir a la celebración de nuestra comunidad parroquial, pero queremos tener un momento de oración y de celebración en torno al Niño que nace.
Con tal fin, podemos emplear esta celebración que nos comparte José Hermógenes Martín. La leeremos entre varias personas de la familia.
El acontecimiento que celebramos
[Lector 1]
Querida familia: Vamos a recordar juntos lo que ocurrió una noche, hace muchos años, en un pequeño lugar, muy lejos de aquí.
[Lector 2]
“El pueblo que vivía en tinieblas vio una luz grande. Habitaban en sombras de muerte y una luz les brilló”. (Isaías 9, 2)
Este era el mensaje del profeta Isaías siglos atrás. Y ahora, en la noche, en Belén, unos pastores que vivían al aire libre, han recibido la gran noticia:
“No teman, les traigo la mejor noticia para todo el pueblo: Hoy les ha nacido el Salvador, el Mesías esperado, el Señor”. (Lucas 2,10-11)
Y, para dejar claro quién era, y cómo era ese Mesías, el ángel de Dios prosigue:
“Aquí tienen la señal: encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. (Lucas 2, 12)
La bendición de Dios
[Lector 1]
Vamos, hoy, a pedir de nuevo a Dios que bendiga nuestro mundo, nuestra familia, nuestra vida y esta mesa en que nos reunimos.
[Lector 2]
Bendice, Señor, nuestra mesa de nochebuena.
Nos gustaría desearlo siempre,
pero, al menos por esta noche, deseamos
que el mundo sea una gran familia,
sin guerras, sin miseria, sin drogas y sin hambre,
sin refugiados de ningún color.
Con algo más de música y alegría
y mucha más justicia y solidaridad.
[Lector 3]
Que nuestra casa, Jesús amigo,
acoja tu palabra de amor y de perdón,
de misericordia y bondad.
Que sea una casa
donde todos se puedan sentir a gusto.
[Lector 2]
Consérvanos unidos.
Danos trabajo y el pan de cada día,
danos fuerza y ternura
para ser personas abiertas y buenas,
que luchen sin cansancios ni desalientos
por un mundo donde haya buenos días
y muchas noches buenas como esta,
en que quisiste habitar en medio de nosotros.
[Lector 3]
Tú serás siempre bienvenido a esta casa, Señor.
Puedes traer contigo a tus amigos,
hasta que nos reúnas con el Padre de todos
en el Hogar de tu Reino. Amén.
Nuestra gratitud y alegría
[Lector 1]
Agradecemos a Dios el regalo de la Navidad, su terca esperanza en este mundo y en los seres humanos, al hacerse uno de nosotros y compartir nuestro destino y nuestro caminar.
[Lector 2]
¡Es Navidad!
Dios ya no está arriba, lejos, fuera.
Dios está abajo, cerca, dentro de nosotros.
¡Es Navidad!
Dios ya es humano, como nosotros.
Sabe lo que es reír y llorar,
amar y luchar, vivir y morir…
[Lector 3]
¡Es Navidad!
Dios camina por nuestros caminos.
En la vida lo podemos encontrar.
En el hermano nos sale al encuentro.
¡Es Navidad!
Jesús es el Camino abierto entre el cielo y la tierra.
Por Él podemos llegar al Padre,
a la Vida, a la Alegría.
[Lector 2]
¡Es Navidad!
Y, porque Dios hace maravillas,
ahora nuestras penas pueden florecer en gloria,
y nuestra muerte en resurrección.
¡Es Navidad!
Amémonos unos a otros, ahora y todos los días del año,
y Dios estará con nosotros.