[Reflexión sobre la importancia de conocer a Jesús en un contacto directo con el Evangelio, a partir de un extracto del capítulo 5, “Liberar la fuerza del Evangelio”, del libro de José Antonio Pagola, Volver a Jesús. Hacia la renovación de las parroquias y comunidades, PPC, Madrid 2014].
6. La fe cristiana como estilo de vida
¿Cómo hemos de aproximarnos a los textos evangélicos?
Para entrar por el camino abierto por Jesús es necesario captar bien que los evangelios son relatos de conversión. Han sido escritos para engendrar fe en Jesucristo, para suscitar discípulos y seguidores. Son relatos que invitan a entrar en un proceso de cambio, de mutación de identidad, de seguimiento a Jesús, de identificación con su causa, de colaboración con su proyecto del reino de Dios. En esa actitud de conversión han de ser leídos, meditados, compartidos, acogidos y contagiados por los grupos.
¿Qué aprendemos de los evangelios?
Lo primero que se aprende de Jesús en los evangelios no es doctrina, sino un estilo de vida: una manera de estar en la vida, una forma de habitar el mundo, de interpretarlo y de construirlo; una manera de hacer la vida más humana.
Lo característico de este estilo de vivir es que se inspira en Jesús. Nace de la relación con él. Se nos contagia su Espíritu. Aprendemos su manera de pensar, sentir, amar, orar, sufrir, crear, confiar y morir. Poco a poco nos vamos convirtiendo en sus «discípulos» y «discípulas».
Los grupos que hacen el recorrido de Jesús, en contacto con el evangelio, pueden introducir en la comunidad parroquial una dinámica que nos lleva a entender y vivir la fe como un estilo de vida.
Un estilo de vida realizable en todas las culturas y en todas las épocas: el estilo de vivir del Hijo de Dios hecho humano por nuestra salvación.
Los evangelios hacen pensar, interpelan, nos obligan a releer nuestra existencia a la luz de Jesús, y nos dan fuerza para reproducir hoy su estilo de vida, abriendo nuevos caminos al reino de Dios y recreando poco a poco la vida de la comunidad eclesial desde su Espíritu.
Aprender el estilo de vida de Jesús es fundamental para recuperar nuestra identidad de discípulos y seguidores suyos.
¿Cómo vemos el proyecto de hacer de nuestra parroquia o comunidad un espacio donde se cuide, antes que nada, la acogida del Evangelio en medio de la crisis religiosa?
¿Es posible poner en marcha un proceso de renovación evangélica de nuestra parroquia o comunidad, reuniéndonos juntos en pequeños grupos para compartir lo esencial del Evangelio durante un tiempo adecuado?