Glosario de palabras
CUERPO
No indica el cuerpo como la parte física o somática opuesta al alma. Cuerpo indica a la persona entera. El cuerpo es la persona en cuanto que es capaz de acción y de relación.
«Tomad, este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros» (Lc 22, 19): «Este soy yo entregándome por vosotros».
Cuando Jesús cura los cuerpos, cura a la persona entera.
CARNE
La carne no significa el aspecto carnal opuesto al espiritual (menos aún, lo sensual). Indica al ser humano en cuanto débil, vulnerable, transitorio y frágil.
«Orad para que no caigáis en tentación pues el espíritu está pronto pero la carne es débil» (Mc 14,38).
CORAZÓN
El corazón no es símbolo del afecto o del amor. Es el núcleo más íntimo de la persona, donde se decide por el bien o el mal, donde ejerce su libertad. Se aproxima a nuestra idea de la conciencia.
Del «corazón» proviene lo malo, «las intenciones malas, asesinatos, adulterios… esto es lo que hace impuro al hombre» (Mt 15,19-20).
Hay que amar a Dios de todo corazón (Mt 22,37), hay que perdonar al hermano desde el fondo del corazón (Mt 18,35). Solo los de «corazón limpio» verán a Dios (Mt 5,8).
ALMA
Por lo general, no significa nuestra idea de «alma» como la parte espiritual opuesta al cuerpo sino a la persona en cuanto viva y consciente.
En los evangelios se puede traducir por el pronombre personal: «Mi alma glorifica al Señor» (Lc 1,46), esto es, «Yo glorifico al Señor».
«¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?» (Mc 8,36), es decir, si se pierde a sí mismo.
Alma puede significar también vida. «Necio, esta misma noche te reclamarán el alma [la vida]» (Lc 12,20).
ESPÍRITU
Espíritu denota la interioridad del ser humano, lo más íntimo y vital: «Felices los pobres de espíritu» (Mt 5,3).
El «Espíritu Santo» indica lo más íntimo de Dios, su fuerza vital. Como Dios es amor, el Espíritu Santo es y comunica amor.
Los «espíritus inmundos» indican lo más profundo y tenebroso de las fuerzas maléficas y destructoras.
BRAZO
El brazo sugiere, lo mismo que la mano, la fuerza, la actividad. Cuando Dios «extiende» su brazo es para actuar con todo su poder salvador.
Jesús extiende su mano o su brazo para curar y ofrecer, a los enfermos, seguridad y protección.
Jesús se confía al poder salvador de Dios: «En tus manos pongo mi espíritu» (Lc 23,46), esto es, confío mi vida a tu fuerza salvadora.
PIE
El pie es, con frecuencia, figura de la conducta. «Si tu pie te es ocasión de pecado, córtalo» (Mc 9,45).
Es importante «dar pasos» por el camino acertado del seguimiento a Jesús.
OJO
El ojo indica inclinación, deseo, ambición, avidez, envidia.
«Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso, pero si tu ojo está malo…» (Mt 6,22-23).
«¿Va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno?» (cf. Mt 20,15).
CEGUERA
La ceguera indica la incapacidad para comprender, la resistencia a captar el misterio encerrado en Jesús: «Ciegos que guían a otros ciegos» (Mt 15,14).
Con Jesús, «los ciegos recuperan la vista» (Mt 11,5).
SORDERA
La sordera es la incapacidad para escuchar el mensaje de salvación: «El que tenga oídos para oír, que oiga».
Unido a la mudez, es figura de la persona encerrada en sí misma, sin capacidad de comunicación.
Jesús hace «oír a los sordos y hablar a los mudos» (Mt 7,37). «Effatá» = «Ábrete» (Mc 7,34).
LEPRA
Evoca el mundo de lo impuro, lo marginado, lo excluido. Jesús se acerca a los leprosos y los «toca» (Mc 1,41).
José Antonio Pagola