La liturgia nos coloca el día dos de noviembre como cita para recordar de forma expresa a lo que nos han precedido en nuestro viaje por la vida y ya están en la casa del Padre.
No se trata de desdramatizar la muerte, sino de vivirla con sentido. La muerte es dolorosa, impactante, dura… pero el creyente sabe que no es la última palabra, que no es el fin sino la meta, que nos lleva al encuentro definitivo con Dios. El creyente nunca puede perder de vista el hecho de la Resurrección. Toda nuestra vida debe transcurrir impregnada de la alegría de la Pascua, con la certeza de la resurrección como telón de fondo en toda nuestra existencia.
¡Oh muerte, ¿dónde estás?,
¿en dónde queda muerte tu victoria?
Ya no eres nada más
que el paso ante las puertas de la Gloria!Quien en un duro leño te venciera,
en aquel cruel tormento de la historia,
fuerzas me da, por si yo te temiera,
cuando tu imagen venga a mi memoria.Pues aunque pesen todas mis miserias
y todos mis errores y caídas,
es mayor el amor con que Él me espera
y mayor el amor con que Él me cuida.Por eso, si eres muerte, compañera,
al hombre irremisiblemente unida,
si eres tú quien nos pone en la frontera
que linda con la vida…,
ni te podré mirar como a extranjera,
ni te podré temer como a enemiga.¡Oh, Señor, yo quisiera,
quisiera que la muerte
me sorprenda en su día
de tal suerte,
que tan solo sea un paso más,
que me despierte cuando quieras,
en tus brazos de Padre, que me esperas!
Mercedes Castellano
Grupo Virtual de Jesús «Galilea»
Qué forma más hermosa, esperanzada, amante y confiada de esperar esa compañera que nos espera para pasar a la vida plena y abundante con el Padre…
YO SOY CAMINO, VERDAD Y VIDA.
Unidos en la Esperanza que no defrauda. Ellos y ellas hicieron su camino, nos nos abandonan e interceden al Padre y nos ayudan, allí donde el Amor es ya realidad plena de Verdad y Vida.
Creo, si, en la Comunión de Amor con los que ya partieron, DICHOSOS en la Vida de Jesús Resucitado.
Mi corazón, abarca y comprende, por qué mi lamparita frágil, sigue aún el tintineo del pálpito de Amor, que un día el Padre Bueno puso en mí.
Dios no nos «suelta» del todo, tampoco en ese día, en que daremos el entrañable salto a sus brazos.
Por los abuelos, padres, hermanos, tios, primos…
Por los amigos y amores que se fueron tan de mañana, y ya son polvo de Luz y estrellas, pero mantienen sus lares de Amor en nuestro corazón…
Por los que no están con nosotros… Por los que faltan y dejaron su ausencia escrita en recuerdos…
Por aquellos que dejaron de ver nuestros ojos y nosotros los suyos…
Por aquellos que el corazón les falló y dejaron de escribir notas en la partitura de nuestra vida…
Por aquellos que prometieron ser felices y murieron luchando por conseguirlo…
Por aquellos que no llegaron a serlo y por aquellos que se fueron, con una sonrisa en la cara tras años, y miles de sueños vividos…
A todos y cada uno de ellos, un cálido recuerdo y tres sentidas palabras:
GRACIAS, PERDÓN, OS QUIERO..
Entrañablemente os llevo en lo más íntimo de mi ser, mi corazón late con su pálpito, unido en esa Comunión de Amor.
Acordémonos verdaderamente de ellos, los Santos de nuestras vida. ¡Feliz dia de Todos Los Santos!.
Miren Josune.