Mateo 14,24-33
La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento era contrario. Al final ya de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los discípulos, al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían:
—Es un fantasma.
Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo enseguida:
—¡Ánimo! Soy yo, no temáis.
Pedro le respondió:
—Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre las aguas.
Jesús le dijo:
—Ven.
Pedro saltó de la barca y, andando sobre las aguas, iba hacia Jesús. Pero, al ver la violencia del viento, se asustó y, como empezaba a hundirse, gritó:
—¡Señor, sálvame!
Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo:
—¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?
Subieron a la barca, y el viento se calmó. Y los que estaban en ella se postraron ante Jesús, diciendo:
—Verdaderamente eres Hijo de Dios.PRIMERA REUNIÓN: 1. Acercamiento al texto evangélico
Situación de la barca de los discípulos. El evangelista la describe con tres rasgos. ¿Los podemos señalar? ¿Te recuerda esa «barca de los discípulos» a la Iglesia actual? ¿Por qué?
La crisis de los discípulos. ¿Por qué se turban exactamente? ¿Te impresiona su grito: «Es un fantasma»? ¿Hemos pensado alguna vez que todo esto de la fe podría ser un engaño? ¿Conocemos a personas que sienten algo parecido?
Las palabras de Jesús. Les dice tres cosas. ¿Las podemos comentar? ¿Has experimentado alguna vez a Jesús infundiéndote ánimo y liberándote del miedo y la angustia?
La fe de Pedro. ¿Qué piensas de su oración? ¿Se puede hablar a Jesús sin saber si te está escuchando realmente alguien? ¿Has rezado así alguna vez? Contemplamos a Pedro entre las olas: ¿siento que la fe es muchas veces caminar «sobre las aguas» apoyándome solo en la palabra de Jesús?
La crisis de Pedro. ¿Por qué comienza a hundirse? ¿Qué hace antes de hundirse del todo? ¿Qué piensas de su grito? ¿Entendemos a Pedro?
La reacción de Jesús. ¿Cómo reacciona? ¿Qué es lo que más nos conmueve? ¿Es Jesús para mí una mano tendida que me agarra en los momentos de crisis? ¿Podemos explicar nuestra experiencia?2. Comentario: Creer en medio de la crisis
Eran tiempos difíciles para la joven comunidad cristiana en la que Mateo escribía su evangelio. Se había enfriado el entusiasmo de los primeros tiempos. Los conflictos y tensiones con los judíos eran fuertes. ¿Se hundiría la fe de aquellos creyentes? Lo primero que necesitaban era descubrir la presencia de Jesús en medio de la crisis.
Recogiendo un relato que encontró en Marcos y algunos recuerdos que se conservaban entre los cristianos sobre una tempestad a la que tuvieron que enfrentarse en alguna ocasión los discípulos de Jesús en el mar de Galilea, Mateo escribió una bella catequesis de Jesús con un objetivo concreto: ayudar a los seguidores de Jesús a reafirmarse en su fe sin dejarse hundir por las dificultades. Lo hizo con tal fuerza que todavía hoy nos puede reavivar por dentro.
Los discípulos están solos. Esta vez no los acompaña Jesús. Se ha quedado a solas en un monte cercano, hablando con su Padre en el silencio de la noche. Mateo describe con rasgos certeros la situación: los discípulos se encuentran solos, «muy lejos de la orilla», en medio de la inseguridad del mar; la barca está «sacudida por las olas», desbordada por fuerzas adversas; «el viento es contrario», todo se vuelve en contra. Además se ha hecho de noche y las tinieblas lo envuelven todo.
Los cristianos que escuchan este relato lo entienden enseguida. Conocen el lenguaje de los salmos y saben que «las aguas profundas», «la tempestad», «las tinieblas de la noche»… son símbolo de inseguridad, angustia e incertidumbre. ¿No es esta la situación de aquellas comunidades, amenazadas desde fuera por el rechazo y la hostilidad, y tentadas desde dentro por el miedo y la poca fe? ¿No es esta nuestra situación?
Entre las tres y las seis de la mañana se les acerca Jesús andando sobre las aguas. Nunca ha dejado de pensar en ellos. Pero los discípulos no son capaces de reconocerlo en medio de la tempestad y las tinieblas. Jesús les parece «un fantasma», algo no real, una ilusión falsa… Los miedos en la comunidad cristiana son uno de los mayores obstáculos para reconocer a Jesús y seguirlo con fe como «Hijo de Dios» que nos acompaña y nos salva en las crisis.
Jesús les dice las tres palabras que necesitan escuchar: «Ánimo. Soy yo. No tengáis miedo». Estas tres palabras las iremos escuchando más de una vez a lo largo de nuestro recorrido. «Ánimo»: Jesús viene a infundir ánimo y sembrar esperanza en el mundo. «Soy yo»: no es un fantasma, sino alguien vivo, lleno de fuerza salvadora. «No tengáis miedo»: hemos de confiar y aprender a reconocerlo junto a nosotros en medio de las crisis, peligros y dificultades. ¿No es esto lo que necesitamos escuchar hoy los cristianos?
Animado por las palabras de Jesús, Pedro hace una petición sorprendente: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua». No sabe si Jesús es un fantasma o alguien vivo y real, pero quiere vivir la experiencia de caminar hacia él andando, no sobre tierra firme, sino sobre el agua; no apoyado en la seguridad, sino en la debilidad de la fe. Jesús le dice: «Ven».
¿No es esta la llamada que nos está haciendo Jesús en estos momentos de crisis y desconcierto? En nuestro recorrido nos encontraremos más de una vez con su invitación: «Ven y sígueme». Así llamaba por los caminos de Galilea y así llama hoy a quien lo quiera escuchar. Pero la llamada a Pedro en medio de la tempestad encierra algo más: «Ven a mi encuentro caminando sobre las aguas, aunque no aciertes a reconocerme en medio de esta tempestad, y aunque estés lleno de dudas en medio de la noche».
Pedro bajó de la barca y «se puso a caminar sobre las aguas yendo hacia Jesús». Esto es esencialmente la fe cristiana. «Caminar hacia Jesús», dar pasos día a día orientando nuestra vida hacia él. «Sobre las aguas», sin otro apoyo firme que no sea su Palabra. Sostenidos por su presencia misteriosa en nuestra vida. ¿Estamos dispuestos a hacer esta experiencia?
No es fácil vivir esta fe desnuda. Pedro en concreto «sintió la fuerza del viento, le entró miedo y empezó a hundirse». Es lo que nos puede pasar en estos momentos: nos fijamos solo en la fuerza que tiene el mal, nos entra el miedo y las dudas, y empezamos a hundirnos en la desesperanza, la indiferencia o la increencia. ¿Qué podemos hacer?
Lo primero, «gritar» a Jesús. Es lo que hace Pedro al empezar a hundirse: «Señor, sálvame». Invoca a Jesús como «Señor» (Mateo pone intencionadamente esta palabra en sus labios, pues así invocan a Jesús resucitado en las primeras comunidades cristianas). Y solo le pide una cosa: «Sálvame». Con esto está dicho todo. Este grito salido de lo más íntimo de nuestro corazón puede ser una forma humilde, pero muy real, de vivir nuestra fe.
Jesús, que está atento y pendiente de Pedro, no permanece indiferente a este grito. Según el relato, «le tiende su mano», «lo agarra» y «le dice: “Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?”». Sin saber cómo ni por qué, Pedro vive algo difícil de explicar a quien no lo ha vivido. Experimenta a Jesús como una «mano tendida»; se deja «agarrar» por él y siente que Jesús lo salva de hundirse. En el fondo de su corazón escucha esta pregunta que puede cambiar su vida: «Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?». Tal vez es en medio de la crisis y de la noche cuando aprendemos a creer con más verdad en la fuerza salvadora que se encierra en Jesús.
Pedro y Jesús caminan agarrados en medio de las olas y el viento. Al subir a la barca, la tormenta se calma. Cuando Jesús está en medio del grupo, los discípulos recuperan la paz. Lo han vivido todo de cerca, llenos de miedo y angustia, pero han experimentado su fuerza salvadora. Los mismos que antes decían «es un fantasma» se postran ahora ante Jesús y le dicen desde muy dentro: «Verdaderamente eres Hijo de Dios».
SEGUNDA REUNIÓN: 3. Conversión personal
- ¿Cómo me está afectando a mí este tiempo de crisis religiosa y futuro incierto de la Iglesia? ¿Está mi fe en crisis, se va apagando o está creciendo? ¿Cómo me siento por dentro?
- ¿Dónde y cómo puedo yo sentir a Jesús como una mano tendida que me agarra, me quita los miedos y no deja que me hunda? ¿En qué me puede ayudar este grupo?
- Conversación con Jesús. Hazle ver tus miedos y vacilaciones. Él te agarra. No dejará que te hundas.
4. Compromiso en el proyecto de Jesús
- Observamos en la sociedad miedo al futuro, desaliento, falta de esperanza?, ¿qué clima se respira en tu parroquia o en el entorno en que tú te mueves? ¿Cuál es la reacción más generalizada dentro de la Iglesia?
- ¿Qué estamos aportando a la sociedad y a la Iglesia los que estamos aquí escuchando el Evangelio de Jesús? ¿Ánimo o desaliento? ¿Esperanza o pesimismo? ¿Palabras o compromiso?
- ¿Podemos concretar entre todos con qué espíritu y actitud queremos vivir nuestro recorrido? ¿Qué desearíamos aportar desde este grupo? ¿Lo podemos resumir en tres palabras?
5. Sugerencias para la oración
- Nos recogemos para escuchar a Jesús. Un miembro del grupo pronuncia en voz alta su pregunta: «Ánimo. Soy yo. No tengáis miedo». Después de unos momentos de silencio, cada cual puede invocar: «Si eres tú, sálvame y ayúdame a…».
- Se puede crear un clima de recogimiento interior. Un miembro del grupo hace en voz alta la pregunta de Jesús: «Hombre o mujer de poca fe, ¿por qué dudas?». Los que quieran pueden responder en voz alta a la pregunta.
- Para orar en el silencio del corazón:
Jesús, nuestra paz,
tú nos dices a cada uno:
«¿Por qué inquietarte?
Solo una cosa es necesaria:
un corazón a la escucha
para comprender
que Dios te ama
y siempre te perdona».H. Roger de Taizé
- Todos juntos pronunciamos esta oración:
Tú sabes que siempre te quise
y que te sigo queriendo;
tú sabes que te quiero.
A pesar del cansancio y del abandono de tantos días,
a pesar de mi cabeza vacía y dura,
y de mi corazón de piedra,
tú sabes que te quiero.
A pesar de mis dudas de fe, de mi vacilante esperanza
y de mi amor posesivo,
tú sabes que te quiero.F. Ulíbarri
Banco de oraciones
En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 1. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.
Material de profundización
En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 1 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 38, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de enero realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 14 personas que vivimos en Argentina, Colombia, España, México y Perú. Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
En estas semanas hemos compartido todos cómo vemos a Jesús. También a la Iglesia como un barco removido por el vaivén histórico. Conviene no pensar demasiado en lo segundo y fijarnos en lo primero. Podríamos con ello, sintiendo cómo Jesús guía nuestros pasos, dar una luz a la sociedad.
En resumen, creo que debemos leer con atención los mensajes de los miembros del grupo, cómo sienten la fe. Este compañero que sufrió un accidente, el otro compañero que se siente un poco marginado dentro de la Iglesia, son para mí un referente, y espero aprender más de otros.
Sin yo ser ejemplo de nada, apunté la idea de la imitación de Jesús en la vida diaria, y cómo eso nos hace sentir más en Cristo. Por otro lado, escribí algo sobre el silencio como condición para escuchar a Jesús. Por último, hablé del abandonarse en Dios cuando todo vaya mal. (Ángel)
Es muy importante volver al Evangelio de Jesús y conocerlo profundamente, pues así nuestra barca estará estable aun en los momentos más difíciles y duros de nuestra vida. Con ese “ven”, Jesús nos ilumina especialmente desde ahí, desde ese reconocerlo en nuestra vida, como centro de ella.
Mi oración de hoy es pedir que cada uno de nosotros, y la Iglesia también, volvamos a ese Jesús, que creo es muy diferente de lo que vivimos en estos momentos, y doy gracias por este grupo de hermanos que tan inesperada y puntualmente (el Señor escucha en los corazones) me ha regalado Dios. Gracias, gracias. (Carmen)
Después del diálogo en el grupo se pone de manifiesto la dificultad, y al mismo tiempo la necesidad, de mantenernos en la esperanza perseverando en la fe. Dificultad porque estamos atravesados en el mundo actual por incertidumbres, asaltados por dudas y angustias que nos descorazonan. Necesidad porque sin la orientación a la verdad trascendente que nos hace “ser”, nuestra existencia quedaría hundida y sepultada en los escombros del nihilismo. (Francisco)
Señor y Padre Bueno. Te doy gracias por la oportunidad que nos das a los miembros de esta pequeña comunidad virtual de participar en esta experiencia para profundizar en nuestra fe y en nuestra vivencia como cristianos. Te pido que envíes tu Espíritu para que nos ayude a sacar el máximo provecho de nuestras reflexiones y nuestro compartir.
Danos constancia para perseverar a lo largo de este tiempo sin desanimarnos, haciendo partícipes a todos los demás de nuestras reflexiones y vivencias. Enséñanos a hacer una lectura orante y creyente de la Palabra de Jesús para que nuestra vida de cada día sea más auténtica y más evangélica. Amén. (Jesús)
Estas cuatro semanas de compartir reflexiones y vivencias, nos hemos dado cuenta de cómo la fe permanece en cada uno de nosotros, y aunque hemos tenido fuertes tormentas en nuestro recorrido, pues aún estamos aquí, con la convicción de que Dios está siempre de nuestro lado caminando y apoyándonos en esos momentos en que no quebramos.
Agradezco los mensajes y reflexiones que han compartido ya que me llenan y fortalecen mi caminar, y que la Luz de Dios esté siempre con nosotros. (Octavio)
Siento que he iniciado un camino de afianzamiento de la fe. Estoy contento de haber encontrado el Grupo Virtual de Jesús en este proceso. Espero ser de ayuda a los demás con mis aportes como lo son los de ustedes a mí. (Osvaldo)
He constatado que Jesús también me dirige sus palabras. Que, aunque siento que lo conozco, debo profundizar más en su persona: cómo siente, lo que dice y hace y su por qué. A través de él conoceré mejor al Padre, con la ayuda del Espíritu. A partir de aquí creo que he de comprometerme cada vez aún más en vivir como lo hacía él.
Siento que me llama, y me sigue llamando, para que lo escuche y siga sus enseñanzas y la misión que me ha confiado de darme sin medida a los demás, sin miedo, con la confianza puesta solo en él. Y también que me impulsa a orar más intensamente con la palabra «sálvame», de todo lo que me aparta de él y de mis hermanos/as.
Doy gracias a Dios por participar en un Grupo Virtual de Jesús, por los compañeros, porque ya intuyo que podemos ayudarnos mucho con nuestras reflexiones y comentarios. Con lo poco que aún nos conocemos, he comenzado a amarlos. (Rosa María)
Dios nos creó para vivir en comunidad como hermanos. Si bien no nos conocemos personalmente, ya cada uno forma parte de la vida del otro. Es una experiencia que nos hace madurar y crecer a todos. Hoy lo compartimos con la comunidad en la que participamos, fue muy lindo sentir el acompañar de los cercanos. Sentir que ellos también están participando. Es una gracia. Un verdadero regalo de Dios. Gracias por tanto. (Silvia)
Mi corazón ha encontrado un nuevo sentido por el cual puedo orientar mi vida y mi presente, volver a Jesús “el Cristo”, “Dios con nosotros”, acompañarme de su palabra, escucharle y responder. Se abrió el diálogo, que me ha permitido salir del silencio de mi fe y moverme, caminar, aunque sea sobre olas y tormenta, pero con la mirada puesta en él.
Me quedo con la oración “Señor, sálvame”, que se traduce en mi alma como un “Muéstrame mi fe, pruébame, prepárame, vive conmigo, lléname de tu silencio, y contigo mi barca no se hundirá, buscará salida, esperará la siguiente mañana, o quizás la última, pero de tu mano; y con mis hermanos del GVJ 38 seguirte, escucharte y amarte”. (Yarim)
Grupo Virtual de Jesús 38
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 37, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de septiembre realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 10 personas que vivimos en Argentina, Bolivia, Brasil, España y Hawai. Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Los discípulos sienten la presencia de Jesús en los desafíos extremos de la vida. Esos desafíos son como las terribles tormentas en el mar y a la noche, que algunos de esos discípulos tan bien conocían al ser pescadores. También nosotros experimentamos una invitación a mirar la vida con una perspectiva optimista, que en nuestro lenguaje llamamos “fe”. La fe de que vivimos en las manos del Dios que se manifiesta en Jesús, vivimos en condición de resurrección. Puede que nuestros ojos no vean bien esta nuestra condición divina, puede que nos parezca un fantasma, pero en esta fe vivimos como quien ve el invisible. Día tras día bajamos en la oscuridad y de ella somos salvados por la gloria del resucitado. (Antonio)
Este primer tema me lleva a la conclusión de que no puedo dejar de mirar a Jesús, como hizo Pedro, para no hundirme, sintiendo la mano que me tiende para continuar en este camino, unida en oración a otras personas que comparten la fe. Y le pido a Dios que en los momentos de miedo y adversidades me aumente la fe. (Conchita)
En medio de las “tempestades” que nos surgen en la vida es nuestra fe la que tiene que sostenernos, animarnos, movilizarnos a la acción, es ahí donde Jesús está para tendernos la mano y decirnos: “¡Ánimo, soy yo, no temáis!” (José)
Las palabras de Jesús son claras: “¡Ánimo! Soy yo. No tengáis miedo”. Experimentar a Jesús como salvador es un don que inesperadamente se nos regala (yo lo experimenté durante una grave enfermedad). Pero como comunidad cristiana, la experiencia de la salvación viene también del anuncio de los que así lo han vivido, que proclaman su fe en Dios y creen que la vida es algo más que lo que vemos. Personalmente, busco también esto: escuchar el testimonio de otras personas y compartir con ellas el camino de la fe. Algo así he encontrado en este grupo. Y es lo que me anima a continuar. (Marian)
La propuesta me parece muy buena y valoro mucho las reflexiones que el resto de miembros han compartido. Agradezco mucho su trabajo personal y su generosidad al trasladarlo. Poder compartir con otras personas de lugares y con realidades tan diferentes nuestro camino de seguimiento a Dios es un lujo. (Mavi)
Este primer tema me ha hecho ser más consciente de mi vulnerabilidad y valorarla, ver lo esencial que para mí es una actitud de humildad ante las adversidades. Me maravilla y me asombra la respuesta indiscriminada y amorosa de Dios ante nuestra oración de ayuda: “Señor, sálvame”. También, este primer tema me ha ayudado a reconocer a Jesús vivo entre nosotros, que nos espera con los brazos abiertos a que pongamos nuestros ojos fijos en Él, y construyamos una Iglesia viva y fraterna. (Rafael)
Mi conclusión final está orientada a un estado mejor cuando sienta un miedo en mi vida y también cuando lo vea en otras personas. Es con Jesús que se viaja, se enfrentan tantas situaciones adversas. Es una alegría y tranquilidad sentirlo muy muy cerca, lo que no solo se debe quedar para cada uno, sino compartir entre todos y llevar a los que veamos que sienten estos miedos. (Sandra)
Jesús muchas veces se manifiesta en nuestras vidas por medio de experiencias que nos sacuden, pero cuando nos damos la oportunidad de abrirnos y de acoger el amor de Dios y su acompañamiento, florece de una manera indescriptible. Muchas veces caminamos dudando si el Señor está ahí, pero cuando toca dar ese paso de decisión y de confiar en él y en lo que él tiene planeado para nosotros, el Señor nunca falla y siempre se manifiesta ahí. (Saulo)
Las personas de fe sabemos que en la oración encontramos la mano tendida de Dios. Caminamos sobre las aguas de nuestras vidas, aguas por momentos claras, en otros momentos turbias, inquietas; vemos la oscuridad, pero la gloria de Jesús aparece. En momentos difíciles, en los cuales olvido que Jesús habita en mi corazón, recuerdo estas palabras: “si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20). (Susana)
Señor Jesús, Señor de la Paz, en mares tempestuosos de oleajes encrespados
y de vientos contrarios, en la vida de los hombres…
Señor Jesús, Señor de la Paz, que duermes paciente, calmo,
en nuestras barcas inestables, inseguras, inconstantes,
esperando que, cuando te necesitemos, te llamemos, te invoquemos,
volvamos a vos, clamándote desde el fondo mismo de nuestro corazón
para aferrarnos a Tu Mano y atraernos a Vos…
Señor Jesús, Señor de la Paz,
que no esperemos los temporales, las zozobras, para estar en Vos,
que “permanezcamos” fieles a Tu Palabra, a los sacramentos, a la oración
y siempre, en todo momento de nuestra vida,
te reconozcamos “Hijo de Dios” en nosotros, en los otros
y como a tal te alabemos y adoremos. Amén. (Teresa)
Grupo Virtual de Jesús 37
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 36, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de febrero realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 13 personas que vivimos en Argentina, Chile, España, México, Perú y Uruguay. Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Mi aprendizaje ha sido enorme ya que al leerlos me di cuenta que me he mantenido en una especie de “burbuja católica” porque ignoraba con lo que se enfrentan y viven en su lugar de origen y creí que solo en México hay crisis de creyentes, de sacerdotes, etc. Siento que Dios nos guio para estar en este grupo para poder valorar lo que tenemos en cada uno de nosotros y mostrarlo, compartir, aportar y aprender. Gracias. (Ana)
Volver a Jesús para escucharle, y preguntarse qué haría Él en esta situación. (Conchita)
En mi experiencia, la duda es frecuente, pero confío en medio de esa noche que luego despuntará el día. Para mí, lo peor no es la duda, sino la indiferencia, pues en ella no tengo la esperanza de un nuevo día. (Enrique)
Jesús siempre está esperando que lo llamemos, y nos viene a buscar, caminar con nosotros, y cuando llega el momento calma el mar y el viento. (Fernando)
Ruego porque Jesús nos enseñe a tener más fe y creer más en nosotros, en lo que podemos ofrecer, en lo que podemos dar o compartir, incluso enseñar. (Jesús)
Señor Jesús, en medio de las tormentas de la vida, danos la fortaleza para confiar en tu presencia constante y en tu poder para sostenernos. Así como Pedro clamó por tu ayuda y extendiste tu mano para salvarlo, ayúdanos a mantener nuestra fe firme, incluso cuando dudamos y tememos. Que podamos escuchar tu voz diciendo “Ánimo, soy yo, no temáis”, y así caminar con valentía sobre las aguas turbulentas de la vida, confiando en tu amor y tu guía. Amén. (Ady)
Con todo mi corazón, te doy gracias Señor, por habernos llamado a formar un grupo en el que queremos encontrarnos contigo. Gracias por esta oportunidad donde juntos queremos conocerte más y aprender a servir a los hermanos. Gracias porque todos queremos ayudarnos unos a otros a estar cada día más cerca de ti. (Mary Carmen)
A Jesús se le puede hablar siempre, Él siempre está, siempre escucha… Ahora bien, Él responde a nuestra demanda cuando lo considera prudente para nuestro bienestar, lo cual, a veces, ansiosos por su respuesta o esperando aquella que «nosotros deseamos», nos disgusta y es allí cuando se produce la «crisis de fe». (María Rosa)
¡Jesús, sálvanos, aumenta nuestra fe! (Maricel)
Espero que en este grupo vivamos un proceso de conversión a Jesús como el que vivieron los discípulos en la barca. Que experimentemos a Jesús como alguien real en nuestras vidas, que nos libere de nuestros miedos y angustias, y que nos infunda ánimo para seguirlo llenos de fe y valentía. Que llevemos la calma y la paz a los lugares en donde vivimos y a las personas con las que convivimos. (Mario Antonio)
Estamos invitados y la realidad nos exige «saltar de la barca» e ir al encuentro de Jesús, para luego junto a él volver a la barca con una mirada distinta. Jesús nos anima: ¡No tengan miedo, soy yo! (Rubén)
Entiendo la crisis de Pedro: deja de mirar a Jesús y se mira a sí mismo, y cree que no es posible que él camine sobre el agua como Jesús. (Silvia)
Grupo Virtual de Jesús 36
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 35, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de septiembre realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 9 personas que vivimos en Argentina, Chile, España, México, Perú y Reino Unido. Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Jesús «pone su mano», nos ayuda, aunque a veces tiene que pasar un tiempo para reconocerlo. Esa experiencia vivida es fuente de esperanza para otras situaciones difíciles. Amaia
¿Cómo y dónde puedo sentir a Jesús? En la oración frecuente. Haciendo silencio en mi interior, para estar disponible a lo que Él espera de mí. Pidiéndole ayuda para saber discernir dónde pongo mis intereses, para que estos sean realmente los que dan sentido a mi vida y pueda colaborar a que sea una realidad su Reino en la tierra. Dolors
Señor Jesús, en medio de mis tormentas, mis miedos, mi noche oscura, no me dejes sola. ¡Toma mi mano y sálvame! ¡Quédate, Señor, conmigo! Eleonora
Señor, sí creo. Enrique
Somos personas de poca fe, dudamos, tenemos miedos, pedimos pruebas. Con todo, Jesus en su amor infinito, siempre nos está esperando con estas palabras: Animo, soy yo, no temáis. Gustavo
Desde la oración, he reflexionado sobre este episodio evangélico y he sentido que Jesús nos llama de manera incondicional, con fe ciega, sin mirar lógica ni prejuicios, Él es la solución a todo, y por tanto debo, debemos, abandonarnos a su Palabra, con la que nos guía, a pesar de que en ocasiones no comprendamos muy bien el por qué o el cómo. Eso es ser cristiano, ser su discípulo, caminar sin conocer la solidez del suelo que pisamos, dejándonos llevar por su inspiración, como digo, siempre desde la oración y el evangelio. Julio
Lo que me llevó, después de esta primera experiencia del Tema 1, es el “volver a Jesús”. La oración sin palabras, después de leer el evangelio, me llevó a experimentar una actitud contemplativa, un encuentro con Dios, en Jesús, en un espacio de silencio y soledad. En síntesis, es volver a entusiasmarse y animarme con la novedad que es Jesus hoy, mañana y siempre. Se habla mucho y se planifican las preferencias apostólico-pastorales a través del espíritu Sinodal y comenzar, en la práctica, a hacerlo realidad. Me parece justo y necesario que toda esta dinámica universal, a través de una Iglesia en Salida, se afirme y se confirme en todos los ámbitos: el principio y fundamento del proyecto es JESÚS. Alberto
Aunque mi fe aún es débil, pues me asustan la incertidumbre y las dificultades de mi vida, no me olvido de que Jesús está siempre disponible, siempre presente, y me levanta, me toma de la mano y me dice “Animo, soy Yo, no tengas miedo”. Y, por supuesto, él espera de mi parte un cambio radical, reconociendo mi vulnerabilidad y seguro de mi esfuerzo, animándome a vivir el día a día de mi vida, aunque siga casi todo igual… Jesús me sigue invitando a dejar la orilla para remar mar adentro, como les dijo a los discípulos, seguro de que voy por el camino correcto. Luis
El grito «sálvame» salido de lo más intimo de nuestro corazón puede ser una forma humilde, pero muy real, de vivir nuestra fe. Norma
Amaia, Dolors, Eleonora, Enrique, Gustavo, Julio, Alberto, Luis Carlos y Norma
Grupo Virtual de Jesús 35
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 34, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de enero realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 7 personas que vivimos en Argentina, El Salvador, España, EEUU y México. Si deseas formar parte nuestro grupo, puedes hacerlo solicitándolo a través de la web, en el formulario de contacto.
Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Apoyarnos en Jesús en medio de las dificultades
Sentimos miedo, inseguridad, desaliento, abandono… al ir en la barca de una Iglesia tan sacudida por olas de irresponsabilidad, mentira, engaños, encubrimientos, pedofilia, enriquecimiento… y al vivir en una sociedad en la que parece que el proyecto de un mundo de hermanos y hermanas, de relaciones sin violencia, sin odios, sin injusticias no es posible.
También nos anima ver realidades donde se percibe la solidaridad, la generosidad, el compromiso con los que sufren, ahí vemos el reino de Dios.
En medio de estas dificultades, sin duda es importante apoyarnos en Jesús, en el que es el foco de nuestras vidas.
Y ello desde dos actitudes fundamentales: la confianza y la esperanza. Jesús está cerca para tender su mano, pero nos exige fe, esa capacidad de invocar su nombre en medio de la angustia, de confiar en él. Porque “cuando está más oscuro es que ya va a amanecer”; estar en este grupo nos da la esperanza de saber que la presencia de Jesús anuncia que pronto va a amanecer y encontraremos juntos el camino a seguir.
Aprovechar las “tempestades”
Aunque tendemos a evitar los conflictos, las dificultades, las “tempestades”, podemos hacer una lectura positiva de ellas.
La tormenta es un abajarse de nuestras comodidades, de nuestros éxitos sin agradecimiento, de nuestro orgullo y soberbia al pensar que todo lo podemos. La tormenta es positiva cuando lleva consigo una reflexión interior que nos hace crecer en confianza hacia Aquel que hace posible que podamos alcanzar nuestras metas.
Nuestra oración
Jesús amado, déjame pisar tus huellas por la Galilea y amar tus palabras,
y escuchar tu voz que arrulla mi alma.
Jesús mío, dame tu mano y llévame a caminar sobre las aguas turbulentas.
Jesús amado, ven con nosotros en el camino de Emaús y quédate
que ya que es tarde y el día se acaba.
Jesús mío, ayúdame a creer en los momentos de duda
que me lleva a abandonarlo todo sin reconstruir nada nuevo.
Jesús amado, mírame y dime: “¿Por qué has dudado?”,
y sálvame con tu mirada amorosa que me habla de la eternidad.
Jesús mío, dame tu mano, no me abandones.
Alicia, José Mª, Guadalupe, Kelly, Marta, Mercedes, Rubén
Grupo Virtual de Jesús 34
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 33, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de octubre realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 10 personas que vivimos en Brasil, Chile, Colombia y España. Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
La duda en la dificultad, parte del camino de la fe
En los momentos de dificultad es difícil reconocer a Jesús, parece que nos ha abandonado, nos sentimos solos, con miedo, dudamos, Jesús se nos acerca, pero no lo reconocemos, queremos ir hacia él, pero ante el viento, las olas, etc., miramos para abajo en vez de mirarlo a él y nos hundimos. De ahí sale nuestro grito desgarrador: “sálvame”; y ahí está Jesús con la mano tendida para agarrarnos y decirnos: “no estás solo, estoy contigo”.
La duda es parte del camino de la fe, gracias a la duda damos saltos significativos, nos abandonan nuestras certezas y experimentamos que nos hundimos. La fe es el resultado de una confianza cada vez más viva que Dios mismo va despertando al revelarse en nosotros. Por eso, para creer, lo importante es ponerse ante Dios, y acoger su amor y su llamada. Es saber que su mano siempre estará extendida hacia mí, y eso me da un consuelo tan grande, y un gozo que me hace tratar cada día más de estar en intimidad con el Señor Jesús.
Mantenernos juntos en la barca
Es importante mantenernos juntos «en la barca» aún en medio de la tempestad.
En la barca de Cristo todos somos hijos de un mismo Padre, y, aunque geográficamente estamos distantes unos de otros, tenemos el mismo destino final en este camino. Todos queremos estar con Jesús.
El grupo nos ayuda a sentirnos acompañados, a saber, que, a pesar de vivir en una sociedad en crisis, hay personas que están dispuestas a no dejarse arrastrar, a seguir confiando en Dios a pesar de los miedos y obstáculos.
Nuestra oración
Señor, tú me invitas a permanecer en la barca,
estén quienes estén en ella,
para hacer este viaje junto a otros.
Me invitas a ser hija y hermana de los que, como yo,
vamos intentando este camino de esperanza.
Me invitas a dejarme sorprender por los acontecimientos
que no están dentro de mi lógica, a vivirlos desde mi poca fe.
Me invitas a atreverme a salir de mi zona confortable,
donde voy perdiendo humanidad.
Escucho que me dices: “Sal, no tengas miedo,
atrévete, yo estoy contigo”.
Siento tu cercanía, aunque yo crea, en mi pensamiento, que estoy lejos.
Siento que me pides aportar desde el don recibido,
lo mejor que pueda, a construir ese reinado de Dios.
Conchi, Gela, Jesús Adrián, John Charlest, Juan José,
María, Valle, Meire Ana, Paula Andrea y Royland
Grupo Virtual de Jesús 33
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 32, un nuevo grupo que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de mayo realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 13 personas que vivimos en Argentina, Canadá, Colombia, España, México, Paraguay y Portugal. Presentamos aquí algunas de nuestras reflexiones compartidas tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Vivir las incertidumbres desde la confianza en Jesús
En el mundo de hoy hay muchas situaciones que me llenan de miedo, siento a veces que el mundo es un lugar muy hostil. El evangelio nos invita a que lo naveguemos, aunque tengamos miedo, sabiendo que Jesus está con nosotros.
A veces los cristianos no nos fiamos del Señor cuando nos llega una “noche turbulenta” y le pedimos algo. Cuando eso que pedimos no llega, creemos que no nos ha escuchado. Comenzamos a dudar, desconfiar y a hundirnos, como Pedro. No comprendemos los caminos del Señor. ¡Ojalá no seamos como Pedro y andemos con paso firme por los caminos de la fe!
El miedo distorsiona la realidad, nos impide ir en busca de la verdad y hace que nos quedemos en nuestra limitada y tempestuosa «zona de confort»; dudando de las soluciones y, por eso mismo, haciéndolas fracasar. ¿Qué miedos nos han impedido seguir a Jesús o dudar de su enseñanza?
Los discípulos se asustan y gritan llenos de miedo al ver a Jesús caminar sobre el lago. Lo ven como si fuera un fantasma. Dudan sobre la realidad de Jesús debido a su poca fe, como le dice Jesús a Pedro. Esto me lleva a preguntarme, ¿quién es Jesús para mí, es alguien real en mi vida o dudo de su existencia y pienso que esto de la fe es un engaño o una mera ilusión?
Jesús siempre es una mano tendida a la hora de atravesar dificultades, cuando los resultados no son los esperados. Me conmueve cuando Jesús sube a la barca. Nos ahorraríamos muchos sufrimientos si siempre lo subiéramos a la barca, con nosotros.
Estos tiempos de crisis e incertidumbre los estoy viviendo acompañado y fortalecido por la memoria y el testimonio de personas que han sido fieles seguidores de Jesús y que han sido testigos de una auténtica experiencia cristiana de Dios.
Vivir la fe en esta pequeña comunidad eclesial
Con optimismo afronto la experiencia en este grupo, y espero que me ayude a interiorizar mucho más las enseñanzas de Jesús, dar por lo menos un pequeñito testimonio de sensibilidad y valentía, como él lo haría en mi lugar.
Creo que este grupo encarna una pequeña comunidad eclesial que necesita oír la voz de Jesús con más fuerza, con más confianza, con más fe. Y que en el recorrido espera fortalecerse, llenarse de esperanza y de misericordia para dar testimonio, es decir, vivir la cotidianidad de la vida en coherencia con Jesús y sus enseñanzas.
Nuestra oración
Señor Jesús, te pedimos que, en este grupo
vivamos un proceso de conversión
como el que vivieron los discípulos en la barca.
Que te experimentemos como alguien real en nuestras vidas,
que nos liberes de nuestros miedos y angustias,
y que nos infundas ánimo para seguirte llenos de fe y valentía.
Que, con tu ayuda, podamos llevar la calma y la paz
a los lugares en donde vivimos
y a las personas con las que convivimos.
Adelino, Agustí, Ana Mª, Damián, Daniel, Dora A., Eduardo A.,
Guillermo, Lucía V., Mario A., Nancy A., Ruth y Wolfgang A.
Grupo Virtual de Jesús 32
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 31, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de enero realizada desde la web Grupos de Jesús. Hemos iniciado esta experiencia 12 personas que vivimos en Argentina, Chile, España, República Dominicana, Ucrania (Colombia) y Venezuela.
Mientras iniciábamos esta experiencia de Grupos de Jesús trabajando el Tema 1, nos alcanzó de lleno la guerra en Ucrania, preocupación compartida, especialmente para una de nuestras hermanas que se encontraba allí y tuvo que volver a su país. Aún así, hemos querido continuar nuestra reflexión (orando mucho por la paz) y presentamos aquí nuestra aportación al terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Jesús sustenta nuestra fe
¡Cuánto se ha alejado la iglesia de las pocas pero sabias indicaciones que Jesús dejó a sus primeros discípulos, y de los símbolos y clima de fraternidad en el que se desarrollaban los encuentros de las primeras comunidades!
Cuando seguimos a Jesús, al igual que los discípulos, somos presa del miedo, de la desconfianza. Por eso estoy en este grupo, por eso subo de nuevo a la barca, aún tengo que aprender a confiar en Jesús para no hundirme.
Seguirle aunque no lo veamos bien, aunque el miedo haga que no lo escuchemos bien, aunque nos falle la confianza en él y nos hundamos. Cuando Jesús se subió a la barca, el viento se calmó: No hay tormenta que no acabe siendo paz, de su mano.
Jesús camina sobre el lago y se hace presente del modo que quiere: en lo cotidiano, en una palabra, en un gesto solidario… A veces asusta, sorprende este modo nuevo de presentarse y creemos que es un fantasma. Como discípulos tenemos miedo de salir de nosotros mismos para reconocerlo en otros lugares con un corazón nuevo.
Hemos sido educados en una religión demasiado centrada en nosotros y en lo que tenemos que hacer. Me interesa una religión en la que el centro, el eje esencial, es Jesús: cómo es y qué hace (hizo en vida y sigue haciendo en nosotros).
Vivir la fe en comunidad
Mi fe se asemeja a la de Pedro en la duda… siempre medio hundido y gritando “Señor, sálvame”. Pero no me hundo y lucho por subirme a su barca, con mis hermanos.
Querido GVJ 31, es curioso, pero siento su presencia como pueblo que camina, como barca que navega, en distintos lugares, pero todos buscando conocer a Jesús, aprender e impregnarnos de sus modos, comprender su proyecto.
La vida en comunidad es como un curso de navegación en el cual cada aprende de la experiencia del otro. Nuestro grupo es como una barquita, puede ayudar a muchos que como tú y como yo anduvimos en las tempestades de este inmenso mar.
Una oportunidad para crecer
Veo esta crisis como algo necesario y positivo. Que la fe y la iglesia católica no sea algo asentado y parte del sistema social, educativo… para los que vivimos en países de tradición católica, sino que sean algo que surgen de la búsqueda, del diálogo, de la inquietud interior, de la libertad, del espíritu y no de la tradición y las costumbres.
Quiero vivir esta experiencia con la esperanza de ir construyendo el germen de lo que implicará un avivamiento de la iglesia desde abajo. No sabría decir si es una renovación de la iglesia o es una Iglesia Otra, nacida desde una vuelta a los orígenes de la alegría de los primeros cristianos.
Cecilia, Dardo, Gloria, Jesús, Juan José, M.ª Agustina,
Cristina, M.ª Victoria, Nilda, Olga, Pedro y Teresa
Grupo Virtual de Jesús 31
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 29, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de mayo realizada desde la web Grupos de Jesús. Hemos iniciado esta experiencia 18 personas que vivimos en Argentina, Costa Rica, Guatemala, España, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
En estos primeros temas, como somos un grupo numeroso, nos hemos dividido en dos grupos: A y B. Presentamos aquí la aportación del GVJ 29 B tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
En tiempos difíciles se acentúa el egoísmo
En el mar te encuentras con delfines, tiburones, ballenas, rayas, erizos, medusas, pulpos, algas, etc. Algunos son amigables y otros muy peligrosos. El mar tiene temporadas tranquilas y super peligrosas, impulsadas por sismos, que se suman a las tentaciones del enemigo que llevo dentro que me somete al egoísmo, al sufrimiento y al dominio de la muerte e inclinación al pecado.
Puedo sentir que muchas veces no estoy dando los pasos de Jesús por dejarme llevar por las diferentes dificultades que se me presentan, y más en este tiempo tan complicado y angustioso que estamos viviendo bajo la pandemia del Covid 19, entre otras dificultades.
La pandemia Covid hizo más patente la inequidad, la violencia, el abuso del poder, la corrupción, el hambre, la injusticia… Todo ello nos causa miedos, incertidumbres y reacciones que paralizan, o que traicionan la causa de Jesús, nos silencia personal y comunitariamente, nos introduce en el “sálvese quien pueda”.
Experimentar a Jesús presente y confiar en él
Pedro dudó y muchas veces hemos dudado, pero aun así, Jesús va a seguir amándonos y va a querer siempre llevarnos hacia a él. Lo único que nos pide es que confiemos en él.
Yo, como Pedro, tengo una fe muy débil. Pretendo que me Jesús me dé pruebas y, cuando me vuelvo a hundir, cuando me vuelve a faltar la fe, él vuelve a tenderme la mano. Siempre. Aunque mi fe haya fallado constantemente, ahí está su mano cuando la busco.
En Pedro me entiendo yo también. Muchas veces no me fío de Jesús, lo pongo a prueba y quiero que me demuestre que para él nada es imposible. En el fondo es reflejo de mi inseguridad… quiero certezas.
Es necesario volver a lo esencial de nuestra fe, para que reconozcamos a Jesús, no como un fantasma, dudando si realmente es él, ni necesitados de ver un milagro suyo o algo espectacular. Necesitamos la experiencia del encuentro con Cristo, que está con nosotros, vivo y resucitado.
Yo me quedo con esta presencia de Jesús que ve cómo estoy, con mis miedos, mis dudas… y agradezco sus gestos, sus palabras. Y así, en la barca con Jesús, con el viento en calma, fijando los ojos en él, a su escucha, con vosotros como compañeros de camino, quiero empezar este proceso de vuelta a él y su Evangelio.
Oramos juntos
Señor Jesús:
Me siento lista para escucharte,
para sentirte dentro de mí, a través del Evangelio,
y en todo momento que pases por mi vida.
Para tener una vida de esperanza y dignidad.
Contigo todo, sin ti nada.
“Él está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo”.
Todos los días: en la buenas y no tan buenas;
en la luz o en la oscuridad;
en la risa y en las lágrimas;
en los momentos de confianza y de duda,
en salud y enfermedad,
en mar en calma o en las olas más violentas…
Estás con nosotros “siempre”
Gracias, Señor,
porque sé que infinidad de veces
te has acercado igual a mi vida.
¡Cómo te acercas hoy a mí, una vez más para animarme,
para decirme de nuevo que no tema,
que Tú estás conmigo, a mi lado!
Que no me voy a ahogar si en Ti confío
desde lo más profundo de mi alma,
así esté pasando por una noche larga y oscura.
Carmen, Carolina, Francisca, Grendy,
Hugo Otto, Juan Luis, Mª Gabriela y Pilar
Grupo Virtual de Jesús 29 B
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 29, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de mayo realizada desde la web Grupos de Jesús. Hemos iniciado esta experiencia 18 personas que vivimos en Argentina, Costa Rica, Guatemala, España, México, Perú, Uruguay y Venezuela.
En estos primeros temas, como somos un grupo numeroso, nos hemos dividido en dos grupos: A y B. Presentamos aquí la aportación del GVJ 29 A tras terminar el Tema 1 de Grupos de Jesús.
Vientos y dificultades en la iglesia y en nuestras vidas
La iglesia está alejada de la tierra firme y de la seguridad en doctrina de otros tiempos. A la iglesia la sacuden las olas de la sociedad y el mundo actual, con su pluralidad de sentidos para la vida y de ideas sobre la felicidad. También la iglesia navega con elementos en contra como todos los “ismos”: secularismo, consumismo, individualismo, materialismo, mercantilismo, liberalismo…
Muchos seguimos viendo a Jesús como un fantasma y vivenciando una fe vacía, abstracta, de dogmas, poco encarnada en nuestras vidas y en la creación entera.
Pienso en nuestros vientos-pandemia, en los vientos-tristeza, en el viento feroz del desamor, de la violencia, en los vientos de la voracidad en la que hoy parece hundirse el mundo. A veces mi corazón no soporta tanta aridez y me encierro en mi barca. Y me aíslo en mis adentros dolida. Y temo.
Tiendo a pedir ayuda cuando me llega el agua por las rodillas y no siempre encuentro esa mano que me sujeta para no hundirme de lleno en el lago.
Confiar en Jesús y superar nuestras dudas
Tantas veces dudo y tengo miedo de que no haya nada más allá, de que sus palabras sean invenciones dentro de mí para calmar la propia angustia de la vida, miedo a que lo que me separe de él sea el abismo… Todos los días necesito decir: ¡Ánimo, ven, por qué has dudado!
Cada vez que sintamos dudas, que veamos tambalear nuestra fe, debemos gritar como Pedro: ¡Señor, sálvame!, con la seguridad de que él está allí para darnos ánimo y tendernos la mano. Es el Señor, con su presencia y su palabra, quien nos sostiene.
Las dudas, las crisis deben ser el revulsivo para resurgir con más fuerza y energía, para volver al Jesús original, al Jesús de los marginados, de los pobres, de los excluidos. Como dice el papa Francisco, al Jesús de las fronteras.
Ni siquiera hace falta llamar a Jesús: él ya viene a ayudarnos y darnos seguridad. Lo importante: Tener confianza en él.
Participar en este grupo es una invitación que Jesús me hace para conocerlo más, amarlo y caminar a su lado con rumbo, viviendo con alegría y plenitud la misión que me confía.
Oramos juntos
Señor, mi oración, como la de Pedro,
muchas veces es desconfiada
y no soy capaz de vencer mi autosuficiencia.
Señor, mi oración, muchas veces
no encuentra eco o respuesta,
o no la encuentra en el lugar que yo me esperaba.
Señor, mi oración adolece
de demasiadas quejas y peticiones
y de poca escucha de lo que me quieres decir.
Aunque mi oración es muy pobre, Señor,
cada día intento que sea una oración
humana, sencilla, confiada, agradecida,
como la de Pedro.
Aidé, Carmen, Eduardo, Gaspar, Liliana,
María Jesús, María Teresa y Miguel Ángel
Grupo Virtual de Jesús 29 A
Quiero ser salvo con Jesús
Hola!!!
Hermano Pablo no se que estarás pasando, aunque puedo sentir tu angustia.
Yo me he sentido así muchas veces.
Pero el Señor cada vez me mostraba que esas cosas pasaban con un propósito.
Servimos al Dios todopoderoso en quien podemos confiar.
Él obrará aun en medio de las circunstancias más difíciles, no lo dudes.
No sé cuál es el propósito que él tiene para ti.
Pero seguro es maravilloso!!!
Confía, no te rindas.
Pablo, las lágrimas caen por mis mejillas al leerte. No te conozco, pero sé una cosa: a veces creemos que estamos solos y que todo es oscuridad. Pero si nos quedamos en silencio, silencio absoluto, escuchamos una respiración. Es Jesús. Está allí; a lo mejor no se presenta como tú quieres ni cuando tú quieres. Pero está allí. ¿Qué pensó él cuando decía: «aparta de mi ese cáliz» o peor: «por qué me has abandonado?». Mira a tu alrededor, Pablo, él está. Un saludo fraterno.
Agradezco este especio. Siempre he creído en Dios. Pero hoy me siento triste debilitado, defraudado, Siento que Jesús no me escucha. Trato de llevar una vida correcta, guiándome por sus mandatos pero no acude a mis súplicas. He pensado en estos días en que todo lo que creído no es real. Que lo que me enseñaron de Jesús es falso. Estoy muy apenado porque mi señor no acude mi auxilio. Porque no me ayuda. Porque no aparece y me toma de la mano. Le pido que me salve de la angustia, de las dudas, de las sombra.
Estoy solo en medio del mar, el viento me azota, mi barca se estremece pero mi señor no se aparece, no acude en mi auxilio.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 28, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de enero realizada desde la web Grupos de Jesús. Hemos iniciado esta experiencia 11 personas que vivimos en 4 países diferentes: Canadá, Colombia, México y Honduras.
Acabamos de terminar nuestra reflexión del primer tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, queremos comenzar a compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado y compartido.
Lejos de la orilla con la mirada puesta en Jesús
Nuestro mundo se encuentra lejos de la orilla, en medio de un inmenso mar que se está moviendo de forma abrumadora. Nuestra vida está siendo azotada por movimientos aterradores, se nos ha movido todo, acercándonos de forma inminente al miedo, al pánico.
Es un privilegio atravesar esta tempestad del Covid 19 desde el navío de la fe en Jesús. Porque aunque podamos confundir muchas veces la presencia del Señor con un fantasma, siempre tenemos a Alguien al que dirigir nuestras súplicas.
La clave para no hundirnos es no dejar de caminar hacia Jesus y, aun con el viento en contra, no distraernos con lo que parece imposible. Si el miedo nos llega a paralizar, Él siempre escucha nuestra súplica, nos tiende su mano para agarrarnos y nos ayuda a sentirnos seguros.
Yo no siempre creo, con frecuencia te pregunto: ¿de veras eres tú, de veras respondes a mis plegarias y el ánimo y la fuerza me vienen de ti, de veras te sigo? Y tú te me acercas, aquí en donde estoy, en esta barca que navega tambaleándose y que comparto con todos y con todas, y me dices “ven”. Ven en medio de la noche. Ven sin juzgar el tamaño de tu fe.
Volver a Jesús y a su Evangelio
Creo que muchas parroquias han hecho un gran esfuerzo por salir adelante en ayudar a los necesitados, pero falta hacer una innovación de esos servicios pastorales, con unas dinámicas que lleguen al corazón de los feligreses. Creo que desde este grupo podemos inculcar la esperanza en cada uno de los oficios que realizamos, hacer ver que los buenos somos más, aunque no se nos oiga poco.
Pienso que es necesario que quienes estamos aquí escuchando el Evangelio de Jesús, aportemos el impulso que se requiere para volver a Jesús y a su Evangelio. De esta manera, lograremos sembrar la semilla de la esperanza, de la fe y de la caridad fraterna en las iglesias y en las sociedades en las que participamos: es necesario que soñemos e imaginemos juntos otras vidas posibles que se parezcan más al proyecto de Jesús.
Oramos juntos
Permíteme, por favor, mi Jesús, abandonarme
y confiar siempre que tú estás a mi lado
a pesar de lo que siento, de lo que veo, de mi razón,
de mi sentido común, de mi humanidad.
Dame la gracia de aceptar mi miedo y de tener la certeza
de que tú estás conmigo y que tal vez, a través este proceso,
a mi alrededor alguien también pueda reconocerte y saber quién eres.
Señor, gracias porque tú transformas toda situación de oscuridad
en una oportunidad para acercarme más a ti.
Señor, si eres tú, sálvame, solo tú tienes el poder
de hacerme caminar hacia ti en medio de las dificultades.
Tómame de tu mano en mi debilidad y acrecienta mi fe.
Alvean, Andrea, Carlos Alberto, Sandra Carolina, Daniel,
Mario Antonio, Marta, Myriam, Noel, Omar Alejandro y Paola
Grupo Virtual de Jesús 28
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 27, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de enero realizada desde la web Grupos de Jesús. Hemos iniciado esta experiencia 14 personas que vivimos en 4 países diferentes: Argentina, Chile, España y Paraguay.
Acabamos de terminar nuestra reflexión del primer tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, queremos comenzar a compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado y compartido.
En medio de una fortísima tempestad
Dada la situación en la que se encuentra el mundo con la pandemia y todo lo que conlleva: muertes, falta de trabajo, profundización de las diferencias sociales, desequilibrios importantes en el acceso a vacunas de los distintos países del planeta, cambio climático que ha podido ocasionar salto virus a humanos…, este evangelio me hace sentir que estamos en una frágil barca en medio de una fortísima tempestad, con tanto miedo como tenían los discípulos.
En este contexto, nuestra iglesia es «esa barca» que navega en contra del viento. A veces los vientos y sacudidas en contra vienen de adentro también no solo de afuera. Muchos hermanos y hermanas ven a Jesús como un «fantasma» y no como lo que es: Jesús vivo entre nosotros.
Hay crisis en la Iglesia, pero no creo que la Iglesia tenga un futuro incierto, hay personas individuales, de a dos, grupos de personas, que viven con certeza su fe, a pesar de los contratiempos y dificultades, avanzan como Pedro, van, se tambalean, van para abajo aparentemente, pero en lo más profundo de su ser sienten que hay una fuerza, una esperanza que los sostiene, y que pueden seguir.
Una travesía en grupo
Veo en esa barca a nuestro grupo. Que nos hemos reunido en medio de un mar embravecido para buscar unidos. Creo que no todos tendremos la misma idea de Jesús, y posiblemente habrá alguno que la imagen de otro le parezca fantasmal, pero deseo fervientemente que la valentía de Pedro nos ayude a llegar a ese momento de reconocimiento común y paz.
Esta experiencia que iniciamos juntos la siento como una respuesta al grito: “Señor, ayúdame”. Es un deseo muy ferviente el que siento de compartir en comunidad la oración con la Palabra de Dios.
El grupo puede ser una ayuda importante para recibir otras maneras de entender la vivencia de la fe que puedan ayudarme a vivir la mía. Creo que la mano de Jesús nos la tenemos que ofrecer unos a otros entre lo bautizados.
Veo a Jesús tendiéndome una mano en toda acción de personas que siguen haciendo posible un nosotros más humanizado y esperanzador, quienes siguen protegiendo, sosteniendo, animando a la vida a pesar de…
Oramos juntos
Señor, camina siempre junto a nosotros
y aparta nuestras dudas de manera que siempre
nos reveles las hermosas verdades que vienen
de buscarte, al perder el rumbo.
Todo está bajo tu fiel cuidado, pues confiamos
en tu palabra, en tus intenciones y tu protección,
porque tú eres bueno y tu amor es sin igual. Amén.
Sálvanos, Jesús, y haz que volvamos a ti con todo el ánimo,
a pesar de las adversidades que nos vayamos encontrando.
Haz fortalecer nuestra fe, nuestra confianza
en que no eres un fantasma en las tinieblas,
sino ese amigo que nos va a dar la mano
cuando sintamos que nos hundimos.
Alejandro, Antonia, Blanca, Elena, Fátima, Graciela, Margarita, María, Tati, Pablo, Peter, Pilar, Roberto y Silvina
Grupo Virtual de Jesús 27
Hermana Aminra Gomez, Misionera Teresita. Agradezco este aporte tan valioso para trabajo con nuestros estudiantes, Es un amanera de evangelizar y de compartir la Palabra en una forma cercana, acctua y d emucho entronque profundo y espiritual. Gracias. Dios los bendiga.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 24, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de mayo realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 15 personas que vivimos en 3 países diferentes: Costa Rica, España y USA.
Acabamos de terminar nuestra reflexión del primer tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, queremos comenzar a compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado y compartido.
La barca de la Iglesia
La iglesia la veo con miedos, anclada en el pasado, no llega a la gente, con necesidad de abrirse…
Esta barca de los discípulos me recuerda a parte de la Iglesia actual porque, en ocasiones, se encuentra lejos de donde están las personas necesitadas. También está sacudida en ciertos sectores por problemas desgarradores (abusos sexuales, afán de riqueza, de poder, etc.). Y, además, existe una Iglesia en calma: con la paz que da la lucha por la justicia, por el bienestar de las personas, el celebrar la fe con entusiasmo, el anuncio del Reino con el Espíritu de Jesús, la cercanía a los más desfavorecidos…
Este evangelio recuerda a la Iglesia actual: Porque institucionalmente se ha situado lejos de la orilla de la vida real, se siente en posesión de ‘la verdad’ y pretende ‘descartar’ a quienes no se doblegan a esta ‘evidencia’. Y con esta actitud se siente sacudida, atacada en una sociedad secularizada y ‘alejada de Dios’.
El miedo y la confianza de Pedro
Pedro se hunde pues su fe flaquea por los fuertes vientos. El creyente se hunde cuando las cosas no van según lo previsto. No deberíamos desanimarnos, pues Jesús, cuando nos hundamos, siempre nos dará la mano.
La noche y la zozobra de las aguas es lo que podría pensarse la ausencia de Dios, que nos da miedo. Nuestros apegos a las seguridades de este mundo, y por tanto el miedo a perderlas, es lo que nos paraliza sin saber qué hacer, dónde ir en quién o en qué confiar.
Jesús le agarra de la mano y le anima a nunca dudar. Es emocionante imaginar a Jesús cogiéndonos de la mano a cada uno de nosotros en este grupo y diciéndonos: “Ven, sígueme”. Sí, Señor queremos seguirte en este camino hacia ti.
Caminar sobre las aguas es un imposible que se puede hacer posible. Reencuentros con personas que parecían imposibles. Abrirse nuevos caminos antes imposibles…
Cuando las cosas transcurren con normalidad en mi vida, pienso que tengo fe y que Jesús está a mi lado, acompañando mi camino, pero cuando surge algún problema, alguna tempestad en mi vida que tambalea mi barca y me descentra, mi fe se nubla y la figura de Jesús se desdibuja.
Pedro me gusta. Siempre se lanza, aunque se equivoque. Cuando se equivoca, lo reconoce, pide perdón, comienza de nuevo. También a mí me gustaría poder decir: “llámame, estoy dispuesta, confío en Ti”, o “Señor, sálvame”.
Lo que emociona más es que Jesús, a pesar de las dudas de Pedro, lo ayudara. De la misma manera, Jesús me ha ayudado muchas veces cuando le he llamado.
Me encantó ver cómo todo se calmó en cuanto Jesús subió a la barca. Para mí, mis problemas son enormes, pero él puede todo con una palabra suya; solo hay que dejarlo subir a nuestra barca, dejar que entre en nuestra vida.
Una fe personal y en proceso
La fe es personal, tiene que pasar por esos momentos de crisis, de preguntarse para hacerla propia y poderla vivir. ¡Tantos jóvenes o personas adultas que “reniegan” de esa fe infantil que sus padres alimentaron pero que ellos no llegaron a descubrir! Pero siempre, Dios es paciente y espera.
Creo que estoy aquí, en el Grupo de Jesús, porque quiero dejar de ir y venir, de caminar por el agua y después hundirme miserablemente, quiero entrar en un serio proceso de conversión, quiero caminar por el agua con Jesús, y no volver a hundirme, quiero caminar a su lado, porque sé que no podré ser fermento si sigo creyendo a medias, solo cuando estoy con el agua hasta el cuello.
En medio del coronavirus
Hoy vivimos la zozobra del virus y nos podríamos preguntar dónde está la mano de Jesús. Probablemente solo una pequeña parte de los policías, militares, enfermeros, médicos, que han participado más activamente en la lucha siguen o conocen a Jesús, pero todos ellos han humanizado notablemente la vida de nuestros conciudadanos.
Me ha conmovido leer que, en la muerte de algunos ancianos, los sanitarios les tomaban de la mano y no les dejaban morir solos ya que para evitar el contagio no podían acompañarlos sus familiares.
Oramos juntos
Que el Espíritu Santo nos llene de la luz del Señor
para seguirle en toda circunstancia,
tal y como estamos en este momento de nuestra vida.
Que sepamos dejarnos guiar por Jesús
para tomar las buenas decisiones.
Que podamos escuchar su llamada en nuestro corazón,
sentir su presencia en nuestras vidas y dejarnos amar.
Quiero, Señor, ser tu discípula,
caminar a tu lado y dejarme querer por ti.
Quiero sentarme en tu regazo y escucharte,
quiero que camines a mi lado.
Te quiero Jesús,
porque verdaderamente eres el Hijo de Dios.
Jesús, ayúdanos a comprender las “soluciones diferentes”.
Guíanos por los Nazaret en que convivimos.
Cuídanos en el abandono, desubicación y sacudidas.
Danos coraje para compartir y comprender a nuestros hermanos.
Ayúdanos a acogerte cuando nos sales al paso.
Ilumina, Señor, nuestro pobre discurrir para encontrar tu bondad.
Ayuda a todas las personas y comunidades que se sienten sacudidas.
Ábrenos los ojos para ver el actuar de Dios.
Sigue ayudándonos a renacer desde nuestra madurez e infancia.
Canción “Celebremos”
¡Celebremos alegres este Grupo
como un grato regalo del Señor!
¡Proclamemos el Reino que da vida,
aclamemos el triunfo del Señor!
Peregrinos, sedientos de tu gracia,
queremos ser testigos de tu amor
y llevar a todos los rincones
la luz de tu Resurrección.
Siembra tú el Evangelio en nuestros surcos
y este grupo con fe los labrará.
Si amamos, oramos y actuamos,
el racimo y la espiga crecerán.
Agustí, Carlos Damián, Fabienne, Jon Ander, Josep Benjamí, Julia, Macarena,
Maribel, Mercy, Patricia, Paulina, Pedro Antonio, Ramón, Roy y Vicenç
Grupo Virtual de Jesús 24
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 23, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de mayo realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 15 personas que vivimos en 6 países diferentes: Argentina, Bolivia, Colombia, México, Panamá y Venezuela.
Acabamos de terminar nuestra reflexión del primer tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, queremos comenzar a compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado y compartido.
Sacar a flote la barca de la Iglesia
Una comunidad o barca golpeada o sacudida con el materialismo de nuestro mundo, con la persecución religiosa, la falta de compromiso, el individualismo… Una iglesia considerada obsoleta y antigua, descalificada en su totalidad por quien generaliza el actuar de algunos. Una barca que la hemos convertido en tradición y hemos dejado de lado su calidez, audacia y universalidad.
Nuestra iglesia es esa barca que se aleja de Jesús y que él sale a buscar en medio de la tormenta. Y muchas veces nosotros somos Pedro, que no tenemos la fe que Jesús nos pide para seguirlo verdadera y evangélicamente.
Jesús no quiere que se hunda su iglesia, sino sacarla a flote y ayudarla, con nuestro compromiso sin miedo ni vacilaciones de parte de nosotros veremos una nueva iglesia pobre, centrada en los pobres y trabajando para la salvación de los muchos que quieran conocer, amar y seguir a Jesús.
El miedo y la confianza en Dios
Si bien Pedro se arrojó, al dar unos cuantos pasos y sentir el fuerte viento, comienza a dudar, a hundirse… Recordó su condición humana, tuvo miedo y desconfió de sí mismo: el problema fue que tenía que confiar, no en él mismo sino en aquel que es nuestra salvación, Jesús.
Igual como los apóstoles en la barca he tenido la experiencia del pánico. Como Pedro he perdido la confianza en el Señor y he sentido que me hundo, sin embargo, siempre he conseguido su mano extendida y qué alivio, qué sensación de descanso cuando mi situación de pánico ha pasado. Es allí cuando entiendo que Dios es un Padre que nos ama con entrañas de madre.
Cada uno de nosotros, así como Pedro, está invitado a creer así… Apoyándose solo en la Palabra de Jesús.
El miedo nos hace perder la confianza hasta en nuestras propias fuerzas y ahí es cuando gritamos a Jesús que nos salve. Creemos que Jesús es simplemente como un salvavidas que lo necesito o lo uso, solo cuando estoy en peligro.
Una fe que se cuestiona
Cuando vuelvo a leer la pregunta: ¿Por qué dudaste?, Jesús está diciéndome que confíe. Vuelvo con ánimo interior a renovar la esperanza de saberme amada por él, aun en la tempestad de la vida, con todas las situaciones que me tocan vivir.
Me siento desafiada por este texto a saber identificar a Jesús en medio de cada sacudida de las olas. No puedo perder la noción de Jesús, de su presencia y de su identidad…
Jesús nos permite vivir estas experiencias en lo existencial, en lo espiritual o en lo vocacional para que seamos más conscientes de nuestra fragilidad, para que experimentemos su cercanía y la eficacia de su amor cuando lo miramos a él y lo reconocemos como nuestro salvador, y para permitirnos comprender que si caminamos con él pueden venir tempestades que nos sacuden pero que luego vienen la calma y la experiencia de gozo y de alegría.
Este texto nos invita a preguntarnos y a preguntar cuáles son las razones que nos impiden creer firmemente en Jesús Hijo de Dios y en su mensaje: ¿catequesis deficitaria? ¿Qué puedo hacer yo para que todos crean en que la felicidad y la paz se encuentra haciendo lo que Jesús nos enseñó?
De este texto quiero quedarme con el llamado comprometedor de Jesús a mantenerme anclada en su amor, a no distraerme, a relativizar lo que no debe tener mi atención y a mantener vivo el recuerdo del Señor tendiéndome la mano, siendo el soporte de mi debilidad.
Nos invita a navegar mar adentro, a encontrarnos con el otro, a ser una iglesia en salida, como dice el papa Francisco, a que todos seamos una gran Hospital de Campaña donde podamos atender al pobre, al diferente, al descartado por la sociedad y curarlo.
En medio del coronavirus
Durante todos estos días he meditado en torno es esta frase: No tengas miedo. Si nos situamos en el contexto de la pandemia, la sensación de miedo se ha hecho parte de nuestra vida. Ese no temer es saber dejar a un lado la capacidad de cuestionar todo, y darle entrada a una fe que libera, que nos hace capaz de mirar a un Jesús presente en nuestra propia historia de vida.
En este momento muy difícil que atravesamos (eclesial, de salud, económica, etc.) mi conversión personal está encaminada, con alegría, esperanza y seguridad, tras la huella de Jesús. El hecho de participar en este grupo y ver cómo va desarrollándose, me hace sentir que puedo alcanzar un horizonte que venía buscando hace mucho.
Por gracia de Dios, este grupo GVJ 23 inició en un momento único y privilegiado, lo cual nos da una identidad especial, al situarnos en este momento en el que el mundo vive una pandemia que está sacudiendo, como nunca, todos los estamentos y estructuras de la sociedad y del mundo hasta tal punto de detener su marcha. Pedro, que se arriesgó a dar el salto de ir a Jesus, es encarnado hoy en Francisco, que se arriesga a proponernos volver a Jesús y, aunque parece hundirse por los ataques de dentro y de fuera, da también un salto para que la Iglesia tome otro rumbo: ser más fieles a Jesús y su proyecto del Reino. De ahí que nuestro compromiso es secundar este proceso y arriesgarnos a esta aventura de ir al encuentro del Jesús de la historia, discernir los signos de este tiempo tan especial que vivimos como tiempo de salvación, y saber dar una respuesta hasta llegar muy lejos mar adentro.
Oramos juntos
Señor de la vida y la misericordia,
danos valentía,
para que nosotros seamos como Jesús,
con su mismo modo de vivir,
para muchos que me leen,
me ven y me escuchan,
quieran seguirlo. Amén.
No te escucho, ¿tal vez te estoy dejando de lado,
acaso me estoy confundiendo
con las olas y ruidos de mi entorno?
Ayúdame a tener claridad y paciencia
para abrir la puerta que me lleva a ti.
Señor, sálvame…
Canción “Volver a volar”
En la búsqueda de conocerte más, Jesús,
de poder ver -aunque sea ligeramente-
el mundo y a mis hermanos como tú los ves.
Y llega este grupo y, con él,
la esperanza de conocerte más…
Canción “Se desbaratan mis sueños”
Berla, Carolina, Daniel, Fernanda Gerardo, Hernán, Javier, José Rafael,
Laura, María Alejandra, Mauricio, Mayertzy, Néstor F., Néstor H. y Wilson
Grupo Virtual de Jesús 23
Hola soy Joaquín, coordinador del grupo «Tierra», de Cádiz.
Queremos comentaros que, después de que se fundara el grupo Tierra, hemos atravesado nuestro camino por el desierto, hemos estado haciendo reuniones de dos personas, algunos días de tres, los menos, durante mucho, pero no hemos tirado la toalla.
El miércoles de ceniza tuvimos una reunión donde nos unimos a otro grupo de la parroquia y hubo gente interesada en comenzar de nuevo el grupo Tierra. Empezaremos por el Tema 1 de nuevo.
Después ocurrió el confinamiento y hemos hecho nuestros pinitos telemáticos. Bueno el caso es que ya estamos esperando y organizando la primera reunión de un nuevo grupo o continuación del que teníamos.
En esa última reunión, que fue un poco de contacto con personas nuevas, vimos dos vídeos que nos llevaron a una profunda reflexión y a ver un poco el temario. ¡Empezamos de nuevo! La espera esta dando sus frutos. Os pongo el enlace de los vídeos que son de Sabina y sus Diarios Mística:
https://www.youtube.com/watch?v=jBcr-pnSiKE&t=288s
https://www.youtube.com/watch?v=cvTX-JRhcvw&t=20s
ME GUSTO EL TEXTO GRACIAS????????
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 22, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la pasada convocatoria del mes de enero realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 20 personas que vivimos en 9 países diferentes (Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, España, México, Paraguay, Portugal, Uruguay), muestra de la heterogeneidad y diversidad de este nuevo grupo.
Acabamos de terminar nuestra reflexión del primer tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, queremos comenzar a compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado. No es un resumen de todo lo comentado, que ha sido mucho, sino algunas frases, ideas o testimonios que, de algún modo, les ayuden a unirse a nosotros en este proceso compartido de volver a Jesús.
Un abrazo,
GVJ 22
Preocupación por la situación de la Iglesia-institución
Observamos que está atemorizada, más preocupada por no perder su poder que por las personas. Envejecida, con comunidades cada vez más débiles.
Alejada tantas veces de nuestras hermanas y hermanos más pobres, irrelevante para la mayoría de la sociedad…
Nos resulta difícil identificarnos y conectarnos con esa Iglesia. Se necesita urgentemente una Iglesia de puertas y ventanas abiertas. Y también hacer más visible esa iglesia silenciosa que no ha dejado nunca de estar con el más necesitado.
Esperanza en Jesús de Nazaret
Esta debería ser una de nuestras señas de identidad como discípulos de Jesús: vivir sin temor. No porque tengamos un empleo garantizado, o una salud de hierro, o una sólida cuenta corriente, o una valentía extraordinaria, sino porque confiamos en que él nos acompaña también y sobre todo en la noche más oscura.
Quizá, la principal aportación que podemos hacer a la sociedad sean el ánimo y la esperanza, fundadas en la fe en Jesús, pero comunicadas de manera que sean entendidas incluso por quienes no sean creyentes.
Nuestra actitud: no quedarnos deja de brazos cruzados
Somos conscientes de que la barca aún no se ha hundido, y sabemos que cada uno de nosotros somos Iglesia. Somos muchos los que estamos tratando de seguir un camino diferente, los que intentamos ser mano tendida para los demás, acompañamos procesos y dificultades de las personas con las que nos vamos encontrando en el camino, sean cristianas o no.
Las crisis son oportunidades y, en este caso, la oportunidad es recuperar a Jesús. Pensamos que este grupo nos va a ayudar a compartir, a tener personas con las que caminar, que nos vamos a acompañar mutuamente y a animar unos a otros.
Confiamos en el valor de esta experiencia con los GVJ para reforzar nuestra fe y contribuir a recrear la comunidad cristiana local y universal.
Ascensión, Charo, Concepción, Cristina, Elena, Elsa Maria, Enrique, Francisco,
Imanol, Jesús, José Antonio, Juan José, Juani, Manuel Ángel, María Cecilia,
María Helena, María Nieves, Nieves, Patricia y Susana
Grupo Virtual de Jesús 22
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 21, que iniciamos nuestra experiencia en la tercera convocatoria de Grupos Virtuales de Jesús de este año, el pasado mes de septiembre.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Turbulencias en nuestra Iglesia
Muchos pensamos que en la Iglesia falta el enraizamiento en Jesús. Parece que estamos desarraigados de él y arraigados en tradiciones.
Contrasta el conservadurismo, anquilosamiento y oscurecimiento de la luz de Jesús en algunos ambientes de la Iglesia, y llama la atención que la renovación de la Iglesia parece estar viniendo de la iniciativa del Papa.
Algunos problemas que zarandean a nuestra amada Iglesia: Falta de formación y absoluto desinterés por la misma, desinterés por la justicia y su significado, clericalismo, falta de fe, de pasión por el Reino de Dios, escándalos, como el de los abusos, machismo, gusto por las poltronas, seguridades…
Hoy persiste, en la Iglesia, la necesidad en muchos hermanos de abrir su corazón, dejarse seducir por Jesús y permitirle entrar a su vida para que la moldee reviviendo la fe y confianza plena en el Señor, que les permita avanzar sobre las aguas seguros.
Y, como comunidad cristiana, en este tiempo del viento contrario, creemos que hay la oportunidad de caminar en maneras nuevas, si lo estamos haciendo con Jesus a nuestro lado.
Dudas en nuestra vida personal y en nuestro mundo
Experimentaba vientos contrarios que buscaba apaciguar con distintas alternativas a la de Jesús. Dudaba de él, dudaba de su existencia, al ver modos de proceder de la iglesia frente a las diferentes realidades actuales en la sociedad. Así que muchas veces, en el ir y venir hacia Jesús, lo veía como un fantasma en mis noches. Yo no gritaba de miedo, gritaba de insatisfacción.
Me doy cuenta de que el mundo secular ni siquiera tiene miedo, ya que no conoce a Jesús y no busca conocerlo. En mi ciudad, por ejemplo, ha habido muchos casos de suicidio, y creo que es debido a este vacío que se encuentra en el corazón.
Y Jesús nos sale al encuentro
Todos hemos sufrido crisis de fe, hemos pasado por períodos de desierto. Pero Jesús siempre está ahí y nos llama constantemente, aunque nosotros no lo escuchemos, no lo veamos, o no lo reconozcamos, porque no hayamos tenido una verdadera oportunidad de conocerlo realmente.
“Ánimo, soy yo, no teman”. Muchas veces en mi vida repito estas palabras. Me dan fuerza y ánimo el sentir y saber que Jesús va conmigo y que me invita a no temer, a cambiar el miedo por confianza, aunque todo parezca oscuro y en contra.
En nuestra vida necesitamos seguridades, Pedro también las necesitó. Nos cuesta dar el paso de la fe, dejar nuestro ser en manos de alguien de quien no estamos seguros es muy difícil.
Si hemos dado el primer paso para avanzar de la mano de Jesús, no miremos hacia atrás porque vendrán las inseguridades del pasado. Sigamos hacia adelante con la certeza que él está trabajando en nuestro favor porque somos sus hijos amados.
El grupo como espacio de conversión y de compromiso
Creo que la conversión personal a Jesus a través de grupos como este, donde todos los días aprendemos e intentamos poner en práctica nuestro acercamiento a Jesus, es un punto fuerte de apoyo para lidiar con nuestras debilidades y nuestra poca fe.
Pienso que este grupo me será de gran ayuda porque, a través de la lectura del Evangelio y las reflexiones guiadas y las de mis compañeros de grupo, mi fe se verá fortalecida, así como mi espíritu.
Me siento feliz en el grupo de Jesús porque todas estamos en un bello y bendecido camino en común para aprender cada día más de Jesús y ser sus instrumentos en nuestros hogares, familias, trabajo, comunidad, llevando la buena nueva.
En una de las oraciones compartidas se dice que aún con las dificultades siempre hay la esperanza de que aparezcan personas que renueven la iglesia… Y yo me preguntaba: ¿Y por qué esperar que otros la renueven y no yo?
Trato de enfocarme en los signos de Reino que existen, y buscar, leer, compartir señales de esperanza dentro de nuestra comunidad eclesial. Soy consciente de la crisis, me molestan algunas cosas, pero creo que hay mucho que nos habla de que Dios sigue apostando por nosotros y nos invita a unir fuerzas para crear y vivir su sueño.
Confiar en Jesús, como dice Santa Teresa
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza
quien a Dios tiene, nada le falta:
Solo Dios basta.
GVJ 21
Denise, Elena, Francisca, Ingrid Yelipsa, Joyce, Lucía Victoria,
María Teresa, Meire Ana, Norma Angélica, Virginia
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 20, que iniciamos nuestra experiencia en la segunda convocatoria de Grupos Virtuales de Jesús de este año, el pasado mes de mayo.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Dudas, desconfianzas ante la presencia de Jesús
• No distingo / confío en la presencia de Jesús en mi vida; le pido andar mejor, pero flaqueo en ir hacia Él, como que me resisto a aceptar su invitación para ir hacia Él, a estar con Él.
• Los discípulos se asustaron. Pedro se asustó. Yo también me siento asustada. La presencia de Jesús y lo que me interpela su mensaje me asusta porque no creo que yo pueda ser fiel a ello. A veces me digo… ¡Sí, adelante! Él me ayudará. Pero vuelvo a dudar y a hundirme. Siento miedo de pensar demasiado y de dudar más aún. De no encontrar respuestas y pensar que todo es un cuento. Pero quiero seguir creyendo. Dentro de mí tengo la necesidad de creer.
• Al igual que los discípulos, me he asustado ante situaciones difíciles tal vez porque me falta firmeza ante la propuesta de Jesús.
• Muchas veces creo ser valiente y tener fe, pero cuando está la tormenta y muy obscuro, esperando a que se vea claro, mi miedo me aturde y comienzo a ver que no puedo caminar sobre las aguas; y al pedir ayuda a Jesús y al sentir esa paz me doy cuenta de que nunca nos abandona.
La crisis, como oportunidad
• Las crisis sirven para despertarnos, a pesar de que la vida dentro de la iglesia a veces es bien difícil, pues nos juzgamos más entre nosotros mismos.
• La crisis religiosa la veo como un cambio, como una forma de tenernos que despabilar y buscar una salida. Que es cierto que da miedo, sí lo es, pero también es una forma de ir redireccionando el barco nuevamente.
• Relacionándolo con la Iglesia actual, parece inevitable pensar que, si como sociedad nos encontramos inmersos en un momento en el que reina en muchas ocasiones la zozobra y desconcierto, estos se trasladan de algún modo al seno de la Iglesia que, frente a los cambios culturales y sociales, muestra cierta fragilidad e inestabilidad. Aun así, pienso que, para los creyentes y las creyentes, en general la fe es considerada lo que une, lo que permanece a pesar de los embates.
• Seguimos… Y no digamos lo que «ven» sus ojos: un fantasma. Sí… ¡cuántos no veo yo («fantasmas»), día o noche! Pero si no nos bajamos de esta barca y «gracias al coraje desinflado de Pedro» oímos claramente la voz fuerte y sanadora de Jesús que nos grita: Ven.
Sentir que Jesús nos tiende su mano “también en este grupo”
• Puedo sentir a Jesús como una mano tendida: en la oración, en la eucaristía, en la comunidad, y en estos grupos.
• A Jesús lo siento muy cerca, muy verdadero, capaz de cambiar el mundo y de ayudar a las personas. Su mensaje es muy claro para mí y su petición de que le siga, también… No sé cómo podré ayudar a esta Iglesia de Jesús, primero desearía creer en ella profundamente. Sentirme comunidad de Jesús me ha traído hasta este grupo. Confío en que Jesús no deje nunca de tendernos su mano.
• Me parece que el inicio de este recorrido en los Grupos de Jesús, junto a ustedes, es un primer paso hacia una fe que puede crecer, consolidarse y de algún modo una forma de ir encontrando el camino hacia una vida de mayor compromiso.
• Creo que lo que nos une es haber comenzado y seguir este recorrido con esperanza. También a medida que vamos avanzando, siento que vamos encontrando la manera de compartir y transmitir nuestras inquietudes y deseos. Celebro que así sea y agradezco a Dios y a ustedes, mis compañeros de camino.
GVJ 20
Betiana, Carmen, Griselda, Luz, M.ª Natalia,
M.ª Rosa, Mariana, Shirley
Con alegría anunciamos la creación de un nuevo grupo de Jesús en Cádiz. Todavía no le hemos puesto nombre, aunque yo propongo Grupo Tierra. Hicimos la primera reunión el día 19, y aunque en un principio hemos comenzado sólo dos, bueno tres, porque Jesús estaba presente, pensamos que en el futuro se unirán personas que estén en búsqueda de Jesús. O simplemente personas que estén en búsqueda. No hemos esperado a más gente. Hemos iniciado camino con nuestro corazón puesto en el Padre y después de un tiempo anunciando la creación del grupo, hemos empezado con la esperanza del comienzo de un nuevo camino y que en el habrá gente que se unirá al camino.
En esta primera reunión hemos leído un poco la dinámica de los grupos, las etapas y temas a tratar y espontáneamente por parte de José Luis, iniciamos la lectura de Mateo 14, 24-33 Profundizamos en la lectura y sobre todo en las preguntas que se hacen en la guía.
Hemos fijado una reunión cada 15 días, y hemos estado de acuerdo en que el sitio de reunión no nos importa que sea itinerante, puede ser quincenal e ir cambiando entre Jerez, El Puerto de Santa María o Cádiz. Según demanda.
Con la emoción de la primera reunión se nos pasó terminar con un Padrenuestro u otra oración. Pero sí que se hicieron silencios en el transcurso de la misma desde donde sacar palabras de nuestro interior.
Al final comentamos que este comienzo es uno de los muchos milagros que nos ocurren día a día y que nada es fruto de la casualidad.
Que El Padre, su infinito Amor nos acompañe en este milagroso presente.
Joaquín Moguer, José Luis Montalvo.
¡Holaaa…! ¡La gracia y la paz de Jesús…! ¡Muy buen y bendecida noche…!
Les contamos que somos el grupo «Nuestro Pentecostés» de Córdoba Capital (Argentina) y comenzamos este recorrido el día jueves 7 de marzo de 2019, siendo por ahora sólo tres herman@s. Estamos muy felices de «volver a Jesús» meditando su Palabra de vida, compartiendo nuestro caminar y conociéndonos un@s a otr@s desde la fe.
SEGUNDA REUNIÓN:
3. Conversión personal
¿Cómo me está afectando a mí este tiempo de crisis religiosa y futuro incierto de la Iglesia? ¿Está mi fe en crisis, se va apagando o está creciendo? ¿Cómo me siento por dentro?
De la manera en que este tiempo de crisis religiosa y futuro incierto de nuestra Iglesia es con incertidumbre respecto a lo que puede pasar, miedo a que nuestra religión desaparezca y, más aún, a que otras atraigan más fieles que nosotr@s. SIn embargo, también me parece que este tiempo de cruz nos trae purificación, las escasas vocaciones consagradas (sacerdotales y religios@s) permiten que se descentralice el poder (autoridad) eclesiástico en l@s laic@s y resurge la llamada al Diaconado Permanente, a su vez la lejanía de la curia se está convirtiendo en humildad y cercanía con el pueblo de Dios gracias a nuestro papa Francisco y su revolución.
Gracias al Espíritu Santo mi fe está creciendo, ya que mi camino espiritual y sobre todo la oración contemplativa me están ayudando a sanar mi imagen de un Dios lejano, severo, castigador y exigente por la de un Padre que me cuida, me ama gratuitamente, me aconseja, me guía en mi caminar y me abraza en mi dolor.
Por dentro me siento dolorido por mis heridas, frustrado por el pecado, bajoneado por los últimos tres exámenes que desaprobé habiendo estudiado la mitad del verano, triste por la intervención del mal espíritu en el movimiento feminista y su accionar, pero lleno de esperanza porque aún en medio de todo esto Jesús está actuando con misericordia por medio de su Espíritu Santo.
¿Dónde y cómo puedo yo sentir a Jesús como una mano tendida que me agarra, me quita los miedos y no deja que me hunda? ¿En qué me puede ayudar este grupo?
Siento a Jesús como una mano tendida que me agarra, me quita los miedos y no deja que me hunda en los sacramentos, en la oración contemplativa, en la fe de mi Jackie y en la meditación del Evangelio en Grupos de Jesús, al llevarse mis preocupaciones, ayudarme a vivir en el aquí y ahora, llenándome de esperanza, sacándome del miedo y la inseguridad que me llenan de estructuras, y regalándome su paz.
Este grupo me puede ayudar en el conocimiento vivo de Cristo resucitado y presente en medio de nosotr@s, a encontrar el propósito de mi vida dentro del plan de Dios padre, a sanar mis heridas del alma, a conocerme profundamente y de verdad, a madurar en mi fe cristiano-católica y a encontrar fuerza para seguir adelante en el servicio a pesar de las dificultades.
Conversación con Jesús. Hazle ver tus miedos y vacilaciones. Él te agarra. No dejará que te hundas.
4. Compromiso en el proyecto de Jesús
Observamos en la sociedad miedo al futuro, desaliento, falta de esperanza?, ¿qué clima se respira en tu parroquia o en el entorno en que tú te mueves? ¿Cuál es la reacción más generalizada dentro de la Iglesia?
Si, observamos en la sociedad mucho miedo al futuro, desaliento y falta de esperanza, lo que contribuye a que también en mi parroquia y entorno en los que me muevo se respire este clima; sin embargo, en espacios como el Hogar de Cristo siento que se vive a Jesús, que su amor se hace presente entre nosotr@s y que sólo importa el día de hoy, como dice nuestra canción: «la vida como viene vamos a recibir y darle al que no tiene esperanza la fuerza para vivir». La reacción más generalizada dentro de la Iglesia es de crítica, desconcierto, seguimiento de ídolos y desencuentro con el Dios vivo en el que decimos creer.
¿Qué estamos aportando a la sociedad y a la Iglesia los que estamos aquí escuchando el Evangelio de Jesús? ¿Ánimo o desaliento? ¿Esperanza o pesimismo? ¿Palabras o compromiso?
Lo que estamos aportando a la sociedad y la Iglesia los que estamos aquí escuchando el Evangelio de Jesús es nuestra conversión, nuestro corazón lleno de confianza en su amor, nuestra esperanza en que lo que estamos viviendo es sólo un proceso de purificación y que él tiene todo bajo control, fuerza de voluntad para acompañar a quienes más nos necesitan siguiendo su ejemplo y misericordia para mirarnos un@s a otr@s con la misericordia con la que Dios padre nos mira. Sin embargo, muchas veces nuestra motivación también se queda en el optimismo y tenemos palabras de desesperanza, desaliento y pesimismo que contagian a nuestr@s herman@s mucho más que nuestra fe.
¿Podemos concretar entre todos con qué espíritu y actitud queremos vivir nuestro recorrido? ¿Qué desearíamos aportar desde este grupo? ¿Lo podemos resumir en tres palabras?
Con el espíritu y actitud con que queremos vivir nuestro recorrido es desde las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 19, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la primera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, el pasado mes de enero.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Transformación de las crisis en oportunidades
Percibimos la crisis institucional de la Iglesia como una oportunidad de renovación profunda, no solo en la forma, sino también en el fondo. Los problemas mismos son los que nos hacen recordar que Jesús ha estado siempre ahí con nosotros invitándonos a vivir como él: teniendo una fe sin fronteras que nos permita andar por encima de nuestros problemas sin hundirnos en ellos, por más fuerte que esté la tormenta.
El contraste entre la institución y cada individuo
En general, diferenciamos la crisis institucional de la personal. Y, en la mayoría de los casos, la situación personal es mucho más robusta: proactivos en el ejercicio de la fe y la caridad por los demás.
En búsqueda de algo, de alguien
Gracias a internet podemos compartir algo de nosotros mismos, y queremos sentir más a Jesús, al Dios de la Vida. No para saber más, no para que nos reconozcan, nos aplaudan… sino para ser más felices, coherentes, tener más esperanza, más fuerza para seguir adelante. Nos encontramos en búsqueda de algo que esperamos nos va a dar más vida, que nos puede cambiar la vida. En búsqueda y a la expectativa de encontrarnos con Jesús o que él nos encuentre.
Buscamos juntos a Jesús en este grupo virtual de Jesús
Sin conocernos, sin ponernos cara, creemos que nos ayuda entrar en esta dinámica de buscar juntos, de intercambiar reflexiones, sentimientos, impresiones. El compromiso de tener que mandar email y leer los de los demás nos ayuda a pararnos y reflexionar. A buscar el momento para hacerlo con calma, apartando lo demás y centrándonos en esa búsqueda de Jesús que consideramos importante.
También les ponemos en común una de las oraciones que han brotado en nuestra reflexión compartida:
Ora, lee, medita
Si tienes ganas de orar, ora.
Si no tienes ganas de orar, ora.
Si tienes ganar de lectura espiritual, lee.
Si no tienes ganas de lectura espiritual, lee.
Si tienes ganas de meditar, medita.
Si no tienes ganas de meditar, medita.
GVJ 19
Arnoldo, Arturo, Carmen, Estitxu, Juan Julio,
Leysester, Marta, Ricardo, Ruth, Sara Inés
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 18, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la tercera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, del pasado mes de septiembre.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
• Si Jesús va como nuestro capitán, vamos a ser capaces de enfrentar tormentas y llegar a nuestro objetivo. Jesús es la luz del amanecer que trae la calma, la confianza de que las cosas mejorarán.
• Nadie es indiferente para Jesús y, cuando a alguien se le está haciendo de noche, él interviene ofreciendo su luz.
• Déjate de temores y lánzate a caminar conmigo. Vamos, camina diariamente.
• Necesitamos, antes que nada, sentir la cercanía de Jesús. No todo se puede encontrar con la razón, hay cosas que intuimos o presentimos… con el corazón.
• Jesús tiende la mano a Pedro y a mí me conmueve la soledad que siente Jesús ante la inseguridad de sus amigos con él mismo.
• Con la menor duda nos hundimos, nos vamos apartando de Jesús. Pero hay que tener esa plena confianza en que él nos tiende la mano, que nos levanta de donde estamos y nos sube nuevamente sobre la barca.
• En medio de las dificultades, de la opinión generalizada, puede parecer que lo que ofrece Jesús, los valores del Reino, son una fantasmada, algo fuera de la realidad. Que la historia va en otra dirección y que si aceptamos los valores que propone el Evangelio estamos alejándonos del sentido común, de lo eficiente.
• Siento que la fe es caminar sobre los acontecimientos, rodeado de confusión, habitado por dudas e incertidumbres y depositar todo en Jesús, con una gran confianza. Abandonarnos al momento presente, a lo que nos ocupa, dejando las preocupaciones en la luz y en el amor de Jesús.
• Hay que invitar a Jesús a nuestra barca y pedirle que nos acompañe en esos momentos de miedo, angustia…
• «¡Ánimo!”: Nos pide un cambio de actitud, nos dice que no nos dejemos aplastar por el sufrimiento. «Soy yo»: Jesús está a nuestro lado toda la vida. «No teman».
• Sí, el grito de Pedro es el mío en muchas ocasiones… y el de los pobres. Siempre que hemos podido liberarnos de una situación agobiante -tentación- es porque la mano de Jesús tendida está ahí.
• Esta barca llamada iglesia, se encuentra atravesando un fuerte temporal, existe un motín a bordo. Este capitán no les da órdenes, solamente, con su ejemplo, les pide que cambien su forma de ser, los trata como amigos y no como subalternos, sin embargo, no lo entienden. No quiere diferencia entre su personal, para él todos somos iguales y responsables en guiar a buen puerto está barca.
• Lo esencial es estar cerca de Jesús. A él no lo encontramos en la seguridad de la orilla, o en la barca. Puede que él se haga escuchar y sentir justo al final de la noche, en medio de las olas que parecen hundir todas nuestras certezas. Yo creo que su mano extendida me alcanza justo aquí.
• La verdad, el amor, está tan cerca que pretendemos buscarlo fuera y no somos conscientes -a veces- que está en nosotros, porque una vez que Jesús entra en nuestro corazón, no se va jamás, nunca nos olvida.
• Este grupo me ayuda enormemente a caminar en la fe y descubrir en nuestras dificultades una sincera voluntad humana de caminar y encontrarnos con Dios desde nuestra incredulidad, poca fe y circunstancias personales.
También les ponemos en común algunas de las oraciones que han brotado en nuestra reflexión compartida:
Eres maravilloso Jesús, eres grande.
Tu seguridad me da seguridad
y la claridad de tu propuesta
me hace superar todo miedo.
Quiero llegar a donde tú llegaste
y estoy dispuesto a seguir tu camino
con todo lo que implique.
GVJ 18
Adriana, Benjamín, Carlos Octavio, Damián, José Elías, José María,
Lilian Maritza, María Elena, Roser, Raúl Francisco, Rubia y Virginia
EL EVANGELIO ANIMO SOY YO NO TEMAIS; ES UN PASAJE QUE NOS HACE REFLEXIONAR PROFUNDAMENTE EN QUE CAMINAR SOBRE LAS AGUAS DE LA VIDA IMPLICA QUE LLEGARAN PROBLEMAS COMO VIENTOS FUERTES; PERO QUE SI DUDAMOS Y NO DESARROLLAMOS LA FE EN CRISTO JESUS, NOS HUNDIREMOS. SIN EMBARGO, SIEMPRE QUE LE PIDAMOS AYUDA EL ESTARA AHI PARA SACARNOS DE CUALQUIER SITUACION DIFICIL EN NUESTRAS VIDAS.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 17, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la segunda convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, del pasado mes de mayo.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Me siento como Pedro, quiero ir adonde está Jesús. Sé que cuando él suba al barco de nuestras vidas, toda agitación se calmará y todo tendrá sentido. Pero, aún tengo miedo. Flaqueo. Quiero, pero no termino de confiar. Pero también sé que, orando, pidiéndoselo con auténtica humildad, él me va a salvar.
Me parece que la barca es nuestra iglesia, estamos en ella, pero tenemos que salir de ella, ir al encuentro de Jesus, como dice Francisco, salir a los márgenes, animarnos a ir a las periferias.
Aunque mi relación con la iglesia está llena de desencantos, mi relación con Jesús es un regalo, un don. Vivo una fe llena de signos y señales dentro de la vida ordinaria que me permiten ver su presencia.
No suelo ver su ánimo y liberación hasta que pasa un tiempo y me doy cuenta, así que sigo pensando en que yo sola con mis propias fuerzas puedo… luego veo que no he sido yo sola la que he hecho las cosas.
La fe es caminar sobre las aguas porque es actuar movido por una certeza a pesar de que en apariencia el agua no tiene la solidez para poder avanzar, pero desde el punto de vista de la fe sentimos y nos mueve la confianza, la certeza.
Es necesario seguir a Jesús, aunque se vea lejano o borroso o caminando sobre el agua. Él está allí y al final te agarra, pero hay que saltar, arriesgarse, aunque a veces te equivoques.
Creo que muchas personas, incluyéndome a mí mismo, vemos un fantasma. Prestamos más atención a lo que no es Dios que a Dios mismo.
Lo que particularmente me molesta, en lo que se refiere a la fe, es el hecho de que a menudo carece de elementos críticos que podrían fortalecerla.
En este grupo me siento acogida y veo que la gente está cultivando su fe y tratando de lidiar con sus miedos e inseguridades. Creo que la diversidad de vivencias y experiencias me ayudará a encontrar formas mejores de actuar con el prójimo.
Con acciones como estos Grupos de Jesús podemos llevar a los sedientos de este mundo el valioso contenido de la iglesia. Quizás no lo hagamos de la mejor forma, pero a los sedientos no les importa cómo se lo llevemos, sino que lo hagamos.
Creo que estamos trabajando en este grupo en algo importante, en poner a Jesus como centro, como nuestro objetivo, recrear ese clima. Tenemos que fortalecer nuestro compromiso, llevarlo a toda nuestra vida, a todo nuestro día, en todo momento, eso va a hacer la diferencia.
Hago un esfuerzo genuino por recalcar lo positivo; pero veo mucha mentira, quiero apoyar a desmantelarlas: apertura sin miedo; alegría sin desconfianza; agradecimiento sin trabas. Esto desearía aportar al grupo: muchas preguntas que nos sacudan y me sacudan; una experiencia de fe.
Puedo sentir a Jesús con su mano tendida que me agarra y quita los miedos evitando que me hunda especialmente en mi ser de mamá. Me hace pensar que así mismo es Dios con nosotros (en su ser de padre-madre nuestro): cuidándonos, consintiéndonos y dejándonos nuestro espacio para que desarrollemos nuestro albedrío.
Tan lejanos geográficamente y tan cercanos desde nuestro ser de personas. Es aquí donde siento la mano tendida de Jesús que me sostiene y anima a caminar sobre el agua. No es fácil un grupo donde no hay presencia física, sin embargo, confío en que el grupo me ayudará a aprender a reconocerlo.
Sería muy conveniente adquirir un compromiso frente a los desafíos de la vida no solo por demostrar que somos solidarios sino por comprobarnos a nosotros mismos que la palabra de Dios se materializa a través de nuestras acciones.
También les ponemos en común algunas de las oraciones que han brotado en nuestra reflexión compartida:
Tú sabes que te quiero,
a pesar de la inquietud y la pobreza de mi espíritu,
a pesar de mi cabeza vacía y dura,
y de mi corazón de piedra,
tú sabes que te quiero.
No permitas que me aparte de Ti.
Espero que nuestra participación en este grupo de Jesús nos ayude a todos
a desescombrar nuestra vida y nuestra fe para volver a la fuente
de donde mana el agua viva que es la palabra amiga del maestro.
Que nuestro mutuo apoyo a pesar de la distancia nos ayude a tener el coraje
de salir de la barca endeble de nuestras seguridades para arriesgarnos
a vivir lo que decimos creer.
Que podamos comprometernos a participar en la medida de lo posible
en nuestras comunidades con palabras de aliento y esperanza,
para seguir construyendo y reconstruyendo la iglesia,
esto es, la comunidad de amigos de Jesús.
La iglesia sin mayúsculas, sin condenas, aquella que sea capaz de acoger
la esperanza temblorosa de los hermanos. Y que nuestra mano se abra
para recibir aquella que nos rescata en el mar agitado.
GVJ 17
Alonso, Cecilia, Cristian Miguel, Filipe, Germán, Jon, Lilia Guadalupe,
M. Mar, Malka, Maru, M. Guadalupe, Mario Alfonso y Raimundo
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 16, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la primera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, del pasado mes de enero.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
• Los discípulos se turban al ver a Jesús porque en esos momentos de incertidumbre no lo reconocen. Lo mismo me pasa cuando en los momentos difíciles no consigo ver a Jesús, sino que nada más me escucho a mí misma con mis quejas y mis demandas, en lugar de ponerme en sus manos y escuchar lo que me tiene que decir para poder llevar la situación.
• He pensado muchas veces que todo esto de la fe es una fantasía; he visto a Dios obrar muchas veces y de diversas maneras, mis hijos son una prueba de su poder y misericordia; pero esos momentos de duda llegan y seguirán llegando.
• En ocasiones podemos tener la impresión de que no somos escuchados, creo que eso depende mucho de nuestra fe.
• Hoy también nosotros estamos llamados: a redescubrir «nuestra» humilde y, a veces, desorientada barca, a saber que no estamos solos en ella, a no temer las grandes y fuertes olas que golpean, a saber que siempre vamos a tener alguien que, llamándonos, nos va recordar la promesa que nos hizo antes de subirnos a ella.
• Me acontece que, cuando tengo alguna preocupación muy fuerte, le pido al Señor que me sostenga, que me dé su mano y les aseguro, queridos hermanos, que me inunda una paz increíble.
• He experimentado cómo Jesús me ha tendido su mano y me ha sostenido. Y sin lugar a duda no ha sido como yo lo he «esperado» o en el momento que le he «gritado», pero ha sido en otro momento, cuando he estado más abierta y haciendo silencio a mis ruidos. Si, he visto como él me ha liberado de turbulencias.
• La crisis es normal que aparezca. Supongo que a todos nos ha pasado. Un momento en el que piensas que no puedes con más dolor o sufrimiento, que no encuentras la salida…
• Lo difícil es confiar siempre en Jesús. Una cosa es estar en oración y decirle: aquí estoy, me pongo en tus manos. Lo difícil es llevarnos ese momento a nuestra vida llena de ruido y confiar.
• El hecho de extenderle la mano es un gesto de acogida de Jesús, luego agarrarlo es una asunción de compromiso y, por último, la expresión de Jesús: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?, es una actitud de empuje, de motivación, de compromiso.
• Pido a Jesús que me ayude a decir estas palabras de aliento, con la ternura y la compasión con las que él me lo ha dicho en este momento, para que otros puedan sentir fuertemente su presencia y su sanación.
• Me viene la célebre frase de san Pío de Pietrelcina: «Mi pasado, ¡oh Señor!, a Tu Misericordia; mi presente a Tu Amor, y mi futuro a Tu Providencia»…
• ¡Qué triste una Iglesia, un pueblo, que no sueña ni camina, que no espera (nada) más (nada más que la propia muerte por «desahucio»)!
• Me interesa mucho entender el mensaje de Jesús y tener una conversión sincera hacia él, y espero que este proyecto me ayude a este fin.
• Mi fe cambió por completo cuando empecé mi andadura en la comunidad de mi parroquia, con personas que no miran tanto los fallos de la Iglesia sino lo que podemos aportar a la Iglesia que formamos todos.
• Quiero vivir este recorrido con la esperanza de redescubrir a Jesús, como los discípulos de Emaús; que, a pesar del desánimo y todo lo que hay en contra, al final pueda sentir mi corazón arder en el amor de Jesús, para luego llevarlo a mis hermanos.
• Este Grupo de Jesús es una bendición pues es una invitación para “Volver a Jesús”.
• Este grupo me ayuda a abrir mi mente, a escuchar diferentes opiniones, a no volverme dogmática, a ser tolerante y respetar diferentes estilos de vida, de pensar, de sentir y sobre todo, aunque haya muchos kilómetros de distancia, a sentirme comprendida y ver qué sucede en otras partes del mundo.
Aurora, Blanca, Carlos, Charo, Edgar, Eduardo, Estela, María, María del Carmen, Miriam, Patricia, Pedro, Rosario, Tarcisia
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 15, que se ha constituido como fruto de la tercera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, en el pasado mes de septiembre.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
• ¿Se puede rezar sin saber con certeza si hay alguien escuchando?: Esa es mi forma habitual de rezar. Reconozco que no rezo con insistencia (como el pelmazo de la parábola). En parte es porque creo, como dice Jesús, que el Padre sabe mejor que nosotros lo que necesitamos y a veces me quedo mudo para no meter la pata.
• Hoy la Iglesia vive una sacudida y vientos muy fuertes. Yo misma en mi proceso de conocer mejor mi fe y el mensaje de Jesús me siento así, sacudida por la nueva información que voy recibiendo… Pero estoy contenta y sé que poco a poco llegará la calma.
• Estamos alejados de la orilla, que sería el Reino De Dios. Estamos preocupados por salir a flote en medio de un mundo consumista y egoísta. Mientras más nos alejamos de la orilla, mayor es la inestabilidad de la barca.
• No creo que haya creyentes que no hayan pasado por estas situaciones: confianza total, desafío, duda, reconfirmación de la fe, con nueva fuerza. También sé de tantos que se han hundido definitivamente en el lago.
• He pasado por momentos de dolor, en que veía todo oscuro y sin solución. Es ahí cuando más necesidad sentía de apoyarme en su hombro… Entonces, cerraba mis ojos y me dejaba abrazar por él… ¡Hermosa sensación de alivio, de sosiego y de paz!
• La iglesia está viviendo un momento de crisis muy grande; entiendo que esto se debe a que no ha logrado acercarse a la realidad que viven las personas actualmente… Debemos llevar a la iglesia a ser mas inclusiva y solidaria, dejando fuera patrones de conducta que ya no van acordes a la realidad que vivimos.
• Esa es nuestra vida de fe: en la barca viajando como sociedad, como iglesia; enfrentando situaciones, oscuridades, violencia; en el clamor desesperado del mundo por descubrir que, a los ojos del Padre, todos somos hermanos. Necesitamos con urgencia llamarlo y que él nos rescate con brazo fuerte y tierno.
• Nuestra fe puede flaquear, como le ocurrió a Pedro, pero si nos dejamos en manos de Dios, nos cogerá y nos guiará.
• Vivimos en una sociedad que se desentiende o margina la creencia religiosa, considerándola como algo infantil y como huida de la racionalidad. Mostrarse como persona creyente resulta un desafío en muchas familias y grupos de amigos.
• Cada día que pasa lo siento más cerca de mí, diciéndome: «Ánimo, soy yo, no temas». Y vuelvo a sentir las fuerzas necesarias para seguir adelante y luchar por mi sueño.
• No tengo dudas de que «volver a Jesús» es el camino de nuestra Iglesia.
• Es maravilloso pensar que Jesús dirige esas palabras a todos, a mí también… Lo que necesitamos es oír esas palabras, palabras que pueden curar la secreta herida del alma.
• He tomado esta decisión: Ante un problema, dar de mi parte toda la batalla por lo que esté en mis manos solucionar y, lo que ya no depende de mí, ponerlo confiadamente en manos de Dios.
• Siento en mi vida que Jesús me lleva agarrado de la mano, que no me abandona, que aunque las cosas se tuercen en muchos momentos, siempre está ahí. Y lo mismo que los discípulos reconozco que es el Hijo de Dios.
También les compartimos esta canción “Mar”, de Eduardo Meana, que refleja algo de lo que hemos compartido.
Me senté frente al mar
y, sin nada que darte, te ofrecí mi vacío.
Tu “¡felices los pobres!” resonó inesperado,
y lo fui haciendo mío.
Pues si tú lo eres todo, y tu amor lo hace todo,
y es una gracia amarte,
tan solo desde esa reencontrada pobreza,
podría recuperarte.
Ando necesitando dejar todo en tu playa,
abandonarme todo…
Trabajar con sosiego, vivir sencillamente
y apoyarme en ti solo.
Y al dejar la arrogancia de ponerme en el centro,
volver a la inocencia,
de confiar que nos amas y que mi alma descansa
en tus sabias mareas.
Adolfo, Adriana, Consuelo, Graciela, Ilda, Ilsaflor, Jesús, Juan, Kontxi, Lourdes, María Elena, Pedro, René, Roberto y Violeta
Señor Jesús: Somos tu Grupo Virtual 15.
Elevamos a ti nuestra plegaria, físicamente distantes
pero espiritualmente unidos por nuestra sed de ti,
con la alegría de saberte en medio de nosotros.
En tu presencia hemos compartido momentos de nuestras vidas,
experiencias gozosas y otras oscuras
en que nuestro ánimo ha flaqueado
y hemos sentido miedo, soledad, desamparo en medio del mundo,
a veces, incluso en medio de tu Iglesia.
Sabemos que no estamos solos.
Somos parte de una gran muchedumbre
que sueña con un mundo más humano, más feliz, más compartido
como también tú lo has soñado en comunión con el Padre.
Alimenta nuestra fe,
nuestra confianza en que nunca nos abandonarás,
y en medio las dificultades, pequeñas o grandes,
haznos oír tu voz: “Ánimo, soy Yo, no tengáis miedo”.
Y permite que gritemos
con la oración, con lágrimas, con el silencio:
“Señor, sálvame”,
para que podamos experimentar tu presencia en nosotros
y sigamos caminando contigo poniendo nuestra vida,
como tú hiciste,al servicio de los demás
con nuestra pequeñez, nuestra debilidad, nuestra fe vacilante,
pero con tu Amor.
Adolfo M.
Jesús, enséñanos tu modo de proceder:
https://www.youtube.com/watch?v=gSpnq6dNk-U
Me gustó mucho la Reflexión de hoy ..ánimo y sigan entregando lo que el Señor les da..
Junio, 2017
TEMA 1. ¡Ánimo! Soy yo. No temáis (Mateo 14,24-33)
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 14 y queremos compartir con todos vosotros este primer tema que hemos reflexionado…
Hemos visto que la situación de la barca hace referencia a la Iglesia de hoy día y que guarda relación con el momento personal con el que vivimos nuestra fe. Los miembros de este grupo hemos compartido esa sensación de incertidumbre que suscita plantearnos en algunas ocasiones si hay algo de certeza en nuestras creencias.
Las noticias que escuchamos a través de diversos medios manifiestan que la sociedad está experimentando un retroceso importante y sentimos que algo está fallando, hay confusión, o ¿es lo que quieren sembrar? Vemos que los más débiles son cada vez más vulnerables en contraposición con el desarrollo tecnológico, educativo, científico, …
Nos encontramos con personas necesitadas de un sentido en la vida, angustiadas por el consumismo, buscando únicamente pasarlo bien, ancladas en una comodidad apoyada en cimientos movedizos y cenagosos.
Nos identificamos con Pedro, en este pasaje del Evangelio, y con los primeros cristianos en las sensaciones que vivieron de miedo, cobardía, desconfianza y soledad que provocaron la necesidad de acercarse y de tocar a Jesús, de sentir su presencia, como hombre y como Dios, lo que fortaleció su fe y les enseñó a afrontar las dificultades.
Las olas que nos encontramos en el mar de la vida, a veces nos impulsan a quedarnos en la orilla, donde nos acomodamos en un bienestar y en una seguridad ficticia que provocan inestabilidad física, psíquica y espiritual, lo que hace que rectifiquemos nuestro camino y que nos atrevamos a navegar mar adentro, situando a Jesús en el centro de nuestras vidas, para vivir, pensar, sentir y actuar como Él.
Queremos aportar desde este grupo, esperanza, ánimo y compromiso en la construcción del Reino de Dios, volver a los orígenes del cristianismo, fomentar a través del trato continuado con Jesús, la Luz y la Paz, para identificar las necesidades reales, y eliminar las interpretaciones erróneas de las manifestaciones religiosas que hacen que pongamos en duda cuestiones de fe y se cultiven los fundamentalismos.
Creemos que este camino que comenzamos es una oportunidad para conocer más estrechamente a Jesús, eliminar los prejuicios sobre cuestiones erróneamente aprendidas y abrir los oídos para escucharle para formar en nosotros la imagen que Él quiere que tengamos y manifestemos; y transmitamos así con nuestro ejemplo, sus dones, asumiendo todas sus consecuencias de transformación primero en nosotros y después en nuestro entorno, dentro de nuestras posibilidades, sin pretender hacer cosas extraordinarias ni llamar la atención, sólo tenemos que desear ser sus discípulos distinguiéndonos en el Amor por los más débiles.
Pedimos a Jesús: “Danos Señor tu mirada para saber ir a lo esencial y sumar vida a la muerte que hay a nuestro alrededor”.
Deseamos vivir con el espíritu de humildad, apertura, libertad y diálogo, sembrado ya en nuestras entrañas; sólo tenemos que abandonarnos a Jesús, dejarle Ser y hacer en nosotros para llevarlo y anunciarlo allí donde estemos.
Somos esa Iglesia, que hemos visto hundirse muchas veces y como Pedro, con sus temores y dudas, se lanza de la barca al encuentro con Jesús, porque sabemos que es el Hijo de Dios y aunque en ocasiones nos hemos alejado de Él, nunca no ha dejado solos y quiere que lo conozcamos para sepamos identificar la realidad que hoy vive la Iglesia y no miremos hacia otro lado. Todos por alguna razón lo hemos llamado y nos ha respondido eligiéndonos e iniciándonos en este grupo para confesarlo con nuestra vida.
Un abrazo fraterno
Carmen, Gioconda, Guadalupe, José, Juan Arturo, Mª Lourdes J., Mª Lourdes V., Santiago y Belén.
Queridos amigos de camino:
Somos uno de los nuevos Grupos Virtuales de Jesús que comenzamos a partir de la pasada convocatoria de mayo.
Estas son nuestras reflexiones del TEMA 1:
I. Acercamiento al evangelio
La barca (Católica) ha sido sacudida por las olas, por muchos vientos contrarios, como por ejemplo, la ignorancia y la apatía del laicado. La barca (Católica) ha sido sacudida por las olas, parece que se viene abajo, pero que bueno que sea así, porque así crecemos y volvemos a comenzar, tal vez no desde el principio, pero sí desde nuestro lugar, desde nuestro suelo firme y desde nuestro relacionamiento íntimo con Jesús. Así, finalmente nos aproximamos aún más a Él, reconociéndolo y diciendo: “Verdaderamente es el Hijo de Dios”. La barca somos nosotros, frágiles ante los avatares de la vida, sacudidos por las olas, dudamos y tenemos miedo, pareciera que nos hundimos. Necesitamos acercarnos más a Jesús por medio de su Palabra, para verlo como en verdad es (no como un fantasma), para tomar su mano que nos la extiende cada día para reconfortarnos ante los ataques de vientos contrarios, de los temores e inseguridades; para que nuestro compromiso personal y comunitario esté motivado por el amor hacia Jesús. Sólo Él es quien nos dice: «Ánimo. Soy Yo, no temáis.».
Si cada uno buscamos y queremos, a pesar de nuestra frágil condición humana, hacer un camino de transformación entendiendo y sobre todo viviendo las enseñanzas que nos ha dejado el Maestro, tratando de seguir ese manual de navegación que es el evangelio en nuestra cotidianidad, es muy posible construir una comunidad de discípulos a la que llamamos iglesia, que se sienta lanzada a trabajar por la instauración del reino de Dios Padre en este mundo. La propuesta de Jesús no es la de una vida plena individual,sino la de una vida comunitaria.
Vayamos por un camino de búsqueda para que nuestra vida sea más al estilo de Jesús, en comunidad, en donde el aporte de las experiencias individuales y el soplo del Espíritu nos enriquezca.
Deseamos profundamente tener a Jesús más cerca. Desafortunadamente muchas imágenes de él rondan nuestra cabeza y nuestros conceptos. Dependiendo de la imagen que tengamos de Jesús, es nuestra fe y nuestra mirada a la vida y a los demás. Quizás en estas imágenes depositamos una fe mágica, una fe de trueque, una fe superficial.
Tal vez por eso nos podemos identificar con la debilidad y la falta de fe de Pedro. No conocemos realmente a Jesús, pero en nuestros corazones hay un gran anhelo de abandonar nuestras vidas en manos de él. «Ánimo, sigan adelante, yo estoy con ustedes». Que este ánimo nos acompañe a lo largo de esta nueva experiencia en la que nos hemos embarcado y como los discípulos, dejémonos seducir por Jesús.
«Ánimo, no tengan miedo, soy yo». Estas palabras deben resonar en nuestro corazón por medio de la oración, estas palabras nos traen alivio, aliento,frescura y nos orientan el camino. Él con su infinito amor nos levanta.
Entreguemos nuestra vida a Jesús, aún a pesar de las dudas y al final de la noche oscura, Jesús que nos ha tendido su mano nos dice «No temas aquí estoy yo». Tal vez, entonces, podremos caminar sobre las aguas, todo va a salir bien.
II. Acercamiento a la vida
Fe
Sentimos que Dios nos pide aprender a abandonarnos a Él, a conocer la belleza del amor infinito de Dios, en nuestras vidas, a ser conscientes de los grandes dones que Dios nos ha dado. En alguna forma debemos rescatar nuestra fe en los tiempos de crisis, ya no se trata de tener que tener fe sino a vivir la fe. Tal vez, podremos encontrar a Jesús en procesos de sanación física y espiritual que nos llevan a decir: En Jesús no he dudado y ahí acrecentamos nuestra fe. Tal vez, hemos sentido muchas veces que Jesús nos ha dado su mano y nos ha ayudado a tener sus sentimientos. O también encontremos una respuesta a nuestra fe viviendo el Evangelio, con ánimo, esperanza, compromiso, estemos dónde estemos y como estemos.
Jesús
Si hay una verdad es que Jesus sigue iluminándonos. Ojalá tuviéramos cierta certeza de que estamos caminando con Él con la seguridad absoluta de la cercanía de su presencia en cada paso de nuestra vida. Sin embargo, podemos encontrarnos con ciertos interrogantes, necesarios para caminar con él: ¿mis acciones están lejanas del proyecto del Reino? ¿encuentro significado en la repetición en la misa de lenguajes que no significan nada para mí? ¿Hemos perdido de vista el proyecto del Reino? ¿somos tibios y mediocres en nuestro seguimiento?, te bautizaron, tomas la comunión y la confirmación ¿Y? ¿pasa algo transformador?. Si pudiéramos hablar con Jesús, le pediríamos que nos deje ver en nuestra vida cotidiana, hoy, dónde está reflejado Él, porque cada acto y cada palabra que vivimos en este caminar es un propósito de edificación de una nueva vida. Todos nos identificamos en alguna forma y por nuestra disposición, con la esperanza de querer aprender a vivir de una mejor manera, al estilo de Jesús, «construir esperanza con los grupos de Jesús».
Comunidad
Tenemos el deseo de que nuestra fe crezca y se nutra en una comunidad que quiera el proyecto de Jesús, para ayudarnos mutuamente y hacer más amena la andadura. La fe no se constuye individualmente porque el sentido de nuestra vida es el otro. La comunidad nos ayuda a crecer espiritualmente y a sentirnos miembros activos dentro de la Iglesia, asi tomamos mas conciencia de nuestro compromiso como laicos, tal vez, con el celo apostólico que vemos en la mayoría los sacerdotes. La voz de nuestra iglesia debe ser fuerte, para que otra lógica más humana sea posible en el mundo de hoy y así evangelizar a través de hechos que generen confianza y coherencia cristiana hacia las personas con quienes compartimos en nuestra cotidianidad.
Un abrazo a todos.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Nuestro grupo, el GVJ 12, está comenzando su andadura pues comenzamos en la última convocatoria de enero. Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Acercamiento al Evangelio
• En este maravilloso texto evangélico de Mateo, queda resonando en mí ese “¡Ánimo! Soy yo, no temáis”. Siento que es la mejor bienvenida que nos puede dar Jesús en este recorrido que estamos haciendo en el grupo. El miedo paraliza, impide avanzar, destruye el amor.
• Duda y fe van juntas: una duda absoluta es debilidad, una fe ciega es fanatismo. En esta etapa de mi vida estoy descubriendo la fe como confianza, fiarme de, confiar en la vida. Eso supone andar sobre las aguas, primero un paso y luego otro, sabiendo que si titubeo podré agarrarme a una mano fuerte que me sostenga.
• Esa mano tendida de Jesús es lo más tierno y conmovedor que uno pueda vivir. Ese ánimo que me da Jesús para vencer el miedo y la angustia es impresionante.
• En medio de la tormentas casi siempre nos olvidamos de Jesús, de ese Jesús solidario y no lo reconocemos, no lo vemos en los rostros de los sufrientes y excluidos, de los marginados y en las periferias, queremos verlo pero nos confundimos, nos dejamos vencer por las fuerzas adversas.
• Creía que el Señor se había quedado tierra adentro, muy lejano, encerrado en templos, ritos, sacramentos… En un mundo donde parece que triunfa el mal más que el bien, que las personas buenas como Jesús acaban mal, ¿qué otra cosas puedes pensar y creer? Pero en lo peor de la noche siempre encuentras la mano tendida de alguien (vosotros) que te agarra, te da valor, te acompaña, te salva…
• Sinceramente creo que la iglesia, esa iglesia escrita con minúscula que tantas personas buenas hacen calladamente cada día, nunca desaparecerá. Donde dos o tres se reúnan para aprender a amar en su nombre, siempre estará él, siempre habrá iglesia, siempre habrá esperanza…
• Creo en un Jesús sereno frente a las tormentas de su vida, incluso la más terrible, infundiendo ánimo a los discípulos, al ladrón que le acompañaba en el tormento de la cruz… Creo que quiso transmitirnos su total confianza en la vida, en el Padre bueno, a pesar de las tormentas que acontecen, porque la vida está entretejida también con el dolor y la desgracia.
• Ha sido en comunidad que he aprendido a perdonar y a perdonarme, la palabra compartida y reflexionada es la que despeja las oscuridades para reconocer a Jesús vivo entre nosotros.
Acercamiento a la vida
• Este evangelio me despierta las ganas de desterrar los miedos, los complejos, pues podemos ser el contrapunto de este capitalismo salvaje. Esa voz incómoda que lucha por un mundo más humano. Pasar de una vida egocéntrica a una vida centrada en los valores evangélicos, eso es lo que podemos ofrecer a la sociedad actual si hacemos nosotros ese recorrido.
• No hacemos nadas con ser sumamente participativos en nuestras parroquias si ni siquiera sabemos con quién andan nuestros hijos, quién los aconseja y qué están aprendiendo en las calles, en las universidades, etc. Ser luz en nuestras familias primero que nada.
• La Iglesia como tal no tiene (o no le veo) futuro si no se llena de espiritualidad de comunión entre todos y todas; si la Iglesia le sigue dando más importancia a lo ritual, se verá avocada a ser marginada como algo residual.
• Grupos como el nuestro tienen una gran responsabilidad pues somos el pulmón y el corazón del pueblo de Dios, que ahora está muy enfermo, pero es importante que sigamos trabajando en lo nuestro mientras los demás órganos se recuperan. Esa es nuestra labor, seguir bombeando la sangre y seguir llevando el oxígeno de Dios a nuestras familias, nuestras comunidades, nuestros entornos laborales…
• Creo que desde la idea de volver a la fuente de las primeras comunidades cristianas estamos aportando esperanza y compromiso para seguir andando como nueva forma de ser iglesia, ya que no necesitamos depender de un templo o de un sacerdote. Siendo nuestro hogar y nosotros, templo y sacerdotes.
• Hay muchas personas que me ayudan a mantener viva mi fe: sus acciones y formas de pensar y actuar, que buscan siempre el bien de la humanidad. Tenemos que renovarnos y eso implica un compromiso, primero con uno mismo, despojarnos de lo viejo e inservible, para sustituirlo por elementos nuevos, positivos, constructivos, trascendentes.
• El lenguaje de las personas es con frecuencia negativo; los comentarios son: este mundo está perdido, las cosas ya no son como antes, los jóvenes son unos vagabundos y rebeldes, no hay un futuro prometedor… Mucho de esto es cierto, pero si nos comprometiéramos más cada uno y cada una con el cuido de la madre tierra, de la naturaleza, de la creación que Dios nos dio, las cosas empezarían a mejorar. Dios sigue confiando en el ser humano, es hora de ponerse a trabajar, a luchar, a mejorar, a vivir los valores del reino.
• Como compromiso personal inspirado por esta reunión virtual, yo intentaré poner cada mañana ese «no temáis» dicho por Jesús entre las olas para procurar vivir una vida de amor a todo, expresada en las pequeñas cosas cotidianas, dejando lo demás en sus manos… También el futuro de nuestra iglesia, que, no me cabe duda, irá poco a poco cambiando hacia nuevos horizontes. La actitud del santo padre Francisco e incluso estos grupos de Jesús, son muestra de ello.
• Me gustaría aportar, verdad, confianza y apoyo, ser portadora de la «mano tendida del Señor». Encontraros en mi camino ha supuesto para mí, sentir «la mano del Señor» que nos mantiene agarrados en todo momento. Habéis avivado la llama de mi fe. Gracias de corazón.
Ana Patricia, Asunción, Elena, Félix, Gastón, Giselle, Jon, Marian, Piedad, Sofía, Tere y Teresa
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos uno de los dos grupos virtuales que se han creado recientemente tras la última convocatoria de enero, el GVJ 11, y queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Acercamiento al Evangelio
• Ante las palabras de Jesús (¡Hombre de poca fe ¿por qué has dudado?), me pregunto si las “dudas” son la causa de nuestros “hundimientos”, o si no será más bien el miedo lo que nos paraliza; así, deduzco que “la poca fe” equivale a mucho miedo, ya que las dudas son la mejor prueba de que hay fe.
• El grito de Pedro, hundiéndose, refleja la oración SOS que lanzamos a Dios desde muchas de las situaciones de nuestra vida, con palabras o sin ellas. En esas tres acciones de Jesús –tender la mano, agarrar, decir–, descubro todo un proceso de liberación donde la acción antecede a la palabra.
• Jesús le tiende la mano, suben a la barca y la tempestad cesa. Conmueve pensar que esa ayuda llega y la angustia pasa. Para mí Jesús ha sido la mano que agarraba en estos años, pero creo que debe ser mucho más.
• Tan pronto como se hace presente la menor dificultad, pensamos en seguida que vamos a sucumbir, pese a que él nos asegura que los cabellos de nuestra cabeza “están todos contados”.
• Nos falta escuchar y observar más lo que pasa a nuestro alrededor, soy una convencida de que Dios está siempre caminando a mi lado, sin embargo, el miedo muchas veces puede más y debilita mi fe y acercamiento a Jesús.
• La fe de Pedro es una fe que duda. Es la fe a la que estamos invitados todos, porque las personas cambiamos y la fe tiene que ensancharse como se nos ensancha la vida. La fe de niños no nos sirve al ser adultos. La fe tiene que dudar, que moverse, que buscar para crecer. Lo importante es seguir contando con Jesús.
• La iglesia de mí país vive como amenaza el divorcio, la homosexualidad, el matrimonio igualitario, el control de la natalidad… ante todo esto grita, como en una barca que se hunde, con su visión conservadora y acusadora. Me da miedo la defensa de “valores” echando gente de la Iglesia.
• La barca me recuerda que los que vamos en ella, en muchos momentos estamos desconectados de la Iglesia, porque nos encontramos con parroquias y grupos encerrados en sí mismos y en sus problemas y proyectos propios.
• Nuestro papa Francisco es ejemplo de hombre de fe, es la Iglesia que no se aleja de la realidad, es la Iglesia en “salida” y que nos invita a todos a salir, sin temor, y nos estimula, con su ejemplo, a dejarnos sorprender por Jesús y a admirar con asombro toda su acción en nuestra pequeñez.
Acercamiento a la vida
• Tengo esperanza en el grupo, creo que me puede ayudar este leer y releer la Palabra de Dios, saber que mientras leo, Él habla, me habla. Y sobre todo las experiencias de vosotros, que son vida y no teorías.
• La crisis religiosa que estamos viviendo, no me produce angustia ni miedo; creo que tienen que ponerse las cosas “peor” para que se vaya quitando mucho lastre que a la iglesia se nos ha ido pegando a lo largo de los siglos y podamos vivir con más sencillez la novedad del Evangelio de Jesús.
• A mí me gustaría que viésemos nuestro recorrido con Jesús, con alegría y creatividad, haciendo de este grupo un espacio libertad, sin miedos y con respeto al que ve las cosas distintas.
• Toda esta situación de crisis religiosa en lo personal me motiva para seguir trabajando día a día en el Reino de Dios desde mi lugar de trabajo, mi familia y desde la comunidad a la que pertenezco.
• Después de “estar en esa escena”, solo ha brotado de mí una oración de alabanza, de gratitud, por la certeza de que “él está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo”, todos los días… Está con nosotros siempre.
• Este primer tema me lleva entonces a orar más por la presencia de la Iglesia en el mundo, para que su testimonio, es decir, el nuestro nos lleve a optar por los que Jesús amó más.
• Me llama la atención la Iglesia en los países donde es minoritaria. Allí es creativa, mucho más tolerante, compasiva, abierta para acoger al diferente, al que piensa y cree distinto. Y busca lo que une para crear fraternidad… Esto hace que no pierda la esperanza. Y que le desee a la Iglesia institucional la muerte a lo que no sirve para que resucite pronto y sea acogedora.
• Tal vez no tengo que cambiar de lugar para seguir a Jesús, sino buscar un cambio interior. Tengo esperanzas de que en este Grupo encuentre mi modo de seguir a Jesús.
Algunas oraciones
Bendito seas, Señor Jesús, te amo, te adoro, te necesito, te imploro
y, unida a mis hermanos, te pido en esta noche que nos hagas experimentar siempre
tu presencia, en medio de las tempestades más violentas.
Porque nada es para siempre. Solo tú eres eterno… Solo tú quedas. Todo pasa.
Sácame de la orilla de mis miedos, de mis dudas, de mis desconfianzas, de mis gritos,
de mi soledad, de mi angustia, de mi dolor, de mis lágrimas y llévame a la tierra firme
de tu amor, de tu paz, de tu serenidad, de tu mansedumbre, de tu presencia,
de tu seguridad, de tu ternura.
Gracias, Jesús, Señor de mi historia, porque me vas iluminando en medio del dolor
y de mis lágrimas. Gracias porque has extendido tu mano fuerte hacia mí,
has escuchado mi clamor y estás poniendo personas en mi camino
que me ayudarán a estar en tierra firme.
Ana Mª, Azucena, César, Jesús, Jorge Arturo, Jorge, Gabriela, Marcela, Mª José, Mónica, Rosa, Stella y Yolanda
Me gustaría compartir mi fe porque hace años la tengo descuidada. Quiero que el ejemplo de Jesús guíe otra vez mi vida con fuerza, en mi trabajo, en mis relaciones personales, en todos los campos, y pienso firmemente que sólo compartiéndola es como la mantienes viva.
Ahuyenta de mi vida el miedo
El miedo a apostar por ti, Jesús, y tu proyecto de un Reino de Paz y Amor.
El miedo al qué dirán y a los prejuicios de lo conveniente.
El miedo a hablar ante tantos silencios, cómplices del mal.
El miedo a «asirme con fuerza de tu mano» e ir en busca de otras «seguridades».
El miedo a estarme quieta, sin hacer nada, por no querer correr el riesgo de equivocarme.
El miedo a los «poderosos», los que se vanaglorian de tener la «sarten por el mango»,
de ser más fuertes e inexpugnables, en sus «privadas fortalezas».
El miedo a «dar la cara» por el débil e inocente,
por quien está solo y no tiene quien le defienda.
Dame fe para creer en la fuerza de tu amor, en tu Misericordia,
siempre dispuesta a rescatarme, a salvar mi vida de cuanto la hiere y hace daño.
Dame el coraje y valor de saber luchar «contra corriente»,
a pesar de las tempestades de la vida y las hostilidades que a menudo me encuentro.
Dame creer en el Amor que cura las heridas del pecado, nuestras torpezas y cegueras.
Dame un corazón que descubra tu Providencia, llena de amor y Misericordia.
Y a nadar, «saliendo a flote», sin perder la mirada en ti,
en tu fuerte y segura mano tendida.
Miren Josune
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos uno de los dos grupos virtuales que se han creado recientemente tras la última convocatoria de septiembre, el GVJ 10, y queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Acercamiento al Evangelio
• La Iglesia como institución jerárquica se encuentra en un proceso degradante de fe y de testimonios oscuros que la viene alejando desde hace tiempo del camino autentico de Jesús… Sin embargo, la barca de la Iglesia peregrina y pobre, que somos todos los que sentimos que vivimos en una fraternidad universal, creo que se mantiene firme y sigue caminando en los más humildes, en todas las personas entregadas que sienten la mano de Jesús en todos los momentos.
• La actual crisis de la Iglesia es una crisis de fe: muchas personas han perdido la fe y otras muchas mantienen una fe dogmática. ¿Qué le diría un Pedro actual a Jesús? ¿Le seguiría pidiendo una prueba de que está con nosotros? Jesús nos dice no temáis, estoy con vosotros y lo estaré siempre; nos interpela a tener fe.
• Hay que ser humilde para reconocer nuestra pequeñez, para gritar, porque él escucha nuestro grito y nos salva. Creo que la duda es buena si no paraliza, si te pone en movimiento es mejor dudar que creer que se está seguro de todo y quedarse quieto…
• La noche, en la situación actual, puede simbolizar el desánimo de cuantos han sido bautizados y están apartados de la fe porque vivieron una fe sometida a cumplimiento de rezos y obligaciones y no ven sentido en la actualidad. Se sienten decepcionados por una jerarquía eclesial anacrónica y lejos de la realidad.
• Me veo como Pedro muchas veces: muy segura de mis convicciones pero en cuanto surgen pequeños contratiempos en mi vida, con mi hijo, marido, familia, trabajo, me siento también hundir.
Acercamiento a la vida
• A pesar del desaliento por la indiferencia e incomprensión, siento que Jesús continúa diciéndome: «Ánimo no tengas miedo». Me doy cuenta que esto empezó sin mí, y seguirá sin mí, porque yo no soy más que un simple instrumento en las manos del Espíritu Santo, al servicio de Jesús y de su Reino.
• Siempre he encontrado una mano amiga en la proximidad de mis vivencias diarias, siempre he encontrado quien dé fuerza a mi fe. Y en la misma medida que he encontrado en estos momentos el GVJ, sé y creo que Jesús no deja sola a su Iglesia, la retomará bajo otros caminos de mayor fraternidad, mayor sensibilidad social…
• Me agradaría poder aportar al GVJ la forma positiva en que me gusta vivir la vida, por supuesto sufriendo en los momentos difíciles, pero siempre queriendo ver la luz y la mejor salida de la mano de Jesús, amigo y maestro, cuyos pasos deseos seguir siempre y no separarme de él por nada ni por nadie.
• Me inspira una frase del obispo Pedro Casaldáliga: «Somos soldados derrotados de una causa invencible»; comentada por José Godoy: «Efectivamente la humanidad tiene tragedias inmensas, guerras, desastres, dolor, pero la causa en sí es invencible, sigue caminando. Os invito a repasar tantos rostros y tantas personas conocidas que cada día apuestan por la vida, en su tarea individual o colectiva: miles, millones de personas, en el cariño de pareja, en el trabajo diario, por la familia, en la ayuda espontánea a quien la necesita, en su alegría e ilusión por la vida. La vida está ahí… Las tinieblas no han apagado la luz».
• Me da la impresión de que el GVJ me ha despertado a una auténtica búsqueda. ¡No saben cómo me gustaría que llegásemos a conocernos a través de lo que expresamos, que nos tengamos confianza, que seamos cercanos, que nos ayudemos!
• En mi comunidad parroquial preocupa por un lado la escasez de pastores y sacerdotes y que sean fieles y comprometidos con la construcción del reino de Dios. También preocupa la escasez de fieles, la ausencia de los jóvenes, la exclusión de la mujer a tareas secundarias dentro de la comunidad religiosa, la idoneidad de la liturgia actual… Se palpa pesimismo y tristeza. Yo creo que el cambio es responsabilidad de todos, de toda la comunidad; cada uno, en el ámbito en el que estemos, trabajemos por mejorar y avanzar en el proyecto.
• La participación en el grupo la veo muy positiva, pues el contrastar mis experiencias en la fe, los anhelos de volver al evangelio que nos anunció Jesús, con otras personas de inquietudes similares, pienso que va a ser enriquecedor y constructivo en la fe que profeso y que me servirá para trabajar más en la construcción del Reino.
Algunas oraciones
Señor, a veces me siento zarandeado por las aguas turbulentas de una sociedad
que no te soporta, ni soporta a los que te anunciamos.
Hoy quiero decirte que me gusta seguir oyendo tu voz,
que me invita a caminar hacia ti, venciendo los miedos que en muchas ocasiones
me paralizan y no me dejan cumplir la misión que tú me encomendaste.
Ayúdame a confiar siempre en ti y dame tu fuerza para seguir adelante.
Señor Jesús, no permitas que este proceso sea una ilusión pasajera,
que aparece para luego desvanecerse,
como en tantos años de búsqueda y de desengaños.
Permíteme asirme a tus manos y sostenerme en ellas.
Permíteme conocerte y reconocerte entre mis hermanos los hombres.
Dame la capacidad de ser tolerante, misericordiosa, amable
para atraer personas para ti, para tu Reino.
Concédeme los dones del Espíritu Santo, sabiduría, entendimiento,
para ponerlos en práctica en mi trato con los demás.
Te pido por todos los miembros de este GVJ para que perseveremos
y que nos ayudemos apoyados en ti.
Antonio, Inmaculada, Juan Carlos, Luis Carlos, María, María del Carmen, María Pilar y Pilar
GVJ 10
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos uno de los dos grupos virtuales que se han creado recientemente tras la última convocatoria de septiembre, el GVJ 9, y queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este primer tema de Grupos de Jesús.
Acercamiento al Evangelio
• Mi atención se centró en el barco, metáfora de nuestra vida, de nuestro camino de seguimiento a Jesús, la Iglesia. Tal vez por temor a enfrentarse a las olas del mar, nuestro barco está amarrado en el puerto. Está seguro, protegido. Sin embargo, un barco no fue hecho para permanecer en puerto. El barco se hizo para salir al mar. El desafío es grande. Los contratiempos son infinitos. Pero nos sostiene por la mano del Señor.
• Los discípulos en la barca estaban llenos de miedo y no reconocieron a Jesús, o no se atrevieron a ir hacia él, y abandonar la barca, que era más segura que las aguas. Hoy quizá en la sociedad moderna no sea el miedo el principal obstáculo, sino que nuestras mentes están demasiado ocupadas como para reconocer a Jesús, o para desear escucharlo. Quizá pensemos que ya lo hemos escuchado muchas veces. Pero escuchar requiere tiempo, atención y entrega.
• No creo que en la Iglesia estemos viviendo una época peor que otras. En el mar siempre hay tormentas. ¿Qué dirían los que vivieron en la época del nacimiento del protestantismo? Cada época tiene sus momentos, pero esta es la que nos ha tocado vivir y nosotros somos también iglesia. Vivámosla conforme a lo que el corazón nos dicte, y seguro que el Espíritu nos dará el valor que necesitamos para construir la iglesia que queremos.
• ¿Mi fe? Igualita a la de Pedro… Deficiente. Le entiendo bien a Pedro y, a veces, recuerdo su otra «confesión» –y la hago mía–: ¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna…Y la solución que encuentro es pedirle: ¡Aumenta mi fe!
• Por mi parte siento que en estos momentos en la barca estamos solos. Creo que Dios nos está regalando un merecido silencio a esta humanidad tan hipócrita de la que formo parte. Imagino a Jesús: él, después de alimentar a la gente y saciarles tras la multiplicación de los panes y los peces…, se retira a orar. Y les deja solos. Tal vez estamos en momentos parecidos, ya que tenemos suficientes panes y peces para saciar el hambre en el mundo, aunque no lo hacemos. La iglesia tiene la llave de muchos cambios y sin embargo vive ensimismada y nosotros somos parte de todo este juego. Por lo que me parece hasta lógico que Jesús se retire a orar y que haya este silencio desde arriba.
Acercamiento a la vida
• Este evangelio me despierta las ganas de desterrar los miedos, los complejos, pues podemos ser el contrapunto de este capitalismo salvaje. Esa voz incómoda que lucha por un mundo más humano. Pasar de una vida egocéntrica a una vida centrada en los valores evangélicos, eso es lo que podemos ofrecer a la sociedad actual si hacemos nosotros ese recorrido.
• Internet está transformando la sociedad, como hizo la imprenta en su momento. Yo misma, llevaba tiempo buscando un grupo de adultos para estos temas, y finalmente ha sido uno virtual. Posiblemente más enriquecedor, porque me da tiempo para meditar mi respuesta.
• Los fallos y limitaciones de la Iglesia me provocan una honda tristeza y, al mismo tiempo un gran reto… Lo bueno es que ¡la amo tal como es! Echando un vistazo a su historia reconozco tanta salvación, tanta caridad, tanta misericordia y santidad en muchos de sus miembros… Reconozco también que el vigor y frescor de las primeras comunidades es el que tenemos que recuperar y ahí encuentro el sentido de nuestro Grupo volviéndose para Jesús.
• A lo largo de mi vida, en momentos muy críticos de mi historia personal, busqué siempre a Dios, y ahí estaba, también con la mano tendida con mucha ternura, dándome fuerzas para seguir el camino de Jesús, sin perderlo, pues me hundía en la vorágine del momento.
• En Jesús mi fe crece día a día y siento que me fortalece… en la Iglesia que veo casi por todas partes me cuesta creer… Por suerte me esperanza conocer que sigue habiendo personas comprometidas de todo tipo que destruyen barreras, que siembran en mi corazón el ánimo de unirme y colaborar. Le pido al Señor que aleje de mí las dudas, el miedo y las vacilaciones para caminar sobre las aguas turbulentas.
• Sobre mi fe, siento que está en crisis y quiero creer que lo que pienso de la iglesia es lo que me está arrastrando. A veces pienso que mi conversión pasa por darme de baja y liberarme del todo y empezar a trabajar para Jesús directamente con los que sufren. Algo que estoy meditando seriamente.
Algunas oraciones
Confiemos en que es Jesús el que viene a nosotros,
no un fantasma.
Confiemos en que solo él hará el milagro de sostenernos sobre las aguas,
si le dejamos.
Confiemos en que nos rescatará si gritamos su Nombre.
Tengamos fe.
«Está oscuro, pero cantamos» (Elis Regina)
“Lo contrario de la fe no es la duda, sino el miedo”
(D. Pedro Casaldáliga, profeta de Araguaia).
Denis, Eduardo, Manu, Manuela, Paloma, Patricia y Raúl
GVJ 9
Entré a esta página para darte las gracias por estar vivo. Jesús sabes que estoy enfermo de alcoholismo y drogas y mi salud creo que está mal. Ayúdame, me equivoqué, lastimé a mi familia y gente querida. No tengo esperanza ni ganas de vivir; quiero dejar de sufrir. Ayúdame, dame una señal.
Hola Gabriel, soy Caridad.
Gracias por compartir tus sentimientos. No estás sólo.
Dices que por casualidad entraste en esta página, yo creo que de alguna manera Jesús te guió en la búsqueda.
Si has leído alguno de los comentarios te darás cuenta que todos buscamos encontrarnos con Jesús como Maestro y Sanador de nuestra vida.
Somos grupos pequeños de personas muy diversas y de distintos lugares que nos comunicamos virtualmente, cada uno con nuestros problemas, deficiencias etc.
Nos une el deseo de vivir en nuestros ambientes siguiendo el ejemplo de Jesús.
Te admiro por la sinceridad que has tenido al exponer tu situación. Tú mismo dices:
“Jesús sabes que estoy enfermo” y repites “Ayúdame”…
Sigue aferrándote a Jesús, Él te dará fuerza para seguir viviendo y puedas curarte, confía en ti mismo y en las personas que te quieren, son mediaciones del Señor que te brinda la sanación.
Ánimo Gabriel, Jesús te ama y quiere que vivas feliz. Ten fe, ten esperanza, vale la pena aunque sé que tendrás que esforzarte, poner de tu parte aunque al principio sea doloroso.
Estoy contigo, como tú pido a Jesús que te ayude.
Caridad.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Estamos comenzando el proceso de Grupos de Jesús desde hace poco tiempo. Somos el Grupo Virtual de Jesús 8 y queremos compartir algunas de nuestras reflexiones, experiencias y oraciones que hemos intercambiado en este primer tema. Ojalá les sirvan.
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
• Este evangelio describe bien mi situación desde hace tiempo: me encuentro lejos de Jesús en cuanto a mi relación con él porque me dejo llevar por las olas –rutina, decepción, falta de ilusión y coherencia en las tareas pastorales– y por el viento en contra, como es el rechazo que siento ante las actitudes y forma de presentar el Evangelio. Me conmueve la respuesta de Jesús y la siento dirigida a mí con cariño, dándome valor, confianza, tendiéndome la mano y “subiendo a mi barca” para ayudarme a superar esta crisis que ya es larga y pesada para mí. Por eso quiero “volver a Jesús”.
• Creo que, como yo, millones de cristianos se alejan cada día más de las Iglesias y las religiones al comprobar que la fe que promulgan y promueven no es la fe pura en Dios, sino la falsa fe basada en creencias y mitos inventados a su antojo y que no tienen nada que ver con las Escrituras.
• No siempre que hablo con Jesús creo que me escucha. A veces hasta siento miedo de que pueda estar conmigo, que sea un fantasma o producto de mi imaginación. Sí que creo que la fe es caminar sobre las aguas en movimiento y solo la palabra de Jesús da testimonio de él.
• ¡Ánimo, soy yo, no tengan miedo! Sí he experimentado muchos miedos a lo largo de mi vida y considero que mis mejores decisiones han sido cuando he sentido esta confianza de parte de Jesús, pero también pienso en otros momentos donde por mis miedos no ha sabido reconocerlo o escuchar su voz.
• La certeza de que Él estuvo a mi lado, que me tendió su mano, que me acompañó en todo momento es tan real como que en este momento estoy sentada en mi escritorio y respiro, y esa certeza es lo que más me conmueve en este momento.
• Me pasa mucho como a Pedro: quiero hacer las cosas a mi manera, siguiendo mis caprichos y cuando no salen como yo las he planeado viene el miedo que me ciega, que no me deja avanzar ni reconocer la obra de Dios en lo que está sucediendo y empiezo a hundirme.
• Esta «barca de los discípulos» nos identifica mucho a la iglesia de hoy, porque está muy alejada del Reino de Dios; está enfrentada, no solo a los oleajes, los vientos contrarios, sino a tormentas y tsunamis (consumismo, violencia, sectas, ídolos, negocio de sacramentos…).
• ¡Ánimo!, soy yo, no tengan miedo. En ocasiones he sentido que Jesús es un burócrata, que está sentado en el cielo y no me oye, no escucha nada, no tiene tiempo para mí; pero a lo largo de mi vida me he dado cuenta que soy yo el sordo, que soy yo el que no lo escucho, que no entiendo su lenguaje.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
• La crisis de la iglesia es un proceso inevitable pero que conlleva oportunidades para que una iglesia nueva surja: la iglesia del amor ante todo, del perdón, de la reconciliación, empeñada en sanar la vida y que sepa engendrar en sus miembros una actitud que allane los caminos y que no estorbe la inevitable irrupción del Reino de Dios en el género humano.
• Descubro una sociedad con miedo a esta fe, a este llamado, que prefiere la satisfacción inmediata sin sufrimiento, que al pasar por las tormentas de vida no sabe en medio del estruendo escuchar Su voz. Mi compromiso en el proyecto de Jesús es permanecer aquí, fiel a este llamado, aprendiendo de él y de ustedes, para poder llevar el mensaje a los demás, en mi comunidad y en mi parroquia.
• A las personas les significa poco la persona de Jesús. Pero en medio de esto también soy testigo de que hay personas que viven una vida ejemplar de acuerdo al Evangelio, al Reino de Dios, dentro y fuera de la o las Iglesias. Esto me motiva a seguir.
• Esos momentos de crisis son los que nos hacen cuestionarnos y escoger el camino. Son como momentos para parar, evaluar y tomar decisiones. En mí, cada dificultad o crisis se ha convertido en la decisión de comprometerme siempre un poco más, pase lo que pase. Y creo que es en la comunidad, en el vivir día a día con los hermanos, donde encuentra uno el apoyo, donde está la mano que nos ayuda y que no nos deja hundir.
• Este grupo para mí es una herramienta de acompañamiento. Nos vamos a acompañar para apoyarnos, intercambiar ideas, aprender, transmitirnos ánimo y esperanza, en este camino de redescubrir a Jesús.
• Desde este y otros Grupos de Jesús, sean virtuales o presenciales, podemos ser semillas que revitalicen las parroquias, testigos de esperanza, comprometidos en el Reino, y como Iglesia que somos, ayudar a dar otra imagen más creíble, evangélica, pobre y con los pobres. El primer paso debe ser el de «regresar a la fuente», para conocer y entablar una relación personal y directa con Jesús.
PARA ORAR
¡Señor Todopoderoso!
Que nos concedes a cada uno de nosotros la gracia de ser cristianos,
que nos concedes a cada uno de nosotros el ser hijos tuyos,
ayúdanos, Señor, a tener fe.
Porque muchas veces parece que se llena la barca de agua
y tú estando en esa barca, que es nuestra vida, parece que estas dormido.
Tenemos que darnos cuenta, Señor,
que tú aparentas estar dormido, pero que estás ahí;
y tu silencio no es ausencia, tu silencio es presencia.
Ayúdanos, Señor, a cada uno de nosotros
a conocer tu voluntad y a cumplirla a cabalidad.
Que tu amor infinito nos acompañe en este caminar del GVJ.
No nos dejes confundir. Señor.
No permitas, Señor, que nosotros nos quedemos en los caminos,
sino que siempre estemos en camino hacia ti.
Enséñanos, Señor, a volver hacia ti y que sintamos el deseo de ser tuyos,
de pasar el resto de los años, que tú nos puedas dar,
amándote sobre todas las cosas. Amén.
Caridad, Crescencio, José Ignacio, Lola, Manuel, Mari, María José, Óscar, Paty, Sara, Silvia y Wilmer
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 7 y estamos comenzando este proceso. A continuación queremos poner en común algunas de las muchas ideas, reflexiones y sugerencia que hemos ido intercambiando. Esperamos que os resulten de utilidad.
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
• La barca estaba «muy lejos de la orilla, era sacudida y el viento era contrario». A veces yo también me encuentro lejos del lugar seguro, me siento sacudida por dificultades, internas y/o externas. El viento no me es favorable, viene en contra… En esos momentos necesito ir como nunca al fondo, al lugar de encuentro con mi verdadera seguridad, al fondo, a mis entrañas… ahí dónde se hace la unión con Jesús, con Dios. La relación con Jesús abre a la vida, a la esperanza y ante eso el miedo se va, desaparece. Con Jesús, y en él, el miedo jamás tiene la última palabra, la tiene la Vida.
• La barca me hace pensar mucho en los procesos de fe personales y comunitarios. Nuestros procesos de fe también deben atravesar «viento y tormentas», es parte del navegar, es parte del proceso. Creo que cuando perdemos de vista a Jesús no hay fe que aguante, es más no tiene sentido.
• Este “cuadro” de los amigos de Jesús me interroga profundamente. Me recuerda mucho a la Iglesia actual, a muchos creyentes y a mí mismo, en determinadas ocasiones. Y es que cuando van “bien” las cosas… pues como que todo es fácil de aceptar. Cuando se complica la situación (como ocurre en nuestros días), me siento y siento a nuestro entorno creyente, a muchos hermanos y hermanas, como paralizados (¿acaso viendo “un fantasma”?) y no sabiendo cómo caminar.
• Jesús se ha acercado a esa barca que se fue, lejana, que abandonó su principio fundante. Pero es la barca la que está lejos, mas no Jesús, que se mueve hacia ella. Y ante el pavor, el susto, primero les anima y después se identifica: “Soy yo”, por eso “no temáis”. Es toda una pedagogía la de Jesús. Él siempre sale al encuentro, para infundir confianza, para “hacer recordar”, para desenmascarar lo irreal, y atraer a la verdad. Jesús se acerca y nos habla.
• Esa barca también puede interpretarse como la Iglesia. Quizás también tenga que saltar al agua para mojarse y dejar criterios y normas que nos pueden ahogar, por no fiarse de Jesús lo suficiente como para dejarse llevar solo por él. Tal vez tiene que orientar «las velas», y el mástil que las sujeta, en otra dirección y estar cerca de la orilla donde los hombres necesitan su presencia para recibir la serenidad que Jesús quiere para todos.
• El miedo paraliza. La fe es caminar apoyándome siempre en las palabras de Jesús y su Espíritu. Para mí un cristiano es alguien que va «en compañía» no está solo».
• Pedro me hace sentir más humano, gracias a su testimonio me puedo acercar sin miedo a Jesús, sus dudas son las mías.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
• Si hay algo que busco en Jesús es esa tranquilidad que transmiten sus palabras, es por eso que quiero seguir conociéndolo, para seguir su proyecto a pesar de las dificultades, para que ese «Soy yo» me siga trayendo ánimo».
• La crisis de la iglesia tiene sus cosas positivas porque se va a ir purificando, va a ser una mejor iglesia, probablemente con menos miembros y muy poco poder político pero más cerca de la que Jesús querría. Quizá estoy equivocada en mi apreciación pero hacía falta una sacudida; en la iglesia estábamos y continuamos estando en muchos aspectos dormidos, solo vegetando, y sin ofrecer nada de esa vida que Jesús prometió. Así que a amar a nuestra iglesia, orar y trabajar por ella.
• La sociedad, la familia, que era la escuela donde se aprendía a rezar, a compartir, a perdonar… todo ello ha cambiado mucho. Pero no debemos de olvidar una Iglesia que trabaja con y para los más desfavorecidos, marginados, haciendo realidad el Reino de Dios, una iglesia samaritana, que acoge.
• Creo que los que leemos, rezamos y optamos por el Evangelio debemos ser generadores de comunidades… Hacer experiencia en esta comunidad debe profundizar nuestra fe para animar e impulsar comunidades que re-creen el proyecto de Jesús.
ALGUNAS ORACIONES PARA TERMINAR
Volver a ti
Siento la necesidad de volverme a ti, Jesús,
y de confiarte una vez más mis miedos.
No me abandono totalmente en ti, en el Dios Padre que tú anuncias.
Me gustaría poder entregarte mi vida sin miedo, pero aún me reservo,
aún no confío totalmente hasta el punto de poder decirte: “Toma mi vida”.
Quiero vivir en pie y libre, quiero descansar en lo que se me inspira dentro:
mi única seguridad eres tú y el Dios que tú transparentas.
¡Ayúdame a que mis fantasmas se vayan definitivamente!
¡Ayúdame a que mis heridas cicatricen para siempre!
Que todo se restaure en tu Amor.
Ayúdanos a tener confianza
Padre, gracias por enviarnos a tu Hijo.
Gracias por no dejarnos solos, por enviar a tu Espíritu sobre nosotros.
Te pido poder confiar en que lo que estoy viviendo es lo que debo vivir.
Te pido tener el valor y la fe para no escaquearme del presente.
Que no utilice la religión para esconderme, evadirme de los problemas del día a día.
Gracias por acogerme una y otra vez, por mucho que meta la pata.
Gracias por haber puesto en mi camino este grupo de personas
que también te buscan.
Te pido Padre… no pedirte nada.
Ana Isabel, Damián, Esteban, Gema, Iciar, Jesús, María, Mila, Puri, Reynaldo y Xinia
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús. Somos el Grupo Virtual de Jesús 6 desde hace muy poco tiempo.
Les queremos compartir algunos de nuestros comentarios y reflexiones a partir de este primer tema del itinerario.
• La Iglesia de hoy se preocupa más de temas doctrinales y morales que de temas pastorales. Por eso mismo, hay una gran sacudida en ella, al haber diferentes posiciones dentro de la misma.
• Hay una idea muy distorsionada de Dios, y lo peor es que no todo el mundo tiene ganas de escuchar la novedad del evangelio. Hay muchos prejuicios y no les interesa el tema.
• Jesús se nos aparece (en personas, circunstancias, etc.) y normalmente no lo reconocemos (precisamente porque no lo conocemos); por otro lado, pensamos que si Él viene a nuestra vida, nos la va a cambiar por completo y eso nos asusta.
• Pedro grita a Jesús, le pide que lo salve. Es como que, ante la desesperación extrema, no nos queda otra que la fe en Jesús. Es el momento en que caen todas nuestras falsas seguridades y nos quedamos ante la cruda realidad de nuestra impotencia y de que sin Jesús nada se puede.
• Lo que más me conmueve es que Jesús ha estado en todo momento ahí, sobre las aguas, esperando hasta cuando han dudado; y, aún así, no se ha enfadado sino que los ha salvado.
• Me pregunto qué es “fe”. De pequeños en el catecismo nos enseñaron: “Fe es creer lo que no vemos”. Una definición que hoy no nos vale. El papa Benedicto XVI en su libro Dios y el mundo dice: “El acto de fe consiste en que Dios está ahí y puedo ponerme en sus manos”.
• La esencia de ser cristiano empieza siempre por cambiarse al Dios de Jesus y lleva como consecuencia otro modo de estar en el mundo.
• En la persona, en la vida y en el mensaje de Jesus encontramos las claves necesarias para vivir conforme a lo que somos, para reflejar esa imagen de Dios que somos en realidad.
• El miedo nos hace desear cosas que no son. Nos hace desear que Dios actúe a nuestra manera, que Jesús sea lo que nosotros queremos. Hay personas que no llegan a verlo nunca y claro piensan que es un engaño.
• Este evangelio me sugiere un recorrido por las distintas fases hasta llegar a Jesús: 1. Sin él (las circunstancias mandan). 2. Se le niega (fantasma), se le conoce pero erróneamente. 3. Con él pero con dudas. 4. Con él las circunstancias se calman (paz). 5. Se le reconoce como hijo de Dios.
• Pedro comienza a hundirse porque, en lugar de fijar los ojos en Jesús, voltea a verse a sí mismo y sus circunstancias. Pero cuando grita “¡Señor, sálvame!”, ya no estaba dudando de la identidad del “fantasma”, sabía que quien estaba cerca era el Señor, y que tenía todo el poder, no solo de superar las características del agua, sino de salvarlo. ¡Qué evolución la de Pedro!: De una duda de quién era pasa a la fe segura de que sólo él puede salvarlo.
• Permanentemente, tanto en las alegrías como en los momentos de crisis, Jesús está siempre presente mostrándonos el camino a seguir, de infinitas maneras. Siempre está a mi lado infundiéndome una inmensa paz y un profundo gozo mientras estoy en su presencia.
• Jesús se deja encontrar y es un reto para mí porque mientras más viva mi fe con coherencia evangélica, más estaré haciendo presente ese Reino. Por eso doy gracias a Dios por habernos reunido en este Grupo de Jesús, para tratar con su Gracia de ser fermento y alegría en nuestros ambientes.
• Este grupo me puede ayudar a ver cosas que yo no veo. También, ver que coincidimos en muchas cosas me anima, porque así no me veo tan “bicho raro”. Hablar de Jesús en este grupo es como una liberación, ya que en la vida cotidiana no puede una hablar de esto con cualquiera, enseguida te tachan de “santurrona” o “beata”, y si por lo menos lo fuera… pero qué más quisiera yo ser santa ya.
• Además, este primer tema me ha enseñado que es normal vivir crisis y dudas. El texto te ayuda a darte cuenta de que éste es un proceso de día a día y de que siempre Él está ahí para ayudarte, agarrarte y salvarte.
• Creo que nosotros, desde nuestro Grupo, podemos aportar aliento y esperanza con nuestras acciones (pequeñas, de día a día) que aunque afecten a pocas personas, pueden ayudar a hacer realidad una pequeñísima parte del proyecto de Jesús.
• En el libro El pensamiento, José Enrique Galarreta S.J., dice sobre la conversión: “La esencia del ser cristiano empieza siempre por cambiarse al Dios de Jesús, y lleva como consecuencia otro modo de estar en el mundo”. Ese camino de fe y conversión es el que quiero iniciar y es el que deseo recorrer. Intentaré que mi lento avance o incluso los parones no me hagan abandonar. Y para ello mi incorporación al GVJ6 creo que me puede ayudar. Vosotros, amigos y amigas míos, me podéis ayudar.
• Jesús dijo: “Estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos”. Esto me hace pensar que por muchas dificultades y crisis que pase la Iglesia, siempre surgirán personas dentro de ella que la renueven y nos ayuden a caminar en la fe.
• Pidiendo siempre recibiremos, pero hay que tener paciencia y también saber agradecer.
• Dice la Escritura: “El aceite a su tiempo, el vino a su tiempo”. Y yo digo que el tiempo es del Señor y la prisa, nuestra. ¿Acaso no nos salva la paciencia del Señor?
• Hace unos años siempre me preguntaba en dónde esta Dios que permite que pasen tantas cosas, en donde está cuando me siento tan sola en algún problema. Ahora sé que siempre está conmigo: a través de un amigo, de alguna persona que ni conoces y te da un consejo, en la bendita tecnología que hace posible estos encuentros con personas maravillosas con las que he compartido, como todos y todas ustedes–. El problema es que nadie me había enseñado cómo reconocerlo; sabía pedir y hablarle, pero no sabía escucharle.
Les compartimos también algunas oraciones o meditaciones que han surgido.
He vivido, y vivo, zarandeado por deseos, ambiciones,
egoísmos, hipocresías, faltas de compromiso…
Y cuantas veces Jesús se me ha hecho presente,
pero no he querido reconocerlo en el hermano
que sufre hambre, soledad, indigencia.
Ni tender mi mano a la suya
para que pudiera experimentar su salvación.
Una vez más me sale, nos sale, al encuentro.
Ayudémonos a no tener miedo, confiar en Él
y tenderle nuestras manos.
Me presento ante Jesús, y ante vosotros, con las manos vacías.
Una vida mediocre y aburguesada, sin compromiso personal,
aguzado por la exigencia de Jesús de que “no todos los que dicen Señor,
entrarán en el reino, sino el que hace su voluntad”.
Ese es mi mayor aval para que el Jesús misericordioso
se apiade de mí y venga –puede que a través de vosotros– a socorrerme.
Hacerme experimentar el amor del Padre,
darme un espíritu nuevo
y la fuerza para hacerlo presente en mi vida
y en las de los que me rodean.
Así podremos hacer Iglesia y comunidad.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús. Somos el Grupo Virtual de Jesús 5 y estamos iniciando nuestra andadura.
Les queremos compartir algunos de nuestros comentarios y reflexiones a partir de este primer tema del itinerario.
La barca y su simbología
• La barca puede representar a la iglesia actual y los discípulos somos nosotros… Muchos católicos se han retirado de ella por no acercarse con sencillez, con comprensión, a sus fieles; por regañar, por sentirse superiores, por no ser pastores. El papa Francisco está haciendo muchísimo para que volvamos a las raíces del cristianismo. Y los discípulos, como yo, empezamos a medio entender ese maravilloso mensaje de Jesús.
• También puede representar la barca a cada uno de sus miembros. A veces las angustias y los vaivenes de la vida nos sacuden, nos sentimos solos y desamparados, lejos de la orilla y con los vientos al contrario, no tenemos claridad, y nuestra fe es tan débil que no vemos a Jesús por ningún lado, las dudas aumentan y nos preguntamos: ¿Será verdad todo aquello en que he querido creer desde mi infancia?
• En algunos momentos yo también me voy lejos de esta tierra firme que es la comunidad y azotado por las grandes olas como las corrientes filosóficas, el consumo, la pereza, he ido navegando sin rumbo fijo… Pero resulta que cuando fijo el rumbo, tengo que navegar contra corriente. Me duele que mi propia comunidad parroquial no valore la importancia del evangelio en su vida… Pero ahí recibo la buena noticia: ¡Ánimo, no tengas miedo!
• Como dice el estribillo de una canción de la comunidad de Taizé: «De noche iremos, de noche, que para encontrar la fuente solo la sed nos alumbra”.
Las palabras de Jesús en nuestra vida cotidiana
• Permanentemente, tanto en las alegrías como en los momentos de crisis, Él está siempre presente mostrándonos el camino a seguir, de infinitas maneras. Siempre está a mi lado infundiéndome una inmensa paz y un profundo gozo mientras estoy en su presencia.
• Descubrir a Dios es un encuentro que cambia la vida y creo que en este momento en el que a nadie le importa el otro, donde la soledad es la tormenta que arrecia fuertemente en todas las situaciones humanas, la voz de Jesús se da en el interior de cada uno. Es Él que sigue estando a nuestro lado. Como Pedro, esperamos su mano.
• Es fácil llevar adelante la vida de fe, cuando los otros aspectos de la vida están bien, pero cuando la situación personal o familiar es dolorosa o complicada, menos aún reconocemos a Jesús, a quien podemos por momentos percibir como un fantasma, alejado de nuestra realidad, del aquí y el ahora.
• Como dice el estribillo de una canción de la comunidad de Taizé: «De noche iremos, de noche, que para encontrar la fuente solo la sed nos alumbra”.
• Muchos seguimos viendo a Jesús como un fantasma, es decir como alguien interesante que dijo e hizo cosas maravillosas pero que no nos interpela… A esto llamo conversión: a dejarnos interpelar por la persona de Jesús, al que no podemos seguir sintiendo como un fantasma.
• Cuando Jesús te toca el corazón y te dice: «Soy yo, ánimo», es como si se te trastoca todo, te deja totalmente KO, y no sabes si te lo has inventado todo y puede ser un recurso de la mente. A mí me costó mucho discernirlo, porque pensaba que me había vuelto tarumba, pero lo mejor es hacer como Pedro, arriesgarse y así ver si es verdad.
La fe de Pedro
• Últimamente mi vida es como la oración de Pedro, un andar sobre las aguas sosteniéndome solo en la fe y en el llamado de Jesús, confiando ciegamente en lo que Él me pide y adonde Él me quiere llevar.
• Entiendo a Pedro perfectamente, es más, creo que Pedro somos todos, que nos caemos a menudo y nos dejamos comer por las dificultades. El mérito de Pedro es que reconoce que es vulnerable y extiende su mano cuando está a punto de caerse, grita a Jesucristo pidiendo ayuda, y se deja agarrar por Él.
• Cuando he atravesado situaciones difíciles y me he hundido, he gritado en la oración como Pedro: ¡Señor, sácame de esta situación! Sola no puedo. Pero os tengo que confesar una cosa: Creo más que nunca en la misericordia de Dios y que soy yo la que no me perdono.
• Pedro parece un poco loco, seguramente eso pensaron los otros en la barca. No entiendo su fe, pero de repente necesitamos hacer algo así, decir, voy, es imposible, pero con el Señor Jesús voy para adelante.
Les compartimos también algunas oraciones o meditaciones que han surgido sobre nuestro compromiso y el deseo de Jesús que tenemos en nuestro interior.
Su voluntad fue siempre mi norte.
Él me enseñó y me guió continuamente.
Su palabra me dio las herramientas
para vivir más profundamente sus enseñanzas.
Cuando descubrí que él era el camino, la verdad y la vida,
comencé a amar la vida, que tanto me costaba asumir.
Quiero volver a Jesús de una manera diferente,
más sencilla, más compasiva, más humana.
Quiero entender sobre el Reino de Dios,
que tantísimas veces Jesús nos enseñó,
pero que, por nuestra poca fe, no la entendemos.
Yo reconozco que estoy alejado de la barca,
porque esa barca va llena de muchas cosas que no me dicen nada.
Hace mucho rato me bajé de ella y navego solo motivado por Jesús,
por su mensaje y su entrega.
Cada día, en él, me abro al servicio
y veo la realidad sufriente de muchos hermanos,
y al horizonte veo cómo la barca cada día se aleja más y más
de las realidades existenciales de personas que deberían ir en la barca.
Quiero, Señor, navegar en la barca nueva,
la que navegará por la realidad del más pobre,
del huérfano, del abandonado, del sin techo,
en pocas palabras, navegar en el infinito mar de los últimos.
No peco de presumido si digo que globalmente no soy miedoso,
pero sí que tengo miedo a cansarme en mi camino de lucha por el Reino.
En estos momentos necesito tu mano… ¡Ánimo!
Sí tengo miedo a no tener éxito en los trabajos que realizo,
sobre todo en la parroquia… ¡Compartir!
Sí tengo miedo a que me critiquen
y más si los míos no me comprenden… ¡Fortaleza de ánimo!
Sí tengo miedo, nunca antes experimentado,
de no saber transmitir la fe a los demás… ¡Confía en mí!
Dame tu mano amiga, Jesús… Agárrame… Levántame el ánimo
y haz que sepa vivir con mis temores pero confiado en ti.
Los Grupos de Jesús proclamemos,
con nuestra vida y nuestros gestos,
que estamos cerca de Jesús
y queremos seguirle con alegría, juntos,
con la mano tendida de Jesús,
que nos quita los miedos y las vacilaciones,
y que no nos dejará que nos hundamos.
En medio de la vida hay momentos difíciles y momentos en que las cosas se ponen complejas. Aunque todo pareciera ir bien, de repente se levanta una tormenta, y allí es cuando vemos a Jesús. Quiza uno piensa, ¿Pero quién soy yo para que Él se fije en mi problema? De pronto me llama por mi nombre, y me dice, no tengas miedo, ven. Uno mira para todos lados. Pienso, soy muy mal nadador, me da miedo caminar sobre el agua, pero si aún no se han inventado artefactos para caminar sobre el agua, no, esto no puede ocurrir ni siquiera en Hollywood. Pero bueno, haremos la prueba, no hay nada que perder.
Algo así me andaba ocurriendo antes de encontrar a Grupos de Jesús. Una barca con muchas complicaciones. Viento, lluvia, algo sin entender bien lo que está pasando. Y aquí estamos. Un desafío de caminar con Jesús sobre las aguas, y permitir que Èl tome nuestras debilidades, nuestro mal genio, nuestra inutilidad, nuestra vergüenza, y seguir adelante, concentrándonos en Jesús y no en las olas, ni en el qué dirán, ni en todas las cosas negativas que puedan cruzarse por mi mente.
Un saludo fraterno a toodos los que ha iniciado como nosotros a un encuentro mas cercano con Jesus. abrazos y ya les comentaremos que dicen nuestros hermanos que participan en esta nueva era de cambios.
He estado un rato repasando vuestros comentarios y es realmente un privilegio teneros de compañeros.
¡Cinco Grupos ya…! «La semilla crece una vez sembrada… sin que se sepa cómo…» La fuerza está en su interior y ahí vamos poco a poco, con la seguridad de su Presencia entre nosotros.
Solo quería poneros estas líneas para compartir la alegría que me ha dado ver crecer con ilusión y entusiasmo a todos esos Grupos de Jesús.
A todos (os he contado… creo que somos unos 47) pues… a cada uno… ¡un fuerte abrazo! Y que sigamos adelante.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús.
Hace un par de meses comenzó nuestra andadura como Grupo Virtual de Jesús (el 5), junto a otros dos grupos. Nos hemos ido conociendo y, tras reflexionar sobre el tema 1 de Grupos de Jesús, queremos compartiros algunas de nuestras reflexiones y comentarios.
Estas reflexiones son más de corte personal:
Creo que nosotros somos los apóstoles en esa barca, y que Jesús está siempre a nuestro lado, y siempre dispuesto a escucharnos y entrar en acción, aunque a veces nos preguntará dónde está nuestra fe… ¿Qué pasaría si los apóstoles no le hubieran despertado, si simplemente hubieren confiado que si estaban con Jesús -aún viéndolo dormido- todo estaría bien y nada les pasaría? ¿Habrían sido tragados por el mar? Y Jesús, ¿hubiera caído con ellos? ¿Somos capaces de creer que si estamos con Jesús (y ellos positivamente estaban con él…) estaremos bien, por encima de nuestro sentir y entender humano, racional?
Siempre me ha llamado la atención aquello de que, obedeciendo al “ven”, caminaba sobre la aguas… “Pedro” se comenzó a hundir “al ver la violencia del viento…”. Dejar de mirar hacia El y comenzar a ver las olas, eso nos hunde… Espero hacer vida lo anterior para que desaparezca el fantasma y con el viento en calma pueda navegar con Uds.
¿Es Jesús Hijo de Dios porque calmó el viento? Yo no lo creo, más bien reconocen a Jesús como Hijo de Dios porque en medio del temporal, es capaz de sacar a Pedro, medio hundido y ambos se suben a la barca en medio del temporal.
Considero que nos hemos alejado de lo verdaderamente importante en nuestra Iglesia, que es la persona de Jesús, y ahora vemos a tantos sentirse desorientados y con miedo. Cuando los discípulos gritan que es un fantasma, me impresiona porque muchas veces estamos tan alejados que no reconocemos a Jesús. En lo personal nunca he creído que la fe es un engaño, lo que sí creo es que la fe la debes alimentar para que siga creciendo, porque si no, te quedas en la nada, máxime cuando hay dificultades.
Estoy en una etapa como de indiferencia de lo religioso, como de no avanzar hacia ningún lado. Siento que estoy como apagándome de a poco. Como alguien que se está ahogando y patalea con todas sus fuerzas para mantenerse a flote, con la esperanza de que alguien o algo se presente para aliviar este sentimiento de soledad y abandono que me atormenta. No logro encontrar mi rumbo. No encuentro ese mensaje de amor, la buena nueva en el mensaje que recibo en la iglesia… Es donde creo que me puede ayudar este grupo.
A estas alturas de mi vida, después de tanto… lo que más me entristece es verme hundido y tener que gritar, al tiempo que alzo mi mano pidiendo ayuda. Después de tanto tiempo, sigo siendo un hombre de poca fe; sigo siendo una criatura, un proyecto inacabado… sigo preguntándome por mi camino: ¿cuándo?, ¿por dónde? La fe sigue siendo un don. Yo sé que Jesús piensa en mí, no deja de verme. Y cuando le parece (dice el texto bíblico «al final de la noche») toma mi mano y me alza, me libra y me libera. ¡Qué momento! ¡Qué anhelo! ¡Qué deseo!
La crisis religiosa es un tomarse la religiosidad cada uno a su manera, es ver a Jesús y su doctrina cada cual como mejor le conviene. Hablamos de Cristo todo el tiempo pero no podemos actuar como él ni siquiera en lo más simple. El grupo puede ayudarme a incrementar el conocimiento de la vida del Salvador pero no sé si puede darme lo necesario para llevar esto a que se traduzca en obras que produzca en mí un crecimiento espiritual. Hay que tener en cuenta que esto es algo individual, la gente que nos rodea o que comparte nuestro andar por esta vida solo puede ayudarnos y nosotros podemos a su vez ayudar, de una forma limitada.
Pensando en los apóstoles en la barca, me parece darme cuenta que ellos -y nosotros como ellos- estaban en permanente conversión, en permanente crecimiento; veían a Jesús -en su caso directamente- veían milagros maravillosos, pero no terminaban de asumir lo que finalmente Él les dice más adelante: «No temáis, yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos»; ellos no terminaban de asimilar que Jesús estaba con ellos, allí en la barca; aunque no lo vieran, necesitaban la evidencia de los ojos, de verlo caminar hacia ellos. Debo preguntarme ahora: ¿Estoy consciente de eso? ¿De lo que eso significa? Él está conmigo en cada instante de mi vida, ¿pero lo creo de verdad? ¿Actúo conforme a esa realidad?
Y estas otras reflexiones intentan ir un poco más allá.
Son muchas las circunstancias que se viven en el trabajo, la familia; en nuestro país son momentos difíciles y creo que solo a través de la oración podemos sobreponernos y seguir caminando al encuentro de Nuestro Señor. En mi entorno muchos ven a Jesús como un fantasma, solo lo buscan en la necesidad, pasan muchos años y la situación es la misma, el evangelio es muy claro, siempre pedimos pruebas concretas sobre todo en la necesidad.
La sociedad en la que yo vivo ha cambiado tanto, que las personas parecen vivir al margen de la religión. La iglesia acostumbrada a tener fieles ya no los tiene. Las personas iban a la iglesia pero ya no van. La iglesia antes las recibía, ahora debería levantarse e ir a por ellas, pero no se termina de levantar. ¿Por qué? ¿Se encontrará más cómoda la iglesia enseñando doctrinas y mandamientos? ¿No estará llamada a algo más?
Ustedes son mis compañeros de barca y sabemos que cada uno debe salir a caminar por las aguas de cada una de nuestras realidades en tan diversos países. Gracias por esta oportunidad de embarcarnos juntos; el movimiento o balanceo no me debe asustar. Sin miedo, no me hundo, y Jesús siempre me agarrará cuando dude de su amor.
Son tiempos difíciles para nuestra Iglesia, hemos perdido el rumbo. Por eso debemos volver nuestra mirada a Jesús; nos hemos separado de la Vid… y separados, no damos frutos, o nuestros frutos son amargos. “Como hombres y mujeres de fe, sigamos apoyados en la debilidad de la fe”.
¿Qué consideramos «cierto» o «incierto» cuando se habla del futuro de la Iglesia? Cómo clasificaríamos un futuro diferente –opuesto- al pasado de «cristiandad»? ¿Qué significa para nosotros una Iglesia sin poder, sin multitudes, sin privilegios? Imagino que no pasa por nuestras mentes considerar como «incierto» el futuro de una Iglesia que es más evangélica, menos preocupada por estar en el centro del escenario, y sí esforzándose por seguir más fielmente a Jesús…
Una de las cosas que más me llama la atención en el texto es que, de entre todos ellos, solo es Pedro el que sale de la barca, solo es Pedro el que pide lo sorprendente, solo es Pedro el que se aventura. El resto se queda en la barca. No sé si estoy en lo cierto, pero yo deseo encontrarme a más Pedros en mi vida, en mi parroquia… Y lo que más parece que me encuentro son personas subidas en la barca, que no terminan de pedir lo sorprendente, no acaban de saltar de la barca en medio del temporal.
Menciono dos actitudes: La primera (y quizás más extendida), la de aguantar el temporal subido en la barca, esperando que sea Jesús (o Dios mismo) el que haga cesar el temporal. Yo diría que esa es una fe cómoda. Una fe en la que se desea una vida tranquila y en contrapartida se ofrece una fidelidad al rito religioso, a la doctrina, a la moral establecida. La segunda (y la que yo echo de menos), la de pedir lo sorprendente al tiempo que se salta de la barca en medio del temporal. Entregándose a lo incierto, a la fe con mayúsculas, con el brazo en alto dejando que Jesús (cuando lo estime oportuno), a pesar del reproche, nos haga caminar sobre las aguas…
Creo que es una decisión personal buscar que tu fe sea más adulta y crezca. Es complicado hacerle ver a alguien que se comprometa, sino nace de él mismo. Mi aportación a la sociedad sería ser una mejor persona, entregarme al Proyecto de Jesús, que la mayoría de veces es caminar en aguas y no en tierra firme.
Ánimo. Soy Yo. No tengáis miedo.
Si eres tú, sálvame y ayúdame a dejar mis miedos, a asumir este reto.
A comprometerme contigo, Señor.
A permitirte que tomes el control de mi vida y dejarme sostener por ti.
A no sentirme autosuficiente sino con humildad pedirte: ¡Señor, sálvame!
Abigail, Alfonso, Eva, Fernando, Francisco, Fernando, Luis, Osvaldo, Virna, Mario y Rita
Grupo Virtual de Jesús 5
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús.
Nuestro Grupo Virtual de Jesús (el 4) también comenzó hace un par de meses. Después de haber compartido el tema 1 de Grupos de Jesús, les compartimos algunos de nuestros comentarios y oraciones.
Primero, algunas reflexiones más centradas en nosotros mismos:
Pedro cae porque siente miedo y desconfianza en el proyecto de Jesús, no cree la palabra de Jesús, siente miedo y por eso se hunde, se hunde en sus seguridades y certezas humanas, en el agua del mundo que solo ofrece turbulencia y zozobra cuando no se vive con Jesús. Como Jesús es compasivo y me ama, me acepta como a Pedro, impulsivo, débil, confiando en mis propias fuerzas, casi ahogándome en mis dificultades, dolores, angustias, mi vida misma, etc. Y extiende su mano ante mí para que no olvide que está ahí, a mi lado, acompañándome siempre.
La «Barca» para mí es mi actual situación: el trabajo, mi familia, mis responsabilidades. Es en lo que estoy «embarcado», es con lo que me siento identificado y comprometido en esta etapa de mi vida. Este texto me hace meditar que Dios me dice «calma», no te presiones, no es tu momento de ser Pedro, o no todos seremos como él. Eso me da paz y confianza de sentir que yo y lo que me rodea somos parte de su proyecto, el que se va construyendo y nutriendo de nuestros actos diarios o semanales de buena Fe, por rutinarios, comunes y por poca cosa que parezcan.
¡Ánimo, soy yo, no teman! En mi larga vida he vivido muchas situaciones similares y Jesús me rescata siempre. Me podría llamar “Pedra”… me identifico con él en mucho.
Me quedo también con la actitud de Jesús, de acercarse: siempre se está acercando (de hecho no puede estar más cerca). Su invitación: “ven”. Más bien para decir no te alejes de tu propia esencia, de tu ser Hijo y hermano con todos los seres. Y también las palabras que resuenan con ternura: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?” no son palabras dichas con enfado, impaciencia, severidad, ni siquiera queja o sentirse defraudado.
La reacción de Jesús es hermosa porque al instante acudió a tender la mano. Sí, Jesús si es para mí una mano tendida que me agarra en los momentos de crisis.
Siempre he sido muy aficionada a la pesca deportiva, hasta hace poco los barcos solo tenían dos medios de propulsión, vela y remo. La vela latina, de forma triangular, imita muy directamente el triángulo trinitario, pero si el patrón pierde el control de las velas por despiste o por fuerte viento es muy fácil perder el rumbo y que la barquita vaya a pique. La barca en la que navegan los discípulos está ya muy lejos de la orilla, sacudida por la solas, porque el viento era contrario. Quizás solo ha transcurrido un minuto, pero rápidamente hay que rectificar el rumbo o se van a pique. Susto y gritos. Ellos conocen el mar, quizás no tanto el camino de la fe.
Debemos fijarnos mucho en la imagen “Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo”. ¿Por qué has dudado? La práctica marinera me ha enseñado que esta mano tendida debe sobrepasar la fuerza del que se hunde… ¡Cuánto amor, fuerza del Espíritu simboliza y contiene! Es importante que todos sintamos esta mano omnipotente que siempre nos conduce a la seguridad y a la paz del amor del Padre.
Los discípulos entran en crisis porque no reconocen al Señor y les da miedo. Y a mí sí que me ha pasado, claro que sí… Fracasos, enfermedades, la cantidad de llamadas a buscar la felicidad fuera de Dios, el desgaste de ser “la rarita” en el trabajo, con los amigos… y dejar de tener credibilidad por creer en Jesús, el no poder comprobar algo sobre lo que estás basando tu vida me ha dado vértigo, mucho… y he llegado a preguntarme si no nos habremos inventado a Dios, a Jesús… Si no me estaría engañando a mí misma… Si no tendrían razón todas las personas (y muy buenas personas) que conozco que piensan que esto de la fe es un autoengaño para tranquilizarnos y no pensar que con la muerte acaba todo. Y creo que si no he salido corriendo es por la experiencia inexplicable de que Alguien sostiene mi fe desde lo más profundo de mi misma y cuando logro callarme me llena de paz y confianza. Como si desde dentro a mí también me dijera: Ánimo, soy yo, no temáis… Venga no le des más vueltas y confía un poco que soy yo de verdad.
En este grupo busco poder salir de debates doctrinales que han enfrentado a personas y que a veces me provocan confusión. Me gusta cuando Jesús y su evangelio están sobre lo demás. “Señor Jesús: Tengo miedo de ir por un camino falso, diseñado más por nosotros los hombres que por ti. Tengo miedo cuando siento un muro que mi sentido común no sabe salvar, tengo la duda de que sea mi orgullo y vanidad, mi egocentrismo los que me engañan y me hacen sentir esa confusión al discernir verdad y fariseísmo”.
Ahora, otros comentarios mirando más allá y algunas oraciones que brotaron de nuestra reflexión:
Pienso que como institución la Iglesia, al menos en mi país, se ve alejada de Jesús. Se ha quedado en los ritos, la liturgia desencarnada, fría, deshumanizada que no llega al corazón de los creyentes con el kerygma de Jesús. La veo como un cumplimiento de deberes y normas que pesan sobre cada persona. Además de una tradición y una religiosidad popular que la lleva cada vez más a «alejarse de la orilla».
Jesús me entiende y me soporta. Creo que me ama con todas mis imperfecciones, así como ama a Su Iglesia que también pasa por crisis, una más de muchas que ha vivido. Él espera que le miremos, que fijemos nuestra mirada en Él y no la apartemos.
Aunque la llamada de Jesús infunde fuerza y decisión en un principio, los hombres siempre nos sentimos inseguros en medio de las empresas o proyectos desconocidos o cuando sentimos que nos superan. Entonces aparece la duda. Pero cuando Jesús sube a la barca, el viento se calma. Ojalá suba pronto Jesús a la barca de los discípulos, nuestra iglesia y deje de ver amenazas por los cuatro costados.
Os agradezco muy sinceramente vuestro compartir. Este grupo me está ayudando de varios modos: es un marco en el que iniciamos un compartir de vida y fe, en profundidad, que siempre es enriquecedor (lo he sentido al leer vuestras aportaciones). Por otro lado es una llamada al compromiso hacia mí mismo (me obliga a dedicarme un tiempo), hacia vosotros (como deber de reciprocidad) y hacia todo lo demás (ya que supone que no solo nos quedemos en las ideas)
Mi fe, siempre pequeñita, parece que va creciendo por la navegación, rumbo al Infinito, en ese barco que es la Iglesia universal, servidora de todos; al lado de los pobres-predilectos del Padre me siento bien, relajada y feliz. En este momento lo más importante es ser sembrador de Paz, recogiendo ropa, alimentos, compartiendo pobreza, intentando abrir los caminos y miradas hacia el Infinito.
Me gustaría vivir este recorrido con mucha apertura, mucha confianza y mucha disponibilidad. Me gustaría que este caminar juntos, aunando fuerzas, confirmara mi deseo de permanecer en su seguimiento, de colaborar en la construcción de su reino y me diera luz para comprometerme cada día un poco más.
Vengo a ti, Jesús, lleno de miedo, de inseguridades, de luces y de sombras.
Tú sabes lo que guarda mi corazón, y lo que me impide responder a tu proyecto.
Dame sabiduría, entendimiento y fortaleza para ser tu testigo y multiplicador.
Guíame, Jesús, porque este mundo y su corriente de facilismo me quiere alejar de tu proyecto.
Dame audacia para anunciar tu evangelio allí donde no te conocen, con la certeza de que tú caminas, y haces historia de salvación con mi pobre humanidad. Amén.
Padre Eterno, gracias por mi vida, gracias por esta oportunidad de conocerte a través de estos hermanos en este «Grupo virtual».
Gracias porque te has querido quedar con nosotros en la Palabra en el Evangelio.
Padre Eterno, danos tu Espíritu Divino, lleno de luz, de discernimiento, de sabiduría, de fortaleza, para poder darte lo que Tú nos pides.
Bendice a cada uno de nosotros a nuestras familias y llénanos de Ti.
Señor creo en ti, en tu amor, dame tu Espíritu Santo para poder compartir el gozo que ahora me invade.
Te siento cerca, a mi lado, sosteniendo mis flaquezas.
Te doy gracias por todos los dones que recibo a cada momento, a través de las plantas, del cielo gris y la tormenta, la calma que me das en mis ansiedades, la salud física y mental y me abandono a tu infinita misericordia.
Señor en tus manos pongo mi vida y la de mi familia.
Acompáñanos y bendícenos en nuestro caminar en este Grupo Virtual,
sé nuestro Guía y sostén. Te alabo y te doy gracias.
Alejandro, Carmen, Elvira, Florentino, Ignacia, Ilse, José, Julio, Lucila, Margarita, Francisco y Loli
Grupo Virtual de Jesús 4
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús.
Somos uno de los tres Grupos Virtuales de Jesús que comenzaron en el mes de junio. Tenemos el gusto de compartiros algunas de nuestras reflexiones y comentarios que hemos ido compartiendo en el primer tema del proceso de Grupos de Jesús.
Desde un enfoque personal
Creo que Jesús me mira y respeta profundamente mis anhelos, mis errores en el modo de buscarlo… Él me mira y no me regaña, no me molesta. Él sabe que, con toda mi torpeza, soy un ser que lo busca y lo anhela mucho. Cuando me tome de la mano y esfume mis miedos y adquiera fuerza, podré ver claramente y echaré andar hacia un profundo ejercicio cotidiano de trabajo por la Justicia y seré otro, seré transformado, con mi decisión y su calor real. Es mi esperanza.
El Señor nos conoce, nos calma y nos da seguridad a pesar de nuestra visión fantasmagórica de su presencia. No tenemos mucha fe. Es la verdad. A veces me pregunto si a muchos nos mueve más una especie de superstición o una necesidad imperiosa de que haya un alguien mago o todopoderoso que nos soluciones nuestros problemas. Pero Jesús nos invita a caminar hacia Él sin tantas preguntas y sin tantas dudas.
El “soy yo, no temas y ven, hombre de poca fe” nos desarma y cuestiona cómo estamos viviendo nuestra vida. ¿Conocemos realmente quién es ese Jesús que nos llama a seguirlo a pesar de cualquier ley?
Yo tengo muchas veces esa sensación de seguir a un fantasma, y siento el vértigo de caminar en un suelo nada firme. Como Pedro, me hundo ante el miedo y me falta fe. Pero creo que, de alguna manera, seguir a Jesús es eso. Después, cuando siento su misericordia, se acaba toda incertidumbre y viene la paz y una sonrisa que me sube a los labios porque Él ha estado conmigo y el lago revuelto de la vida se ha convertido en una balsa de agua.
Pienso que lo que realmente me daría mucho, mucho miedo es no esperar que Él vaya a aparecer con su mano tendida hacia mí, hacia el mundo entero. Creo que esa es mi verdadera fe. Saber que está ahí siempre aunque yo no sepa reconocerlo y no oiga su voz diciéndome: «Animo, soy yo. No temas».
La gran pregunta de una buscadora como yo es: ¿Cómo vivir mi fe y mi seguimiento a Jesús sin hundirme ante las dificultades y contradicciones que encuentro en los Evangelios y en general en la Biblia?
Muchas veces yo le he dicho a Dios «Sálvame, ayúdame, yo no puedo», cuando yo ya había hecho todo lo que tenía que hacer. Entonces me siento impotente y totalmente dependiente de ese Dios que sé que me ama y no me dejará hundirme… Además me empuja a luchar a trabajar, a servir, a amar…
Soy mujer de poca fe, cuando sabiendo lo que Jesús espera de mí, «me ahogo» no lo logro en mi familia, a veces entre mis amistades… Mi caminar es caer y levantarme y volver a caer… y Jesús me da ánimo poniéndome al frente personas que me necesitan. Siento que el grupo es también la mano que me agarra y me dice Ánimo.
Pensando en el Reino y en la Iglesia
Los vientos no son buenos compañeros de camino, pero están ahí… Es preciso un aprendizaje constante y consciente de ese convivir: en ello quiero seguir, siempre contando con quién dialogar al respecto. Por eso lo del grupo virtual me está costando entrar. ¡Qué bueno poder dialogar el evangelio en vivo y directo con quien te es cercan@ y quiere!
El Reino ya está entre nosotros y para ir destapándolo, dejando que se note, hay muuuuuchas personas empeñadas. La claridad, confianza y buen hacer de tanta gente me impulsan también a seguir confiando y no dudar, aún en medio de tantas palabras tan poco acertadas de algunos eclesiásticos, que están más a la vista.
Creo que mi fe no está en crisis. Solo siento rebeldía hacia los ritos y costumbres obsoletas de la Iglesia. Yo creo que lo que se vive en nuestras iglesias es la inercia y la sumisión. Se cuestiona poco… Lo que yo puedo aportar es mi testimonio con mi vida, tratando de ser feliz y contagiando paz.
Siento como que en la Iglesia actual hay muchas voces y cada una está «defendiendo su verdad”. ¿A quién seguimos? A algunos nos cuesta alejarnos de lo conocido: los ritos, lo que siempre hacíamos… A otros, «navegar mar adentro» nos asusta, dudamos; y a veces se nos trata con violencia por no seguir al pie de la letra «lo que siempre se hizo”.
Esta Iglesia tiene un trabajo inmenso y siento ganas de colaborar y desmantelar lo que urge. ¿Será este grupo virtual mi primera experiencia de regreso a casa? ¿Con estos locos y locas cibernautas de un Jesús dueño del cosmos y de las ondas en que viaja este correo?
Sueño con una Iglesia-testigo de Jesús. Sé que muchas veces lo es, pero me gustaría que fuera siempre, que al hablar de los cristianos se hablara de personas dispuestas a seguir a Cristo, personas misericordiosas, que acompañan a los «pecadores» más que a los «justos». De todas formas, espero no huir nunca más. Siempre estaré con los débiles y a favor de la misericordia, y no de la adustez y las malas caras.
Fernando, Laly, Jose, Rosa María, Manuel, Marisa, Rosa Ignacia y Pocho
Grupo Virtual de Jesús 3
Tuve la experiencia en el grupo de espiritualidad del Centro Espiritual de Toluca de vivir este evangelio y precisamente llore por mis temores, pero después me animo el mismo pasaje y entonces me libere de temores y hasta la fecha me sigue sirviendo porque me enfrento a las situaciones, sin temor cuando confió en Dios. Pero lo mas gratificante fue y es saber que Dios me ama como soy y que me perdona. desde entonces y hasta ahora confieso fácilmente que Dios me ama y yo también lo amo. Pues puedo comentar que pase hace seis años por un proceso de cáncer y sin El no hubiera podido enfrentarlo y aquí estoy; para darle la honra y la gloria
A menudo, cuando estamos en una reunión de amigos, no nos atrevemos a confesar que somos creyentes. Nos da miedo que se rían de nosotros, que nos tachen de tontos por el hecho de creer en Dios.
Hay estudios recientes en que nos aseguran que las personas son menos creyentes cuanto más inteligentes son. Se dice que una persona inteligente no puede aceptar las creencias que no estén sujetas al razonamiento lógico.
Los cristianos tenemos muchas imágenes diferentes de Dios, y no nos paramos a descubrir cuál es la imagen de Dios que nos muestra Jesús. Jesús nos habla de un Dios cercano, un Dios que nos ama, Un Dios que sólo quiere nuestra felicidad.
¿Qué es lo que Jesús nos enseña? Jesús nos enseña cómo es y cómo podemos vivir el Reino de Dios a través de sus parábolas y de su vida. ¿Qué es el Reino de Dios? El Reino de Dios es un reino como lo quiere Dios: un mundo más feliz para todos, empezando por los últimos. ¿Cómo podemos vivir el Reino de Dios? Viviendo como Jesús, compadeciéndonos de las personas que tengamos a nuestro alrededor, y tratando de hacer un mundo más feliz.
La barca me recuerda a la reunión de amigos, el viento contrario me recuerda al ambiente que se está creando en la reunión. En un momento dado sale un tema que nos interpela por dentro, es Jesús que se nos acerca, y nos entran las ganas de intervenir, Jesús me anima a hacerlo, pero al final desisto por miedo a sentirme rechazado por el grupo, me hundo, no encuentro las fuerzas para intervenir, y le pido ayuda “¡Señor, sálvame!”. Jesús me tiende la mano y entonces es cuando encuentro la fuerza e intervengo. Al final parece que todo ha salido bien, mi opinión no ha sido ninguneada, y a todos les pareció interesante. No sé como lo conseguí, pero yo veo la mano de Jesús que me sostiene.
En medio de nuestras oscuridades, cuando el viento sacude nuestras vidas, si invocamos Su nombre, Jesús irrumpe en nuestras vidas para decirnos “Animo no temáis”. Debemos tener fe, creer en su palabra de vida para no hundirnos y seguir caminando hacia El, si dudamos cuando pedimos que nos salve, nos tendera Su mano, pero se entristecerá porque hemos dudado. “Señor tengo fe pero dudo, aumenta mi fe porque nada es imposible para el Hijo de Dios”.
Hola a los compañeros del Grupo virtual 2.
Es una alegría saber que también estáis en este camino. Es verdad, como dice vuestro comentario, que Él siempre está ahí… y que esta experiencia tan viva y llena de esperanza nos tiene que empujar a compartirla con todos los que encontremos en nuestro entorno.
Un abrazo a todos
Mercedes (Del Grupo virtual 1)
Hola, amigos. Somos el Grupo Virtual de Jesús 2. Al igual que el otro Grupo Virtual estamos comenzando esta experiencia desde hace unos meses, y os la contaremos en otra ocasión.
En este comentario os queremos compartir algo de lo mucho que hemos aprendido en este primer tema de Grupos de Jesús. Esta es una selección de algunos de nuestros comentarios:
En el grupo podemos ayudarnos a sentir más de cerca la mano de Jesús. El grupo será un vehículo de acercamiento a él.
Los Grupos de Jesús nos pueden ayudar a reafirmar nuestra fe y a conocer mejor y en más profundidad a Jesús y lo que nos quiere trasmitir con su mensaje de esperanza, ánimo y de no tener miedo.
Desde el grupo podemos mostrar a nuestros cercanos que Dios vive y que creemos en Él, con nuestras actitudes y acciones, viviendo positivamente y con fe nosotros mismos para que puedan “ver” lo que les “decimos”.
Creemos que si estos grupos nos ayudan a encontrarnos más profundamente con el Señor será inevitable que hablemos de él a los demás. Debería ser una actitud constante el animar al que necesite una palabra de Vida, decirle que Jesús lo llama y que en él se encuentra la respuesta.
Queremos unir, a estas palabras, una oración de una de nuestras compañeras. Como no podemos rezar juntos porque trabajamos de manera virtual, estas oraciones que nos intercambiamos nos ayudan a rezar juntos a pesar de la distancia:
A ti, Dios Padre te alabamos, te bendecimos y te damos gracias
porque, en tu infinita misericordia,
nos has dado la oportunidad de acercarnos a tu Hijo,
de conocerlo mejor a través del Evangelio,
que hemos meditado en este primer tema,
y de comprender que él siempre está ahí,
atento para ayudarnos y no permitir que nos hundamos
en un mar de dudas, angustias, miedos.
Por el contrario, sentimos que nuestra fe ha crecido
a través de tu Palabra y la edificación mutua en Cristo Jesús.
Que tu Santo Espíritu nos ilumine y fortalezca nuestra voluntad
para dar testimonio del amor de Cristo en nuestras vidas,
a través del servicio a los demás,
en especial a los más necesitados y marginados.
Aunque hemos tenido un comienzo algo accidentado porque ha habido varias bajas y altas en muy poco tiempo, estamos encantados y agradecidos por esta experiencia de Grupos de Jesús. Un abrazo a todos
Amparo, Begoña, Esperanza, Mónica, Isabel, Teresa y Ángel
Hola, amigos. Somos el Grupo Virtual de Jesús 1 y estamos comenzando esta andadura desde hace unos meses. En otra ocasión nos presentaremos más ampliamente y os compartiremos cómo es nuestra experiencia.
Ahora queremos reflejar algunos de los muchos frutos de nuestro trabajo con este primer tema de Grupos de Jesús. Nos ha sido muy difícil seleccionar algo, de entre lo mucho que hemos compartido, pero quizá en estas palabras coincidimos mucho:
El mayor enemigo de la fe no es la duda, sino el miedo.
El miedo paraliza, la duda invita a ponerse en marcha, a buscar.
Nuestra fe vive más de preguntas que de respuestas definitivas.
¡Ánimo!, nos dice Jesús. ¡No temáis!
Pues… ¡vamos de la mano todos juntos a caminar sobre las aguas,
con nuestros ojos fijos en los suyos!
Y como las palabras siempre se quedan cortas para expresar estas experiencias, y más cuando se trata de Dios, os regalamos también esta oración de una de nuestras compañeras:
Señor.
Es la fe, a la vez,
bella aventura
en tu seguimiento,
y es caminar a oscuras
por el desierto.
Es arriesgarlo todo,
y se siente el miedo
de andar sobre las aguas
y hundirse luego.
Tú vives en nosotros,
vas compartiendo
tu ilusión por el Reino:
Anhelos, esperanzas,
proyectos, sueños…
Y hasta las amarguras
del sufrimiento.
Tan cercano te ofreces,
por compañero,
que eres amor, ternura,
abrazo y acogida,
luz y consuelo…
Y ¡se me ensancha el alma!,
y… pierdo el miedo…
¡Y empiezo a amar el riesgo
de andar sobre las aguas
hacia tu encuentro!
Estamos encantados y agradecidos por esta experiencia de Grupos de Jesús y, aunque nuestros encuentros y comunicaciones son virtuales (por internet), os aseguramos que son muy, muy reales. Hasta otra.
Adelaida, Amelia, Constanza, Manuel, Mari Carmen, Mari Cruz, María Jose, Mercedes, María Dolores, Pilar y Antonio
Querido Grupo de Jesús Virtual 1
Gracias por compartir su fe. Les envío a todos un abrazo pascual. Yo estoy en el Grupo de Jesús Virtual 2 y me alegra saber que hay otros corazones en la misma sintonía. Deseo que sigan animosos en esta aventura donde Jesús nos acompaña en el camino. Unidos en oración.
MONY
Solo quiero felicitar a las personas que se dejaron enamorar como yo, de este material hermoso, digo yo, un tesoro. Bueno creo que es lo más acertado en estos tiempos contar con este libro del P. Pagola, nos ayudara, ojala a millones de personas a avanzar en este camino, del acercamiento más profundo al conocimiento de la manera de ser de Jesús, percibiéndolo desde los demás, acercándonos así a su humanidad, para comprender la vida desde su palabra, su acción. Quiera Él bendecirnos en cada reunión y sentir su presencia mas allá de nuestra perspectiva humana.
Estoy en fase preparatoria para la apertura de un primer Grupo de Jesus en nuestra Parroquia. Me anima muchísimo saber que puedo contar con la experiencia de todos Uds. que con tanto desprendimiento y amor comparten su aprendizaje ayudándonos a allanar el camino. Gracias Cirineos!!.
Querida Julieta:
Bienvenida y gracias por vuestro deseo de participar de los Grupos de Jesús. Te envío un email para que, por favor, nos des todos los datos que consideres oportunos. También lo puedes hacer a través del formulario de Contacto de esta web. De este modo podemos hablar con más privacidad y sin poner en público datos personales.
Este espacio de la web está diseñado para compartir las reflexiones que vamos haciendo a partir del libro Grupos de Jesús, pero dejo tu aportación junto con mi respuesta por si le sirve de aclaración a alguna otra persona que llegue en otro momento. Seguimos en contacto.
Que hermoso material, apenas entré y ya me enamoré de él. Leí el libro de Aproximación histórica del padre Pagola, bellísimo. Mil felicitaciones por este apostolado guiado por el Espíritu Santo.
Después de un largo tiempo de abandono y desesperanza, quiero regresar con fuerza.
Gracias Padre Angel, por volver a acercarme a mi Dios, que hacia tiempo que le tenia descuidado por confusiones que a veces se tienen en la vida. Vivi desde que nací en mi casa (La iglesia) y me refugie en ella , igual que Jesus nacio y vivió conmigo de la mano, hasta que el destino me llevo a otra ciudad y me separó de mi familia y de mi Dios, hasta que he tenido fuerzas de saber que no estaba perdida,que estoy viva, que Dios ha querido que vaya por mi camino pero en mi casa,en mi iglesia. Deseo toda la semana que llegue el miercoles para leer, reflexionar la palabra de dios con este libro, a vivir plenamente esta experiencia que me hace ver que en la palabra de dios está la paz. Gracias Padre Angel Antonio Chacón.
gracias y bendiciones por este espacio, Por compartir esas oraciones y en especial, gracias por el camino para acercarse a la comprensión de la palabra de Jesús. La común-unión de los santos,, de eso parece estar hecho estos espacios.. la unión común de ese pedazo de nosotros llamado a la santidad.
Estamos equivocados si pensamos que por tener fe no nos van a afectar los problemas de la vida. Lo que Jesús nos dice en el evangelio es que tengamos fe de que, si trabajamos por el Reino de Dios, podemos hacer un mundo mejor, más justo y más feliz para todos, sobre todo para los más necesitados.
No perdamos la fe ni la esperanza. Dios está con nosotros. Sigamos trabajando por el Reino de Dios.
Muchas veces las problemas de la vida y la realidad te hacen perder la fe.
Es esas situación es cuando podemos agarrarnos a estas palabras de Jesús «¡Ánimo! Soy yo, No tengas miedo». Y sentir que Él camina a nuestro lado todos los días de nuestra vida. Entonces pienso que mi fe es en el proyecto de Jesús no en la personas, ni en las circunstancias de la vida. Hablo con el Padre como hacía Jesús y sigo adelante en la entrega.
Un abrazo con el deseo de infundirte esperanza.
Hola quiero decir que ayer miercoles tuvimos nuestra primera reunion con el tema animo soy yo invite a mas personas prometieron venir sin embargo creo que el football y las telenovelas son mas importantes,en fin nos reunimos 7 personas y dividimos el tema en dos partes ayer trabajamos con los tres primeros puntos y la semana proxima conversion personal y compromiso espero ir mejorando poco a poco y gracias a todas las personas que hacen posible este acerciento a Jesus
Muchas gracias por este aporte que ustedes nos hacen, una forma de orar y entender la Palabra y aplicarla en nuestra vida. Hay preguntas que a veces no somos capaces de hacernos porque nos centramos en lo que dice el texto bíblico literalmente. Especial aporte para nuestra lectura orante o el ejercicio de Lectio Divina.
Dios les Bendiga por siempre. -Bienaventurados los que trabajan por por obtener la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Gracias por animar a la comunidad cristiana que cada dia nos sentimos mas escluidos de nuestras parroquias,sin esperanza y a veces dudando de la fe una fe que se nos enseño por medio de la fuerza y del engaño una fe sin esperanza . Ahora vemos una lucesita al final del camino la oportunidad de conocer a jesus el hombre el hermano, el real al que podemos parecernos si trabajamos para lograrlo gracias y que Dios nos acomoañe para decir fuerte JESUS SALVAME
FELICIDADES POR ESTE MAGNIFICO MATERIAL PARA HACER CAMINO DE CONVERSION HACIA EL SEÑOR JESÙS!! MIL GRACIAS A TI ANTONIO POR INQUIETARNOS, POR SACARNOS DEL INMOVILISMO, POR LANZARNOS A LA AVENTURA APASIONANTE DE VOLVER A JESÙS DE NAZARET, ES LO QUE MÀS NECESITO Y ANHELO EN ESTE MOMENTO CONCRETO DE MI VIDA Y CREO HUMILDEMENTE QUE ES LO QUE NECESITAMOS COMO IGLESIA.
GRACIAS!!! Y FELICIDADES!!!
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