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TEMA 3 – Venid a mí los que estáis cansados y agobiados

  • Mateo 11,25-30

    Entonces Jesús dijo:
    —Yo te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has
    dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.
    Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre no lo conoce más que el Hijo y aquel a quien el
    Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí,
    que soy sencillo y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras vidas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga, ligera.
  • Acercamiento al texto evangélico

    La acción de gracias de Jesús. Jesús tenía la costumbre de orar a solas, recogido en algún lugar apartado, ¿por qué esta vez ora ante los demás? ¿Por qué da gracias al Padre? ¿Te sorprende el motivo? ¿Es habitual entre nosotros agradecer a Dios por estas cosas?

    Los «entendidos» y los «sencillos». ¿Es cierto lo que dice Jesús? ¿Suele ocurrir así? ¿Por qué? ¿Por qué esto le puede parecer al Padre lo mejor?

    El Padre y su Hijo Jesús. ¿Qué le ha entregado el Padre a Jesús? ¿Su vida, su poder, su amor, su pasión por sus hijos e hijas…? ¿Has pensado que en Jesús puedes encontrar todo lo que necesitas saber de Dios? ¿Estás convencido de que Jesús te quiere revelar a ti lo que recibe del Padre? Y tú, ¿lo querrás revelar a otros?

    «Venid a mí los cansados y agobiados». ¿Qué sientes al escuchar esta llamada? ¿Nos parece necesario escucharla en nuestros tiempos? ¿Puede Jesús ser un alivio? ¿Cuándo?

    «Cargad con mi yugo». ¿Te imaginas a Jesús cargando un yugo sobre los hombros de las personas? ¿Para qué? ¿Qué es más exigente: seguir a Jesús o vivir esclavo de otros señores? ¿Podemos intuir que Jesús puede exigir más y, al mismo tiempo, hacer la vida más llevadera? ¿Por qué?

    «Aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón». ¿Qué es un hombre sencillo y humilde de corazón? ¿Lo sientes habitualmente así cuando tratas con Jesús? ¿Qué se aprende de un maestro sencillo y humilde de corazón?

  • Comentario: Encontrar descanso en Jesús

    Jesús no tuvo problemas con la gente sencilla del pueblo. Sentía que lo entendían. Lo que le preocupaba era si algún día llegarían a captar su mensaje los líderes religiosos, los especialistas de la ley, los grandes maestros de Israel. Cada día era más evidente: lo que al pueblo sencillo le llenaba de alegría, a ellos los dejaba indiferentes.

    El pueblo «sencillo», que vivía defendiéndose del hambre y de los grandes terratenientes, le entendía muy bien: Dios los quería ver dichosos, sin hambre y sin agobios. Los más enfermos y desvalidos se fiaban de él y, animados por su fe, volvían a confiar en el Dios de la vida. Las mujeres que se atrevían a salir de su casa dejando su trabajo para escucharlo intuían que Dios tenía que amar como decía Jesús, con entrañas de madre. La gente sencilla sintonizaba con él. El Dios que Jesús les anunciaba era el que anhelaban y necesitaban.

    La actitud de los «entendidos» era diferente. Caifás y los sacerdotes de Jerusalén lo veían como un peligro. Los maestros de la ley no entendían que se preocupara tanto del sufrimiento de la gente y pareciera olvidarse de las exigencias de la religión. Por eso, entre los seguidores más cercanos de Jesús no hubo nunca sacerdotes, escribas o maestros de la ley.

    Un día, Jesús desnudó su corazón y descubrió lo que sentía en su interior al ver lo que estaba ocurriendo. Lleno de alegría alabó así a Dios delante de todos: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has dado a conocer a los sencillos». A Jesús se le ve contento, pues añade: «Sí, Padre, así te ha parecido mejor». Esa es la forma que tiene Dios de revelar sus «cosas».

    Los «sabios y entendidos» creen saberlo todo, pero no entienden nada. Tienen su propia visión docta de Dios y de la religión. No necesitan aprender nada nuevo de Jesús. Su corazón endurecido les impide abrirse con sencillez y confianza a la revelación del Padre a través de su Hijo. Con esta actitud nos será difícil hacer un recorrido de conversión. Si ya lo sabemos todo, ¿qué vamos a aprender de Jesús, de su Padre o de su proyecto del reino de Dios?

    La actitud de la gente sencilla es diferente. No tienen acceso a grandes conocimientos religiosos, no asisten a las escuelas de los grandes maestros de la ley, tampoco cuentan mucho en la religión del templo. Su manera de entender y de vivir la vida es más sencilla. Ellos van a lo esencial. Saben lo que es sufrir, sentirse mal y vivir sin seguridad. Por eso se abren con más facilidad y confianza al Dios que les anuncia Jesús. Están dispuestos a dejarse enseñar por él. El Padre les está revelando su amor a través de sus palabras y de su vida entera. Entienden a Jesús como nadie. ¿No es esta la actitud que hemos de despertar en nosotros?

    Ciertamente podemos confiar en Jesús. Sus palabras dan seguridad: «Todo me lo ha entregado mi Padre». Todo lo que hay en el Padre, todo lo que vive y siente por nosotros, lo podemos encontrar en Jesús: su amor, su ternura, su humildad, su cariño hacia todas las criaturas, su pasión por los últimos, su predilección por los sencillos. Poco a poco lo iremos descubriendo en nuestro recorrido.

    El Padre y su Hijo Jesús viven en comunión íntima, en contacto vital. Se conocen mutuamente con un conocimiento pleno, ardiente y total. Nadie comprende al Hijo como lo comprende su Padre, y nadie comprende al Padre como su Hijo Jesús y «aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

    Estamos aquí atraídos por el Padre y buscados por Jesús. El Padre quiere revelar sus «cosas» a los sencillos, y su Hijo Jesús se alegra en sintonía total con su Padre. También él quiere revelar a los sencillos su experiencia de Dios, lo que contempla en su corazón de Padre, el proyecto que le apasiona, lo que busca para sus hijos e hijas. ¿No nos lo revelará a nosotros?

    Jesús ha terminado ya su alabanza al Padre, pero sigue pensando en la «gente sencilla». Muchos de ellos viven oprimidos por los poderosos de Séforis y Tiberíades, y no encuentran alivio en la religión del templo. Su vida es dura, y la doctrina que les ofrecen los «sabios y entendidos» la hacen todavía más. Jesús les hace tres llamadas.

    «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados». Es la primera llamada. Está dirigida a todos los que viven la religión como un peso, los que se sienten agobiados por doctrinas complicadas que les impiden captar la alegría de un Dios Amigo y Salvador. Si se encuentran vitalmente con la persona de Jesús, experimentarán un respiro: «Yo os aliviaré».

    «Cargad con mi yugo… porque es llevadero y mi carga, ligera». Es la segunda llamada. Hay que cambiar de yugo. Hemos de abandonar el yugo de «los sabios y entendidos», pues es abrumador y lleva a una moral sin alegría, y cargar con el de Jesús, que hace la vida más llevadera. No porque Jesús exige menos, sino porque propone lo esencial: el amor que libera a las personas y despierta en el corazón humano el deseo de hacer el bien y el gozo de la alegría fraterna.

    «Aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón». Es la tercera llamada. Hemos de aprender a cumplir la ley y vivir la religión como lo hacía Jesús, con su mismo espíritu. Jesús no «complica» la vida, la hace más clara, más sencilla y más humilde. No agobia a nadie. Al contrario, libera lo mejor que hay en nosotros y nos enseña a vivir de manera más digna y humana.

    Esta es la promesa de Jesús: si venís a mí… si cargáis con mi yugo… si aprendéis de mí a vivir de manera diferente, «encontraréis descanso para vuestras vidas». Jesús libera de agobios, no los introduce; hace crecer la libertad, no las servidumbres; atrae hacia el amor, no hacia las leyes; despierta la alegría, nunca la tristeza. ¿Sabremos encontrar en Jesús nuestro descanso?

  • Conversión personal

    • ¿Me resulta un peso la religión y la moral tal como se viven entre nosotros? ¿Hay algo que me hace sufrir de manera especial? ¿Qué puedo hacer para vivir con más paz?
    • Cuando me encuentro agobiado por los problemas, cansado de seguir luchando, harto de ciertas personas, ¿suelo ir a Jesús para encontrar respiro, descanso y aliento nuevo? ¿No necesito aprender a relacionarme con él de otra manera? ¿Cómo
    • Conversación con Jesús. Háblale de tus cansancios y agobios. Él te entiende y te alivia.
  • Compromiso en el proyecto de Jesús

    • ¿Sucede hoy en la Iglesia algo de lo que sucedía en tiempos de Jesús? ¿Conocemos a cristianos sencillos, de corazón abierto y creyente?
    • ¿Qué hemos de aprender en la Iglesia del Jesús «sencillo y humilde de corazón»? ¿Qué se les escapa hoy a los sectores más doctos y entendidos de nuestra Iglesia? ¿Qué podemos aprender de los sencillos?
    • ¿Conocemos en nuestro entorno a personas que viven cansadas, agobiadas, al límite de la depresión…? ¿Qué les podemos ofrecer? Sugiere pequeños gestos y compromisos que podemos hacer para introducir en la sociedad más paz, descanso y sosiego interior. ¿Podemos quedar de acuerdo en algún pequeño gesto?
  • Sugerencias para la oración

    • En un clima de silencio y recogimiento sintonizamos con la alegría de Jesús y damos gracias a Dios por ser tan bueno con la gente más sencilla y modesta. Todos juntos pronunciamos las palabras de Jesús: «Te damos gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido mejor». Luego podemos cada uno dar gracias en voz alta o en silencio por personas sencillas cuya fe nos hace bien.
    • Escuchamos la llamada de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré». Luego vamos pidiendo a Jesús por las personas agobiadas, deprimidas, reprimidas…: «Alivia el trabajo de las madres que sufren con sus hijos, los agobios de los inmigrantes sin papeles, el cansancio de los enfermos crónicos…».
    • Escuchamos a Jesús, que en el centro del grupo nos dice pausadamente: «Aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón». Meditamos cada uno en silencio prolongado lo que más necesito aprender de ese Jesús sencillo y humilde de corazón. Lo contemplamos esperando nuestra respuesta y le pedimos: «Yo necesito que me enseñes…».
    • Para orar en el silencio del corazón:

     Jesús, paz de nuestros corazones,
    por tu Evangelio nos llamas
    a ser muy sencillos y muy humildes.
    Tú haces crecer en nosotros
    un agradecimiento grande
    por tu continua presencia
    en nuestros corazones.

    H. Roger de Taizé

    •  Podemos orar juntos esta oración:

    Hoy queremos expresarte, Padre,
    nuestra ilusión y nuestra alegría,
    porque tu aliento nos anima y guía,
    tus manos nos alzan y sostienen,
    y en tu regazo encontramos ternura y descanso.
    Con el corazón encogido por tanto don recibido
    y tanto horizonte abierto,
    nos brota con facilidad la alabanza.
    Desbordados por tu amor
    y llenos de gozo te ensalzamos.
    Lleva a buen término lo que has comenzado.

    F. Ulíbarri

     

 

Banco de oraciones

En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 3. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.

 

Material de profundización

En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 3 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.

 

19 Comentarios

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  1. Grupo Virtual de Jesús Camino de Emaús 27/12/2017 at 12:12 Responder

    Los componentes del GVJ Camino de Emaús os deseamos muy felices fiestas en el seguimiento de Jesús y queremos compartir con la comunidad algunos pensamientos, espigados de entre los muchos que este tema nos ha sugerido.

    • Y estos son los “sencillos”, es decir, los que tienen la humildad de admitir que la única actitud sensata ante Dios es la adoración; que es inútil tratar de indagar en su naturaleza, y que el único camino para acercarnos a Él es Jesús, (camino, verdad, vida), si seguimos sus pasos, imitamos su ejemplo y nos dejamos “habitar” por El.
    • Realmente estas preocupada por algo importante o te estas ahogando en un vaso de agua? Ponte en silencio, en oración, y revisa tus prioridades, tus angustias, tus miedos, ¿están realmente fundamentados o son ideas que te has creado? No te aferres a las cosas suelta y deja ir lo que no necesitas, te hace daño y te esclaviza….Llegaste a este mundo sin nada y así mismo te iras….Llegaste a este mundo con un corazón lleno de amor para compartir y hoy ¿cómo está tu corazón?
    • Quizás sea que mi visión De Dios ha pasado de ser un justiciero que vigila si cumplimos las leyes y normas a un padre misericordioso con entrañas de madre. No es que yo me salte o pase de las normas, es que intento cumplirlas desde un punto de vista más humano y amoroso. No está la norma por encima del hombre
    • Jesús es nuestro maestro. No es soberbio ni engreído. Muestra las cosas tal y como son.
    No necesita como seguidores a superhombres y sabios. Solo quiere que seamos sencillos y humildes
    • Quizás ser “sencillos” o ser “entendidos” es un estado del corazón. Una actitud ante la vida. Y es el Padre el que hace todo en todos; pero está en nosotros, en nuestra libertad, desear esa sencillez y esa limpieza de la mirada que entusiasmó tanto a Jesús y lo llevó a compartir con la gente esta oración tan sentida.
    • Cuando estoy así, sobrepasada de actividades y cansancios, me pregunto cuanto de esto es “para Gloria de Dios” y cuanto para nutrir mi ego
    • Conozco muchas personas, cristianos, más o menos creyentes, gnósticos, ateos, de otras religiones, (¿acaso el anuncio de los ángeles en Navidad no es para “todas las personas de buena voluntad” sin diferencia de filiaciones religiosas?), que viven la propuesta de Jesús, los valores del Reino con sencillez y alegría
    • “…porque mi yugo es llevadero y mi carga, liviana”. ¡Claro que sí! Porque cuanto más agradezcamos por lo que somos y tenemos, y menos reclamemos y pidamos por lo que no tenemos, más liviana se nos hace la vida, sin tantos cuestionamientos y porqués sin respuestas.
    • ¿Qué si suelo ir a Jesús para encontrar respiro…? Si, a menudo, a veces no es que vaya a Jesús sino que Jesús vive conmigo mis problemas. No puedo estar muchas horas del día sin su compañía y su consuelo
    • Creo que Jesús exige el hacerse cargo de las situaciones, de mirar por los que no pueden valerse por sí mismos y necesitan de nuestra ayuda. Creo que es ésa la carga que nos exige, pero a la vez nos da la fuerza y el aliento para llevarlo a cabo, lo que creo que nos proporciona esperanza y alegría.
    • Cuando pienso en mi fe y en el compromiso que eso implica, no puedo decir que me resulte un peso sino todo lo contrario. Es algo que me hace sentir siempre querida e importante (sé que para Dios no soy sólo una más sino que me mira con ternura y quiere lo mejor para mí, aunque yo a veces dude y me aleje de su lado).
    • Oh mi buen Jesús: enséñame y habitúame diariamente a estar cara a cara con el Padre. Deseo sentir su mirada amante y su acogida.
    • Nuestra vida se ha convertido en trabajar para ganar dinero, para poder comprar y poder hacer realidad mis sueños, porque en el fondo lo que busco es la felicidad. Y sin embargo la felicidad que nos propone Jesús no se encuentra en esos señores. La felicidad de Jesús se encuentra en Dios.

    Adolfo, Adriana, Consuelo, Graciela, Ilda, Juan, Kontxi, Lourdes, René, Roberto

  2. GRUPO VIRTUAL DE JESÚS 13 04/10/2017 at 16:37 Responder

    Saludos a todos. Compartimos los aportes sobre el texto de Mateo, 25, 11-30, del GVJ13 “Tras las huellas de Jesús”:

    Acercamiento al evangelio

    Nos llegará el momento en el que el yugo se nos hará bien pesado. El tiempo, el haber tenido una jornada intensa en el hogar o en el trabajo me hará evadir el compromiso con Jesús. Llegará el momento que perderé sus huellas. la soberbia y el orgullo brotan cuando menos lo pensamos. Al querer sobresalir, figurar, sentir celos o envidia, el no reconocer que fallamos, la dificultad para perdonar a otros o para perdonarnos a nosotros mismos, nos llevan por el tránsito de la no humildad.

    Sin embargo, nuestro padre celestial sabe de qué estamos hechos, nos conoce, nos entiende y nos comprende, más de lo que podamos imaginar. Su invitación es la de que vayamos a él a través de su hijo y hallaremos descanso. La lógica que hoy propone el mundo hace que este mensaje sea difícil de entender, lo complejiza, lo desvaloriza y le quita todo valor de salvación. Los que vayan aprendiendo a ser sencillos y humildes lo podrán entender. Cuando nos vamos despojando de nuestras lógicas vamos sintiendo la claridad de lo que nos pide. En lo sencillo, en lo simple, en lo cotidiano, en las relaciones normales, está la oportunidad de ver revelado el Reino de Dios.

    Jesús nos muestra en su persona, con sus actos, misericordia, compasión, alegría, compromiso, ternura, delicadeza, firmeza, entrega y perdón, lo que es su Padre y a través de Jesús, es también nuestro Padre.

    Acercamiento a la vida

    Revalorar nuestra fe para que la vivamos con alegría y esperanza, es un dar “el primer paso” en el compromiso personal, en la responsabilidad del hogar, en el trabajo etc. Es un “primer paso” para dinamizar la fe, sostener la esperanza y estrechar los lazos del amor, con la certeza de que tenemos un Jesús vivo y actuante.

    Ante la visita del Papa fuimos millones de colombianos, gente sencilla, del común, cristianos de corazón abierto y creyentes, con la esperanza de aliviar sus cargas de mundo, de abrir su corazón y evitar, algún día, la falta de coherencia entre la vida de Jesús y la vida que llevamos, revaluar nuestras creencias, conceptos, teorías, hasta la misma fe y dejar a un lado nuestras presuntas seguridades, para seguirlo más auténticamente.

    Comprenderemos el amor de Dios cuando abramos el corazón al descubrir que Jesús pasó, pasa y seguirá pasando por nuestra vida y entender que a través de Él las cargas serán más ligeras y vaya que proceso, nada sencillo pero se irá asumiendo al experimentar su amor y su gracia.

    Cuando nuestro encuentro con Dios se convierte en un cúmulo de leyes y órdenes es cuando nuestra religión se vuelve una carga pesada. Jesús es más que una estructura religiosa. Las palabras de Jesús han sido claras y enfáticas, pues desde la sencillez llegamos a ser como niños que se ponen en las manos de su padre con la confianza plena en Él.

    Por último, resaltamos las siguientes palabras del Papa Francisco en su visita a Colombia:

    Ir a lo Esencial: ir a lo profundo a lo que cuenta y tiene valor para la vida.
    Renovarse: salir de nuestras comodidades y apegos, esto requiere de valentía y sacrificio para ir en pos del otro.
    Involucrarse: supone que crezcamos en el coraje evangélico en medio de los abrojos, reconociendo en el hermano sus necesidades entre ellas, el hambre de Dignidad para ser saciados por Dios.

  3. MARÍA DE LOURDES VILLAGOMEZ DIAZ 03/10/2017 at 19:22 Responder

    Octubre de 2017

    BETANIA (GVJ 14)
    TEMA 3. Vengan a mí los que están cansados y agobiados
    (Mateo 11,25-30)

    Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
    Somos el grupo virtual Betania, lugar de paz y descanso de Jesús, de convivencia y de trato con sus amigos, Lázaro, María y Marta; con este nombre nos gustaría representar a la casa que fue transformada por Jesús en un nuevo hogar, llena de amor, de hospitalidad y de calidez humana. .
    Fraternalmente: Belén, Carmen, Gioconda, Juan Arturo, Lourdes J., Ma. de Lourdes V. Mercedes, Pepe y Santiago.

    CONVERSIÓN PERSONAL

    Compartimos con todos ustedes lo que nos ha sugerido el Tema 3, muy significativo y vinculado a los acontecimientos de dolor, incertidumbre y angustia que están atravesando en estos últimos meses algunos de nuestros hermanos y hermanas en Puerto Rico, México, Estados Unidos, España, Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Alemania y países africanos y asiáticos; viviendo auténticas situaciones de caos por desastres naturales, diversos actos de violencia, corrupción, etc.
    Estos acontecimientos marcados muchos por el dolor y la violencia nos invitan también a reconocer a un Cristo presente en la Historia que actúa a través de los sencillos y humildes de corazón. Acontecimientos que en muchos lugares sacan lo mejor del ser humano y desde allí reconocemos su rostro en tantos hombres y mujeres solidarios, generosos y atentos a cuidar la vida.
    Debemos estar en estado permanente de agradecimiento a Dios y dar testimonio de que cuando nos abrimos a Él, más con el corazón que con la razón, su energía amorosa fluye positivamente a través de nuestra vida, a pesar de las situaciones de angustia por las que a veces pasamos y nos rodean.
    Nos hacen sufrir especialmente las injusticias ajenas y para construir la paz y poder transmitirla a nuestro entorno, necesitamos aprender a tratar con Jesús a través de la meditación y de la oración diaria, que nos permite que el Señor nos hable al corazón y nos transforme día a día, dirija nuestra conciencia y nos indique cómo debemos actuar.
    A veces nos sentimos sin la fuerza para ser personas amorosas e imitar a Jesús en todo momento porque tenemos sentimientos negativos puntuales, y nos sentimos mal con nosotros mismos por no poder amar en todo momento.

    COMPROMISO CON EL PROYECTO DE JESÚS

    El tema abordado realmente nos está llevando a saber responder evangélicamente desde los “signos de los tiempos” que nos tocan vivir. Ese vivir desde el evangelio o desde la persona de Jesús nos lleva a hacer y ser como El. Tener en cuenta la realidad que nos toca vivir y cuidar que nuestra práctica cotidiana sea coherente con esos signos de los tiempos.
    Reconocemos que es necesario tener una postura crítica ante lo que se nos ha inculcado desde la religión y ante las dudas que se nos presentan. En la Iglesia, hay muchos sabios y entendidos para bien de esta Iglesia, pero también para mal. Quizás nosotros somos uno de ellos. Sin embargo, el abrirnos a conocer y dialogar con Jesús nos confronta con nuestra pequeñez y a su vez con la fortaleza de su mensaje. Estamos en búsqueda y en el deseo de caminar con una fe más madura.

    Creemos que “el sabio o entendido “ desde el seguimiento de Jesús, nos lleva a tener coherencia en conducta, es decir, vivir lo que Jesús nos enseña, entre otras cosas el contacto personal con los que sufren, con los que lo están pasando mal, cualquiera que sea su condición, credo religioso e ideología política.

    ORACIONES DE NUESTRO GRUPO BETANIA

    Pedimos al Señor Jesús de la Historia que, al conocerle fortalezca su presencia amorosa en nuestras vidas, para saber responder conforme a su Evangelio en los acontecimientos de las diversas realidades en las que nos movemos y somos
    Pedimos a Dios que por intercesión de su Santísima Madre, nos llene a cada uno de nosotros con la Luz amorosa de su presencia en nuestra vida. Que su Espíritu inunde realmente nuestros corazones y clarifique nuestro entendimiento para que podamos decidir qué queremos ser, si un poco más sabios o más humildes según el plan de Dios.
    Te pedimos Señor, nos hagas sentir cada día más unidos a ti, y por tanto a nuestros hermanos para que desde esa unidad, sigamos construyendo el Reino de Dios aquí en la Tierra.
    Te pedimos, Jesús, por las personas que sufren porque todavía no te han encontrado, sintiendo vacío emocional y espiritual y que nuestra experiencia de Dios sea tan transparente que les pueda llegar tu agua viva llena de Amor y de Vida, para que rompan su soledad e inicien la búsqueda de Dios, en su interior y en todo lo que les rodea.

  4. GVJ Tabor 24/01/2017 at 08:39 Responder

    Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:

    El GVJ Tabor inicié este nuevo año lleno de fe, esperanza y elevando nuestras oraciones a Dios Padre Todo Poderoso, para que guíe nuestro caminar y podamos sentir esa llamada fuerte que nos hace su Divino Hijo Jesucristo, para convertimos en apóstoles en estos tiempos que nos ha tocado vivir; después de las diversas aportaciones queremos compartir algunas reflexiones sobre el tema 3.

    Acercamiento al texto evangélico

    Hoy vemos un mundo lleno de preocupaciones, de stress, y muriéndose de angustias porque han decidido tomar las riendas de su historia, y en su prepotencia han prescindido de Dios. Han desconocido al autor de la vida lo que nos ha llevado al más alto desconsuelo y desesperanza. Señor Jesús, ayúdame a soltarme de mis “seguridades” para reposar en tus brazos de Padre, de Hermano y de Guía. Hazme comprender que no soy yo quien dirige los hilos de la historia, y que tienes una vida de plenitud y un plan de salvación para mí.

    Una vida llena de amor que sólo se descubre en la entrega a los demás. En la defensa del oprimido, la denuncia de la injusticia sobre los más débiles, la denuncia de la utilización de la religión para la explotación del débil. Amando y enseñando a amar

    A través de los tiempos, estas palabras han sido consuelo y alivio para personas, entre las que me incluyo, que se han acercado a Jesús y lo han acogido con sencillez en su corazón. Nosotros lo percibimos en ÉL, otras personas de otras religiones les puede llegar por otros caminos, pero siempre es el mismo misterio, reflejado en distintos rostros, todos válidos y queridos por Dios, unidos por el Amor, la Comprensión, la Misericordia.

    Cada día entendemos mejor a Jesús; sabemos oír sus palabras en nuestros corazones de una forma distinta; miramos a los hermanos que sufren violencia, a los que pasan hambre, a los refugiados, a los pobres, a los últimos; a todos ellos los miramos con los ojos llenos de Amor tal y como Jesús quiere que lo hagamos. Gracias Jesús, ya que lo que voy aprendiendo en estos grupos virtuales, me está haciendo sentir y ver como un hombre nuevo, sencillo y lleno de tu Amor Misericordioso cada día más y más.

    El yugo al que se refiere Jesús es el mismo yugo que Él ya llevo. Por eso, dice que es un yugo ligero. Es el yugo del dolor y de los pecados de toda la humanidad. Para quienes pretendemos seguirlo, recibir el yugo de Jesús significa recibir lo que nos ha revelado y acogerlo haciéndolo vida. En Él la misericordia de Dios se ha hecho cargo de las pobrezas de los hombres, donándonos así a todos la posibilidad de la salvación. Él ha venido a enseñarnos la religión del amor, de la paz, de la alegría. Ha venido a enseñarnos a construir el Reino de Dios.

    Conversión personal y Compromiso en el proyecto de Jesús

    Cuando recibí tu llamada para dedicarme a unir en el amor a todas las criaturas, vi de seguida que Tu Jesús me conoces bien y que es precisamente esta vocación la que me hace sentir viva, útil, plena de servicio, humilde y comprensiva. La llevo muy dentro de mi corazón y en lo profundo del alma. En esta epifanía he sentido firmemente como tu primera llamada al dialogo interreligioso; fue a los reyes magos , sabios de los mas diversos países, pero iguales ante ti, unidos a los pastores, gente humilde y sencilla, fue tu primera prueba de que el idioma de TU FE es universal y no hay otro, si queremos alcanzar la paz en nuestros corazones, en nuestro entorno, en nuestro mundo, que sin Ti esta desvalido y ahora mas que nunca, recuerdo y comprendo mas profundamente Tus palabras: “Venid a mi los que estáis cansados y agobiados” y lo se bien, por que quieres, que Todos seamos UNO.

    Te doy gracias Padre, por tanta gente buena que me enseña a seguir el camino abierto por Jesús. A anunciar tu reino. Un reino de paz y justicia para los más desfavorecidos de este mundo. Si Padre, así lo deseas, que los que todos los que sufren tienen derecho a una vida digna. Que nos necesitas para aliviar su situación, sus angustias, sus miedos y desesperanzas. Pero ¿qué tenemos que hacer con las tradiciones recibidas, las instituciones deformadas, los seguidores ciegos? ¿Cómo adaptarlas a los tiempos actuales? Necesitamos tu Espíritu, Abba, que nos ayude a clarificar lo recibido, a saber transmitirlo con respeto y amor y a saber vivir con Tu paz y felicidad.

    Por todo ello tenemos que pensar que Jesús nos dice: atravesando el tiempo y la historia. Que esa paz sea proyecto y verdad. Que sea la forma de relacionarte con los otros. Que sea tu forma de vivir la fe. No una paz mortecina, sino convencida. No una paz indiferente, sino apasionada. No una paz oscura, sino brillante, con la luz del evangelio. Es hora de que tú también seas apóstol. Y que lleves la paz adonde vayas.

    Con este compromiso de amor fraterno en la Paz y Misericordia de Dios Padre Todopoderoso, seamos discípulos fieles de las enseñanzas y llamadas a la acción de nuestro muy amado Maestro Jesús, siempre vivo, siempre a nuestro lado y siempre nuestra fuerza para caminar.

    Me hace sufrir de manera especial, que en personas muy cercanas y queridas por mi; Jesús, el evangelio, las cosas del Padre, no sean de su interés y por consiguiente no sienten el gozo del Amor y la ternura del Padre.

    Cuando mis hijas tenían la edad de hacer la Primera Comunión me planteé si quería que crecieran en la Fe. Su mano me guió y decidí que sí. Y cuando se confirmó mi hija pequeña vino un día a casa con un Póster enrollado, lo abrí y allí estaba la imagen de Jesús y ponía: Se busca. Recompensa: la Eternidad.

    No es nada extraño, puesto que es una imagen muy frecuente, pero yo sentí algo especial y lo puse en la pared y aquí está conmigo y yo con El y la recompensa es tenerle cada día en mi vida y dejar que me guíe, dejarme hacer… Soy una privilegiada. Pero ya no me quedo sólo en esto, tengo un compromiso de apóstol, de hacer llegar a los demás a Jesús y sobre todo a los que están cansados y agobiados.

    Nuestras Oraciones del grupo:

    Gracias Señor porque me conoces, porque me ofreces tu consuelo. Pero en la duda te decimos: ¿Cómo adaptarnos a los tiempos actuales? Necesitamos tu Espíritu, Abba, que nos ayude a clarificar lo recibido, a saber transmitirlo con respeto y amor y a saber vivir con más paz y felicidad

    Solo Tú en mi corazón, para mirar como Tu, ver como Tú Jesús, oír, escuchar como Tú, hablar, expresar como Tú, tocar, sanar como Tú, sentir, amar como Tú.

    Señor, te pido por todos los que sufren, para que te encuentren, para que se dejen moldear por ti, que eres nuestro alfarero, para que humildemente nos demos cuenta de que somos barro en tus manos, sal a su encuentro y abrázalos como me abrazaste a mí.

    Antonio José, María Reyes, Inmaculada, Juan Carlos, Luis Carlos, María Pilar, Pilar y María del Carmen. GVJ Tabor

  5. Patricia Riquelme 19/01/2017 at 10:27 Responder

    Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
    Desde el Grupo Virtual En Camino queremos compartir con todos vosotros nuestra reflexión, en este caso, sobre el tema 3 de Grupos de Jesús.

    • Dios se manifiesta a los más humildes y sencillos del pueblo y la revelación no se encuentra en el estudio de libros, en la observancia de reglas y leyes… sino en la escucha desde un corazón sencillo… Los entendidos lo cuestionan todo, desde la soberbia, desde el sufrimiento, desde la visión del pecado,… los sencillos aceptan, todo es lo que tiene que ser y se entregan a la Voluntad del Padre,… Jesús te libera de esas cargas desde la Redención.
    • En estos días nuestra sociedad “civilizada y privilegiada” el mayor de los de los yugos es la búsqueda de la felicidad y tratar de cumplir expectativas a toda costa, especialmente si se hace desde la individualidad. Pero hay algo más valioso que la felicidad privada, la vida compartida. Jesús nunca tuvo “su proyecto”, todo fue proyecto del Padre y proyecto compartido, proyecto de humanidad y no la suma de los proyectos individuales.
    • Tenemos ser sencillos y humildes en nuestras vidas; saber quitarnos de encima superficialidad y carga material, que nos sobra; estar con los más próximos, dándoles seguridad por nuestra cercanía, mostrarnos como ellos, sencillos, sin artificios, con cariño y atención…porque Dios no sólo es algo que se nos da en la intimidad, sino que muchas veces encuentra su camino a nosotros a través de los demás.
    • Jesús esta dotado con el don del amor en la máxima expresión y cualquier ser humano es una oportunidad. Una oportunidad de: “a pesar de tu odio, tu desprecio o tu incomprensión… creo en ti, y te amo”. El amor es el camino.
    • Jesús es manso y humilde de corazón. Así es como tenemos que revelarnos a los demás, aprender a relativizar lo superficial y dedicarnos a lo que nos da más paz interior y serenidad. Jesús no agobia a nadie, hace más fácil la vida, más clara, más sencilla y más humilde, porque les enseña a vivirla digna y humanamente.

    NUESTRA ORACIÓN
    Jesús, que podamos
    caminar contigo,
    con dirección,
    con sentido rumbo puesto
    en esa bondad
    sencilla y humana
    aunque para ello,
    haya que abandonar,
    todo rumbo, todo cálculo.

    NUESTRO COMPROMISO
    Mirar más a los ojos a las personas desde la sencillez del corazón, estar más atentos al sufrimiento cotidiano que pasa inadvertido y descubrir a Dios a través de ellos, simplificando nuestras vidas para quedarnos con lo esencial.

    Manuela, Manu, Paloma, Eduardo, Raúl y Patricia

  6. GVJ Misericordia 28/12/2016 at 16:49 Responder

    El GVJ Misericordia ya de lleno en el proceso de conocer más a Jesús y después de las diversas aportaciones quiere compartir algunas reflexiones sobre el tema 3.

    Solo un acto de amor puede descongelar el corazón.

    1. La acción de gracias de Jesús
    • Jesús sólo quiere mostrarnos la estrecha vinculación que existe entre Él y El Padre (Dios) y nos invita también a participar de esta íntima y constante comunión con Dios, la cual nos iluminará el camino a través del cual podremos conocer la esencia de nuestro Ser y sentir el gozo de sabernos Hijos amados de Dios. “Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto” Juan 15:11.
    • A veces nos volvemos locos buscando cosas extraordinarias, o hacer cosas llamativas, el hacer, hacer, y hacer….nos pesa, como si fuera eso lo que Jesús nos pidiera, y no nos damos cuenta de disfrutar y dar gracias a Dios por cosas sencillas, como pueden ser los cinco sentidos, la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato o echarnos unas risas con un buen amigo, pues también puede agradarle a Dios.
    • Yo te doy gracias: Siempre he sostenido, que el que es agradecido es Bendecido, hoy en día estamos muy inmersos en cosas que no nos llevan a la profundidad de nuestro ser, hoy todos evadimos el encuentro con nosotros mismos, porque en ese interrogar, Dios interpela, el dar gracias, se convierte en una ventana de reconocimiento de Dios actuando en la propia historia personal, ser agradecidos o dar gracias es reconocerlo a Èl y su accionar.

    2. Los entendidos y los sencillos
    • En ocasiones tendemos a pensar que a quien Jesús se le revela es a gente “con poderes sobrenaturales”, pero cuando una piensa en los Santos, en los apóstoles, o en la Virgen, pues en su mayoría eran uno más, tampoco tenían grandes habilidades ni conocimiento, simplemente tenían fe, y supieron ver y seguir el camino que les pedía Jesús, ¿Porqué no a nosotros? Así que me ha dado una especie de escalofrío cuando he leído lo de: ¿Estás convencido de que Jesús te quiere revelar a ti lo que recibe del Padre? Y he pensado: ¿Y por qué no? Espero que este grupo de Jesús me ayude.

    3. El Padre y su hijo
    • La oración de Jesús al Padre me hace pensar en la importancia de sentir y pensar, vivir y acoger a Dios como Padre que hace posible el alivio en este trasegar de la existencia, para lo cual es menester “ser como niños: “sencillos y humildes”, capaces de aceptar a Dios como Padre. Así me lo enseñan todos los días mis tres nietecitos cuando me buscan para jugar.
    • A mí me parece que El Padre le ha entregado a Jesús su amor, su sabiduría, su manera de pensar. Yo sí creo que conociendo a Jesús podemos conocer el modo de ser de Dios, lo que a Dios le agrada y lo que le desagrada. Sí, también estoy convencida de que, si yo me pongo a tiro y de manera adecuada, Jesús me revelará todo lo que necesito saber sobre Dios. Sí, también deseo revelárselo a otros, más que con las palabras, con las obras.
    • Nadie conoce al Padre sino el Hijo”: Aquí está la clave de muchas discusiones… Al final nuestra imagen de Dios depende de la confianza que tengamos en Jesús… si nos fiamos de El aceptaremos lo que nos dice del Padre y no nos inventaremos imágenes falsas que tanto estorban a la hora de aceptar el Evangelio….Me está haciendo mucho bien la lectura de un libro de Mordiones, “Matar a nuestros dioses” sobre las falsas imágenes de Dios
    • Jesús revela al Padre: Queremos conocer de Dios, tenemos ideas muy negativas de Dios, en pocas Palabras muchos teólogos y teologías católicas y protestantes, han transmitido lo que no es Dios y eso ha llegado a nosotros, porque no hemos sido capaces de ir a la fuente, que es Jesucristo, es hora de apartarnos de ese camino y llevar a cabo una adhesión sincera a Jesús y vivir su proyecto.

    4. Venid a mí los que estáis cansados y agobiados
    • Cansados y agobiados de la estructura y la corrupción de nuestra Iglesia Católica, cansados y agobiados de nuestra personal inconstancia y de nuestra infidelidad para seguir a Jesús, cansados y agobiados por la falta de comunidad que nos ayude a sobrellevar las cargas y a buscar el camino para llegar de nuevo a Jesús. La oración de este pasaje nos invita a reconocer con sencillez nuestras fragilidades para buscar a quien nos invita a seguirle para que nos alivie y haga llevadera la carga.
    • “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados”. ¿Quién no se siente cansado y agobiado por tantas cosas…? Por tantos problemas tremendos del mundo que nos está tocando vivir, por nuestra mediocridad, por nuestro -o mi- ego que me suele hacer un ruido dentro, tremendo. La primera causa de mi propio agobio, soy yo misma. Deseo ser liberada de mí misma. Me parecen unas palabras preciosas de Jesús y deseo escucharlas hondamente. Nos han agobiado mucho también desde fuera. La educación que yo recibí era agobiante y culpabilizadora. Nos enseñaron a sentirnos culpables y no podemos echar de los pliegues del alma, este sentimiento. Por esto –además de por tantas cosas- me gusta mucho que el Papa Francisco insista tanto en la Misericordia

    5. Cargad con mi yugo
    • Cuando nos hacemos uno con Jesús, descubrimos que nuestros sufrimientos y angustias desaparecen y nos sentimos invadidos por la libertad y el gozo eternos. El yugo de Jesús no oprime, libera. Al hacernos uno con Él, Jesús toma nuestras preocupaciones y dificultades sobre sus hombros y a cambio nos sumerge en la dulzura de su corazón manso y humilde. Nos sentimos livianos, libres y llenos de gozo, todos estos sentimientos se hacen evidentes en nuestras vidas y nos permiten (cargar con su yugo) transformarnos en discípulos de Jesús y llevar su mensaje de salvación a los demás.
    • ¿Puede ser un yugo llevadero? Sólo he encontrado una respuesta: cargar el yugo es posible desde la libertad y por amor, de lo contrario sería terrible, como puede ser terrible la vivencia de la fe cristiana por obligación o por presión social.
    • Y me ha dado mucha luz responder a la pregunta: ¿Qué es más exigente: seguir a Jesús o vivir esclavo de otros señores?
    • Mi respuesta es contundente: seguir a Jesús desde la libertad y el convencimiento es mucho más llevadero y gratificante que no ser esclavo del señor dinero, poder, sexo.

    6. “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”
    • Si logramos entender estas palabras, seremos verdaderamente el GRUPO DE JESÚS, que quiere seguirle aunque estemos agobiados y cansados porque EL ES NUESTRA FUERZA Y NUESTRO AMOR Y MISERICORDIA.
    • Jesús es sencillo y humilde de corazón, cuan agradable es encontrar personas que lo imitan, para mí el Papa Francisco es un modelo de sencillez y humildad, cada vez me sorprenden más sus actitudes y sus palabras, es fácil reconocer en él a un seguidor de Jesús que transmite seguridad y confianza.

    Una frase: Tenemos la certeza que Dios no nos lleva a todos por el mismo camino, pero sí al mismo destino.

    Una aclamación: En Ti, Señor, reposa todo mi ser, he sido amado por Ti… Sí, solo en Ti se alumbra la esperanza”

    UNA ORACIÓN

    Te doy gracias, Padre

    Padre, te doy gracias por la alegría de existir.
    Te doy gracias por el amor que me das cada día.
    Te doy gracias por la amistad que me haces encontrar.
    Soy uno que camina; uno que busca siempre;
    uno que te busca a Ti.
    Tú eres todo lo que amo, todo lo que creo,
    todo lo que espero, todo lo que no tengo todavía,
    todo lo que todavía no soy; siempre te necesito.
    Te doy gracias, Padre, porque estás en todo lo que vive,
    en todo lo que nace, en todo lo que crece.
    Eres el futuro de todas las cosas.
    Te doy gracias porque Tú vives, porque eres amor.
    Porque amas a todos, porque nos buscas,
    porque eres nuestro Padre.
    Gracias, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos,
    y se las ha revelado a los humildes y sencillos,

    Pistas para la conversión:
    • Reconozcámonos seres necesitados de Dios.
    • Para aportar paz hay que estar en paz con nosotros mismos.
    • Aligeremos nuestros equipajes: el religioso y otros.
    • Vayamos a lo esencial.

    Gesto a realizar: Mirar al mundo, a los demás, a Dios y a ti mismo con una sonrisa confiada, demostrando que confías en ellos.

    Frase para finalizar: El Evangelio es “las buenas, alegres, y felices noticias que hacen que el corazón cante y que los pies dancen”.

    José Hugo, Ana Laura, Ivana, Amparo, Giovanni, José Humberto, Maria Mercedes, Marina, Miren Begoña, Miquel, Mª Cruz, Wolfgang Amadeo

  7. j.Jesús Hernandez olivo 18/11/2016 at 04:57 Responder

    AMÉN, AMÉN, AMÉN.

  8. Caridad 15/10/2016 at 06:46 Responder

    Queridos amigos de GVJ:
    Ssomos el grupo Effetá. Elegimos este nombre por su significado. Se trata de una palabra aramea que significa ¨Ábrete¨ y fue pronunciada por Jesús al curar a un sordomudo. (Marcos 7,31-37).
    También nosotros, en este proceso de volver a Jesús como grupo, queremos estar abiertos a su Palabra para que sea Él quien guíe nuestro itinerario; y abiertos entre nosotros para enriquecernos, ayudarnos y compartir nuestras experiencias como grupo que quiere seguir a Jesús.

    Os compartimos un resumen de nuestras aportaciones al TEMA 3: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados”

    La lectura y meditación del Evangelio que se nos propone nos lleva a descubrir:
    • Cómo se relaciona Jesús con el Padre, orando unas veces a solas, otras veces ante los demás. Así aprendo que mi oración tiene que ser de relación íntima con Dios, pero también dar testimonio de oración ante los demás. Cuando alguien me pide que rece por alguna intención, ¿por qué no invitarle a hacerlo unos instantes juntos? sería una forma de orar “ante los demás” sin ninguna vergüenza o timidez.
    • Y orar como Jesús lo hacía: dando gracias al Padre, tenemos tantos motivos… También sería sorprendente para el otro que antes de pedir, agradezcamos a Dios por lo que ya nos ha dado, con sencillez, con la confianza de que aunque yo no lo entienda es lo mejor para mí, pues así le ha parecido a Él.
    • Orar desde los sentimientos que salen del corazón, en esta ocasión Jesús está contento, siente alegría y da gracias al Padre porque hace que la gente sencilla le entienda y le siga.
    • Descubro que si no es a través de Jesús, de su vida, ejemplo, parábolas… no puedo conocer al Padre, que se ha revelado en Jesús.
    • Acudir a Él, presentarle mi vida: cansancio, agobio, dificultades, pues es quien mejor me puede comprender y aliviar, sólo en Él encontraré descanso y entenderé que mi vida no es una carga pesada impuesta por los demás, con Jesús que sí cargó con nuestros pesados fardos, se hace todo liviano, ligero, sin exigencias, sólo confiando en que Él viene conmigo.

    Una vez más, Jesús nos enseña a ser humildes, a ver la grandeza de Dios en las cosas pequeñas y sencillas… y una vez más nos repite (porque somos cerrados de entendederas) a que aprendamos a ser como Él: sencillos y humildes de corazón y encontraremos descanso para nuestras vidas. Nos está dando, así, nuevamente, la clave para vivir a plenitud la vida. “Sencillez y humildad”, cuánta falta nos hacen!

    Gracias por recordarme que debo ser humilde para entender el mensaje de Jesús, pues “los que nos creemos sabelotodo, estamos cerrados a la novedad de sus palabras, nos creemos en posesión de la verdad y dudamos, no nos fiamos”. Me ha hecho mucho bien la reflexión sobre cargar con el yugo. Dejar lo que me instala, me adormece…romper con la atonía, la comodidad, el miedo a dejar lo conocido… es difícil renunciar a todo eso, y esa renuncia es el yugo”. Al menos es mi yugo.

    Es interesante que Jesús no diga sed como yo soy sino que nos invita a aprender de Él. Respeta al individuo; pero nos dice que nos unamos a Él, con su Yugo formando parte de un mismo equipo para que el Reino de Dios brote y se manifieste aquí en la tierra.

    Debemos poner atención en dar significado al mensaje de Jesús. Para mí hay un mensaje…. cumplir un montón de leyes y no poner el amor al prójimo en acción, no es el camino que pide Jesús, y este mensaje es tan vigente ahora como en tiempos de Jesús. El mensaje es claro, cada cual tiene que ponerle significado a ese mensaje en sus vidas.

    Jesús se pone como ejemplo de sencillez y de sufrimiento, nos dice que el sufrimiento es llevadero con El a nuestro lado y la carga ligera si tenemos al lado la ayuda de Jesús. Es uno de los evangelios más confortables y llenos de esperanza y amor.

    Llevar el yugo de Jesús es paradójicamente liberador. Hoy por hoy no puedo explicarlo, simplemente lo he experimentado. Cuando sigo las exigencias de Jesús, invariablemente puedo experimentar una gran paz al final de las decisiones.
    El Reino de Dios me pide también su radicalidad, no aprendida como catecismo sino como experiencia de vida y solo de esa manera es posible transmitirla a los demás. Sí, quiero revelarlo a los demás pero primero tengo que ser congruente con mi vida en el proyecto del Reino de Dios.

    Señor, no puedo yo sola con esto, lo dejo en Tus manos y que se haga Tu voluntad y no la mía”… “cuando trato de cargarlo (el yugo de la vida) y no puedo, veo que el mío me es dado en proporción a mi capacidad, que tengo lo que necesito para aprender mis lecciones de vida, no mas, no menos.

    Los entendidos, los sabios son parte del sistema, ese sistema que permite que siga habiendo pobreza, personas con hambre y probablemente sin vivienda y sin cubrir sus necesidades básicas…
    Los sabios y entendidos probablemente estaban muy cómodos pensando que cumpliendo la ley estaban salvados. Para mí es el equivalente de voy a misa todos los domingos, hasta comulgo, me arrodillo en el banco, rezo, visito la capilla donde está el Santísimo Sacramento, entrego una limosna y ya cumplí, aunque al salir de la iglesia se me olvide hasta dar paso al otro o simplemente regalar una sonrisa… a la hora de la verdad, ¿qué se hace por servir y ayudar al prójimo? Para mí hay un mensaje…. cumplir un montón de leyes y no poner el amor al prójimo en acción, no es el camino que pide Jesús, y este mensaje es tan vigente ahora como en tiempos de Jesús.

    Ser humilde y sencillo de corazón es buscar la felicidad en el maestro (Jesús), es sobre todo, perdonar a quien nos ofende, así como Jesús tiene misericordia para perdonarnos, aún hasta los pecados más gravísimos. Por eso Jesús nos invita que acudamos a Él, porque solo Él nos puede librar del peso de la cruz de la muerte para darnos la cruz de la vida, que al fin y al cabo, es Jesús mismo.

    NUESTRA ORACIÓN:
    Bendito eres tu Señor de toda la creación,
    Dios de misericordia y compasión, gracias por tu amor.
    Señor en medio de mi vivir día a día desátame
    para que pueda descubrir y experimentar el poder de tu gran afecto hacia mí.
    Enséñame a reconocer y gozar que soy un amado hijo tuyo,
    y nunca me dejes olvidar de que todos y todas somos amados hijos y amadas hijas tuyas,
    y que con nuestro señor Jesús todos somos uno en ti.
    Gracias por esa fe que hace mi carga liviana
    y me ayuda a experimentar mi existir con una asombrosa ligereza.
    Gracias por esa esperanza que me permite creer a pesar de lo evidente,
    y luego ver como esa evidencia cambia.
    Gracias por hacer posible que ame incondicionalmente.
    Que esto sea siempre mi objetivo y por favor dame fuerzas cuando flaquee en este propósito.

    Grupo Effetá: José Ignacio, Lola, Manuel, Mari, Mª José, Oscar, Paty, Sara, Silvia, Wilmer y Caridad

  9. Reynaldo Reyes Vivó 05/10/2016 at 17:16 Responder

    Aportación web Tema 3 GVJ Nazaret
    “Venid a mí los que estasis cansados y agobiados”
    Mateo 11, 25-30

    Queridos ami@s de los Grupos Virtuales de Jesús, somos el Grupo Nazaret, en estos primeros pasos que estamos dando en el camino y firmes en el compromiso de vivir a Jesús como modelo os enviamos nuestra selección del Tema 3 confiando en que el Señor nos bendiga a todos y nos guie en nuestros cansancios y agobios.

    Acercamiento al Evangelio
    El relato es una oración y acción de gracias al Padre (Abba). Jesús da Gracias al Padre, por su misericordia para con Todos los hombres, por haberse fijado especialmente en los más vulnerables, por todo lo que le ha entregado en su Vida: la pasión que el Padre tiene por sus hijos e hijas, que nos ha dado a su propio Hijo, que nos va a transmitir el proyecto del Padre, su Amor, su Entrega, su Cercanía.
    Su yugo, es el del Amor y su carga es la de los sencillos de corazón, como también el servicio a los demás.
    El hombre sencillo de corazón es el que va por la vida con generosidad, sin doblez, sin creerse en posesión exclusiva de la verdad.
    Los sacerdotes contemporáneos de Jesús no le entendían porque hablaba desde el amor, con el lenguaje del corazón y los sacerdotes le escuchaban desde la razón y las normas.
    En un acto de Fe, habla con el Padre…” Si Padre, así te ha parecido mejor”. En esta frase percibo que Jesús ha tenido dudas pero al final acata su decisión, tiene Fe, se fía del Padre.

    Acercamiento a la vida
    Jesús se relacionaba con su Padre y nosotros somos sus Hijos, y podemos aprender a estar con Él, porque Él acoge nuestros agobios y cansancios y nos fortalece.
    Antes y ahora, hay personas sencillas que el mensaje de Jesús les despierta el corazón, les libera, viven con alegría y gozo en la Vida.
    ¿Resulta un peso la religión y la moral? Pues a mí en muchos aspectos sí. Desde las cosas más sencillas como el ir a misa a los aspectos morales ya más serios. Hay temas injustificables por parte de la Jerarquía eclesial. Pero lo mismo que veo lo malo, también veo gentes que viven y mueren por su prójimo; en fin, todas esas gentes que ejercen una labor silenciosa, sin pretensiones, sin prepotencia, sin aleccionar. Esas gentes compasivas, acompañantes, valientes…
    Para mí la religión ya no es un peso, me libera. Tengo que reconocer que durante años quise cumplir las normas que imponía la Iglesia hasta que percibí que estaba actuando en contra de mis propias creencias… con la ayuda de la oración y ya no me siento culpable. Simplemente me puedo equivocar….y rectificar……
    Recurro a Jesús cuando estoy abrumada y entristecida. Mi relación con El es como de una hermana pequeña con su Hermano mayor
    Desde una depresión es muy difícil encontrar a Jesús. El te manda ayuda, que debes reconocer. Suelen ser personas o circunstancias que te hacen ver, poco a poco la luz en el “túnel”.
    El Reino es de los sencillos, de los humildes. Estoy rezando a Dios con todas mis fuerzas para que me transforme en alguien sencilla. Y las cosas van cambiando o, simplemente, las percibo de otra forma.
    El yugo va a ser liviano porque con Jesús le daremos a todas las cosas la verdadera dimensión que tienen y nos centraremos en lo verdaderamente importante: la relación con el Padre y la construcción del Reino. Haremos nuestros esfuerzo y dejaremos los resultados en las manos de Dios…qué más podemos pedir.

    Y terminamos con estas oraciones:

    Recemos los unos por los otros. Que aprendamos a ser verdaderos.

    Señor, tengo la esperanza de que lo mismo que Jesús conoció la verdad,
    yo, una persona ni sabia ni entendida, también tenga el privilegio de conocerla.
    Señor, dame el valor para cargar con tu yugo.
    Quiero creer en la promesa que nos haces de que es un yugo llevadero y nos libera.
    Señor, que no tenga vergüenza en reconocerme cansada y agobiada.
    Señor, ayúdame a ser más sencilla y menos altiva. Más humilde y menos orgullosa.
    Señor, renuévame por dentro para no prejuzgar a los demás:
    a gentes de otras razas, a los no creyentes, ni a los pobres.
    Señor, tú fabricas ese ungüento
    que resulta ser un bálsamo para todos los cansancios.
    Que yo pueda ser la mano que aplique tu remedio para colaborar contigo.
    Que tu Alegría Señor sea la mía y la transmita con sencillez.
    Que los que sufren por enfermedades, sientan tu consuelo.
    Que los poderosos se hagan sensibles y responsables
    con los trabajadores y los que tienen un empleo precario.
    Que la Iglesia sea hogar y testimonio atrayente
    para aquellos que buscan los valores espirituales
    y están vagando por engañosas idolatrías.

    GVJ Nazaret
    Esteban, Icíar, Jesús, María, Mila, Puri, Reynaldo y Xínia

  10. GRUPO VIRTUAL DE JESÚS MARANATHA 02/06/2016 at 11:12 Responder

    Queridos amigos y amigas, el Grupo Virtual de Jesús Maranatha creemos que Jesús quiere transmitir algo muy importante y quiere que sea sabido por todos; por eso, compartimos con vosotros lo que nos ha sugerido el tema 3

    Acercamiento al texto evangélico:
    Al leer este texto, se descubren tres partes: 1-Alabanza y acción de gracias al Padre // 2-Relación entre el Padre y el Hijo // 3-Invitación a los cansados para cargar el yugo de Jesús

    1-Jesús dio las gracias a Dios en público, de esta forma nos transmite de qué manera nos tenemos que relacionar con Dios nuestro Padre. De manera sencilla y con agradecimiento constante; es una manera de humildad y sencillez. En mi opinión en general carecemos de una cultura de agradecimiento.
    El motivo por el que da gracias es lo que más llama la atención: el ver que la gente sencilla entendía lo que los sabios no han querido o no han podido ver. Nosotros tenemos la esperanza de que en nuestro caminar podamos aprender a ser tan agradecidos como lo fue Jesús; no sólo con la palabra, sino también con las obras. No basta sólo con rezar, también hay que actuar siendo solidarios y luchando por los más desprotegidos aunque esta parte sea la más difícil al tener que poner a disposición de los demás mi tiempo, talentos, dones, etc. De este modo, podremos ser un eslabón en la cadena de amor iniciada por nuestro buen Jesús.

    2-Jesús declara su unión íntima con el Padre. Solamente acercándome a Jesús puedo aprender algo de Dios; es un Padre de misericordia, nos quiere a su lado y, por eso, nos envía a su hijo para que nos enseñe a amar; haciéndolo, curiosamente, mediante cosas pequeñas. Acercarse a Jesús, es recibir la paz y tranquilidad, el único problema que existe es que es muy difícil estar atento a todo lo que Jesús nos quiere revelar, hay muchos ruidos y obstáculos para escucharlo. Jesús todo lo que tiene es para dárnoslo, y por eso, todo lo que recibimos gratis lo debemos de dar gratis, pero somos nosotros con nuestra actitud, los que somos incapaces de entender e interpretar las cosas del Padre.

    3- La frase “Venid a mí los cansados y agobiados” es un alivio porque cuando sientes soledad, tristeza, desesperanza, sabes que Él está siempre ahí, a tu lado, y te escucha. Esto es algo necesario en nuestra sociedad porque hay mucha soledad y desesperanza. Jesús invita a llegar a Él a cuantos nos reconocemos agobiados por el peso de una vida que hemos ido cargando de egoísmos, traiciones y desamores. Y sólo nos pide que aceptemos esa invitación sencillamente: como niños que no cuestionan el cariño de sus padres y se entrega a ellos sin sombra de desconfianza.
    “Cargad con mi yugo”, ¿pero qué es el yugo? A mí me sugiere la vida que Él nos da para que la llevemos con su amor y aceptándola con sencillez, con paciencia, con mansedumbre y sobre todo con el corazón humilde. Lo valioso y valiente es trasmitirlo en nuestros ambientes y esa es la exigencia del que quiere seguir a Jesús, aprendiendo de Él su modo de proceder con todos los que se acercaban.

    Acercamiento a la vida:
    Creo que existen cristianos sencillos de corazón humilde. Son los dispuestos a recibir, aprender de Jesús y dar a los demás; porque si ya lo supiéramos todo ¿qué íbamos a aprender de Jesús?. También hay personas sencillas fuera de la Iglesia, que nos dan ejemplo de saber estar y comportarse mucho mejor que las personas que estamos dentro de la Iglesia.
    Jesús nos muestra un modo de vida que nos libera de tantas ataduras de poder, de tener, de figurar; solamente puesta la mirada desde un corazón humilde y sencillo necesitado de Él, podemos ir haciendo presente su reino y es ahí donde encuentro Paz..
    En mi vida he tenido que enfrentarme a numerosos problemas profesionales, personales y también familiares. Cuando me he enfrentado a problemas muy serios siempre me he acordado de Jesús y del Padre. Debería dedicar más tiempo al día a la oración, a relacionarme con Jesús y con el Padre. Y ese es el camino que tímidamente acabo de iniciar.
    Estos agobios, en vez de alejarme de Dios, lo que han hecho es hacerme no cejar en el empeño. En este lugar podemos relacionarnos y hablar con la libertad que Jesús nos ha dado; aquí salgo con paz y sosiego de “nuestras reuniones”. Ese indicador es para mí fundamental para saber si estoy en el camino correcto o no.
    Cuando me encuentro con algún problema, sí que acudo a Jesús. Hace años, leí “El Peregrino Ruso”, me gustó y continúo haciendo su oración. Sí que creo que Jesús me entiende y alivia: me tranquiliza.
    Siempre me refugio en Jesús, a veces habló como un charlatán, pero se me viene a la memoria el pasaje bíblico que me dice que el Señor de los cielos sabe lo que me ocurre. Entonces guardo silencio y estoy a la escucha.

    ¿Qué podemos hacer con personas que viven cansadas y agobiadas?:
    +Primero tendremos que darnos cuenta que están cansadas y agobiadas. Luego, ver y acercarnos. Conseguido esto, podremos tener gestos.
    +Recurrir a Jesús pidiéndole ayuda y sabiduría para saber cómo tratarlas.
    +Tal vez introducir más la palabra “Jesús o Dios” en nuestras conversaciones. En realidad no es la palabra, sino el pedirle al Padre su misericordia para todos.
    +Lo único que puedo sugerir, es la vivencia de la paz que nos da Jesús. Necesitaría que el Señor me ayudara a ser más caritativa con las personas que no hacen las cosas como a mí me parece.
    +A mí me resulta difícil ofrecerles algo, las escucho, si veo que la oportunidad es buena les hablo de mi experiencia, pero normalmente siento más la necesidad de escuchar que de hablar yo. ¡Hace falta tanto escuchar! Hoy en día la gente está muy sola, no tiene a quién contar sus vivencias y problemas, y hace tanto bien que alguien te escuche…

    Ana Vilma, Antonio, Carmen, Francis, Isabel, Javier, Manuel, María, Maripili, Marivi, Paco, Ricard.
    Grupo Virtual de Jesús Maranatha

    • Coordinador Grupos de Jesús 02/06/2016 at 13:23 Responder

      Querido GVJ Maranatha: Gracias por vuestra aportación. Ojalá todos aprendamos a vivir sin cansancio ni agobios nuestra vida, nuestras dificultades y el seguimiento de Jesús, así como también sepamos ayudar cada día mejor a quien está cansado y agobiado. Un abrazo.

  11. Grupo Virtual de Jesús Caná 03/02/2016 at 08:48 Responder

    Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:

    Seguimos profundizando en este proceso. Conmovidos con la llamada de Jesús a todos los que estamos “cansados y agobiados”. Nuestro grupo aún está empezando, pero con la ayuda de Dios, nos iremos afianzando. He aquí las reflexiones del grupo.

    La línea de Dios, siempre es la sencillez y la humildad, así le ha parecido mejor, y el que piense lo contrario, lo va a tener difícil para llegar a Él.
    Recuerdo una experiencia de una persona muy inteligente y estudiosa y que ha llegado alto en sus trabajos, buena organizadora de su vida y cree estar por encima de los demás y además aparentemente no ha tenido problemas graves en su existencia. Le dije en un determinado momento, con las palabras de Jesús a Pilatos: “Nada de lo que eres ó tienes (poder), lo tendrías, si no se te hubiera dado de lo alto”. Hay que bajarse un poco y ser sencillo y humilde, si no la vida te dará algún que otro revés.
    Por mi formación ó deformación en mi vida sobre Dios, he creído siempre tener como a dos personas a las que acudir, siempre entrando en confusión de quién me atendería mejor. Gracias a Jesús, eso se ha aclarado:” El que me ha visto a mí ha visto al Padre”. Me entiendo con más claridad con Jesús, porque El me dice como es el Padre, y ya no es inalcanzable, ni me confundo.

    La llamada de Jesús a acudir a Él, nos da seguridad y apoyo. Lo he podido comprobar en mis huesos. Su ofrecimiento es necesario para nosotros, porque somos muy flojitos y El nos alivia.
    El yugo de Jesús es suave, no en cambio el que muchas veces nos ponen algunos curas, obispos, etc., con resultados catastróficos. Que el Señor les ilumine, porque están haciendo bastante daño al Pueblo de Dios.
    Cuando se trata con Jesús, es inevitable sentir su sencillez y cómo te allana el camino para serlo tú también. En estos momentos de mi existencia, no hay día que no me ponga en sus manos, que no le consulte cómo debo de hacer las cosas, lo cual no presupone que yo, que soy un “pringao” haga las cosas bien; al contrario, soy un alumno muy torpe. Pero yo sé que El sabe como soy. También ahora el Espíritu, que nunca tenía paciencia para escucharle, me va diciendo, por caminos que yo no me podría suponer, cómo debo de obrar y cómo me pone en bandeja diferentes posibilidades y medios para llegar a Él.

    “Le hago caso a Jesús, y acudo a Él, porque estoy -cansado y agobiado-”
    No ando bien de salud, y hay días que parece que me acabo y lo siento hasta físicamente, pero vuelvo una y otra vez. No me siento capaz de llegar y alcanzar a todo que me gustaría y me entristezco, y no me hago ya muchas ilusiones. Cuando hablo con Jesús, siento alivio y me da alegría.
    Hay días que me surge el “compromiso”, como resultado del seguimiento a Jesús, pero así como en otros momentos de mi vida he acudido a su llamada, ahora me siento sin fuerzas. Proyecto un día: iré, haré, llamaré, etc. Proyecto del día siguiente: ni voy, ni hago, ni llamo. La flojera me invade. Creo que ha llegado el momento de aceptar “lo que surja”
    ¿Qué puedo hacer para introducir más paz en esta sociedad? Ahora solo se me ocurre que, con las personas que me cruce, allá donde vaya, saludarles y sonreírles y siempre mirándoles, con mirada amorosa, que en definitiva es la mirada del mismo Dios.

    Jesús, da gracias al Padre que le revela que Él se muestra a los sencillos, a los humildes. Es la palabra del Padre y hemos de sumergirnos en su palabra, profundizar para entender su mensaje y ponerlo en práctica, insistir en nuestra oración cada día, cultivando el silencio y el recogimiento, liberarnos de lo que nos rodea, para llegar a la sencillez y humildad que el Padre desea y que nos comunica a través de Jesús.

    Momentos difíciles en mi vida, y cuanta debilidad en mi respuesta. Lucho por ser constante en mi oración, y el Padre se dirige al Hijo para que nos comunique “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados”. Me abre el camino y me acerco humilde, sencilla, como Él quiere. Sé que es la manera de estar más cerca de Él, de sentir que voy superando mi debilidad, que el Hijo me acerca al Padre. El yugo es más liviano, he de aprender a llevarlo con sencillez, he de librarme de las ataduras materiales que rodean mi vida, que todo sea más sencillo. Daré gracias al Padre que a través del hijo, me pide que me acerque. Ya estoy cerca y dando gracias al Padre porque me llama, y le pido que me ayude a estar más cerca de El, y a transmitir su mensaje a los que me rodean, a amar a mi prójimo, a no juzgarlo. Me rodean personas cristianas de las que tengo mucho que aprender, Dios las colocó a mi lado. Necesito aprender sencillez y humildad para estar más cerca del Padre.

    No tenemos que, en última instancia, acudir a la ciencia o a ser más inteligentes o estar más informados, para seguir a Jesús. Un hecho revolucionario más. Porque, si lo hacemos con ese fin, puede que se nos oculte. Permanecemos sencillos (al Padre le parece mejor) nos callamos un poco, le damos un espacio a la vida y Él se nos manifiesta. Creo que debemos hacernos niños, claros y limpios, con miradas nuevas. Así se nos revela el Padre, por medio de su hijo.
    Es verdad que, si, cuando estás cansado y agobiado, vas a Él, la vida suaviza sus cuestas. No estamos solos. Si en algunos momentos, nos sentimos cansados, mal, le traemos a nuestro corazón y podemos respirar. Recuerdo ahora a todos los cristianos que lo están pasando tan mal, que están siendo perseguidos solo por creer, que están sufriendo un infierno aquí, en la tierra. Agobiados, sufrientes.
    Estamos sometidos a yugos que no hacen más que alienarnos, que no merecen la pena. El yugo de Jesús es suave y sobre todo no nos lleva al vacío, sino a la plenitud. ¿Qué más queremos? Y sin embargo, cómo nos resistimos…

    Para que pueda servirte, necesito fuerza, y tú me la has dado. No es mérito mío. Eres Tú. Ahora lo he entendido. En cuanto me he hecho pequeña, tu mensaje ha llegado. Así lo quiere el Padre. Como cristianos, tenemos el deber de ser lo más posible Sus manos, Sus pies, Su corazón… Tenemos que servirle en estos momentos, cada uno desde sus fuerzas. El es la cabeza, nosotros, todo un cuerpo dando testimonio de Él.
    Tu oferta de cercanía, en esas palabras de apoyo, en esa promesa de suavizar lo duro de mis asuntos, me atrae Jesús. El agobio por las condiciones que vamos generando en el planeta, unos y otros: los poderosos y los acomodaticios, los que no terminamos de creer en tu Presencia dentro de nuestro Ser. El agobio y cansancio de encontrar cada vez más desgarrada la comunidad humana, en el territorio donde vivo y al otro lado extremo de la tierra. La globalización del hambre, la enfermedad, el deterioro de la dignidad nuestra, me cuestan, y la Esperanza y mirar el “lado positivo”, me cuesta!
    Me agobia que un gran personaje de la Iglesia, en México, vomite discursos, EN PLENA HOMILIA, alejándose de su Pastor Francisco. ¿En qué dios absoluto se basa este hombrecillo? ¿Cómo es que corrompe el poder y más el poder absoluto, del que cree tener de su lado la impunidad que otorga un Dios, una Jerarquía que le sigue servil? Se corrompe absolutamente, con su poder absoluto!
    Jesús, la mansedumbre y la sencillez no me son dadas. Y no las deseo si implican sometimiento! No deseo “sanar” y ser curado si voy a quedar transformado en un creyente dócil a los Señores que han usurpado los templos y junto a los poderosos ensucian y degradan la vida.
    Qué ganas de tu abrazo Jesús, porque me siento muy agobiado y dame, por favor, la Esperanza de que en mi interior crezca indomable la fuerza de tu Espíritu para huracanar acciones liberadoras y seguirte junto con otr@s dispuest@s a dar la vida, por avivar la única vida que vale: la de las aves, la de las mujeres libres y niños que no respiren de éste enrarecido aire ni beban de estas agua, porque nunca se les quitará la sed! Ni a mí…

    Bendito seas, Padre, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has revelado a la gente sencilla. Bendito seas, por haberte parecido eso bien…
    Me encanta lo de BENDITO –bien decir– del Padre, acogiendo lo que Él hace y dice. La relación que tiene Jesús con Él es todo un mensaje…y tarea de aprendizaje al orar… Les revelas a los sencillos lo esencial de tu seguimiento (es pasaje después del encuentro con el joven rico) y te ha parecido bien. Cuando empatizo con una persona a primera vista siento que al comentar de ella en verdad me sale todo lo bueno enseguida…
    Jesús tenía bien claro con quiénes empatizaba el Padre y Él siguió ese camino.
    Ante muchas personas depresivas, sin sentido… inertes, confiar, permanecer a su lado. Escuchar y dejar rebote para el otro, “Venid a mí, los cansados…” Pasadlo mil veces por el corazón, para que, amasado con las rutinas diarias, destelle en nuestra vida la masa evangélica que siga alimentando la esperanza que Francisco va despertando en las personas de buena voluntad.
    Me alegra encontrarme cada día, a la misma hora una pareja, bastante mayor y limitada, recorriendo su camino, media hora, para recoger el pan y poco más. Con el saludo no les falta la sonrisa. Tenemos el mismo Padre y Hermano mayor que nos alienta, es mi oración al verles.
    Venid a mí. Cargad con mi yugo. Aprended de Mí, a vivir realizando lo sencillo, con dignidad, viviendo acorde a la edad, la circunstancia, sin complicarnos. Es una de las tareas que tengo, me va costando rehacer la vida y mantener ese ir reaprendiendo a estar, y desaprendiendo el correr, el apurarme por muchas cosas.
    Quiero entender a quienes dependen de un trabajo que les exige más de lo que pueden -debido a la responsabilidad familiar. He admirado a gentes que han dejado algún trabajo para poder acomodarse a una vida más serena. Vivir y ayudar a vivir disfrutando de lo bueno de la vida es el yugo que nos deja Jesús. Acercaos a Él, que está en lo hondo de cada corazón, aprended de los sencillos.

    Oraciones que han surgido en el grupo durante este tema

    Yo te doy gracias Padre, porque me has revelado tu misterio a través de Jesús, porque me has dado el don de la fe que tantas veces se tambalea. Porque me has llevado a acercarme a esos espíritus sabios y sencillos que me ayudan a profundizar en tu conocimiento. Porque me has quitado el miedo a no cumplir con normas, ritos y amenazas de los sabios y entendidos que se creen poseedores de la verdad y que me han acosado durante tantos años.
    Así te ha parecido bien y eso aumenta mi confianza en ti Jesús, porque tú eres el único que conoce a Dios y me lo has querido revelar a mí.
    Por eso voy a ti, que eres el único que me puede aliviar cuando estoy cansada y agobiada, y así me comprometes a aliviar a otros que cargan con tanto sufrimiento.
    El yugo que tú me ofreces se convierte en gozo cuando reparto un poquito de lo mucho que me das. Porque he aprendido que la humildad y sencillez que me enseñas se convierte en una vida llena de paz y sin apegos.
    ————————-
    Un hueco muy hondo dentro de mí,
    un espacio que necesita poesía, luz,
    libertad y Naturaleza.
    Un anhelo inmenso que reconozco
    en la sonrisa de mi nieto,
    es la felicidad, la alegría porque sí.
    ¡Gratuita!…
    Preciso encontrar dentro,
    qué me impide el canto cotidiano
    la Alegría serena
    en agradecimiento
    por la vida
    y por mi vida!
    ¿Cómo saber Jesús que
    no te invento?
    Refugiarme en mi mente
    con una fantasía?
    Estoy cansado… y… hoy
    Jesús te abrazo así como soy…
    Envía tu Espíritu y creeré más.

    Fernando, Jose, Laly, Manuel, Marisa, Pocho,
    Rosa María, Rosa Ignacia, José Carlos y Guadalupe
    Grupo Virtual de Jesús 3

  12. miren josune 30/09/2015 at 17:31 Responder

    ¡Qué hermosas son las palabras cuando habla el corazón! Sin duda, cuando el amor nos habita, Jesús se muestra cercano, su presencia nos llena de serenidad y confianza, ante las dificultades y problemas que surgen en el cotidiano vivir.

    ¡No tengáis miedo¡ Yo estoy con vosotros-@s todos los días, PERMANECED EN MI AMOR.

    El amor de Dios no se ha ido, sigue alentando nuestra vida hacia la plenitud y verdad, de una comunión de amor entre todos los hombres y mujeres.

    Es tiempo de siembra, de echar raíces, aunar voluntades y esfuerzos. El amor no es sólo el compendio de palabras hermosas, como noble expresión de profundos sentimientos. Es ante todo coherencia de vida, la verdad creíble que ha de manifestarse a través de los gestos y obras.

    Jesús nos invita al descanso, al silencio donde su voz sea acogida. Hay demasiado ruido en el entorno, demasiadas voces y reclamos. Es bueno buscar espacios sagrados de silencio, orar con sencillez y humildad, tal como somos, sin nada que ocultar, nada que aparentar,

    La Palabra irá calando, penetrando en nuestro espíritu como “lluvia mansa. Sentiremos la necesidad de hacerla viva a través de nuestros pensamientos y afectos, de nuestras actitudes.

    A los Grupos de Jesús nos espera una árdua y gran tarea, hacer de la Palabra un testimonio coherente de vida.

    Los pobres, abandonados, excluídos no pueden esperar más, necesitan ver, palpar de cerca el rostro de Dios, la cercana presencia de su amor. Y he aquí que, Jesús nos dice una vez más, cómo hacer verdad sus palabras y el testimonio de su vida: AMANDO COMO YO OS HE AMADO.

    La mirada despierta y compasiva, no indiferente y ciega, la palabra sincera llena de comprensión y ternura, no soberbia y despectiva, el oído receptivo, atento a la escucha, no sordo y cerrado, el corazón lleno de misericordia y bondad, no endurecido y frío, las actitudes y obras honestas, generosas, llenas de amor, no interesadas, egoístas.

    María, fiel y obediente al amor de Dios, callada y prudente, nos ayude a hacer la voluntad de su hijo Jesús.

  13. GVJ4 30/09/2015 at 09:23 Responder

    Queridos hermanos:
    Les dejo aquí nuestro aporte como grupo (no tenemos nombre aún, pero lo estamos buscando por lo que somos hasta hoy Grupo Virtual de Jesús 4). Aquí van algunas selecciones importantes de destacar en este tema:

    En tiempos de Jesús, los sacerdotes del Templo, los fariseos, los levitas, etc., estudiaban mucho las Escrituras y se dedicaban a ello, separándose del resto. Se sentían elegidos por Dios y tenían la última palabra imponiendo pesadas
    cargas a las personas (normas, tributos) y marginando a los sencillos y pobres que conformaban el grueso del pueblo.
    Se consideraban mejores que los demás y gozaban de una vida cómoda, lujosa y con privilegios. A los pobres y sencillos se les veía como pecadores y si, además eran personas enfermas (lepra u otras)se acostumbraba a pensar que merecían aquello por sus pecados y los de sus padres.

    Jesús se da cuenta de esta situación y hace ante todos esta hermosa oración de gracias al Padre, mostrándoles que Dios también los ama y no necesitan llenarse de conocimientos para estar con El, sino basta saber que el Padre también está con los pobres y sencillos. Aún más, que siempre ha estado con ellos, pues son sus preferidos y los acompaña en sus aflicciones. No están solos. Y así, con ese mensaje-oración la gente pobre se ve incorporada, (ya no marginada) al Amor de Dios, que es para todos y no sólo para algunos que se sienten elegidos, porque creen merecerlo. Orgullo humano que Jesús claramente dice: “Si, Padre, así te ha parecido mejor”.

    Jesús es Dios con nosotros, el Emmanuel que se encarna en toda la humanidad y como Su Padre y en íntima comunión de Amor con El se hace uno con el hombre y por eso quiere revelarse y lo hace en cada ser humano que lo acoge en su corazón y en su vida. Ahora, también tenemos fariseos y poderosos, como los de antes, pero Jesús viene y dice, ni unos ni otros sois los escogidos por mi Padre para q conozcáis estas cosas y seáis salvados, sino aquellos a quien el hijo se los quiera revelar, q sin ver condición alguna ni título q se ostente serán aquellos pacientes, humildes de corazón y q como Bartimeo, se salvan y están dispuestos a seguirlo, a llevar su “yugo”, q con esa Fe y fuerza q da Dios se hace “livianio”. Otra vez la Fe, “Venid a mí todos los q estáis cansados y agobiados q Yo os aliviaté”. Hay q tener Fe para aceptar esta invitación.
    No me resulta un peso la religión, pero si la moral. Pues algunos predican contrariamente a su testimonio, sobre todo los legalistas. He tenido maestros santos y abiertos respetuosos, y eso va con mi manera de vivir mi fe. Donde lo importante es dejarme amar por Dios y amar y servir a mis prójimos. Lo más grande que Dios nos da es la libertad después de su Infinito Amor, lleno de comprensión y Misericordia y me rebela la estrechez de algunos. Para vivir con más paz: la oración y el servicio me llena de gozo, aunque ir a Jesús me da descansó, consuelo y paz.

    A veces puedo sentir esa tentación del cansancio y del conformismo. De sentirme como los sabios y entendidos. Y la actitud de Jesús es la de decirme como a aquellos fariseos que solo en la escucha constante, en la confrontación continuada con Jesús, puedo obtener la luz de esa búsqueda apasionada y apasionadora de la voluntad del Padre por encima del cumplimiento y observación de las normas y de las tradiciones. La luz y las fuerzas. Algo se revela en mi, un poco, con lo del yugo. Me lleva a pensar en esclavitudes. Y creo que precisamente lo que nos trae Jesús es la mayor de las liberaciones. Sí que es más exigente, pero de algún modo da un sentido pleno a la vida, y, personalmente sí que me ayuda para que mi vida sea más con sentido, y más feliz, menos severo conmigo mismo y con los demás. También me llamó la atención esa expresión de ser, como él, sencillos y humildes de corazón. A veces es más sencillo expresar como actúo cuando no soy así: cuando me creo superior a los demás, cuando no veo al otro como igual, cuando no siento en mí los pesares y las necesidades de los que me
    rodean, cuando busco satisfacerme por encima del mal que pudiera causar. Cuando soy excesivamente crítico con los demás y no me miro a mí mismo con la misma medida…

    Jesús nos revela al Padre, y su amor hacia mí y hacia el mundo. Sólo hace falta tener los sentidos abiertos para poder escucharle y para poder sentirle. O los ojos como veíamos en el tema anterior. Y eso supone en mí una actitud de apertura grande, apertura de mente. Algo que creo que voy consiguiendo poco a poco. Pero sigo orando a Dios con las palabras de Jesús “Ábrete”. Y ahí viene también la preferencia de Jesús y del Padre Dios ante los “humildes y sencillos”, hacia mí cuando me siento y muestro como tal. Pero también cuando siento o muestro de forma efectiva mis predilecciones ante las
    personas, como decía la Epístola de hoy: “Supongamos que en vuestra asamblea entra un hombre con sortija de oro y espléndidamente vestido, y entra también un pobre con traje raído”…

    Por otro lado, al leer el comentario y las sugerencias de Pagola sobre el texto he comprendido mejor algunos aspectos sobre la intencionalidad del mensaje de Jesús: esas tres llamadas de Jesús: “Acudid…”, “Cargad…”, “Aprended…”. A acudir a él cuando las cargas, incluso de la “religión” y de la tradición, y de las normas sean auténticas cargas. A entender eso del “yugo” que no es como el que se impone a los esclavos y que genera esclavitud y una moral sin alegría, sino que “complica” la vida de una forma gozosa, es liberadora de lo mejor de cada uno de nosotros, y hace que nuestra vida sea más humana.
    Jesús en este momento se ve totalmente tranquilo y confiado ante los que lo están rodeando, porque son gente sencilla y humilde -el texto no lo dice- pero Jesús con las acciones y las palabras vemos que es así. Y las personas sencillas y humildes inspiran confianza , son dóciles sinceras , atentas, respetuosas,serviciales, entonces Jesús se siente feliz con estas personas y expresa al Padre ese agradecimiento, porque siente alegría. Si, es sorprendente la acción de Jesús, que nos está enseñando la oración de acción de gracias. Pienso que si es habitual entre nosotros agradecer a Dios el que nos regale la alegría de conocer a la Persona de Jesús.

    Si, ¨Los entendidos y los sencillos¨. Es cierto lo que Jesús nos dice. Muchas veces el creernos inteligentes avidos de conocimientos nos puede llenar de orgullo y creernos más que los demás y de pronto humillar al mas débil. Y esto no es lo que Dios quiere. Entonces al Padre le puede parecer lo mejor las personas humildes sencillas.
    Pienso que si, en Jesús puedo encontrar todo lo que necesito saber de Dios, y que El me quiere revelar todo lo del Padre. Se que esa es la orden de Jesús que yo revele a otros lo que El me ha dado y en ese camino me siento en este momento, aunque no es fácil.

    Al escuchar esta llamada “Venid a mi los cansados y agobiados” siento entusiasmo, seguridad y esperanza. Si es ahora más que nunca necesario escuchar, escuchar, escuchar esta llamada. De un maestro sencillo y humilde de corazón se aprende a escuchar, comprender , tolerar, perdonar, servir. Se aprende a AMAR.
    Marcos relata en un texto texto breve, precioso con un dinamismo expresivo totalmente positivo, apenas hay media docena de adjetivos – sencillo y humilde, vuestras, llevadero, ligera, esta- un gesto de amor muy especial: una llamada a tres marchas: “Venid”, “cargad” y “aprended”. Venid, acercaos, escuchad, gozad, etc., de mi compañía, “cargad con mi yugo” simplemente el lazo de la cercanía para que pueda haber más comunicación, más plenitud. “Aprended” de mi soy muy sencillo, sólo sé amar, irradiar y difundir el amor que me da mi Padre para que lo compartamos todos. Si lo releemos nos damos cuenta. Nueva faceta en la revelación de Dios a los sencillos y humildes a los que necesitan amar y sentirse amados por todo lo creado por la madre tierra que da fruto, por la Palabra para conocerla y ponerla en práctica, no hace falta ciencia
    especial ni riquezas, saber ir hacia…

    Todo lo que tiene el Padre, vive y siente por nosotros se encuentra en Jesús, quien nos acompaña en todo momento invitándonos siempre a ir con él caminando sin parar, en paz, sosegadamente, disfrutando de ser hijos hacia la
    tierra prometida de la vida de Dios. Si aprendéis a vivir participando en la única Madre Tierra, respetándola,
    acariciándola, amándonos de forma sencilla y auténtica llegamos todos a la Tierra prometida de la vida celestial, la vida eterna, la vida de Dios.

    Es fácil recurrir al peso de la moral y la religión, pero no siempre nos deja contentos o saciados. Poco a poco aprendemos,si no lo hemos aprendido debemos luchar para aprender y tener presente que los cristianos, sencillos de corazón, que vamos por el mundo sin bagaje de protagonismo y excesiva autocomplacencia, al salir el sol debemos entonar un aleluya al notar que seguimos siendo muy importantes para Jesús, su amor nos conduce.

    ¡Cómo me gusta esta oración de Jesús! Me parece una oración tan espontánea… Es lo que le viene al corazón y está tan agradecido que no se lo puede callar. Le da gracias al Padre por que les da a conocer las cosas del reino a los sencillos y no a los entendidos… ¿Me sorprende? Pues sinceramente, conociendo a Jesús, que no se cansó de demostrar que su Padre no es el “Dios de los perfectos”, ni mucho menos de los que todo se lo saben, y conociendo su predilección por los últimos, no mucho… Jesús que nos ama con locura, ¿cómo no va a estar contento de que las cosas del Reino puedan estar al alcance de todos? ¿estén sobre todo al alcance de los sencillos, de los que no tenían acceso al conocimiento? Yo creo que no es tan raro agradecer a Dios por estas cosas. Seguramente a todos nos ha surgido alguna vez una acción de gracias parecida… A mí por lo menos me pasa a menudo, Dios está entre nosotros y algunas veces veo tan evidente, tan iluminadora su acción en
    determinadas personas que no puedo dejar de darle gracias… ¡Cuántas veces nos habla de Dios la gente! ¡Y sobre todo la sencilla!

    Hay veces que el mucho saber nos hace liarnos y despistarnos de lo esencial, de lo que sólo se aprende de estar en intimidad con Jesús con total apertura, con total confianza… Y esto es genial, porque la sencillez de estar dispuestos a
    dejarnos enseñar “del todo” por Jesús, es algo a lo que todos podemos optar, no sólo una élite. Jesús está tan dentro de todos que basta parar un poco y hacer silencio para sentirle y escucharle. Difícil, seguro… pero ahí está su
    invitación… «Venid a mí los cansados y agobiados».

    Y vamos con la siguiente invitación… “Cargad con mi yugo”. El yugo que nos propone Jesús es exigente… amarnos unos a otro como Él nos ama, ¡toma ya!… y sin embargo “es llevadero y la carga ligera”. Ciertamente, Él lo carga con nosotros. Las pocas veces que he sabido caminar en sintonía con Él, no me ha sido difícil reconocerle cerca y su paz y su alegría
    han compensado con creces mis renuncias y esfuerzos. Sólo este yugo nos puede hacer vivir plenamente, ser felices del todo…

    Y ahora la lección del Maestro… “Aprended de mí que soy sencillo y humilde de corazón”. Anda que no me ha llamado veces la atención esta frase de Jesús… Hay tanto que aprender de Él, es tan grande el Señor… y ¿esto es lo esencial que
    tenemos que aprender?… ¿ser humildes, ser sencillos?… Si, en el fondo si… La humildad, la sencillez nos predisponen a aprender de los demás y sobre todo de Jesús… Sólo desde la humildad se puede aprender a vivir como Jesús, en total sintonía con la voluntad del Padre… Sólo desde la humildad podemos irnos configurando como dice la oración de San Francisco en “instrumentos de su paz”. Poniendo lo que somos, pero sin agobios porque todo está en sus manos…

    ¿QUÉ PUEDO HACER PARA VIVIR CON MÁS PAZ? Voy a volver y a profundizar más en esta llamada de Jesús: “Venid”… “os aliviaré”… y “aprended de mí que soy humilde de corazón”… Empezaré buscando a Jesús en medio de las dificultades que tengo y si he que cambiar lo haré segura que tendré más PAZ. Y además sé que siendo humilde estaré más cerca de los más necesitados que son de los que tengo mucho que aprender… Y con la ayuda de Jesús confío con su alivio para el camino.
    Jesús en vez de dirigirse a los sabios se acerca a los pobres y les dice que lo que Él sabe lo ha recibido del Padre.
    Él me enseña la humildad que tengo que aprender para encontrar PAZ y descanso en Jesús. Jesús me enseña con su actitud, a ser sencilla como El, a no caer en la soberbia y el orgullo, a dejarlo entrar en mi corazón para cristificarme
    y ofrecerme con El, libremente, a mis hermanos.
    Pedimos mucho a Dios, pero olvidamos dar las gracias. Jesús da gracias a Dios, nuestro Padre, para enseñarno a hacer lo mismo que Ël. Nos quiere revelar lo que recibe del Padre que es todo lo que ha hecho por nosotros, sus hijos.
    Dando su vida. Lo que Jesús ha recibido tiene que revelarlo a los sencillos. Y nos llama: “Venid”… Si estamos cansados nos aliviará y con El encontraremos alegría y paz, porque aprenderemos de Jesús que es humilde de corazón. Veo que tenemos que dejarnos enseñar por El y podremos revelar a otros, lo que está en el Evangelio.

    Religión y moral son cargas para los buenos cristianos. Aprendimos mal el concepto de Dios que nos ama, que está siempre presente en nuestras vidas y que está muy próximo a nosotros, que se preocupa, que nos ama, que ama a los sencillos, a los humildes y cuanto más sencillos y humildes más preferidos… Saborearlo proporciona paz, alegría, sosiego y un sin fin de vida interior y espiritual muy feliz, mas que la moral rutinaria y la religión aburrida.
    Entonces empezamos a vivir y sentir necesidad de paladear la solidaridad, la entrega, la ayuda a los demás, la comunión con los que no descansan en ayudar a los caminantes en el camino de todos hacia un mundo mejor…

    ORACIONES

    “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo
    y de la tierra, por tu Infinito Amor.
    Gracias Jesús, porque me has revelado al Padre
    y en mi pequeñez abunda misericordia
    Te alabo y bendigo, Padre, Hijo y Espíritu Santo”

    Sí, Jesús da gracias al Padre, tendríamos que dar gracias a Jesús.

    Gracias Jesús porque me haz revelado al Padre. Recuerdo el gozo enorme
    del encuentro con El, al entregar a mi hija en matrimonio,
    entendí la entrega que el Padre hizo a nosotros.
    Gracias Padre por tu infinito amor, en mi pequeñez abunda tu misericordia.
    Te alabo y bendigo,Padre, Hijo y Espíritu Santo.

    Señor hoy quiero hablarte de los agobios y sufrimiento de los desplazados,
    Tú lo sabes todo, yo no entiendo nada. Dales paz, comida y cobijo
    y sobre todo tu consuelo… que se acerquen a Ti.

    Iré a Jesús que me da descanso, consuelo y paz.

    Mi oración, aparte de esta escucha, no es de pedir: por los que sufren en Siria o en Irak,
    o los niños y mayores que dejan su vida en el Mediterráneo
    o en los caminos con destino incierto y cruel, acá o en otros lugares del mundo,
    o por esa esposa que me contaba la dificultad que está pasando en su perfecta vida conyugal,
    o esos niños, algunos también inmigrantes, que la semana próxima empezarán a llenar estos patios y aulas.
    No pido por ellos, sino que intento sentir un poco como ellos:
    ¿No es otro modo de orar por ellos?

    Y también:
    ¡Hazme sencillo y humilde como tú!
    para poder apreciar las grandezas que pones ante mi vida cada momento,
    para poder acoger con bondad las necesidades y a los necesitados,
    para encontrar gozoso cada día ese yugo tuyo que proporciona plenitud
    para ser, como Tú, entrega desinteresada,
    para poder acercarme un poco más a ti.

    Con mucho afecto…

    Alejandro, Carmen, Florentino, Ignacia, Ilse, José, Julio, Lucila, Margarita y Loli
    Grupo GVJ 4

    • miren josune 01/10/2015 at 02:02 Responder

      Qué hermosas son las palabras cuando están impregnadas de fe y esperanza, de paz y consuelo, un bálsamo para el espíritu tantas veces fatigado, a causa del esfuerzo y la lucha de nuestro cotidiano vivir, con sus muchas preocupaciones, problemas e incertidumbres.

      Necesitamos crear espacios de encuentro con Jesús a través de su Palabra y testimonio de vida. Entonces llegaremos a experimentar que su presencia nos habita, transforma nuestra vida, dándola un sentido pleno.

      Espacios sagrados de profundo silencio, sin ruídos que nos perturben y distraigan, sin otro cuidado que permanecer en la presencia de Jesús, compartiendo su amistad y amor.

      Él conoce nuestra vida, sabe de nuestros anhelos más íntimos, nuestras necesidades y carencias. Tan sólo es necesario dejarnos “tocar” por su amor. Un amor que irá calando dentro de nuestro corazón, como lluvia mansa, llenándonos de misericordia.

      Jesús no tiene acepción de personas, sabe que todo ser humano es imagen de Dios, lleva dentro de su ser la huella imborrable de su amor. Somos nosotros quienes establecemos las diferencias, creando distancias, intereses, conveniencias, rechazando y excluyendo, “marcando territorio”, levantando muros y barreras, otras veces cerrando puertas, haciendo imposible el verdadero encuentro.

      Ricos y pobres, letrados e ignorantes, dotados de belleza o carentes de toda gracia, todo hombre y mujer llevan dentro de su ser, el aliento de Dios, su misma vida, de la que brota un deseo profundo de amor.

      Dios quiere ser amado en cada hombre y mujer, sin distinción alguna, como lo hizo Jesús: “Como el Padre me ha amado, así os amo yo”

      Creo que ser sencillos-@s y humildes, no depende de nuestra condición o rango social. De igual modo que el Espíritu reparte dones y carismas, la opción libre entre el bien y el mal nos conduce a ser tierra fértil o estéril.

      “Dichosos los pobres de espíritu”… La pobreza que no conoce la envidia, que se acepta tal cual es, que no compite, ambiciona poder, fomenta la rivalidad, el “quítate tú para que me ponga yo”,

      Jesús nos dice dónde radica el verdadero señorío, la dignidad carente de toda arrogancia, apariencia, dominio: siendo “mansos y humildes de corazón”.

      Cansancio, fatiga, tristeza, Jesús desea hacer llevadera la carga, es más, quiere que dejemos de echar fardos y penitencias insufribles sobre la espalda del otro-@.

      Se impone la coherencia evangélica, afrontar tantas pobrezas como nos acompañan, no sòlo las materiales, sino aquellas más hondas y que son causa de sufrimiento.

      Jesús nos invita a descansar en su amor, nos va ayudar a recobrar la serena actitud de un corazón humilde, que se acepta así mismo y comprende las limitaciones de los demás,

      La humildad y mansedumbre no es dejación de la propia estima y dignidad, sino estar siempre dispuestos al perdón y misericordia, también con quienes nos hacen daño, no nos caen bien.

      Gracias a todos-@s por vuestras palabras, sin duda, es bueno ahondar en los diferentes criterios, buscar la verdad que nos ofrece Jesús.

      • Miren Josune 14/11/2016 at 20:18 Responder

        3 – CANSADOS Y AGOBIADOS

        Tal vez, hoy queramos decirte Jesús:

        Cansados Señor, de tanta necia incoherencia como nos rodea.

        Cansados del esfuerzo inútil,
        por construir aquello que es
        honesto, justo y verdadero.

        Cansados de tanta indiferencia,
        tanta ingratitud, tanta ocasión
        interesada y conveniencia.

        Cansados de esperar y no ver
        en los otros tu amor y misericordia.

        Agobiados por las prisas, que no nos dejan muchas veces, mirar la vida
        y disfrutar de su paisaje.

        Agobiados por las facturas que, puntualmente, vienen a pedirnos
        cuentas de nuestros gastos.

        Agobiados por querer tanto tener y aparentar, en lugar de ser fieles,
        honrados y verdaderos.

        Quiero aligerar el “fardo” pesado
        de tantos hombres y mujeres,
        ayudarles a vivir y esperar
        en tu Providencia amorosa.

        Ellos y ellas necesitan, manos amigas, que compartan y sostengan la pesada carga de su cruz, su dolor y sufrimiento.

        Haz de mí, bálsamo que cure las heridas, apoyo y sostén en los momentos
        más penosos y duros de la vida.

        Más, ¿cómo hallarán en mí alivio y descanso, si tú no alientas mi corazón, llenas mi vida de amor y misericordia?

        Tú, Jesús, nos dices que seguirte
        merece la pena, que toda fatiga y preocupación son llevaderas, porque
        tu “yugo” es suave y tu carga ligera.

        Danos la virtud de la calma en el obrar reflexivo y equilibrado, de tal manera,
        que el otro encuentre en nuestra vida,
        la ponderada y justa medida.

        Permite Jesús, que al finalizar el día,
        mi mente entera y todos mis sentidos, puedan encontrar en tí, la brisa suave
        de tu amoroso Espíritu.

        La que aliente un día más,
        el don de la Esperanza y haga que
        mi corazón repose en tí.

        Miren Josune.

  14. mercedes castellano fdez 08/06/2015 at 15:30 Responder

    Simplemente, después de haber leído las aportaciones de los Grupos Emaús y Galilea al tema 3; aprovechar esta oportunidad para compartir con todos la alegría que supone ver la ilusión y el entusiasmo que se desprende de ellos.
    Este tema 3, ha sido como un remanso… una invitación a la sencillez y a la confianza . La certeza de que Él siempre va a estar ahí aunque pasemos por oscuridades y dificultades inherentes a nuestra condición humana… aunque no lo sintamos cerca… Él está… siendo siempre Amor y fuente de Alegría.
    La aventura de seguirle, merece la pena y es lo único que puede dar sentido a nuestra vida.
    Y nos ayuda enormemente hacerlo en grupo. Es una experiencia en la que nos fortalecemos mutuamente y crece nuestra amistad, nuestro entusiasmo por el camino emprendido, las ganas de continuar en él y de compartir esta alegría con los demás.
    Desde aquí animaros a formar parte de los Grupos de Jesús
    A todos, un abrazo.

  15. Grupo virtual Galilea 06/06/2015 at 12:11 Responder

    GRUPO DE JESÚS GALILEA. TEMA 3. ¡VENID A MÍ LOS QUE ESTÁIS CANSADOS Y AGOBIADOS!

    Compartimos algunas frases que resumen nuestra andadura en el análisis y reflexión del tema 3.
    ¡Un abrazo muy fuerte! Grupo de Jesús Galilea: Antonio, Manolo, M. Carmen, Meli, Pilar, M. Cruz, Adelaida, M. Pepa, Mercedes, Loli y Constanza.

    Sobre el acercamiento al Evangelio

    – Dios siempre está cerca del que le busca en el asombro y en la pregunta.
    – Nuestra oración ha de ser siempre de acción de gracias… ¿Qué tengo yo que no me haya sido regalado?
    – Es en el Dios de Jesús en el que yo creo y en Jesús puedo ir encontrando todo lo que necesito saber sobre Dios.
    – Las proclamaciones dogmáticas, los pronunciamientos teológicos, tendrán su razón de ser, pero a Dios no se le puede encerrar en conceptos ni definir con fórmulas… No cabe… Su conocimiento no es doctrinal, sino VIVENCIAL.
    – Jesús siempre es un alivio, un hombro en el que apoyarse. Pero tenemos que “hacerle hueco” en nuestro trajín diario, en la seguridad de que te acoge, de que está deseando acogerte.
    – Su yugo es suave y su carga ligera, porque con Él, todo tiene sentido, aun en medio de las peores dificultades y porque no hay carga que caiga sobre nuestros hombros que Él no esté dispuesto a llevar a la vez con nosotros.
    – Un hombre humilde y sencillo es aquél que se pone a tu altura para comprenderte y ayudarte.
    – Sólo un espacio separa el concepto de la relación que vive Jesús con Dios “Yo te doy gracias, Padre, (coma y espacio, para separarlo del concepto de Dios que se tenían en el Antiguo Testamento) Señor del cielo y de la tierra”. Su descubrimiento es Dios-Padre, que se aparta radicalmente del dios separado, del dios lejano, del dios dominador, prepotente, del dios exterior a nosotros. Lo nombra como de pasada, para desde ahí llevarnos al Dios cercano que Él ha experimentado.
    – La revelación nos llega a través de la gente sencilla.
    – La revelación no es fruto de estudios ni siquiera de esfuerzos personales, está abierta y se entrega a través de una puerta que es la sencillez, el encuentro interior, la escucha silenciosa. La revelación está dentro de cada uno de nosotros, ya nos ha sido entregada a cada uno.
    – …”Y aquel al que el Hijo se lo quiera revelar”, no quiere decir que se prive a nadie de la revelación, o que se entregue de manera caprichosa. La puerta está abierta a todos y el camino está claro, por la sencillez, por la ignorancia, la humildad, la contemplación, la admiración.
    – ¡Cuánta falta nos hace sentirnos acogidos! Jesús se había dado cuenta de esa necesidad humana.
    – La meta no es cumplir la ley, la meta es sentirnos hijos y partícipes de la Vida de Dios.
    – ¡Siempre Jesús estará con nosotros, donde lo necesitemos, sin juzgarnos ni reprocharnos nada! Es sólo amor. Es nuestro descanso. Estando con él nuestra vida estará más llena, más ligera, más llevadera, con más esperanza.
    -Me parece muy necesario, oír sus palabras, escucharlas…, en todo tiempo. Nunca se quedan antiguas, siempre son actuales.
    – Jesús nos enseña que es con un corazón agradecido con el que nos podemos abrir a Dios. Un saber reconocer y agradecer lo que ya hemos recibido. Y para esto hay que ser sencillo y humilde.
    – Los entendidos dan explicaciones, los sencillos enseñan el rostro de Dios.
    – El yugo de Jesús es el amor, ese amor que le une a nosotros y que finalmente le lleva a la entrega total de su vida. Siempre esta invitación tan amorosa. Si la rechazamos, seguirá ahí Jesús con su mano extendida.
    – Yo suelo darle gracias a Dios a menudo. Me siento más cerca de él cuando soy feliz que cuando estoy triste.
    – Hoy pienso que hace falta tener la mente limpia, sin tantos conocimientos, para que él se nos manifieste como es y no como yo quiero o me imagino que sea. Eso no está en los libros. Cada vez me convenzo más de que viene estando y está dentro de mí.
    – El camino hacia Dios pasa por Jesús. Y a Jesús le entienden los sencillos y los humildes. – Ir ligeros de equipaje te libera de ataduras. Ir ligero de equipaje te hace libre. Y es eso precisamente lo que recibimos si seguimos a Jesús: la libertad de no tener que cargar con el peso del dinero, el poder, del egoísmo, de la envidia, de los intereses, etc., etc.
    – Si Jesús ora delante de los demás será para que aprendan a hacerlo. Y lo hace con una acción de gracias. ¡Cuántas veces oro sólo para pedir! En cambio, ¡qué pocas – veces doy gracias al Padre por todo lo bueno que me rodea!
    – No conozco a nadie (aunque no dudo de que los pueda haber) que se haya hecho seguidor de Jesús o haya aumentado su fe, después de saber más de teología, catequética, liturgia, moral, etc. Pero sí a muchos que han cambiado su vida tras el contacto con personas que viven sencillamente el Evangelio.
    – Jesús recibió del Padre el amor incondicional por los más “pequeños”. Esto es lo que Jesús transmitió con su vida: un Dios-Padre que quiere a todos, especialmente a los que más lo necesitan. ¿Qué más hay que saber de Dios?
    -Una persona sencilla y humilde de corazón es aquella que sabe reconocer los dones que ha recibido del Padre y, con amor, los pone a disposición de sus hermanos. Esto hizo Jesús, esto aprendieron los primeros cristianos y a esto aspiro yo. -Yo doy gracias a Dios por su Hijo, por el ejemplo vivo de su amor. – Quiero continuar llevando una vida, un camino en el que Él sea el guía, el pastor, el director de la orquesta y el que me sostenga en sus brazos cuando las fuerzas me flaqueen. -Sé que hay muchos que dependen de mi anuncio de Jesús para que su fe se afiance y le pido fuerzas ante la responsabilidad que esto supone. – Es una gran responsabilidad llevar su nombre en mi vida, y no ser sierva de otros señores. También sé que va conmigo y me quiere haga lo que haga. – Sentirnos bien entre los sencillos es estar en sintonía con la sencillez misma. – En él encontramos siempre una fuente de alegría que nos impulsa a seguir en nuestra labor. – Sencillo, es toda persona rica, pobre, culta, inculta, etc., que está abierta y desea ser transformada por Jesús . Tener el corazón y la mente abierta para dejarse hacer….. – Hay que ir paso a paso, despojándose de lo caduco, de lo viejo, de mi Yo, e ir dejándose modelar por las ” manos de Dios”.

    Sobre el acercamiento a la vida

    -Lo que me hace sufrir de manera especial es no saber abandonarme a Dios. Me cuesta dejar en sus manos las cuestiones que me agobian y que no puedo cambiar.
    – Mi oración ahora es más intensa, más centrada en la meditación y el silencio. He encontrado en esta forma de relacionarme con Jesús una vida más tranquila, menos agobiada. -Venid a mí. Ese es el mensaje que también debemos mandar nosotros. Un mensaje de unión, de cercanía, de: Estoy aquí para lo que necesites. – Quiero reconocer a Dios en todo. Decirme muchas veces “Todo está bien”, aunque yo carezco de perspectiva y no lo veo tan claro a veces, porque la revelación está en lo oculto, en lo escondido. – Quiero tener los ojos abiertos, estar bien despierta para quitar “escombros” que se han ido echando encima del mensaje de Jesús, que es mucho más sencillo y más fácil de lo que hemos vivido y entendido. -Jesús es la luz en mis noches y reconozco que es el camino para cambiar aunque caigo una y otra vez en los mismos errores, me encierro en mí misma en mi silencio interior y exterior. Debo proponerme el encuentro diario con Él y verlo a diario en los que me rodean. – Lo que importa es estar atentos para que la cizaña no ahogue al trigo. – En muchos de los sectores de los más doctos y entendidos de nuestra Iglesia, hay demasiada preocupación por la ley, el cumplimiento riguroso, la ortodoxia a ultranza…hay miedo, falta de libertad, estancamiento. -Hay muchos cristianos “sencillos y humildes de corazón” pero también tengo a mi alrededor, personas no creyentes que están entregadas y son buenas y sencillas de corazón. -Un pequeño gesto, decir buenos días, buenas tardes, buenas noches a toda persona que se cruce en mi camino, con alegría. Intentar ver al Señor, en ese momento, en esa persona. -¿Qué puedo ofrecer? Pues más alegría, más cercanía, más inclusión, menos juicios, más compartir con los demás la certeza que tengo de que Dios nos quiere como somos… Es decir, intentar ver a los demás con los ojos con los que los vería Jesús y actuar como lo haría Él.
    – Estoy aprendiendo a ver y a aceptar lo que es en este momento, tal cual es. Así consigo por brevísimos instantes esa paz que solamente da ÉL.
    – Hay mucha gente sencilla y humilde con ninguna formación, pero con un corazón que rebosa sencillez y que te desarma por entero.
    – Los sabios y entendidos andan lejos de mi mundo. Me gusta vivir mas cerca de los humildes y sencillos,
    – ¿Soy igual de sencilla con aquéllos que se acercan a mi mirándome con superioridad? Ahí no, ahí soy más orgullosa y menos humilde. Ahí es donde Jesús tiene que actuar en mi para que sin esfuerzo y con amor, me comporte como Él lo hizo.
    – Yo no entiendo muy bien eso de que hay que liberarse de “normas” y otras cosas. Lo que la Iglesia me ha enseñado (normas, preceptos, etc.) yo lo he tenido simplemente como “señales de tráfico”. Me ayudan a caminar, pero tienen un papel muy relativo. – A Dios gracias a mí me salva la fe sencilla que recibí y la vida de oración, que siempre me ha enseñado que nunca Dios nos lleva donde Su gracia no nos proteja. – Para mi es vital el, contra viento y marea, confiar en este Dios Padre, que si me quita algo de mi mano, no es para castigarme, sino para ayudarme a abrir más mis manos para que pueda recibir de Él algo mejor.
    Por último, terminamos con tres oraciones:

    * Ayúdame a estar disponible para todos, a ser paz cuando haya conflicto, a ser ánimo cuando todo parezca decaer a ser esperanza cuando no se vea el camino correcto y a ser calma en el caos.
    Ayúdame a comprender que todos los hombres sin excepción son mis hermanos y todos somos reflejo tuyo, ayúdame a saber perdonar y a saber ser agradecida.

    * Señor, al recibir tu Palabra y ser iluminados con tu ejemplo, te quiero mostrar mi corazón agradecido. Gracias por hacerte tan asequible en nuestra búsqueda, por ponernos las cosas fáciles, por no pedirnos más de lo que te podemos dar. Gracias por liberarnos de tantas complicaciones y mostrarnos el camino de la sencillez como el más amado por tu Padre. Gracias porque has querido compartir con nosotros lo más íntimo de tu divinidad. Te bendigo y te alabo Señor con todo mi agradecimiento por ser lo que eres para nosotros, y porque nosotros como somos, somos amados por ti.

    * Señor, yo necesito que me enseñes a aliviar a los demás porque a veces no los veo y me encierro en mí misma. Sólo necesito fe para creer que contigo lo puedo todo. No ando por tus caminos y me despisto aunque sé que es contigo con quien tengo que caminar. Sólo te pido luz para ver el sendero y comprender que nada es imposible.

  16. Grupo Virtual de Jesús Emaús 02/06/2015 at 15:43 Responder

    Hola a todas y todos:

    Os compartimos una selección de algunos de nuestros comentarios y reflexiones de las dos reuniones de este tema.

    De nuestro acercamiento al evangelio, estas son algunas de nuestras ideas:
    –Creo que es uno de los textos del Evangelio más lleno de frescura, belleza, sencillez, ternura y con una enorme carga de misericordia. Es como si Jesucristo estuviera mostrando lo más personal e íntimo de él.
    –La sencillez de corazón es la que permite que me despoje de prejuicios y barreras como el orgullo, el egoísmo, la prepotencia, que reconozca que yo sola no puedo lograrlo; que es solo con la ayuda de Jesús, mi seguimiento a su persona y mi abandono confiado a él como puedo continuar mi camino de conversión haciéndome una persona cada vez más dócil a cumplir la voluntad del Padre.
    –Estas cosas se las ha ocultado a los sabios y entendidos. Esto me parece muy bien, que se las revele a los que saben que no saben nada, y están abiertos a todo, sin juicios previos. Los sencillos aprenden con el corazón en la mano y sienten agradecimiento por todo lo que les ayude a vivir, y son humildes. Ojalá algún día pueda yo pertenecer a este grupo…
    –Un hombre sencillo y humilde de corazón para mí es alguien que reconoce –Es genial mirar que cuando más me exige Jesús, hace mi vida más llevadera, más fructífera, menos frustrante y menos pesada y aburrida. Como dice Da Vinci, “Dios da las cualidades pero pide a cambio la fatiga”.
    –Hay cosas que solo podemos entender si Dios nos las cuenta. Claro que para escucharlas hay que estar atentos, y para aceptarlas y entenderlas hay que tener un corazón limpio y libre de “sabidurías” y prejuicios.
    –Me fascina ese Jesús que se describe a sí mismo como humilde y sencillo de corazón, tranquilo y sin vueltas, sereno y acogedor de todo lo que pueda existir y ser reconciliado. Y me refiere a un ser humano integrado en lo que desea, lo que piensa, lo que hace, lo que goza, lo que le duele; que se toma sus buenos tiempos para el encuentro consigo mismo, con su Padre, con los otros, pero con un ritmo confiado porque plenamente vive la presencia divina que lo habita en cada momento, sin urgencias, sin planificaciones estructuradas de cómo llevar el Reino, porque sabe que este está aconteciendo y es el Padre el que trabaja día y noche y es su Espíritu el que lo impulsa y abre los corazones de los que escuchan en medio de las incertidumbres.
    –Para mí el yugo de Jesús lejos de oprimir es liberador porque me libera de muchas mezquindades humanas y me permite crecer como persona. El amor, la confianza, la gratitud, la generosidad, la justicia… todo me lo ha enseñado Jesús con su palabra y no es un yugo opresor. El amor libera y enriquece.
    –“Su yugo es suave y su carga ligera”, porque él la lleva con nosotros, porque él nos conoce tal como somos, no como nos gustaría ser, y nos ama así, como somos. Y, por otra parte, “los que confían en el Señor renuevan sus fuerzas”, como dice Isaías. Pienso que muchas veces somos nosotros los que nos agobiamos porque, al no aceptarnos tal como somos, pretendemos emular a otros y confundimos nuestros deseos con su Voluntad, que es la que nos salva.

    De nuestro acercamiento a la vida, aquí os dejamos otros comentarios:
    –La historia se repite y claro que hoy en la Iglesia sucede igual que lo que sucedió en tiempos de Jesús: arrogancias, prepotencias, luchas de poder, diferencias en lo sagrado, en la comprensión y puesta en acción del mensaje de Jesús; pero también creo que hay otra Iglesia cercana a los pobres, oprimidos y excluidos con los que trabaja por dignificarlos y liberarlos.
    –Sucede que hay, para mi parecer, mucha moral inalcanzable que hace que la gente vea que no llega y que no puede, y se desmoralice y deje de ir a la iglesia o de creer. De los sencillos podríamos aprender a mirar lo bueno de cada persona y no lo malo, como hacía Jesús, que sabía sacar lo mejor de cada uno y perdonar lo peor.
    –Recordemos estas palabras de San Agustín: “Cuando esté unido a ti, con todas las fuerzas de mi ser, ya no tendré más dolores ni fatigas. Entonces, mi vida de verdad estará viva, llena toda de ti. Más por ahora, como todavía no me llenas tú, que aligeras la carga de aquellos a quienes llenas de ti, resulto ser una carga pesada para mí mismo”.
    –Me motiva ver a tantos cristianos que en verdad tienen a Dios en sus vidas y obran como el Maestro: humildes, sencillos, no viven desesperados (aun con sus grandes problemas) sino asidos a Dios con una confianza plena. Yo quiero ser una cristiana así, pero tengo que hacer mi trabajo, mi parte, para lograrlo.
    –Veo que aún las palabras (de Jesús) que me llaman al servicio a los más pobres y humildes pueden seguir siendo interpretadas desde ese “deber ser” que nada tiene de gratuito y amoroso, si no parten del reconocimiento de la propia dignidad y grandeza humana; y entonces voy a buscar tratar de mirarme desde el amor de Jesús que ya sabe que soy limitada y vulnerable y me mira con amor, y su amor es “gratis”.
    –Analizando mis miedos, mis cansancios, mis angustias, veo que su raíz está en mirarme o centrarme más en mí misma que en Jesús o en Dios; en confiar en mis fuerzas, o en desanimarme porque las cosas no son o no salen como a mí me gustaría, es decir, en dejar de confiar en él, que es el Señor de la Historia. Lo que noto que Dios me pide siempre es lo mismo: “volver a Él” cada instante, “vivir el momento presente” que es donde él actúa siempre unida a Él, “como el sarmiento a la vid”.
    –Me identifico con las palabras de Monseñor Romero que he leído en la web de Grupos de Jesús:
    “La iglesia no puede ser sorda ni muda ante el clamor de millones de hombres que gritan liberación, oprimidos de mil esclavitudes” (26/03/1978).
    “Fuera de la Iglesia también, todo hombre que lucha por la justicia, todo hombre que busca reivindicaciones justas en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios, y pueda ser que no sea ni cristiano. Pero es que la iglesia no abarca todo el Reino de Dios. El Reino de Dios está más afuera de las fronteras de la Iglesia” (3/12/1978).

    Finalmente, os compartimos algunas oraciones que han brotado de nuestra reflexión:

    “Dame, Señor, un corazón sencillo y humilde
    para conocerte, seguirte, amarte y comprenderte.
    Ayúdame, Señor, a descubrirte en los pequeños,
    en su confianza en los otros, no en el orgullo
    y la autosuficiencia de los listos y poderosos.
    Afina, Señor, mi mirada como tú miras a las personas,
    y que sepa ser agradecido de ellos
    como tú lo eres agradecido con tu Padre.”

    “Señor, sé tú mi alivio y descanso en medio de mis sombras,
    pecados e infidelidades.
    Ayúdame, Señor, a ser como tú para que, a través de mí,
    seas Tú quien alivie y cargue
    con las cruces, sufrimientos y penas
    de los que me encuentro en mi camino.”

    “Jesús, tú nos invitas a acudir a ti los cansados y agobiados
    y nos enseñas la necesidad de la humildad y sencillez de corazón.
    Por ello te pedimos que:
    -Nos enseñes a saber relacionarnos contigo
    y con los que nos rodean
    con sencillez y humildad,
    con corazón generoso y abierto al perdón.
    -Nos ayudes a saber coger tu yugo de no acomodarnos al mundo,
    sino de ser líderes que a su paso van moviendo las aguas
    que encuentran a su paso.
    -Permanezcamos unidos a ti como el sarmiento a la vid,
    escuchándote y dejándonos conducir y seducir por ti.
    -Sepamos encontrarnos contigo
    para compartir juntos nuestras inquietudes,
    preocupaciones, desesperanzas, angustias, temores, miedos,
    y también nuestras alegrías, esperanzas y buenos deseos.
    -Nos concedas la humildad y sencillez de corazón necesaria
    para sabernos llenar de tu amor y confianza.
    -Transformes nuestro corazón egoísta y reticente
    en un corazón generoso y abierto a la gratitud.
    Todo esto porque confiamos en ti,
    que eres grande y todo amor.”

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