Juan 1,35-39
Al día siguiente, Juan se encontraba en aquel mismo lugar con dos de sus discípulos. De pronto vio a Jesús, que pasaba por allí, y dijo:
—Este es el Cordero de Dios.
Los dos discípulos le oyeron decir esto y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, viendo que lo seguían, les preguntó:
—¿Qué buscáis?
Ellos contestaron:
—Rabí (que quiere decir Maestro), ¿dónde vives?
Él les respondió:
—Venid y lo veréis.
Se fueron con él, vieron dónde vivía y pasaron aquel día con él. Eran como las cuatro de la tarde.PRIMERA REUNIÓN. 1. Acercamiento al texto evangélico
El paso de Jesús. ¿Por qué se deciden los discípulos de Juan a seguir a Jesús? ¿Basta que alguien nos diga grandes cosas sobre Jesús para tomar la decisión de seguirlo? ¿Nos dice algo a nosotros oír que Jesús es «el Cordero de Dios»?
La pregunta de Jesús. ¿Qué es lo primero que les dice Jesús cuando ve que comienzan a seguirlo? ¿Se puede seguir a Jesús sin buscar nada? ¿Qué se puede buscar equivocadamente en Jesús?
La respuesta de los discípulos. Curiosamente le responden con otra pregunta. ¿Es normal su pregunta? ¿No es más importante preguntar a un maestro qué enseña, cuál es su mensaje, para qué pueden servir sus doctrinas…? ¿Qué se encierra detrás de su pregunta? ¿Qué quieren saber exactamente?
«Venid y lo veréis». Para conocer a Jesús, ¿es importante escuchar a Jesús y tratar con él? ¿Se puede seguir a Jesús sin conocer su mundo, lo que vive, cómo vive o para qué?
2. Comentario: Ver dónde vive Jesús
El evangelista Juan no nos dice nada de la infancia de Jesús. Después de un prólogo extraordinario, donde presenta a Jesús como «la Palabra de Dios que se ha hecho carne para habitar entre nosotros», nos describe los primeros días de Jesús ya adulto en el entorno del Bautista. ¿Qué sucede precisamente el día tercero?
El Bautista está acompañado de dos de sus discípulos. Sin duda han escuchado su predicación y han recibido su bautismo en las aguas del Jordán, en aquel mismo lugar. Viven a la expectativa de alguien que está a punto de llegar y es «más grande que Juan». Él mismo les ha dicho: «En medio de vosotros hay uno a quien no conocéis». Hay que estar atentos y abrir bien los ojos del corazón.
De pronto el Bautista ve a Jesús, que «está pasando por allí», e inmediatamente lo comunica a los discípulos: «Este es el Cordero de Dios». Seguramente los discípulos no pueden entender gran cosa. Tal vez piensan en el «cordero pascual» cuya sangre había liberado al pueblo de la muerte al escapar de Egipto. Pero lo que ellos están esperando ahora es un liberador definitivo que pueda «quitar el pecado del mundo», limpiar la vida e introducir en los corazones un Espíritu nuevo.
Jesús sigue siendo para ellos un desconocido, pero, al oír al Bautista, algo se despierta en su interior. Abandonan al que hasta ahora ha sido su profeta y maestro, y «siguen a Jesús». Se apartan del Bautista y comienzan un camino nuevo. Todavía no saben a dónde les puede llevar este desconocido, pero ya están tras sus pasos. Así comienza casi siempre el seguimiento a Jesús. De alguna manera, así estamos empezando también nosotros este camino. ¿A dónde nos llevará Jesús?
Durante un cierto tiempo caminan en silencio. No ha habido todavía un verdadero contacto con Jesús. Solo expectación. Jesús rompe el silencio y les hace una pregunta no muy fácil de contestar: «¿Qué buscáis?». ¿Qué esperáis de mí? ¿Por qué me seguís precisamente a mí? Hay cosas que conviene aclarar desde el comienzo: ¿qué buscamos al orientar nuestra vida en dirección a Jesús?
Los dos discípulos le responden con otra pregunta: «Maestro, ¿dónde vives?», ¿cuál es el secreto de tu vida?, ¿qué es vivir para ti? Jesús no se queda en el desierto junto al Bautista. Los está encaminando hacia un lugar nuevo: ¿dónde vive? Al parecer no andan buscando en Jesús nuevas doctrinas. Quieren aprender un modo diferente de vivir. Aprender a vivir como él.
Jesús les responde directamente: «Venid y lo veréis». Haced vosotros mismos la experiencia. No busquéis información externa de otros. Venid a vivir conmigo y descubriréis cómo vivo, desde dónde oriento mi vida, a qué me dedico y qué es lo que me hace vivir así. Solo conviviendo con Jesús aprenderemos a vivir como él. Este es el paso decisivo que hemos de dar. Esto es entrar en el camino de Jesús.
Los discípulos escuchan a Jesús y toman la decisión que cambiará para siempre sus vidas: «Se fueron con él, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día». Se olvidan del Bautista, dejan otros caminos y se van con Jesús. Entran en contacto con el lugar donde vive él. Se introducen en su mundo. Están pasando a la zona de la luz, de la vida y de la libertad que irradia Jesús. Esta experiencia directa les hace «quedarse» con él.
El evangelista Juan da mucha importancia a lo que está sucediendo. Señala incluso la hora: «Eran las cuatro de la tarde». Está naciendo el pequeño grupo de Jesús. Estamos escuchando las primeras palabras que pronuncia Jesús en este evangelio: el primer diálogo que tiene con los que empiezan a seguirlo. En pocas palabras se nos dice lo esencial mejor que con muchas palabras complicadas. ¿Qué es lo decisivo al tomar la decisión de seguir a Jesús?
- Lo primero es buscar. Cuando una persona no busca nada y se conforma con «ir tirando», repitiendo siempre lo mismo, es difícil que encuentre algo grande en la vida. En una postura de indiferencia, apatía o escepticismo no es posible seguir a Jesús.
- Lo importante no es buscar algo, sino buscar a alguien. Lo decisivo no es conocer más cosas sobre Jesús, tener más datos, penetrar con más clarividencia en la doctrina cristiana, sino encontrarnos con su persona viva. Es el contacto personal con él lo que nos atrae a seguirlo y lo que trasformará nuestra vida.
- Dicho de manera más concreta, necesitamos experimentar que Jesús nos hace bien, que reaviva nuestro espíritu, que introduce en nuestra vida una alegría diferente, que nos infunde una fuerza desconocida para vivir con responsabilidad y esperanza. Si vamos haciendo esta experiencia, empezaremos a darnos cuenta de lo poco que creíamos en él y de lo mal que habíamos entendido hasta ahora muchas cosas.
- Pero lo decisivo para seguir a Jesús es aprender a vivir como vive él, aunque sea de manera pobre y sencilla. Creer en lo que él creyó, dar importancia a lo que se la daba él, interesarnos por lo que él se interesó. Mirar la vida como la mira Jesús, tratar a las personas como él las trata, acoger, escuchar y acompañar como lo hace él. Confiar en Dios como él confía, rezar como reza él, contagiar esperanza como la contagia él.
SEGUNDA REUNIÓN. 3. Conversión personal
- ¿Qué ando buscando yo en la vida? ¿Seguridad, tranquilidad, amor, bienestar…? ¿Qué es lo primero que busco cada mañana? ¿Me parece suficiente? ¿Necesito algo más?
- ¿Qué he buscado durante estos años en Jesús? Y en estos momentos, ¿qué busco en él? ¿Qué espero de él? ¿Lo tengo claro dentro de mí? ¿Puedo estos días ponerme sinceramente ante Jesús para concretar mejor mi decisión de buscarlo en este grupo?
- Conversación con Jesús. Habla con Jesús de lo que buscas en este momento de tu vida.
4. Compromiso en el proyecto de Jesús
- ¿Qué busca de ordinario la gente de nuestro entorno en su vida de cada día? ¿Conocemos personas cuya vida nos parece un acierto? ¿Qué es lo que buscan?
- ¿Dónde aprendemos a vivir los hombres y mujeres de hoy? ¿Quiénes son los guías que inspiran el estilo de vivir en la sociedad moderna? ¿Conocemos personas que se plantean qué hacer en su vida para vivir su propia misión?
- Dentro de nuestros hogares, grupos, comunidades o parroquias, ¿se aprende a vivir con un estilo más parecido al de Jesús? Señala aspectos positivos y negativos. ¿Qué tenemos que cuidar en este grupo para que sea un lugar donde se pueda aprender a vivir como Jesús?
5. Sugerencias para la oración
- Jesús está aquí en medio de nosotros viendo que lo queremos seguir. Nos pregunta a todos: «¿Qué buscáis?». Después de meditar su pregunta, vamos respondiendo en silencio o en voz alta, concretando lo que queremos buscar en este grupo siguiendo los pasos de Jesús.
- Meditamos en silencio estas invocaciones tomadas o inspiradas en los salmos. Después elegimos alguna frase y la pronunciamos despacio en voz alta:
Jesús, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma tiene sed de ti;
mi carne tiene ansia de ti;
como tierra reseca, agostada, sin agua…
Tu gracia vale más que la vidaSalmo 62
No me escondas tu rostro…
Hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti.
Indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma hacia ti.Salmo 142
Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad.Salmo 85
- Para orar en el silencio del corazón:
Jesús, nuestra paz,
eres tú quien nos llamas
a seguirte toda nuestra vida.
Por eso, con una humilde confianza,
comprendemos
que tú nos invitas a acogerte
ahora y siempre.H. Roger de Taizé
- Podemos pronunciar juntos la siguiente oración:
Despierta, Señor, nuestros corazones,
que se han dormido en cosas triviales
y ya no tienen fuerza para amar con pasión.
Despierta, Señor, nuestra ilusión
que se ha apagado con pobres ilusiones
y ya no tiene razones para esperar.
Despierta, Señor, nuestra sed de ti,
porque bebemos aguas de sabor amargo
que no sacian nuestros anhelos diarios.
Despierta, Señor, nuestro silencio vacío,
porque necesitamos palabras de vida para vivir
y solo escuchamos reclamos de la moda y el consumo.F. Ulíbarri
Banco de oraciones
En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 5. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.
Material de profundización
En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 5 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.
Grupo Virtual de Jesus 36.
Tema 5 ¿Qué buscaís?
El verdadero seguidor de Jesús es, como dice la Palabra, el que le sigue. Y lo hace con sinceridad, desde dentro. (Amaia)
Señor, que te busque y te siga para conocerte de verdad. (Maricel)
Señor, gracias por permitir seguir tus pasos y con tu ejemplo aprender a vivir con amor y humildad. (Ana Guadalupe)
Busco a Jesús para aprender a vivir como Él. Mirar la vida desde la mirada de Jesús.Solo conviviendo con Jesús aprenderemos a vivir como Él. (Mary Carmen)
Señor, busco compartir mi vida en Tu Presencia, pues así mi vida tiene mayor sentido y logro la plenitud. (Enrique)
Señor Jesús, que puedas iluminar mi camino para encontrar lo que estoy buscando, que cada día de mi vida pueda descubrir tu mensaje, que cada amanecer pueda amarte más, y hacerlo vivo en mi vida. Gracias. (Eleonora)
Hola hermanos.
Somos un grupo de 17 personas que desde octubre del año pasado estamos en esta aventura de descubrir lo que significa seguir a Jesús como discípulo.
Cada sesión estamos más encantados y subyugados por la metodología y sobre todo por el descubrimiento que hacemos de Jesús personalmente y en los demás.
Hemos terminado el tema 6 y como compromiso cristiano el de conocernos más, repetarnos en el hablar y cuidarnos los unos a los otros.
Hola, somos el GVJ 35 este es nuestro aporte al finalizar el TEMA 5.
Jesús da el sentido a mi vida y, en este momento, me invita a vivir con sinceridad con él y con los demás, comenzando conmigo misma. AMAIA
Jesús en ese «venid y veréis» nos propone hacer la experiencia y actuar tal como Él lo hizo, estar libres de cualquier tipo de ataduras que condicionen nuestro compromiso de cumplir la voluntad del Padre. DOLORS
Señor Jesús, que pueda encontrar lo que realmente busco,
que cada día pueda descubrirte, conocer tu mensaje
y hacerlo vivo en mi vida. ELEONORA
Quiero Jesús aprender a vivir como vos, de manera pobre y sencilla.
Tratar, acoger, mirar, escuchar y acompañar como vos lo hacías.
Confiar en mi Padre ¡como un Hijo! NORMA
Un gran abrazo
Amaia, Dolors, Eleonora, Norma
GVJ 35
¿Qué buscáis? Jn 1,35-39
Grupo virtual de Jesús 33
Los discípulos de Juan se deciden seguir a Jesús porque éste se lo sugiere diciéndoles » Éste es el Cordero de Dios», el cordero que les salvaría pensaron ellos,los discípulos no dudan y le siguen,se van tras él.
Para seguir a Jesús tenemos que sentirnos atraídos, saber dónde vive,como actua, conocer sus preferencias y todo esto lo debemos experimentar por nosotros mismos.
Los discípulos de Juan sienten curiosidad,le siguen,desean conocerle, saber de él, Jesús les pregunta,¿Qué buscáis?y ellos a su vez responden con otra pregunta,¿Dónde vives? él les contesta «Venid y lo veréis»,se quedan con él todo el día, para conocer a una persona y poder seguirla hay que saber de ella para poder imitarla, conocerla por nosotros mismos y no por la información que nos den otros por mucha confianza que nos inspiren.
Nosotros,¿qué buscamos en Jesús?
A veces buscamos un Dios utilitarista que nos resuelva los problemas, que nos saque del pozo en el que nos hemos metido por no ser responsables de nuestros actos y actuar de forma impulsiva.
Tenemos que aspirar a buscar a un Dios en el que abandonarnos con toda confianza, que sea él quien viva en nosotros.
Juan con toda seguridad y confianza índica que Jesús es el Mesías, pero los discípulos no saben todavía que pueden esperar de él. Nosotros,¿por qué seguimos a Jesús? por tradición,por costumbre….,los apóstoles estuvieron con él y decidieron seguirle y no separarse más,estar con Jesús da fuerza,paz, tranquilidad, seguridad,te cambia las prioridades,te da libertad.
Todos estamos en la búsqueda de algo,una meta,un sueño o poder comprender algo a lo que no encontramos sentido y a veces seguimos señales que sí nos aproximan al mensaje de Jesús pero no al núcleo mismo.
Cristo nos ha elegido para que seamos sus discípulos y la única evangelización posible surge con un encuentro a solas con él, seguirle es enamorarnos de sus persona y doctrina, debemos hacer nuestra experiencia personal de encuentro con él,y hasta que no la hagamos nuestra vida será un querer y no poder,un esfuerzo que siempre fracasará, porque todo lo que emprendamos sin él no tiene donde apoyarse, no tiene sentido.
Muchas veces nuestro corazón se duerme en cosas triviales,el día a día nos pone obstáculos y terminamos dejando lo que nos acerca a él,la oración,la lectura de la Palabra,el ir tranquilos a celebrar la Eucaristía sin distracciones,sin sumergirnos en nuestros problemas que muchas veces nos ahogan sin motivo.
Él sabe todo de nosotros,en cambio sabemos poco de él porque no le buscamos de verdad, porque aunque vayamos a su casa no atendemos sus enseñanzas, pero en realidad lo que permanece y nos alimenta es la relación con Jesús,su amistad.
Porque yo te dejé y tú me buscaste,
porque yo desprecié tu amable voz
y tú no despreciaste mi miseria:
gracias, Señor.
Porque bastaba para rendirme
un suspiro,una lágrima de amor
y me quisiste dar toda tu sangre:
gracias, Señor.
Por todas estas cosas y por tantas
que conocemos nada más tú y yo
y no pueden decirse con palabras:
gracias, Señor.
Francisco, Gela, Juan José, María, Rafael, Valle.
Grupo virtual de Jesús 33
Estimados amigos, Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 32 y compartimos con vosotros nuestra reflexión sobre el TEMA 5. ¿Qué buscáis? Jn.1, 35-39
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
«He aquí el cordero de Dios». Las palabras del Bautista despertaron a los discípulos a la búsqueda que trajeron dentro de ellos.
Quizá esa figura es la que puso en marcha a esos dos discípulos del Bautista, y provocó la búsqueda y el seguimiento de Jesús. El pueblo judío esperaba y deseaba la llegada del Mesías
¿Que buscáis?” De entrada seguro que ni ellos mismos lo sabían y por eso le contestaron con una pregunta “¿Rabí, dónde vives?” No le piden nada, quieren conocerle, “¡Venid y lo veréis!” Querían ver cómo vivía, y les basto pasar un día con él para encontrarle y para seguirle.
Jesús fue la respuesta a lo que buscaban y se quedaron con él, incluso aunque no lo entendieran, siguieron un llamado más fuerte, para un camino incierto, en la confianza del nuevo maestro
Me sorprende la mismísima pregunta de Jesús. ¿Qué buscáis? Y puedo decir que, cada día, he ido encontrando en Jesús.
El seguir a Jesús significa asumir como propia la vida de Jesús. Los discípulos no lo conocieron estudiando, lo conocieron viviendo, supieron lo que representaba Jesús para ellos y para el pueblo.
¿Que buscamos? En principio creo que siempre la Verdad. Por eso estamos aquí, tratando de ver como se manifiesta el Espíritu de Jesús en nosotros, haciendo lo que Jesús responde: Venid y lo veréis es posible encontrarse con Él.
El poder de Jesús que nos atrae, no es el miedo, es un poder que nos orienta a vivir con misericordia y libertad y llena de sentido nuestra vida.
Ese es el paso, que como cristianos deberíamos todos que dar, ir detrás de Él para experimentar un verdadero contacto con Jesús y cambiar el rumbo de nuestras vidas de forma que sepamos cómo vivió, conozcamos su proyecto a fondo y vivir de la forma que Él vivió,
Para ello es importante configurar nuestra vida como la vivió Jesús, de una manera humilde y sencilla,
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Sí que es verdad que llevo demasiado tiempo buscando muchas cosas de la historia y la vida de Jesús. Y seguro que eso no es lo que debo de seguir buscando. Porque si eso fuera necesario, Él, lo habría dejado escrito.
Así que ahora que Jesús ya no es un desconocido para mi, tengo que centrarme en actualizar en mi, sus enseñanzas, sus mensajes, su testimonio, poco a poco integrarlo y ponerlo en práctica.
Es una opción, porque son cosas distintas entre tratar de imitarlo en las obras y amarlo en su divinidad.
Cuando Jesús responde a la pregunta de los discípulos de Juan ¿dónde vives? y él les dice “Venid y lo veréis”, esto trasladado a los tiempos de ahora me inspira que Cristo, aunque vive en Espíritu en el corazón de todos los seres humanos, lo hace de forma más patente en el corazón de los enfermos, excluidos, pecadores, inmigrantes y pobres. Ahí es donde lo intuyo yo.
Seguir a Jesús no es fácil, pues nuestra sociedad moderna nos enseña desde niños modelos de vida diferentes a los de Jesús. El tema de la fraternidad y de la solidaridad solo se percibe para la familia y con mucha dificultad
Espero que pueda entusiasmarme más y renovar mi mente, ahora, pareciera que todo el tiempo es cíclico y toda la vida, todo sucede de la misma manera.
Podamos testimoñar que Jesus esta vivo, en cada uno de nosotros. No desfallezcamos en este seguimento, conozamos cada vez más a Jesus.
Oracion
Jesús, con tu vida llena de amor por nosotros,
fuiste Maestro, médico, amigo
que acogió a todos los desfavorecidos de esta vida;
dando esperanza en el Padre, sanaste a los enfermos
y hoy sigues con nosotros en el pueblo que pide limosna, que vemos en las calles,
que mueren en el mar, que trabajan y no tienen dinero ni apoyo para vivir en una casa.
Dame tu Espíritu Santo para que pueda hacer como tú,
porque hoy todavía hay gente muy pobre,
muy necesitada del pan que das a todos
y solo uno de vosotros puede comer.
El sufrimiento humano es muy grande, y tú sabes bien lo que es el sufrimiento.
Nos diste todo, tú, todo,
tus enseñanzas, tu amor y tu vida,
y yo también soy pobre,
y necesito más fuerza para ayudar a mis hermanos.
Abre mis ojos a la realidad del mundo de hoy,
fortalece mi mente y mi corazón para tomar acción por los que me rodean.
Gracias Jesús por todo lo que eres, y por ser mi amigo.
«¿Qué buscáis?», la pregunta que orienta a la humanidad.
Aquí estamos, viviendo esta pregunta con preocupación y dolor por este afuera tan fuerte y tan ávido de los alivios que reclamamos y que indudablemente apunta al interior profundo de cada uno. Después de andar juntos unos pocos meses hemos podido expresar que nos estábamos sintiendo como un poco afuera del «rebaño» sumiso en el que algunos nos habíamos dejado atrapar. Nos ha convocado la necesidad de aproximarnos a un acercamiento más vivo a la Palabra, queremos ser grupo entusiasta que marche decidido y seguro hacia un compromiso en una vida impregnada de un corazón al estilo del Maestro interior.
Reconocimos- no sin cierto dolor-que ya no nos estamos sintiendo cobijados por una Iglesia que no pareció prestar debida atención a la idea de un Dios Padre- Madre- Amor-Misericordia-Confianza-Perdón o que no nos ayudó, con el debido énfasis a comprender que para vivir qué Iglesia somos todos, no bastaba la lectura seguida de la consabida y obvia explicación que invitaba a sólo escuchar.
Estamos avanzando en la comprensión de una Iglesia como responsabilidad de todos; tal vez nos va a faltar paciencia, si bien la conversión sacude a todos, mover una estructura clerical tan antigua es más que mover una vida.
Queremos ser discípulos. Estamos en el camino de aprender que la tarea va más allá de la búsqueda de seguridades en la vida personal; se trata de hacer propio un estilo de vida diferente, uno que nos reclama vivir amando, sirviendo a los demás, ayudando a otros a sanar dolores, abordando nuestros sufrimientos con fortaleza. Vivir con la dignidad propia de sentirnos hijos «mimados» de Dios.
Si la Iglesia nos dejó la huella está en cada uno convertirla en Camino, el vínculo inicial debe hacerse respuesta.
Avanzar según el modelo del Maestro.
Vamos compartiendo la fortaleza que va surgiendo cuando nos sentimos grupo que ya encontró lo que busca y que percibe que ya no es tiempo de dejarnos dominar por esas rutinas de comportamiento que no pasarán tan ligeramente el filtro de esta nueva conciencia. Nos estamos percatando que esta pequeña comunidad de reflexión y apoyo nos ayuda a mantener vivo el «Reino de Dios y su justicia» sin sentir sometimiento a ningún yugo normativo, sino permitiéndonos valorar y más bien saborear la cualidad cristiana de pensamientos, sentimientos y acciones implicados en la cotidianeidad.
«Venid y veréis.» resuena ahora de otra manera. Vamos incorporando que el camino del discípulo no es un seguimiento a la distancia o de oídas, Jesús eligió la mejor metodología: la que llevara a la experiencia personal-comunitaria. Resulta también impresionante verificar desde este nuevo lugar la sabiduría de los cuatro evangelistas al escribir esos escasos pero contundentes episodios de la vida terrenal de Jesús que- más allá de la verosimilitud de la anécdota- nos abrieron la puerta para conocer más de cerca el rostro de Dios que el Maestro debía transmitir. ¡Qué mejor forma de aprender a aceptar con humildad las limitaciones humanas y el amor que el Padre depositó en nosotros! Entendemos por qué Jesús no responde dónde vive, su misión sobrepasa lugares y circunstancias, estaba seguro que la experiencia traería la cuota de plenitud necesaria para persistir en el Camino, amor para tener y repartir. ¡Cómo no esperar que algún día nuestra Iglesia sea más cercana, fraterna y diversa!
Por más que te escondas,
por más que te ocultes.
Yo sabré buscarte
Jesús entre sombras.
Entre tan amigo
de estar escondido.
Conozco tu juego
Juguetón Divino.
Tres días te perdiste
cuando estabas niño.
Y en el Tiberíades
te hiciste el dormido.
Y en el sacramento
de la Eucaristía
está siempre oculto.
¡Oh sol de Alegría!
Grupo Virtual de Jesús 31.
Ma. Agustina, Ma. Cristina, Nilda, Teresa, Olga, Cecilia, Jesús, Juan, Dardo.
TEMA 5. ¿Qué buscan? (Juan 1,35-39)
El grupo valle de Elda, después de terminar nuestra reunión correspondiente al tema, queremos compartir con todos nuestra pequeña reflexión.
Interpretamos que después de comentar Juan «he aquí el cordero de Dios «, en sus discípulos abrió el camino para conocer a Jesús directamente, dejando atrás otros caminos para unirse al Señor sin dudas y de una manera tan decisiva en ellos, que a partir de ese momento unieron sus vidas al Jesús vivo y entendiendo que ese encuentro fue algo definitivo para ellos.
De ahí que el evangelista Juan recuerda con exactitud la hora del encuentro, por la grandeza del momento, ya que a partir de ese lugar y momento, Jesús empieza a fraguar los primeros grupos de Jesús y la historia del mundo, puesto que por mediación de su Venida en la tierra, culmina su obra para todo el mundo y une de esta manera el viejo y nuevo testamento.
Padre eterno,
abre nuestro corazón.
Envía tu Espíritu Santo
y guíanos por medio de tu palabra
a la verdad absoluta de tu amor.
¿Que buscáis?
Un corazón que nos renueve
y una nuestro grupo a Ti.
Grupos de Jesús, Valle de Elda
GVJ 30 Aporte a la Web
TEMA 5 – ¿Qué buscáis?
(Juan 1,35-39)
Jesús es fuente de paz, síguelo y prepárate para responderle
Señor Jesús, me encomiendo a ti al comenzar esta reflexión. Tú conoces mi inquietud interior, mi falta de sosiego que a veces me lleva lejos de ti. Lo que busco es precisamente lo contrario: una total confianza en una persona que no me puede fallar. Quiero seguirte, como aquellos discípulos de la primera hora. Creo que me vienes llamando desde aquel momento hace tantos años en que tuve la suerte de meditar en esta escena por primera vez.
¿Después de esa pregunta de Jesús… Que buscas? Podemos decir, que todos buscamos la plenitud como seres humanos y sabemos que esa plenitud la alcanzaremos al seguir a Jesús y practicar sus enseñanzas. Así como los discípulos empezaron a seguir a Jesus unos primero y otros después así todos tenemos nuestro tiempo en el que tomamos esa decisión de seguirlo, pero de seguirlo de verdad, más seriamente, más honestamente más maduramente y dejar esas cosas que nos alejan de Él, igual que los discípulos dejaron seguramente su comodidad.
Jesús, sentimos que en cada ocasión se plantea un seguimiento más próximo a ti, pero las preocupaciones o las ambiciones personales lo impiden: ¡Es como la parábola de la semilla sembrada en terreno pedregoso! Ciertamente, me da miedo perder lo llamamos “mi zona de confort”, lo que conozco, lo que me inspira confianza.
En la vida de fe pasamos por diversas etapas, momentos en los que se busca seguridad, momentos de frialdad o de rabioso ímpetu. Muchos estamos actualmente en un momento de buscar hacer la voluntad de Dios, centrados en nosotros y en nuestros intereses. Si cumplimos con lo que Él quiere para nosotros, viviremos en plenitud. Muchos de nosotros tomamos la decisión de participar en los grupos de Jesús y meditar su palabra y compartir reflexiones con otros hermanos y hermanas, puede ser una oportunidad privilegiada de propiciar un encuentro personal con Jesús.
En la vida debemos buscar paz, esa paz que nos de tranquilidad, esa tranquilidad necesaria para tomar adecuadas decisiones, que evite agredir de cualquier forma a los demás, con comportamientos, con indiferencias, con malas reacciones. Queremos conocer a Cristo Jesús y descansar en María, podemos concebir un camino con 2 prioridades: el conocimiento de la vida y obra de Jesús y la articulación de este conocimiento con nuestro día a día.
En varias oportunidades escuchamos de nuestros sacerdotes que, lo único que nos llevaremos de este mundo, será «el amor» que hayamos dado por ello, el grupo debe crecer justamente en esa prédica del amor y la entrega solidaria para lo cual Dios nos eligió.
Vemos a gente que busca a Dios, gente que sabe que sólo en Él podemos encontrar el camino. Entre esta gente encontramos en sus vivencias, desde su trabajo quiere llevar a Dios a la gente porque ella misma la ha encontrado. Es como si su búsqueda de Dios colmada por la experiencia de haberlo hallado la pone en la búsqueda de que otros experimenten lo mismo.
¿Ahora que Jesús nos pregunta… qué buscas? Creo que todos buscamos un crecimiento Espiritual que se nos note y pareciera que nos dice …Para eso debes precisamente ejercitar tu Espíritu, la dieta y la rutina está escrita en la Biblia y es una dieta y una rutina difícil pero no este sol@, yo seré tu Coach.
Reflexionamos sobre nuestra participación en los grupos virtuales, estos son un desafío y una gran responsabilidad, tenemos que tratar por todos los medios, y me incluyo, de estar en la videoconferencia y de entregar los temas a tiempo. Conocer nuestros rostros, nuestra voz, etc., todo aquello que nos pueda identificar cada vez más en esta virtualidad; es clave de continuidad.
Mártires que marcaron el camino a Jesús
San Óscar Romero es el ejemplo paradigmático, pero hay miles de personas, conocidas y anónimas, que han arriesgado todo por defender la causa de la justicia y los pobres. Esas personas son mi guía, ya que me indican el camino a seguir, el camino que conduce a Jesús. En la medida de mis posibilidades, haré todo lo posible para que no queden en el olvido.
Hace unos días, el 2 de marzo, conmemoramos aquí en Honduras el sexto aniversario del asesinato de Berta Cáceres, defensora del medio ambiente y los pueblos indígenas. Personas como ella, deberían ser hoy los referentes de la sociedad.
Me atraen las personas que ponen por delante de sus intereses el bien de las personas: eso es en definitiva lo que hacía Jesús. Me atraen santos muy conocidos como San Juan Bosco y San Ignacio de Loyola. Pero también santas del siglo XX menos conocidas como Madeleine Delbrel, que entregó su vida ayudando a los más pobres en los suburbios de París. También en Salamanca hay muchas personas que, calladamente, están entregando sus vidas y bienes en ayuda de los más necesitados.
Esta semana me propongo repetir estos dos salmos: No me escondas tu rostro…/ Hazme escuchar tu gracia, / ya que confío en ti. Indícame el camino que he de seguir, /pues levanto mi alma hacia ti. (Salmo 62). Enséñame, Señor, tu camino, / para que siga tu verdad. (Salmo 142).
El GVJ 29 estamos terminando el Tema 5 del recorrido con el texto Jn 1, 35-39 en el que Jesús en el inicio de su vida pública nos lanza la pregunta “¿Qué buscan?”.
En este recorrido todos vamos percibiendo que tenemos el deseo de ser seguidores de Jesús, el único Maestro, ser sus discípulos e ir y ver cómo vive. Todxs estamos en búsquedas, desde nuestras opciones de vida para ponernos en camino, aunque no resulta fácil.
Jesús ha transformado nuestra vida y la sigue trasformando; nunca nos deja solos, nos acompaña siempre y allí dónde nos encontremos. Muchas veces parece que nos hemos querido alejar de él, pero él insiste en buscarnos como el Buen Pastor. Poco a poco vamos recobrando la vista, aprendiendo a mirar, no como lo hacíamos antes, sino que intentamos mirar la realidad con los ojos de Jesús, con esa mirada cargada de ternura, compasión y cariño por los y las más pobres. Hemos sentido esa mirada de Jesús en nosotros, con paciencia e insistencia, en cada paso que damos, torcido o recto, ahí estaba él.
En esta mirada de Jesús notamos su presencia y, sobre todo, percibimos cada uno personalmente el amor infinito y misericordioso de Dios, Madre y Padre. Dios nos busca siempre y sale a nuestro encuentro, también en este tiempo que estamos viviendo de Adviento y preparación a su Venida a nuestra pobre vida. Pero este Dios opta por los pobres y sencillos, por los pequeños y esto nos tiene que llenar de alegría. Aunque muchas veces sentimos que nuestro caminar es disperso, ambiguo, incongruente, sin claridad, en medio de la incertidumbre… que nos cuesta en el día a día tener a Jesús como centro y motor.
Pero también este Dios de Jesús viene en nuestra propia humanidad, se acerca a nosotros en la encarnación para decirnos que la manera de llegar y estar con él, precisamente es ser humanos y siendo humanos es como mejor somos divinos. Por eso, también vemos que para entrar en el camino de Jesús hay que hacerlo con una actitud de decisión en libertad: no es algo que venga de pronto, así por arte de magia o pasando por encima de nuestra autonomía; necesitamos querer estar en el camino, necesitamos la fe, que juntos pedimos.
La constante de todas nuestras reflexiones es: Dios nos busca, a través de Jesús, a través de los acontecimientos de nuestra vida. Dios nos busca siempre en las vicisitudes de la vida. El Grupo (la comunidad) nos ayuda, nos acompaña en nuestra respuesta diaria. Pero vemos que el encuentro es absolutamente personal y personalizado y por tanto nuestra respuesta debe ser una decisión personal de seguirle siempre: esta es la forma de hablar de Dios para quien está en predisposición de dejarse encontrar.
Por eso, no vivimos con preocupación, que al terminar este tema uno de los miembros de nuestro grupo abandone la experiencia. Hay muchos y variados caminos, hay muchas y variadas formas de estar con Jesús. Todas y todos le deseamos que pueda seguir caminando con Jesús, redescubriéndole y de esta manera sintiendo cada día el infinito amor que Dios nos tiene a cada uno.
Al terminar este Tema estamos comenzando la 3ª semana de Adviento que comienza con el Domingo “Gaudete”, de la alegría. ¡Qué tremenda coincidencia! Descubrir que la respuesta que Jesús nos da a la pregunta “Maestro, ¿dónde vives?”, la encontramos en la alegría de seguir su camino, de poder estar con Él en su Casa y en su Causa.
Oración:
Señor, quiero ser testigo tuyo
entre los hombres y mujeres de hoy,
manifestarles con mi vida
que es bueno creer en ti,
Dios vivo encarnado.
Tu Palabra
es Buena Noticia y es Alegría.
Estar contigo, Señor
no es un sacrificio o una obligación.
Estar contigo
me produce gozo y alegría
me llena de sentido.
He experimentado personalmente este encuentro
con tu persona viva, que reaviva mi espíritu,
que impulsa mi vida.
Amén.
(En nuestro encuentro virtual también rezamos con esta oración de J.Mª R. Olaizola.
ALÉGRATE
Alégrate,
pero no con el júbilo engañoso
de un estallido de luz fugaz ni con el entusiasmo festivo
del instante del triunfo. No con la risa fácil
de una comodidad sin camino, ni con una exaltación instantánea,
gestada entre la evasión y el estímulo. Alégrate, sí,
pero no con el egoísmo indiferente
del ande yo caliente, ni con la alegría vencedora
que necesita tristezas ajenas para existir. Hay otra manera de celebrar
el amor, la vida, la fe y el encuentro. Se cocina al fuego lento
de la experiencia y la sabiduría. Lleva como ingredientes la fe,
las búsquedas y el tiempo. No ha de faltar en ella la mezcla
de días radiantes y días grises. Alégrate con ese gozo
que nace en el manantial más profundo, allá donde brotan nuestros anhelos
que han de atravesar la historia para desembocar en su abrazo eterno.
(José María R. Olaizola, sj)
GVJ 27 TEMA 5 ¿QUÉ BUSCÁIS? Juan 1,35-39
Tras leer y reflexionar sobre el texto de Juan, todos nos hemos detenido ante la pregunta que formula Jesús ¿Qué buscais?, ¿A quién buscáis?
Buscamos a Jesús con plena confianza, sabiendo que Él es el “amigo fiel que nunca falla”. Nuestro deseo es amar y sentirnos amados por Él.
Buscamos que nos ayude a aumentar la fe. Que nos de fortaleza para superar los miedos, desconfianza. Deseamos crecer como cristianos comprometidos para hacer presente el Reino de Dios en el lugar donde vivomos y nos movemos.
A veces nos sentimos totalmente perdidos y nos detenemos por falta de confianza en Dios. Por eso necesitamos que aumente nuestra fe; nos fortalezca para vencer los miedos; nos haga personas confiadas a Él y confiadas en que nunca nos fallará, Sólo así podremos ser testigos del Amor que Dios nos tiene. El mundo, nuestra sociedad, amigos, familias necesitan que seamos lectura del evangelio a través de nuestro bien hacer, estilo de vida…, para que puedan acercarse a Jesús y sentirses amados. Debemos ser “faro y luz” que guíe sus pasos. Para ello necesitamos acercarnos a Jesús y hacer que nuestra vida esté enraizada en Él. Sentirnos hermanos y ayudarnos unos a otros.
Cada mañana, al despertar, doy gracias a Dios, para ello me santiguo, le invoco y le pido que sienta su presencia en mi todo el día. Pero no siempre es posible. A veces me desmotivo y me dejo robar la alegría llenándome de sentimientos de tristezas, enojo y miedos. No obstante, siento que Jesús me llama y me ayuda a mantener el ánimo y la fe en su seguimiento, de conocerlo en cada acto que realizo en el camino de la vida y por ende en mi camino espiritual.
No obstante, me cuestiono mi estilo de vida al querer seguir los pasos de Jesús. Para eso hablo con Jesús. Puede que mis motivos de acercarme a él sean egoísta por un lado y lleno de confianza por otro. Por eso me atrevo a decir que me siento guardado y protegido por Él. El camino de Jesús, mi seguimiento a Jesús, lo busc en este Grupo. Me siento afortunado y doy graciasa Dios. Ha sido Dios quién me ha llevado hasta vosotros. A formar pàrte de este GVJ 27.
Cada uno desde nuestro ser, sentir y lugar en el que nos encontramos, hemos ido respondiendo el camino de la vida. Nos sabemos buscadores. Todos estamos y nos sentimos necesitados de Él. Buscamos a Jesús. Le buscamos por distintos caminos, llamadas, lugares, intereses. Pero, en definitiva, queremos seguirle, andar por sus caminos a través de los recorridos que nos vaya presentando la vida. Y, puede que nuestra búsqueda esté equivocada. Que lo busquemos a Él para sentirnos seguros o bien, para ver y oír que quiere de nosotros. Qué quiere de mí.
Jesús siempre nos infunde la valtentía y orientación para que demos los pasos y tomemos las decisiones apropiadas para no caer en el pesimismo, en la derrota y así, abrazar con más fuerza mi amor y fe en Él y en la oferta del Reino. Es más, nos sentimos llamados y elegidos por Él para formar parte en este Grupo. Para que juntos, sigamos buscandóle y seguirle por los caminos que nos lleve. Sólo así podremos obtener las respuestas y vivir una vida plena siendo sus testigos.
“Venid y lo Veréis”
Llenos del Amor de Dios y acompañados por Jesús en nuestro día a día como Grupo de Jesús queremos ser semilla “influencia” en nuestra sociedad materializada y autosuficiente en la que Jesús no cuenta. Queremos ser auténticos “testigos” teniendo como único “influencer” a Jesús. El es nuestro verdadero “influencer”.
Gracias, Señor Jesús, tú nos has llamados y elegidos. Aquí nos tiene.
Oración
Si nadie acaricia los ojos del paria, ¿cómo dejará de serlo?
Si nadie cura las heridas del hombre quebrado, ¿en qué soledad sanarán?
Si nadie derriba los cimientos de una ley implacable, ¿hasta cuándo seguirá cerrando puertas y poniendo cadenas?
Si nadie profetiza contra los perversos, ¿cuándo cambiará algo?
Si nadie se deja guiar por la sed, ¿quién hallará la fuente de agua viva?
Si nadie se entrega a tumba abierta, ¿cómo saber qué es posible el Amor?
Hace falta Alguien, alguien como tu, o Tú de nuevo, en Espirítu y Verdad.
Alguien que acaricie los abandonos, que alivie sufrimientos, que taladre certidumbres y denuncie inconsistencias.
Alguien que nos ponga en camino hacia un manantial en el que nuestro deseo de Vida quedará colmado.
José M. Rguez. Olaizola
COMENTARIO DEL TEMA 5 PARA LA WEB
Estimados amigos y amigas de Grupos de Jesús: El GVJ 25, les hace llegar la reflexión del quinto tema DE LA ETAPA 1, del proceso de Grupos de Jesús, compartimos con ustedes lo que hemos dialogado y comentado.
El relato de Juan nos presenta a dos discípulos de Juan El Bautista, que, incitados por él, siguen a Jesús para saber dónde y cómo vive, la lectura nos lleva a reflexionar sobre tres acciones: buscar, encontrar y seguir a Jesús, por lo que el GVJ 25 analizó y concluyó lo siguiente:
BUSCAR A JESÚS
Las preguntas de la Guía de Lectura nos llevan al gran cuestionamiento: ¿qué estamos buscando?, ¿qué esperamos de Jesús?, ¿por qué estamos participando en este grupo? Las respuestas son variadas, pero llegan al mismo lugar. La gran mayoría de los que formamos este grupo somos hombres y mujeres que hemos empezado a buscar a Jesús desde hace tiempo, cada uno con sus propias experiencias de vida, buscábamos a ese ser atractivo, poderoso, seductor. Algunos lo encontraron antes, otros después, algunos no lo abandonaron, otros lo intentamos utilizar. Cada quien tiene su propia experiencia, aquí algunos comentarios: “¿Qué busco yo de JesuXto? Busco paz, y tranquilidad, busco la libertad que proporciona hacer una inmersión en su palabra. Estoy muy alegre por este grupo, para mí, tiene la virtud de ser un rio de agua viva, no había participado en un grupo con el dinamismo similar a los grupos de mi juventud”. Otro, “Quizá me pasó a mí lo mismo que a los discípulos de Juan. Antes de conocer a Jesús, asistía a un grupo mariano y nos daban formación cristiana a través de pláticas semanales. El ambiente era agradable y me sentía bien en la convivencia grupal y con las actividades de catecismo que recibimos y también proporcionamos, pero cuando me invitaron a una jornada de vida cristiana y tuve otra experiencia fuerte con Jesús, fue algo que marcó mi vida, por qué fue un encuentro más profundo y la manera como nos lo presentó el RP. Pedro Herrasti QPD, fue impactante. Uno más, “Busco a Jesús, busco una relación personal con El, capaz de iluminar mi vida, dado que esa relación va a alimentar a todas las demás, me hace sentir acompañada y amada, nutrida y viva. Desde allí, todo se ordena y cobra sentido. Busco una vida con sentido y plenitud, por eso estoy con Jesús, que es vida abundante en su ser, en su modo de relacionarse y con todas sus enseñanzas”.
ENCONTRAR A JESÚS
Partimos de que Jesús, siempre está ahí, esperando. Él es un ser muy atractivo, oír hablar de él siempre resulta muy interesante, rompe esquemas, moldes, él es diferente. A todos los que conformamos este grupo, algún día hubo alguien que nos habló de él y nos interesó, nos llamó la atención y lo buscamos, estuvimos en grupos juveniles, en congregaciones, en algún lugar donde se hablaba de él, y nos encontramos con él, a través de los evangelios, de las comunidades en las que participábamos y empezamos a conocerlo, cómo era, quien era, cómo vivía, que pensaba que nos pedía, nos ilusionamos, nos conquistó, pero la dinámica de la vida, nos absorbe y se va perdiendo ese contacto y se sabe que está ahí, que nos podemos acercar, en ocasiones lo hacemos, en otras nos alejamos. Seguir a Jesús es tener una experiencia personal con él, solamente así nos comprometemos con él. Cada ser humano que busca a Jesús lo encuentra, siempre habrá alguien que te quiera hablar de él, están los templos, los sacerdotes, los amigos, los vecinos, los hombres y mujeres que han experimentado un encuentro con él y que lo proclaman porque para ellos ha sido un cambio de vida y quieren y desean que todos experimentemos esa experiencia. Los compañeros del grupo comparten: “Recuerdo mucho, mi primera jornada donde por primera vez me presentaron a Jesús, un ser, tan humano, como divino, que reunía todas las cualidades de un HOMBRE, pero también era DIOS, sabio, poderoso. Un ser muy atractivo para un joven que empezaba a vivir, que lo podría tener de ejemplo, de guía, pero que al mismo tiempo tenía muchas exigencias, que en ese momento no estaba dispuesto a practicar. Ahora, en la plenitud de mi vida, yo espero de Jesús, una compañía, una dirección, un ejemplo a seguir, con todas las exigencias que esto implica. El Grupo de Jesús creo yo, es el camino para buscarlo, encontrarlo y seguirlo”. Alguien más dice: “Me propongo buscarlo a ÉL; para poder encontrarlo debo tener una comunicación directa con el creador. Y para buscar esta verdad de Jesús mis primeros pasos han sido entrar en un grupo de Jesús y leer los evangelios que sé que pueden cambiar mi vida, sé que hay ALGUIEN que cuida de nosotros”. Otro compañero dice: “Mi principal inspirador ha sido Jesús, cuando en una jornada de vida cristiana en la plática de Cristo hombre, conocí a una persona como yo de carne y hueso que se identificó con los más desprotegidos, pasó haciendo el bien, era libre y no se ataba a las cosas materiales, su vida fue plena y entregada a la misión que Dios padre le había encomendado. No solo fue su magnetismo por sus palabras de vida y su proyecto liberador lo que me atrajo hacia Él, sino su ejemplo de vida que nos invita a buscar las cosas que nos hagan más libres y las promesas de vida eterna”.
SEGUIR A JESÚS
Pagola dice: “Hay algo en él que los atrae, aunque todavía no saben quién es ni hacia dónde los lleva. Sin embargo, para seguir no basta escuchar lo que otros dicen de él. Es necesaria una experiencia personal”. El gran descubrimiento de seguir a Jesús es vivir con él, estar con él, creer en lo que él cree, nadie puede amar y seguir a quien no conoce. Pensamos que esto es clave, no basta con oír hablar de él, con buscarlo, con encontrarlo, sino vivir con él, estar con él, repito. A la pregunta de los discípulos de Juan, ¿dónde vives? Él les dice: “Venid y vereís” es aprender a vivir como él, a creer en lo que él cree, mirar la vida como la ve él, tratar a los demás como él los trata, confiar en Dios como el confía, orar como él ora, contagiar esperanza como él lo hace. Los compañeros comentan: “La sociedad actual vive a ritmos acelerados haciendo a un lado los valores más primordiales heredados o aprendidos de los que nos han precedido, sociedad de consumo casi al cien por ciento materialista y sin aspiraciones espirituales; para mí ha sido como encontrar un garbanzo de a libra al poder compartir con vosotros mis deseos y pensamientos y de alguna manera hacer parte de mi los vuestros porque me dan la certeza de que voy por el camino justo y perfecto”. “Quiero ser mediación de salud para mis pacientes y buen testimonio para mis hijos. Espero de Dios: luz, compañía, amor, vida para replicarla con los otros. Mi compromiso es buscarlo cada día y disponerme a que se me note el seguimiento desde mis acciones con quienes estoy”.
ORAMOS JUNTOS
“Amado Jesús, eres mi vida, hoy no puedo explicar mi vida sin seguirte, sin leer tu palabra, sin estar en tu presencia, créeme que lo intento a diario, sé que tal vez, no lo consiga del todo, pero cada mañana te busco temprano y por favor JesuXto quédate a mi lado, no te vayas, sin ti, nada soy”. “Jesús perdona que por tanto tiempo te hice a un lado, que incluso te ataqué con comentarios y actitudes. Gracias que siempre estuviste a mi lado y me llamabas. Ahora que te encuentro de una manera más plena, te pido me ayudes a no alejarme de ti y a saber compartirte con quienes me rodean”. “Señor quiero seguirte y saber dónde moras para impregnarme de tu palabra que aclara y dame al Espíritu Santo que me ayude a discernir el sentido de mi vida y que ella sea movida hacia tu presencia, concretando en obras de bien para mis hermanos en Cristo Jesús.”
¡Que logremos buscar, encontrar y seguir a Jesús!
Alfonso, Héctor, Jimena, María Dolores, Oscar Enrique, Sergio, Sofía
Grupo Virtual de Jesús 25
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 23. Acabamos de terminar nuestra reflexión del cuarto tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, vamos a compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado y compartido
El paso de Jesús
Comenzaría diciendo que el de Juan es un Evangelio en tono de experiencia viva con Jesús, de vivencias profundas y fundantes con él. De seguimiento y convivencia. Quienes tuvieron experiencia viva, vivencias profundas y fundantes de seguimiento y convivencia con Jesús, narran la historia, en perspectiva de quien es TESTIGO. No es cualquier cosa la manera en que este Evangelio de Juan nos muestra a Jesús.
Según el relato que nos ocupa, el papel de Juan el Bautista es determinante en esta escena del Evangelio que nos ocupa. Como siempre, su mensaje es contundente, claro, sencillo.
Juan el Bautista hace que se enfoque la mirada en Jesús. Lo señala. Indica quién es. Lo define. «Este es el Cordero de Dios». Lo define más allá del mero ritual. Más allá del discurso religioso.
Juan el Bautista es un Maestro. Se ve que con autoridad y credibilidad. Tanta, que aquellos hombres respondieron con hechos a su mensaje. Siguieron a Jesús.
La pregunta de Jesús
Las primeras palabras que abrirán el comienzo de la vida pública de Jesús en el evangelio según San Juan son: ¿Qué buscan? esta será también la primera pregunta al comienzo de la pasión en el Getsemaní (Jn 18,4). Y serán también las primeras palabras del Jesús Resucitado a María Magdalena (Jn 20,15). Esta es la pregunta que todo cristiano debe hacerse antes de cualquier comienzo de un proyecto o de alguna acción.
Jesús, nos confronta día a al preguntarnos ¿Qué buscas? ¿Qué buscamos? buscamos paz, buscamos plenitud, ¿pero cómo lo encontramos? Adentrándonos en nosotros mismos, encontrando a Dios en nuestros corazones, y al encontrarnos con él, venid y veréis, ir hacia dentro y encontrarlo y desde dentro reflejarlo, solo en Dios encontramos esa sanación, esa paz, esa tranquilidad, que buscamos en medio de las cosas de nuestro día a día, porque él es el cordero de Dios que sana, que nos llena, que nos da la paz.
La respuesta de los discípulos
Al ver que lo siguen, Jesús intrigado lanza la pregunta ¿Qué buscan? a lo que responden ¿Dónde vives?
¿Qué esconden estas dos preguntas? Esta noche nos pregunta Jesús ahora a nosotros, a mí… ¿qué buscas? Busco muchas cosas Jesús… en este momento paz, amor, consuelo, alegría, confianza, seguridad. Creo que todo mundo de alguna u otra forma busca eso. El ser humano huye del dolor y sufrimiento, así que busca a toda costa no tener nada que le duela, que le cueste, que le exija sacrificio, pero a la vez sabemos que hay que luchar y esforzarse durante toda la vida, tiene que haber una acción, cooperación, un movimiento, voluntad, carácter. Busco ser un buen cristiano, esposo, padre, trabajador. Busco poder vivir en comunidad, en fraternidad, ¡cómo es difícil Señor Jesús!
Quiero conocerte más, amarte más, pero mis limitaciones son tantas que me siento tan débil, sé que eso es lo que quiere el enemigo… acabar con mi alegría, drenar mi energía, frustrar tus planes, causar condena, confusión, engañar. Por eso esta noche te busco Señor, al igual que este GVJ, y te busco porque sé que solo tú puedes llenar el vacío que todos tenemos.
«Venid y lo veréis»
La respuesta que se convierte en una pregunta es sencilla y profunda: “¿Maestro, ¿dónde vives?” (38). Es otra manera de decir: “Queremos estar contigo, invítanos”, Y en realidad eso fue lo que hizo Jesús al responderles “Vengan y vean”. Él no se perdió en darles una dirección o en describirles el lugar pues no se trataba simplemente de conocer la casa donde vivía, se trataba de pasar un rato en su compañía, de escuchar las enseñanzas de ese nuevo “Maestro” como ellos mismos lo definieron. Juan nos dice que pasaron con Él el resto del día pues ya eran cerca de las cuatro de la tarde. Pero las cosas no terminan allí. Cuando las experiencias son profundas uno no se puede quedar con ellas sin compartirlas. Eso fue lo que les sucedió a los discípulos.
Los dos discípulos se quedaron con Jesús, convivieron con Él, por eso Andrés podría decir al día siguiente que ha encontrado al Mesías (Jn 1, 41)
Vuelvo a la palabra Buscar, o a la pregunta ¿Que buscan? Y la respuesta es saber cómo vives, queremos que nos enseñes a vivir como tú, y sale otra pregunta ¿Para qué? Para saber simplemente, para ser de tu club de fans, de cristianos que hacemos novenas para recibir algo a cambio, o guardar tu oración para cuando todo este en llamas y puedas apagarlo, o cuando las cosas van bien ni siquiera acordarme de ti , o quieres saber dónde vives y como vienes “para tratar mejor a los demás, para sentir los mismos sentimientos que tú tienes, para tratar de sentir al otro más humano, para amar a cada uno como un amigo, buscando la Justicia, compartiendo nuestra fe, y poder donarme hasta la muerte por el reino, tener tu forma de pensar tu manera de actuar, tu manera de Amar”. Estas últimas palabras fueron parafraseadas de la canción del Padre Francys Aldao S.J y la traducción al español por parte del P. Cristóbal Fones S.J. que se llama Tu Modo les dejo el Link para que la escuchen y nos preguntemos ¿Qué Buscamos nosotros del Jesús?, como es ¿tu modo de pensar, de hablar y de hacer? ¿Somos coherentes?
https://www.youtube.com/watch?v=5wXCLdnOQj4
Berla, Carolina, Daniel, Fernanda Gerardo, Hernán, Javier, José Rafael,
Laura, María Alejandra, Mauricio, Mayertzy, Néstor F., Néstor H. y Wilson
Grupo Virtual de Jesús 23
Aportación a la web grupo 22
“¿Qué buscáis?”
Caminar buscando seguir a Jesús es lo mejor que nos puede ocurrir en la vida, tener el don de la fe es uno de los mejores regalos que nos hace el Padre.
El camino abierto por Jesús nos interpela frente a situaciones injustas que sufren hermanos nuestros. Los dos primeros seguidores debieron ver esta actitud de Jesús en su vida cuando a la pregunta ¿Dónde vives?, Él les respondió “Venid y lo veréis”. Y vieron a un hombre que del Amor a Dios hizo una defensa hasta el extremo de la vida del prójimo, de manera preferente a los más pobres.
Cuando Jesús les dice a esos discípulos de Juan, “Venid y lo veréis” lo que les está diciendo es venid y ver como vivo, como es mi día, lo corriente y cotidiano de él. Hablar con Jesús y de Él desde la rutina de las cosas. De Jesús se dice que era un hombre transparente, amigo de la verdad. Su quehacer diario le desnudaba, le transparentaba frente a los demás. Por eso a los discípulos de Juan nos les explica cómo vive, les dice “venid y veréis”; en otras palabras: abrid vuestros ojos y mirad. Ese hablar sin decir palabra; esa Palabra dicha desde el silencio de sus acciones, nos deja sin habla.
Seguir a Jesús es vivir a su estilo, a Él le vemos rodeado de las personas que más necesidades tienen y esto nos ayuda a entender que la mejor fórmula de encontrar la felicidad en nuestra vida es ayudando al que lo necesita de verdad. Esto nos libera y nos dará la paz.
Buscamos cada día que el Señor Jesús nos permita ser un medio para que a través de nuestras acciones podamos transmitir el mensaje del evangelio. Tal vez no con palabras sino con nuestras actitudes. Manteniendo la confianza en Dios. Tratando de dar siempre una palabra cariñosa, una sonrisa.
“Venid y lo veréis”
Ser cristiano significa haberse encontrado con Jesús: «cuanto más cerca se está de Jesús más se le conoce”. «La conversión a Dios y el seguimiento a Jesús se produce desde la experiencia de vida, se produce en el fondo íntimo de la persona, es un encuentro personal, profundo, interviene la persona entera, su razón, sentimiento, plan de vida y nos lleva a buscar y encontrar la misión, el sentido que queremos dar a nuestra vida.
El encuentro con Jesús nos abre a un camino nuevo que no sabemos dónde nos puede llevar.
El encuentro con Jesús se produce en lo más sencillo en lo cotidiano de nuestras vidas, en sentir a Jesús en lo que hacemos, como Él lo vivía todo con amor. Todo lo que hacemos con amor viene de Jesús, es dónde lo encontramos, dónde nos abraza y nos llena del Espíritu Santo.
El descubrimiento de Jesús se produce desde la experiencia de vida, se produce cuando participamos de una manera activa en la instauración del Reino de Dios, y esa participación activa conlleva el abrirnos a los demás, el compartir, el compadecernos…
El contacto con Jesús reaviva nuestro yo más profundo y nos da fuerza y empuje. Con esa fuerza que viene del Señor vivimos con más esperanza y responsabilidad.
¿Qué buscamos en Jesús? “Amar a DIOS sobre todas las cosas” y Amar al prójimo.
¿Y… dónde vive? nos aproximamos a verle en el corazón de todas las personas buenas que tenemos alrededor y es una manera de pasar el día con Él.
Nuestro objetivo fundamental es encontrar a Jesús. Encontrar al Jesús que nos propone un cambio radical en nuestras vidas. Es un Jesús personal que también tenemos que ver en nuestros hermanos.
Encontrarnos con Él; aprender cómo vive, cómo actúa, lo que dice, se va transformando en una forma de vivir que nos lleva a un cambio radical en nuestra vida.
Grupo virtual de Jesús 22
Cecilia, Charo, Cristina, Elena, Elsa, Enrique, Francisco, Jesús, José Antonio, Juan José, Juani, Manuel Ángel, Marí Nieves, Nieves, Patricia y Susana.
GVJ 20, TEMA 5 ¿Qué buscáis? (Juan 1, 35-39)
Queridas amigas y amigos, somos el GVJ20 y queremos compartir con todos vosotros nuestras reflexiones surgidas a lo largo de este tema del evangelio de Juan: ¿Qué buscáis? (Juan 1,35-39).
De Juan el Bautista hemos destacado su generosidad y su humildad al animar a sus discípulos a seguir a Jesús. Los estimula así a seguir profundizando en sus palabras y a comenzar a hacer cada uno su propio recorrido.
También nos ha conmovido la pedagogía de Jesús, su manera de ayudarnos y acompañarnos, su invitación a que siempre seamos nosotras mismas_ respetando nuestro ritmo _ las que descubramos qué es lo que buscamos.
Hemos aceptado la invitación de Jesús: “Venid y veréis”. Sabemos que es una invitación a entrar en una relación más íntima con Él y nos hemos preguntado… ¿Qué haremos después? ¿Qué estamos buscando? ¿Por qué lo seguimos? Cuanto más le conocemos más queremos conocerle. Sabemos que este conocimiento nos llevará sin duda, a un compromiso que cambiará nuestras vidas. Nos preguntamos, ¿estamos dispuestas?
De momento, el compartir de este tema nos ha abierto a un deseo profundo de ser como Juan el Bautista, para que las personas que nos traten quieran conocer a Jesús por nuestras obras.
Unimos a esta reflexión, a modo de oración, palabras nacidas a lo largo de lo compartido:
“Pido a Dios tener la capacidad de despertar en los demás, inquietudes… la sensibilidad para detectarlas… el saber acompañar cuando es necesario y saber respetar los tiempos y necesidades de cada persona que se encuentre en búsqueda»
«Señor quiero fiarme y quiero seguirte, pero tengo miedo. Dame tu mano y no me sueltes. No tengo miedo de caer, tengo miedo de alejarme de ti.»
¡¡¡Gracias, gracias y más gracias!!!. ¡¡¡Viva el Espíritu que ilumina cada meditación del Evangelio!!!
Carmen, Griselda, Luz, Mariana, Natalia, Roser, Shirley
TEMA 5 “¿Qué buscaís?”
APORTACIÓN A LA WEB
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús: Somos el GVJ 19, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la primera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, el pasado mes de enero. Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este quinto tema de Grupos de Jesús.
El paso de Jesús
El Bautista dedicaba su vida a preparar a las personas para la llegada de Jesús. Y cuando lo señala, era de esperar que aquellas personas que había preparado siguieran con curiosidad a aquella persona de la que tanto había hablado su maestro.
Más grande es el deseo de sus discípulos por seguir a Jesús, cuando Juan el Bautista lo señala como «El Cordero de Dios». El cordero entonces ya era un símbolo memorial de purificación para el pueblo Judío, de modo que quien fuera llamado «Cordero de Dios» llevaría consigo dicha cualidad en su máxima expresión.
Equivocadamente se puede buscar en Jesús un personaje mágico que solucione todos nuestros problemas. Un refugio para no enfrentarnos a nuestros conflictos internos y de relación con los otros. Un amor egocéntrico que nos ahorre nuestro compromiso evangélico con los más necesitados. Una huida de la realidad mediante el pietismo o el falso misticismo. Una compensación de nuestros fracasos afectivos.
No hay pasos matemáticos para estar con JESÚS. Si Juan señaló, habló y los discípulos comenzaron a caminar con JESÚS, es que ya tenían dentro de ellos una pertenencia difícil de negar. Juan sacude, espabila y orienta.
Si una persona nos habla de Jesús pero su vida no es para nada coherente con lo que predica, para nada nos incita a conocer más a «ese» Jesús. Pero aquellas personas que nos han hablado de Jesús y hemos visto en sus vidas la paz y la fe que da Jesús a sus discípulos, cuando sus palabras están respaldadas por una vida, esas vidas sí nos interrogan, sus palabras sí nos ponen en camino.
La pregunta de Jesús
Aunque hay expectativas muy variadas en la búsqueda de Jesús, encontrarlo siempre será lo mejor que nos puede pasar. Algunas de esas expectativas puede que no se cumplan, pues vivíamos en la ignorancia de no saber que esperar de Él. Pero habiéndole encontrado, Él mismo nos dice «síganme y verán».
La persona que no busca nada es porque vive instalado en lo que los psicólogos llaman su «zona de confort». Para seguir a Jesús hay que atreverse a salir de nuestra zona de confort, abandonar el falso bienestar que nos ofrece la sociedad de consumo.
Siguiendo a Jesús se puede buscar estatus social, reconocimiento, posición, o puede que respuestas a problemas personales… pero los discípulos buscan saber de la vida del Maestro, de su persona. Buscan “Vida”.
La respuesta de los discípulos
¿Dónde vives? Demuestra un interés preferente por la persona de Jesús, no por sus ideas o su mensaje. ¿Dónde vives? Es buscar el encuentro personal y concreto con alguien que irradia algo especial que nos atrae con fuerza. La relación con Jesús es, fundamentalmente, un encuentro con una persona viva. Jesús no es un intelectual que viene a impartirnos clases de teología, de liturgia o de Derecho Canónico, sino el único con el que podemos establecer una conexión de ser a ser.
Hola somos el Grupo virtual de Jesús, Sal de la Tierra, y queremos dejarles este puñado de reflexiones de todo un conjunto de intercambios que hicimos en nuestro grupo sobre este tema.
La sociedad moderna esta siendo guiada por un desenfreno mediático que ralla en una psicosis social, necesitamos silencio interior y seguimiento en las obras.
Ni en las calles, ni en los centros de trabajo…ni muchas veces en los templos…no es fácil rastrear tu presencia querido maestro… A veces me parece que soy como un Bartimeo perezoso, que hubiera llegado demasiado tarde, cuando ya te fuiste a otra parte… Corro tras de ti y entro en la pequeña iglesia que frecuento, pero a veces tengo la impresión de asistir a una reunión de obligada y engorrosa asistencia…el saludo de la paz resulta un trámite embarazoso…
Para aprender a vivir como Jesús en este grupo es necesario comentar nuestra necesidad espiritual, reconocernos como hermanos que se apoyan aun en la debilidades y angustias, así lo vivieron las primeras comunidades, y hoy, aun mas, para que conservemos su mensaje.
Dostoievski nos dice que el hombre necesita vivir por una idea mayor … y en Los Hermanos Karamazov, Aliocha (personaje) nos dice que se debe amar más la vida que el sentido de la vida.
Creo que la respuesta va por ahí … el sentido no está dado a priori, dar un sentido a nuestras vidas es algo que depende de nosotros.
En mi familia y en nuestro grupo virtual, buscamos aprender a vivir con un estilo más parecido al de Jesús, procurando espacios donde podemos hablar con confianza y honestidad y nos sentimos escuchados, sobreponiéndonos a nuestras diferentes rutinas
Veo la oscuridad de mi interior, y también veo oscuridad en el mundo que me rodea, pero en las palabras de Jesús percibo luz, y hacia allí quiero ir.
El Salmo 142 sería mi oración en este momento:
No me escondas tu rostro..
hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti.
Indícame el camino que he de seguir
pues levanto mi alma hacia ti.
Si alguien desea conocernos mas, les dejamos los link de los archivos completos sobre lo conversado en el grupo:
https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4o3XkwDrweoPbH7Nj7
Saludos de Jon, Cecilia, Lilia, Maru, German, Malka, Mario, Raimundo, Guadalupe, Cristian.
Hola hermanos de los GVJ, somos el GVJ Shemá y queremos compartir con ustedes nuestras reflexiones personales que surgen en este tema número cinco, esperando en nuestro Señor Jesucristo, puedan ayudar a profundizar en él:
-Llegarse a Jesús quiere decir adherirse a Él, haciendo su mismo camino. Quien se llega a Él no será rechazado, sino que verá al Hijo y tendrá la vida eterna. Jesús nos invita a llegarnos a Él, para que también nosotros podamos estar donde Él está desde siempre, junto al Padre. Jesús es el Hijo: su máximo interés es conseguir que los hermanos retornen a casa.
– Los discípulos responden con un ¿Maestro, dónde vives? Y yo, a la par de ellos, quiero aprender a vivir como Jesús, mirar a los demás con sus ojos, ver los acontecimientos de la vida a través de su mirar, ver a mis hermanos todos a través de su mirada. Pero esto no lo lograré si no convivo
con Jesús.
– Venid a mí, y dejaos asombrar por mi Palabra. No viváis sólo coleccionando experiencias. Vivid para mirar, observar todo lo bueno que hay a nuestro alrededor e intentar cambiar lo que sabemos que no está bien. Sin agobiarnos con grandes proyectos. Poniendo nuestro granito día a día, nuestra pequeñísima huella de la imagen de Jesús.
– Es muy importante escuchar a Jesús y tratar con él, no se puede amar lo que no se conoce.
Seguirle sin conocerle sería como ser simpatizantes de su doctrina y nada más. Pero, si queremos ir más allá, debemos conocer su mundo, lo que vive, cómo vive y para qué vive. Solamente así podremos llegar a crecer “a la estatura de Cristo», cuando sepamos imitarlo. Jesús nos enseña a vivir un nuevo estilo de vida, a eso estamos llamados y en eso consiste el compromiso de seguirle. Es necesario vivir con Él, si queremos vivir como Él.
– Las respuestas de felicidad que todos nosotros buscamos incansablemente ya están ahí, dentro de nosotros, sólo hace falta “activar” la llave de poder que nos abra la posibilidad de encontrar eso que ya está “vivo” en nosotros, necesitamos el “Juan” que nos acompañe y señale a ese Jesús, rostro de la misericordia de Dios, como el “Amado” anhelado desde el comienzo de nuestra vida.
– Jesús es siempre quien nos aborda y nos cuestiona. Resuelve nuestras dudas y es consistente con lo que pregona y lo que vive.
– Para seguir a Jesús lo primero que tenemos que preguntarnos es lo mismo que Jesús le preguntó a sus discípulos ¿Qué buscamos? buscamos a Dios o buscamos a un Dios a nuestra medida; porque, si es así, no vamos a encontrar al verdadero Dios que Jesús nos trajo con su ejemplo de vida.
– Para seguir a Jesús hay que buscarle en nuestra sociedad, sobre todo en las personas que nos necesitan. Se puede buscar equivocadamente a un Jesús milagroso.
-Tarcisia –Mary Carmen –Eduardo –Aurora –Pedro –Blanca –Carlos –Rosario –Miriam –Charo –Patricia –Edgar.
TEMA 5. ¿Qué buscáis (Juan 1,35-39)
APORTACIÓN A LA WEB
En el grupo Camino de Emaús hemos tomado conciencia, a través de este tema, de cual debe ser nuestra disposición para seguir Jesús y cual nuestra confianza en El en este caminar, aun cuando a veces parezca que no nos movemos del sitio. Compartimos aquí alguna de nuestras reflexiones
• Jesús fue coherente hasta el final y vino a enseñarnos a vivir en el Reino de Dios y sanarnos de nuestras debilidades y heridas del corazón; si esto es el pecado, sí nos liberó de él, pero enseñándonos a vivir de otra forma, aunque eso le costara la vida.
• Jesús siempre ha estado presente a lo largo de mi vida, solo que hasta ahora estoy conociendo realmente su Buena Noticia, antes no entendía nada, y si, lo busco porque quiero saber cómo vivió el, como trataba a los demás, como los amaba y los acompañaba, pero no los cargaba, porque no se hacía responsable de la vida de nadie, sino que los enseñaba a vivir, les devolvía su valor de seres humanos, su dignidad.
• Y si Jesús me preguntara ahora, “¿qué buscas?” le contestaría simplemente: “Seguirte, aprender de vos…”, a pesar de que − en mi vida− ya ha pasado la mitad de mi existencia (“Eran como las 4 de la tarde”). Por eso considero que siempre estamos a tiempo de iniciar este camino de búsqueda y de encuentro.
• Lo que quiero incorporar en mi aprendizaje del seguimiento de Jesús a partir de este evangelio, es que a Jesús no se le estudia: Se le vive.
• Supongo que se puede buscar equivocadamente en Jesús cuestiones provocadas por las distorsiones que tengamos en nuestra personalidad o carácter. Dependiendo de nuestra madurez y el tipo de sociedad en el que vivamos creo que intentaríamos buscar al principio los valores que son relevantes en esa sociedad, por ejemplo, algún tipo de notoriedad, la equivocada percepción de ser mejores o mas especiales que los demás, el intentar buscar alguna ventaja en el ámbito eclesiástico etc..
• Busco sentirme hijo de Dios y que a Él no le resulte difícil amarme.
• Reconozco que yo sería un mal evangelista de palabra. Sólo soy capaz de crear frases y pensamientos sencillos. Se me da mejor arreglar las cosas que las personas, pero me gusta mucho escuchar y aprender.
• «La pureza del corazón es querer una sóla cosa» dice el maestro danés Kierkegaard. A mí esta frase me gusta, me dice que hay que abandonar la ambición de querer cambiar todo a la vez, más bien poner todo lo que podamos en pocas cosas, si se puede en una.
• De hecho, si intento imaginar la respuesta de Jesús a cada uno de mis interrogantes, creo que todos ellos se contestan con un «Ven y lo verás”.
• Siento que las parroquias, por lo menos las que conozco, se vive de espaldas a las reales enseñanzas de Jesús y que se enfocan mucho en juzgar a los demás y en dividir más que en lograr la verdadera comunión y amor al prójimo.
• Las parroquias y comunidades tienen que ser espacios de acogida. Sin embargo se han convertido en espacios fríos, en los que uno entra y lo único que puede hacer es contemplar el arte y la belleza que allí hay, porque no son más acogedores. También hay que entender que los que hacen que un espacio se acogedor o no, son los que allí están. Si yo voy a la Eucaristía y no conozco a nadie, me siento solo, apartado, al margen. Pero si alguien se te acerca, te pregunta, te cuenta, te acoge… Ese espacio se convierte en un sitio que te invita a dar un paso hacia delante.
• “este es el cordero de Dios”. A los dos discípulos se les abrieron los ojos y pensaron: si este es el hijito amado de Dios, si Juan lo equipara con un corderito tierno, mimoso, manso que mama la leche de Dios, lo que queremos es ir a su corral y allí conoceremos su oveja mamá que le amamanta amorosamente, le acaricia y le cuida
También hemos hecho nuestra esta oración de Ilda
“Mi querido Jesús: te doy gracias por sentirte cerca y por permitirnos conocerte un poco más a través de este grupo en el que todos tenemos sed de vos… Gracias, porque al transitar juntos este camino nos vamos despojando de todas las creencias distorsionadas de Dios que fuimos recibiendo a lo largo de nuestras vidas. Gracias por marcarnos el camino y por mostrarnos un estilo de vida sencilla y de entrega a los demás. Gracias por tu fidelidad al Padre. Ayúdanos a ser coherentes de palabra, pensamiento y obra. Danos la valentía para proclamar y trabajar por un mundo más justo, más compasivo, más tolerante, más inclusivo… como tú lo hiciste”.
BETANIA (GVJ 13-14)
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual Betania, y nos gustaría compartir con vosotros lo que nos ha sugerido este este texto de Juan, no sin antes comentar que, por motivos personales, nuestro compañero Damián, ha tenido que dejar el grupo.
Queremos también hacer presente este tiempo de Adviento, lleno de esperanza y alegría confiada, para que, siguiendo los pasos de nuestra Madre, María, nos dejemos hacer por Dios y que con Jesús nazca en nosotros una nueva Vida convirtiéndonos en sus testigos, promoviendo el perdón, las sonrisas, el amor y la generosidad entre las gentes que nos rodean.
Oremos y caminemos juntos hacia en el Niño hecho Hombre para que gocemos de su liberación y con ello seamos profetas de la Buena Nueva.
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO
Jesús pasa siempre por nuestras vidas, Él nos precede en todo, pues es engendrado por el Padre fuera del tiempo; en su Reino nada es fortuito; las dificultades que nos vienen en la vida, El Señor las transforma en Luz para los que le aman y caminan cerca de Él; nuestra respuesta al Hijo de Dios requiere de una conversión personal permanente, como nos enseñó Juan El Bautista, purificando su corazón previamente, para reconocer y recibir al Mesías, transmitiéndolo así a sus discípulos.
Al pronunciar El Bautista la frase “Este es el Cordero de Dios”, los discípulos, se estremecen por el Espíritu Santo y deciden ir inmediatamente en pos de Jesús, de Alguien que viene a hacer el bien a la humanidad, que se entrega como alimento espiritual para darnos una Vida diferente.
En este pasaje de Juan vemos dos testimonios edificantes donde parece que se inicia el génesis de la comunidades cristianas, uno es la humildad del Bautista, lo que le da la luz necesaria para profundizar en la fe y en la esperanza de encontrar a Dios y dejarse encontrar por Él, reconociendo a la vez que no es nada sin la fuerza del Espíritu, y el otro es la actitud de los dos discípulos, Juan y Andrés, convencidos de seguir a Jesús, provocados espiritualmente por Su paso, invitados a experimentar Su vida, a caminar con El, a liberarse del miedo, a encontrar el verdadero sentido de su ser, del dolor, del sufrimiento, y a sentirse en hermandad con todos los hombres, proclamando así la Buena Nueva del Reino de Dios, lo que les daría la auténtica felicidad.
Sólo podemos convencer, transmitir el mensaje de Jesús, si tenemos experiencia de vida con nuestro Señor y a cada uno se nos da personalmente. Para vivir como Jesús tenemos que conocerlo, dialogar, orar y caminar con Él, leyendo las Escrituras, pidiéndole que haga nuestra Su experiencia de Vida y estando cerca de los preferidos por Él hasta el extremo de dar la vida. Desde esta relación humilde y estrecha con Jesús, es desde donde se nos dará a conocer la morada de nuestro Padre.
ACERCAMIENTO AL LA VIDA
CONVERSIÓN PERSONAL
En cada uno de nosotros hay algo de luz y oscuridad, una lucha diaria entre un elemento y otro o dicho de otro modo entre el espíritu y la carne. Deseamos hacer el bien, pero a veces volvemos a caer en el pecado; San Pablo nos lo dice con estas palabras en Romanos 7, 18-19 “El querer está a mi alcance, el hacer el bien, no. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero”. Debemos darnos cuenta, de que sólo con nuestras fuerzas no podemos seguir el camino que Jesús quiere que recorramos, necesitamos la gracia de Dios para perseverar en la tarea personal que tenemos encomendada.
Todas las experiencias humanas, nos conducen a Dios, su paso por nuestras vidas es tan diáfano que permite, por su gracia y amor, que reconozcamos desde la fe, que esos acontecimientos y situaciones pasadas, se conviertan en una verdadera historia de salvación, y que nos detengamos en la buena espera de que su mano nos guíe; sólo nos pide que le sigamos, que nos decidamos con determinación, desde un encuentro de amor con nuestro Padre en alguno de los momentos vividos, que hayan conmovido nuestra existencia, lo que hace que la fidelidad en ese seguimiento se convierta en un proceso de crecimiento diario, de maduración en la fe, en una pasión que haga cambiar el rumbo de nuestra vida hacia una entrega y servicio a los demás sin esperar nada a cambio, como nos enseñó Jesús.
En un mundo donde triunfa el consumismo, y el individualismo hace mella en nuestra sociedad, sembrando falsos valores humanos y desigualdades, se nos presenta la dificultad de no cederles terreno cuando vienen encubiertos por una apariencia de amor y de bondad que nos pueden causar confusión. Para combatir este desequilibrio, necesitamos buscar y seguir a Alguien desde la lectura orante de la Palabra de Dios, desde el Evangelio, donde Jesús sale a nuestro encuentro y nos va dando a conocer la voluntad del Padre, en un proceso de conversión permanente, desde donde se nos va enseñando a descubrir lo esencial descartando lo superficial, para que, a pesar de las sombras por las que atravesemos, como el desánimo, las ganas de abandonar y de volver a lo anterior, sigamos al Maestro desde nuestro corazón, desde la experiencia de ese amor genuino e incondicional que es el que tenemos que transmitir, comenzando por nuestro entorno más próximo, como es la familia, los amigos y nuestro Grupo de Jesús.
COMPROMISO EN EL PROYECTO DE JESÚS
Hay a nuestro alrededor personas que sin ser religiosas ni conocer a Jesús, realizan un bien totalmente desinteresado y en cambio existen otras que, bajo la apariencia de hacerse llamar cristianas, ponen en práctica una falsa religión y no se preocupan por comprender el mensaje de Jesús, porque parten de perseguir unos intereses egoístas y el bienestar personal, confiando sólo en sus fuerzas y sintiéndose superiores por cumplir unas normas.
En este proceso de conocer a Jesús ha sido importante el testimonio de las personas que nos han invitado a conocerle un poco más, sus palabras se reflejan en cada uno de los que nos han acompañado en este caminar donde tomamos conciencia de que el Reino de Dios, lo construimos en el día a día, con nuestros semejantes en la cotidianidad y en nuestro entorno; es un compromiso cuyo vínculo se va fortaleciendo en la medida en que perseveramos.
ORACIÓN
Señor, en este proceso de transformación individual y comunitaria que hemos iniciado, queremos conocerte, descubrir tu mensaje, romper la distancia que nos separa de Ti, para que extiendas la raíz de tu Palabra en lo escondido de nuestra tierra, para que nuestra unión se manifieste en auténtica hermandad donde tu Espíritu prevalezca y nos permita reconocerte en nosotros mismos y en los demás colaborando así en la construcción de tu Reino-Reinado.
Padre bueno, que hablas siempre en la Historia y en lo profundo del corazón humano, y que llegaste a nosotros a través del Cordero de Dios, nuestro hermano mayor, proponiéndonos en Él un camino de servicio y donación, danos espíritu atento a tus llamados, actitud de búsqueda constante y discernimiento para hallar siempre y en todo, la fidelidad a tu proyecto de Vida en plenitud para todos. Tú que vives y das vida por los siglos de los siglos. Amen
Un abrazo fraterno
Ángela, Gustavo, Julián Domingo, Teresa, Carmen, Gioconda, Juan Arturo, Mª Lourdes J., Mercedes, Mª Lourdes V., Santiago y Belén.
TEMA 5 ¿Qué buscan?
(Juan 1, 35 – 39)
APORTACIÓN A LA WEB
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ “HÁGASE TU VOLUNTAD” y compartimos algunas de nuestras reflexiones sobre el quinto tema de Grupos de Jesús.
Guía de lectura
• Te busco, Señor, y siento que sales a mi encuentro, me hablas de «itinerantica» y de «presencia» … ¿Dónde vives? En el Cielo, en el interior del ser humano, en la Eucaristía. Aquí me tienes, Señor, quiero amarte, servirte en mis hermanos, permanecer contigo, conocerte mejor, amarte siempre. Pero la respuesta que Cristo les da parece que no resuelve su interrogante. Sin embargo, la pedagogía de Jesús es diferente a la nuestra. Les invita a que ellos mismos hagan la experiencia de convivir con Él. No los fuerza. Respeta profundamente su libertad.
• Busco un encuentro profundo y real con Jesús, estoy aquí en esa búsqueda y espero de Jesús una respuesta que mede la esencia y sentido de esa búsqueda en mi vida. Esa pregunta de Jesús: Que buscan.? Me llega muy hondo porque me pone en camino de reflexión. Siempre me ha sorprendido este texto. No es algo que Jesús enseña. Hoy vamos a su casa, a su morada. Jesús nos invita a que vayamos y veamos. En este pasaje del evangelio, tal y como lo narra Juan, se me presenta como un día cualquiera, en un momento cualquiera y sabiendo que todo forma parte del plan de Dios para sus hijos.
Acercamiento al Evangelio
• El paso de Jesús. A igual que los discípulos de Juan he decidido seguir a Jesús porque he escuchado acerca de las maravillas que Él ha hecho, porque creo y porque lo siento en mi corazón y en mi vida.
• Los discípulos de Juan decidieron seguir a Jesús cuando oyeron que, al ver a Jesús, Juan dijo «Este es el Cordero de Dios». Hoy a mí, oír que Jesús es el Cordero de Dios no me dice mucho (aunque lo decimos en todas las Misas); pero pienso que los discípulos de Juan sabían muy bien qué significaba ser el Cordero de Dios. Desde el Éxodo hasta el Siervo Sufriente la imagen del Cordero esta unida a la de la salvación del pueblo de Dios.
• Jesús toma la iniciativa al ver que lo siguen, lo que me sugiere que en cualquier época, en cualquier momento, Jesús va a tomar la iniciativa con los que le quieren conocer, en este caso el Señor les pregunta ¿Qué buscais?, y ellos le contestan ¿donde vives?, la respuesta de Jesús es Venid y lo vereis.
• No creo que se pueda seguir a Jesús sin buscar algo en él, en mi caso que él me pueda ayudar a ser una mejor persona humana cada día , también creo que se puede buscar equivocadamente en Jesús cosas más mundanas o materiales.
• Maestro: Dónde vives?…Qué pregunta más curiosa te hacen y alguna vez te he hecho. Dónde vives?….Y oigo tu voz que me respondes: En ti..en tu corazon….en tu alma. Vivo muy dentro de ti para escucharte….animarte…impulsarte..protegrrte…bendecirte ..
CONVERSIÓN PERSONAL:
• La “experiencia de Dios” en el día a día es una invitación a abandonar
el espacio seguro de nuestros criterios y de nuestra sapiencia humana,
para lanzarnos a vivir el proyecto de un Dios que se “exilia” de su
gloria para hacerse experiencia encarnada en nuestra propia historia.
• Mi compromiso es entregar a Mónica para que Tú, mi Señor seas lo que vive en mi. Esto no es circunstancial ni pasajero. Es siempre y en todo lugar. Sé que Mónica no puede, que es limitada y llena de tonterías. Tú en mi lo puedes todo
• Observo que dentro de las comunidades o parroquias, no siempre se aprende a vivir un estilo de vida parecido al de Jesús. A veces se acentúa mucho la devoción, y eso estaría bien; pero se pone mucho énfasis en que Jesús es Dios y entonces se usa incienso y hacen muchas genuflexiones; pero Jesús es Dios que quiso ser hombre, ese hombre que anduvo por Galilea, Jesús es libre y es amigo.
• Cada mañana le pido a Dios ser instrumento de su paz. Ser amable con mis compañeros, con las personas que me vaya encontrando a lo largo del día. Y, sí, desde que estoy en el grupo con vosotros soy más consciente de que quiero tratar a las personas al estilo de Jesús, queriendolas como son y sin juzgarlas .
• Quiero, te pido Jesús, encontrarte a través de este bendito grupo. Para perder mis miedos y agobio a empezar cada día mi tarea diaria. Y es que creo, hasta ahora, lo hago sola…. y se ve difícil; si estuviera más unida a Ti Jesús, sería muy distinto… Señor, es muy tarde para empezar ahora a contar contigo en mi vida cada instante?
Oración
Querido Jesús
Al igual que con los discípulos de Juan, pasaste por mi vida, te cruzaste en mi camino.
Cuando era una nena, mis padres y abuelos me hablaron mucho de vos…
Luego me llamaste y te seguí por un tiempo; pero las estructuras que no reflejaban tu imagen,
y mi infidelidad e inconstancia me alejaron de vos;
Jesús tu fidelidad y misericordia son inmensas, y no se como ni cuando comencé a seguirte nuevamente..
Jesús hoy me preguntas qué busco en vos.
Como tus discípulos quiero conocerte, saber donde vives, y quedarme con vos para siempre!!!!
Ana Ma, Jorge Arturo, Jorge, Gabriela, Marcela, Ma José, Mariam, Mónica, Rosa, Stella y Yolanda.
GVJ – TEMA 5 – ¿QUÉ BUSCÁIS? – Juan 1. 35-39
¿Qué buscamos? Evidentemente, a Jesús porque Él es “el camino, la verdad y la vida”, la senda segura para llegar al Padre. Es Jesús quien nos va a guiar hacia el Reino de Dios. Reino que debemos construir en nosotros mismos y en la Tierra y darlo a conocer a los demás.
Jesús nos va a enseñar a vivir bien y felices, según los deseos del Padre, y a actuar debidamente con respecto a nuestro prójimo. Es Jesús es el único que puede cambiar nuestro corazón y lo hace con su vida y palabra que leemos en los evangelios y que nos conmueven, llevándonos a intentar vivir como Él. Por eso, debemos ir donde vive Jesús para conocerlo mejor.
Jesús, además es el “Cordero de Dios”. Finalmente, comprendimos plenamente esta frase y nos queda claro que es nuestro Redentor, el Mesías, el Enviado, el que ofreció su vida en sacrificio para salvar a la humanidad y, lo que es más importante, lo hizo por amor, sin esperar nada a cambio. Con su sacrificio, Él nos abrió las puertas del Reino.
Debemos comprometernos a orar constantemente con el corazón; a leer los evangelios para conocer más y mejor a Jesús cuya Palabra y vida deben ser nuestro norte para tratar de construir un mundo mejor y más justo, para instaurar allí el Reino de Dios que nos traerá felicidad y alegría al alma.
ORACIÓN
Señor Jesús, muéstranos donde vives para que podamos contemplar
tu proceder, tu vida, la de tu Madre y de tus amados discípulos
a fin de que sean nuestros modelos a seguir en nuestra vida cotidiana.
Hoy más que nunca, en un mundo confuso y enfermo,
donde se ponen por delante los intereses políticos y económicos
sobre la vida y bienestar del ser humano, sobre la justicia y la paz,
necesitamos buscarte.
Llévanos a tus moradas y déjanos ver cómo vives, qué haces
y ábrenos los caminos que conducen al Padre y a su Reino celestial.
Señor, te pedimos tengas misericordia e intercedas ante tu Padre por la humanidad,
azotada en estos momentos por el terrible flagelo del COVID-19,
que tanto dolor y sufrimiento ha traído a tus hijos y ha cobrado tantas vidas.
En tus manos misericordiosas ponemos a todos los que atienden a los enfermos,
dales fuerza y valor para seguir adelante y sabiduría para combatir la enfermedad.
Da consuelo a los que sufren el mal en soledad y a sus familiares.
Haz, Jesús, que cuando todo esto haya pasado y volvamos a la vida cotidiana,
no olvidemos nuestra fragilidad de seres humanos
y hayamos dejado de lado la soberbia y la arrogancia
que en los últimos tiempos ha caracterizado a los humanos,
pretendiendo negarte y creando nuevos falsos dioses,
olvidando que solo tú nos puedes enseñar el camino de la felicidad.
Amén.
Francisca, Denise, Joyce, Ma. Virginia, Norma, Meire Anna, Lucía y María Teresa
En el grupo de San Fernando (Colchagua, Chile), al que pertenezco, con cada encuentro aumenta el entusiasmo por participar.
Estas son algunas de mis reflexiones a este tema:
-Debo reconciliarme contigo, y expresarte que mi carácter es, que una vez asumida la enseñanza, debo concretarla en obra.
-Lo que comencé antes de iniciar este recorrido con el Grupo, lo he mantenido, pero ya creo debo ampliarlo.
-¿Cómo deberia plantearme, frente a la juventud, la cual uno divisa, que la Iglesia, en mi territorio no encanta con la actual Catequesis?
-¿Como debo imaginar, animar a la juventud en estos tiempos? ¿Debiera usar métodos paralelos a los que desarrollamos con nuestros hijos, los cuales están en sus vidas particulares y profesionales tratando de hacer el bien?
-De repente, no se por dónde empezar, y cómo empezar. Creo estar preparado PARA IR, COMUNICAR, TESTIMONIAR LA ENSEÑANZA DE CRISTO, pero superando los actuales métodos de catequesis.
-Esto de querer conocer a Jesus y luego Cristo, me tiene metido en una turbulencia. ¿Que hacer? ¿como hacerlo bien?
-¿Como utilizar, para estos fines, el Diaconado permanente, del cual soy un representante en la diócesis, en la parroquia? Me siento un laico más, o como un cristiano de a pie. Consulto las homilias de Antonio Pagola, despues de haber hecho mi aproximación de cómo acercar a Jesús sus intenciones a las personas, y con ese procedimiento mejoro mucho mi prédica.
Espero no latearles, pero estoy inquieto y entusiasmado.
Germán
Grupo de Jesus de San Fernando, Chile
Desde el GVJ En Camino queremos compartir con todos vosotros nuestra reflexión sobre el tema 5.
JUAN EL BAUTISTA se nos revela humilde al sugerir a sus discípulos “mejor que le sigáis a él”, sabe que personalmente tiene luz, pero que no es el foco de la Luz, como su Primo… Se aparta para no interferir entre los discípulos y Jesús. Esta es otra forma de “morir”, es otra forma de sacrificio, no intentar dominar o manipular al otro en pos de unos fines que incluyen creer que lo hacemos por su propio bien.
EL CORDERO DE DIOS para aquellos hombres es la esperada promesa de la llegada del Mesías libertador cuyos sufrimientos y sacrificio proveería la redención para Israel. Para nosotros es quien llena de sentido las palabras mansedumbre, docilidad, no violencia. Es un ejemplo de dar la vida por Amor.
LOS DISCÍPULOS SIGUEN A JESÚS porque estaban inquietos, insatisfechos, buscando…intuyen que el Cordero puede enseñarles algo para ellos desconocido. Y le siguen siendo dos porque quizá a Jesús no se le puede buscar sólo, se necesita de la comunidad y dos personas ya son comunidad.
¿QUÉ BUSCÁIS? Es una de esas preguntas desnudas del Evangelio, una pregunta que nos confronta y nos invita a reflexionar hacia dónde va nuestra vida. A Jesús le seguían muchas personas, pero la mayoría lo hacía por las razones equivocadas, le estaban siguiendo solo por interés. Tristemente las cosas no han cambiado mucho hoy en día, también muchos le seguimos esperando recibir algo a cambio.
¿DÓNDE VIVES? Los discípulos no buscaban doctrina, enseñanzas, ni filosofías, ni un libro de autoayuda, ni siquiera un consejo, sino conocer a Jesús en profundidad. Conocer cómo vivía, conocer su proyecto vital. Jesús es una forma de vida.
VENID Y VERÉIS nos invita a vivir la experiencia directa, íntima y sincera de Jesús. Y es que aquello que los discípulos buscan sólo pueden encontrarlo en la experiencia de vivir con Él. Sólo sabrán de Jesús adentrándose en su vida, acogiendo la amistad que Él ofrece.
¿QUÉ BUSCAMOS EN NUESTRA VIDA?
Buscamos al Jesús existencial, al Jesús del corazón. El Jesús de la teología será necesario, pero sin el Jesús del corazón de nada sirve los ríos de tinta, las biblias, los dogmas. Buscamos algo que de sentido a nuestra vida, que nos haga vibrar, que sea la luz que nos saque de las sombras. Alguien a quien seguir más allá de nuestras convicciones, dudas y doctrinas.
Tratamos de encontrar lo que Dios quiere de nosotros y sentimos que se muestra a través de los hermanos. Para ello queremos aprender a conversar con Jesús y experimentar su Amor sin Límites, su palabra de verdad y de vida; su actitud hacia Dios y hacia todos los seres humanos; su imagen digna, austera, pero alegre, firme, coherente y de acogida; su forma de ser, lógica, auténtica, atractiva; y, sobre todo su compasión hacia los enfermos, hacia los mayores que sufren, hacia los niños, hacia las mujeres, con su ternura y defensa.
NUESTRO COMPROMISO
Queremos que Jesús sea nuestra referencia fundamental, un ejemplo vivo de cómo se afronta la vida cuando te sabes Hijo de Dios. Aspiramos a desprendernos de lo superfluo y aceptar la vida tal y como es. Por eso queremos poner todos nuestros esfuerzos en sintonizar con Él, en tener una actitud interior profunda hacia su persona, que estimula nuestro espíritu.
Ser cristiano es un verbo y no un sustantivo, los sustantivos no tienen vida. Los verbos se van viviendo por el camino, los sustantivos son estáticos. Los cristianos debemos ser acción, tenemos que apartarnos de aquello que nos esclaviza y nos mantiene narcotizados. El individualismo y la sociedad del bienestar han robado al hombre la capacidad de preguntarse sobre el sentido de la vida. Nos ha creado la necesidad de un montón de cosas superfluas de las que nos queremos desprender. Queremos estar despiertos, aprender a vivir el ahora en cada instante, aceptar la vida tal y como es; ser inmunes a los saboteadores, las tentaciones y las trampas de la vida que nos desvían de nuestro camino…
Queremos seguir a Jesús, una nueva forma de vivir, donde el amor no muere. Queremos penetrar en su intimidad, llegar al fondo de su mensaje y descubrir su Presencia constante a nuestro lado, y amarlo con todo el corazón en nuestros hermanos.
NUESTRA ORACIÓN
Gracias Jesús
por tu existencia salvadora
por tus preguntas
¿Qué buscáis?
Vivir, morir y resucitar con tu espíritu.
Un abrazo fraterno. Manu, Manuela, Paloma, Eduardo, Raúl y Patricia
Querida familia de los GVJ:
Somos el Grupo virtual Tabor, sintiéndonos felices de que cada día este entrañable GVJ se supere en sus exposiciones y comentarios, con los que nos enriquecemos todos y cada uno de nosotros. Aportamos nuestro resumen y exposición al tema quinto ¿Qué buscáis?
Acercamiento al evangelio
El conocimiento de Jesús, no puede reducirse sólo conocer de vista, o intelectual, ni tampoco de puro sentimiento; tiene que ser una experiencia de encuentro, Porque Él, sólo se revela aquellos que son sus amigos, no en vano el Papa Francisco nos insiste en dos cosas, la lectura orante de la Palabra y el acercarse al sagrario para dejarnos mirar por Él; esto no es más que ese vengan y lo verán”. Un dialogo que lleva al amor entre el amante y el amado.
Tenemos que ser nosotros los que tomemos la decisión de seguirlo o no y creo que no es una decisión que se tome una vez y ya está, en realidad estamos siempre decidiendo porque El nos deja la libertad de hacerlo. Una vez que decidimos seguirlo nos pregunta qué buscamos, no quiere que nos equivoquemos ni nos quiere vender recetas. El es auténtico.
El amor y comprensión del Divino Maestro no tiene nada que ocultar, quiere que veamos con nuestros propios ojos, con nuestros propios sentimientos cuanto tiene que mostrar en su vida como hombre, para que comprendan y comprendamos a través de la Palabra y el tiempo que es el Hijo de Dios vivo. Jesús, yo también quiero pasar mis días contigo, sintiéndome siempre a Tu lado, aprendiendo de las vivencias de cada día, sintiendo tu Divina presencia en todo cuanto de hermoso y también doloroso hay en mi vida.
El seguimiento a Jesús nos tiene que interpelar internamente y responder ¿qué busco? y Él nos invita a seguirle, caminando junto a Él. En este seguimiento nada es gratuito ni sin compromiso por nuestra parte, lo único que nos garantiza, es que Él permanecerá a nuestro lado y la dirección que podemos tomar nos la ha dejado en el evangelio. Viviendo como Él vivió, en unión con El padre, y desde esta actitud, con gozo, entregándose por amor, en los pobres y desfavorecidos de su mundo, denunciando la injusticia ante las autoridades religiosas hasta el fin, olvidándose de sí mismo.
Está claro que le reconocen como Maestro, alguien que les puede enseñar y quieren conocerlo mejor, donde vive, cuál es su ambiente, su entorno, su familia. Creo que es lo más importante; conocerle bien, saber cuál es su mensaje, ver como es en persona, como es con los demás; en quien se fija con más amor, a quienes escoge como amigos; a quien dirige su mensaje. Como los dos discípulos debemos ver a Jesús hoy a nuestro lado, vive en cada uno de nosotros y nos habla, quiere enseñarnos.
Vivir siguiendo su ejemplo en esta sociedad que nos ha tocado vivir, actuar de forma diferente, dar ejemplo de testimonio fiel y veraz ante los que no le conocen y tanto le necesitan. Jesús es grande, porque grande es su Amor y su proyecto de Reino de Dios. Todo esto me debería impulsar a vivir siendo más humana, más acogedora y cercana al prójimo y al que sufre, más libre y alegre de seguirle.
No basta con se digan grandes cosas de Jesús para seguirlo. Sin verdaderos testimonios de vida, tanto de parte de los pastores como de los feligreses, se hace cada vez más difícil seguirlo. Lo hemos estado siguiendo por tradición, por herencia, por costumbre y hemos ido aceptando sin profundizar en el verdadero sentido de la palabra «Cordero de Dios». Al menos, es lo que yo he experimentado. Estos momentos me sirven para tomar consciencia de muchas cosas que fundamenten mi fe y me abran la conciencia al Dios verdadero. Quiero descubrirlo en mi vida, salir de la rutina y del adormecimiento de una religiosidad limitada.
Conversión personal, compromiso en el proyecto de Jesús
Creo que yo ando buscando sobre todo Amor y Paz. Lo primero que busco cada mañana es vivir el día (intentarlo) desde Jesús y….sí, me parece suficiente.
En estos momentos busco en Jesús un camino, un sentido a la vida, un modelo de conducta, fuerza para vivir, la seguridad de Su abrazo, de Su perdón, la paz que me produce Su compañía.
La plenitud del amor de Jesús para poder sentir en cada instante de mi vida su protección y amparo, su fuerza en los momentos de debilidad o enfermedad, para poder sentir su Luz, su energía y poder, compartirla con mis hermanos cristianos y no cristianos.
La gente busca disfrutar el momento, el instante. El goce y placer inmediato. Tal vez el estilo de vida está marcado por los medios televisivos, redes sociales, la moda. Pero también hay gente que al margen de toda esta vida tan vacía , saben tener una ilusión y superarse a sí mismos. Esta es la gente que admiro. Al que en medio de la dificultad saben sacar fuerzas y seguir caminando
Quizás en estos momentos y con reflexión busco a Jesús. Soy de los que diariamente leo el evangelio del día, medito y me hace pensar y ver que quiere Jesús de mí. Cada mañana hablo con el y me hace sentir la necesidad de entregarme a los demás en la medida de mi posibilidades. Es cierto que solo no voy a cambiar el mundo, ni a resolver los problemas de tantas y tantas personas que sufren la gran injusticia que se está cometiendo contra ellos, los más indefensos; pero cada vez que puedo ayudar a alguien y veo su sonrisa, veo la sonrisa de Jesús.
Yo busco impregnarme de su Espíritu, de su palabra, de Él mismo, para que transforme mi vida, a mí; para vivir más auténticamente el Evangelio y a la vez me de todo lo que necesito para hacer experiencia, realidad el Reino de Dios. Significa hacer más como Él, sentir, amar como Él lo hizo, siempre teniendo en cuenta que soy pequeña, insignificante, necesitada de todo su apoyo, su valentía, su libertad, su Amor.
Necesito buscar a la persona de Cristo, un Cristo que me seduzca y que esta seducción me permita tener un trato interpersonal con Él a través de la oración. Necesito más fe para creer ciegamente y que ésta me proporcione la alegría de ser cristiana porque lo he encontrado y es el eje y motor de mi vida asumida con la responsabilidad del que ama y espera.
Cuando me pregunto por que me hice sacerdote, no encuentro la respuesta, simplemente no sé, sólo que estoy aquí y que cada día me enamoro más de él y de mi sacerdocio sin embargo siento que necesito cada día mas de Él, es como una tensión escatológica, una atracción a la que no puedo resistirme.
Siempre he sentido el deseo de vivir el estilo de Jesús y por ello admiro mucho a San Francisco de Asís, porque me parece que uno de los santos que más se acercaron a este estilo de vida. Sin embargo siento que estoy a años luz de lograrlo. Señor instrúyeme en tus sendas para que conozca tu verdad y la siga; sólo tu puedes hacer de mi ese siervo fiel que quieres que yo sea.
ORACIÓN
Señor: ¿Cómo vivir con gozo, sentir que habitas en mí, si gente tan cercana sufren los horrores de la guerra, la explotación de vidas inocentes, el tráfico de personas,…? Quiero seguir admirando la belleza de la creación, la grandeza que esconde el corazón de las personas y seguir caminando de la mano de Jesús y viendo cómo ayudar a los hermanos. Porque en la entrega por amor a lo demás, espero y confío en estar trabajando aquí y ahora por tu reino en la tierra. Amen.
Juan Carlos, Antonio José, Inmaculada, María Reyes, Luis Carlos, María Pilar, Pilar y María del Carmen. GVJ Tabor
Queridos hermanos/as de GVJ, somos el GVJ Efettá.
Queremos haceros partícipes de nuestras reflexiones acerca del TEMA 5. Quizás resulte un poco extenso porque ha sido difícil resumir nuestras aportaciones.
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
El evangelio nos cuenta la experiencia que vivieron Andrés y Juan, unos hombres llenos de inquietudes, de sueños, de deseos de encontrar a Jesús.
La pregunta de Jesús “¿Qué buscáis?” nos hace imaginar la escena: Jesús, que conocía sus deseos, los miraría de una forma tan especial que ellos se sintieron invitados a hablar tranquilamente de sus inquietudes, de lo que esperaban según le habían oído al Bautista… Eran las cuatro de la tarde… y se quedaron con Jesús ese día y para siempre, para el resto de sus vidas. Ojalá nosotros hagamos lo mismo.
Ante todo, y curiosamente varios miembros del grupo se preguntan y al mismo tiempo responden con una reflexión válida para todos:
Aunque Juan reconoce a Jesús como el Cordero de Dios no lo sigue…
“Es así que entiendo que no todos escuchamos el llamado, aunque sabemos que es Él el Cordero de Dios, el que viene a darse por nosotros…
¿Por qué si Juan reconoce que «ahí va el Cordero de Dios», él se queda quieto y no sigue a Jesús, a diferencia de sus dos discípulos?
“Esto me hace pensar que a Juan le pudo pasar lo que a muchos de nosotros los cristianos: Sabemos y estamos convencidos de que Jesús es el Señor, es el Salvador… pero no nos decidimos a seguirlo. Nos conformamos, quizás, con decir que lo amamos, que lo adoramos, que creemos en Él… pero no lo seguimos con intensidad. Es decir, preferimos quedarnos tranquilos disfrutando de nuestra comodidad, de nuestra área de confort.
(En cuanto a esta actitud de Juan, quizás J. A. Pagola podría explicarnos algo).
LA PREGUNTA DE JESÚS: ¿QUÉ BUSCÁIS?
Nos interpela a todo el grupo, podemos resumir las distintas aportaciones en este sentido:
¿Por qué los dos discípulos de Juan toman la decisión de seguir a Jesús, abandonando a Juan?
Cuando Jesús les pregunta: ¿Qué buscáis? y los llevó a mostrarles dónde vivía, los discípulos descubrieron con alegría que el Maestro no solo les hablaba con las palabras sino con el ejemplo.
Jesús, a diferencia de Juan, se mete de cabeza en el mundo, lo que los convenció de seguir a Jesús fue ver al Maestro cerca de la gente; acogiendo a los pobres y los sufridos; consolando y sanando; compartiendo con los demás lo poco que tenía; fue su testimonio de amor lo que atrajo a estos dos y a todos los que iban detrás de Él.
Cuando Jesús me pregunta ¿Qué es lo que buscas?, me confronto y comprendo que lo que yo busco es ser un seglar honesto y coherente, dispuesto a desprenderme de mi egoísmo para dar y darme a los demás. Busco, también, como el papa Francisco, una Iglesia que se aleje de la pompa, el poder y la riqueza. Una Iglesia que esté dentro del mundo, sin caer en las tentaciones del mal. Una Iglesia que disminuya el ritualismo y se entrega en cuerpo y alma a dar y promover el verdadero amor.
De este dialogo entre Jesús y dos de los que serian sus discípulos, me interpela la pregunta ¿Qué buscáis?.
Jesús me hace a mi esta pregunta y no siempre tengo respuesta.
Me gustaría decirle la verdad sin autoengañarme.
¿Que busco? Si es seguirle. ¿Desde donde? ¿Desde mi mente que busca mantener una imagen especial o desde mi ser que desea dar sentido a mi vida?
La verdad me cuesta discernir hoy. Pero lo busco desde mi mente y con todo mi ser,
¿Dónde está tu morada? La morada de Jesús es el Reino de Dios y él les invita (nos invita) a ver, a comprobar. Nos invita a morar con Él en el Reino de Dios, experimentándolo y viviéndolo como Él.
¿Qué buscáis? me pregunto… ¿Sé que busco? Si uno está siguiendo a alguien es con un propósito… ¿cuál es mi propósito?
Contestan llamándole Rabí, Maestro… Jesús les va a enseñar… ¿dónde vives?….esto para mi es una expresión de querer conocer mejor a Jesús, un interés hacia la persona, a conocer más.
La respuesta de Jesús, venid y lo veréis. Una invitación…. a vivir con Él, es un «múdate conmigo y conóceme», vive todos los días conmigo, comparte mi vida.
El preguntarle “¿dónde vives?” puede ser sinónimo de cómo podemos estar siempre con JESÚS. Se puede seguir a Dios sin buscar algo material pero siempre buscas algo y ese algo es Dios.
A la pregunta de los discípulos Jesús les invita a ir con Él, eso es mi llamado hoy, quiero ir a Su casa, conocerlo desde dentro, saber su manera de vivir y poder aprender de Él.
Jesús me llamó hace tiempo, me invita a conocerlo, es por eso que estoy aquí y soy parte de Effetá. Siento que apenas inicio este camino, que me falta mucho por aprender, por conocer de Él, pero me siento feliz de saber que no voy sola, que voy en compañía del grupo.
A lo largo de la historia han habido cambios, me he pasado la vida buscando la felicidad, equivocadamente en las cosas, pensando que iba en busca de Jesús; al estar metido en mil cosas, más bien, me he olvidado de Dios; en realidad no he sido un buscador de Dios. Hoy Jesús me pregunta: ¿Qué buscas? Al ingresar al GVJ creo que fue mi respuesta ¿Dónde vives? Y al recibir la contestación, Jesús me dio la bienvenida a este hermoso GVJ, a que seamos sus discípulos, sus amigos, que moremos en Él y, sobre todo, que dejemos que Él more en nuestro corazón, que no seamos solamente sus seguidores de lejos; porque el amor de Dios hacia nosotros no ha cambiado, es el mismo de siempre, nos sigue y nos seguirá amando con la misma intensidad de siempre; el premio al que lo encuentra es EL AMOR, por eso los dos discípulos se quedaron toda la tarde con Jesús y después lo dejaron todo por estar con Él, a su lado.
Este pasaje del Evangelio nos invita a ser BUSCADORES DE DIOS, TODA LA VIDA BUSCANDO A DIOS. En medio del camino puede ocurrir ese encuentro. Un encuentro entre un Dios que nos ama y sale a buscarnos y nosotros, que también salimos a buscar a Dios que es Padre, que nos acoge con gran misericordia y nos anima a seguir a su lado en el GVJ Effetá y llevando la Buena Noticia a nuestro semejantes.
ACERCAMIENTO A LA VIDA, CONVERSIÓN PERSONAL
Tratando de resumir, unificamos varias de las intervenciones:
¿”Que buscáis»? ¿”Que Busco”? Pregunta tan fácil, tan difícil y trascendental.
Paz interior, seguridad, tranquilidad, amor, bienestar… cosas materiales que siempre nos dejan insatisfechos. En definitiva ser felices.
¿Buscamos algo o buscamos a Alguien? ¿Cómo y dónde le buscamos? ¿Estamos dispuestos a seguirle dejando nuestra comodidad, seguridad, prestigio y tantas otras cosas que sólo interesa a la sociedad actual consumista y falta de auténticos valores?
Para alcanzar todo esto necesitamos un referente, alguien que nos enseñe cómo hacerlo, alguien a quien seguir. Ese alguien es Jesús. Deseamos estar más atentos a sus palabras y obras para conseguir esa felicidad.
Busco encontrar en mi corazón a Jesús, yo sé que Él está en la Eucaristía sacramentalmente, yo sé que está entre nosotros y aun no lo conozco (Juan 1,26), yo sé que está en el prójimo (Mateo 25,40), pero en mi corazón no logro encontrarlo plenamente; por eso sigo en la Iglesia y sobre todo en este GVJ Effetá, porque estoy convencido que Jesús nos llama y nos anima a no desmayar en su búsqueda.
Queremos buscar a Jesús, pero a veces no nos dejamos encontrar por Él porque estamos dispersos en mil cosas…
La invitación de parte de Jesús, hoy es a involúcralo completamente en nuestra vida, preocupaciones, decisiones…
Antes de que le buscásemos, Jesús toma la iniciativa, pero pide que nuestro seguimiento no sea pasivo, que le busquemos dentro de nosotros mismos y demos una respuesta coherente
COMPROMISO PERSONAL CON EL PROYECTO DE JESÚS
Cuidar la participación en este grupo para que sea un lugar donde se pueda aprender a vivir como Jesús y llevar ese estilo de vida a nuestros hogares, grupos, comunidades, parroquias, lugares de trabajo…
Cuidar los tiempos programados; el habernos unido como grupo y permanecer hasta ahora, es la respuesta que podemos dar a la pregunta de Jesús: “¿Qué buscáis”? Estudiando, meditando y compartiendo las propuestas de los distintos temas, estamos aprendiendo a VOLVER A JESÚS y conocerle mejor.
«¿Qué buscáis?», me ha confrontado seriamente. Siento, con frecuencia, que ando perdido en medio de la oración y la meditación. Caigo una y otra vez en la simplicidad de las peticiones, olvidándome por completo de lo esencial: qué es lo que busco al seguir a Jesús.
Él me invita a vivir en pobreza de espíritu, humildad, austeridad, renuncia, persecución y cargar con la cruz.
Esta época de Adviento es muy propicia para poder meditar sobre qué es lo que realmente busco al seguir a Jesús.
Mi compromiso es preguntarme TODOS LOS DÍAS: ¿Cómo vivo yo? y reflexionar si mi ejemplo y mi testimonio son coherentes con la vida y el mensaje de Jesús.
Qué fácil, creernos buenos cristianos porque vamos a Misa, rezamos y cumplimos con los sacramentos… pero qué difícil es salirnos de nuestra zona de confort para seguir el Evangelio al pié de la letra. De ahí que todos debemos preguntarnos, una y otra vez, ¿qué es lo que buscamos al seguir a Jesús?
Lo que busco de Jesús es que como a Lázaro me resucite, dar sentido a la vida y vivirla con alegría. Esa búsqueda no puede quedarse en algo personal. Ese gozo tiene que ser abierto y abrazante a nuestros semejantes, compartir la misericordia, paz, amor, gracia, sabiduría, etc. con los demás. Hacer de la vida un hogar para la presencia divina. No solo en mi vida si no en la comunidad y sociedad en la que vivo.
Cuidar este grupo para que sea un lugar para aprender
Me parece que el estar abiertos a nuestro testimonio de vida, sin juzgarnos, mostrándonos con dudas y debilidades, con fortalezas y cualidades, es lo que nos va a llevar a humanizarnos
ORACIONES COMPARTIDAS EN EL GRUPO
Señor… yo te busco
No me escondas tu rostro.
Mi tierra está seca, sedienta de ti.
Te necesito. ¿Dónde vives, Señor? ¿Cómo es tu casa?
Hazme huir del huracán, y del fuego, y del terremoto,
porque no quiero encontrar un dios falso
desde mis resentimientos y frustraciones,
porque no pretendo oír voces de dioses extraños
desde el ardor de mis egoísmos,
porque no deseo palabras de dioses tranquilizadores
que acallan mi conciencia con el servicio y preocupación por los demás.
Háblame, Señor, desde la brisa de la comprensión y del Amor.
Quiero saber dónde vives, vivir contigo,
Y siento que me dices “ven y lo verás”
Que no siga haciéndome la rezagada como hasta ahora.
¡Señor Todopoderoso!
Que nos concedes a cada uno de nosotros
la gracia de ser cristianos, el ser hijos tuyos.
Ayúdanos, Señor, a tener fe.
Porque muchas veces parece que se llena la barca de agua
y Tú estando en esa barca, que es nuestra vida, parece que estás dormido.
Tenemos que darnos cuenta, Señor,
que Tú aparentas estar dormido, pero que estás ahí;
y tu silencio no es ausencia, tu silencio es presencia.
Ayúdanos, Señor, a cada uno de nosotros
a conocer tu voluntad y a cumplirla cabalmente.
Que tu amor infinito nos acompañe en este caminar del GVJ Effetá.
No nos dejes confundir. Señor.
No permitas que nosotros nos quedemos en los caminos,
sino que siempre estemos en camino hacia Ti.
Enséñanos, Señor, a buscarte,
y que sintamos el deseo de ser tuyos, de encontrarte,
de pasar el resto de los años, que tú nos puedas dar,
amándote sobre todas las cosas. Amén.
Hacemos nuestras las palabras de San Agustín:
“Nos hiciste Señor para Ti y nuestro corazón está inquieto
hasta que descanse en Ti”.
“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Tú estabas dentro de mí, y yo fuera, y por fuera te buscaba,
y me lanzaba sobre las cosas hermosas creadas por Ti
Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo.
Me retenían lejos de Ti todas las cosas…”.
GVJ Efettá
José Ignacio, Lola, Mª José, Manuel, Mari, Oscar, Paty, Wilmer, Sara y Caridad
GVJ NAZARET – TEMA 5 – APORTACION WEB
Hola amig@s de los Grupos Virtuales de Jesús:
Acercamiento al texto evangélico
Juan, el Bautista: es la voz que grita en el desierto, es la voz que va despertando y abriendo los corazones de tantas personas que le siguen, personas desorientadas, “perdidas”, que quieren escuchar “algo nuevo” que cambie sus vidas desde dentro. El Bautista, les está ofreciendo la “novedad” que viene uno detrás de él que es más que Él
Juan tuvo la corazonada de que el tal Jesús tenía algo que ver con Dios. No le parecía ni un charlatán ni un líder político ni un gurú «al uso», porque le califica como «Cordero de Dios». Me maravilla cómo y por qué habría llegado a esa conclusión…
Después, la propuesta de Jesús, es clara y concreta: no les pide que vayan a la escuela de los rabinos ni nada por el estilo. Su propuesta es diferente: “Venid y lo veréis”. El Maestro quiere que “estén con Él”, que se expresen y se dejen interpelar por lo que Él vive y lo que pretende.
La pregunta de Jesús tiene un significado muy profundo, es muy COMPROMETEDORA; la respuesta implicaba un MOTIVO y todavía no lo tenían claro; no preguntó simplemente “porqué me seguís “, “que queréis”, “a donde vais”, y al no saber qué responder preguntaron; querían enterarse de algo más debido al impacto que les produjo.
Es Jesús el que va a ellos, el que les busca. Y, como siempre, la pregunta directa y certera de Jesús: ¿qué buscáis?. Es la pregunta que Jesús nos hace y a la que debemos contestar, ¿qué busco? ¿para qué sigo a Jesús?. Estoy segura de que hay tantas respuestas como cristianos pero también que es una pregunta difícil de responder.
¿Qué busco al seguir a Jesús? Encontrar al Padre y conocer su Voluntad. Es una búsqueda cargada de intención: que El ilumine y guie mis pasos y decisiones. Es a través de Él que podemos conocer en nuestra vida como llegar a Dios. Seria equívoco pretender que Jesús me hiciera el trabajo, que hiciera el esfuerzo por mí.
Para amar a alguien hay que conocerlo y para conocerlo primero hay que ir a verlo. Solo acercándome a Jesús, voy a aprender a amarlo, a identificarme y a apasionarme por su proyecto, por todo lo que El quería. Solo escuchándolo y siguiéndolo voy a aprender a cambiar mi visión de mundo, amando lo que todos desprecian y consideran prescindibles. Y esa transformación sola la puede realizar el Espíritu de Jesús.
Acercamiento a la vida
El estilo de vida que se nos enseña es el de conseguir lo que deseamos de forma rápida. Tener dinero y estatus social lo más alto posible. Inspirados por personas con éxito mediático o económico. No se enseña a pensar, hemos abandonado las corrientes humanistas de pensamiento. No se enseña lo importante de que prevalezca la dignidad de las personas por encima de todo. No se enseña el valor supremo del respeto a la vida. La gente quiere tener buena salud, que las cosas le vaya bien, pero en esta vida de “estrés” que todos llevamos, se vive más aislados, hay mucha soledad; antes, yo creo que se compartía más unos con otros, ahora cada uno va a lo suyo sin tiempo para los demás, ni siquiera te ves con tus “vecinos” y además que no me implique ni te compliquen la vida, que ya tengo bastante…con lo mío.
Miro mi corazón y siento que CADA DÍA tengo que ENCONTRARME con Él, pero no “teóricamente (el mismo compromiso en la web en la que colaboro, me ayuda en esa dimensión teórica), sino VIVENCIALMENTE, de modo que mi encuentro con Él en la oración, en la escucha de la Palabra… me lleve, como Él, a ser TESTIGO VIVO en mi vida, en mis relaciones, especialmente con los más necesitados, como lo vive el mismo Maestro. Sólo así aprenderé a vivir como Él y, cómo no, podré ofrecer a mi entorno un camino que merece la pena.
Hoy, a mí también me hace las mismas preguntas que entonces. También su palabra me interpela. Cada mañana le doy las gracias por el nuevo día, que lo quiero vivir en su presencia. Con el evangelio del día, desde unas claves, tengo la suerte de poder orar con mi marido. Oramos por nuestras familias, personas conocidas que lo están pasando mal, soledad, enfermedad, tantas personas que hemos conocido en momento de nuestra vida y oramos por ellas.
¿Qué busco, o qué sigo buscando? ¡UN LIBERADOR ABSOLUTO de todas mis infidelidades hacia ti y hacia mis prójimos!
A mí me parece que viven acertadamente aquellas personas que dedican libremente sus esfuerzos a ayudar a los incomprendidos, marginados, desfavorecidos, viven también acertadamente, pienso yo, aquellos que buscan nuevas formas de comunicación y expresión que nos enriquecen la vida, los científicos honestos que buscan pruebas de la bondad intrínseca del universo, son acertados aquellos que cuidan y salvaguardan la naturaleza y desde luego aquellos servidores monásticos que con sus testimonios nos tienen a todos en sus oraciones… tantas otras personas de bien y tantos otros caminos.
¿Qué respuestas dan las parroquias?. En nuestras comunidades hay como positivo personas que viven al estilo de Jesús, personas solidarias y generosas y como negativo, los protagonismos que surgen en las propias comunidades, lo que cuesta al clero dejar responsabilidad a los laicos…
En cuanto a grupo pienso que tenemos que cuidar el no terminar siendo un grupo religioso más e irnos desgastando. Debemos luchar por crear un espacio de fraternidad, al que cada uno de nosotros esté deseoso de llegar, donde además de la Palabra podamos abrirnos con sinceridad a los otros, sabiendo que solo encontraremos aceptación. Yo me imagino que así fue Jesús con sus amigos y que sacaba el rato para preguntarles ¿cómo te sientes?
Oraciones
Que tú, Jesús, sigas calando, e inquietando mi vida, y que yo siga confiando y haciendo tu voluntad.
¿Qué puedo hacer para demostrarte que TE QUIERO, no solo de palabra, sino con OBRAS?
¡DESEO ESCUCHAR TU LLAMADA! ¡NECESITO EXPERIMENTARTE!
Señor Jesús que tu Fe en el Padre me llene de Júbilo,
y la mansedumbre deje a un lado las defensas para dar espacio a la paciencia y la generosidad.
Esteban, Iciar, Jesús, Puri, Reynaldo y Xinia
Aportación GV MISERICORDIA . TEMA 5 ¿ QUÉ BUSCAIS ?
Nuestra aportación podría resumirse en una idea sobre la que hay unanimidad: EL SEGUIMIENTO DE JESÚS ES BÁSICO EN NUESTRA EXPERIENCIA CRISTIANA.
También podemos afirmar que “Buscar” i “Seguir” se complementan. Cuatro aportaciones lo demuestran:
1. Qué buscáis?
Nos está indicando la importancia de la búsqueda interior de Dios que nunca debemos abandonar, con la certeza y la convicción de nuestra fe en Dios, con el seguimiento del ejemplo y escucha del mensaje de Jesús y con la apertura de nuestros corazones a la Gracia del Espíritu Santo.
2. Qué buscaís ?
Una persona del grupo comenta:
“Desde hace unos 12 años me ha interesado mucho todo lo relacionado con Jesús. He asistido y asisto a varios cursos de diferentes temas religiosos, hasta he pensado estudiar teología ……. me apasiona el tema, me encanta leer los evangelios con Fé Crítica y comparar con lo que enseñaron en mi casa y en el colegio. Comparo las diferentes opiniones y si tengo una duda, consulto, investigo. Me gusta buscar, pero algunas veces no sé qué pensar ….. Ahí es cuando le pido al Espiritu que me guíe.”
3. Una persona del grupo afirma:” Me estoy cuestionando si somos seguidores de Jesús o simplemente participantes en una organización como otra cualquiera, sólo que en esta, la Parroquia, decimos celebrar nuestra fe en Jesús, decimos que nos amamos, perdonamos y tenemos esperanza …¿es esto verdad ? Creo que nos falta, a mi también, profundizar en el seguimiento de Jesús.
4. Otro matiz lo da otra persona del grupo :”Jesús cuando se da cuenta que lo están siguiendo les pregunta: “Qué buscáis “. Yo creo que el seguir a alguien siempre tiene un fin y creo que Jesús ahora nos está preguntando a cada uno de nosotros “Qué buscáis “ perteneciendo a este grupo?
Algo que llama la atención es el tema de ir y ver. No podemos entender el Evangelio sin tener un acercamiento a la persona de Jesús. Esta es la verdad a través de todos los siglos. Ningún cristiano de verdad ha llegado a la Buena Noticia sin ir, buscar, investigar, quién es realmente Jesús. Esto se logra estando cerca de Él.
El paso de Jesús ..qué es lo que les mueve a seguirle ?
Creemos que tuvieron que ser tres cosas principalmente
1. La mirada de Juan al verle pasar, una mirada de admiración y sus palabras.
2. Debieron de ver en Jesús algo nuevo, algo diferente que les hace moverse.
3. Algo interior se debió despertar en su corazón, un pálpito, que hace que vayan a preguntarle, quizás se despertó un deseo insatisfecho que les hace ir a buscar.
Sólo a través de nuestra búsqueda interior, humilde, sincera y desinteresada de Dios, nos permitirá descubrir que Él vive dentro nuestro (¿Dónde vives?) y disfrutar de esa invitación que Jesús nos realiza permanentemente (Venid y lo veréis) a vivir una vida en plenitud, gozo y alegría infinita.
Realzamos la figura de Juan como preparador del terreno para la venida de Jesús, que da testimonio de vida y verdad pero desde un punto de vista más profético, con la lógica mesiánica del pueblo judío. «Ese es el cordero de Dios», le dice a sus discípulos, reafirmando que viene a cumplir con la promesa que Dios le hizo a Adán de enviar a su Hijo a morir para redimir al hombre viejo y a su descendencia del pecado original
En el empleo de los términos redención, “morir para redimir al hombre viejo”,”enviar a su Hijo a morir” y otras relacionadas con la expresión “cordero de Dios” hay disparidad de opiniones, todas ellas nacidas de una fe profunda pero que tendríamos que revisar nuestra transmisión a los demás.
En la pregunta ¿dónde vives? y en la respuesta Venid y lo vereis, Jesús introduce la invitación a “viajar del uno al otro”, invita a un caminar. Recordamos una reflexión de Pagola en el libro sobre el evangelio según San Marcos cuando señala que «la fe es un recorrido y no un sistema religioso», como un camino para vivir con sentido y esperanza. Esta invitación a «venid y lo vereis» supone una salida de sí, un tránsito de una mente a otra, de una persona a otra.
Tres testimonios sobre QUÉ ANDAMOS BUSCANDO EN LA VIDA ?
1. Personal:
Yo busco cada día hacer las cosas bien, evitando al máximo los diferentes problemas que se presentan, al buscar una buena vida, encuentro esa seguridad, tranquilidad, bienestar etc. Cada mañana busco el encuentro con el Señor, a través de la oración, donde oro la vida, mi vida y todo lo que tiene que ver con mi realidad y sobretodo mi realidad como esposo, padre, trabajador y hombre de fe, cada mañana, anhelo que muchas personas conozcan al Señor y cambien su vida, a una vida con esperanza, con compromiso. Necesito cada día llenarme mas del Señor, de su propuesta, de su palabra, porque El, me muestra el camino a la realización personal.
2. Familiar/Parroquial
Una de las cosas que nos hemos propuesto en nuestro hogar es que quien allí llegue se sienta acogido y que vea en nosotros algo de Jesús, estamos trabajando en eso, pero es difícil contestar si los demás ven en nosotros lo que quisiéramos reflejar. En la vida parroquial hay algunas cosas positivas en que se está trabajando más por compartir, por ayudar a los que más lo necesitan, pero a veces le dan importancia a que si el monje tiene hábito o no, condenan a los que piensan diferente y eso convierte a la parroquia en un grupo excluyente, a mi manera de ver.
Creo que es importante evitar en el grupo la exclusión y el fariseísmo, no sentirnos mejores que ninguno y no cerrar nuestra mente a las ideas de los demás por disparatadas que nos parezcan.
3. Eclesial
Como dice la Samaritana: “dáme de beber de esa agua” Reconozco que hay veces que anhelo volver a sentir esa chispa que me movía cuando descubrí su amor, pero como dice el Padre Larrañaga: “la fe no es sentir, sino saber” y no se puede querer estar ahí sintiendo siempre esos momentos fuertes, que son los que te tocan y te mueven para toda una vida. Así que busco seguir sus pasos en la vida cotidiana, donde no pasa nada aparentemente especial, busco esa corriente que me hace salir de mi comodidad, que como dice el Papa Francisco, no me deje sentada en el sofá, que me haga vencer mis miedos.
Jesús me ha dado sobre todo CONFIANZA, confianza en mí misma, confianza en los demás, y confianza en Él, y sé que si sigo de su mano, pues me podré equivocar mil veces, pero no me dejará.
En este grupo busco conocerle más, con lo que me dice en cada tema y con la colaboración del grupo, y profundizar en su modo de vida, y su manera de pensar y de actuar, pero sin estar sola.
Tres plegarias brotan desde nuestro ser:
A)
“El Señor te bendiga y te guarde.
Te muestre su rostro y tenga piedad de ti.
Te dirija su mirada y te de la paz
El Señor te bendiga”
B)
«¡Escucha, Señor!
Escucha,Señor, quiero rezarte.
Respondeme, por tu piedad.
Mi corazón sabe que me dices:»¡Busca mi rostro!»
Yo busco tu rostro, Señor. Salmo 27, 7-8
C)
F. Ulibarri:”Despierta, Señor, nuestros corazones
Que se han dormido en cosas triviales”….
Agosto 2016. GVMISERICORDIA.
Queridos amigos y amigas, os compartimos lo que este tema ha suscitado al GVJ Maranatha en nuestro corazón:
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO:
Este pasaje es singular pues en la vocación o llamado de Jesús de ordinario Él toma la iniciativa. Es una de las pocas veces en que quien lo sigue no es por un llamado, sino por una búsqueda. Sin embargo, en los planes del Padre siempre hay una iniciativa porque la presentación que hace de Él el Bautista fue muy potente.
¿QUÉ BUSCAIS? Es necesario buscar el significado y el sentido de nuestra vida para seguir a Jesús, si no buscamos nada, Jesús nos será indiferente. Lo busco porque quiero que sea mi maestro, el centro de mi vida para que su modo de proceder se vaya trasluciendo en mi modo de relacionarme con mis hermanos, para que mi corazón se convierta en un corazón semejante al suyo. Solo desde ese encuentro personal y de conversión podre manifestarlo en mi vida y no buscarme yo sino buscarlo a Él en todo y en todos.
La pregunta de los discípulos “¿DÓNDE VIVES? » Para saberlo es indispensable:
+ Escuchar su Palabra (qué decía, cómo lo decía y para qué); sus palabras y mensajes nos llevan a su mundo; y éste, a su vez, también se puede buscar en el nuestro, para poder recorrer su camino y llevar así a cabo el proyecto humanizador del Reino de Dios.
+ Tener trato con Él mediante la oración para poder tener un encuentro, Jesús no se limita a explicarles donde vive sino que les invita a experimentarlo. Esta pregunta nos muestra que más que querer saber cuál es su mensaje lo que querían era tener la EXPERIENCIA del ENCUENTRO; + ese encuentro personal también viene propiciado mediante la Eucarístía cuando comulgamos.
¿Cómo responder a su invitación de «VENID Y LO VERÉIS”? Lo han seguido por lo que han oído, ahora es el momento de ver por ellos mismos. Creo que no hay otra manera que la de dejarnos guiar por Él y asumir sus mismos comportamientos, entrega a Él y entrega a los demás, sobre todo a los más desfavorecidos que son con los que se identifica.
En todo este pasaje, se ve el proceso en el camino de la fe: primero me habla alguien, luego le busco y le sigo; por último, veo por mí mismo. El encuentro personal con Jesús es lo que les empuja a seguirlo, y esto es lo que yo busco en Jesús: Amar al Padre haciendo el bien a mis hermanos. Así entiendo yo el Camino.
ACERCAMIENTO A LA VIDA:
– Creo que todos los seres humanos buscamos lo mismo. Lo que nos diferencia es lo que hacemos para conseguirlas, un iglú cumple para un esquimal la misma función que mi casa para mí.
– Hasta hace poco, instalada en la rutina de la vida diaria, buscaba sobre todo seguridad, tranquilidad y bienestar. Pero sentía que me faltaba algo, que la vida no podía ser tan vacía.
– Ahora busco y empiezo a tener paz y libertad interior. Antes creía que la libertad era hacer lo que me diera la gana, pero ahora sé que es hacer lo que Él espera de mí, ser partícipe de su Reino.
– Ahora mi deseo es sentir esa presencia divina en todo momento, ahora es discontinua pero espero sentirla siempre en toda circunstancia. Cada mañana lo primero que hago es sentarme a respirar en silencio como dice el Salmo “Jesús tu eres mi Dios, por ti madrugo”
– A veces siento a Jesús cercano, que me acompaña en mi caminar, y me duele que mi quehacer diario esté tan lejos de sus «bienaventuranzas».
– Yo espero de Él que sea el centro de mi vida, mi guía, el que me dé luz para conocerme, mi compañero tanto en momentos buenos como en malos
– Seguir a Jesús con más fe y más verdad, eso es lo que realmente busco. quiero «amar al Padre haciendo bien a los hermanos» Pero, ¿cómo hacerlo? Mirando la vida como la mira Jesús: tratando a las personas como él las trata, acogiendo, escuchando y actuando como Él.
– Trato de encontrar al Dios misericordioso, amoroso, cálido y que no me haga temerlo sino amarlo. El problema es que en mi comunidad eclesial no me enseñaron cómo y dónde buscarle.
– ¿Qué busco en la vida? el Amor de Dios. Sentir que Dios es Amor y que tengo que vivir ese Amor a través de mi servicio y entrega a los demás.
COMPARTIMOS ALGUNAS DE NUESTRAS ORACIONES::
AQUÍ ESTOY JESUS QUIERO BUSCARTE EN MEDIO DE TOD@S Y TODO QUIERO ESCUCHAR TU INVITACION “VENID Y LO VEREIS” ESTAR CONTIGO TANTO EN MIS RATOS DE ORACION COMO CUANDO COMPARTO CON MIS HERMANOS, LLEVARTE Y DESCUBRIRTE TAMBIEN EN ELLOS Y JUNTOS CAMINAR CONTIGO PARA QUE VAYAMOS TRASFORMANDONOS EN DISCIPULOS TUYOS Y PROCLAMAR QUE TU VIVES EN TODO CORAZON QUE TE BUSCA CON HUMILDAD Y SENCILLEZ.
Jesús, hermano y amigo, Tú sabes que te amo, a pesar de las contradicciones de mi vida con la tuya, y sabes que tengo «sed de Ti». Conoces las limitaciones que me imposibilitan seguirte y ser testigo tuyo en medio de las gentes. Concédenos la gracia de responder a tu «ven y sígueme», muéstranos cada día el camino a seguir y danos la fuerza de tu Espíritu para que hagamos realidad tu Reino de paz, de justicia, de amor. Amen.
GVJ Maranatha: Ana Vilma, Antonio, Carmen, Francis, Isabel, Javier, Manuel, María, Maripili, Mariví, Paco, Ricard.
No sé dónde vives, pero si sé dónde te encuentro.
Estás en una comunidad que ora en silencio.
Estás en el dolor de tantos que viven en las calles.
Tantos que no tienen donde apoyar su cabeza.
En los jóvenes sin rumbo, en los ancianos solos,
en los padres desconcertados y agobiados.
En la multitud que festeja lo transitorio,
en el afán sin medida del juego, y el dinero,
en el llanto de los padres al ver sus hijos drogados.
En suma, estás en todos lados, crucificado.
Me gusto mucho tu comentario. Jesus está vivo y actuante,conocerlo nos lleva a una actitud perenne de búsqueda y resolución, es decir, haciendolo presente a través d nuestras obras.. Dices algo que me llega al alma. » JEsus está en todas partes crucificado » el dolor del mundo es SU dolor, y también,nuestra esperanza , nuestra alegría, como lo expresa la liturgia Pascual. Donde está,muerte, tu victoria?
Jéssica resucitado es el fundamento de nuestra fe, y para mí, la clave para tratar de poner la vida del mundo en esta perspectiva. Todo se ve teñido de esperanza , aún en los momentos más negros.
Gracias por compartirnos tu oración,Laura
María Estela, Grupo d Jesus del Valle. Cd. De México
APORTACIÓN PARA LA WEB DEL TEMA 5 – GRUPO VIRTUAL DE JESÚS CANÁ
El Grupo Caná da por terminado el tema cinco que nos ha hecho avanzar aún más en esta aproximación a la figura de Jesús. Nuestro Grupo os desea a todos los integrantes de esta aventura una muy feliz Navidad.
PRIMERA REUNIÓN
Dos hombres sencillos son informados: «Ahí está el Cordero de Dios», y deciden seguirle. Le siguen, como nosotros, sin saber muy bien a quién ni por qué, pero desde la sensación de no poder hacer otra cosa. Y no contestamos a su pregunta, porque no sabemos aún la respuesta, solo queremos ir donde vive y estar con Él.
Si yo hubiera sido uno de los discípulos de Juan el Bautista, seguro que me habría llamado la atención ese aviso. Es como si ahora, en mi barrio o en una reunión de amigos, alguien me señalara a alguna persona y me dijera “ése nos va a sacar del pozo”… Me interesaría conocerlo, verificar en persona lo que dicen de él, hacerme amiga.
Se fueron tras Jesús. No se lanzaron a preguntarle ni le saludaron ni se pararon, solo le siguieron. ¿Cómo lo miraría Jesús? Debió ser una profunda mirada de amor, paz, alegría e ilusión. Solo se les ocurre preguntar por su domicilio. Si a nosotros nos hace esa pregunta alguien que nos ha impactado, no sabríamos que responder.
Un día, solamente un día, pasaron contigo Jesús. Vieron donde vivías, se quedaron contigo. Ahí, pudo suceder que sintieran: “Esto es real; Este sí que nos recibe; ¡Qué tipo!; ¡Qué cosas dice! ¡Y cómo nos mira!”… Y eso fue suficiente para seguirte, creerte, por el mero gusto de la inocencia, la paz y la inmensa presencia que irradiabas.
¿Qué busco? Una convivencia auténtica entre las personas. Comunión verdadera que desdibuje los límites entre los individuos. Busco sentir el misterio de ser Uno.
Con esto me dices que lo poco que yo te conozco debo compartirlo con los demás para que ellos te busquen y te encuentren. Jesús me dice: ¿qué buscas? Y yo respondo: Conocerte más, cada día más, y a fondo. Y tú me invitas a “ver” tus obras de cerca. Busco conocerte y parecerme cada día más a ti, aunque sea un poquito cada día…… Indícame el camino que he de seguir.
Gracias a Dios por enviarnos a su Hijo, que se hace humano para que comprendamos a través de Él cómo es nuestro creador y el plan de amor que tiene para todos nosotros. Los dos discípulos de Juan ya conocen que lo bueno está por llegar, y cuando Él les indica que ahí está lo que esperan, no dudan
También yo le he preguntado muchas veces dónde habita. Después de muchos años, sé dónde habita, y no muy lejos de mí. Lo tengo a mi alcance, si yo quiero verlo. Está en mí, en todas las personas que me rodean, en toda la creación.
Siento que mi caminar como creyente, trabajándolo, pasa por muchas curvas, incluso pendientes, que debo desandar, pero también siento que hay muchísimas situaciones que, como silbidos, me hacen voltear la cabeza y atender a tantas nuevas posibilidades.
Dos aprendices que quieren aprender de él confiaron ante la expresión: «Este es el Cordero de Dios…” y entendieron la lección. Lo demás vino sobre ruedas, se habían acostumbrado a vivir junto a Juan las pequeñas situación y sabían cómo seguir.
SEGUNDA REUNIÓN
Por la mañana, busco al Señor, y quiero ponerme en sintonía, para que todos los actos que haga durante el día sean de su agrado. Busco que Jesús me des-programe todo lo que yo me programo a diario, y me pongo en sus manos. Quiero ser de los suyos y me entrego a que dirija mi vida. Mi compromiso es llevaros a todos vosotros delante del sagrario, que es donde nos ponemos, y pedir por vuestras necesidades.
Si me dijera Jesús: “¿Qué buscas?” Personalmente, le diría: “Busco paz. Paz dentro de mí, en el ámbito donde me muevo, en sitios más lejanos… en el mundo en general.”
Ahora solo quiero pedirle que me dé valor, mucho valor, para hacer lo que, un día, que me lo encontré en su Sagrario, me pidió. Y tan cerca de su nacimiento, sería fenomenal que le pudiera dar un sí rotundo a todas sus sugerencias.
No busco nada en la religión. Busco integrarme con mis congéneres y creo que la religiosidad de las personas religiosas es un camino para mi búsqueda individual. En el ejemplo de la persona de Jesús, he visto la posibilidad de ese camino de integración. Me parece que Jesús buscaba lo mismo que yo, ser Uno con los demás. No busco a Jesús, busco a todos siguiendo a Jesús.
Le pido al Señor, esa fortaleza para «ir» y así poder «ver». Pienso que la inquietud que tengo es obra del Espíritu y me está ayudando a «ir» hacia Él. Pido cada mañana que Jesús me acerque a alguien que me necesite.
Seguramente, porque sabemos que a veces el aire que respiramos es denso, es por lo que le buscamos. Cuántos días amanezco así, pesada, cansada, sin alegría. Después, hago oración, me pongo en comunicación con Él, me acerco dónde vive, y todo cambia. ¿No es estupendo? Saber que existe otro lugar en el que llenarme de aire fresco, de libertad y de amor, es mi fuerza para vivir.
Grupo Virtual de Jesús Caná
Fernando Lomeli, Conce Martín, Guadalupe Pastor, Rosa María Mena, Laly Luna, Ignacia Pérez, José Carlos Muñoz, Verónica Echevarría, Pilar Pardo, Marisa Calle, Manuela Sotelo
Queridos amigos y amigas,
Desde el grupo virtual de Jesús Kairós os compartimos parte de lo que ha sido nuestra reflexión y nuestra oración del tema 5.
Acercamiento al Evangelio
¿Qué buscáis?
– Los discípulos no buscan adoctrinamientos, ni sermones, buscan conocer de cerca dónde y cómo vive el que salvará el mundo, comprueban lo que han escuchado, confirman su Fe y se quedan con Él.
– Profundizar mi compromiso y continuar el proceso de Fe, casi siempre busco a Jesús por motivos interesados pero: Él me quiere llevar más allá.
A mí también me invita a caminar con Él a su lado, ¿seré capaz de seguirle? Voy a intentarlo.
Solo me falta más fe.
– Creo que sí se puede estar uno equivocando si buscando a Jesús se busca solo a sí mismo, o egoístamente, digamos. Como también si le busco sin encontrarme a mí mismo puede ser una forma de evadirme de la realidad.
-Uno siente esa necesidad de paz que sólo la consigue en El. Creo que uno se equivoca cuando busca en Jesús que se haga lo que yo quiero que se cumplan mis deseos es decir mi voluntad.
Venid y veréis
– Venid y veréis, iniciemos un cambio, de forma de vivir, busquemos la amistad, caminemos juntos, quizás después de conocerle, se abran nuevos horizontes. Todo podrá ser diferente, podremos recuperar la sensibilidad hacia los que sufren, hacia vidas sencillas, quizás incluso podamos gozar de la misericordia
– Indispensablemente hay que ir a Jesús, Él mismo nos está llamando, no se puede saber dónde vive sin convivir con Él, necesitamos conocer el mundo de Él, lo que Él vive, cómo vive y para que vive. Creo que con haber aceptado esta invitación de Jesús a pertenecer a este Grupo Virtual de Jesús, estamos buscando convivir con Él, vivámoslo intensamente.
– Para conocerle es imprescindible ir con él, vivir donde él vive, con quien él vive, como él vive y para lo que él vive. ¿Hasta dónde estoy dispuesto a seguirlo? Eso me parece que también es inquietante.
Conversión personal y compromiso
En lo que se refiere a la conversión personal hemos intentado responder desde lo más profundo de nuestro corazón la pregunta de Jesús… ¿qué buscáis?
– Volver a Jesús es lo que verdaderamente me llena y para ello me uní al grupo y poco a poco voy encontrando el buen camino de la fe.
– Me resulta muy extraño, por más que me esfuerzo no tengo nada claro lo que busco al seguir a Jesús. Yo diría que le sigo un poco por instinto, porque me fascina, porque le quiero y porque lo necesito, porque sólo cuando intento vivir a su manera encuentro una paz y una alegría tan profundas que nadie más que Jesús me podrán dar nunca.
– A la pregunta de ¿qué buscas? No puedo responder otra cosa que saciar mi sed, mi sed de Amor, de alegría, de paz, de sentido…
-Mi compromiso es seguir buscando mi conversión y comprometerme a seguir anunciando que vive y reina, nos ama y nos busca para hacernos felices y darnos su paz.
Y una oración para terminar.
Señor Jesús,
aquí estoy porque me llamas.
Sabes bien que ni siquiera tengo claro
lo que busco cuando me decido a seguirte,
pero a pesar de todo me invitas a continuar,
siempre…
¡Gracias!
Gracias por el regalo de esa sed profunda, constante,
que me remite siempre a Ti.
Gracias por el anhelo de un mundo a tu manera.
Gracias por tu presencia que me anima en todas mis vacilaciones.
«¿Qué buscáis en estos tiempos?», nos interpela Jesús. Que se haga vida el Amor que es él. Ya nos mostró a través de su ejemplo, en los Evangelios, cómo fue su vida, su actuar, su generosidad, su entrega. ¿Cuál sería nuestra respuesta ahora? ¿Somos capaces de definir qué busco en Jesús: compañía, ayuda, apoyo, acogida, una suerte de mago que soluciona mis problemas, etc.?
No, en la actualidad como en el pasado es el Amor lo que buscamos, ese Amor que quiero para ser feliz y también para que otros lo sean a través de mí, ya que Jesús nos pide que le sigamos y vivamos lo que él vivió y como lo vivió…
Por ello, su pregunta me detiene y hace pensar, si realmente estoy siguiendo su Camino en serio… Mientras tanto, suenan sus palabras en mi corazón que me llaman a un mayor compromiso con mi fe frente a mí, a los otros y a Dios.
Nos quedamos contemplando la pregunta del Maestro: ¿Qué buscais?
Hoy nos la hace a nosotras. Así de claro…
Y lo que buscamos es muy difícil de conseguir (la felicidad), si no vamos con él adonde vive y estamos pasando la tarde en su compañía, de cuando en cuando.
GRUPO VIRTUAL DE JESÚS «GALILEA»: nuestra reflexión sobre el TEMA 5
En nuestro grupo podemos ver que todos nos estamos preguntando dónde vive Jesús. Por ello estamos siguiéndolo y por ello queremos ser más activos en esta búsqueda.
Empezamos preguntándonos cómo se decidieron estos discípulos a seguir a Jesús.
No basta con oír grandes cosas sobre Él. Debe de ser un conocimiento basado en la propia experiencia.
Hace falta la respuesta a esa llamada personal e intransferible con la que Él nos interpela a cada uno.
Hay que tener una actitud de marcha, de búsqueda, lejos de quedarse instalados, conformes. Estar receptivos, dejar lo establecido para ponerse en camino.
Jesús se para, se vuelve hacia ellos y les pregunta ¿Qué buscáis? ¿Qué es lo que realmente queréis con vuestras vidas? ¿Sabéis lo que estáis haciendo? ¿Lo habéis pensado bien? ¿Qué buscáis?
Los discípulos le responden: Maestro, ¿dónde vives? La pregunta no está referida a un lugar geográfico, es más profunda. ¿En qué lugar nos situamos para vivir la vida? ¿Desde dónde la vivimos? ¿Dónde tenemos el centro de nuestra vida?
Jesús les responde: Venid y lo veréis.
Dicen que el roce hace el cariño. Pues eso, si no tratamos con Jesús, no podemos llegar a conocerlo en profundidad.
¿Se puede seguir a Jesús sin conocer su mundo? Creemos que no. Somos testigos de Jesús cuando amamos como Él, cuando acogemos como Él.
Nuestro seguirle debería ser valiente, decidido, dispuesto a todo. Llenémonos de Él para que, como San Pablo, podamos decir: «Vivo yo, pero no yo, sino es Cristo quien vive en mí”.
Nuestro compromiso
Tenemos claro que queremos buscarle a Él, porque Dios nos llama a la plenitud, nos llama a desplegar lo mejor de nosotros mismos.
¿A dónde nos llevará? Por un camino de confianza en Él, donde ya no tendremos miedos. A vivir sin orgullo, sin juzgar a nadie y siempre dando mucho amor.
Tenemos que buscarle constantemente y vivir su vida con Él, darle importancia solo a lo que Él le da.
Acoger, escuchar, acompañar, rezar y contagiar esperanza.
¿O nuestra fe va por un sitio y nuestra vida por otro? ¿Es nuestra vida la expresión de nuestra fe? ¿Encontramos a Jesús en nuestros hermanos? ¿Tenemos la disponibilidad, superando lo que haya que superar, para acompañar a nuestros hermanos hacia Jesús?
ORACIÓN
¿Qué buscáis?
Tomamos conciencia de la plenitud que somos,
centrándonos en el silencio
y gozando de esa paz interior.
Para descubrir ese «Jesús» que nos invita
y nos insiste en el «VENID Y LO VERÉIS».
Buscamos, Señor, profundamente,
vivir siempre contigo, en todo momento.
Que nuestras prisas, nuestros descansos,
que nuestros afanes sean siempre imitarte.
Necesaría la pregunta que nos hace Jesús: ¿Qué buscáis?
Sin duda, Jesús conoce nuestro corazón, los nobles y profundos deseos que quisiéramos hacer realidad.
Son las expectativas que tantas veces nos forjamos, buscando un bien para nuestra vida y también para los-@s demás.
El otro-@ es quien me interpela, el interrogante a resolver, la posible respuesta a cuanto busco y aspiro lograr.
Jesús no era una excepción, su personalidad atrayente cargada de humanidad, sus palabras y gestos, tenían un fuerte impacto entre las gentes que salían a su paso, provocando en hombres y mujeres, un interés y empatía nada común.
La pregunta que hace Jesús a aquellos primeros seguidores suyos, pretende asentar desde el principio su verdadero recorrido existencial. Es el deseo y la actitud honesta de un buen amigo, que ofrece la verdad, sin engaños y apariencias, vanas e ilusorias promesas .
Jesús no tiene otra misión que responder al amor de Dios, en cada hombre y mujer que encuentre a su paso por la vida.
Su vida sencilla transcurre en medio de una humilde familia de Nazaret, trabajando en el taller de carpintería de su padre José, y ayudando a su madre María en algún menester.
Sin embargo, su joven vida debía dar un giro, obedecer la voluntad de Dios cuyo Espíritu de amor, le urgía «salir fuera», hacia las periferias existenciales de Palestina y Judea, comenzando su misión en la Galilea de los gentiles.
¿Qué buscáis? Es la misma pregunta que hoy nos hace Jesús a tí y a mí. ¿Qué afán nos mueve, qué esperamos lograr?
Jesús nos ofrece su amor sin medida, a nosotros-@s, tantas veces sufriendo la carencia de afecto y estima, el abandono y la soledad, la indiferencia.
Hombres y mujeres que teniendo comodidades y placeres, holgura material, se sienten vacíos, sin encontrar el verdadero sentido a sus vidas.
¿Qué buscamos? ¿La pobre honrrilla de un protagonismo efímero, el pequeño pedestal de una ambición conseguida a costa de otros-@s, el triunfo de un poder ejercido sobre los-@s más débiles y vulnerables?. No, claro que no.
Los Grupos de Jesús queremos tomarnos en serio la pregunta de Jesús, responder con coherencia en el aquí y ahora de nuestra vida. Una respuesta no sólo personal, sino en el Grupo de Jesús, aunando voluntades y criterios, para ser testigos de misericordia.
En el fondo de nuestro corazón se oye un grito ahogado, tantas veces silenciado, «atrincherado», que cantaba Gontzal Mendibil.
El clamor del «dolor del mundo» que siente la desunión, la guerra, la pena de no hallar respuesta, a tantas actitudes sin sentido.
Jesús mira con amor a aquéllos primeros seguidores suyos, les hace una pregunta: ¿Qué buscáis?
Más tarde, vendido y traicionado, tuvo que hacer en el huerto de Getsemaní la amarga y trágica pregunta: ¿A quién buscáis?
Cuando las búsquedas efímeras fracasan, se derrumba el poder y ambiciones, se corrompen las actitudes, el corazón vacío de amor, convierte al otro-@ en víctima del mal y el pecado.
Seguidores-@s de Jesús, de la búsqueda del bien, de todo cuanto es justo, digno y bueno, en definitiva, de la misericordia de Dios-Padre, hemos de tener claro, a ejemplo de Jesús, el único y creíble valor en alza: amar sin medida alguna.
ORACIÓN
Te busco a tí Jesús,
en la escucha atenta,
la palabra de aliento y consuelo,
el gesto humano.
Te busco a tí Jesús,
en la mirada limpia,
la actitud clara y sincera,
la verdad honesta.
Gracias si al buscarte,
encuentro tu amor,
y tu misericordia,
en mis hermanos-@s
Tu reflexión, Miren, profunda, actual y verdadera. ¿Qué buscais? nos pregunta Jesús ahora en nuestros tiempos de soledad, individualismo, materialismo. Pareciera que Su Palabra está absoleta o la ahogan miles de ruidosos dioses pequeños y mezquinos.
Sin embargo, el Amor sigue triunfando porque es eterno y presente en los que lo seguimos y vivimos al estilo de Jesús.
El con nosotros y en nosotros para transformar, sin cansarnos ni claudicar…nunca .
¿QUÉ BUSCÁIS? AMAR SIN PRETENSIONES
Tú, Jesús, me haces hoy,
en el ahora de mi existencia,
la pregunta definitiva,
para la cual no tengo excusa.
Quieres conocer mis afanes,
anhelos, luchas y esperanza,
al acercarme a tí y decirte:
«Maestro, ¿dónde vives?».
Y tú siempre respondes:
«¿Qué buscas? Ven y verás».
No hay engaño en tu vida,
nada que ocultar e ignorar.
Creo saber quién eres, Jesús,
y cómo obras en tu vida,
y por si tengo alguna duda,
abres mis ojos a tu verdad…
Los cojos se ponen a andar
y los ciegos recobran la vista.
Los inválidos se levantan
y los leprosos curan su piel.
A los esclavos del pecado,
tú, Señor, les perdonas,
restableces su dignidad,
haces que recobren su libertad.
Celebras y compartes
la fiesta y alegría de la vida;
para todos y todas guardas
«el vino nuevo» del amor.
Busco en ti, mi buen Jesús,
acogida y escucha atenta,
palabra de aliento y consuelo,
gestos de misericordia.
Busco en ti, Jesús,
la mirada limpia, sin engaño,
la actitud clara y sincera
de la verdad honesta.
Gracias, si al buscar tu amor,
alguien extendió su mano,
abrió su humano corazón,
y compartió tu misericordia.
Miren Josune
TEMA 5. ¿Qué buscan? (Juan 1,35-39)
El Grupo Virtual de Jesús “Emaús” comparte estos fragmentos de nuestras reflexiones con todos, con cariño y unidos a todos los Grupos de Jesús:
Bego
No se puede seguir a Jesús sin meterse en su palabra en profundidad y con fe y sin la guía del Espíritu Santo de Dios. Por eso estoy en este grupo porque quiero buscar a Jesús y hacer experiencia de él, no doctrina. La teoría me la sé más o menos. Porque a veces viendo no ves y oyendo no escuchas o no entiendes. Que el Espíritu Santo de Dios me dé el don de sabiduría y entendimiento para poder verle y sentirle e intentar ser mejor.
Jorge
Ahí si me gustó la cosa, porque nos invitaste a ir a tu casa, a entrar en tu intimidad, al entorno en que te desenvuelves. No sé qué sorpresa nos vamos a llevar, pero aceptamos ese reto, porque va en la línea de lo que les expresé al inicio: el conocernos más de cerca, no simplemente en las ideas. Le pido a Papá Dios que nos dé a todas y todos los que formamos parte de este grupo una sabiduría para avanzar cada día más en esta dirección. Cuenten conmigo.
Mony
Es mi oración que provoca un cúmulo de sentimientos encontrados. Me da pena decirle al Señor pero me siento impulsada a hacerlo porque ante todo es Misericordia y no condena. Jesús Buen Pastor, guíanos en nuestro caminar: Señor, que te busquemos, que nos dejemos interpelar por ti. Que podamos dejarlo todo para ser tus discípulos. Tu camino es siempre nuevo, siempre asombroso como tú, Vale la pena arriesgarlo todo por seguirte. Tu camino no está hecho ni descubierto de una vez por todas, Se descubre cada día, se hace mientras lo recorremos. Te amo, perdóname, haz que vuelva a ti.
Compromiso: Vayamos a ver dónde vive el Maestro. Hagamos una visita al Santísimo a eso de las 4pm (como lo señala el texto) y digamos “ya vine, Señor, quiero verte” y oremos por alguien que no ha podido dejarse encontrar por él, alguien que no lo busca (un vecino, un personaje de la tv…).
Esperanza
Una vez he sentido la presencia de Cristo en mi vida, ha ido creciendo mi deseo por conocerlo más profundamente a través del contacto personal con Él en el Evangelio, en compañía de ustedes, querido Emaús.
Oremos a Dios, padre de nuestro Señor Jesucristo, para que nuestra decisión de compartir nuestras vidas con Jesús sea un hecho concreto como lo fue para los dos discípulos: oírlo, seguirlo, verlo y quedarnos con Él con los ojos del corazón abiertos para que su presencia permanezca en cada uno de nosotros y, como dice Pagola en su reflexión, “aprendamos a vivir como vive Él, a creer en lo que Él creyó, dar importancia a lo que se la daba Él, interesarnos por lo que Él se interesó. Mirar la vida como la mira Jesús, tratar las personas como Él las trata, acoger, escuchar y acompañar como lo hace él. Confiar en Dios como él confía, rezar como reza él, contagiar esperanza como la contagia Él”. Amado Jesús desde lo más profundo de mi corazón clamo a ti: “Indícame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma hacia ti” (Salmo 142).
Tere Ferrer
A mí el orar con este texto me ha llevado a revivir con agradecimiento toda mi historia de relación con Jesús. Agradezco a las personas que, como Juan Bautista a los dos discípulos, me lo mostraron. En primer lugar mi madre, ya desde muy pequeña, mi primer encuentro con Él el día de mi Primera Comunión. Ese es mi compromiso: empezar cada día a intentar vivir con Él y a su estilo. Hoy me voy a Madrid a cuidar de una de mis hermanas que acaba de ser operada. En ella también veré a Jesús que me necesita.
Amparo
Me cuesta mucho ver, descubrir y sentir a Jesús en mí. Me atrae su persona y su mensaje por lo que no dudo de que lo voy a descubrir. Nos toca luchar y hacer frente a elementos externos duros. Ya lo dijo Él: Mi reino no es de este mundo”. Creo que en el grupo, como en la vida de cada día, deben prevalecer la transparencia, sinceridad, respeto, humildad, amor y el entusiasmo necesario para que la brecha de la búsqueda del Reino de Dios no se apague.
Piluca
Es como si Jesús les hiciera una sugerencia… una sugerencia vital… nada de datos teóricos… nada de doctrinas… Venir a verlo… venir a ver dónde vivo y cómo vivo… os introduciréis en mi mundo, presenciaréis lo que vivo, cómo y para qué lo vivo y vosotros mismos, iréis sintiendo hacia dónde os lleva vuestro corazón y así comprobaréis si estando junto a mí, os sentís bien. Yo espero llegar a sentir el fuego de sus palabras inundando mi corazón. Que me seduzca su forma de vivir, para traer ¡ya! el Reino de Dios a los más olvidados, a mi casa, a mi familia, mis amigos, al mundo entero. Busco recorrer una senda que Jesús tiene preparada para mí, y que en mi camino, aprenda a percibir la bondad que hay dentro del corazón de las personas que me rodean. Busco aprender a crear lazos inclusivos y a deshacer nudos exclusivos. Un abrazo.
Ángel
Mi voluntad y deseo desde que me ofrecí para formar parte de este grupo online es compartir con otros como discípulos-misioneros mi experiencia de encuentro con Jesús desde mi opción por los pobres y en su evangelización para darlo a conocer, amar y seguirle allí donde cada uno tenga que vivir su vocación para dalo a conocer, amar y seguir a otros que no se han dado por enterado que Jesucristo es la mayor riqueza.
Lo importante es que sea una escuela de Jesús: pobre, entregado y crucificado para dar vida en la evangelización de los pobres. Es eso lo que de positivo veo en los pobres evangelizados en nuestras comunidades. Los pecados son los mismos en los pobres que en los ricos: ellos también como yo tenemos que convertirnos permanentemente a Jesús y a su evangelio.
SEÑOR JESÚS, TE BUSCAMOS A TI. DÉJANOS ENCONTRARTE EN ESTA AVENTURA.
Desde Santiago de Chile les contamos que hace un año iniciamos un GRUPO de JESUS.
Somos 7 mujeres felices de estar viviendo esta experiencia, nos sentimos cada día más motivadas y agradecidas de haber conocido y acogido esta invitación.
Con gran entusiasmo hacemos las reuniones en nuestras casas, vamos rotando puesto que vivimos en distintas comunas de la Región Metropolitana.
Estamos en el Tema 5 queremos poder responder con claridad y transparencia a su pregunta ¿QUÉ BUSCÁIS?
Gracias por esta maravillosa página, nos sentimos parte de este movimiento al estilo de los primeros cristianos.
Con cariño. Magda.