Marcos 16,1-7
Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron perfumes para embalsamar a Jesús. El primer día de la semana, muy de madrugada, a la salida del sol, fueron al sepulcro. Iban comentando:
—¿Quién nos correrá la piedra de la entrada al sepulcro?
Pero, al mirar, observaron que la piedra había sido ya corrida, y eso que era muy grande. Cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, que iba vestido con una túnica blanca. Ellas se asustaron. Pero él les dijo:
—No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado? Ha resucitado; no está aquí. Mirad el lugar donde lo pusieron. Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro: «Él va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis, tal como os dijo».PRIMERA REUNIÓN. 1. Acercamiento al texto evangélico
El proyecto de las mujeres. ¿Qué piensas del amor fiel de estas mujeres a Jesús, mientras los varones han huido para salvar su vida? ¿Cómo se les ha podido ocurrir embalsamar a Jesús cuando lleva enterrado más de treinta horas? ¿Te parece enriquecedora la presencia de las mujeres en el grupo de discípulos? ¿Por qué?
La piedra del sepulcro. ¿Por qué se insiste en la piedra que cierra la entrada al sepulcro? ¿Qué te sugiere esa piedra «muy grande» que bloquea el sepulcro? ¿Tendrá algo que ver con el poder de la muerte? ¿Quién puede correr esa piedra?
El mensaje del joven. ¿Qué te sugiere la presencia del joven tal como está descrita por Marcos? ¿Qué es lo más importante de su mensaje? ¿En qué consiste el error de las mujeres?
«Lo veréis en Galilea». ¿Por qué han de ir a Galilea para «ver» al Resucitado? ¿Qué recuerdos despertaba en los discípulos la región de Galilea? Los textos evangélicos que leeremos durante el recorrido nos ayudarán a «volver a Galilea». ¿Podremos vivir algo de lo que vivieron los primeros seguidores y seguidoras?
«Él va delante de vosotros». A Jesús no lo tenemos físicamente con nosotros. ¿Sentiremos que «va delante de nosotros» ¿Has pensado alguna vez que creer prácticamente en Cristo resucitado es seguirlo, porque va delante de ti alentando tu vida con su Espíritu?
2. Comentario: Volver a Galilea para seguir a Jesucristo
Este relato es de una importancia excepcional. No solo se anuncia la Buena Noticia de que el Crucificado ha sido resucitado por Dios. Además, Marcos explica a los lectores que quieran encontrarse con él el camino que han de recorrer para verlo y seguirlo.
Las protagonistas son tres mujeres admirables: María Magdalena, María la de Santiago y Salomé. Han seguido a Jesús por los caminos de Galilea, junto con otros discípulos y discípulas. Al llegar el momento de la ejecución de Jesús no han huido cobardemente, como los varones. Han contemplado angustiadas cómo los soldados romanos crucificaban a su querido Jesús. Han observado también dónde lo han sepultado, y vienen ahora hasta el sepulcro para tener con él un último gesto de cariño y de piedad.
No pueden olvidar a Jesús. Lo aman como a nadie. La primera, como siempre, María Magdalena. En sus corazones se ha despertado un proyecto absurdo que solo puede nacer de su amor apasionado a Jesús. «Compran perfumes para embalsamar» su cadáver y ahuyentar el mal olor de la muerte. No pueden hacer nada más por él. No se dan cuenta de que es absurdo embalsamar un cuerpo que lleva ya muerto bastantes horas; no reparan en que es un horror acercarse al cadáver torturado de un crucificado. No importa. Ellas no olvidarán nunca a Jesús. Su muerte ha echado por tierra todas las esperanzas que habían puesto en él, pero no ha logrado apagar su amor.
Por el camino, las mujeres recuerdan que una «piedra» cierra la entrada del sepulcro. Ellas se sienten impotentes para removerla. ¿Quién la podrá correr? La insistencia del evangelista, señalando que la piedra era «muy grande», sugiere el poder de la muerte. Ante ella hay que perder toda esperanza. Las mujeres no podrán nunca liberar a Jesús de la muerte.
Lo sorprendente es que, al llegar el sepulcro, observan que «la piedra ha sido corrida». No se dice quién ha sido, pero el sepulcro está abierto. ¿Será que la muerte puede ser vencida? ¿Será que el sepulcro no es nuestro final definitivo? Ciertamente, no puede ser cosa de hombres; ningún ser humano tiene poder sobre la muerte; la piedra es «muy grande». ¿Será que Dios ha intervenido para resucitar a Jesús de entre los muertos?
La sorpresa y el sobresalto crecen todavía más cuando, al entrar en el sepulcro, «ven a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca». Sin duda es un mensajero enviado por Dios, pero está descrito con rasgos que hablan de vida y resurrección. Es un «joven», en la flor de la vida. Está «sentado», irradiando seguridad y autoridad. Está en la parte «derecha», lugar que promete dicha. Viste una «túnica blanca», color que simboliza la vida gloriosa de Dios. Las mujeres se asustan, pues donde ellas esperaban encontrar el cadáver de Jesús solo ven signos de vida, juventud, luz blanca… ¿Estará Jesús vivo, resucitado a la vida de Dios, sentado a la derecha del Padre?
El joven las tranquiliza: «No os asustéis». No hay más saludos ni palabras que puedan distraer a las mujeres. El enviado de Dios les anuncia directamente su mensaje: «¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado?». Es un error buscarlo en el mundo de la muerte. Jesús no es un difunto más. No es el momento de rendirle homenajes ni de llorarlo recordando piadosamente su vida admirable. «No está aquí». No pertenece al reino de la muerte. Está vivo para siempre. Nunca podrá ser encontrado en el mundo de lo muerto, lo inerte, lo extinguido… «Mirad el lugar donde lo pusieron». Grabad en vuestro corazón esta «ausencia». No está donde sus adversarios lo depositaron. «Ha resucitado». El Crucificado está vivo. El Padre lo ha resucitado.
El joven desea confiar un encargo a las tres mujeres tan fieles a Jesús. Han de salir de aquel lugar de muerte para comunicar a «los discípulos y a Pedro» algo sumamente importante. El mensaje es para todos los discípulos, también para Pedro, el discípulo que ha renegado directamente de Jesús. El mensaje es este: «Él va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis, tal como os dijo». Sin duda, el mensaje encierra un sentido más profundo que el meramente geográfico. ¿Por qué hay que volver a Galilea?
- En Galilea se escuchó, por vez primera y en toda su pureza, la Buena Noticia de Dios y el proyecto humanizador del Padre. Si no volvemos a escucharlo hoy con corazón sencillo y abierto, nos alimentaremos de tradiciones y doctrinas venerables, pero no conoceremos la alegría del Evangelio, capaz de «resucitar» nuestra vida. En este grupo volveremos a Galilea a escuchar de labios de Jesús la Buena Noticia de Dios. Viviremos la misma experiencia que vivieron los primeros discípulos.
- A orillas del lago de Galilea empezó Jesús a llamar a sus primeros seguidores y seguidoras para enseñarles a vivir con su estilo de vida y a colaborar con él en la gran tarea de hacer la vida más humana. Hoy Jesús sigue llamando. En este grupo escucharemos su llamada a seguirlo. Él irá también hoy «delante de nosotros», como iba en otros tiempos por los caminos de Galilea.
- Por los caminos de Galilea se fue gestando la primera comunidad de seguidores de Jesús. Junto a él vivieron una experiencia única. Con él fueron aprendiendo a vivir acogiendo, perdonando, aliviando el sufrimiento, curando la vida y despertando la confianza de todos en el amor insondable de Dios. En nuestro recorrido, también nosotros viviremos la misma experiencia. Aprenderemos a vivir al estilo de Jesús.
- Los textos evangélicos que escucharemos durante nuestro recorrido nos ayudarán a caminar por Galilea «viendo» que Jesús resucitado va delante de nosotros. Su presencia invisible adquirirá para nosotros rasgos humanos al leer los relatos. Su presencia silenciosa se convertirá en voz concreta al escuchar sus llamadas y sus palabras de aliento.
- Ir a Galilea tras el Resucitado es vivir siempre caminando. No nos podemos detener, no podemos vivir mirando al pasado, pues el Resucitado «va por delante». Los discípulos de Jesús no somos solo miembros de una gran institución religiosa; somos seguidores del Resucitado. Él va también hoy «delante de nosotros».
SEGUNDA REUNIÓN. 3. Conversión personal
- ¿Qué es para mí creer en la resurrección de Jesús? ¿Confesar algo que sucedió hace mucho tiempo y no tiene mucho que ver con mi vida diaria? ¿Experimentar que Cristo vive en mí? ¿Saber que me guía y acompaña día a día?
- ¿Dónde busco yo a Cristo resucitado? ¿En el mundo de lo muerto; en una religión apagada, en una fe rutinaria, en el cumplimiento de la letra, en el egoísmo que ahoga mi vida? ¿Estoy dispuesto a comenzar de nuevo mi seguimiento a Jesús? ¿Aprenderé en este grupo a ver a Jesús resucitado alentando mi vida?
- Conversación con Jesús. Escucho en silencio mi corazón. Me desahogo con Jesús. Él me escucha. Siento su paz.
4. Compromiso en el proyecto de Jesús
- Muchos cristianos se sienten miembros de la Iglesia porque fueron bautizados de niños; pero, ¿conoces a creyentes preocupados por seguir de cerca a Jesús? Señala aspectos positivos, dificultades que encuentran, apoyo que necesitan.
- Nuestra mejor aportación a reavivar hoy en la Iglesia el movimiento de seguidores de Jesús es nuestra propia conversión. ¿Estamos dispuestos a «ir a Galilea» para reavivar nuestro seguimiento más fiel a Jesús? ¿Nos comprometemos a trabajar en este grupo aprendiendo a vivir como Jesús, con su misma entrega al reino de Dios, con sus actitudes básicas y su Espíritu? ¿Qué podemos hacer para escuchar mejor a Jesús en este grupo?
5. Sugerencias para la oración
- La persona señalada pronuncia despacio tres veces las palabras del joven en el sepulcro: «Él va delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis». Todos meditamos en silencio esta promesa que Jesús dirige a todo el grupo. Después, todos juntos pronunciamos esta oración; o bien cada uno selecciona unas palabras para decirlas en voz alta.
Señor, somos débiles, cobardes, torpes…
Sin embargo, queremos caminar.
Queremos comenzar de nuevo.
Tú irás delante de nosotros.
Tu Espíritu vive en nosotros y nos guía.
Tú nos sigues hablando y perdonando.
Enséñanos a trabajar por el reino del Padre.
Danos la gracia de seguirte fielmente. Amén.Oración inspirada en K. Rahner
- Para orar en el silencio del corazón:
Jesús, paz de nuestros corazones,
aunque no sintiéramos nada
de tu presencia,
tú estás ahí.
Tu presencia es invisible,
pero tu Espíritu
está siempre en nosotros.H. Roger de Taizé
- Podemos pronunciar nuestros deseos ante Jesús. Primero todos juntos despacio. Luego cada uno alguna de las frases.
Vivir amando.
Amar esperando.
Esperar acogiendo.
Acoger cantando.
Cantar sembrando.
Sembrar soñando.
Soñar construyendo.
Construir compartiendo.
Compartir bendiciendo.
Bendecir acompañando.
Acompañar caminando.
Caminar viviendo…
y vivir amando.
Todos los días nos lo susurras.
Y aun así lo olvidamos, Señor.F. Ulíbarri
Banco de oraciones
En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 6. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.
Materiales de profundización
En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 6 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.
Grupo Virtual de Jesús 36 . Tema 6
Jesucristo resucitado, tú que caminas por delante en nuestra Galilea cotidiana,
no permitas que nos desviemos deslumbrados por las luces fatuas que nos acechan.
Mary Carmen
¡La piedra ha sido corrida, la muerte ha sido vencida!
Maricel
Las 3 mujeres representan fidelidad, persistencia y una convencida conversión son las elegidas para divulgar la resurrección de Jesús, son líderes que van a guiar a los seguidores a Galilea, ¿para qué regresar? para recordar nuestras raíces, la piedra removida es el símbolo de que existe vida eterna que no hay barreras, para los que confiamos en Dios, para los que tenemos fe, para los convertidos y para los que empiezan a conocer la buena nueva, Dios va delante de nosotros.
Oración constante y confianza en tu palabra siguiendo tus pasos Señor.
Ana Guadalupe
Señor Jesús, camina siempre por delante como una luz que ilumina mi vida
y llévame siempre a esa Galilea donde pueda escuchar y conocer tu palabra.
Eleonora
Señor: ayúdame a reconocer mi Galilea, para encaminarme hacia ella,
confiando en que allí te encontraré. Amén.
Enrique
Tema 6 Id a Galilea. Allí lo veréis.
Marcos 16,1-7
Este texto nos cuestiona de una manera profunda en nuestra fe y confianza en Jesús.
¿Creemos en su Palabra? ¿Le amamos de verdad? Para mujeres y los discípulos todo ha terminado en la cruz, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compran perfumes para embalsamar a Jesús ya que no pudieron hacerlo el día de su muerte por ser pocas horas antes de comenzar el sábado y víspera de un día solemne, pasado ese día fueron a la tumba con la intención de terminar el proceso.
El sepulcro está vacío, las vendas y el sudario a un lado, sentado a la derecha un joven vestido con una túnica blanca al que no han visto nunca,quedan impresionadas, estupefactas, incluso generando cierta sospecha.
Él les habla, les hace una pregunta: ¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado? Les dice que no se asusten, pero ¿cómo no hacerlo? Jesús les ha hablado de su resurrección, pero con su muerte atroz en la cruz parece que no puede ser verdad, van preocupadas por quién les correrá la pesada piedra de la sepultura, son valientes, no han abandonado al Maestro en ningún momento, le han seguido hasta el Calvario, no se han escondido, no han negado a Jesús, se arriesgan a ir al sepulcro a pesar de estar en el punto de mira de las autoridades tanto de Roma como judías, los discípulos están escondidos, pero ellas aman a Jesús, han entendido lo que es servir y no tienen miedo.
El joven les dice que vayan a decírselo a los discípulos y a Pedro que le había negado, que vayan a Galilea y allí le verán como les dijo.
La piedra del sepulcro es muchas veces la ceguera, la oscuridad que nos generan las cosas que nosotros nos imponemos y que nos impiden ver dónde va Jesús.
Él va delante de nosotros y nos indica el camino para ser un hombre nuevo, abandonar lo que nos ata al mundo, una religión utilitarista, nuestro ego…, y abrirnos a la compasión.
Esa piedra la podemos abrir mediante la oración y el abandonado confiado en Jesús. El saber que él está vivo nos une,se va apareciendo a cada uno de los que ama, de los suyos, por amor diciéndoles que no teman, que se alegren, les da la paz que necesitan después de la cruz, no les hace reproches por haberle abandonado, al contrario les anima a seguir a ir de nuevo a Galilea con esperanza renovada y gozo en el corazón para seguir trabajando por el Reino, nos invita también a nosotros en estos días a no perder tiempo y ponernos en camino en nuestra Galilea diaria.
Grupo Virtual de Jesús 33
Francisco, Gela, Juan José, María Rafael, Valle
Queridos amigos, Grupos de Jesús:
Somos el Grupo Virtual de Jesús 32 y compartimos con ustedes nuestra reflexión sobre el TEMA 6. Id a Galilea. Allí lo vereis (Marcos 16,1-17)
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
A veces necesitamos un mensaje, “Id a Galilea”, para volver a casa , para emprender de nuevo el viaje, para retomar el camino espiritual,. «El va delante de nosotros», Jesús, el primogénito entre los muertos, va adelante siempre y entra en nuestro corazón marcando el camino de nuestra resurrección, abriéndonos la posibilidad de vivir eternamente si somos capaces de escuchar la palabra de Dios y cumplirla.
El mensaje que las mujeres recibieron del ángel, nosotros lo tenemos que hacer todos los días, recorrer el camino de salvación que nos llevará al Padre, eliminando las piedras que hay en las tumbas de negatividad o pesimismo que invaden nuestra mente para transformar, con perfumes, un lugar de muerte y llenarlo de esperanza y confianza en Jesús, a pesar de las dudas de quién moverá la piedra.
La promesa de Jesús se cumple, ha resucitado y permanecerá con nosotros para siempre. Las mujeres no tenían miedo y estaban dispuestas a arriesgarlo todo y darnos siempre la luz y la fuerza para no tener miedo, darnos la confianza de que Jesús está con nosotros.
Empezar de nuevo con una nueva actitud, tratando de seguir sus pasos, haciendo el camino como es, en la construcción del Reino del Padre, en la justicia y la paz. Es con Jesús que humanizamos nuestro caminar y el de los demás que no tienen nada y necesitan de todo, si los miramos a ellos allí veremos a Jesús.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Siguiendo sus pasos construiremos el reino del Padre. Emprendamos el camino desde Galilea, iniciemos nuestro camino espiritual. Miremos a las personas, oigamos los mensajes, estudiemos las enseñanzas de Jesús para seguirlo, para darle vida en nosotros, para aceptar su resurrección y para afirmar que Jesús está con nosotros.
Confiemos en el inmenso poder de sus mandatos de amor y compasión y hagamos de nuestra realidad un desafío constante en el que no tengamos miedo de arriesgarlo todo para llevar el Evangelio a nuestros hermanos.
Definitivamente creemos en la resurrección de Cristo, y que su muerte y resurrección son la única esperanza para el ser humano pecador y mortal. Creer en la resurrección de Jesús es creer que amar es más importante que ser amado. Estamos dispuestos a ir a Galilea para reavivar el sentimiento y la mirada, nos emociona la idea de seguir aprendiendo a vivir como Jesús que convive en nosotros en Espíritu. Pero hay que poder verlo con los ojos del alma y sentirlo en el corazón, si no tengo fuerzas para caminar a mi Jerusalén, al menos me propongo caminar en la Galilea de mi vida.
Oración
Oh Jesús, hoy vengo a pedirte ayuda para mi conversión.
Este tiempo en que celebramos tu nacimiento, me hace ver que el ángel que te envió a regocijarte Madre mía, es el mío propio que me trae buenas noticias. Me hace ver que el sueño de José, tú padre humano, es el sueño de Dios Padre que te fue dado; Yo te envié a proclamar el Reino, que se conquista con el amor y la caridad.
Que tu nacimiento sea la apertura de mis ojos a la fe, sin vacilación, como sucedió a Saulo en el camino de Damasco. Te presento todas mis debilidades que tu ya bien conoces. Es bueno saber y creer que me amas. En mi camino, tengo confianza en que me adelantarás aún en las dificultades y que en el momento más oscuro escucharé tu voz como Zaqueo.
En este viaje humano, real y concreto, entra en mi vida centrándote en tus diseños más que en mis proyectos.
Gracias Jesús por ser mi amigo.
Amén
El texto es un relato de un valor simbólico impresionante: nos invita a pensar en la fe como la experiencia interior de Jesús vivo, en la certeza no-racional de la fe.
Destacamos en primer lugar la participación de las mujeres en el proyecto de Jesús. En el relato es claro que van a cumplir con su misión de ungir el cuerpo de Jesús signo de su amor total por aquel que las amó primero y las liberó de los prejuicios y marginalidad. Se saben hijas con todos los derechos como los varones ya que no tienen miedo y se adelantan. Por eso ellas no se distraen buscando ayuda o aprobación. ¿El resultado?: Vieron corrida la piedra.
Las mujeres no sólo fueron las primeras testigos de la resurrección de Jesús, sino que fueron las encargadas de señalar la ruta del naciente movimiento cristiano: “id a decir a sus discípulos y a Pedro:…”. Las mujeres a las que no se les creyó, a la que invisibilizaron en la iglesia temprana, está signada desde el comienzo, a señalar la ruta, ser testigo con autoridad, a ser voz de Jesús.
“No os asustéis”.
En segundo lugar, consideramos que la presencia de la mujer en la Iglesia es obra del Espíritu. Solo así se entiende cómo la mujer, base de la trasmisión de la fe en la Iglesia (madres, catequistas, religiosas…), haya sido y es postergada por el “hombre” en esta nuestra Iglesia. Por eso creemos que es el Espíritu de Dios es el que las mantiene, y esperamos que la “Tradición de la Iglesia” como baluarte del inmovilismo, cambie en estos tiempos modernos valorando no el sexo del creyente, sino el amor en el servicio.
Es un camino que nos toca recorrer. Queremos ser impulsores del reconocimiento de la mujer en esta nuestra iglesia. No para sustituir al varón, sino para compartir desde cualquier puesto, la responsabilidad en el proyecto del Reino.
Como tercer aspecto significativo, destacamos que muchas veces nos preguntamos ¿Quién nos correrá la piedra? En nuestra vida personal, familiar, comunitaria, ante las necesidades, las dificultades, los obstáculos, en los momentos de incertidumbre y dolor. Es una pregunta que sigue siendo tan actual. ¡cuántas piedras bloquean el paso a Jesús, y cuántas veces nosotros mismos somos esa piedra. En esta cultura postmoderna todos tenemos piedras o somos piedras, pero si creemos que Jesús murió y que resucitó, también creeremos que Él tiene como misión redimir nuestra naturaleza caída, y liberarnos de esos bloqueos que no nos permiten llegar a la plenitud ni ser instrumento para la plenitud de otros.
La muerte ha sido vencida, nos enseñaron en catecismo. ¿Vivimos en esa alegría de haber sido salvados de todas nuestras limitaciones y dolores?
Un cuarto aspecto a rescatar es el significado de «id a Galilea». Nos llevó a comprender que es ir al encuentro de Jesús en lo cotidiano, la vuelta al origen de todo, a la escucha de su palabra, a descubrir su vida donde empezó todo. Lo genuino, lo originario, rehacer el camino, volver a las raíces del mensaje y del mensajero. Volver a un Jesús “desnudo” de normas, leyes y mandatos que no sean los del Amor. Asumimos que cualquier “norma, estructura o ley” religiosa que no esté impregnada del Amor que Jesús nos propone, ha perdido su valor esencial.
Caminar a Galilea es caminar hacia el proyecto del Reino de Dios en la tierra, del que formamos nosotros parte y que ya no es «proyecto» es una «realidad» que hacen posible todos los que han vuelto sus pasos sobre los pasos de Jesús.
María Agustina, María Cristina, Nilda, Olga, Teresa, Cecilia, Jesús, Juan José, Dardo.
TEMA 6 – Id a Galilea. Allí lo veréis
Jesús está vivo en medio de nosotros!, la muerte no tuvo la última palabra, fue vencida.
La resurrección es la muestra del infinito poder de Dios, creer en ella y produce alegría, nos da seguridad y fortaleza, porque sabemos tenemos un Dios vivo. Ahora entendemos el profundo significado de la resurrección, vemos a un Jesús que acalla nuestros gritos de maldad, de nosotros los hombres, con abrazos de amor en silencio, de paciencia, de perdón. Este hecho, sucedido hace más de 2 mil años, tiene un enorme impacto porque debe estar fuertemente arraigado en todo nuestro ser, a pesar de todas nuestras falencias de hombre, y como en Gál 2,20 “Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí”.
Si no creyéramos en la resurrección de Jesús, pensaríamos que pasamos el día comunicándonos con un fantasma. Hay días en que es Jesús la persona con la que más hablamos, para pedirle, adorarle, decirle que le queremos.
También manifestamos que a veces tenemos presente a Jesus, pero no como un Jesús realmente vivo como tenemos presente a nuestros seres queridos que están vivos, queremos tener a Jesus así de presente, tan presente como a ellos, que aún viven con quienes hablo, con quienes comparto mis alegrías y mis tristezas, en quienes confío. Pero oramos y conocemos más de Jesús para compartir todo con Él y no solamente en los extremos de nuestra vida dándole las gracias cuando nos sentimos felices y buscarlo cuando nos falta algo. Busco a Cristo resucitado en momentos de oración, aunque no todos son igual de propicios a causa de mi (falta de) disposición. También son momentos fuertes la participación en la Eucaristía, y en especial en la escucha de la Palabra y, sobre todo, la comunión. A veces, en muy contadas ocasiones, el Señor se vale del encuentro con algún hermano necesitado. La participación en el GVJ30 ocupa un lugar muy importante para comenzar de nuevo mi seguimiento de Jesús. Parece mentira que con la distancia que separa nuestras vidas, ¡lo importante que es para mí vuestro apoyo y continuidad!
«Siempre fueron muy fuertes las palabras de San Pablo: ‘Vana sería nuestra fe si Cristo no hubiera resucitado’. Un evento de hace 2 mil años lo que vivo cada día más allá de mi conciencia o inconsciencia, en la Santa Misa. Allí está la fuente de esta presencia viva, real, actual. allí está Jesús que me sostiene por los caminos de Galilea, por los caminos de quienes buscan y siguen a Jesús.
Por qué no acercar una silla cuando quiero platicar con Jesus. ¿Aunque se vea raro? es un Dios vivo.
Nuestro rol como cristianos
Nuestro compromiso en el proyecto de Jesús es hacer crecer los espacios de oración con él, dejarnos guiar porque aún hay mucho que, por conocer, debemos sanar nuestras heridas, y reconstruir varias cosas. Pero también pedimos a Jesús que mientras estemos haciendo esto juntos, nos permita ser instrumento de su amor, de su mensaje, de su paz.
Quizá muchos cristianos, fuimos bautizados como parte de una tradición familiar, pero nos vemos profundamente comprometidos de que Dios llegara a nuestra vida y bendecirnos con la oportunidad de conocerlo más y estamos decididos a seguir a Jesús, sólo le pedimos que nos ayude a completar la trayectoria.
Cuando contactamos con personas próximas y que no son creyentes, me pregunto ¿y con qué llenarán sus momentos de soledad en los transportes, andando por la calle, etc.? El teléfono móvil o celular ha venido a llenar ese vacío: la gente va andando por la calle, o hace deporte en el gimnasio, y mientras se la pasa mirando la pantallita. Destinar tiempo de nuestras vidas para que otros puedan seguir transmitiendo el Evangelio, formar discípulos de Cristo.
Requerimos los creyentes de hoy, dado que hay pocos sacerdotes disponibles en la comunidad, es la formación de laicos comprometidos con la doctrina cristiana, para que podamos acompañar y contener; a tantos hermanos que desean transitar el camino de Jesús.
Es posible, que la pandemia ha hecho que muchos cristianos practicantes, abandonen la práctica religiosa comunitaria (las eucaristías son ahora mucho menos numerosas), ¿qué pasaría si viviéramos en un ambiente hostil a la religión y si el hecho de creer te reportara consecuencias negativas para ti, tu familia, tus hijos… Yo creo que eso no lo viviré, pero se ha vivido aquí en tiempos pasados y en otros países ahora mismo.
Unos aprendimos, que para trascender un problema es necesario SENTIR el sufrimiento, SENTIR el dolor y realmente creo que es un ejercicio que nos enseña mucho, requiere valor propio entrar a esos espacios internos donde generalmente no queremos ver, ese espacio nos confronta y nos muestra muchos rostros de nosotros mismos que nos dan miedo.
¿Cómo entender, como comprender y creer en la resurrección de Jesús? Creo es posible cuando podemos entender nuestro propio sufrimiento y dolor. Poniendo a Jesús en nuestra oración, en nuestro Ser, en nuestra forma de sentir y ver. Con Él podré llevar a cabo esa conversión, entregándole lo que soy, caminando con él a Galilea.
El Papa Francisco dice que “lo más importante en la vida es hacer de la vida un regalo”.
“¿Cuál es el secreto de una vida feliz?”, “Reconocer a Jesús, pero Jesús como un Dios vivo, no como una estatua. Debido a que no importa saber que Jesús fue grandioso en la historia, no importa tanto apreciar lo que dijo o hizo: importa qué lugar le doy en mi vida, qué lugar le doy a Jesús en mi corazón”.
Casi todos bautizados, pero varios con una experiencia de seguimiento de Cristo adormecida por los problemas, por sus historias, por la concepción de una fe circunscrita a una religión que muchas veces parece moralista, doctrinal. Creo que necesitamos como creyentes seguir buscando a Cristo en el Evangelio para confrontar nuestra vida a su Luz. Quisiera a partir de lo vivido y la vida de oración que voy haciendo en esta experiencia de los grupos de Jesús, proponer este seguimiento desde el camino orante con la Palabra… como lo estamos haciendo nosotros…
Señor, queremos colaborar en tu obra,
en aquella que haces en cada uno
de los que nos toca acompañar en el aquí y ahora.
Danos tu luz para hacerlo según tu querer.
Grupo Virtual de Jesús 30
Grupo Virtual de Jesús 29 – TEMA 6
Id a Galilea y ahí lo veréis (Mc 16,1-7)
Tres mujeres solas se acercan al sepulcro donde han dejado a Jesús muerto, después de acompañarle en una dolorosa e insoportable pasión. Van decididas, con prisa, sin miedo a ser reconocidas como seguidoras y amigas de Jesús. Han gastado su dinero en comprar perfumes para embalsamarle, gran generosidad por parte de ellas. Le toman la delantera a los apóstoles que se esconden por miedo. También en la actualidad, las mujeres nos llevan la delantera en la búsqueda, en la presencia y en el encuentro con Jesús. Y sin embargo siguen tan marginadas y excluidas en nuestra Iglesia. A pesar de esto, no se dan por vencidas y continúan caminando en este mundo, en otros cuerpos, con otros nombres y en otras latitudes. Mujeres que defienden lo que creen, aman, esperan y luchan por la justicia y la paz.
Fueron mujeres las primeras enviadas a llevar la buena nueva de la Resurrección de Cristo; hecho este que nos ha permitido a todos saberle vivo, seguirle, percibir su presencia, sabernos acompañados de Él en la vida de cada día, llamados a vivir su estilo de vida. Es escuchar cada día su Palabra y querer colaborar en el proyecto humanizador del Padre, haciendo a nuestro alrededor la vida más humana. Es saber y confíar que Él es capaz de resucitar nuestra vida, para aprender a vivir con Él, acogiendo, perdonando, aliviando el sufrimiento, curando heridas, manifestando y despertando la confianza en el amor del Padre que nos ama y nos recrea.
Jesús invita a sus discípulos a encontrarlo en Galilea, allí donde tantas cosas vivieron junto a Él y donde otras tantas les enseñó. Nosotros podemos acompañar a los discípulos en Galilea, leyendo y viviendo los evangelios, sintiendo que estuvimos allí, en medio de la gente que seguía a Cristo y escuchaba sus sermones. Las mujeres actuales, defendiendo su fe de todos los ataques que sufre y siendo testimonios vivos del mensaje del Evangelio, pueden ser una de las que lo acompañaron y luego estuvieron al pie de la cruz, mostrando su gran amor por el maestro que tan gran herencia espiritual les dejó. Por supuesto que a esto estamos llamados todos: hombres y mujeres.
Jesús siempre va delante de nosotros, mostrándonos el camino a seguir, ese que Él nos ha trazado para que seamos felices y hagamos felices a los demás y, con su mensaje como guía, esforzarnos en hacer un mundo mejor y más justo. Si creemos realmente en Cristo, tenemos que creer en su palabra, ser sus discípulos y esto debe llevarnos a ir detrás de Él, tratando de actuar como Él lo hizo cuando estuvo en la Tierra. Él sigue entre nosotros a través de su palabra.
Por eso, cada día debemos intentar comenzar a seguir sus huellas en donde Él nos anuncia que está. Tratemos de VOLVER a Galilea, a tantas “galileas de la cotidianidad” que existen en nuestras diversas situaciones. Este tiempo que vivimos de comienzo de un nuevo año, es tiempo de comenzar. Y comenzar es tiempo de VOLVER: regresar a lo ordinario y cotidiano de la vida con el Espíritu de Jesús. Este es el anuncio y mandato que las mujeres deben trasmitir para sus seguidores, incluso para quienes le traicionaron, como Pedro. Pero no es caminar solos porque él va delante a Galilea y allí podrá renovar y volver a seguir sus huellas, VOLVER A JESÚS.
Hugo, Gaspar, Susi, María, Pilar, Aidé, Clarisa, Eduardo, Francisca, María Gabriela, Juan, María Teresa
Grupo Virtual de Jesús 27 – Tema 6
El texto evangélico nos introduce de lleno en el relato. La función de las mujeres, la piedra grande que cierra el sepulcro, el ángel… y el místico “id a Galilea” nos descubre que la Palabra está viva.
Por otro lado, la Escritura nos permite acercarnos a conocer la riqueza que hay en nuestros espíritus. Queda claro que el evangelio sin las mujeres no existiría. María Magdalena fue la mujer convencida que Jesús era Dios. Esto le llevó a ser testigo de la Resurrección y a dar razón de su fe en Jesúscristo. Sería con posteridad cuando la iglesia católica reducíría la actuación de la mujer en la iglesia.
No obstante, al leer el texto vemos como las mujeres estaban convencidas que Jesús era el Mesías esperado y anunciado desde antiguo. Por eso, nosotros, hemos de vivir siempre dispuestos a recomenzar de nuevo y seguir aprendiendo hasta descubrir que Jesús resucita en nuestras vidas. Jesús resucita en nuestras vidas minuto a minuto, día a día, año tras año porque nos ama y quiere que tengamos vida en abundancia. Solo hemos de seguir sus pasos, experienciando como Cristo vive en nosotros. Él nos da las fuerzas necesarias, nos infunde valor, ternura, alegría, ánimo, esperanza… ¡No estamos solos! Jesús camina a nuestro lado.
Sin embargo, a veces, creyendo que seguimos sus pasos, nos descubrimos inmersos en nuestras pobrezas. Todo ello nos conduce al cansancio y por tanto, al deseo de huir, de abandonar… queriendo descansar y olvidando a los otros. Es en esos momentos cuando perdemos la paz y experimentamos momentos llenos de estrés, de afanes, confusión, temores, compromisos que nos atan. Descubrimos nuestra pobreza. Vivimos en un mundo muerto, donde la fe se nos apaga. Nos encerramos en el cansancio y en el egoísmo, buscando nuestra comodidad, queremos descansar del ajetreo y compromisos, olvidándonos de los demás. Y, vuelve a nuestros corazones el deseo profundo de Cristo. Sentimos que Jesús nos llama y de nuevo, nos reconduce al camino. Retornamos con fuerzas para seguir amando, sirviendo y participando con otros de forma renovada. Experimentamos en nosotros la resurrección de Cristo. Así queremos vivir. Siempre dispuestos a recomenzar de nuevo y seguir aprendiendo de Jesús que resucita nuestras vidas.
Unidos como hermanos y caminando unidos nos será fácil volver a Galilea, llevando a Jesús delante nuestro. Queremos tener la valentía de las mujeres que acompañaron a Jesús en todo momento hasta su muerte, y el amor con el que acudieron al sepulcro a pesar de que no habían comprendido lo anunciado por Jesús: resucitaría al tercer día.
Para algunos de nosotros también existe esa piedra en el camino de la fe. Una gran roca que a veces nos desanima y nos hace perder la confianza.
“Y así he vivido, siempre dispuesto a recomenzar de nuevo y seguir aprendiendo de Jesús que resucita mi vida” Jesús resucita mi vida, minuto a minuto, día a día, año tras año… porque quiere que tengamos vida y vida en abundancia.
Quisiéramos poder quitarnos la roca del cristianismo individualista y abrirnos totalmente a la vida que estaba detrás de esa gran roca que cubrió el sepulcro, tras la muerte de Jesús. Que Él nos ayude a sentir su cercania, delante de nuestro “volver a Galilea” para recorrer fraternalmente el camino de nuestra vida, asimilando, entendiendo y siguiendo su Palabra.
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 23, un nuevo grupo virtual que ha comenzado tras la convocatoria del mes de mayo de 2020 realizada desde la web Grupos de Jesús.
Hemos iniciado esta experiencia 15 personas. Estamos ahora 13 personas que vivimos en 6 países diferentes: Argentina, Bolivia, Colombia, México, Panamá y Venezuela.
Hemos realizado una reflexión del sexto tema del proceso de Grupos de Jesús y, al igual que los anteriores grupos virtuales, queremos compartir con todos vosotros algo de lo que hemos dialogado y compartido.
Las mujeres
Es muy significativo que Jesús haya elegido a 3 mujeres para ser mensajeras del anuncio más grande que haya podido tener la humanidad: Jesús el crucificado, ha resucitado. Hay varios aspectos en la mujer que les permite tener la delantera en este anuncio: su capacidad de mantener viva la fe, su fidelidad, su valentía de desafiar los peligros que tuvieron que vencer, su conexión directa más con la vida que con la muerte, su maternidad para junto con María la virgen, dar origen a la comunidad naciente de los discípulos del resucitado. Ellas trazan un camino inicial en el seguimiento de Jesús mostrando liderazgo, fidelidad, valentía, aunque también como es natural con miedo.
El joven
El mensaje del joven es inquietante, mucho más complicado de lo que se imaginaron pues las mujeres iban por el cuerpo de Jesús. Además, es muy significativa la presencia del joven que anuncia que Jesucristo ha resucitado y les pide que vayan a Galilea. La humanidad envejecida solo rejuvenece con la aceptación de este anuncio que nos hace discípulos, y con el ponernos en camino a Galilea, que nos hace misioneros. “Discípulos misioneros, las dos caras de la misma medalla” Benedicto XVI.
Galilea
Id a Galilea para tomar rumbo a ese destino definido, hay que dejar atrás el sepulcro de nuestras propias sombras, de nuestras propias oscuridades, nuestras propias muertes. La opresión de nuestras propias tinieblas, nuestras ataduras. Emprender la búsqueda, emprender un viaje, iniciar un camino. Id a Galilea, lugar espiritual al que debemos encaminar nuestras vidas para seguirlo, allí le veréis. Esto sugiere también que los espera en el inicio, cuando Jesús llamó a sus discípulos a que lo siguieran. Lo que nos lleva a nosotros a recordar esas primeras experiencias que hemos tenido con Jesús, esos encuentros y cómo nos fue seduciendo para tener sed de él y seguirlo.
No os asustéis
La expresión que se repite es una invitación a dejar atrás el miedo. ¿Qué miedos? Hay una primera respuesta: «No temas al enemigo ya vencido. No temas a los que Cristo ya derrotó.» Esos que ya han sido vencidos son el demonio, la mentira del mundo, la fuerza del pecado, el imperio de la muerte: ya no los temas más. Otra respuesta. Ahora bien, las mujeres sintieron temor al encuentro con la gloria divina reflejada en el personaje celestial. Ese temor es como un reconocimiento de la distancia que nos separa del infinitamente puro, el infinitamente bueno, el infinitamente veraz y santo. La invitación del ángel sería entonces la declaración de que esa distancia ha quedado vencida por la Pascua.
Oramos juntos
Señor, te busco desde mis esquemas cerrados.
Ven, sígueme dando pistas.
Enséñanos a morir como tú
y no permitas que nos quedemos en la muerte.
Quiero verte, aunque se me hace difícil devolverme,
porque lo veo inútil.
Esta autosuficiencia me cega.
Me cuesta sentir que tengo que volver a empezar.
Pero acepto que, en muchos momentos del camino,
me pasó como a los discípulos,
mientras tú hablabas una cosa,
yo iba pensando otra.
Ahora se pone más interesante el camino,
hay un dato importante: vas delante,
se supone que debo caminar con confianza.
Porque sí, es cierto: tú animas nuestro espíritu.
Despertar mi conciencia para que esta vez logre verte en todo,
incluso en aquello que para mí no tiene lógica.
Esa es tu invitación, combatir la indiferencia
y hacer lo que hago con mayor sentido, con sentido de vida.
Infinitas gracias por la sabiduría que enriquece.
Que, abiertos a la gracia,
nos esforcemos por caminar hacia el encuentro Redentor.
Amén.
Berla, Daniel, Gerardo, Hernán, Javier, José Rafael,
Laura, María Alejandra, Mauricio, Mayertzy, Néstor F., Néstor H. y Wilson
Grupo Virtual de Jesús 23
PROPUESTA DEL TEMA 6 PARA LA WEB
Estimados amigos y amigas de Grupos de Jesús: El GVJ 25, les hace llegar la reflexión del sexto tema del proceso de Grupos de Jesús, compartimos con ustedes lo que hemos dialogado y comentado.
El relato de Marcos nos presenta a tres discípulas de Jesús, que van al sepulcro donde se depositó su cuerpo, después de la crucifixión y se dan cuenta, que la piedra está removida y el cuerpo ya no se encuentra ahí; apareciéndose, un enviado de Dios a decirles que Jesús de Nazaret ha resucitado y que le digan a sus discípulos que los ve en Galilea. El GVJ 25 reflexiona en tres puntos: la resurrección, las mujeres e ir a Galilea y analizó y concluyó lo siguiente:
LA RESURRECCIÓN
La Resurrección es un acontecimiento que marcó, definitivamente, el nacimiento del cristianismo, es un momento crucial para todos los que creemos en Cristo Jesús. Creer en la resurrección es creer en la esperanza, en el amor de Dios, nuestro Padre, en el Evangelio y en que Jesús está vivo, para darnos vida aquí y en la eternidad. Los compañeros del grupo comparten: “Creer en el Resucitado es vivir la experiencia personal de que Jesús tiene fuerza para cambiar nuestras vidas”. “Me surge que Dios nos sorprende con la Resurrección, que es inesperado, es algo nuevo. Él va delante de nosotros, nuestro esfuerzo es tratar de seguirlo, de sondear por donde va su Espíritu, los signos, y muchas veces marchamos, caminamos, preocupados por tantas piedras, obstáculos, que son de Muerte, de desalientos, y Dios quiere darnos Vida, Resurrección. Vayamos a Galilea, mar adentro, en su evangelio, allí lo veremos… ¿cuáles son nuestras galileas? los lugares, espacio y tiempo, personas, donde poder encontrarnos con el Señor, crucificado pero Resucitado”. Como lo dice San Pablo, en la Primera Carta a los Corintios: “Si Cristo no está resucitado, vana es nuestra predicación y vana es nuestra fe”, por lo tanto se convierte en la esencia del cristianismo.
LAS MUJERES
Las protagonistas de este relato son un grupo de mujeres, éstas permanecieron junto a la cruz a diferencia de los discípulos, que desaparecieron, “ellas encarnan los rasgos del auténtico discípulo: el seguimiento y el servicio”. El momento central, es cuando se encuentran con el joven vestido de blanco, que les dice: que el crucificado ha resucitado y que le avisen a Pedro y a los discípulos que los espera en Galilea. Que gran honor fue, ser los primeros seres humanos que se enteraran de este gran acontecimiento, central en la vida del cristianismo, pero todavía más, el hecho de que las mujeres judías en esa época, eran consideradas, “sin verdadera autonomía, siervas de su propio esposo, recluidas en el interior de la casa, sospechosas de impureza ritual, discriminadas religiosa y jurídicamente, constituían un sector profundamente marginado en la sociedad judía” cita de Pagola en el folleto: “Jesús , amigo de la mujer” (pág. 5). La reflexión que hacen los compañeros del grupo, sobre este tema enriquece la discusión del papel de las mujeres en la vida de Jesús. “Creo que la presencia de las mujeres en el evangelio y desde todos los siglos ha sido muy enriquecedora por sus características que complementan la condición del hombre. Ellas no piensan tanto, sino que actúan y ese impulso quizá no hace ver las consecuencias de ir a un sepulcro, sin acordar como moverán la piedra, percatándose de esto hasta encontrarse en el lugar y esto es justo lo que la hace valerosa, emprendedora, preocupada, gentil y amorosa. Los apóstoles se preocupan por salvar su vida, pero LAS MUJERES se arriesgan, se la juegan y no les importa el qué dirán o las represalias que hubiera, a ellas las mueve el dolor y el amor hacia Jesús. Jesús reconoce a las mujeres, las enaltece y les da el valor y la dignidad perdonando sus pecados, salvándolas de ser lapidadas o rechazadas, hablando con la samaritana, cosa que era mal visto”. “Me pongo en el lugar de esas mujeres y que a pesar de sus temores y dudas, no se detuvieron a ver si podían hacerlo. Estaban determinadas a hacerlo. También pienso en el privilegio de haber sido las primeras en enterarse de que Jesús había vuelto. ¡¡Cuanta importancia les dio Jesús a las mujeres para ser portadoras de este nuevo mensaje: su Resurrección!! Me veo a través de mi historia cuando se presentan dificultades o cuando me decido seguir a Jesús cada día y se me presenta el primer obstáculo y muchas veces me retiro. Las mujeres del Evangelio estaban determinadas a ungir a Jesús a pesar de la piedra que era un gran obstáculo en ese momento, pero tenían confianza”. “Como mujer me siento gozosa de que Jesús venga a nosotras. De hecho, Dios sale a su encuentro en los pozos (Rebeca, Sófora, Samaritana); en sus casas (Marta y María), en sus cocinas y ocupaciones (Rut, Ana, María, Isabel) en verdad en todo lugar, incluso en la tumba vacía María Magdalena fue la primera en presenciar la Resurrección de Cristo. En estas y tantas otras oportunidades las mujeres se encontraron cara a cara con la divinidad. El viene a las mujeres en los lugares más comunes y en las cosas más sencillas. LOS HOMBRES VAN A DIOS, PERO DIOS VIENE A LAS MUJERES. Bendito sea el Señor por el regalo de ser mujer! Juntos hombres y mujeres tenemos el desafío de hacer que otros se encuentren con El”.
Les comentamos que el grupo GVJ25 decidió hacer un Intertema sobre Las mujeres en tiempo de Jesús, que nos está permitiendo entender la figura de la mujer dentro del origen del cristianismo y su papel o sitio que tiene en la actualidad dentro de la Iglesia católica.
VOLVER A GALILEA
El mensaje que les da el joven vestido de blanco a las mujeres, Vayan a Galilea, ahí los verá, nos permitió reflexionar que Jesús nos invita al lugar donde empezó su camino, es comenzar de nuevo para volver a escuchar su palabra y ser sus testigos, es llegar a la crucifixión, pero sabiendo que todo termina en la resurrección. Aquí algunos comentarios de los compañeros del grupo: “Tengo que caminar hasta Galilea, ese lugar que para mí debe significar el lugar del encuentro. Me va a costar, voy con dudas, con temores, encontraré obstáculos, pero voy con gozo y la esperanza de encontrarlo. Lo veo como un gran reto y otro que al encontrarlo, pueda permanecer junto a El”. “Creo que Jesús va delante de nosotros en este grupo, señalándome el camino para vivir con Él su pascua y sobre todo en esta etapa de nuestras vida, en la que nos hemos reencontrado con Él y su palabra”. “Esto nos invita a cada uno a tener nuestra propia experiencia en el seguimiento, superando el temor. Viendo a Jesús y dando testimonio de Él, ya que solo así podemos conocer a Jesús- Evangelio, que es el verdadero objetivo. Confiando plenamente en que el Espíritu Santo iluminara nuestro peregrinar y permitiendo que resuene en nuestros corazones Id a Galilea. Allí lo veréis”. “La parte de que los llama a Galilea para mi está muy padre, es el regreso al origen, es decir desandamos nuestros pasos y vemos que hay un nuevo comienzo, ahora con unos discípulos maduros, curtidos por la prédica continua de tres años con ese Maestro itinerante que fue JesuXto. Ese comenzar de nuevo partiendo de nuestro pasado, no para anclarnos en él, sino para no perder nuestro primer amor, regresemos a nuestro primer amor, eso le dice Jesús a la iglesia de Efeso en el Apocalipsis, que ha dejado su primer amor. Por eso ahora que tenemos esta oportunidad para mi es regresar al origen, cómo ya les platicamos, al menos cinco de los integrantes de este grupo coincidimos en un trabajo pastoral de chavitos (jóvenes, casi adolescentes), y está siendo muy padre esta aventura de la mano del Espíritu Santo”.
ORAMOS JUNTOS
“Gracias te doy Jesús, porque con tu muerte perdonaste mis pecados
y nos abres la posibilidad de la vida eterna,
para vivir la felicidad eterna en tu presencia”
“Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea,
quiero volver allí para encontrarte
y dejarme abrazar por tu misericordia”
Oh Jesús, yo tengo la claridad que tú me escuchas, porque estás conmigo,
porque desde siempre has estado donde yo estoy, porque siempre vas conmigo.
En este momento de reflexión, te doy gracias por haberme acompañado
toda mi vida, sin dejarme un solo momento,
en mis momentos felices, de éxito,
como en mis momentos de fracaso, de derrota, de desilusión,
gracias mi Padre.
Pero hoy también te pido perdón,
porque nunca me había puesto a pensar en cuánto y cómo te amo yo a ti,
tengo claro cuánto te necesito,
pero de mí para ti, es muy poco, casi nada y por eso te pido perdón,
porque tú a través de mi vida, te has preocupado por mí,
me has cuidado, me has protegido, me has ayudado,
y yo, ¿qué he hecho por o para ti? Muy poco, me he comportado con egoísmo, soberbia,
me he aprovechado de los demás, he hecho exactamente lo contrario a lo que tú me pides que haga.
Hoy Padre mío, te ofrezco mi arrepentimiento,
y te prometo iniciar este proceso de cambio,
haciendo algo por alguien, todos los días, desde mis circunstancias de vida.
Gracias por todo”.
¡Qué todos nos encontremos en Galilea para empezar a caminar juntos siguiendo a Jesús!
Grupo Virtual de Jesús 25
Jimena, Dolores, Sofía, Clarita, Rosario, Enrique, Sergio, Jorge, Héctor y Alfonso
GRUPO “ALELUYA”
TEMA 6. “ID A GALILEA Y ALLÍ LO VERÉIS” (Mc 16, 1-7)
ORACIÓN
*** Queremos ir a Galilea, abandonar el Nazaret de la autocomplacencia, comodidad, y buscar lo desconocido
*** Queremos ir a Galilea a encontrarnos con el proyecto humanizador del Reino de Dios, vivir y cooperar en la gran tarea de dignificar al Ser Humano.
*** Padre danos la fuerza de las mujeres y la del Espíritu Santo
*** Jesús, caminamos detrás de ti con decisión y valentía, sin cálculos ni condiciones.
Que así sea.
LA MUERTE – LA RESURRECCIÓN.
Ojalá no desfallezcamos en ningún momento y podamos correr esa difícil piedra delante de nuestros sepulcros para resucitar como Él, haciendo de nuestras vidas una Galilea humanizada. Hay piedras que los humanos no podemos correr, las cambia esa energía-Amor llamada Dios Padre-Madre. Pero la piedra, no sólo nos habla de la muerte, también nos invita a ver pequeños muros, barreras en nuestro caminar… Y veo que en mi vida siempre ha habido jóvenes hombres y mujeres que han movido puertas y quitado obstáculos.
Cristo resucita cada día en cada pequeño gesto de nuestras vidas acoger, perdonar, aceptar nuestras pequeñas y grandes cruces
En estas semanas la resurrección de Jesús se ha hecho patente en mi vida, toda la destrucción que he visto, todo el dolor y sufrimiento en tantos hermanos y hermanas que he visitado se convierten en resurrección cuando llegamos a ellos con un signo de amor.
ORACIÓN
“Gracias Jesús, porque tu Espíritu va conduciendo nuestro grupo Aleluya, porque nos vas haciendo comprender que la fe, por oscura que sea para nuestra frágil psicología, es luminosa y fuerte desde Ti que eres Luz del mundo. Porque la piedra del sepulcro va siendo poco a poco para nosotros, desde la luz de tu resurrección, la Hermana muerte, paso necesario para gozar de la Plenitud de la Vida que eres Tú”.
GALILEA
Podremos vivir algo de los primeros seguidores de Jesús si nos disponemos a seguirle sin cálculos, ni condiciones. El Señor va por delante cuando nos envía a una misión. En nuestra vida de cada día nos acompaña Jesús, en nuestra Galilea cotidiana.
Y es maravilloso pensar que Él va siempre delante de nosotros, nunca estamos solos para afrontar la vida. Todo nuestro camino tiene sentido. Cuanto más nos abandonamos a su voluntad, más podemos ver su presencia delante de nosotros.
Mi Galilea esta acá, con los pobres, los desplazados, con los que lo han perdido todo
COMPROMISO DEL GRUPO ALELUYA
La oración como premisa importante; permanecer unidos en la oración, pedir los unos por los otros; acoger , escuchar e intentar animar a aquellos que están pasando momentos bajos por la causa que sea ; estar atentos a sus necesidades y a sus problemas actuales; compartir las invitaciones del Espíritu que hemos recibido con el resto del grupo para llevarlas a cabo.
Releer mensajes, tomar notas, escuchar y profundizar en las aportaciones y resonancias del grupo buscar.
Realizar alguna ayuda tangible puntual o algún proyecto solidario totalmente voluntario.
«Necesitamos caminar juntos unos con otros, como una comunidad de buscadores en la que cada uno va encontrando su pequeña parte del tesoro.»
ORACIÓN
CONDÚCENOS SEÑOR A GALILEA
Tú Señor, conoces bien el grupo
Y escuchas sus íntimos deseos
Cuándo cada uno sumido en su zozobra,
Se abandona a Ti y renuncia a su ego.
Nos aceptas tal cual, sin reticencias
Y sabes ver detrás de los errores
Esa bondad que sembraste en nosotros
Para que un día emerja sin pudores.
Sé Tú nuestro timón y nuestra brújula
Condúcenos Señor a Galilea
Para que nuestra vida no sea estéril
Queremos tomar parte en tu experiencia.
TEMA 6 – Id a Galilea. Allí lo veréis
GVJ – 22 Monseñor Romero
Jesús vino a cambiar nuestras vidas a través de su amor, sus enseñanzas, su perdón y no se cansa de enseñarnos acerca del Reino de Dios, nos “CONVOCA” a una fe grande como la suya y a una actitud de conversión.
El compromiso es, como en el caso de las mujeres del Evangelio encontrarnos con Jesús y dar testimonio con la vida de ese encuentro. Lograr tener coherencia entre el sentir y el hacer. Se trata de tener la fe que tuvo Jesús y de creer en el Dios en el cual Jesús creyó.
Que importante es ir al fondo, implicarnos en los problemas que nos rodean y hacer presente allí al maestro. Es cierto “…es como volver a vivir un enamoramiento ¿Quien no quiere volver a sentir por vez primera esas emociones del corazón que nos animan tanto?” Con Jesús se puede, su amor es para siempre, su verdad no cambiará jamás y su Resurrección nos trajo la vida eterna.
Todo en la vida tiene sentido con la Resurrección de Cristo, Y que con su Resurrección, Cristo hace escurrir la pesada piedra que cierra nuestro corazón para que se manifieste su amor en nuestros ambientes; y es Jesús resucitado el que nos convoca justamente allí, en nuestros ambientes, en nuestra Galilea. Es preciso volver a Galilea una y otra vez si es necesario para tener muy presente el actuar del Resucitado, y así seguir sus pasos.
…»la resurrección es la superación del dolor y de los sufrimientos… es vivir con Cristo plenamente en mí como decía San Pablo «ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí» Esta mirada de la resurrección está llena de esperanza, es la invitación a sumarse al cambio, vivir una vida en plenitud tras los pasos del resucitado, quien hace nueva todas las cosas, sabiendo que Él siempre va delante, nos guía y espera nuestros tiempos..
Resurrección en Jesús es el Amar al extremo, cuando ocurre una entrega plena por amor, en medio de las fragilidades humanas. La única forma de vivir la Resurrección es «dando y dándose».
Creer en la resurrección es sentir la presencia de Cristo activo en el día a día.
Ir tras de Él es mantenerse en constante caminar, siempre actuando con amor, tratando de hacer sentir a los demás dignos de ser amados, luchando por la justicia y la paz de nuestros hermanos más necesitados….
La resurrección es el eje de nuestra fe, es ir por la vida con la esperanza de que Él sigue presente, sigue vivo en nosotros y así lo hacemos presente a través de la experiencia pascual, a través de nuestra vivencia interior.
Creer en el Resucitado es creer que ahora Cristo está vivo, lleno de fuerza y creatividad, impulsando la vida y liberando a la humanidad de caer en el caos.
La muerte es el hecho definitivo es el fin. Pero si Jesús venció a la muerte es capaz de hacernos caminar por las dificultades de este mundo.
La resurrección es un lugar de plenitud, un regalo que Dios nos hace, Él se nos presenta y nos dice que estará con nosotros siempre, por tanto, la muerte solo puede ser algo temporal, por eso la muerte no tiene la última palabra.
Sentir a Cristo resucitado es reconocerle en la eucaristía, es verle en nuestro prójimo, también en nosotros y en tantos signos o pequeños milagros que Él va dejando en nuestro camino. Por ello, no solo se trata de creer en Jesús, se trata de creer como Jesús creyó. No se trata de tener fe en Jesús, se trata de tener la Fe que tuvo Jesús, no solo se trata de creer en Dios, se trata de creer en el Dios que Jesús creyó.
Cristina Amitrano, Manuel Ángel Muñoz, Francisco Huerta, Elena Contreras, Juani Casar, Charo Falcón, Cecilia Salas, Patricia Núñez, José Antonio López, Enrique Soriano, Juan José Llano, Jesús Hernández, Nieves Fernández
Este pasaje evidencia que Jesús vence a la muerte y está vivo y presente en nosotros, en nuestros corazones donde se halla nuestra Galilea y donde debemos encontrar siempre a Jesús.
Las tres mujeres que van al sepulcro en la madrugada, demuestran su enorme confianza en Dios que es lo que les da la fuerza para ir allí a ocuparse del cuerpo del Maestro, sin miedo, sino con el alma llena de amor por Jesús. Es ese amor y fidelidad lo que las mueve a no abandonarlo, aun en la Él, sin saber que estaba vivo. No están pendientes de salvar sus vidas, como los 12. Y en el evangelio se dice que quien pierde su vida la encuentra. Si estamos pendientes de ir a “ lo nuestro” perdemos la VIDA que se nos ha dado en Jesús. Las mujeres siguen fieles a Él y se encuentran con el resucitado.
Es relevante que Jesús a las primeras que se aparece es a las mujeres, lo que es una prueba más de que los discípulos de Jesús eran hombres y mujeres. Y aquí se nos revela el papel fundamental que jugaron las mujeres quienes, valientemente sostuvieron su fe y lealtad a Jesús y contribuyeron grandemente a la propagación del Cristianismo a través del tiempo y del espacio. Consideramos que las que acompañaron a Jesús, aprendieron mejor de Él la fidelidad y la compasión. Por eso estuvieron con Él hasta el final, mostrándole su gran amor y su fidelidad. Por lo general, han sido las madres, las abuelas las primeras en hablar de Dios, de Jesús, de la Virgen a los niños, en enseñarlos a orar y en despertar en ellos la fe. Durante el período de cristianización de Europa, generalmente fueron las mujeres las que influyeron en sus padres, esposos, hijos para que se convirtieran. Las mujeres hemos sido siempre valientes al demostrar nuestra fe y darla a conocer.
¿Qué pasó después del siglo I para relegar así y casi prescindir de más de la mitad de los fieles? ¿No es una llamada, también, a reconsiderar la misión de las mujeres en la Iglesia, esa “mayoría invisible”? La presencia femenina siempre ha sido importante en el seno de la Iglesia y así lo reconoce actualmente el Papa Francisco, siguiendo algunos de los lineamientos del Concilio Vaticano II.
Hoy el distanciamiento de JESUS y en su lugar el gran apego y admiración por todo lo mundano son la gran piedra con que hemos sepultado de nuevo al Señor. Y cada uno de nosotros será responsable de removerla.
Si los discípulos verían al Maestro en Galilea nosotros lo veremos en lo profundo de nuestro corazón cuando, como mineros, vayamos golpeando, excavando y extrayendo de él, piedra a piedra, este mundo que nos absorbe y nos separa de JESUS.
«Volver a Galilea» es reconocer con memoria agradecida lo que Dios ha hecho y está haciendo en mí y sacar del «sepulcro» características mías esenciales que teníamos guardadas, de manera de sentir, con una nueva vitalidad, el deseo de anunciar a Jesús y su mensaje.
Para convencer a los demás de seguir a Jesús, debo ir a Galilea, ver cómo vive para hacerlo como Él y hacerlo presente a los ojos de los demás a través del ejemplo. Poner en práctica esa frase de San Francisco de Asís quien expresaba que tal vez el único Evangelio que los demás leerían, sería el de nuestra propia vida.
La conversión personal es nuestra cruz, nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida. Y ¿cuántas veces caeremos?, ¿cuántas otras nos desviaremos del camino? ¿qué verdades estamos buscando y cuáles encontraremos? Y en fin nuestra vida ese preciado don que el Señor nos ha dado ¿cuándo lograremos realmente ponerla a su voluntad y servicio?.
ORACIÓN
Señor, somos conscientes de que Tú nos cuida y siempre estás con nosotros. A veces nos dejamos llevar por el malestar, las preocupaciones y temores y no somos constantes en la búsqueda de apoyo y de razones para la alegría y la esperanza que siempre tenemos en Jesús.
Pido al Señor, nuestro Dios, que nos guíe y nos llene con su Espíritu para que, a través de las vivencias, reflexiones y aportes de cada una de nosotras, este grupo sea una fuente de alimento espiritual y de acercamiento a JESÚS.
Denise, Francisca, Lucía, María Teresa, María Virginia, Meire Ana y Norma
TEMA 6. «ID A GALILEA. ALLÍ LO VERÉIS.»
Quienes integramos el Grupo Virtual de Jesús 20, iniciamos nuestro
camino en el mes de mayo de este año. En estos días hemos estado
transitando el Tema 6. De este transcurrir, compartimos algunas
reflexiones.
El texto evangélico nos resultó conmovedor desde un principio y
hasta este momento lo sigue siendo. El que sea un pasaje “tan
femenino”, con tanta fuerza y tantos sentimientos, como mujeres nos
resulta inspirador y nos hace querer ser tan valientes como ellas.
Desde ya, la presencia de mujeres en el grupo de discípulos,
pensamos que lo enriquece ya que contribuye a reflejar todas las
realidades y todas las miradas.
Así como María da a luz a Jesús, estas mujeres asumen el ser
transmisoras de su palabra. Son mujeres que se plantan en la vida,
que se sienten movilizadas y no se detienen. Eso sentimos que las
hace admirables.
Tomando en cuenta el hecho de que son las mujeres quienes reciben
primero y transmiten la buena noticia, pensamos en la gran misión
que tenemos nosotras hoy en día. Y si pensamos en nuestra iglesia
actual, en nuestras parroquias, en lugares como el Amazonia y otros
sitios como África, entre otros, donde la iglesia está presente, a pesar
de lo que se dificulta el poder estar y permanecer, la presencia de la
mujer es vital en gran parte de ellos. Si no fuera por mujeres laicas y
monjas mucha de la población no tendría ningún sacramento y no
conocerían a Jesús. Ésto nos da la pauta de que se tiene
que revisar el rol de la mujer dentro de la Iglesia. Aunque nuestro
Papa Francisco ya ha dado varias señales y vertido opiniones al
respecto, sentimos que no todos están de acuerdo.
Toda la escena y los sentimientos que están presentes en el pasaje
del Evangelio de San Marcos, nos parecen que conforman una
unidad y, a su vez, son una invitación a no dejarse llevar tan
sólo por un “detalle” sino una invitación a ser capaces de ver la
totalidad, de “entregarse” y hasta de comprender que el “mensaje”
nunca es parcial sino que nos envuelve y nos lleva hacia la luz, que
nos saca del desconcierto en el que puede una sentirse sumida.
Pensando en la tumba abierta, la piedra corrida, sentimos y
pensamos que no hay obstáculos suficientes para impedir que la
“Vida verdadera” se manifieste.
Identificamos la piedra con las dificultades esas que no pocas veces
se interponen en nuestro propio camino y que, si bien pueden
suponer en un primer momento un condicionamiento, no nos son
determinantes. Todo ésto nos hace sentir y ver con claridad que no
estamos solos, que Dios pone siempre en nuestro camino a alguien
que nos oriente para llegar a su encuentro.
Reflexionando sobre la resurrección de Jesús, la vivimos como algo
presente, que nos acompaña cada día. Sentimos que Jesús-Cristo
está con cada una de nosotras, y está en todas las personas con las
que nos encontramos en nuestro vivir, en nuestras compañeras del
Grupo y sobre todo en las más sufrientes del planeta. Ésto nos hace
plantearnos la necesidad de un cambio de actitud total. Compartimos
que “Si está en mí, me pide ser su instrumento para llegar a otras
personas.”
Sentimos que ir a Galilea detrás del Resucitado “es vivir siempre
caminando» Y si está en las personas que encontramos en nuestro
caminar, debemos decirnos y vivir de manera tal que pongamos en
todo nuestro compromiso, recordando y diciéndonos siempre a
nosotras mismas “mi corazón se debe abrir a ellas y exponer. Una
cosa sin la otra es imposible”,
Para finalizar compartimos con ustedes una propuesta de oración
extraída de la reflexión de una de nosotras:
“Pase lo que pase, tener siempre ESPERANZA… creer que siempre
puedo encontrar… LA PIEDRA REMOVIDA… no ir en busca de un
cadáver -aunque sea el de Jesús- ÉL VIVE !! ËL ES LA VIDA!! (…).
Quiero, pues, ESTAR sencillamente con Jesús y procurar siempre ir
creciendo en ESPERANZA… y ser diligente como estas tres mujeres
“.
Carmen, Griselda, Luz, Mariana, Natalia, Roser y Shirley
TEMA 6 “Id a Galilea. Allí lo veréis”
APORTACIÓN A LA WEB
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús: Somos el GVJ 19, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la primera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de este año, el pasado mes de enero. Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este sexto tema de Grupos de Jesús.
Las mujeres permanecen cerca de Jesús aún después de que lo vieron morir en la cruz, la reacción del resto fue de ocultarse para evitar compartir el mismo destino doloroso que tuvo Jesús. La presencia en el grupo de discípulos de las mujeres es enriquecedora.
El gesto de ir a embalsamar a Jesús a pesar de la certeza que tienen (no podrán mover la piedra) sobre sus propias dificultades para encontrarlo es un hermoso gesto. ¡Ojala actuásemos igual aun cuando tengamos certeza de nuestras dificultades! ¿Cuántas piedras no habrá movido Dios en nuestras vidas? ¿Qué piedras tenemos aún enfrente?
Las mujeres se encuentran con una noticia todavía mejor que lo que esperaban ver o escuchar: ¡Jesús está vivo! El mensaje del joven fue el necesario empujón que comenzó la increíble y bella historia de la resurrección de Jesús.
Buscar a Jesús en Galilea. ¿Por qué Galilea? Porque Jesús quiere encontrarse con sus discípulos en la misma región donde convivió con ellos, donde escucharon sus palabras y donde fueron testigos de sus curaciones. Es volver al principio, donde empezó todo. Es volver al comienzo de la relación con Jesús, es volver a recordar para encontrarnos de nuevo con el Resucitado.
Él va delante. Creer en Jesús es seguirlo. La fe es el compromiso de seguir a Jesús, es esforzarse por vivir como Jesús, sino se queda en algo intelectual que no me mueve a vivir de una manera diferente a la que me propone la sociedad del bienestar y el consumo.
La Resurrección es la confirmación de que Jesús no es un hombre, sino Hijo de Dios. Vive entre nosotros, es una presencia viva, no el recuerdo de un muerto.
Las consecuencias de creer en la resurrección de Jesús es encontrarle vivo en los demás, especialmente en medio de las personas que le necesitan más. La invitación a unirnos a su causa para la construcción del reino de Dios es continua. La resurrección de Jesús es un camino que aparece mientras decidimos dar un paso. No lo vemos ni lo sentimos, pero está ahí, es el primer acto poderoso de fe.
Poner la esperanza en Jesús es ponerla en Alguien que no te va a fallar. A pesar del tiempo, de los errores, de la historia, de los siglos… Él sigue estando presente en el corazón de muchas personas y sin poder explicarlo, nos sentimos necesitados de creer que está presente de tal manera que queremos conocerlo más. Jesús es el motor para los corazones de todos, que cura y sana la soledad o la desesperanza, que libera de tristezas, de soberbias, de infelicidades… experimentar que está en mí y en cada persona, sea quien sea. Es pararte a pensar que cada vida es sagrada, que cada persona tiene un tesoro dentro, el de la fe, el propio Jesús, lo sepa o no, lo crea o no.
GVJ 18
Creer en la resurrección de Jesús es algo de lo cual me hago más consciente cada vez.
Me planteo como si yo fuera ajeno al cristianismo: ¿Estos creen en que Jesús murió y luego volvió a la vida? ¿De verdad yo también creo en eso? ¿Y lo pudo comentar con otros ajenos?
Ahora comprendo que Jesús no volvió a la vida simplemente, Él resucitó se cumplieron las promesas y la posibilidad de una VIDA NUEVA, resucitar es morir a lo viejo y que surja un ser nuevo con pensamientos nuevos y nuevas historias.
Por supuesto que la resurrección tiene mucho que ver con mi vida diaria pues significa que me he transformado y que día a día Jesús vive en mí, está conmigo, va delante de mí guiándome y preparando el camino.
Hola somos el Grupo virtual de Jesús, Sal de la Tierra, y queremos dejarles este puñado de reflexiones de todo un conjunto de intercambios que hicimos en nuestro grupo sobre este tema 6.
…Si nosotros que somos iglesia, nos preocupamos por renovar, entonces la iglesia esta renovándose…
…Tengo emoción de recorrer nuevamente Galilea, juntos! recorrer nuevamente su camino para purificar el mío, para hacer mi seguimiento más autentico…
…Creer en la resurrección es entrar en definitiva en el terreno de la fe, no existe tal vez un suceso de múltiples interpretaciones que este, aunque este sujeto a dudas, aunque no nos permita tener argumentos afirmativos ese es justamente lo que nos convierte en cristianos confesar que Jesús regreso porque su mensaje de vida no puede extinguirse como sucede con un individuo biológico, su mensaje permanece y asiJesus toma nuevamente posesión de su existencia, comparto una frase bella de Juan que dice “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” Juan 12, 24…
…Cristo resucitó, no estamos condenados por nuestros pecados, estamos de nuevo unidos con Dios y nada nos separará del amor de Dios, pues su misericordia no tiene límites. Cristo resucitó. Dios es amor, sólo el Amor (Cristo) vence la muerte. El amor cubre una multitud de pecados…
…a la resurrección, lo sueño con un lugar de plenitud, como un regalo de Dios para todos…
…Creo que Jesús es presente, Él lo menciona: “Yo estaré con uds todos los días”. Creo que Él me anima, no sé cómo explicar, no quiero escribir palabras ya muy dichas, al contrario, quiero que Jesús sea muy real en mi vida…
…En mi deseo de conocimiento de Dios he buscado hallarlo más que a partir de extensos saberes doctrinales o teológicos, en el sentido de un gozo en mi vida, que me permite sentir paz, por eso lo busco aquí con ustedes…
…Partiendo de este punto, la muerte solo puede ser algo temporario o quizás alguna realidad fuera de nuestra comprensión…
Si alguien desea conocernos más, les dejamos los links de los archivos completos sobre lo conversado en el grupo:
Tema 6 parte 1: https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4o3iT6ec7ldjtFH926
Tema 6 parte 2: https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4o3isX84XKh7byUgsj
Saludos de
Jon, Cecilia, Lilia, Maru, German, Malka, Mario, Raimundo, Guadalupe, Cristian.
Saludos hermanos de los diferentes GVJ. Somos el GVJ Shemá y a continuación queremos compartir con ustedes nuestras reflexiones personales en este Tema 6:
-¡Las mujeres, aquellas que primero sintieron temor de Dios, fueron, de esta manera, las «primeras» testigos y mensajeras del evangelio que debería aún hacer camino alrededor del mundo entero! ¡Dios ES FIEL! Y nos hace ir, con un corazón enardecido y abierto, al Misterio revelado y con una profunda y renovada mirada, allí donde «se juega» realmente la vida, a nuestras «Galileas» cotidianas: allí donde nos hemos sentido, por vez primera, mirados, amados y llamados… ¡allí, y desde allí, nos envía «hasta los confines» de la tierra! «Volver» a Galilea… Y, allí -¡y desde allí!-, comprobar que Él no nos defrauda, que Él es fiel y cumple TODAS sus Promesas de Vida.
– Mientras nuestra sociedad siga empeñada en ocultar la luz donde vive Dios, porque pone en evidencia su oscuridad, nosotros como discípulos de Jesús debemos poner sobre la mesa de la vida la luz verdadera que hace a la humanidad libre y nueva.
Mover la piedra resulta algo fundamental para seguir a Jesús. Es como nacer de nuevo. Cristo Vive y por eso quien sigue a Jesús vive con Él una vida nueva.
– A nosotros nos toca también el dejar que Cristo Resucitado vaya delante y seguirlo, sabiendo que a quien seguimos, es a una Dios de Vida y no de muerte, de esperanza y no desolación. Por eso, será muy importante en este recorrido, abrir muy bien los ojos para no perderlo de vista y, cuando el momento de pasar por el Calvario suceda, contemplar que su Cruz será siempre hacia un camino de resurrección. ¡Que así sea!
– Volver a Galilea, significa para mí, volver al primer amor. Allí, Jesús, quiere mostrarles que no todo está perdido, que no todo se ha venido abajo, que se puede “renacer», que con la fuerza creadora de su Espíritu Santo pueden hacerse nuevas todas las cosas.
– La piedra del sepulcro es la puerta que cierra el corazón y que no le deja estar abierto al Amor de Dios y al amor de los demás. Esa piedra la puede correr la persona que se deja hacer por el Amor de Dios.
– La presencia del joven me sugiere y recuerda este grupo, pues igual que él le dice a las mujeres dónde deben dirigirse para encontrarse con Jesús, este grupo me está dirigiendo en este camino de seguimiento hacia él.
-Patricia –Charo –Miriam –Rosario –Carlos –Blanca –Pedro –Aurora –Eduardo –Mary Carmen –Tarcisia –Edgar.
En el grupo Camino de Emaús hemos hecho una pausa de dos semanas en medio del Tema 6 durante la semana de pasión y la semana santa. Hemos aprovechado este periodo para dialogar libremente sobre los misterios pascuales y cada uno ha expresado lo que significa para él/ella y como lo vive. Algo de lo que compartimos aquí procede de ese diálogo. Al final incluimos una jaculatoria de Graciela y una oración de Adolfo, que nos han acompañado estos días
• El jueves santo es un día que siempre me lleva al corazón de mi fe: el amor entendido como servicio Es el «día del amor como servicio hasta el extremo» y esto es lo que más me convoca de la propuesta de Jesús…Poder meditar y rezar esto me vuelve al eje, a lo importante, a lo que no quiero dejar de buscar nunca
• Este año he vivido la Resurrección de otra forma que ha hecho que todo mi interior se estremezca.
Jesús está Vivo y su presencia me acompaña continuamente. Está dentro de mí y en todo aquello que me rodea. No consiste en recordar lo que ocurrió hace 2000 años sino en aceptar que su Luz quiere iluminar todo mi ser y que pueda transmitirla a los demás. Es darme a los demás y lavarles los pies, como él lo hizo
• Trato de descubrir y encontrar a Jesús resucitado en cada ser humano; con algunos me es más fácil y con otros me cuesta, pero está en todos, como está en mí…Me gusta saber que me escucha, que me empuja, que se ríe conmigo y que me abraza cuando me siento abrumada. Siempre hablo con él…
• Hay ocasiones en los que la gracia de Dios o cómo se quiera llamar, te toca el alma, y sientes que todo es perfecto, que hay una razón que lo mantiene todo, que a pesar de todos los pesares, la vida sigue teniendo color y música; una tarde con los padres ya ancianos, o los amigos, o los sobrinos en los que el corazón sonríe y te sientes la persona más afortunada del mundo…Creo que la resurrección debe ser eso, cuando se siente la vida plena, cuando después de un largo camino se encuentra un momento de descanso inesperado, un momento donde el sol inunda todo el espacio y el sonido es armonía de alegría.
• En lo más hondo de mi ser escucho tu afirmación de Apocalipsis 1, 17 “No tengas miedo, soy yo, el que vive..”. Cristo resucitado infunde en mí tu energía vital. Empiezo a entender la Pascua en mi vida intuyendo con alegría que tu “estas ahí” sosteniendo mis cosas, lo bueno que tengo regalado por ti. Estás en mis lágrimas y miserias como consuelo permanente y misterioso. Lo he experimentado
• Muchas veces el Señor quiere que desarrollemos nuestra misión donde no hace falta nada materialmente. Es posible que ahí, donde abundan las riquezas, existan pobrezas de otro tipo. Es posible que la gente haya muerto siendo fieles al dios dinero. Quizás ahí es donde tengo que anunciar el mensaje de Jesús, ese mensaje de vida que pone por delante al Dios de la vida y no al dios del dinero
• En Jesús, Dios se puso en los zapatos de todos estos que para la sociedad de su época no valían nada, mujeres incluidas y en primer lugar. Para mí, creer en Jesús e intentar seguirlo, es poder “ver la realidad desde el lugar del pobre” y luego actuar en consecuencia. Y esto es muy difícil, hemos sido educados con las mejores intenciones, para la competencia, para, sin darnos cuenta, sostener los valores imperantes, funcionales al sistema. Celebro que la propuesta del Señor sea “contracultural” y que nos mueva a revisar nuestra conciencia.
• Para mí el Evangelio es como una caja de herramientas del amor. Muchas de las herramientas no las conozco y no sé cómo usarlas… Trato de avanzar en lo que me lleva a profundizar en el amor al prójimo próximo, que es lo que define al cristianismo. Todo lo que quiero aprender es para mejorar en el amor, del resto paso”
• Viene a ser como si Jesús dijera a los apóstoles: “No tengáis miedo. Volved a casa, a vuestra vida. Mi misión aquí ha terminado. Pero me tenéis con vosotros y nuca os abandonaré. No me veréis con los ojos del cuerpo, pero mi Espíritu os precederá para que comuniquéis a todos que ha llegado la salvación de Dios a todas sus criaturas. Que nuestro padre Dios, os ama desde siempre”
“Que todo lo que soy grite Resurrección” (Graciela)
Señor, no me dejes perderme en palabras elaboradas
Que traten de explicar el misterio tu Vida.
Mientras dejo que mi ego siga gobernando mi existencia.
Que se haga en mí, Señor, eso en lo que quiero creer:
Que tú ya moras en mí, pero que, si quiero encontrarte,
No he de buscarte con mi mente, sino con mi corazón.
Sólo debo ponerme en camino y seguirte sin impacientarme
Aunque sea a tientas, dando trompicones, en la oscuridad,
Aceptando la impotencia de no poder arreglar casi nada
Del mal que aflige a tantos
Pero entregándome, con mi confianza puesta sólo en ti
A hacer el bien allí donde mis manos lleguen
Y agradeciendo las bendiciones que recibo cada día. (Adolfo)
GRACIAS DESDE MI CORAZÓN RESUCITADO:
¡CUÁNTO BIEN HACÉIS CON ESTOS COMENTARIOS A LOS TEXTOS EVANGÉLICOS!
NUEVAMENTE GRACIAS Y QUE EL SEÑOR OS SIGA ACOMPAÑANDO EN LA ALEGRÍA DE ESTA GALILEA, NUESTRO QUERIDO Y DOLORIDO MUNDO, QUE AÚN SIN SABERLO APENAS, TAMBIÉN ESPERA LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, NUESTRO SEÑOR.
UN ABRAZO GRANDE.
SOFÍA
BETANIA (GVJ) – TEMA 6. Vayan a Galilea. Allí lo verán.
(Marcos 16, 1-7)
Queridos amigos de GVJ:
Somos el GVJ BETANIA y antes de compartir con vosotros nuestra reflexión sobre el tema 6, nos gustaría que nuestra compañera María Lourdes Villlagómez Diaz y su familia, se sintieran acompañados por nuestras oraciones y de nuestro cariño más profundo, ante el reciente fallecimiento de su querida madre, Ernestina Camacho Díaz.
Aportemos en la convivencia de cada día con los demás, vida y vida de Dios para esperanza de nuestros hermanos.
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
Este texto nos sugiere como María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, representan un papel muy especial en la historia de la Salvación en el que podemos identificar al menos dos nexos de unión relevantes; uno se manifiesta en ese lazo de encuentro, cercanía y amistad que han experimentado con Jesús y que ellas de alguna manera quieren mantener a través del embalsamamiento; anhelan dar continuidad a ese amor trascendental que sólo ellas habían aprendido desde lo más profundo de su ser y que brota de forma natural con el contacto, cuidado, dedicación personal, la capacidad de amar, la ternura de su corazón y que les lleva a desear amortajar, con ungüentos perfumados el cuerpo amado.
El otro nexo, es la luz latente que Jesús había sembrado en todos y que en ellas, especialmente, se había impregnado de una manera muy genuina, pues dadas las costumbres de la época y la extremada marginación a la que estaba sometida la mujer, la relación de atención y servicio que tuvieron con el Maestro de igual a igual, hizo que recuperan su dignidad con una fe y valentía extraordinaria, que les llenó de coraje y audacia suficiente para atravesar los muros del miedo y de la cobardía, durante y después de la Crucifixión; así ellas serían las primeras en portar ungüentos y aromas muy de madrugada, las primeras en recibir la buena nueva de la Resurrección y además, los primeros apóstoles con vocación renovada, ya que fueron también discípulas y seguidoras en vida de Cristo por lo que Él sale a su encuentro para que continúen la comunidad y como comunidad.
Respecto a la piedra del sepulcro para nosotros simboliza las sombras y los obstáculos que nos afectan durante esta vida que podemos superar mediante la oración y la gracia de Dios que se derrama a través de ella y se retira la roca en la totalidad cuando atravesamos el umbral de la muerte y hemos vivido en unión con nuestro Padre Dios. El corrimiento de esa piedra lo identificamos con el despertar a la Vida de Dios Padre en nuestro caminar, relacionado siempre con el despliegue del amor al prójimo, transmitiendo de esta manera la fe y la luz que Jesús nos comunicó con su salida del sepulcro.
La presencia del joven nos habla de un mensajero de Dios, que hace de intermediario, para que estas mujeres abran los ojos a la Vida del Espíritu que hasta ahora la tenían velada pues pensaban que Jesús yacería en el sepulcro y no se habían percatado del anuncio de Jesús sobre su Resurrección hasta que se encuentran con esta figura divina y además la juventud se refiere a la nueva relación que nacerá a partir de la experiencia vivida con Jesús y lo prometido por el mismo.
Los discípulos tienen que volver a Galilea para reencontrarse con su Maestro de una manera diferente y ser testigos de lo vivido con Él, tal cual les había enseñado dando su propia vida para seguir alumbrando a todos.
Finalmente sentimos una gran necesidad de reconocer y aceptar que Jesús va delante de nosotros, que nos ha señalado el camino y que desde su seguimiento nos tenemos que atrever a vivirnos cerca de él, profundizar en su conocimiento y reconocerle en nuestra historia, en nuestros contextos y sobre todo en los preferidos por él para hacer como Él hizo.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Conversión Personal
• LA RESURRECIÓN:
Es el eje central de nuestra fe; Él está vivo. Hay algo en nuestro interior que nos empuja con verdadero amor a profundizar en la realidad humana para comprendernos mejor y favorecer una nueva forma de relacionarnos en el Reino de Dios; ese algo íntimo nos abraza con paciencia e insistencia, con mucha misericordia, va logrando cambios estructurales en nuestra personalidad que nos ayudan a funcionar mejor para nacer a esta nueva vida, acogiendo la Buena Noticia, dándola a conocer y haciendo nuestra.
Es la afirmación de nuestra fe en el Resucitado, de la experiencia de su presencia en nuestras vidas; abre la esperanza a que la muerte no tiene la última palabra y fortalece la audacia por ser buena noticia en cada momento de nuestra vida y también de reconocer la necesidad de vivirnos en conversión permanente para ser buenos discípulos del Maestro.
• VIVIRNOS DESDE EL CRISTO RESUCITADO IMPLICA:
Reconocerlo presente en la Eucaristía, en nuestro prójimo, en nosotros, en tantos signos y señales que el Resucitado va dejando en nuestro camino a pesar de la vida que nos rodea, el trabajo, los problemas y el entretenimiento que nos absorbe, obstaculizando a veces este seguimiento.
No sólo se trata de creer en Jesús, se trata de creer como Jesús creyó.
No sólo se trata de tener fe en Jesús, se trata de tener la FE que tuvo Jesús.
No sólo se trata de creer en Dios, se trata de creer en el Dios que Jesús creyó.
Experimentar a través de nuestro grupo, la vida de Cristo en nosotros, sentir que nos guía y acompaña.
Compromiso en el proyecto de Jesús
Al mirar a nuestro alrededor y observar el estilo de vida que la gran mayoría de personas hemos adoptado, inmersos en nosotros mismos, dando crédito y vida a los afanes y a las imágenes del mundo, pareciera que no hay diferencias entre algunos creyentes y ateos, entre algunos bautizados y no. Algo no va bien, porque la única forma de creer en Jesús y en su Padre del cielo, es seguirlo, y la única forma de seguirlo es la de ir adoptando en nuestra cotidianidad, su mensaje del Reino, construyendo cada uno nuestro camino y acompañados siempre de quienes buscan una auténtica conversión en Jesús.
DIOS siempre es mayor, siempre nos trasciende y la única forma de conocerlo es a través de Jesús (Jn 1,18), imitando sus palabras y sus hechos, reforzando así nuestro seguimiento, lo que nos facilitará manifestarlo, compartirlo y transmitirlo.
ORAMOS:
Padre nuestro, sabemos que tú nos entiendes mucho más de lo que nosotros nos podemos comprender; por eso, te pedimos que nos ayudes a ver con paciencia y consideración nuestras particulares maneras de abordar la vida y el camino de seguimiento que nos vas proponiendo, sin afanes, sin reprobaciones, sin desespero, sin culpas y que soples en nosotros, vientos de tu sabiduría que abran nuestros corazones al conocimiento de lo que debemos hacer para ser en cada día que pasa, más hijos e hijas tuyos, como lo fue tu Hijo Jesús.
Un abrazo fraterno,
Ángela, Carmen, Gioconda, Gustavo, Juan Arturo, Lourdes J. Lourdes V, Mercedes, Santiago, Teresa, Belén. (GVJ Betania)
Querida familia de los GVJ:
Somos el Grupo virtual Tabor, sintiéndonos cada día más unidos en Cristo y ofreciendo con total sinceridad nuestras opiniones y sentimientos en nuestros comentarios; con lo que nos sentimos motivados y llenos de una fuerza renovadora para caminar y ser portadores de la Buena Nueva del Reino de Dios, en el deseo de que solo nos mueva y motive el amor y la fraternidad mas pura y autentica hacia todos cuantos nos necesiten física y espiritualmente.
Aportamos el resumen de nuestros comentarios sobre el tema 6 “Id a Galilea. Allí lo veréis”
Acercamiento al texto evangélico
Señor Jesús, al conmemorar una año más de tu pasión, muerte y resurrección quiero pedirte, me dejes comprender el misterio que celebramos, de tal modo que al vivir conscientemente tu palabra vaya transformando mi vida y me comprometa a luchar por la transformación de la sociedad; en la construcción de tu Reino
Ellas servían a Jesús durante su predicación, le habían escuchado una y otra vez predicar el REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA: una vida más digna, justa y sana para todos, una vida de LIBERACIÓN, en aquella Galilea donde las mujeres ocupaban un lugar muy subordinado aparece Jesús y las LIBERA, les anuncia: la igualdad y justicia del Reino de Dios, les muestra el amor y misericordia del Padre…
El proyecto de las mujeres: como mujer que soy, no me sorprende en absoluto el amor fiel de las mujeres a Jesús. Creo que las mujeres somos muy fuertes y no solemos tener una actitud de huida sino que afrontamos las dificultades.
Lo veréis en Galilea, donde desarrolló su labor, es el Resucitado, Dios de los vivos y no de los muertos.
¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?. Creo que esta pregunta es vital para el cristiano. Era una piedra muy grande, para poder entrar y ver a Jesús, para poder ver al Maestro; porque no es solo la muerte física la que en principio parece impedir estar cerca de El, es la oscuridad del alma, la muerte del pecado por adorar a otros dioses, la fama, el dinero, el poder, la falta de fe, la soberbia, la envidia, la calumnia, los falsos testimonios tomando el nombre de Dios en vano
«Lo veréis en Galilea». Volver a Galilea a mí me invita a vivir su Evangelio, salir a los caminos, estar al lado de los marginados, levantar a los caídos, pero no con tristeza aunque en la entrega va la propia vida, con las incomprensiones y abandonos pero hay que seguir hasta el final porque es necesario luchar por un mundo mejor más justo, más solidario y fraterno y eso es lo importante.
Compromiso en el proyecto de Jesús
Para ellos Galilea fue el inicio de Jesús, fue cuando comenzaron a oír la Buena Noticia de Dios y que Dios era nuestro Padre. Fue el lugar donde Jesús eligió a sus discípulos; fue donde pudieron convivir los primeros tiempos con Jesús y compartir el pan y las enseñanzas que Jesús le dio. «Él va delante de vosotros». Si y así lo siento; somos discípulos de Jesús, Él está con nosotros en todo momento hasta el final de los tiempos.
Es el recorrido que nos señala para que nosotros también le experimentemos vivo entre nosotros. Galilea fue un lugar muy especial en su vida, allí sus discípulos y discípulas le han visto curar, acoger, perdonar y llenar a todos de esperanza e ilusión. Hoy nosotros podemos hacer lo mismo, Jesús nos acompaña, va delante y nos muestra el Camino; lo veremos, lo conoceremos mejor si damos sus mismos pasos.
Hay que ir a Galilea porque Dios quiere que salgamos de nosotros mismos para ir a su encuentro recorriendo, con nuestras actitudes, sus huellas. En Galilea Jesús empezó su vida pública haciendo su primer milagro a solicitud de su madre, allí también fueron elegidos sus discípulos quienes empezaron a proclamar la Buena Noticia: «Conviértanse que el reino de Dios está cerca». Allí se fue gestando la primera comunidad cristiana.
También sé que este Camino hacia Galilea, no lo puedo hacer yo sola, necesito de vosotros, mis queridos hermanos y hermanas del Grupo Tabor, así como de tantas personas que con su ejemplo, su actitud evangélica, me animan y motivan a recorrer el mismo Camino.
Qué difícil es transparentar tu evangelio con nuestras vidas, pero también pienso que no lo tuvieron más fácil los apóstoles. Necesito tu aliento, Jesús, que me enseñes a escuchar en mi interior, a recibir tu paz, como se la entregaste a los apóstoles. El desaliento que sentimos tus discípulos es muy grande.
Quiero sentir en Galilea, como Jesús me sigue llamando por mi nombre y vivir esa inmensa alegría que te inunda el corazón, tal y como lo sentirían los primeros discípulos. Volver a Galilea en la Iglesia es esa Primavera que está trayendo el papa Francisco y que nos da la fuerza, la seguridad y la valentía para actuar y trabajar en la construcción de su Reino aquí y ahora.
Creo que en este grupo es más fácil seguir a Jesús, creo que no se puede ser cristiano solo sino en grupo y por eso necesito un grupo con los que compartir mi fe. Me parece que de verdad tenemos que volver a Galilea una y otra vez y con los grupos de Jesús estamos en el camino. Es muy importante volver a Galilea, al principio, al origen sin desvirtuar las palabras de Jesús por intereses meramente humanos.
Es bello saber que tenemos encomendado llevar y testimoniar la Buena Nueva por los caminos de esta vida, en la seguridad de que Jesús nos sostiene de su mano y nos ilumina con su Luz resucitadora. Vivamos en GVJ TABOR, con alegría la unidad de Cristo, con quienes deseamos volver a Galilea y dar testimonio de nuestro caminar como discípulos de Jesús, con fe renovadora y a la Luz del Espíritu Santo; sirviéndonos de ejemplo actual, las palabras, actitudes y acciones del Papa Francisco y de tantos hermanos que a pesar de muchísimas dificultades están abriendo paso a una Iglesia renovada y renovadora.
Estoy convencido que es necesario cada día conocer más de Jesús y esforzarse por entrar en su misterio de amor; por ello estoy convocando a las personas de mi comunidad para formar un grupo de Jesús en el que al igual que con ustedes estaré caminando en el seguimiento de Jesús aprendiendo algo nuevo de Él cada día. Oro por ellos, por ustedes y por mí para que el Señor se compadezca de nosotros y nos muestre su rostro.
Oración
Necesito de tu ternura, de tu paz, de tu protección,
Saberte a mi lado alejando al maligno que me acecha.
Fortaléceme en mi debilidad de mujer sola.
No permitas que me suelte de tu mano protectora.
Muéstrame el camino liberador que me conduzca a la «nueva» Galilea.
Juan Carlos, Antonio José, Inmaculada, María Reyes, Luís Carlos, María Pilar, Pilar y María del Carmen. GVJ Tabor
Aportación del GVJ EN CAMINO:
LAS MUJERES
El amor es creativo. ¿Quién sino iría a un sepulcro al nacer del sol, nada menos que para embalsamar un cadáver, después de muchas horas enterrado? Esas mujeres amaban a Jesús profundamente y movidas por ese amor se deciden a «hacer» algo por Él, aunque pareciera absurdo. Seguro que más de uno las tacharon de estúpidas, ¿para qué vas?, ¿qué vas a conseguir?. Arriesgarse a seguir y no abandonar a pesar de que todo indique lo contrario. Más vale arrepentirse de algo que haces por amor, que arrepentirse de algo que haces por la razón. Equivocarse por amor es amar. Sólo tenemos una oportunidad para amar, si la dejas pasar ya no volverá. Cada minuto es una mano que Dios nos tiende para acercarnos algo más a él. Lo tomas o lo dejas, pero desaparecerá.
¿Quién nos correrá la piedra del sepulcro?. Suena a una de esas preguntas que uno hace porque no se atreve a decir lo que verdaderamente piensa o espera en su corazón. Esa pregunta vive en cada uno de nosotros de otra manera, porque todo el mundo se pregunta en su interior ¿qué habrá después de la muerte?. La “piedra muy grande” también nos predispone para decidir si realmente estamos dispuestos a seguir un camino que no promete facilidades.
En cuanto al papel de la mujer, nos entristece ver cómo el hombre creó reglas y dogmas interpretando los Evangelios excluyendo a la mujer del papel relevante que tuvo y tiene… Una pena que los intentos de reconocimiento de la igualdad de la mujer en la Iglesia, entre otras cosas, hayan derivado en una separación de las iglesias cristianas. Tenemos esperanzas de un futuro ecuménico.
LA RESURRECCIÓN
Para alguno de nosotros la Resurrección de Jesús es un asunto de fe y de experiencia vital, para otros no tiene importancia saber a ciencia cierta si resucitó o no, y para otros creer es una necesidad que le da sentido a esta vida alimentada por una sed de infinito que anida en los más íntimo de nosotros. A veces es inquietante, a veces nos generas dudas, pero aceptamos el Misterio y sabemos que el Señor siempre cumple sus promesas.
Creer en la Resurrección es tener fe en la acogida de Dios Padre a su Hijo muy amado. Cristo vive en nosotros, en todos. Dejó su espíritu con todos los hombres y mujeres que amamos, que creemos en sus palabras plasmadas en los evangelios, que nos dejó en el pan y el vino, su Cuerpo y su Sangre, para repartirlos entre los hermanos, y darnos vida y fuerzas. En los Evangelios vemos su trayectoria en el mundo para que sea un ejemplo de vida.
La Resurrección habla de la transcendencia a la vida con Dios, es un mensaje de una vida nueva y además siempre acompañado de una promesa de perdón que nos coloca en una situación de «reseteo» para comenzar de nuevo. Es un mensaje sobre la inexistencia de los límites del Amor que todo lo mueve y que vence a la muerte. Es la manera de expresar que el proyecto de Jesús sigue adelante y que ni siquiera nuestra debilidad humana puede hacerlo fracasar.
VOLVER A GALILEA
El Señor nos envía a nuestra Galilea particular, al inicio de todo, para que le descubramos en el camino. Galilea es ese lugar de las gentes sencillas, dejadas de lado, enfermas y necesitadas de atención a las que se dedicó Jesús. Quizá volver a Galilea sea un mensaje para tener una actitud de sencillez y humildad. A Jesús Resucitado no se le puede ver sino después de andar tu propio camino, hay que volver al origen de uno mismo, recodar lo que somos y de dónde provenimos, ensuciarnos las sandalias con el polvo, sentir la incertidumbre y el silencio, la sed, el cansancio… y sólo después de este proceso nos encontraremos con Él. Y en ese camino tenemos que confiar en que no estaremos solos, que Jesús va delante de nosotros en nuestra línea de tiempo.
Intuimos que está naciendo (muy lentamente) una nueva espiritualidad, una nueva era en la que estaremos preparados para volver al origen, volver a lo profundo del ser humano y dejar definitivamente la superficialidad. Quizá haya que recuperar el misticismo, dejar de lado el cristianismo de la ley y volver al cristianismo de la búsqueda. Debemos caminar hacia la experiencia de aquellos primeros discípulos y discípulas de Jesús y entender que la única salvación posible se encuentra en el Amor. Allí es donde podemos encontrarle de nuevo.
Mientras tanto solo nos queda convivir con las dudas y además hacerlo con naturalidad. La duda es parte del camino. Desde la duda podrás avanzar, interpretar, usar la razón etc…
NUESTRO COMPROMISO
Recordamos el pasaje de la Biblia “Creo, Señor, pero ayúdame en mi incredulidad” (Mc 9, 24). Y nuestro compromiso es repetir, con amor, esa oración evangélica, tantas veces cuantas sea necesario para que, Jesús, harto de escucharnos, nos atienda, ayude e ilumine cada paso de nuestra vida. ¡Así podría ver signos de resurrección a cada paso!
NUESTRA ORACIÓN
Dios Padre
que por la sangre de tu hijo
reconciliaste a todos los seres contigo
ayudanos a creer.
Cristo, aunque tu Resurrección no alumbre más que una débil llama,
transfiguras nuestro corazón para hacer crecer una comunión contigo.
GVJ En Camino (Manuela, Manu, Paloma, Eduardo, Raúl y Patricia)
APORTACIÓN A LA WEB GRUPOS DE JESÚS
Queridos amigos de GVJ de Jesús, somos el Grupo Efettá
Paz y bien para todos. Vamos avanzando en nuestro itinerario. Compartimos con vosotros nuestras reflexiones del tema 6 “Id a Galilea. Allí lo veréis” (Marcos 16,1-7)
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO:
Al meditar ese pasaje detenidamente descubrimos cosas que antes pasaban desapercibidas, a pesar de haberlo leído y escuchado muchas veces.
Nos ha removido muchos sentimientos, sobre todo el “Volver a Galilea, allí le encontraréis” nos sirve de meditación y reflexión: ¿dónde está nuestra Galilea? Qué camino hemos recorrido hasta ahora y cuál es el que debemos recorrer para encontrarnos con Jesús y anunciarlo?
Las mujeres:
Estas mujeres se atrevieron a ir a la tumba para embalsamar el cadáver de Jesús, ¿qué somos capaces de hacer por Él? ¿Nos apasiona su vida, su mensaje, su ejemplo?… muchos son los interrogantes que plantea el texto.
• Una de las cosas que más llama la atención, es que son tres mujeres las que se atreven a ir al sepulcro a embalsamar el cuerpo de Jesús. No les importa el riesgo de persecución y muerte que corren mostrándose como seguidoras suyas. Es un gesto de ternura y amor, gesto de gratitud hacia su Señor y Maestro, deciden ir a embalsamarlo comprando perfumes.
• Parece que las tres se han apasionado con Jesús, su forma de vivir y relacionarse. Como mujeres de aquella época no se les tenía en cuenta, (Es significativo que aparezcan sus nombres), pero Jesús las acoge, cuenta con ellas, las hace también discípulas suyas, se sienten amigas, seguidoras de su palabra y enseñanzas, ¡se han enamorado de Jesús! Necesitan estar con él, amarle, cuidarle, y por eso quieren embalsamar su cadáver.
• Cómo se ha ido relegando el papel de la mujer en la Iglesia, olvidando que también formaban parte de los discípulos y amigos de Jesús, siendo las primeras testigos de su resurrección. No olvidemos que María Magdalena es considerada prostituta para desprestigiarla. Es enriquecedora la presencia de las mujeres.
La piedra del sepulcro.
La piedra grande que bloquea el sepulcro tiene mucho que ver con el poder de la muerte, porque esa piedra se convierte en nuestra vida, en el temor, en el egoísmo, en el poder, en el dinero, etc. que nos bloquean el camino para resucitar con Jesús y que solo el poder del Señor puede mover la piedra y ponernos en cercanía con Él. Las mujeres saben que hay una gran piedra que cierra la tumba, pero CONFÍAN en que alguien les ayudará a correrla… al verla abierta y la tumba vacía, dice el texto que se asustaron, yo diría más bien que se sorprendieron (eran valientes).
La piedra del sepulcro: cuando algo es importante no tiene obstáculos para el Señor.
Aquí el sentimiento de una compañera que atraviesa dificultades especiales:
“Me puedo identificar mucho con estas mujeres. A pesar del temor que sintieron, el amor pudo más. Y llegaron a ver un milagro, quizás en ese momento no lo comprendería. Yo me he sentido muchas veces así, con temor ante obstáculos, ante cosas inesperadas, pero el amor ha sido una fuerza que empuja, que permite continuar hacia adelante”.
El mensaje del joven.
La presencia del joven (Ángel) nos dice que Dios se presenta a quien lo ama y lo escucha; y lo más importante del mensaje es que no busquemos a Jesús entre los muertos porque ahí no está ¡ha resucitado! Es decir, en los muertos no hay vida, hay desechos inútiles, podredumbre, etc. y el pecado es eso (muerte) que nos impide resucitar con Jesús.
El joven de la túnica blanca es, sin lugar a dudas, un ángel anunciador. Lo primero que les dice es «no os asustéis», y enseguida les transmite la gran revelación: «Ha resucitado!», y como prueba de ello, les anuncia la promesa de que «El va delante de vosotros a Galilea, tal como os lo dijo». Este pasaje es una prueba más de que Dios nos habla a través de las personas (muchas veces, de «ángeles sin alas»), de los acontecimientos, de los problemas, de las enfermedades. Lo que pasa es que nuestra dureza de corazón, no nos permite ver a Dios detrás de todo eso. Cuando el joven vestido de blanco les anuncia que Jesús ha resucitado, llenas de entusiasmo y alegría, corren de nuevo a Galilea para comunicarlo y anunciar a todos que Jesús está vivo.
«Lo veréis en Galilea». «Él va delante de vosotros».
Volver a Galilea es volver al inicio, donde Jesús con la resurrección venció a la muerte y al pecado, es decir, volver a nacer e iniciar un camino de vida completamente nuevo. Galilea es para los discípulos lugar de muchos recuerdos, porque allí le han visto curar, perdonar, liberar, acoger, despertar en todos una esperanza nueva. Volver a Galilea es seguir el camino de Jesús, camino de amor, obediencia, pobreza y humildad.
Con un cambio en la forma de pensar podemos cambiar la forma de vivir y sentir al resucitado que va delante de nosotros.
“Él va delante de vosotros”: el Señor siempre va delante en el camino de la fe.
Quiero terminar esta primera parte del tema con una pregunta que se hace un miembro de nuestro grupo y que nos ha cuestionado a todos:
¿YO LES HABRÍA CREÍDO A LAS TRES MUJERES?
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Conversión personal: (Aportaciones personales)
• A través de este tema me he dado cuenta que Jesús no es solo un personaje histórico al cual se refieren unos libros sino una presencia viva. No basta con estudiar la historia de Jesús como la vida de cualquier otra gran figura histórica. Podemos comenzar de esa manera, pero debemos terminar por encontrarnos con él. La vida cristiana se vive en la presencia y el poder de aquel que fue crucificado y resucitado. Y nuestro resucitar, dar nueva vida, empieza con volver a la base (Galilea) y ver las cosas con nuevos ojos para mejor abrir camino al Reino de Dios.
• Me hace falta la valentía, la fidelidad, y la constancia de las tres mujeres del pasaje del Evangelio, para llevar a los demás la Buena Noticia; que tengo que estar seguro que el resucitado vive en mí, que Jesús no está entre los muertos, que va delante de nosotros a Galilea; es decir, que volvamos al inicio, a nacer de nuevo de corazón y que Jesús siempre está con nosotros, vive con nosotros; porque somos sus criaturas muy amadas por Él, que también, somos muy frágiles y débiles incapaces de alcanzar la plena felicidad por uno mismo. La recompensa al creer, sobre todo, de vivir con el resucitado está en que seremos elegidos (como a las tres mujeres elegidas para llevar la Buena Noticia), para ver el rostro de Cristo en los demás, difícil tarea pero es la única y el lugar verdadero para alcanzar la felicidad en el Señor.
• Jesús me dice: “ve a Galilea”.
¿Dónde está hoy Galilea? O ¿qué significa para mí? Pienso que antes que, o además, de anunciar que Jesús vive, lo importante para mí es sentirlo presente en mi vida, volver al “amor primero” que muchas veces olvido, volver a encontrarme con ÉL cada día y desde ahí anunciarlo a mis hermanos, con mis gestos.
Creo que tanto el mandato de los ángeles a las mujeres – “Id enseguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis.», me llenan de esperanza, porque con frecuencia me dejo llevar del pesimismo, la rutina, en la queja, en los resentimientos.
Y me doy cuenta de que todo eso nada importa, son mis “demonios personales”. Es hora de ir al encuentro con Jesús, volver a escuchar sus palabras de consuelo, de perdón, de amistad. Es la hora de volver a la Galilea actual, esta sociedad que piensa que ser bueno es seguir la corriente, porque esto es la cosa más normal, en un mundo donde el dinero vale más que la persona, porque todo el mundo busca escalar el poder, dominado por el egoísmo que sólo busca disfrutar y nada más.
Esa es mi Galilea, donde tengo que volver a ser testigo de que Jesús vive, ha resucitado y es el único Camino Verdad y Vida, que nos puede llenar de gozo, de esperanza, que cura nuestras heridas, que nos acoge y nos indica el camino hacia el Padre.
• El ejemplo, la valentía de las tres mujeres, que no corrieron a esconderse como la mayoría de los hombres, sino que arriesgándose a ser detenidas y martirizadas, fueron a buscar el cuerpo de Jesús, me ha servido en estos días para ponerle el pecho a mis problemas, sabiendo como ellas, que hay un Señor que nos acompaña y no nos abandona. La fe en el Resucitado, no puede ser «teórica» creyendo que la vida es bella, inofensiva, tranquila… No. La verdadera fe tiene que llevarnos cada día a comprender que no hay cristianismo sin cruz, no hay amor ni entrega sin sufrimiento, persecución, dolor. pruebas…
Es especialmente en los momentos oscuros y de tormenta interior, cuando creo en Jesús Resucitado, «porque no es un Dios de muertos sino de vivos». Es cuando la Resurrección se nos presenta en forma de segundas oportunidades; en forma de amaneceres que florecen después de una noche oscura; en forma de bálsamo sanador para curar nuestras heridas. Es cuando la Resurrección nos arropa animándonos a levantarnos y seguir luchando, a pesar de que todo esté en contra nuestra. Porque la Resurrección es sinónima de esperanza, de fuerza renovadora, de vida…
• Para mí la resurrección de Jesús es un motivo de esperanza y alegría. Jesús resucita para todos y todas y nos demuestra que la muerte es sólo un cambio de lugar, y nos dice que es a otro mucho mejor.
Compromiso en el proyecto de Jesús: (También distintas aportaciones)
Intuyendo que el cristiano está lleno de un poder para hacer frente a la vida que otros no poseen, tengo que encontrar formas y maneras de contar la buena noticia de Jesús que pueda ser captada en el mundo de hoy.
La resurrección nos anima a la esperanza.
Esto me anima y me compromete a volver a Galilea cuantas veces sean, para continuar con mi trabajo con los matrimonios, y la catequesis de niños y jóvenes con más alegría.
Esta es ahora mi tarea: allanar el camino de mis hermanos y favorecer la vida cotidiana: amando, transmitiendo la alegría de sentirme hija de Dios, perdonando, acogiendo, transmitiendo sentimientos de gratitud…Así podre ser testigo de la resurrección de Jesús.
Salir de mí misma para ir al encuentro del otro, estar al lado de los heridos por la vida, compartir con quien carece de lo necesario, permanecer junto al enfermo, al anciano, al excluido. Transmitir esperanza: ¡Jesús ha resucitado!
Me comprometo a trabajar en la medida de mis posibilidades y no creo que se pertenezca a la iglesia sólo por ser bautizada. No sé lo que puedo hacer para conocer mejor a Jesús pero me agrada mucho y me da esperanza conocer gente como vosotros y vosotras.
ORACIÓN:
Señor, ayúdanos:
dinos cuál es nuesttra Galilea,
queremos volver allí para encontrarte
y dejarnos abrazar por tu misericordia.
Llénanos de tu ternura y fortaleza,
Para amar y servir a todos.
Como Tú nos enseñaste.
Quiero mencionar el gran bien que nos hace Manuel al grupo con sus aportaciones animándonos a leer y meditar cada tema en marco en el que se desarrolla.
Hasta aquí nuestra aportación.
Un abrazo fraterno a todos los grupos, sintiéndonos unidos en ese camino de “VOLVER A JESÚS, VOLVER A GALILEA”
Grupo Efettá:
José Ignacio, Lola, Mª José, Manuel, Mari, Oscar, Paty, Wilmer, Sara, Silvia y Caridad.
APORTACIÓN PARA LA WEB – GVJ NAZARET
TEMA 6 : Id a Galilea. Allí lo veréis.
MARCOS 16, 1- 7
ACERCAMIENTO AL TEXTO
Aquí recogemos las primeras pinceladas de este relato evangélico, que, os confesamos, nos ha “tocado” y nos ha pedido que nos pongamos en camino rumbo “a Galilea”, porque allí está el secreto de Jesús, el Maestro.
1.- Primera clave: “Ver a Jesús” es el hilo conductor de la narración: las mujeres “ven” que el obstáculo de la piedra de acceso ya no es tal; “ven” al joven que les da la noticia; “ven” dónde le pusieron; y para “verle” de nuevo a Jesús, les remite a Galilea. Todo esto me está indicando que algo esencial es ver a Jesús, pero para ese encuentro con él, es necesario volver al momento del anuncio del Reino de Dios y de la actividad que Jesús vivió para ello.
Es a ese Jesús a quien Dios le concede la vida en plenitud, le ha resucitado. De ahí que él, Jesús, se convierte en el HOMBRE NUEVO y, por eso, el Reino que él ha predicado es realmente posible; esto es, hay esperanza para los pobres, los marginados, los crucificados de la tierra, tal como él anunció.
2.- Un segundo dato: El protagonismo de las mujeres no es casual, es todo un «puntazo», LIBERACIÓN, cobran el mismo protagonismo que los varones. Han ido descubriendo el proyecto del Padre, lo que le iba acontecer a Jesús se ha ido manifestando, y, a pesar de todo, no terminan de “creérselo”, pero acuden al sepulcro, quieren ofrecerle lo mejor…; sin embargo los discípulos huyen despavoridos, de miedo. Él se había dado cuenta de todo lo que ellas podían aportar: sensibilidad de espíritu y vocación de servicio.
Su Madre, es nuestra opinión, “sabría” (en su corazón) lo que iba a ocurrir con el cuerpo de su Hijo, pero ¡calló como siempre! Es una Madre dolorosa y obediente, como ya sabemos todos.
Quedan sorprendidas cuando llegan y ven la “piedra corrida” y entran sin “miedo”, con “valentía”, a pesar de todo lo acontecido, están fortalecidas y llenas de “esperanza”.
El joven del sepulcro, significa la esperanza que ilumina todo temor. Su anuncio de que Jesús ha vencido a la muerte pacifica los miedos de las mujeres y de todos nosotros: «No os asustéis». ¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado? HA RESUCITADO; no está aquí. Mirad el lugar donde lo pusieron. Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro: “Él va por delante de vosotros a Galilea; ALLÍ LO VEREIS, TAL COMO OS DIJO”.
Joven con túnica blanca: nada oscurantista ni tenebroso… El anuncio de la Resurrección es luminoso en medio del caos de los sepulcros. No perdamos de vista la trayectoria ni el mensaje de Jesús desde su Nacimiento hasta su Resurrección.
Concluyendo: este importante dato: en medio de una civilización “patriarcal”, son las mujeres, -con su debilidad y marginación-, las que “marcan” el prototipo de discipulado, ellas son las que han estado al pie de la cruz, leales, fuertes, entregadas y con sentimientos; son las que van a embalsamar a Jesús, porque en ellas queda vivo el Amor. Reciben el primer anuncio de la Resurrección y la misión de transmitir la noticia… ¡qué curioso este dato! Dios sigue, también ahora, en este momento, sirviéndose de “lo pobre”, “lo marginal” para ofrecernos la Gran Nueva.
3.- Y un dato también imprescindible: ¿Dónde se le ve a Jesús? Es otra de las cuestiones claves de este relato del evangelista Marcos, la respuesta del joven del pasaje: Jesús está en Galilea, esto es, allí donde Jesús luchó en favor del Reino. ¿Dónde y cómo podemos verlo hoy nosotros? En cada una de nuestras acciones y las circunstancias, que desde el corazón, con honestidad y con fe, siguen su ejemplo.
Volver a Galilea, volver a las raíces: Galilea, es el lugar donde Jesús comenzó. Jesús dejó un legado y un testimonio que se manifestó en esa humilde tierra. Ahora es la “NUEVA PASCUA”. Todo comienza de nuevo. PRESENCIA NUEVA de Jesús a los suyos, NUEVO CAMINO. ¿Por qué Galilea? ¿Es Galilea un símbolo de toda esta tierra que habitamos que ha dado la espalda al Padre y que sin embargo da signos de estar sedienta de un Dios que perdona, acoge y fortalece? Allí se encontraban los más necesitados, los excluidos, los explotados y desechados. Galilea era el retrato de lo que se vive en nuestras grandes ciudades, centros económicos de gran movimiento, pero con todos los grandes problemas sociales. Y ahora a nosotros también se nos llama a volver a trabajar a NUESTRAS GALILEAS (allí donde nos encontremos), comunicando la llegada del Reino. Si lo hacemos, nos encontraremos con Jesús.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Creer en la resurrección de Jesús para mí es hoy (o al menos debería ser) tener la absoluta confianza, el total convencimiento de que el proyecto que vino a proponernos TIENE SENTIDO, que vale la pena y de que Jesús va a cumplir su promesa de acompañarme y sacarme adelante a pesar de mis debilidades.
Por muchos años mi confesión de la Resurrección era una simple repetición de lo que aprendí de niña en el catecismo y escuchaba en mi casa, pero conforme he escuchado de la Palabra, he asistido a los talleres de lectura popular de la Biblia y he leído a Pagola, mis ideas han ido variando…y estoy segura de que para bien. Ya no se trata nada más de preocuparse por no ser “mala”, se trata de involucrarse como lo hizo Jesús.
Dios (el Dios de Jesús que él mismo nos dice que es nuestro padre), se subleva y le llena de vida, una vida en plenitud, porque el que vive de esa forma, es un hombre nuevo.
¿Dónde le encuentro?
¿Qué donde busco yo a Jesús resucitado? Si bien todavía espero encontrarlo también en el templo, ahora sé que de seguro lo voy a encontrar en el prójimo. No es tarea fácil porque eso implica un cambio de mentalidad. A veces incluso tengo conciencia de que no me es nada fácil, y…. ¡ya no se diga el amar, sino incluso ser acogedora con algunas personas, tanto cercanas como lejanas! Sé que eso no está correcto porque Jesús no hacía acepción de personas… pero es un proceso… debo pedir de corazón poder aprender a vivir como Jesús.
Hay personas que sirven sin hacer mucho aspaviento. Tratan de ser solidarias con el que lo necesita, tratan a todas las personas por igual y tienen siempre una palabra positiva y de esperanza. Si he de señalar un aspecto negativo no es tanto en ellas como en los que les rodeamos y a veces nos “aprovechamos” de su disposición y se les critica y juzga muy duro por los defectos que como humanos tienen.
Yo le busco en la contemplación de los relatos evangélicos y en sus testigos vivos.
Me emociono cuando contemplo a tantas “Teresas de Calcuta” a nuestro alrededor, viviendo lo que hacía el Maestro y convenciendo a cuantos las contemplan (incluso aunque no sean creyentes).
Y es que descubro : “ver” como él ve; “acoger” como él acoge; realizar “ofertas personales” como él las hace; “descubrir” al Padre y la causa del Reino como él lo entiende y vive; “asumir” las claves de vida como él las asume y… un largo etcétera.
“Ir a Galilea” y encontrarme con él: es mi tarea y desafío en estos momentos.
El grupo Nazaret: también es y espero que siga siendo un compromiso firme para mí.
¿Dificultades?: básicamente en la cultura que nos rodea que tantas veces va contra el plan de Dios y es fácil dejarse arrastrar. También otra gran dificultad es la Iglesia institución por sus muchas deficiencias en cuanto al seguimiento de Jesús.
Para mí creer en la Resurrección es lo más difícil de mi vida espiritual de fe. Pero me fío de Jesús y pienso que vamos a vivir para siempre, aunque será una forma de vida en otra dimensión que mi mente no alcanza…
Eso me supone que puedo afrontar la vida con esperanza porque a pesar del sufrimiento y dificultades, existe un estado de felicidad eterna que me hace vivir pensando que merece la pena pasar por este mundo.
Por supuesto que no ubico esta realidad en una religión caduca y mortecina, sino con mucha energía, dinámica, alegre.
Yo tuve, hace pocos años, una gran “piedra” que apartar, pero, por fin llegó “el joven del sepulcro”, el mensajer@, (una persona muy querida por mí) y me di cuenta que, podría salir de la situación que me angustiaba. Y así ocurrió.¡¡Ésa fue mi resurrección!! Ya no estoy angustiado ni asustado, sino muy feliz, porque sé que Dios, con su Amor infinito, me perdonó y me acogerá cuando me llame.
COMPROMISO:
¿Qué podemos hacer para escuchar mejor a Jesús en este grupo?
Estar atentos y contemplar los textos evangélicos que se nos propongan, con la finalidad de asimilar, seguir, cumplir… nuestros propios compromisos y los que se propongan en grupo.
Convertir en testimonio nuestro aprendizaje sobre lo que Jesús nos vaya revelando a través de sus enseñanzas y de nuestras relaciones con “el prójimo”.
Fomentar la formación de otros grupos presenciales, con personas dispuestas a seguir el Camino de Jesús, y mientras le van conociendo cada vez más, escucharles porque así también podemos escuchar a Jesús en las palabras que él les va revelando.
Encontrar a Jesús allí donde haya un marginado, un refugiado pasando frío, hambre, injusticias, guerras, mujeres, hombres y niños, maltratados, asesinados, etc., tanta sin razón, que vive nuestro mundo.
Pienso que los cristianos necesitamos cosas prácticas para vivir la dimensión espiritual con autenticidad; como por ejemplo compartir las dificultades cotidianas, entusiasmarnos en proyectos solidarios, rezar en compañía, dejarnos calar por la Palabra de Dios, trabajar y luchar en el día a día las enseñanzas que Jesús nos dejó y hacerlas presentes.
Jesús nos ofrece este grupo para aprender a seguirle aceptando las diferencias que hay entre nosotros.
Estas oraciones han surgido del GVJ Nazaret:
¡Señor!, yo quiero aprender a “ir a Galilea”. No sé cómo hacerlo ni qué concretamente tengo que hacer, pero Tú me lo puedes mostrar a mí y a todos mis compañeros, ilumínanos con la palabra oportuna y danos ilusión. Si se nos nota la alegría, muchas personas nos preguntarán cuál es el “secreto” y podremos contestar con todo entusiasmo “ha resucitado”.
Te pido, Cristo Resucitado, que renueves mi corazón cada día, para la “escucha” y la “acogida”. Que viva con ilusión y gozo.
“Cristo resucitado, que tu Espíritu sople fuerte en nuestras comunidades parroquiales, para que sean comunidades vivas, que presenten el Evangelio como Buena Noticia, con valentía y coraje”.
¡Señor!, que en mis relaciones, dé testimonio del amor que nos das.
Que al calor de la fe en Tu Resurrección, sepa abrigar la frialdad de mis miedos y la de los que se sienten desamparados. Dame fortaleza para seguirte en los caminos que llevan a Galilea.
¡Gracias por darme la esperanza de poder reencontrarme con los seres amados que murieron!
«A Ti, Resucitado, te digo que resucites en mí la esperanza que a veces decae.
A Ti, Resucitado, te pido ilusión para llevar los inconvenientes de la vida.
A Ti, Resucitado, te doy gracias por invitarme al maravilloso espectáculo de la Naturaleza que en muchos aspectos muere y vuelve a brotar con esplendor.
A Ti, Resucitado, te suplico que remueves en nuestra Iglesia el coraje de sentirnos transmisores de la VIDA que no se acaba». Amén.
SALUDOS Y FELIZ 2017 A TODOS LOS G. de J. : GVJ NAZARET :
Esteban Aurre, Iciar Martinez, Jesús Fuster, Puri Ugarte, Reynaldo Reyes, Xinia Mª Flores
Queridos amigos y amigas, el GVJ Maranatha os compartimos nuestra vivencia del tema 6 con la esperanza de que suscite también en vosotros deseos de seguir a nuestro buen Jesús.
Acercamiento al texto evangélico
El proyecto de las mujeres:
Jesús mantiene entre sus seguidores y discípulos a mujeres y hombres en igualdad de condiciones; pero es a ellas, las despreciadas por todos y acogidas por Jesús, a las que se les da la primera revelación de la Resurrección. Las mujeres del pasaje evangélico demuestran como nadie el amor y el agradecimiento a Jesús; fueron las que primero captaron que el Amor se paga con amor. Su presencia nos habla de cómo vencer el miedo, aun cuando los varones seguían escondidos. Es curioso, sólo tres mujeres acudieron, nadie más,… son las “humildes y sencillas” de corazón, y son ellas las que darán la noticia a los demás de que Jesús ha resucitado.
La piedra del sepulcro:
La piedra que cierra el sepulcro es un impedimento para llegar hasta donde está Jesús, pero ellas esperan que alguien las ayude a moverla; a pesar de ello, no les importó y acudieron. Puede ser interpretada como la muerte a la que el Señor venció resucitando a Jesús. Lo imposible resulta posible y cierto con el Señor.
El mensaje del joven:
El joven es un ángel, es un enviado del Señor, su testigo, reflejo de que lo que ha pasado no se puede atribuir a elementos mundanos, sino al Padre. Les dice lo que hay que hacer: ir a Galilea. Lo más importante de su mensaje es que Jesús de Nazaret ha resucitado: ¡no está aquí! El error de las mujeres es buscar a Jesús en el sepulcro ya que Él les dijo que resucitaría. Si queremos buscar a Jesús, al crucificado que dio su vida por nosotros, no lo encontraremos en el sepulcro, no está en la muerte, lo encontraremos en la Vida.
«Lo veréis en Galilea»:
Porque allí empezó todo su proyecto del Reino. Jesús nos señala en camino. No agobia, nos ofrece su vida y su mensaje para que lleguemos al Padre y tengamos una vida plena. No se trata de alcanzar la meta que logró Jesús, esto es inalcanzable para todos nosotros. Más bien se trata de progresar continuamente en la medida en que nuestras fuerzas y nuestras circunstancias lo permitan. No buscar la perfección, porque no la vamos a alcanzar, sino avanzar, avanzar, avanzar.
«Él va delante de vosotros»:
Como ovejas de Jesús, sabemos que va delante de nosotros. Por eso hablamos de “seguimiento”. No somos arrastrados por la fuerza, sino que reconocemos su voz y lo seguimos ya que su Palabra es siempre actual. Él va delante de nosotros siempre aunque muchas veces queramos nosotros ir delante; pero si Él nos precede todo es diferente, realmente, aunque encontremos dificultades, sentimos su todo su aliento dándonos ánimo
Acercamiento a la vida
¿Qué sentido tiene vivir sabiendo que con la muerte se acaba todo? ¿Qué sentido tienen los Evangelios si Jesús no resucitó? Cristo Jesús está vivo, yo no le hablo a un muerto, ni a una imagen. Él está cobijado en mi corazón, ahí está su Templo. Mi fe me hace encontrarme con Él en cualquier parte, aunque donde más fácilmente encuentro a Jesús VIVO es en el Sagrario, en la Eucaristía, ahí no tengo que “imaginarme su presencia”, pues creo firmemente que está con todos sus sentimientos; también está en la naturaleza, en el silencio de la mañana, en el camino, la verdad y la vida. Él está en todas partes, está en la unidad, es el Cristo cósmico, es presencia divina. Por todo esto, CREER en la resurrección de Jesús es TODO:
-Es saber y experimentar que me GUÍA y ACOMPAÑA día a día aunque, a veces, las preocupaciones de la vida, para mí, son como la piedra del sepulcro. Es creer en el Dios que no abandona a sus hijos nunca.
-Es creer en MI PROPIA RESURRECCIÓN y en «un cielo nuevo y una tierra nueva donde Dios sea todo en todas las cosas».
-Significa ESPERANZA, que todo es posible (incluso lo aparentemente imposible). Que existe otro Reino que no es visible a nuestros ojos, pero que está cerca, que todo no termina con la muerte, que Jesús no desapareció para siempre sino que está a mi lado.
-Tengo que creer en la resurrección de Jesús y tener FE porque con mi mente humana limitada no lo entiendo.
-Para mi es la razón de mi fe como dice San Pablo: “si Cristo no hubiese resucitado vana sería nuestra fe”, y es el ENCUENTRO con Él en mi día a día lo que me da CONFIANZA y ALEGRÍA; también me invita en cada momento a ver y escuchar a las personas que va poniendo en mi camino. Por eso, busco a Jesús a través del amor hacia los demás. AMAR y COMPRENDER a los míos, sobre todo comprender porque amar ya les amo; mirar, acercarme y amar al prójimo, tener gestos con ellos como hacía Jesús. No ser indiferente a sus problemas y necesidades. Ser más tolerante con quienes no opinan como yo. Apoyar las causas justas. Intentar desprenderme de mi ego. Esto es para mí “Volver a Galilea”
Este Grupo es nuestra “Galilea”: Desde el primer tema hemos empezado a trabajar, pensar, sentir y aprender entre todos el camino de Jesús desde su base, desde sus comienzos; es de una inestimable ayuda en mi conversión personal. La actitud y el camino recorrido de otros miembros de nuestra familia MARANATHA son ejemplo y estímulo para que me mantenga firme en el camino iniciado y pueda avanzar.
Mi compromiso tendrá que ir encaminado a estar atento a la invitación de Jesús, a estar a la escucha de lo que me pueda sugerir para que mi vida sea más «cristiana». Y rogarle la fuerza de su Espíritu que me permita romper ataduras. Queremos contagiar en nuestros ambientes esta Buena Noticia, renovar nuestro seguimiento y compromiso con una Iglesia más evangélica, más comprometida, solidaria y misericordiosa, más auténtica y coherente.
Oración
Jesús, hermano, ya ves la gran losa
que me tiene aprisionado en el «mundo de los muertos»,
ya conoces mi debilidad y flaqueza.
Aparta de mí, de tu iglesia, los obstáculos
que nos impiden «ser luz pura en el Señor».
Muéstranos el camino a recorrer detrás tuyo
y que, a través de nuestras vidas,
se transparente tu resurrección,
una vida nueva sin vestigios ya de muerte. Amén.
Ricard, Paco, Marivi, Maripili, María, Manuel, Javier, Isabel, Francis, Carmen, Antonio y Ana Vilma
El don de la Sabiduría. Que nos ayude a comprender la forma de ayudar a los que divagan en el no saber, a los que confunden sus vidas con tanta programación disociada de valores y sin una conducta directriz que los lleve por el camino del encuentro verdadero con el creador
Es muy difícil ayudar en este contexto en el cual vivimos. Se daría una salida más bien individual, de familias, pero por sobremanera educar a los adultos enfermos, ellos son los que tendrían que estar en la mira de las acciones para reivindicar La sociedad.
Comenzando por los medios de difusión, las programaciones sin escrúpulos y estética , la carencia de programas de educación popular, en fin una acción mancomunada de varios frentes
Lo veo tan difícil, es tan grande la sociedad en la que vivimos, son tantas las personas, es tal la anarquía, donde cada cual se maneja por sus propios pensamientos masificados
Eres TU DIVINA SABIDURÍA LA QUE TIENES QUE OBRAR EN LOS CORAZONES
HEME AQUÍ SEÑOR
LAURA
GRUPO VIRTUAL KAIRÓS.-
TEMA 6: «ID A GALILEA…ALLÍ LO VERÉIS.» Mc. 16, 1-7
Somos el grupo Kairós y queremos compartir con uds. nuestro acercamiento al texto evamgélico.
La Resurrección de Jesús es uno de los temas más importante del Evangelio y así lo recalca el autor sagrado al mostrarnos a las tres mujeres que primero se enteran. Ellas han merecido este mensaje, porque siempre tuvieron amor, fe y confianza en Jesús. Y fueron más valientes.El cuenta con las mujeres para que vayan anunciando su Resurrección.
La presencia de Dios penetró en la vida de las mujeres, ellas tienen que contar lo que han visto…son las verdaderas seguidoras de Jesús,tienen que ir a reunir a todos, convencerlos y volver a Galilea.
Fueron estas tres mujeres que por Amor y Fidelidad al Maestro dieron muestra de valentía y coraje en tiempos de peligro y persecución. No trepidaron en ir al sepulcro a pesar del gran obstáculo: ¿Quién nos correrá la piedra?
Aún no se han dado cuenta de quien es realmente Jesús o no comprenden las palabras que El había dicho.. Se quedan en la percepción del crucificado y se centran en su dolor. No ven más allá y por ello, también se asustan ante el joven y ante la piedra corrida.
A ellas las mueve su gran amor a Jesús.
«Vuelvan a Galilea que allí estaré» ¿Por qué Galilea?
Porque Jesús en ese lugar realizó toda su vida y su obra. Allí lo conocieron, lo amaron, lo siguieron, fieles hasta el final en la cruz…y más allá.
Por eso El quiere encontrarse con todos en Galilea. Enseñarles (enseñarnos) que el seguimiento debe ser total. Seguir su vida es pasar por la cruz y ser cristos que hacemos el mismo camino para al fin, resucitar. Volver a la vida como el Hombre Nuevo, la Nueva Humanidad que sigue a Jesús…El adelante, el Hombre Perfecto.
Se destacan dos cosas:
__ el mensaje: » ha resucitado, no está aquí (…) irá delante de vosotros a Galilea, allí le veréis como os dijo»
Es un mensaje clave para los cristianos, que después de lo pasado, la muerte no es el final, que podemos trascenderla.
___las mensajeras: son las mujeres a quienes se les revela esta noticia de que no está ahí, ha resucitado. No creo que fue una casualidad, eran las menos asustadas con todo lo que había sucedido, quizás las primeras en asimilar su muerte, por ello, las primeras en tener la satisfacción de saber de la Resurrección de Jesús y que hay que seguir andando.
Somos un Grupo de Jesús, queremos ver dónde vive, deseamos aprender a vivir como El, pero ¿dónde podemos verlo y cómo podríamos verlo, hoy, nosotros?
Es Jesús mismo el que me da la respuesta, pero a veces no la escucho o no estoy atenta.
Y, ¡qué gran momento el que Jesús me permita pertenecer a este grupo y poder contemplar estos textos evangélicos con todos, porque siento la iluminación del Espíritu Divino.!
«El va delante de vosotros a Galilea, allí lo veréis tal como os dijo»
Galilea es el lugar donde nos dice el Evangelio, que Jesús nos enseña a vivir como lo hace El. Allí está la gente sencilla, la gente necesitada, los excluídos, sus seguidores, los que tienen hambre, los abandonados.
Jesús se sintió bien con cada uno de ellos y ellos encontraron en Jesús lo que necesitaban para ser felices. Ahí también eligió a sus discípulos, a sus amigos.
Creo que encuentro a Jesús en los más necesitados, hambrientos, enfermos, ancianos abandonados, excluídos de la sociedad.
Sí, ahí está Jesús.
Creo en la Resurrección de Jesucristo y lo busco… ¿en los demás?…¿en el Santísimo?…¿dónde está el Señor de mi vida?…¿cuál es esa piedra tan pesada y quién me ayudará a moverla?…¿dónde se lo han llevado?
Y la lectura nos dice que en Galilea nos espera, que está vivo y ahí nos veremos.
Pero soy tan débil que sola no llegaré, mas sé bien que El caminará a mi lado y me enseñará el camino…¿nos vemos en Galilea?
Cuando nos guía el amor de Jesús a los hermanos e intentamos perseverar, Dios mismo trabaja con nosotros y nos ayuda a quitar las piedras que no necesitamos…aunque a veces nos parece que el camino se nos hace cuesta arriba o que no logramos avanzar.
Lo más importante del mensaje del joven es que Jesús ha resucitado. El ya no está donde lo buscaban las mujeres, el poder de Dios es más fuerte que la muerte y su Amor tan grande que el resucitado caminará para siempre delante de sus discípulos, abriendo nuevos caminos hacia un mundo más de hermanos.
¿Me lo creo yo de verdad, hoy?
Me parece que ha menudo se me olvida y dejo que una gran piedra, que se llama resignación, me cierre caminos.
«No os asustéis»
Los creyentes no podemos asustarnos. Nunca. ¿De qué nos tenemos que asustar? Va delante de nosotros, camino de la eternidad. Somos seguidores de un Dios Vivo, El vive una experiencia personal con nosotros, camina cada día, a cada momento, somos cada uno de nosotros singulares y especiales, precisamente porque El nos transforma y nos pule, librándonos de lo que mata nuestra libertad. No estamos solos. Meditemos muchas veces la expresión de Jesús: «Paz a vosotros»…incluso después de haber sido crucificado por los hombres, Dios continúa ofreciéndonos su amistad.
Desde la Resurrección de Cristo sabemos que el Amor es más fuerte que la muerte. Vivir haciendo el bien es la forma más acertada de adentrarnos en ese misterio.
Compartamos todos los cristianos la luz de la resurrección que cada día nos ilumina y nos guía. Unicamente el Resucitado es Señor de la Vida y de la muerte.
Creer en el Resucitado es ciertamente vivir consciente de su compañía. Vive hoy y vive en nosotros a través de su Espíritu Santo que siempre nos alienta y nos sostiene.
Creer en la Resurrección es creer una vez más en la Palabra de Dios…estoy pensando y creyendo que Cristo vive en mí. Lo voy descubriendo poco a poco con su ayuda, con su guía.
Voy comprendiendo que tengo que buscar a Jesús resucitado sin miedo a que me pida cosas difíciles y estando siempre dispuesta a empezar de nuevo.
No estamos solos.
ALGUNAS ORACIONES.-
«Pido a Jesús que sea capaz de ser testimonio de su Resurrección y cuente conmigo para que lo vaya anunciando…aunque me sea difícil. Amén»
«Que el mensaje de la Resurrección nos impulse a superar las dificultades y que sepamos leer la presencia de la mujer en nuestras vidas,como mensajeras de buenas y trascendentales noticias. Amén»
«Cristo Jesús, Señor y compañero de camino.
Gracias por tu presencia en mi vida, siempre pacificadora, siempre respetuosa, siempre discreta, pero siempre cierta.
Gracias, porque me sostienes, porque tantas veces con el salmista puedo rezar: «aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú vas conmigo.
Enséñame a ser fiel a tu presencia, a salir de mi egoísmo para ser siempre una mano tendida. Amén»
«Cómo quisiera seguirte, Señor, como lo hicieron las tres mujeres, cómo aceptaron tu mensaje y partieron a Galilea a dar la Buena Noticia…cómo quisiera ser tan valiente para volver a Galilea y empezar de nuevo.
Yo sé que Tú vas delante, que guías el camino, que Tú eres el Camino y también sé que para lograr resucitar debo pasar por la cruz.
Fortaléceme Jesús y nunca me dejes sola; mira que soy débil y cobarde y me asusta empezar de nuevo.
Pero lo haré, porque siento que estás conmigo y me acompañas y también escuchas mi oración de petición, porque me conoces y me amas con un amor tan grande que no lo alcanzo a dimensionar.
Amado Jesús, te doy gracias por la Fe que tengo, aunque pequeñita me permite volver a Galilea. Amén.»
Con mucho cariño,
LUCILA, ILSE,MARIA IGNACIA,LOLI, MARGALIDA, CARMEN Y FLORENTINO.
GVJ KAIROS.-
Somos el Grupo Virtual Galilea. Aquí os dejamos algunas reflexiones sobre el tema 6. ¡Id a Galilea! ¡Allí lo veréis! ¡Qué palabras tan impresionantes! Un abrazo para todos.
Antonio, Manolo, M. Carmen, Loli, Meli, Mercedes, Adelaida, Pilar, M. Pepa. M. Cruz y Constanza.
Compromiso como grupo
Hacemos nuestras las palabras de José Antonio Pagola: «Nuestra mejor aportación a reavivar hoy en la Iglesia el movimiento de seguidores de Jesús es nuestra propia conversión.»
No son las seguridades de este mundo las que nos llevan a Dios. Y de ellas queremos desprendernos.
Seguir a Jesús por los caminos de Galilea es una aventura a la que hay que llegar ligero de equipaje. Él nos marca el camino.
Somos débiles e imperfectos, pero aspiramos a tener las sabiduría y la constancia y, sobre todo la confianza en Dios, para volver una y otra vez al camino. No importan las veces que nos desviemos: lo importante es volver. Jesús es nuestra fuente de alegría y quien nos da la fuerza verdadera.
El grupo es básico porque Jesús nos ha convocado, porque encontramos la fuerza en los otros. Pero está claro que ahí no acaba la cosa. Jesús nos ha reunido para que hagamos lo que él hizo: salir de nosotros mismos y llegar a los demás con la misión de hacer este mundo más humano. Es una misión que nos trasciende.
A continuación destacamos algunas frases que nos han calado especialmente.
Del acercamiento al Evangelio
– ¡Cuántas piedras que remover en mi vida! Sobre todo, los miedos. Miedo a sufrir, miedo a lo que pueda suceder fuera de control o a no poder superar situaciones difíciles. Miedo, miedo, miedo.
– No acabo de pasar de la zona de “los muertos” a la de la Vida. De las sombras a la Luz. Tengo que dar el paso y dejarme de andar buscando seguridades y llegar a la Confianza sin límites. Solo ello me traerá Paz.
– María Magdalena tuvo que dejar atrás toda su experiencia de muerte, todo su dolor, y aprender a reencontrar a Jesús en la experiencia de la fe.
– Volvamos a Galilea, una y otra vez, a recorrer el camino atentos a su vida y su mensaje, en la seguridad de que Él va a nuestro lado.
– El amor que sienten las mujeres es más fuerte que el miedo a lo que les pueda ocurrir.
– La piedra que nos aplasta el alma, que nos llena de miedo y nos paraliza, solamente puede ser quitada por la fe en Cristo.
– Lo más importante de su mensaje es que les dice: «No os asustéis, no tengáis miedo». Esto no se termina aquí, en un agujero triste y oscuro.
– Jesús nos invita a volver al origen, al principio. A dejar atrás lo que nos estorba y a quedarnos con lo esencial, que es el AMOR.
– Fueron ellas, las más débiles, las más desamparadas, las que no lo abandonaron, las primeras en saberlo. ¡Qué simbólico y qué regalo les dio Dios!
– «No os asustéis. Ha resucitado. Va delante de vosotros». Estas palabras nos invitan a caminar, a afrontar lo que nos venga, en la vida propia, en la familia, en la sociedad, con esa confianza que nos dice que la luz va a vencer a las tinieblas, que hay siempre un amanecer con el Resucitado, que Él está con nosotros abriéndonos camino.
– La esperanza es el sueño del hombre despierto, donde la fe está viva, donde hay la convicción de que el amor todo lo puede.
– En el seguimiento del Señor creo que es fundamental volver una y otra vez, «saber volver a Galilea» donde empezó todo.
– Supongo que esa enorme piedra representa todo aquello que nos impide ver a Jesús crucificado. No sé quién podrá correrla, pero no me preocupa. Las mujeres también iban preocupadas por lo mismo y se la encontraron movida. ¿No será que el Resucitado ya la ha quitado?
– Craso error: buscar donde no se puede encontrar. Buscaban, busco, a Jesús donde solo hay muerte.
– Ser seguidor, de Jesús en este caso, es justamente eso: ir detrás de. Seguir las huellas del que va delante. Y esto debe darnos la confianza de que pisamos por terreno seguro, Jesús ha pisado esos caminos antes que nosotros. Su Espíritu nos acompaña.
– Nos preocupamos por cosas que no tienen importancia. Por muy grande que sea la piedra que nos encontremos en la vida. Él estará siempre ahí a nuestro lado.
– A Jesús hay que buscarlo entre los vivos, entre el prójimo, acogiendo, perdonando… y aprendiendo a vivir como Él, y como dice Pagola ir siempre caminando detrás de Él.
– Y eso es ir a Galilea, tomar el camino de entrega amorosa, servicio, honradez y dedicación que Él tuvo en vida, rumiar sus palabras hasta hacerlas carne de mi carne. Hacer mío lo que aprendí de Él. Tenerlo en cuenta en lo cotidiano.
Del acercamiento a la vida
– Señor soy débil, cobarde, torpe… ¡Sin embargo, quiero caminar!
– Todos nosotros vivimos «ensayos de muerte-resurrección» a lo largo de toda nuestra vida. Nos vamos despidiendo poco a poco de ¡tantas cosas! Seres queridos incluidos. Se nos van abriendo luego nuevos horizontes. Hay que «morir, para resucitar» y así hasta nuestro último día en que esta experiencia, largamente ensayada, será definitiva.
– Jesús resucitado está entre nosotros, por supuesto que no en una Religión de «seguridades», de ritos y normas tranquilizantes, sino en arriesgar por Él, en la aventura de la vida, poniendo en marcha nuestras capacidades recibidas y agradeciéndolas.
– Quiero vivir cada «muerte-resurrección» que la vida me vaya deparando… Vivirla, desde mi «profundidad», es decir, desde ese lugar donde Él me habita y saberle reconocer en cada circunstancia.
– Quiero optar siempre por la Vida, por la Luz y dejar atrás los miedos y los complejos de culpa que me impiden caminar ligera.
– Me gustaría saber cómo poder contagiar el entusiasmo por Jesús. No sé como hacer… Creo que se empieza por cambiar el recorrido que se ha hecho de mucha doctrina (aunque sea necesaria). Pero ha habido mucha norma, mucha dogmática, mucho ritualismo y menos vivencia, menos profundizar en la persona de Jesús, su Vida y su Mensaje. En una palabra: «Volver a Jesús», como dijo el Papa recién iniciado su Pontificado.
– Somos Vida y como tal estamos destinados a otra dimensión existencial.
– Volver una y otra vez a “Galilea” con una esperanza renovada. Contagiar la alegría de vivir y la entrega que te impulsa el seguimiento de Jesús.
– Él camina resucitado y nos resucita de todas nuestras muertes.
– Esa es mi conversión, el afianzarme a la esperanza, sabiendo que la vida hacia la que caminamos va a ser gloriosa.
– «El que está en Cristo es una nueva Creación; pasó lo viejo, todo es nuevo»(2 Cor 5,17). A esta esperanza podemos invitar a todos, mostrándola con el ejemplo de una vida renovada en el amor.
– ¿Qué podemos hacer para escuchar mejor a Jesús en este grupo? Yo no veo otra cosa que ser constante.
– El Espíritu del Señor habita en mí. Todo cuanto hay en mí de bondad, generosidad, paciencia, amor, etc., proviene de Él. Día a día, minuto a minuto debo ir dejándome cambiar desde dentro para que el Espíritu se despliegue en toda su potencia.
– Desde hace muchos años mi petición fundamental es: aprender a «vivir con Él» en el día a día, en cada momento y situación. No estamos «nunca» solos.
– Quiero que mi vida entera sea una “continua conversión” en el sentido de vivirla reavivando el seguimiento íntimo a Jesús, procurando comunicarlo a quienes entren en contacto conmigo.
— Procurar que mi comportamiento hacia los demás se vaya pareciendo progresivamente más y más al de Jesús.
Os dejamos también una oración que ha escrito una compañera:
Que yo sea capaz de ser sol en la tierra y levadura en la masa.
Que sea capaz de mirar por encima de mí y de aceptar tu llamada.
Que sea capaz de abrirme a la gratitud del amor que redime.
Que sea capaz de cambiar la dirección de mi mirada para poder mirar a Jesús de frente.
Por ello vuelvo hoy a Galilea, el lugar donde todo comenzó,
donde Dios me tocó al comienzo del camino,
de donde sacaré energías nuevas, de la raíz de la fe.
Y me dejaré abrazar por su misericordia
y así perderé el miedo a convertirme en testigo de Jesús.
¡Me pondré en camino!
Hola buenos días, soy Inery de Colombia. Coordino uno de los grupos de Jesús de mi parroquia (somos 5 grupos). Ha sido una experiencia maravillosa… cada taller lo desarrollamos en 4 encuentros y en el último encuentro hacemos un taller práctico.
Encontrar esta página me pareció maravilloso, creo que nos podemos fortalecer en esta experiencia. Me gustaría saber cómo lo desarrollan ustedes los talleres.
Grupo Virtual de Jesús “Emaús” – 30 de septiembre de 2015
TEMA 6. Vayan a Galilea. Allí lo verán (Mc 16, 1-7)
Nuestro saludo fraterno para todos los Grupos de Jesús, con quienes compartimos algunas de nuestras reflexiones en la alegría, el amor y la paz de Cristo Jesús:
► Acercamiento al Evangelio y Conversión Personal.
¡…Cuántos recuerdos debieron despertar en ellas las tierras de Galilea, donde habían vivido recorriendo sus caminos con Jesús! Las tierras donde Jesús les había mostrado cómo vivía…Sí, ese era un buen lugar para volverlo a ver…Sí, yo también quiero volver a Galilea, y vivir algo de lo que vivieron aquellas mujeres, sentir dentro de mi corazón la certeza que ellas sintieron de que todo iba a ir bien, en nuestras vidas, a pesar de las dificultades presentes en este caminar nuestro buscando a Jesús. “Sé que no sé buscarte, y no desisto..
¿Qué me induce a seguirte? ¿Por qué insisto en descubrir tu rostro?
Mi deseo…No sé si es fe…no sé si creo en algo…
¿en qué?…No sé…pero te busco..” Quiero concretar…
“Va delante de vosotros a Galilea, allí le veréis, tal como os dijo”. Es decir, Él está en la Galilea de mi vida y de mis tareas cotidianas. Ahí tengo que encontrarle cada día, ahí está mostrándome el camino, dándome fuerza, aliento, compañía y esperanza. Nunca estoy sola.
Me ha dado mucha luz en el comentario de Pagola de este tema cómo explica que para encontrarnos con Jesús hay que “Ir a Galilea”, es decir, hay que vivir lo que Él vivió y como Él vivió en Galilea: su acercamiento a los pobres Y necesitados, sus actitudes de compasión, cercanía, perdón, misericordia, amor. , servicio humilde.
¿Te parece enriquecedora la presencia de las mujeres en el grupo de los discípulos? ¿Por qué? Sí, me parece enriquecedora porque la mujer aporta al amor, conocimiento y seguimiento de Jesús elementos nuevos y complementarios que es necesario recuperar hoy en la mujer y a la persona y proyecto de Jesús.
¿Dónde busco yo a Cristo resucitado? Allí donde renace el amor, la vida y la esperanza. Allí donde se crean lazos de fraternidad e igualdad. Allí donde la solidaridad y la justicia se hacen realidad. Allí donde las personas se ponen en pie y no se postran o pierden su dignidad ante todo ídolo que le esclaviza.
Y si es enriquecedora la presencia de las mujeres con Jesús porque él las valoraba en aquella época tan machista y las quería. Sí, me gustaría experimentar que Cristo vive en mí y saber que me acompaña en mi vida cotidiana. Estoy dispuesta a comenzar mi seguimiento a Jesús pero necesito motivación, por ejemplo Los Grupos de Jesús me motivan y espero aprender en este grupo a ver a Jesús alentando mi vida…
Galilea me suena a la cotidianeidad… Al valor de cada instante de la vida… También a los espacios nutricios de los orígenes… a lo esencial… a lo sencillo de la vida con los otros… o a los momentos donde nos encontramos con nuestra vulnerabilidad y posibilidades reales de ser humanos. Estoy dispuesta a seguir caminando la vida y buscando maneras de amarla y servirla, comenzando por mi misma que me cuesta bastante; desde esa propuesta de Jesús que atrae a compartirla y crear nuevas maneras de hacerlo con los otros. Este grupo de Jesús, es decir, ustedes son referentes de camino que me animan a no quedarme sentada y confiar en su Amor.
El texto evangélico, aunque mil veces leído, vuelve a interpelarme y descubro cosas nuevas: Lo primero de todo el valor de las mujeres y su FIDELIDAD a Jesús. He pensado en qué podría yo comprar hoy para ofrecer a Jesús y os relato mi pensamiento:
• Buena dosis de gratitud y de amor. Amor que se ha de manifestar en una actitud en mi vida de cada día de entrega desinteresada a los que tengo a mi alrededor y a quienes no tengo tan cerca.
• Buena dosis de misericordia y de perdón.
• Buena dosis de empatía para saber ponerme en el lugar de los demás y no enjuiciar a priori nada ni a nadie.
• Tener muy presente mi conciencia social y promover la justicia y solidaridad.
MI GALILEA AHORA, “allanar el camino y favorecer la vida cotidiana: amando, transmitiendo la alegría de sentirme hija de Dios, perdonando, acogiendo, transmitiendo sentimientos de gratitud…
El gesto de María Magdalena, de María la de Santiago y de Salomé es una respuesta de amor y de gratitud al amor de Jesús hacia ellas: El las escuchó, las acogió, las protegió, les brindó su amistad, les devolvió la dignidad, y sobre todo les hizo sentir que las amaba.
Estoy totalmente dispuesta a reavivar mi seguimiento a Jesús y para ello manifiesto mi compromiso con todos ustedes querido grupo Emaús para acompañarlos en este “ir a Galilea”.
¡AMADO JESÚS, JUNTOS CAMINANOS HACIA GALILEA A REENCONTRARNOS CONTIGO!
Nuestro abrazo para todos.
MONY, P. ÁNGEL, BEGO, TERE FERRER, TERE ROST, AMPARO, PILUCA, COVADONGA, ANA MARÍA, JORGE, ESPERANZA
Ya están los arrantzales en sus barcas, oteando el horizonte, donde el cielo se junta con la tierra en un abrazo.
Gaviotas acompañan la partida, extendiendo sus alas, jugando divertidas.
Sobre la orilla del lago Galilea,
mujeres rederas se afanan cosiendo, su mirada furtiva perdida a lo lejos, su corazón gritando: ¡vuelve, regresa pronto!
Mientras los niños elevan al cielo sus cometas queriendo con sus sueños tocar las estrellas.
Un joven pasea por la orilla, mirando ensimismado hacia lo lejos las barcas que se alejan, surcando el lago.
Paciente aguarda el momento de su Gran faena en el silencio callado de la espera.
El día ha sido largo, las mujeres recogen presurosas las redes y los niños enroscan los hilos de sus cometas,
Ya vuelven cansados de faenar, hombres curtidos, trayendo hacia la orilla la carga pesada de su esfuerzo.
Detienen su mirada en el extraño paseante, ¿quién es él que miró primero?
Regresan las gaviotas tierra adentro y una voz potente irrumpe en el silencio, ¡»EH, VOSOTROS, VENID, VENID CONMIGO, Y OS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES Y MUJERES»!
Jesús se detiene, se acerca, posando su mano en cada uno, asiendo con fuerza su vida, exhalando sobre ellos su aliento.
Y el corazón responde siempre, cuando el amor se hace presente; ya no hay afán, ni lucha, ni zozobra, sólo el latido gozoso, acompasado que va meciendo nuestro anhelo.
Lago Galilea, duerme ya tu sueño, mañana será otro día, y habrá un trinar nuevo de gaviotas.
Anoche nos reunimos con el grupo de Madres Jóvenes en la CEB de la Colonia El Paraíso en Mejicanos. Dos cosas me llamaron la atención. (1) Todas coincidieron que lo que la Iglesia ha enseñado (predicado, en catequesis…) sobre la resurrección de Jesús queda en el aire, sin comprensión y sobre todo no toca la vida. (2) En El Salvador somos privilegiados porque con Monseñor Romero empezamos a entender lo que significa «resucita».
Él anunció: «Si me matan, resucitaré en el pueblo Salvadoreño». La muerte no pudo acabar con Romero y hoy está presente más que nunca, sigue llamándonos. Sus palabras vivas de hace 35 años son actuales y nos convocan. Hoy Monseñor nos pide que «vayamos a Galilea y que ahí lo encontraremos»: haciendo lo que él hizo y lo que él dijo, defendiendo la vida (de los más débiles)…
Es una gracia profunda que nos ayuda a arriesgarnos a creer en la resurrección de Jesús. La vida resucitada de Monseñor Romero (una experiencia de fe muy cercana) nos motiva ir al encuentro con Jesús resucitado. Ya no dependemos de lo que nos han enseñado (en conceptos e imágenes que no comprendemos), sino que lo vivimos en la resurrección de Monseñor Romero en su pueblo. Los testigos de la resurrección tenemos una tremenda responsabilidad de vivir el evangelio, de vivir a Romero. Sin esa entrega, compromiso, servicio, nadie entendería lo que significa que «Romero resucita en su pueblo». Lastimosamente eso ha sucedido, que muchos que dicen creer en la resurrección de Jesús no viven consecuentemente…
La reunión nos ayudó a compartir nuestras reflexiones y vivencias de fe. Viviremos con más alegría la fiesta de la Pascua.
Hola Luis. Me parece una reflexión magnífica y muy oportuna a las puertas de la Semana Santa. Por acá en España, la tradición popular nos inserta muy fuertemente en la experiencia de la pasión y de la muerte de Jesús. Y, desde luego, no podemos pasar de puntillas por esta experiencia porque también ilumina nuestro caminar en la vida. Pero es la resurrección de Jesús la que da una clave de lectura distinta a todo ello y a toda nuestra vida. Es la resurrección la que hace que Galilea ya nunca sea la misma, ya no vuelva a ser la que fue. Ojalá esta experiencia de resurrección de Jesús y de sus seguidores, como Monseñor Romero, nos ayuden a vivir en consecuencia…
Gracias por compartirnos su reflexión y un abrazo para ti y para todas las madres jóvenes del Grupo de la Colonia El Paraíso, en Mejicanos.
Volver a Galilea tembién supone desprenderse por el camino de la «vieja religión» y sus ataduras y descubrir a Jeús de forma personal, viviendo en la libertad del Espirítu.
Él nos muestra la importacia de enamorarnos de toda persona que nos rodea, a la vez que Jesús nos enamora y nos hace pernanecer atentos a las necesidades que las personas que nos rodean, no creyentes, humanos sin techo, familias que no pueden alimentar a sus hijos y tantas otras…
Volver a Galilea tembién supone desprenderse por el camino de la “vieja religión” y sus ataduras y descubrir a Jeús de forma personal, viviendo en la libertad del Espirítu.
Él nos muestra la importacia de enamorarnos de toda persona que nos rodea, a la vez que Jesús nos enamora y nos hace pernanecer atentos a las necesidades de las personas que nos rodean, no creyentes, humanos sin techo, familias que no pueden alimentar a sus hijos y tantas otras…
Muchas gracias, Virginia, por participar.