Lucas 15,1-7
Entre tanto, todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo. Los fariseos y los maestros de la ley murmuraban:
—Este acoge a los pecadores y come con ellos.
Entonces Jesús les dijo esta parábola:
—¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va a buscar a la descarriada hasta que la encuentra? Y, cuando da con ella, se la echa a los hombros lleno de alegría, y al llegar a casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: «¡Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!». Pues os aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
- Ver el contenido de las dos reuniones de este tema en el libro Grupos de Jesús, de José Antonio Pagola
Primera reunión: Acercamiento al Evangelio
– Guía de lectura
– Acercamiento al texto evangélico
– Comentario
Segunda reunión: Acercamiento a la vida
– Conversión personal
– Compromiso en el proyecto de Jesús
– Sugerencias para la oración
Banco de oraciones
En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 13. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.
Materiales de profundización
En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 13 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.
Tema 13
Dios busca a los perdidos.
Lucas 15,1-7
Los fariseos y los maestros de la ley tienen una idea de un Dios severo, intransigente y castigador que no perdona, pero el Dios de Jesús es un ser compresivo y amoroso que está al lado de los hombres,sabe de sus penurias y pobrezas.
Él siempre da el primer paso para devolvernos al camino que nos lleva de nuevo a su redil, todos somos hijos amados suyos,ovejas de su rebaño,a todos nos quiere y no desea que ninguno se pierda, pero siente especial predilección por los perdidos,los débiles,los vulnerables,los que se distraen con facilidad deslumbrados por el mundo y sus placeres,los que acusa de sus miedos, rencores,celos y pecados se apartan de él para perderse en un mar de angustias e insatisfacción.
Esta hermosa parábola nos transmite la gran capacidad que tiene Dios de amar a sus hijos,en la del hijo pródigo vemos cómo respetando la libertad individual de cada uno de nosotros espera paciente nuestro regreso,en esta en cambio él da el primer paso y no se queda esperando a que volvamos nosotros muchas veces desorientados y tan perdidos que no encontramos el camino de regreso,no importa el motivo de nuestra perdida, él sale y nos carga en sus hombros para llevarnos de nuevo a su presencia a su calor a la tranquilidad de su casa y de su amor.
A los maestros de la ley que lo sabían todo,a los supuestos justos no les interesa en absoluto el mensaje redentor de Jesús, ellos son fieles cumplidores de la ley, cumplen los preceptos pagan el diezmo,están dentro de lo que es correcto no tienen que escuchar palabras de salvación porque ya están salvados.
Cuántas veces somos nosotros esos maestros que lo saben todo que se tienen por justos y no se dan por aludidos tampoco por la parábola,no hemos abandonado la casa del Padre y no nos hemos despistado del rebaño, pero también nos perdemos,nos desorientamos,nos vamos lejos y cuando estamos perdidos en el desierto, desahuciados, asustados,presos de nuestro pecado,de nuestra soberbia,de nuestro creer que nosotros no somos como esos a los que habla Jesús, entonces él aparece,nos carga en sus hombros y nos devuelve al redil y no solo nos lleva de vuelta, también se alegra,hace fiesta y lo comparte con los demás para que ellos se alegren con él.
La crispación, el materialismo y la frivolidad nos rodean y parece que todo lo que no sea disfrutar o experimentar nuevas sensaciones es tiempo perdido, vivimos invadidos por la prisa y los excesos, perderse en una sociedad así es fácil te envuelve y te aleja de la realidad,de lo que realmente es importante, nos sabemos débiles y vulnerables, pero nosotros mismos no somos nada,es entonces cuando nos sentimos identificados con la oveja perdida que se ha alejado del rebaño y no sabe volver.
Si realmente entendiéramos el constante abrazo de Dios no tendríamos miedo y ayudaríamos a buscar y acoger a los hermanos que están solos que sufren, que no tienen esperanza,no seríamos un obstáculo para los perdidos entre los que muchas veces estamos nosotros.
Jesús quiero ser la oveja perdida que va sobre tus hombros.
Quiero sentir tu felicidad en el reencuentro.
Quiero aprender de tu mano a interceder por mis hermanos.
Quiero ser humilde y pastor bueno para alguien a tu lado en el camino de Galilea
y sentir el polvo en mis sandalias.
Grupo virtual de Jesús 33
Alicia, Francisco, Gela, Juan José, María, Rafael, Valle
TEMA 13 – DIOS BUSCA A LOS PERDIDOS (Lucas 15,1- 7)
Acercamiento al evangelio
Una oveja perdida es la obsesión de Jesús. Jesús es incansable en demostrar en parábolas lo que Dios es, AMOR. Porque nos ama, perdona nuestro abandono, nuestra huida, y todavía nos busca y nos redime porque Él vino a nosotros «para buscar y salvar lo que estaba perdido». Jesús nos quiere hacer comprender que Dios es Amor y ante todo Padre de bondad, de misericordia, de perdón. Jesús vino a devolvernos la dignidad de hijos de Dios porque todos estábamos perdidos y a enseñarnos que Dios Padre se desvive por cualquiera de sus hijos porque Él es Amor y se ama, aún sin razones ni méritos del amado. Dios es amor misericordioso y por eso busca a los perdidos a aquellas almas que están vacías de su amor que es la única fuente de donde beber agua viva para poder encontrar nuestra esencia primera que no es otra que ser compasivos y misericordiosos con nuestros hermanos. Jesús nos enseña que el poder no se debe usar para oprimir sino para liberar y que todos como hijos de Dios podemos aspirar a vivir libres y en plenitud, bajo el amparo misericordioso del Padre porque sabemos que Él nunca nos abandona y que nos busca por todos los caminos.
Qué grande es la alegría de Dios cuando encuentra uno de sus hijos y lo trae de nuevo al rebaño porque Él busca la oveja hasta encontrarla, o sea incansablemente. Y en nosotros y con nosotros, va a buscar a otros que caminan sin norte, abrumados, esclavizados por las leyes de este mundo, sumidos en el pecado, en la oscuridad, busca a quienes lo necesitan para llenarlos de amor y esperanza. Con esta parábola Jesús nos invita a no condenar a nuestros hermanos y sobre todo a abrir nuestro corazón y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a aquellos que pudieran haber fallado en algún momento. Perdemos mucha de la alegría del Evangelio, al no salir a buscar a las ovejas perdidas como lo hizo Jesús porque el Señor sigue buscando, llamando a los extraviados a través del Espíritu Santo en las conciencias y corazones. Nosotros debemos estar atentos y alegrarnos cuando aparece una oveja que estuvo perdida, tal vez, Dios solamente quiere que nos unamos a la fiesta, a celebrar con gozo ese momento y ese será el momento en que ¡irradiaremos su luz!
Acercamiento a la vida
En este acercamiento a la vida hemos evidenciado tres circunstancias vividas:
El identificarnos con la oveja perdida
El sentirnos amados, buscados y hallados por Dios
Que no se nos hace fácil rescatar ovejas perdidas
Las modificaciones y exigencias de la vida y de las relaciones humanas, nos hacen cambiar los sentimientos y en ocasiones, indecisos, alejados de Dios y sin pedir su ayuda procedemos con errores, desaciertos, ligerezas, faltas graves. Nos sentimos perdidos como si hubiéramos huido de algo, sentimos un vacío, somos la oveja extraviada. En algún momento todos nos hemos sentido perdidos y/o vacíos y podemos comprender con la razón y el corazón los estados de desesperanza y confusión por las que pasamos cuando estamos perdidos de la mano de Dios.
Nuestra fe se fortalece y nos llenamos de esperanza al darnos cuenta que no estamos solos, ni perdidos. Qué alentador es tener la certeza que, aunque yo haga poco o nada como aquella oveja extraviada, Dios infinitamente amoroso me buscará, me hallará, me cargará entre sus brazos para llevarme con Él a su Reino de vida abundante. Es por eso que esta parábola nos toca tan profundamente y de diferentes maneras nos invita a llevar una vida de conversión al reconocer que fácilmente nos perdemos de la Presencia de Dios y que solo cuando volvemos a Él estamos seguros y a salvo porque Él es el que nos redime.
A pesar que estamos comprometidos y somos conscientes de nuestra responsabilidad en el proyecto de Jesús, realmente llevar el Evangelio a nuestra vida es lo que más cuesta, no obstante, con la ayuda del Señor trabajaremos con tesón para cumplir su voluntad, ayudar a los hermanos y acercar a otros a su encuentro. “Como Jesús llamaré a los perdidos dando apoyo con la Palabra, humanidad y amor”.
La vida espiritual nos orienta hacia Dios, ¡Que Jesús nos acompañe!
ORACIÓN
Necesito tu ayuda Jesús, porque en mis relaciones humanas, yo quiero ser más, más y más…pero en tu Iglesia, la de los bautizados en tu sangre, no hay un yo, sólo existe el NOSOTROS, que no incluye a otros yoes. Ayúdame con humildad y tu Espíritu Santo, a ser uno más en tu redil, donde no falta el compartir y tu amor misericordioso.
Aunque me has recogido tantas veces, y tengo experiencia del sabor amargo de las lágrimas y del dulce sabor de la miel de tu amor, sigo expuesto a peticiones que, sin tu ayuda, temo me aparten del redil. Fortalece Jesús, mi fuerza en Ti, aumenta mi amor por mí mismo y por mis hermanos y hermanas, has crecer mi Fe y dame tu Esperanza.
Gracias Jesús, por tu ejemplo de amor al ir tras los desesperados y hacer fiesta por su encuentro. Gracias por dar la vida por los amigos y por ser mi amigo también.
Amén
GVJ – 32 Adelino, Ana María, Guillermo, Nancy, Lucía, Wolfgang.
GDJ VALLE DE ELDA.
Fran llopis
TEMA 13
Dios busca a los perdidos (Lucas 15, 1-7)
Compartimos con todos nuestros hermanos nuestra reflexión:
DEL EVANGELIO DE LUCAS;
Esta parábola de Jesús nos da a conocer la bondad del Señor que se complace en la persona que reconoce su alejamiento por el pecado y vuelve al padre.
Reconocemos y vemos mucha similitud con la del hijo prodigo.
Creemos que el evangelio tiene el mismo fondo.
Es como un volver a la casa del Padre y reconocer que El Señor vino a salvarnos y a rescatarnos del peligro del mal. Pero tambien implica las ganas y la voluntad de parte nuestra para reconocer que Dios quiere sanarnos.
De la misma manera que también reconocemos que estamos pecando, y nos sentimos pecadores.
Cuando nos hacemos esta pregunta del evangelio;
¿Por qué los pecadores se acercan a Jesús? Pensamos en la parte donde Dios une con la Venida de Jesús los dos testamentos, de manera que aclara perfectamente lo que quiere transmitir, y no es ni más mi menos, que no juzgar, que entiende a las personas, que todos buscamos refugio y perdon por los actos impuros que cometemos.
Nostros imaginamos a DIOS desbordante de bondad, y sobre todo con un magnetismo difícil de ignorar. Hay que resaltar la actitud, de alegría, de compartir la buena noticia.
Aqui Jesús muestra la parábola de esperanza para la oportunidad de ser perdonados y volver a Dios.
Tambien propone un cambio para darnos cuenta como miramos a los demás y a nosotros mismos, y es probable que de esta manera si nos damos cuenta podamos volver a la conversión.
En esta reunión la parábola nos lleva a pensar más en nosotros mismos. ¿Y si la oveja perdida somos nosotros mismos? La parábola siempre nos hace reflexionar en que no todo lo que creemos bueno a los ojos del mundo, lo es realmente.
El Señor nos busca y pone todos los medios para que nos salvemos, insistiendo en encontrarnos, sólo, tenemos que dejar por voluntad propia todo lo que nos lleva al pecado y confiar en Dios.
UN ABRAZO HERMANOS:
COORDINADORES: ROSA, JAVIER, ANABEL Y FRAN.
ORACION ;
GRACIAS JESÚS, POR BUSCARME, CUANDO ESTUVE PERDIDO.
GRACIAS, POR ABRAZARNE PARA SENTIRME SEGURO.
GRACIAS JESÚS, POR LA PACIENCIA PARA CONMIGO.
POR EL REGALO DE LA FE Y TU BUEN HACER.
DAME SEÑOR, LA VOLUNTAD DE COMPARTIR CON MIS HERMANOS, TODO LO BUENO QUE ME DAS Y VIVIRLO EN ORACIÓN.
AMEN.
FRAN LLOPIS.
GVJ 31
Magistral insistencia.
La parábola de «la oveja perdida» responde a los que entonces -y a los que aún- no comprenden por qué Jesús daba un tiempo tan especial a los que más sufren, a esos a los que una sociedad superficial y consumista llamaría «los descartados».
En el contexto en el que fue redactada debió resultar casi revolucionaria, si consideramos que para la mentalidad judía toda debilidad era interpretada como merecido castigo, y si además se trataba de un pastor capaz de abandonar confiadamente al rebaño solo para buscar a una sola oveja perdida.
Hoy podemos entender que nuestro único Pastor es el Señor y que las ovejas somos todos los hijos amados de Dios, pero tamaña revelación nos sigue interpelando.
Amor incondicional.
El relato muestra a un Dios que nos creó y que nos ama con locura, que nos dio a conocer un Pastor que se ocupa en todo momento por el curso de nuestras vidas, que conoce nuestras limitaciones y nos alienta cada vez que nos sentimos perdidos o descarriados. «Nos ama tal como somos», solemos decir y nos da mucha paz poder sentirlo. Cuanto más conocemos a Jesús más de verdad lo sentimos y más fácil se hace el acogernos a nosotros mismos, aceptar nuestras aristas menos luminosas confiados en que el Padre nos dará la gracia de convertirnos en el ser en el que Él pensó para cada uno.
Apreciamos todos esta experiencia de grupo que nos ayuda a sentirnos discípulos que permanecemos siempre «en el camino», compartiendo nuestras miradas sobre problemáticas comunes y particulares. Hemos podido expresar esas resistencias, difíciles de reconocer, que nos distancian de algunas personas que aparecen como lejos del cómodo grupo que habitualmente nos rodea.
Declaración de entusiasmo.
Nos hemos preguntado cuál es nuestra actitud ante las claves que nos ha dejado el paso de Jesús y la respuesta ha sido: creer profundamente en su mensaje, sentirnos amados por Dios y estar siempre dispuestos a aprender a amar al modo de Jesús, pidiéndole al Padre que ilumine el camino de este rebaño virtual, que nos ayude a tomar conciencia de nuestros desvíos, que sigamos funcionando como buenos seguidores de Jesús siempre abiertos a reflexionar sobre nuestras posturas, dispuestos a abrazos más largos y a recordar que en toda circunstancia Dios nos busca y nos acoge.
Nos quedó resonando la alegría que inspira este mensaje, nos muestra a un Dios que comparte su felicidad cuando un «descartado» acepta su invitación.
Oración.
«Tengo que intentar vivir con la gracia de recibir a todos, acercarme a los más descartados.
Abrirles las puertas de la Iglesia, que no son las del templo, sino las de mi corazón.
Porque así me ama Dios, como una madre que cuida a su único hijo enfermo.
Nunca estamos solos, Dios nos acompaña siempre.»
Ma. Agustina, Nilda, Olga, Cecilia, Teresa, Dardo, Jesús.
En este texto hemos visto que lo más importante no es la oveja que se pierde, lo más importante es que esta oveja es buscada por el Pastor bueno.
El mensaje que nos da esta parábola es la certeza de que Dios nos busca, nos acoge, nos ama aun cuando estamos perdidos, lejos de Él y ni siquiera intentamos regresar.
Todos alguna vez nos hemos sentido perdidos, a oscuras y también nos hemos sabido buscados. La misericordia de Dios es gratuita, infinita. El experimentar esto será el motor que nos impulse a cambiar, no tanto el sentir el pecado, la debilidad.
Esta imagen de Dios Pastor bueno que va en busca de los perdidos, que Jesús nos transmite en esta parábola, si la conocieran, acercaría a Dios a muchos alejados.
Este Dios en salida, nos invita a ser como Él, a buscar y sanar lo que estaba perdido. Los cristianos, los seguidores de Jesús, somos los que tenemos que mostrar hoy el verdadero rostro de Dios, como lo hizo Jesús. La Iglesia tiene que abrirse, acoger, dar cabida a todos sin excepción, si quiere reflejar a este Dios Pastor bueno.
APORTACIÓN DEL GVJ 2 DEL TEMA 13 PARA LA WEB
Estimados amigos y amigas de Grupos de Jesús: El GVJ 25, les hace llegar la reflexión del décimo tercer tema del proceso de Grupos de Jesús, compartimos con ustedes lo que hemos dialogado y comentado.
El relato de Lucas nos habla de un pastor, que representa a Dios rescatando a una oveja perdida, que representa a cualquier ser humano que se descarrila, que se desvía del camino de la salvación, nos permite reflexionar en el profundo amor que Dios tiene por sus hijos, por todos, pero que se ocupa de los que se han equivocado, de los que se han perdido. Una vez más nos damos cuenta que Dios está ahí, cuidándonos, atento a lo que hacemos como el pastor con sus ovejas.
EL PASTOR
El pastor es el actor principal pierde, deja, busca, encuentra, carga, reúne, dice y finalmente se alegra. “La conversión en la vida del pecador es causa de gran alegría para Dios”. Los integrantes del grupo, comparten lo siguiente: “Una de las cosas que más me han enriquecido desde que participó en la Comunidad El Camino y el Grupo de Jesús es tener claro que Dios siempre ha estado conmigo, siempre me ha buscado cuando me pierdo, siempre me ha llevado en sus brazos cuando lo he necesitado. Me quedo con la idea de Max Lucado, que dice: “Él le ama tal como es usted, pero rehúsa dejarlo así. Quiere que usted sea como Jesús”. “Esta parábola muestra que el amor de Dios es incondicional, el resultado del encuentro desata el gozo, tanto en el cielo como aquí en la tierra. Por tanto retomo el dicho de Pagola, esta parábola es un llamado a cambiar, debo cambiar mi vida radicalmente”. “A lo largo de mi vida me he sentido perdido y no han sido pocos los momentos en que he pensado en abandonar mi Fe, pero siempre ha estado Jesús ahí, buscándome y llevándome nuevamente al redil”. “Por momentos me golpea y debo redoblar esfuerzos, pero en cuanto sintonizo con que el Señor es un buscador incansable de las personas perdidas recobro energía para un nuevo intento”. ”Mi compromiso es seguir esta búsqueda y de trabajar para crear ambientes y relaciones donde sea posible vivir en mayor profundidad el evangelio y la cercanía a Jesucristo. Lo que uno vive nos llama a compartirlo”.
LA OVEJA PERDIDA
“Cada hombre y cada mujer tienen un valor irremplazable a los ojos de Dios. Cuando un ser humano admite que el Dios de la misericordia le busca, cuando se deja encontrar, la verdadera vida se abre camino en su historia y la alegría llena el cielo y la tierra”. Los integrantes del grupo dicen: “Me identifico con la oveja perdida como indica la primera pregunta. Y una oveja perdida por mi propio gusto, pues, aunque desde niño tuve presente la existencia de Dios, preferí la vida llena de placeres mundanos, lo cual me alejaba de Él. Sin embargo, ¡cuánto vacío se experimenta lejos de Dios! Nos alimentamos con ideas de autosuficiencia, de un supuesto éxito que solo nos lleva a vivir afanándonos por tener y por lograr mejores posiciones. Pero acabamos perdidos como la oveja de la parábola. Sin embargo, nuestro pastor nos sabe suyos y nos busca. No quiere perdernos y hace todo lo posible por recuperarnos”. “En este sentido Dios me habla y me refiere que este puede ser mi apostolado, ir al encuentro de aquel que necesite ser escuchado, ir al encuentro de aquel que necesite ser apoyado, ir al encuentro de aquel que quiera renovar su vida con el espíritu y la presencia de Dios, y como señala Pagola, irradiar con el rostro de Dios a todas esas personas que llenan sus vacíos , que encuentren la esperanza, que den sentido a su vida y que sean acogidos como yo por Jesús y Dios nuestro salvador”.
ORAMOS JUNTOS
“Señor Jesús, antes que nada gracias por tanto amor a mi persona. Me doy cuenta que me buscas, me recuperas y me vuelvo a escapar. Te pido fortaleza para mantenerme en tu camino, no caer en las tentaciones y no separarme de tu rebaño. Te pido me ilumines con tu Santo Espíritu para saber a quién debo acercarme para ayudarlo a volver a Ti. Sé que hay muchos alejados como yo, pero sé que uniendo nuestra necesidad de Ti, podremos más fácilmente volver juntos a tu rebaño. Guíame Señor y dame fuerza y ánimo”. ““Dame señor la fortaleza primero para reconocer todo aquello que me pierde de ti y poder ir al encuentro y búsqueda de mis hermanos que se sientan perdidos y necesitan del amor de Dios”. ” Señor, bendito seas por venir a buscarme cada vez que me pierdo. AYUDANOS a que aprendamos a imitarte en cada acción con nuestros hermanos cuando debemos ir por los extraviados”.
Dolores, Sofia, Clarita, Enrique, Sergio, Jorge, Héctor y Alfonso
Tema 13 “DIOS BUSCA A LOS PERDIDOS”
Hermanos, la lectura de este texto nos ha ayudado a revisar cual es nuestra situación hoy en la Iglesia, y el porqué no nos sentimos Iglesia en determinados momentos.
Por otro lado, nos descoloca la búsqueda incansable por parte de Dios. Siempre me quedo enganchado en el Amor que Dios nos tiene. Él nos ama a todos -sin distinción- al igual que un Padre ama a sus hijos. Nos cuida y guia con ternura.
Dios se nos hace presente en la Iglesia de la cual formamos parte. Pero no siempre somos visibles en ella. La polaridad de dones que recibimos del Espíritu Santo, hace que nos mantengamos alejado o más bien no comprometidos en la participación eclesial (parroquías, grupos, movimientos…) No nos sentimos “parte”. Es más, en determinados grupos, no tenemos cabida. Demasiada rigidez, formalismo…. Sabemos que somos Iglesia. Nos sentimos Iglesia pero sin presencia en la Iglesia. A veces nos sentimos como ovejas perdidas, sin Pastor. Y ha sido en el transcurrir de la vida cuando descubrimos que Dios, el Pastor es quién nos guia.
El amor que Dios nos tiene se ha hace presente en la búsqueda, la ternura, el cobijo, la esperanza, alegría, paciencia, fortaleza, humildad, mansedumbre… de tal manera que se ha quedado a un lado todo lo negativo -que me hacía alejarme y desconfiar de su presencia.
Nuestro “lider” es Jesús y como Él queremos actuar en la búsqueda de tantos hermanos que se encuentran perdidos. Nuestro amor, entrega, servicio, humildad nos facilitará el poder acercarnos a ellos. Contamos con nuestro Padre, Dios, que sale a la búsqueda de los alejados y perdidos.
Nuestro compromiso hoy es “buscar a Dios sin egoísmo, sin exigencias, sin reproches, sin miedos… Buscarlo en total confianza que nace del amor que Él nos tiene. Buscarlo en el silencio, en los momentos en los que podamos estar serenos y confiados. Aprender a orar desde el silencio y la contemplación.
Dios nos ama; Dios nos escucha; Dios sale a nuestro encuentro.
Damos gracias a nuestro Padre Dios.
Hoy a los 62 años decidí entregarme a Jesús. He sido un pecador y he renegado de Dios durante casi toda mi vida.
Bendiciones hermoso grupo, encontré esta página y me gustan formar parte del grupo de Jesús
Lucas 15,1-7
La tarde cae, nos ubicamos en las rocas de un claro del campo, a lo lejos el sol colorea el lomo de unas cuantas ovejas con un pastor muy especial.
Lucas nos trae a Jesús que se dirige a un público bastante particular. Publicanos y pecadores con oído atento, fariseos y maestros de la ley que ya murmuran su descontento. Este auditorio no hace mella en Jesús que en plena consciencia del Amor del Padre teje una de las parábolas más bonitas.
Una parábola repleta de imágenes que pasan frente a nosotros como suspendidas en una diáfana pantalla de cine. Casi podemos sentir el fresco relente de un atardecer que trae una preocupación importante a este Pastor Bueno: le falta una de sus ovejas y no podrá descansar hasta tenerla junto a él.
Ninguno de nosotros es pastor, este grupo está compuesto por jubilados, padres y madres de familia, profesionales; otros con roles bien determinados dentro de una comunidad de Iglesia y otros iniciando un camino, o volviendo al ruedo. Ninguno deja un cayado en la puerta de su casa al entrar. Sin embargo, el relato de esta parábola nos hermana en sentimientos y emociones; y nos acerca a este Jesús de increíble inteligencia para recrear escenas interpelantes.
Por Uruguay hay un dicho que dice “a cada uno el sayo que le quede”, en esta parábola podemos recorrer los personajes y vernos reflejados en alguna actitud de las que se describe. Casi que podemos ubicarnos en cada personaje del relato, en cada uno habría una característica nuestra.
Una oveja que se pierde y el resto no la advierte, nos hemos visto como ovejas perdidas fuera del predio, pero también “perdidas” dentro de ese redil. Esto es cuando actuamos casi autómatas con las rutinas dogmáticas, en un cumplimiento de normas que nos aleja de los hermanos y por consiguiente de este Padre que Jesús quiere hacernos ver. También podemos estar en ese rebaño que sigue la masa ovejuna muy enfrascados en una fe hedonista, sin prestar atención a lo que ocurre a nuestro alrededor, a las necesidades de la sociedad. Ocurre cuando nuestra comunidad no mira su entorno, la sociedad, con caridad, misericordia, amor. Actitudes estas que provocan falta de entusiasmo y ausentismo de fieles.
Creemos que Jesús quiere que nos enfoquemos en esa experiencia de Dios Padre-Madre amoroso que no dejaría nunca a uno de sus hijos perdidos. Sentir nosotros, que por más que nos veamos perdidos, Él nunca se olvidaría de nosotros y que cada día vela por estar cerca, lo único que hace falta es que nuestro corazón, abierto a la Gracia lo pueda ver y sentir.
Pero sabemos que somos nosotros quienes nos perdemos de Su camino, llevados por nuestras limitaciones, por tantas distracciones que nos rodean, por nuestro pecado. Nos reconocemos en esa necesidad de un Pastor Bueno que nos ayude a volver al rebaño.
En esas pocas líneas Jesús pinta un Dios, que despliega un amor de cuidados, de búsqueda, de cercanía física. El Pastor toma su oveja perdida y la coloca en un lugar privilegiado, sus hombros. Es decir, no la trae a rastras, no la reprende como se ha visto en el campo para “educar” a los animales. La eleva y le hace sentir que en sus hombros puede descansar. Hay quien dijo en el grupo que se imagina a este Pastor Bueno regresando al ritmo de alguna canción que tararea para los dos. Este relato, de inteligencia emocional, no es una mera ficción. Cualquiera que conozca la vida del campo sabe la enorme importancia que tiene cada animal para su pastor.
La alegría que siente este Pastor ante el hecho de recuperar algo tan suyo, es muy grande, no puede más que compartir con los demás esta felicidad. Comparte e invita a sentirnos igual, felices y completos, ya no falta ninguna oveja en su rebaño.
Pero no queda todo en eso, termina la escena campestre y Jesús sigue con algo más, nos recuerda la importancia de la conversión. Concluimos que esta parábola nos hace ver que cada día es una oportunidad para esta conversión personal. También conversión en comunidad, de ella depende nuestro sentido misionero. Como el Pastor Bueno con su oveja, Dios nos conduce hacia la comunidad donde podemos ser nosotros esa ayuda para los hermanos. Para quienes se encuentren o se sientan “perdidos”, de alguna u otra manera.
¡Tantas son las emociones y reflexiones que nos despierta este Evangelio! Nos quedamos un poco más sobre los hombros de nuestro Pastor al calor de su cercanía. Nuestro compromiso será compartir este gran amor que recibimos del Padre en nuestras cotidianas escenas.
GRUPO VIRTUAL DE JESÚS N.° 22: Monseñor Óscar Romero
¿Cómo puedo hacer parte del grupo? Es la primera vez que lo encuentro y justo yo soy la oveja perdida y en este momento mi dios me puso aqui para leer todo los conmentarios. Estoy pasando por un mal momento que perdí a mi familia y los amo con todo mi corazón, y le pido ayuda a mi dios jesus cristo, le lloro de corazón que me apoye a salir a delante.
Hola Luis Enrique.
Lamentamos tu pérdida y nos unimos a tu oración.
Para participar en algún grupo o pedir información, completa por favor el formulario de contacto de la web.
Gracias.
Quienes integramos el Grupo Virtual de Jesús 20, en estos días hemos estado transitando el Tema 13. De este caminar, compartimos algunas reflexiones.
En esta parábola nos hemos encontrado con un Dios- Padre- Madre (en este caso Pastor) que no abandona, un Dios que comprende, que sale a nuestro encuentro. Y una vez más a través de parábolas Jesús, su Hijo, nos muestra la imagen de un Padre inquieto que busca y busca a todos. La busca, la encuentra y la toma… la estrecha entre sus brazos y… pensando que estará cansada de tantos trotes se la carga sobre sus hombros, y gozoso recorre el camino para festejar con la familia y los vecinos.
Si Pedro Casaldáliga dice que tiene el corazón LLENO DE NOMBRES…cuál no será el corazón de nuestro ABBA!. Nos lleva a TODAS personalmente en su corazón, es decir, es todo AMOR para cada persona «personal».
Dios es espontaneidad… AMOR GRATUITO, y confianza sin límites. Nos busca porque estamos desorientadas, perdidas, y con todo su Amor nos carga, cuantas veces el miedo, a tantas circunstancias, nos lleva a tantos caminos equivocados, y heridas por nuestros pecados, nos carga y nos reúne con los demás. Él tiene una ALEGRÍA INMENSA-DIVINA de encontrarla/me/nos; ningún castigo… ningún reproche…SOLO DELICADEZA DE AMOR…En definitiva, nos recuerda que amar no es dejar pasar, sino por el contrario estar presente con todo lo que implica. Dios siempre sale a nuestro encuentro, lejos está de ponernos condiciones previas.
En la medida en que podemos reconocer nuestra propia fragilidad, valoramos al pastor que saldría a nuestro encuentro porque nos ama y cree en nuestra capacidad de redimirnos; pero también en alguna oportunidad podemos perder nuestra capacidad de comprender al prójimo en su propia debilidad, por el miedo que nos genera la nuestra. Aprender a reconocer el amor de Dios y la debilidad, la soberbia y el miedo profundamente humanos, es tan importante lo uno, como lo otro. A partir de sabernos amados y reconocernos en ciertos momentos frágiles, creceremos en nuestra fe.
En las palabras de Jesús, la gente, encontraban consuelo y por sobretodo mucho AMOR, no les parecía discursos hipócritas. Su mensaje no les llegaba de manera condenatoria, Él vino a sanar a los enfermos, pobres, rechazados y lo escuchan porque todos tenemos un hueco en la vida, que sólo se llena con amor, y que eso es lo que en Él descubren, lo que Él transmitía de su Padre.
Recibir de Él su inmenso AMOR y capacidad de comprender, esperar y aceptar su transformación a través de la experiencia personal e individual de perdón y amor para poder retomar nuestras vidas para cambiar, unificándonos como hijos/hermanos sin distinción, solo amados por igual.
¿Y cómo actuamos hoy nosotros, nuestra Iglesia, nuestras comunidades?¿ Qué pensaría Jesús de esas personas alejadas… de aquellos que se sienten excluidos por los que estamos dentro, porque también tenemos ese lado farisaico, tenemos que mirar desde nuestro rescate que así como a cada una nos encontró el Pastor, buscando primero la dignidad de cada persona. La Iglesia no es un lugar de santos sino de pecadores, intentando llegar a la santidad, y cuando te dejas encontrar y mimar y curar, deseas que otros también experimenten esta historia, comenzando por nuestros seres queridos.
Lamentablemente consideramos que hay muchas personas alejadas de la Iglesia, muchas se están yendo a otras religiones, por la falta de testimonio de nosotros los que seguimos dentro. Si verdaderamente nos sintiéramos llenas de Dios, tendríamos que dar envidia de vernos tan felices ¿no? Y llevándolo a nuestras comunidades eclesiales. Es cierto que Iglesia somos todo/as, pero como el coordinador de todo es el párroco, si no sabe motivar y delegar de verdad y lo único que hace es dar órdenes, los laicos (al no sentirnos parte de la comunidad sino únicamente servidores) nos vamos. Es muy importante la labor de los presbíteros sabiendo impulsar a la comunidad.
Tenemos que personalizar más en grupos pequeños y reproducirnos como células. Los Grupos de Jesús, presenciales, serian una gran respuesta a las necesidades de las Parroquias, porque atienden de manera personalizada y personalizante, con su forma de evangelización en pequeños grupos, en donde sí se puede irradiar el rostro de Dios, y atraer a las personas alejadas. Pueden ser como células nuevas que re-animan el cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
Concluimos asegurando que todas las miembros de este grupo afirmamos y reafirmamos que a pesar de ser un grupo a distancias, estas se han ido acortando por compartir experiencias, situaciones, conocimientos y la gran ansias de crecer en la Fe, unas a otras nos vamos enriqueciendo, pero esto no se hubiera podido llevar a cabo si nuestros caminos no se hubieran encontrado y damos gracias a Dios y al Espíritu por esta oportunidad de formar parte de esta
comunidad-familia.
Shirley-Carmen-Mariana-Griselda-Roser-Natalia
TEMA 13 “Dios busca a los perdidos”
APORTACIÓN A LA WEB
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús: Somos el GVJ 19, que iniciamos nuestra experiencia a partir de la primera convocatoria de Grupos virtuales de Jesús de enero de 2019.
Queremos compartir algunas de nuestras reflexiones sobre este sexto tema de Grupos de Jesús.
• Los que se acercan a oír a Jesús.
Para Jesús los pecadores e indeseables tenían que captar que Dios no era inalcanzable, que no era para unos pocos. Jesús se compadecía de ellos como lo hacía el propio Dios, no los juzgaba sino que se acercaba a ellos y sentándose a comer con ellos les devolvía la dignidad. Se acercan a él porque su sola presencia les atrae y les llama, le escuchan porque su voz y sus palabras suenan con verdad y amor, se sienten entendidos, aceptados, en un palabra amados incondicionalmente por Jesús.
• Los que murmuran contra él.
Jesús era un judío que había sido educado en la misma religión y espiritualidad que ellos, rezaba con los mismos salmos, conocía a los mismos profetas los cuales presentaban a Dios como fiel a la Alianza con su pueblo y misericordioso. Jesús penetraba hasta su corazón endurecido como una flecha en la diana, y se enojaban, se llenan de rabia e ira, saben que lo que dice, son palabras de verdad, más en su corazón no aceptan que «ese» les dé lecciones, ellos que son justos y rectos, es impensable que nadie pueda venir a tocar su corazón de esa manera, por ello se rebelan y murmuran, ni siquiera se paran a reflexionar. Estar fuera de sus ideas es estar equivocados.
Ellos le critican porque no lo entienden. Los seres humanos tenemos el instinto de rechazar aquello que se escapa de nuestro entendimiento. Es también, muchas veces, el primer paso para abrir los ojos a una realidad que no conocemos.
• La parábola.
La oveja provoca los acontecimientos al extraviarse pero el pastor es el protagonista que le da una importancia plena a su oveja siendo que tiene 99 consigo, de tal forma que es muy valioso que 99 estén bien pero perder una es una tragedia que no puede permitir y dispone de todo para recuperarla y traerla consigo. Es ese Jesús que no excluye a nadie.
Un título para esta parábola podía ser: “Dios no da a nadie por perdido” o “No te dejaré perder.” Y también le podemos dar un nombre partiendo de quien es el que lo llama, si fuera el pastor lo llamaría «Todo por cada una de mis ovejas». Si fuera la oveja perdida, le llamaría «Me amó hasta el extremo». Y si fuera de las ovejas del rebaño quizá la llamaría «¿Por qué nos ha dejado aquí, indefensas?».
• La pregunta de Jesús.
La pregunta va dirigida a su auditorio, fariseos, escribas, publicanos y pecadores. Las teorías son muy bonitas, pero si no se llevan a la práctica no sirven de nada. Jesús no excluye a nadie y es capaz de ver el valor esencial de todas las personas independientemente de sus apariencias o su respetabilidad social.
El corazón de Jesús está orientado a la población más vulnerable. En este caso, relata su parábola orientándola al amor que siente el pastor por su oveja…y de forma «paralela», el amor de Dios por sus hijos perdidos.
• La actuación del pastor.
“Va a buscarla hasta que la encuentra” no deja de buscar, no se desanima, no abandona. Parece que a las otras sí las ha abandonado a su suerte en el desierto, sin comida, sin agua, es la primera imagen que nos puede venir a la mente al leerlo, pero difícil de creer ¿Cuándo se desvive por una sola, no lo va a hacer por todas? El pastor las «deja», pero no las abandona. Es la única forma que tiene de ir a buscar a la oveja perdida.
El pastor se lanza a la búsqueda de la oveja perdida, al encontrarla la carga (no la hace caminar ni la castiga), se llena de alegría y a; volver a casa da la feliz noticia a sus amigos y vecinos (sin reprochar nada a la oveja ni tomar medidas en su contra). Cuando la encuentra se alegra y quiere celebrar con las otras 99. Otra vez quiere a la familia reunida y unida. ¿Cómo no celebrar el regreso de alguien que amas?
• Conclusión de Jesús.
Conclusión de Jesús. Da gusto saber que nuestro pastor nos busca, y nos tiene una confianza inquebrantable. ¡Ojalá que seamos una buena oveja! Jesús no nos excluye ni nos abandona nunca.
Los pecadores que escucharon a Jesús sintieron alivio, consuelo, aceptación, misericordia, comprensión en una palabra, la gracia de Dios. Los fariseos y maestros de la ley probablemente se sintieron retados e irrespetados no pudieron entender el mensaje de Jesús que era para todos, para ellos también.
Hola somos el Grupo virtual de Jesús, Sal de la Tierra, y queremos dejarles este puñado de reflexiones de todo un conjunto de intercambios que hicimos en nuestro grupo sobre este tema 13
…ante la inmensidad del Amor de Dios que me busca y me ha buscado siempre, me consume el cómo puedo ser un humilde pastor bueno para alguien…
…Jesús, Él va, busca, …eso me falta mucho a mí…
…nuestra condición nos lleva a la sensación de estar extraviado, o desorientado como una rueda suelta, la oveja que nos narra Lucas, como decía esa misma condición no amenaza sin tregua ya por las debilidades, el pecado, la inconstancia, y lo peor es que no sabemos regresar, ignoramos que Dios nos sigue buscando, entonces me pregunto si yo en vez de oveja seria un pastor que olvida a sus ovejas si me olvido de mi propio camino…
…son varias personas por las que quisiera interceder es más recordarles que no están solas que Dios les Busca, amigos y conocidos que he perdido de vista, Dios los guíe siempre ojalá pueda volver a verlos y estrecharles la mano…
…En este proyecto de Grupos podemos alimentarnos por abrirnos a la profundidad del mensaje de Jesús, espero que él nos permita ser una luz de su mensaje y ser un canal de encuentro con aquellos que también lo esperan…
…la iniciativa de nuestra salvación es de nuestro Dios y no de nosotros mismos, esta iniciativa es, creo, la gracia de Dios, su infinita misericordia y amor, y nosotros, dentro de nuestro libre albedrío, somos responsables de responder a este llamado, de abrir la puerta…
…Porque si amamos, es porque Dios nos amó primero…
…tenemos que ir de persona a persona, buscarlos, tratar de hablar sobre nuestra fe, ya sean actitudes o palabras, y ahora viene la parte a la que me gustaría llamar la atención, creo que es muy importante que oremos por cada una de estas personas, especialmente las más distantes, y que seamos como el desafortunado vecino del que nos habla el Evangelio, que insistamos en orar por cada una de estas personas, pidiéndole a Dios que conozcan a Dios, que lo busquen, que se arrepientan y sientan que el perdón y el inmenso amor de Dios llenan sus corazones, los calientan, los consuelan, sienten la alegría y la felicidad que el Señor tiene para todos los que lo buscan. corazón sincero….
…Es difícil acercarse, a veces somos torpes al ir al encuentro del otro, pues en ocasiones lo hacemos a la ligera y otras veces queremos hacerlo perfectamente y llegar a mucha gente. Creo que tiene que ser paso a paso y con una persona a la vez…
…También creo que la comprensión y el afecto hacia personas que no aceptamos fácilmente se puede alimentar contemplando a Jesús, reflexionando en su mensaje y en su Ser, compartiendo las reflexiones para ampliar nuestra visión y confiando que poco a poco el Espíritu Santo actuará en nosotros para tener los sentimientos y acciones de Jesús…
…los siento en el mismo proceso, sobreponiéndonos por el amor de Dios, para dar desde esa medida infinita y después de ello, encontrando lo que yo ahora he podido encontrar, PAZ. Cuando pasamos por un momento así, somos como arcilla en manos del alfarero, quitándole las piedras para hacer una obra maravillosa…
Si alguien desea conocernos más, les dejamos los links de los archivos completos sobre lo conversado en el grupo:
Tema 13 parte 1: https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4ogZMD_0M7DjGaIEq7sA?e=wgSEBk
Tema 13 parte 2: https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4ogZN9yYvwe-2f8GhYnA?e=NLedDG
Saludos de Jon, Cecilia, Lilia, Maru, German, Malka, Mario, Raimundo, Guadalupe, Cristian.
Desde el Grupo virtual de Jesús SHEMA queremos compartirles los compromisos que de manera personal tomaremos en lo posible:
Leer más los evangelios procurando desentrañar en ellos las acciones y sentimientos de Cristo Jesús.
Invitar a nuestros amigos a leer la página del P.Pagola desde el Facebook o la web..
Formar una cadena de esperanza cierta y vida plena con los más cercanos.
Recuperar el Espíritu de Jesús en la propia familia o comunidad y transmitirlo con serena alegría y paz.
Acompañamiento personal a los jóvenes y adolescentes de nuestra comunidad parroquial.
Integrar más la pastoral incluyente en nuestros lugares de trabajo.
Oración
Quiero orar, Señor, rogándote incesantemente por toda la Iglesia,
para que, en su misión de amar y anunciar Tu salvación,
salga siempre al encuentro de TODOS,
especialmente de los que aman diferente
y hoy no son plenamente parte de ella.
Por nuestro Señor Jesucristo. AMEN.
BETANIA (GVJ) TEMA 13
Dios busca a los perdidos (Lucas 15, 1-7)
Compartimos a continuación nuestra reflexión:
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
Esta parábola de Jesús nos revela la bondad de Dios que se complace en el retorno de quien se había alejado por el pecado, es complemento de la del hijo prodigo, en primer lugar me viene la idea de que este texto tiene el mismo fondo. Es como un volver a la casa del Padre y reconocer que El Señor vino a salvarnos y a rescatarnos del peligro y del mal, pero implica el deseo y la voluntad de parte nuestra para reconocer que Dios quiere sanarnos, reconocer también que estamos enfermos, y sentirnos pecadores.
¿Por qué los pecadores se acercan a Jesús? Con algo que hubieran oído de él, ya sabrían que no acusa, que no juzga, que entiende a las personas. Y todos buscamos refugios. Yo me lo imagino desbordante de bondad, y sobre todo con un magnetismo difícil de ignorar. Hay que resaltar la actitud, de alegría, de compartir la buena noticia. Esta parábola muestra la esperanza de que tenemos siempre la oportunidad de ser perdonados y volver a Dios.
Se nos propone en primera instancia un cambio en la óptica con la que miramos a los demás y a nosotros mismos, es probable que muchos requieran conversión; pero hoy esta parábola me llama a pensar más en mí. ¿Y si la oveja perdida soy yo? La parábola siempre me hace reflexionar en que no todo lo que creemos bueno a los ojos del mundo, lo es realmente. ¿Cómo saber si realmente la oveja perdida no soy yo? Por un rato quiero dejar de ver ovejas perdidas y permitirme ser encontrada por Jesús y su Padre… Dios me busca y pone todos los medios para que yo me salve, el insiste y me busca para poder ser encontrada, tengo que dejar por voluntad propia todo lo que me ata al pecado
ACERCAMIENTO A LA VIDA
CONVERSIÓN PERSONAL Y COMPROMISO EN EL PROYECTO DE JESÚS
Me siento como la oveja perdida sin saber cómo regresar, con miedo y temerosa por mi debilidad. Agradezco a Jesús por buscarme.
“Nunca se es tan pobre como para no poder tender una mano de ayuda a alguien”. “Nunca se es tan pecador como para no poder acercarse a un hermano necesitado de una palabra, de un gesto o de un abrazo que le permita sentir que Dios existe, que es real y que está en ese instante junto a él llamándole, buscándole incansablemente, porque le ama. Nos ama”. Ojalá sepa ver la ocasión y estar a la altura.
Es ejemplo de vida el acercamiento desinteresado… en una palabra, las obras son lo que pueden despertar la curiosidad de otros para preguntarse ¿por qué se actúa así, en contra de lo establecido? Creo que la manera como puedo acercar a Dios a los demás actualmente es con mi vida, intentando seguir e imitar a Jesús.
Considero por lo tanto un deber y un acto de gratitud, si conociéndolo, puedo ser un rayo de luz para otros, puedo tomar mi responsabilidad para ser no solo su discípula sino su apóstol. En mi entorno hay tantas personas que requieren un empujoncito, una palabra de aliento y una guía, con la ayuda de Dios por supuesto.
El Señor me permite amarle por medio de mi prójimo cercano, pero principalmente en aquel que es excluido. Por más perdida que esté, sé que Él puede poner en mi boca palabras de bendición para otro.
A veces tengo la sensación que los creyentes son menos «buenos» que los no creyentes ya que son más intransigentes con ciertos colectivos y ese no es el mensaje de Jesús sobre Dios, el cual acoge siempre a todas las personas sean como sean, y sin castigos , solo ayudar a crecer y con paciencia infinita… Pienso que es muy importante transmitir esa imagen de quién es Dios, de explicar cómo Jesús actuaba y como manifestaba la voluntad de Dios a través de sus obras y de su vivir…
Con cariño Fraterno: Tere, Meche, Lulú, Gioconda, Gus, Santi, Juancho.
GVJ Camino de Emaús
TEMA 13. Dios busca a los perdidos
En el transcurso de este tema hemos vivido la alegría de acoger de nuevo en el grupo a nuestra compañera Lourdes que ha querido retornar a él después de darse un garbeo por ahí, sintiéndose oveja perdida y reencontrada y más alegre que nunca.
También hemos decidido ampliar la duración de cada tema de 4 a 5 semanas para alargar los dos periodos de diálogo, lo que nos proporciona un pequeño margen para “dialogar sobre lo dialogado”. Compartimos aquí, en extracto, alguna de las reflexiones que nos han surgido
• Nosotros, en la sociedad cristiana actual, como hemos evolucionado mucho, ya no llamamos pecadores a los marginados; simplemente los ignoramos.
• No veo acortarse la distancia que hay entre mi yo externo y mi yo interior, donde reside la comprensión de lo que me rodea, la vida compartida con el Todo. Es decir que efectivamente me siento perdido y, como tal, buscado por Dios, pero debe ser que juego al escondite con él, o que mis ojos “miran pero no ven, escuchan sin oir ni entender…”
• Los pecadores se acercaban a Jesus porque había algo en El que les atraía, su forma de tratarlos, de mirarlos, de convivir, pienso que Jesus ha de haber tenido una personalidad muy abierta, muy sociable, muy platicador y bueno pues no juzgaba, no criticaba, se sentían bien y acogidos en su compañía…como a nosotros nos pasa con nuestros amigos que conocen lo mejor y lo peor de nosotros y asi nos quieren.
• He leído varías veces la parábola y estoy confusa. ¿Quién es la oveja perdida?…No entiendo como los enfermos, pobres, niños y mujeres eran ovejas perdidas. Pueden ser ovejas perdidas para los fariseos y escribas, pero no para Jesús. En todo caso serían ovejas que necesitan escuchar que Dios las ama tal y como son y que no están fuera, sino dentro del gran redil.
• En la Iglesia actual hay una gran variedad de respuestas y actitudes respecto a las ovejas perdidas. Ello depende de las diferentes parroquias. Hay algunas con puertas y brazos abiertos que acogen a todos aquellos que en otras parroquias son discriminados por su sexualidad, estado civil….
• Quizás sea esta la experiencia más concreta y cotidiana de “perderme y reencontrarme” con Aquel que anhela mi corazón. ¿Por qué siendo tan bendecida, teniéndolo tan vivido, cada tanto me tomo un recreo y me pierdo por ahí?
• La mirada creyente enriquece este camino existencial. Es Dios quien toma la iniciativa para devolverme al redil de la plenitud. Es este pastor misericordioso que me pone en eje, cuando me pierdo en mis inhumanas autoexigencias y culpas perfeccionistas, recordándome que lo que vale es el amor
• ¿qué significa estar perdido? ¿Solo el que la sociedad considera que “está en mal camino?…
• Para mí, estar alejado/a de Dios es vivir con angustia, con miedos no resueltos, con tiempo ocioso y vacío, con sentimientos negativos, sin rumbo fijo, sin encontrarle el sentido a su vida
• De muchas de las homilías que he escuchado en mi vida más bien se desprende: “Demasiado tienes pecador con que te haya dejado entrar en la Iglesia aunque no te lo merecías”
• Quizá la visión que los sacerdotes tienen de sí mismos proviene de que la Iglesia les confiere en exclusiva el poder de consagrar, es decir, de hacer a Jesús presente sobre el altar bajo la apariencia del pan al pronunciar cierta fórmula, y de perdonar los pecados en nombre de Dios
• No sé si servirá de algo para que alguien pueda acercarse al camino de Jesús, pero trato de hacer la vida más llevadera a quien convive conmigo
• Jesús rompe con los moldes jurídicos y moralistas. No se interesa por la culpa ni el perdón de la culpa. No mira la culpa sino la herida
• El que Jesús fuera amigo de los “malos” no significaba condescendencia con el daño que infligen a los demás y con el que se infligen a sí mismos los que roban, mienten o matan. Significaba mirarlos y tratarlos con compasión, seguir creyendo en su bondad profunda. Jesús se hizo prójimo de los heridos y también de los que herían. (J. Arregui)
• Tengo que intentar dar un paso más y pasar de ser oveja perdida a ser el pastor que busca a la oveja perdida, creo que eso es lo que nos dice este texto del evangelio, que nosotros también podemos ser pastores si nos dejamos guiar por el Espíritu de Dios
• Nuestra Iglesia aún critica mucho, le falta ese ejemplo de Caridad y Amor que Jesús transmitía a los más necesitados.
• Sin embargo, desde que he decidido no dar cabida a esos pensamientos y pensar que todo esto es plan de Dios, que lo mejor está por llegar, que algún día entenderé todo… he podido experimentar la cercanía de Dios en mi vida, sentir su amor en mi corazón y su Palabra en mi oído…
• Creo que para Jesús y su Padre, una oveja perdida es la que ha perdido el gozo de vivir para el que fue creada
• Esto me parece como para grabarlo encima de cada confesionario en nuestras iglesias. ¡Se confesaría más gente!
• En adelante cuando la mente y el deseo me estén empujando a perderme, RECORDARÉ QUE DIOS ME ESTÁ BUSCANDO y me dejaré subir a sus hombros y le miraré su rostro lleno de alegría.
• Para Jesús no vale el tener a la gente apabullada por una ley injusta, una ley echa a medida de unos pocos… Aquello que Jesús vino a denunciar en sus tiempos, podríamos denunciarlo hoy nosotros de la Iglesia, ya que en muchos casos ha caído en la misma historia
• A continuación monta una fiesta. Podemos imaginar que en esta ocasión el pastor mata una oveja para invitar a sus vecinos. ¡Pues vaya ganancia! ¡Por encontrar una oveja perdida resulta que ahora lo celebra matando otra!
• Pensamos que cumpliendo somos libres y felices y resulta que es todo lo contrario. Es decidiendo donde nos hacemos libres y felices. Porque LA VERDAD OS HARÁ LIBRES
Contribuido por Adolfo, Adriana, Consuelo, Graciela, Ilda, Juan Kontxi, Lourdes, René y Roberto
ORACIONES
Gracias Señor porque cuando estuve perdida, fui lo suficientemente importante para ti que saliste a encontrarme y me abrazaste tan fuerte que me sentí segura, amada y mi vida tomo un rumbo diferente! Adriana
Señor, solo darte gracias por la paciencia y la misericordia. Por tus cuidados y búsquedas incansables de pastor bueno.
¡Gracias por el regalo de la fe!!
Qué no acapare para mí todo lo bueno que me das… ¡Qué pueda compartirlo y multiplicarlo!! Graciela
El buen pastor sale en busca de la oveja perdida dejando a todas las demás, aunque parezca una locura. Una vez más se nos presenta una parábola que va dirigida, por una parte, a todos los que se sienten justos. Cuando damos a alguien por perdido, Dios lo está buscando con amor. Cada persona tiene un valor singular ante Dios. A los ojos de los hombres resulta injusto que un converso genere más alegría que noventa y nueve justos. Aquí de nuevo nos encontramos ante un retrato transgresor. Hay que renunciar a nuestro concepto de justo/injusto y confiar en que el planteamiento de Jesús tiene un valor eterno.
Ante la frase “este acoge a los pecadores y come con ellos” nos parece muy liberador pensar que Jesús comería con nosotros a pesar de nuestros errores, pero además tenemos que cuestionar nuestro planteamiento actual de ir dejando a un lado a aquellas personas que nos han podido fallar, que nos han defraudado o decepcionado. Jesús comería con ellos.
La oveja perdida es la humanidad, todos y cada uno de nosotros estamos perdidos en algún momento. El hombre ha tratado de arreglar este problema por sus propios medios. Lo ha intentado a través de cumplir con ritos o leyes. Otros lo han intentado por medio de hacer buenas obras. Pero es imposible que el hombre pueda hacerse justo por sus propias obras. Pero lo que es imposible para el hombre, es muy posible para Dios. Y este es el mensaje dirigido a los que se sienten perdidos. Dios es ese buscador enamorado que loco de amor no cesa en la búsqueda de sus amadas criaturas. Con cada una de sus ovejas tiene una relación tan especial que se entrega en cuerpo y alma. Incluso si el que está perdido no hace nada por encontrar el camino de vuelta a casa, Dios no se rinde y cuando le encuentra, se echa toda la carga a sus hombros. Hasta el punto de cargar con el peso de la humanidad y justificarlo en la Cruz. Cuando sintamos que Dios nos abandona recordemos a ese Buen Pastor, como debió recordarlo Jesús en Getsemaní, en esos momentos Dios está cerca cumpliendo su propósito en nuestras vidas y vendrá a nuestro encuentro para llevarnos sobre sus hombros. Seamos mansos entonces, como la oveja perdida y encontrada, y dejémonos abrazar por ese Amor que nos aporta seguridad y liberación.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Todos nos sentimos identificados con la oveja perdida, sentimos nuestra impotencia y debilidad. A veces lo sentimos cuando alguien nos decepciona, y dudamos de la humanidad entera. Todo tiene que ver con las expectativas que tenemos. A veces es más fácil distanciarse de un dolor evitable que un tercero puede hacerte, pero vivir siempre con escudos nos impide sentir y alucinar con la gente extraordinaria, aunque activar la sensibilidad suponga mayor dolor ante la exposición a personas que emiten dolor.
Sin embargo, también nos sentimos a veces como la oveja encontrada y a hombros de Jesús que acarrea el peso de las cosas de la vida que nos superan. Así, nos gustaría agradecer nuestro encuentro con Él que nos ha llevado a compartir este proceso de los Grupos de Jesús.
Este constante viaje entre encontrarse y perderse, este viaje entre la felicidad y el dolor, este juego de poder tocar con las manos el cielo, y poco después el infierno, tiene mucho que ver con aquello que decía Jesús de “el que tema perder su vida, la perderá”. La vida no va de certidumbre, ni de seguridades, esto no va de triunfar, el camino del éxito no lleva a ningún lado. Observamos la vida amasada con dolor y alegría, con momentos de cielo y otros de infierno. Tendremos de aceptar expectativas frustradas, sorpresas impensadas y encuentros entrañables de ovejas con su pastor. Tendremos que vivir con nuestras flaquezas, ajustando las velas para llegar a buen puerto, aceptándonos como somos y recomponiéndonos tras los tropiezos, sin perder de vista que somos hijos amados sobre todo. Todo amasado resultando una sabrosa aventura.
Algunos recordamos personas que han dejado sus creencias profundas en Dios. Vemos también la falta de valores cristianos en buena parte de la sociedad. Puede que lo que nos deba preocupar no se la falta de creencia en Dios, sino cuando el ser humano abandona la senda del amor. Son parte de sus «ovejas perdidas» y sabemos que Dios las buscará con insistencia y amor. Quizá tendríamos que intentar ser un ejemplo de tenacidad, de seguimiento, de humildad en la vida, y así llegar a ser reflejo del Buen Pastor. O quizá, en vez de hablar de Dios a las ovejas perdidas, tenemos que hablarle a Dios de ellos. Nuestra confianza en Dios se puede percibir por los que nos rodean sin necesidad de adoctrinar a nadie, silenciosa y sutilmente. Antes o después, cuando estén preparados para ello, encontrarán su propio camino hacia Dios. El Espíritu obrará. Mientras tanto, es primordial simplemente estar ahí «a demanda» y que se sepa que se puede contar con nosotros. Tratemos de convencer con nuestra vida más que con palabras. Acercar el Reino de Dios es simplemente amar. No hay excusas que valgan. Una sonrisa, al menos, podemos ofrecer.
Un abrazo desde GVJ En Camino.
Tenemos que entender la parábola de la oveja perdida, como un relato de nuestra vida. Siempre hay algún tiempo en el que estamos perdidos. Un tiempo en el que no vemos claro. Un tiempo en el que andamos descarriados, fuera del rebaño. Y Jesús salió buscarnos. Salió a buscarnos especialmente a nosotros.
Todavía hoy, unos cristianos nos creemos «los buenos» y miramos a los otros como «los pecadores», como «los malos». Continuamos quedándonos en la forma y no en el fondo de nuestro cristianismo. Debemos tener en mente ese texto de Isaías que Jesús pronunció varias veces:
«Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto enseñando doctrinas que son preceptos humanos».
Si se entiende que el amor de Dios hay que ganárselo con comportamientos y ritos, como los fariseos lo entendían, es comprensible sentirse defraudado que a alguien que no cumpla con esas normas también los ame Dios. Jesús nos muestra que el amor de Dios es gratuito para todos. Dios no quiere que nadie se quede fuera de esa relación de amor con él.
Todos nosotros somos importantes para Dios. La visión de Jesús es que no hay ovejas definitivamente perdidas, sino sólo ovejas que hay que volver a encontrar. Esto debemos entenderlo bien: para Dios nadie está definitivamente perdido. ¡Nunca! Hasta el último momento, Dios nos busca, es decir, El Señor no puede resignarse ante el hecho de que incluso una sola persona pueda perderse.
Es bueno poder comprobar cómo las palabras del Señor tienen distintas interpretaciones y al final todo es el mismo mensaje. El Señor siempre está a nuestro lado para perdonarnos y darnos consuelo.
Este tema nos ha hecho ver la diferencia que puede haber entre religión y espiritualidad. Citamos pues un texto de Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955). Un sacerdote jesuita, teólogo, filósofo y paleontólogo francés que intentó construir una visión integrada de la ciencia y la teología:
«La religión no es sólo una, hay cientos.
La Espiritualidad es una.
La religión es para los que duermen.
La Espiritualidad es para los que están despiertos.
La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer y quieren ser guiados.
La Espiritualidad es para aquellos que prestan atención a su voz interior.
La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas.
La Espiritualidad invita a razonar sobre todo, a cuestionar todo.
La religión amenaza y asusta.
La Espiritualidad da Paz interior.
La religión habla de pecado y culpa.
La Espiritualidad dice: «aprender del error».
La religión reprime todo, y en algunos casos es falsa.
La Espiritualidad trasciende todo, te muestra la diferencia entre la realidad y la Verdad!
La religión no es Dios.
La Espiritualidad es todo y, por tanto, es Dios.
La religión inventa.
La Espiritualidad encuentra.
La religión no pide ninguna pregunta.
La Espiritualidad cuestiona todo.
La religión es humana, es una organización con reglas.
La Espiritualidad es Divina, sin reglas.
La religión es la causa de las divisiones.
La Espiritualidad es la causa de la Unión.
La religión te busca para que creas.
La Espiritualidad necesita que investigues que busques.
La religión sigue los preceptos de un libro sagrado.
La Espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros.
La religión se alimenta del ego.
La Espiritualidad nos permite trascender.
La religión nos hace renunciar al mundo.
La Espiritualidad nos permite vivir en Dios, no se da a él.
La religión es el culto.
La Espiritualidad es la meditación.
La religión nos hace soñar la gloria y el paraíso en el futuro.
La Espiritualidad nos permite vivir la gloria y el paraíso aquí y ahora.
La religión se alimenta del miedo.
La Espiritualidad verifica y se alimenta de la confianza y la fe.
La religión está viviendo en el pensamiento.
La Espiritualidad es vivir en la conciencia.
La religión se ocupa de hacer.
La Espiritualidad tiene que ver con el ser.
La religión vive en el pasado y en el futuro.
La Espiritualidad vive en el presente.
La religión en-claustra nuestra memoria.
La Espiritualidad libera nuestra conciencia.
La religión cree en la vida eterna.
La Espiritualidad nos hace conscientes de la vida eterna.
La religión promete después de la muerte.
La Espiritualidad es encontrar a Dios en nuestro interior durante toda la vida.
No somos seres humanos que pasamos por una experiencia espiritual…
Somos seres espirituales que pasamos por una experiencia humana»
TEMA 13 – Dios busca a los perdidos (Lucas15,1-7)
Queridos amigos todos de GVJ. Desde nuestro Grupo Tabor, deseamos haceros llegar un resumen de las reflexiones de cuantos formamos estos pequeños núcleos cristianos, siempre llenos de fe y esperanza, unidos por un mismo fin: Vivir a Jesús en plenitud y de su mano ser testigos impulsores del Reino de Dios.
A mí me parece natural que los pecadores y gentes indeseables se acerquen a escuchar a Jesús, pues se sienten acogidos y quieren oír a Alguien que les comprende, se pone de su parte y les da esperanza. Jesús también nos propone a nosotros, sus seguidores, acoger a enfermos, excluidos y pobres.
La parábola: Para mí el protagonista lo pondría en un sentimiento: la búsqueda. Es la situación en la que está quien se siente perdido y alejado de su auténtico ser. Dios siempre está ahí esperando el “reencuentro” pero somos cada uno de nosotros los que podemos elegir regresar a sus brazos y caminar alegremente confiados en que no nos abandona y camina a nuestro lado en cada momento de la vida.
En esos perdidos, no se encuentran por supuesto los “satisfechos” de si mismos, de su propia egolatría, los del cumplo-miento, que para mi y según me han formado desde la infancia, son los que más daño hacen a la Iglesia de Cristo, como familia universal cristiana llamada a la fraternidad en la pluralidad y diversidad de credos, culturas y razas.
Para mí, “buscar a los perdidos” es encontrar la verdad, la autenticidad del Amor pleno, rechazando a los hipócritas, fariseos y todos los becerristas de oro y cuantas “bondades y bellezas” nos ofrezcan los atractivos de la vida cómoda, la puerta ancha, alejándonos de la grandeza de los bienes más auténticos que nos da Dios: compartir en lo poco, entregándonos y amando sin medida, aprovechando cada instante de nuestra vida para poder llenar las manos para Dios, para estar preparados para ese momento en el que ojala se nos diga “Venid, benditos de mi Padre”.
Los fariseos y los maestros de la ley siguen murmurando en todos los tiempos. Hoy, lamentablemente, los vemos en algunos sectores de la iglesia, donde predican pero no dan trigo, donde nos invitan hacer obras de caridad, mientras ellos hacen otros tipos de obras más materiales. Y cuando algunos de los hijos de Dios, que están cumpliendo con el mensaje y mandato que nos dejó Jesús, como el papa Francisco y otras muchas personas dedicada a hacer el bien y ayudar a los más necesitados; parece que se repite la historia de hablar a las espaldas, de intentar desprestigiarlos, de hacerles daño.
En la parábola de la oveja perdida estamos representados todos y cada uno de los pecadores. Para Dios cada pecador es un hijo suyo que es valorado como tal, creado por Él con un amor infinito y redimido por su hijo. Es el pecador quien se aparta de Él; pero Dios no lo abandona y aunque prácticamente reniega de su amor, Dios no se aparta de él y hace todo por buscarlo y encontrarlo. Y es por iniciativa de Padre que es buscado.
El pecador no podría acercarse, retornar, regresar a Dios sino fuese movido por la gracia que actúa en el corazón de todo pecador, aunque muchos lo rechacen.
Pienso que si no hubieran habido pecadores, la venid de Jesús no habría tenido sentido. Jesús vino a buscar lo que estaba perdido, y me imagino que tenía una manera de hablarles a aquellos que lo necesitaban, tan al corazón, que hacía que hasta los más duros de corazón se conmovieran. En ser puritanos nos parecemos nosotros los católicos mucho a los judíos, pues nos cuesta mucho entender que también quienes están alejados de Dios y cometiendo errores pueden arrepentirse.
Echarse a los hombres a la oveja no es otra cosa que asumir nuestra vida de pecado para el redimirla, fue lo que hizo en la cruz.
En estos tiempos tan convulsos en que vivimos, no podemos sustraernos a ver el adviento de una forma diferente, con un espíritu distinto de años anteriores, pensando cada uno de los pasos que nos inspira la llegada del Divino Niño de Dios.
Un niño que cambió la historia del mundo, de toda la humanidad venidera, pero cuyo mensaje de amor, fraternidad y vida, hay que reconocerlo, que aun no esta siendo utilizado en plenitud, de todos y para todos, prueba de ello es que cada día mas, vivimos en nuestro pequeño mundo, en nuestro individualismo, en el consumismo de unas fiestas que cada año se alejan mas y mas del autentico motivo de la navidad: El nacimiento del Hijo de Dios.
Cuando todos nos preparamos para las fiestas navideñas, en casa un año mas, sufrimos con los que sufren, todo el año, bien es verdad, pero mucho mas en fiestas tan entrañables donde el frío les hiela todo el cuerpo, pero la falta de amor les hiela también el corazón y el alma. ¿Cómo celebrar la venida del Hijo de Dios, si olvidamos su mensaje de Amor y fraternidad? ES IMPOSIBLE, e intentamos como en este precioso tema que nos ocupa: Buscar a los perdidos, compartiendo con ellos mucho mas de lo habitual, yendo hasta ellos, los que viven la pobreza energética en el crudo invierno, muchos de ellos con niños pequeños, otros ancianos olvidados por su familiares y todos con un denominador común: las necesidades del cuerpo pero sobre todo la falta de AMOR.
Me veo identificada con la oveja perdida cuando me dejo llevar por el desencanto, la desilusión, la tristeza, por la existencia. Cuando me alejo del agradecimiento por todo lo que tengo y soy. Así me siento apartada de mi ser más grande que es el Dios que me habita, y me empuja a gozar y dar vida a todo lo que soy. Cuando mi ego gobierna mi voluntad y me pone una venda que me impide salir de mi misma y abrirme a poner todas mis facultades al servicio de los demás y entregar mi vida como Jesús nos enseñó.
En algunas ocasiones, en las que surgen dificultades en mi vida, me siento desmoronar. Es entonces cuando creo estar representando a la oveja perdida del redil; olvido que es en Dios en quien debo sostenerme, confiar, esperar, orar, invocar al Espíritu Santo que Dios nos envió, para que nos asista con sus dones en todo momento de dificultad. Estando en comunicación con Dios, a través de la oración, no hay imposibles, todo se hace más liviano, más ligero y más aún cuando ofrecemos nuestro sufrimiento en reparación de nuestros pecados y los pecados de los de los demás.
En estas fechas próximas al nacimiento del Hijo de Dios, nos vamos a permitir dar por finalizado el tema 13 hasta pasado el día de Reyes, en el que retomaremos con muchísima ilusión el tema 14 con el bellísimo titulo “Dios es bueno con todos”, la prueba más visible de que caminamos de la mano de Jesús de Nazaret.
Juan Carlos, Antonio José, Inmaculada, María, Pilar y María del Carmen. GVJ Tabor
APORTACIÓN PARA LA WEB: TEMA 13 . “Dios busca a los perdidos”
( Lucas 15, 1 – 7 )
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO
El título nos parece adecuado. Dios nos busca a todos, y no sólo a los perdidos, también a los que desean permanecer con Él , y siguen Su Camino. Todos le necesitamos.
Los fariseos y publicanos, llaman “pecadores” a los que no cumplen sus leyes. Podemos suponer que el murmullo lo seria para desacreditar a Jesús, puesto que “les estaba arrebatando el liderazgo y la autoridad”.
A éstos , a los perdidos y a todos, Jesús nos da : esperanza, acogida, misericordia, alegría, perdón , bondad del Padre, ilusión …
En esta ocasión, Jesús ,( o Lucas), quiere que busquemos a los “perdidos” (sean pecadores o no). Los que han sido hallados por la Misericordia y la Gracia Gratuita del Padre, sienten una gran alegría por experiencia propia, y eso es lo que Jesús acaba concluyendo en ( Lucas 15, 1 – 7 ) .
1.- Los que se acercan a Jesús.
Gente sencilla, humilde, “pecadora”, etc. Jesús los quiere y recibe a todos, desea que le escuchen y le sigan libremente , porque Su Padre , Dios , ama a tod@s sus hij@s y criaturas. Para Dios tod@s somos deseables.
2.- Los que murmuran contra Él.
Si Jesús nos ama a todos ¿qué importancia va a dar a las murmuraciones? Ni siquiera aparece en esta ocasión una sola palabra ni comentario contra las murmuraciones.
Tiene muy claro a qué a venido: a sanar, a cambiar los corazones y la forma de vivir de tod@s ell@s.
3.- La Parábola
Para Jesús no existe distinción entre buenos y malos. En esta parábola desea hacer ver para que le ha mandado el Padre . Quedan muy explícitas las palabras utilizadas por Lucas. En definitiva, desea que vivamos como una gran familia que busca la verdad y la felicidad para tod@s.
4.- La pregunta de Jesús
Creemos que sirve para tod@s. La finalidad que esta pregunta persigue es: demostrar el Amor que Dios nos tiene y que quisiera que también tod@s nosotr@s nos amáramos como Él nos ama.
Es verdad que, aveces, haciendo “oídos sordos”, nos encerramos y queremos tener razón, pretendemos conocer la verdad, y tratamos de seguir nuestra propia “seguridad” por falta de confianza en Él y también por miedo al cambio.
5.- La actuación del pastor
Toma la iniciativa. Necesita al “perdido”. No repara en el cansancio, ni en los peligros, y cuando la encuentra … ni una simple amonestación. La recibe con cariño y mucho afecto . Se da cuenta de lo cansada y asustada que está, se la carga a los hombros …
6.- Conclusión de Jesús
Después de la pregunta encontramos su respuesta inmediatamente. Quiere que vivamos una alegría compartida.
ACERCAMIENTO A LA VIDA:
Conversión y Compromiso
►Estoy convencido en que Dios me ama , me quiere , me ha elegido para un tiempo y lugar , para unas circunstancias que voy descubriendo poco a poco, y no deseo fallarle.
Sé que me pide que no tenga miedo, pero soy débil y algunas veces cobarde para tomar iniciativas.
Sé que una gran mayoría de problemas producidos por nosotros , sólo se pueden solucionar con su ayuda , nuestra participación suele ser mínima, pero al menos Jesús nos pide buena voluntad , atención y esfuerzo (aunque sea mínimo) en lo que nos pide hacer.
Cuando mi impotencia aumenta demasiado, le digo : “¡ pero… tú que haces !”.
Al poco de expresar lo anterior me respondo , buscando “alivio” : “¡ten paciencia, él sabe cómo y cuando!”.
►Necesito orar más para dejarme encontrar por el Buen Pastor.
Como lo expresa un compañero en su testimonio existencial y espiritual, frecuentemente las crisis personales, económicas, familiares, profesionales etc nos oscurecen el camino y nos perdemos en el marasmo de la incertidumbre y de la «noche oscura» de la que tan bellamente nos habla San Juan de la Cruz.
►Sí, me siento como oveja perdida, más que todo por mi falta de fe, toda la vida he sido demasiado racional y eso me lleva a pensar tonterías. Pero quiero avivar mi fe, de manera que cuando me vengan las dudas, no solo las deseche, sino que crea que Jesús está conmigo y me acoge sin tener en cuenta mi falta de fe y de confianza.
La situación en la iglesia ha cambiado mucho desde hace tiempo y más ahora con la actitud del Papa, quien imitando a Jesús no hace exclusiones y por eso mismo ha encontrado resistencia en los sectores “más católicos”, cuya actitud puede ser considerada farisaica.
Creo que nuestra actitud debe ser de acogida, inclusive para aquellos que se resisten a cambiar y se consideran una élite privilegiada. Quizás con estas actitudes, siguiendo las actitudes de Jesús hagamos una pastoral de “atracción”, de la que habla el Papa.
►Darle gracias a Jesús, porque él me sostiene, me alimento de su palabra y comparto con otros hermanos la Eucaristía, como signo de fraternidad y seguir caminando sabiendo que Él me ama, y nos ama. A veces cuando la actitud es de indiferencia, y falta de acogida, no es correcto , debemos respetar mucho a cada persona y, sobre todo, trabajar mucho para tener los sentimientos de Jesús: cercanía, acogida, no juzgar a nadie…
En el Grupo de Jesús, se me ocurre: orar por todos ellos y, con nuestra manera de ser, transmitir la Bondad y el Amor de Dios.
►Todos nos sentimos perdidos en alguna ocasión. Nadie se salva de esa sensación. Es humano.
Confío más en personas que dudan que en las que digan tenerlo todo claro. En las relaciones humanas siempre hay cosas que chirrían. Pienso que es natural que sea así pues nos hace crecer. Más bien me siento incomodo con personas o grupos donde todo parece ser perfecto. El hecho de tener la compañía de Jesús me hace seguir adelante. Me da fuerza. Me siento acompañado. Siento agradecimiento por todo lo que Jesús nos da. Él es amor. El amor que Jesús nos da es el ejemplo de lo que nosotros podemos ofrecer. El acoger es un proceso. De a poco a poco. En este proceso es significativo que a la vez que nos acogemos a nosotros mismo ocurre que estamos mejor preparados para realizar, con autenticidad, ese acogimiento, aceptación del otro diferente.
Una buena manera de transmitir el mensaje de Jesús es en el sencillo bien hacer. Que cada uno tenga la libertad de encontrar su justa medida. Transmitir una felicidad que nace desde nuestro interior, un bienestar auténtico, puede hacer pensar a otros que él también puede sentirse bien. Eso atrae.
► Como ya les comenté alguna vez, sufro de una enfermedad, la bipolaridad. He visto hoy que el Papa se ha reunido con un grupo de enfermos de la enfermedad de Huntington, también una enfermedad genética, pero que de manera incurable destruye a la persona que finalmente queda totalmente imposibilitada y esto lo lleva a la muerte. El Papa Francisco dio palabras de ánimo y esperanza a estas personas, y dijo que ellos son muy importantes para la iglesia.
En los momentos cuando más desanimado estoy surge algo, en el que uno ve que Dios sigue buscándonos. Pero es inevitable creo yo, al tener alguno de estos males, sentirse solo, sentir miedo, sentirse perdido. El sentimiento de debilidad y de impotencia son a veces tremendos.
El Señor fue bueno conmigo y me ha dado la oportunidad de seguir adelante. Hay momentos que parecen sumamente difíciles.
Agradezco a Dios por haberme salvado en la cruz del Calvario, como también de haberme salvado de mi mismo. La parábola del Buen Pastor para mí vida es muy significativa. Sin el Buen Pastor, no sé donde estaría hoy.
Me encantaría poder ayudar más a personas que pasan por esto de la bipolaridad..Que el Señor me siga fortaleciendo en este camino, y cuento con sus oraciones para poder seguir adelante, en los momentos malos, y también en los buenos.
► Estoy tratando de mostrar mi cariño y mi cuidado a una persona joven muy cercana, que considero no encuentra su camino y toma decisiones equivocadas y que la perjudican grandemente. Una gran felicidad para mi sería verla abrirse al amor de Dios pero sé que, al menos por ahora, no le puedo llegar con palabras, pero si siente el cariño y cuidado de alguien, y por supuesto con la acción del Espíritu Santo, quizá algún día, aunque ya yo no lo vea, entienda que hay un Pastor que la quiere y la acepta como es.
►Lo más usual es que tengamos (porque por supuesto me incluyo de primera) una actitud critica, nos portamos más como los fariseos que como Jesús. Y si no lo decimos abiertamente en nuestro interior les estamos condenando. Tengo que trabajar mucho en eso y me bendice mucho escuchar las exhortaciones del Papa Francisco en ese sentido. Si debo admitir, y ya esto lo he compartido en anteriores oportunidades, que a veces me es un poco difícil discernir hasta donde llega la línea divisoria entre aceptar a las personas sin que esto signifique que apoye su conducta . Solo Dios nos puede ayudar.
►Yo siento una gran satisfacción de ser amigo de un Dios como me lo presenta Jesús, lejos de imágenes del pasado que como dice un autor “ hay que matar a nuestros dioses”, refiriéndose a las falsas imágenes que a lo largo de la historia han ido calando en nuestras vidas.
►Todos hemos criticado al otro, y que tire la primera piedra el que nunca ha criticado a nadie, ya me gustaría a mí tener el corazón de Jesús para ver más allá de las meras apariencias y ver lo bueno y lo positivo de aquellos a quienes llamo contrarios o que tienen una opinión diferente de la mía.
►Resistencia al cambio, murmurar contra el que da la cara y propone un cambio..¿ no suena a actualidad ciertas posturas contra el Papa Francisco en su afán de cambiar actitudes de la Iglesia ?
ORACIONES
“Que el Espíritu de Cristo resucitado, mueva los corazones
y descubramos la fuerza de tu Amor”.
Gracias Jesús por esa luz que siempre enciendes en mi oscuridad.
Enséñanos Señor a ser dóciles y humildes de corazón.
Señor que sea sensible con los que necesitan ayuda y sepa discernir qué necesitan.
Somos tu rebaño Señor, enséñanos a convivir en armonía, guíanos a buenos pastos.
Señor que sepa ser un Buen Amigo y a vivir con bonhomía.
Gracias, porque Tú sigues saliendo a nuestro encuentro.
Gracias, porque Tú nos quieres a todos con ternura.
Gracias, porque Tú estás siempre con nosotros.
Gracias, porque Tú nos envías tu Espíritu y nos fortalece.
Con el H. Roger de Taizè oramos: Dios de paz, nos amas y nos buscas a cada uno de nosotros. Tú miras a todo ser humano con infinita ternura y profunda compasión
Me impacta cuando dicen que Jesús no etiqueta entre buenos y malos y también que Él no ve el error de la oveja al dejar el redil, sino que se fija, se preocupa, por la soledad que debe estar sufriendo dicha oveja y por eso la busca hasta encontrarla, para acogerla, confortarla, comprenderla, acompañarla, amarla.
Hermoso texto que nos permite discernir el amor de Dios, tan diferente al nuestro y en el que su compasión prima ante toda debilidad del ser humano.
Ojalá avancemos en la compasión hacia nuestro prójimo diferente y no nos quedemos cómodos y seguros en el redil, solamente.
Querido lector/a, el GVJ Maranatha hemos trabajado la parábola del Buen Pastor y la oveja perdida en este tema 13 y queremos compartir contigo nuestras reflexiones:
Acercamiento al texto evangélico:
Nos hallamos ante un texto corto, pero con un mensaje denso y profundo donde el evangelista nos presenta un entorno religioso cultural propio de la época de Jesús: se consideraba que los pecadores, enfermos, pobres, publicanos… en general, todos los marginados sociales, no eran merecedores de la mirada de Dios, ya que en tiempos de Jesús no era normal que estos indeseables fueran admitidos en la sociedad; eran unos proscritos y la ley no los admitía. Es Jesús quien rompe con esa ley y considera a éstos como los primeros necesitados, los primeros a quienes va a atender y a acoger.
Jesús habla de un modo novedoso sobre Dios que no encaja para nada con la concepción que tienen los fariseos sobre Él; por contra, los pecadores se acercan porque oyen algo diferente, algo que no han escuchado nunca; están tan mal que necesitan «algo» que les llene de esperanza. Y no se equivocan porque lo que escuchan en esa nueva noticia de Jesús es un mensaje inédito hasta el momento. Su mensaje de perdón, de acordarse del último, de tener en cuenta y dirigirse a todos sin hacer distinciones, la humildad, la entrega a los demás,… todo ello proporciona a los pecadores algo que hasta entonces no tenían. Esperanza.
Lo critican por su modo de proceder y de acoger a los que para ellos no valen nada, ya que, según sus leyes, no son dignos de amor y de perdón; pero Jesús viene a dar plenitud anteponiendo la vida a la Ley. Todo esto lo ilustra con una parábola: La parábola del Buen Pastor, un pastor real, imagen concreta del amor del Padre hacia todos nosotros. El protagonista, el amor de Dios a los hombres, individual e inmenso. Éste ha perdido una oveja, y deja a noventa y nueve para buscar a la perdida. La encuentra y lleno de regocijo la lleva al redil. Bajo el punto de vista de los humanos es insensato que un pastor deje noventa y nueve ovejas para buscar a una perdida porque corre el riesgo de perder a las demás. Pero Jesús, con la parábola, lo que quiere destacar es precisamente que quienes se encuentran perdidos, los indeseables, son los que más necesitan al Padre, los que más necesitan de Jesús. Y corre en busca de ellos. Una vez más Jesús nos sorprende con una manera de actuar que no encaja para nada en nuestra manera de pensar.
Son importantes tanto la oveja perdida como el pastor: El pastor remite a Dios, que siempre está a nuestro lado y nunca nos olvida. La oveja perdida somos cualquiera de nosotros en nuestros malos momentos, o algunos de nuestros hermanos que han caído por algún barranco. Esas son las ovejas que le preocupan, las demás están en el rebaño ¿Comunidad? y pueden protegerse unas con otras, pero la que está perdida no tiene a nadie más que al pastor. Por eso, el relato proporciona luz para cualquiera que se sienta perdido.
Y ahí viene la enseñanza de Jesús: Dios estará más feliz por un convertido, que por aquellos justos que no necesitan convertirse. ¡Qué tremenda enseñanza!
Acercamiento a la vida:
+ Cada vez son menos los rebaños que se ven a lo largo de los caminos y cañadas, cada vez es más difícil explicar la labor del pastor a los jóvenes, nos hemos secularizado tanto que no encontramos las imágenes reales, para enderezar nuestra mirada agradecida a Dios Padre.
+ Hay personas alejadas de la práctica religiosa y moral que se acercarían a Jesús si alguien les ayudara a conocer su persona y mensaje; este proyecto de Grupos de Jesús es lo que nuestra iglesia necesita para conocer al Jesús de los evangelios. Cuanto más vamos avanzado yo misma me voy dejando atraer y contagiar por el espíritu y mensaje de Jesús para que con mi testimonio pueda contagiar a otros.
+ Mas que buscar a las personas, pienso que hay que atraerlas como un imán, con nuestra posición como instrumento de paz, rostro sonriente. Las personas notan esa paz que tenemos dentro, y esa paz, que solo Dios puede dar, se transmite por imantación.
+ Creo que todos podemos ser “pastor bueno” para alguien, basta fijarse un poco a nuestro alrededor. Acercarse al perdido significa para esa persona, esperanza. Por eso quiero agradecerle que en los momentos más difíciles, a menudo sin buscarlo, se acuerde y nos busque Él a nosotros con ahínco.
+ Nuevamente el buen pastor aparece buscándome….pareciera que me conoce muy bien y sigue la trayectoria de mis decisiones.
+ Jamás había pensado que Dios me está buscando. No había interiorizado que Dios me está buscando. Tener siempre presente que el Padre me está buscando puede suponer la fuerza que necesito para caminar de la vida a la Vida.
+ Lo que le agradezco es que siempre me ha sacado de los pozos en que me hundía. El sentirme, una y otra vez, perdonado, y que me siga ofreciendo su camino de salvación.
+ Saberme rescatada y buscada por un Padre que no me juzga ni pide nada ¿cómo no voy a querer corresponder desde mi fragilidad y tozudez devolver un poquito de ese mar de amor que Él derrama día a día en cada corazón que clama su amor y misericordia?
+ Los Grupos de Jesús son un buen lugar donde puedan encajar los alejados, pues al ser un grupito pequeño, un lugar más íntimo, de iguales, donde no hay un “jefe” que te pueda reprochar nada; independiente de cualquier parroquia o movimiento es un lugar ideal para poder darse a conocer, sincerarse y mostrarse uno tal cual es, sin máscaras y sin miedo a nada, y para así poder llegar un día a tener un encuentro con Jesús.
+ Gracias a estos grupos de Jesús por tanto bien que estamos recibiendo. Es por esto que me comprometo a tomar la decisión de dar amor, afecto, de buscar y acercarme a cada hermano que sepa que está en situación de alejado.
ANA VILMA, ANTONIO, CARMEN, FRANCIS, ISABEL, JAVIER, LUCILA, MARGALIDA, MARIPILI, MARIVI, RICARD.
ESTE ES EL RESUMEN DE LAS APORTACIONES QUE EL GRUPO CANÁ HA HECHO SOBRE LA HISTORIA DEL PASTOR QUE SALE A BUSCAR A LA OVEJA PERDIDA, LA ENCUENTRA Y LO CELEBRA CON LOS DEMÁS.
PRIMERA REUNIÓN
Los que se acercan a oír a Jesús posiblemente fueran aquellos que, como nosotros, los de Grupos de Jesús, anhelamos oír palabras que nos ayuden a sobrellevar las dificultades cotidianas
La parábola tiene tres protagonistas porque son tan importantes la oveja perdida como el grupo que queda momentáneamente librado a su suerte y, obviamente, también el pastor.
El protagonista de esta parábola es el pastor que busca a la oveja que se va por camino equivocado.
He estado dando vueltas sobre quién es el protagonista en la Parábola. Me inclino por los pecadores,
Como en mi caso, las ovejas alejadas de su Conciencia, son abrazadas de mil maneras, convidadas a despertar.
¿Qué significa que aquella oveja estuviera perdida? Que no estaba con las demás. Eso significa estar perdido, ser pecador: estar separado.
El andar por caminos equivocados provoca infelicidad y un vacío existencial que nos mueve a buscar un sentido a nuestra vida que sólo en Dios podemos encontrar. En Jesús podemos ver a ese Dios que es Amor y Misericordia.
La forma de actuar de Jesús escandaliza a los que rechazan a quienes ellos consideran pecadores. Algunas autoridades eclesiales lo hacen aún. ¿Quién de ellos, cuando se pierde una oveja, deja a las demás y va tras la perdida? ¿Cómo es posible que se las intente apartar, que se les cierren las puertas a los que más lo necesitan?
En esta ocasión me he fijado especialmente en la lectura, cuando dice que “da con ella, se la echa a los hombros lleno de alegría y, al llegar a casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Compartir la alegría con los amigos y vecinos. Una vez más, el Maestro se parte y se reparte por los demás, con todos.
SEGUNDA REUNIÓN
Ciertamente Jesús tendría en cuenta el A.T. cuando los profetas hablaban de los malos pastores y cómo Dios era su única defensa.
Siento una invitación a contagiarme de la alegría que Jesús anuncia al que encuentra «algo perdido de su propiedad»
De la parábola que nos ha contado Jesús a nosotros, publicanos y pecadores, cosecho una mirada desde lo cotidiano, y esto es: ya sea que me comporte como oveja del redil, o como oveja que se ha ido por su cuenta, da lo mismo, mientras siga siendo oveja. La diferencia la hace el pastor.
Otro aspecto de esta reflexión es ponerme en el lugar del pastor como nos enseña Jesús: Tengo la bendición de ser madre de cinco hijos, tres hombres y dos mujeres; por ahí he leído que el amor de una madre es un poquito parecido al amor de Dios y así analizo que cuando uno de mis hijos tiene algún problema, me enfoco a él y a los demás los dejo a un lado, sabiendo que están bien… Esto es lo que hizo el pastor y es lo que nos enseña Jesús.
Por ahora, no puedo enfocarme a la autoevaluación de lo que es mi acción de oveja perdida. Me cuesta decirme oveja.
Dios no se acercará más a ti porque des limosna o te arrodilles más que los demás, o reces mil rosarios en un año. A Dios, sorprendentemente, lo encontraremos saliendo a por una de esos que no rezan ni dan dinero y ni tan siquiera creen en El.
Intento ayudar a Jesús en su trabajo y, por eso, me gustaría ser “el carea” de su rebaño. Es ese perrillo de poca alzada, feúcho, que siempre acompaña al pastor y le sirve de ayuda para carear sus ovejas. Ese perro es siempre fiel a su pastor y no se separa nunca de él: come lo que le da, duerme a su lado o a la puerta del aprisco y, en cuanto se desvía una oveja, se lanza a buscarla y, sin hacerle daño, la lleva con las demás.
OVEJAS NO «CHIVAS EXPIATORIAS.
Qué hermosa, profunda y sentida reflexión la vuestra, se nota que el tiempo de descanso ha sido fecundo.
Quiero añadir algunos matices, al hilo de lo expresado, contrarrestando un poco con la realidad y uniéndome a vosotras-os, en sintonía total.
Una actitud permanente de Jesús, fue buscar la manera de hallar y salvar cuanto se había malogrado y perdido por falta de misericordia.
El pecado nos hace daño y trae consecuencias en la vida que son impredecibles.
Alguna vez hemos sido «víctimas» del rumor y el chisme, las lenguas afiladas, críticas urdidas a nuestra espalda, con la única intención de hacer caer el oprobio sobre la dignidad de nuestra vida, dejándonos fuera y sin justa equidad acerca del mal recibido, con la sensación de sentirnos «a la intemperie», lejos del cobijo que nos «abrigaba» y daba calor a nuestro corazón, como huérfanos en desamparo y soledad.
«Ovejas perdidas», por no tener el «cayado del pastor» donde apoyarse, orientar su camino, sentir su presencia cercana y solícita, el consuelo y ánimo de su palabra.
Ya el Papa Francisco, se ha pronunciado varias veces al respecto diciendo: CONSUELEN A LAS «OVEJAS», NO TENGAN ACTITUDES DE RECHAZO NI SEAN DESPECTIVOS, TENGAN COMPRENSIÓN, DEN APOYO Y CONFIANZA, QUE SIENTAN EN SU CORAZÓN LA MISERICORDIA Y EL PERDÓN DEL PADRE.
Son contados los que, llevados por el gesto noble y sincero de Misericordia, están dispuestos a resarcir del mal causado, reconocer su error y pecado, sanar las heridas. Porque, los «pastores» también cometen errores, algunos lacerantes que causan sufrimiento. De hombres es errar, de sabios rectificar».
La equivocación y error siempre está de la otra parte. Él otro es, -así lo creen algunos- un estorbo, quien me impide buscar mi propio afán y conveniencia, mis intereses, de ahí que, nadie eleve su voz en defensa del inocente que es descartado y echado fuera, como «oveja sin pastor».
Otros-as, con cínica hipocresía y hasta malévola intención, dirán que pastores hay muchos, que se «busque» uno entre tantos. También ovejas hay muchas, más una sóla acapara la atención de Jesús: aquélla que está herida y abandonada a su suerte.
Cuántos inmisericordie «se lavan las manos» y permiten que las
«ovejas» se pierdan.
Pecadores sí, es nuestra condición. Arrepentidos de tanto estrago, abuso de poder, tanto «descarte» oportuno, ¿cuántos?.
Algunos pueden pensar que el hecho de repetir la «cantinela»: ¡todos somos pecadores!, les da licencia y patente para justificar su actitud y comportamiento, es tantas veces el «mea culpa» que nada interpela e insta a tener que «mojarse», ponerse al lado del hombre y mujer caídos en debilidad y dificultad.
Sin embargo, ¿quiénes están en verdad arrepentidos, dispuestos a curar las heridas y resarcir del daño causado?.
Ojalá se aunaran todos-as, en la firme voluntad de que nunca más las «ovejas echadas fuera», vaguen perdidas, con el «fardo pesado» sobre sí, de tantas actitudes nada evangélicas.
Privilegios, trato de favor, las y los «imprescindibles» del espacio y «rebaño», sin opción a que otras «ovejas» puedan compartir, el Amor en torno al Amigo Jesús.
Ovejas, no «chivas expiatorias».
La dignidad no está en venta, ni es negocio que rinda beneficios.
Sin misericordia y amor, el Señor seguirá oyendo el lamento y súplica de tantos abandonados.
Las experiencias, dicen algunos que te enseñan, te ayudan a rectificar y ser mejor persona, otros, que te hacen más dura y menos sensible al dolor y sufrimiento. Sea como fuere, hay demasiadas «ovejas heridas», como para creer que tan sólo hablando llegaremos a poner fin al sufrimiento que padecen.
Jesús, valiente, decidido, no se «andaba por las ramás», iba en busca de hombres y mujeres, los cuales, el pecado propio y ajeno les había dejado la huella del sufrimiento.
Que Dios ama al pecador es algo evidente. Jesús es fiel reflejo de su Amor, manifestado en gestos de comprensión y perdón hacia la condición humana.
Con la misma pasión y celo que buscaba a sus «ovejas», Jesús, llamado con razón Buen Pastor, denunciaba los abusos de poder y estragos causados por las injusticias, los vicios del libre albedrío, la falsa apariencia de ritos, ceremonias y usos, las leyes que oprimían a los más desfavorecidos de la sociedad, en definitiva, la hipocresía y mentira humillando al inocente e indefenso, tantos pecados como su mirada contemplaba.
Jesús aborreció la falta de verdad escondida en el corazón de tantos «fariseos de turno», sus miserias y pecados. Su clara y rotunda denuncia, le granjeó
enemigos, hizo que su vida estuviera en el «punto de mira».
Pecadores todos y todas, sin embargo, para nada pretendan «clonarnos», «ni son todos los que están, ni están todos los que son».
Porque, con la manida frase «todos somos pecadores», son muchos los que echan sobre la espalda de los inocentes -que los hay-, la pesada carga de sus miserias.
La Misericordia de Dios merece respeto, no es un capricho o pretensión nuestra. No debemos convertir a Dios en papá nöel, dando algún que otro «tirón de orejas», repartiendo por doquier «golosinas» de benevolencia. Podemos caer en la frivolidad del «todo vale».
Hemos de ser honestos, mantener la sincera actitud de reconocer nuestro pecados y error, rectificar, sanar las heridas que hayamos podido causar.
Este debiera ser el noble afán de nuestra voluntad, llenar la vida de gestos de misericordia y perdón, convertido el corazón a Jesús que sigue diciéndonos: «PERMANECED EN MI AMOR»
Miren Josune
Jesús narra esta parábola de una forma tan sencilla y cercana, que los “indeseables” y pecadores se acercaban a escucharle porque con Él no se sentían marginados. Su forma de actuar los atraía. Nada que ver con la actitud de los fariseos que tenían una idea equivocada de Dios. Pensaban que sólo con cumplir la ley bastaba. Les faltaba amor. Sólo se acercaban a Jesús para espiarle y condenarle, pero sus corazones estaban cerrados. No podían comprender que un representante de Dios se mezclase con los “malditos”.
Los que murmuran contra Jesús son los “deseables“ de la sociedad. Los que cumplen las normas y anteponen la ley al hombre. Los “indeseables”, los rechazados, se sienten acogidos por Jesús y por eso se acercan.
Es la parábola del Amor incondicional, para el que no hay obstáculos para el encuentro. Coloca la compasión y la misericordia en primer lugar. No juzga, no “etiqueta ” en buenos y malos… No para hasta recuperar a la oveja perdida; pensando no en el error cometido al irse, sino en la situación de desamparo y soledad en que se encuentra una vez que se ha ido. Nadie como el Pastor sabe penetrar en esa soledad profunda de la oveja perdida de forma que se sienta acogida, cuidada, protegida, amada.
Que Él nos ayude a descubrir esa parte de soledad y de vacío en nosotros, y en los demás, para saber transmitir su Mensaje de Amor.
Él no nos ama porque seamos buenos. Nos ama como somos y, si somos buenos, es porque Él nos habita y nos va llevando. Somos pecadores cuando no descubrimos de verdad esa Realidad.
Para Él, cada uno somos únicos e irrepetibles. Por eso la Parábola escenifica esa individualidad de la oveja.
Es la Parábola del Amor del Padre y el cuidado individualizado de cada uno de nosotros.
( El Papa nos invita a orar: ”Dios me conoce y se cuida de mí” )
ÉL siempre lleva la iniciativa. No es que nos perdona porque se encuentra por sorpresa con nuestro arrepentimiento, sino que es Él mismo quien nos mueve a ese arrepentimiento ofreciéndonos gratuitamente su Perdón.
Cuando nosotros sentimos que vamos a la deriva, hay una mano amiga que nos busca, unos brazos misericordiosos que nos quieren acoger, un Dios amoroso que nos quiere llevar sobre sus hombros.
Casi podríamos decir que “aprovecha” nuestros fallos para poder mostrarnos su misericordia. Como decía San Agustín: ¡Oh, feliz culpa que nos ha hecho conocer tal Redentor!”. Que nadie se escandalice: las debilidades y pecados son propios del hombre.
La solicitud de Jesús nos pone de manifiesto que no quiere que nadie se pierda.
“Cuando nos sentimos perdidos, Dios está más cerca de nosotros que nunca”. ( Jose Antonio Pagola)
Jesús nos busca a cada uno con tanta insistencia como si fuéramos únicos. Su mayor alegría consiste en buscar y encontrar a quien vive perdido y no encuentra el camino de la Vida.
A veces nos alejamos por auténtico despiste, ignorancia, o porque proyectamos nuestra vida de forma equivocada.
Pero Él siempre anda cerca esperándonos ansioso en cualquier recodo del camino.
Juzgamos y condenamos a otros con ligereza y resulta que Dios los ama igual que a mí… ¡Toda una lección!
Dios que me habita, continuamente me está buscando y hablando de mil maneras para que yo me encuentre con Él. ¡Y yo me atrevo a juzgar, condenar, rechazar!
Debemos estar atentos porque en cada uno de nosotros conviven el fariseo y la oveja perdida.
Tengo que detectar en mí los puntos de desamor, lo que me separa de los otros. Ésa es mi oveja perdida, que debo buscar tiernamente. En la medida en que avanzamos en comprensión y amor, nuestra alegría compartida nos unifica y diviniza.
EN RESUMEN :
El protagonista de la parábola es el Pastor que cuida, mima y se desvive por todas sus ovejas por igual.
Jesús nos muestra un Dios -Abba- que se nos entrega incondicionalmente. Tenemos que dejarnos encontrar por Él.
Necesitamos silencio, dejarlo todo, escucharle… ¡Nada mas Y tener la bendita seguridad de que vamos de su mano y no va a dejar que nadie se pierda, porque no es sólo que Él nos ama, sino que ÉL ES AMOR. NO HAY FUERZA MÁS PODEROSA QUE ESA.
Como puedo hacerme un lado de este pasaje, si soy un pecador precisamente porque he sido acogido por el mismo Padre porque me ama y vuelvo a expresar que he sentido su abrazo o sus hombros cuando me encontró porque era una de sus ovejas perdidas. Y se que seguramente se alegro como yo también me regocije; al encontrarme con El.