Marcos 3,1-6
Entró de nuevo [Jesús] en una sinagoga y había allí un hombre que tenía la mano atrofiada.
Los fariseos estaban espiando para ver si lo curaba en sábado y tener así un motivo para acusarlo.
Jesús dijo entonces al hombre de la mano atrofiada:
—Levántate y ponte ahí en medio.
Y a ellos les preguntó:
—¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal; salvar una vida o destruirla?
Ellos permanecieron callados. Mirándoles con ira y apenado por la dureza de su corazón, dijo al hombre:
—Extiende la mano.
Él la extendió, y su mano quedó restablecida. En cuanto salieron fuera, los fariseos se confabularon con los herodianos para planear el modo de acabar con él.
- Ver el contenido de las dos reuniones de este tema en el libro Grupos de Jesús, de José Antonio Pagola
Primera reunión: Acercamiento al Evangelio
– Guía de lectura
– Acercamiento al texto evangélico
– Comentario
Segunda reunión: Acercamiento a la vida
– Conversión personal
– Compromiso en el proyecto de Jesús
– Sugerencias para la oración
Banco de oraciones
En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 16. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.
Materiales de profundización
En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 16 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.
El hombre curado en sábado.
Marcos 3,1-6
¿ Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal; salvar una vida o destruirla?
Son las preguntas de Jesús en la sinagoga un sábado a los fariseos antes de curar a un hombre que tenía la mano atrofiada,no sabemos nada a cerca de él,Marcos nos dice que Jesús entró y había allí un hombre con ese problema, él no actúa por propia iniciativa no le pide que le cure y tampoco como en otras ocasiones lo hacen amigos o parientes por el enfermo,es Jesús compadecido porque no pueda llevar una vida digna quien actúa.
En este texto evangélico volvemos a constatar que el Dios transparentado por Jesús es amor,un Dios que solo puede amar que se compadece de los que sufren,de los que por un problema de salud no pueden llevar una vida decente y plena,los que por el pecado viven en la periferia marginados y despreciados.
Los fariseos tiene la idea de un Dios tirano y ególatra al que le preocupan principalmente los preceptos religiosos,por eso Jesús siente lástima por ellos,nos impresiona como Jesús que siempre tiene una mirada dulce y compasiva con los pecadores,los enfermos,los despreciados…los mira con ira ,con pena por la dureza de su corazón, sentimientos tan humanos que le identifican con nosotros y nos hace ver que por encima de los dogmas,la liturgia y las tradiciones está el hombre y que el amor de Dios está con él en los que sufren y necesitan consuelo,al igual que a Jesús debería indignarnos las reglas estrictas de la Iglesia por encima de la caridad y de las necesidades de los hermanos.
En la sinagoga vemos como Jesús molesta a los que no saben amar,les incomoda la libertad con la que él actúa y se salta la norma del sábado que Dios había dado a los hombres para que descansen, disfruten y le honren,no para convertirla en un precepto imposible de cumplir y que ahoga y agobia a los hombres y que les hace olvidar el amor por los hermanos que es lo que Dios quiere de cada uno de nosotros,el hermano y su necesidad antes que el precepto,no se trata de cumplirlo o hacerlo mal,se trata de que no esté por encima de los que sufren,¿qué le podemos ofrecer al Señor si descuidamos a los más vulnerables y desfavorecidos?¿ Si nuestro corazón está atrofiado y miramos para otro lado ante el dolor o la injusticia?
Los fariseos se sienten atacados porque Jesús no actúa con miedo sino que lo hace desde el conocimiento de Dios,desde la verdad del Padre que dio ese mandato.
Jesús pone al hombre de la sinagoga en el centro,en un lugar visible para todos los presentes para hacerles ver que para Dios lo primero no es la religión sino las personas que una vida digna donde nadie viva relegado es más importante que ningún precepto religioso,les recuerda que el sábado se hizo para el hombre y no al revés.
Como al enfermo que Jesús curo y devolvió la alegría nosotros también necesitamos ser curados de nuestras atrofias, de los miedos que nos paralizan, la falta de caridad con algunos colectivos marginados y despreciados,la comodidad de nuestro día a día que nos impide ver la injusticia y el dolor,la prisa por llegar a donde nos dirigimos muchas veces el templo y que no nos deja ver a las personas que viven en la calle sin un techo donde cobijarse.
No importan los ritos sino sabernos necesitados de ser salvados de pedirle nosotros también que nos sane y nos de luz para nuestra mano atrofiada se cure.
Él vino a salvarnos a todos, pero necesita nuestra colaboración que tengamos un corazón desprendido de egoísmos para que pueda acoger sus criterios que son la generosidad,la donación personal y sobre todo la humildad de corazón,nos invita a estar atentos a los demás,a no ser hipócritas,a vivir una vida de coherencia,de caridad,de preocuparnos por las personas que tenemos cerca,a que extendamos las manos a los que nos necesitan tanto en lo material como en lo espiritual acompañando o escuchando más aún en los tiempos difíciles que estamos viviendo.
Alicia, Francisco, Gela, Juan José, María, Rafael, Valle.
Grupo virtual de Jesús 33
TEMA 16 – El hombre curado en sábado (Marcos 3,1-6)
Acercamiento al Evangelio
Este pasaje nos presenta a un Jesús “desafiante” término adecuado para expresar que Jesús no temía al conflicto con otros, si ese conflicto era necesario para promover la misericordia de Dios que es lo mismo que promover el Reino de Dios. La historia parece centrarse no tanto en el enfermo, ni en el milagro, sino en lo que el Señor quería transformar, que era el corazón de las personas. Al curar a un enfermo rompiendo las reglas de la sinagoga y las reglas del sábado judío se contrasta el amor de Dios con el legalismo y el autoritarismo de los que supuestamente tienen el poder de la religión. A los fariseos no les interesa la salud del hombre, solo cumplir con las normas, su postura es la de ver cuando alguien se sale del reglamento para marcar el no acatamiento. A Jesús, en cambio, le preocupa la vida del enfermo, colocarlo en lugar de dignidad, queriendo hacer el bien siempre, sin fijarse tanto en el momento, en el lugar o en el a quien hacerlo. Lo cierto es que los fariseos desconocían la misericordia, no se conmovían con el sufrimiento de la gente, y por eso mediante esta curación en la sinagoga durante un sábado, Jesús deja bien claro que la vida de las personas es más importante que cualquier tradición o ley, por muy sagrada que se considere ésta; la vida siempre será lo más sagrado de todo. Jesús vino a enseñarnos el verdadero mensaje de Dios Padre que es el mensaje del amor, el mensaje de la compasión, el mensaje de hacer siempre el bien, el mensaje de la vida.
También hoy Jesús desafía al mundo a curarse. La mano seca de ese hombre es, hoy, nuestra ceguera espiritual, es la falta de caridad hacia nuestro prójimo, es nuestra impotencia ante el pecado, es nuestra indiferencia, nuestro egoísmo, todo lo que nos afea el alma. La cura y la liberación del ser humano son primordiales en el Plan que el Padre ha trazado para que el hombre tenga una vida digna. Cristo cura al enfermo dando una orden para que la persona se ponga en movimiento, hacia la dignidad, hacia Dios. Jesús nos redime y nos devuelve nuestra dignidad como hijos de Dios para que caminemos, nos pongamos en movimiento y demos testimonio del Evangelio sirviendo y ayudando a nuestro prójimo. Jesús quiere ponernos en el centro, como a todos sus seguidores, sanados y pastoreados por su amor, es por esto que tenemos que salir de nuestra zona de confort, tenemos que arriesgar nuestra vida si fuese necesario para servir y ayudar a nuestro prójimo. Qué fácil es creer que hacemos el bien porque no hacemos mal a nadie, no basta sólo con el amor a Dios ensimismados en nosotros hay que llevar ese Amor a nuestros hermanos porque sólo en el Amor redentor de Cristo está nuestra salvación.
Acercamiento a la vida
El dolor y el sufrimiento de los excluidos es el dolor de Jesús por tanto no debemos hacer el bien buscando una recompensa especial por ello en este mundo o en el mundo venidero. Nuestra relación con Dios nos ayuda a abrirnos al padecer de los demás, de manera especial a los más necesitados, con la gratuidad al servir que quiere Jesús. No se trata de solucionarle la vida a la gente, sino de acompañar sus propios procesos para que sientan la dignidad, que ya la tienen por ser creación de Dios, ser hijos amados de Dios. El mundo precisa, personas con menos dureza interior, con un corazón compasivo para brindar señales de vida a los desprotegidos, hacer el bien según la mirada de Jesús. Al seguir a Jesús, nuestros corazones saltan de gozo cuando ayudamos a alguna persona que está sufriendo, porque recibimos el amor de Jesús, y no podemos guardarlo solo para nosotros, hay mucho por hacer y nunca será suficiente.
Las prácticas religiosas, muy piadosas y sentidas, que nos ayudan a entrar en nuestro ego y acercar nuestras necesidades y experiencias de fe con la esperanza de alcanzar lo que creemos, no sirven de nada si no son compartidas con la realidad que nos rodea. Jesús actúa en las vidas transformando las personas y los corazones es por esto que nosotros como Iglesia, debemos ver a Dios en el interior de cada persona y tenemos que permanecer haciendo todo lo que esté a nuestro alcance para aliviar el sufrimiento de otros. Hay que transmitir la belleza, verdad y bondad del Evangelio, por lo tanto, en espíritu y verdad hay que ayudar a los carenciados, oprimidos, atrofiados de alguna manera, a vivir con en dignidad y con libertad. Tenemos que transcender la formalidad religiosa para llegar a lo que el Padre quiere de nosotros y que Jesús con su actuar nos revela. Debemos ser coherentes en nuestra vida con las enseñanzas de Jesús y dar testimonio permanente de fidelidad y alabanza al Padre con nuestra actuación misericordiosa con el prójimo. Como grupo virtual podemos unirnos en oración y pedir al Señor como le pide uno de nuestros compañeros:
«Te pido Señor, dame sensibilidad, dame fuerza, dame valentía, dame humildad para acercarme a mis hermanos con necesidad».
GVJ – 32 Adelino, Guillermo, Nancy, Lucía, Wolfgang.
APORTACION DEL GRUPO DE JESÚS VALLE DE ELDA
Queridos compañeras y compañeros de los Grupos de Jesús.
Nuestro grupo Valle Elda os hace llegar la reflexión del primer tema de apertura de la cuarta etapa.
Compartimos con ustedes las conclusiones y comentarios que hemos resumido.
Con este tema se inicia la etapa «Los rasgos de Jesús», por lo que empezaremos a ver “el rostro y el corazón de un Dios humano”. Este tema nos lleva a una conclusión, que puede crear confusión: “para Dios, lo primero no es la religión, sino la vida”.
JESÚS nos esta hablado de la salvación.
En la reunión que tuvimos el grupo, expresamos y llegamos a la conclusión de las siguientes ideas:
Poner a la otra persona en el centro, como protagonista. Jesús nos exige la renuncia a nosotros mismos. A cada uno le da lo que cada uno necesita.
A Dios hay que llamarlo y preguntarnos: ¿qué haría Jesús en nuestro lugar? Pensamos que cuanto más cerca nos encontremos de Jesús, más fácil será saber lo que debemos hacer.
Y compartimos con todos vosotros estas ideas: En la conclusion del comentario nos dice Pagola que Dios quiere ver a las personas erguidas y de pie, no paralizadas, sino llenas de vida; y así pensamos que queremos estar nosotros, estar siempre en pie y esperando la voz de Dios, en pie con todos nuestros sentidos y facultades cada día más agudizados para servir al Señor a través de los hombres, de todas las personas necesitadas de atención, de salud y sobre todo de amor.
También pensamos encarecidamente que a Jesús no hay que interpretarlo sino más bien imitarlo y vivirlo en nuestro interior, al mismo tiempo de gozar la libertad de sentir y vivir al Señor siendo conscientes de que la frase que nos dijo y su actuación en el momento fue la puerta al entendimiento.
«No es el hombre para el sábado sino el sábado para el hombre”. Grandiosa frase para calar en los corazones de los que escuchan al señor.
Queremos terminar dando las gracias por la convivencia que tuvimos a las personas de este comienzo de la Cuarta etapa, al padre Francisco Carlos, a las Hermanas de Betania por un entorno muy especial y con muchísima presencia eucarística, el Santuario de Nuestra Señora de Orito y sobre todo agradecemos a nuestros coordinadores JAVIER, ANABEL Y ROSA por su buen hacer y predisposición por la evangelización hacia todo el grupo.
¡Que el Señor siga uniendo en oración a este grupo de Jesús valle Elda!
UN GRAN SALUDO: Fran
En el proceso de “estudio” personal y comunitario del texto evangélico propuesto en cada tema, tenemos en cuenta la secuencia de interiorizarlo individualmente en primer lugar, después examinar como eso me afecta en mi vida diaria con aquellos que me rodean y finalmente comprobar como dentro de mi realidad eclesial se experimenta ese mensaje de Jesús para optar al Reino. A continuación, lo compartimos con los hermanos del Grupo y con todos los seguidores de los Grupos de Jesús como hacemos ahora.
Todos estamos de acuerdo de que Él pone al necesitado “en medio” de nuestra individualidad, sociedad e iglesia. En una sociedad donde al marginado lo hacemos “invisible”, el Maestro lo hace imprescindible para que el milagro del Reino sea posible en nuestras vidas.
Descubrimos como necesitamos la experiencia personal de sanación, tanto física, emocional y de paz interior, para trasmitir el mensaje de salvación que Dios, a través de Jesús, nos regaló. Parece mentira que después de más de dos milenios nos siga preocupando la centralidad de algunos ritos de nuestra Iglesia, cuando sabemos y experimentamos que todos los “milagros” de Jesús tuvieron que ver con su obsesión por la salud, el alimento y las buenas relaciones entre los hombres.
Por eso quizás hoy nos resultan tan distante las celebraciones litúrgicas, los rezos, las adoraciones al santísimo… en resumen, una liturgia en la que no vemos situado en el centro al enfermo, migrante, necesitado…
Por otro lado, también nosotros nos sentimos “atrofiados”, no de una mano, pero en sí de corazón, de alma… sintiéndonos adormecida nuestra fe, nuestra “búsqueda” y nuestro “deseo” del Reino. Necesitamos oír la voz del Maestro que nos diga “levántate y ponte ahí en medio”, y experimentar como somos liberados de nuestra parálisis y ser muestra del milagro de amor que Dios tiene con todos.
Un abrazo.
¡Nos rezamos!
Grupo Virtual de Jesús 31
(María Agustina, Olga, Cecilia, Dardo, Nilda y Jesús).
APORTACIÓN A LA WEB – TEMA 16 – GRUPO MAGDALA
En este relato evangélico Jesús nos enseña que para Dios lo primero no es la religión, sino la vida.
Jesús está en la sinagoga un sábado, había allí también un hombre que tenía la mano atrofiada. Los fariseos están al acecho, no les preocupa el hombre de la mano enferma, sólo si Jesús le cura en sábado y así tener de qué acusarlo. A Jesús sí le preocupa el enfermo.
Jesús coloca al enfermo en el centro de la sinagoga y se enfrenta a los fariseos con esta pregunta: ¿Qué está permitido en sábado hacer el bien o hacer el mal; salvar una vida o destruirla? Para Jesús no ir a favor de la vida es ir a favor de la muerte. Si en el centro de la religión no está el amor y la ayuda a la vida de las personas, ¿Qué sentido tiene?
Para Jesús la vida está por encima del cumplimiento del sábado, quiere hacer más humana la vida del hombre enfermo dándole la salud.
Los fariseos se callan porque a ellos sólo les importa el cumplimiento de la ley por encima del bien de las personas. Ante el silencio de los fariseos Jesús los mira con ira y apenado por la dureza de su corazón; la ira nace de su amor a los que sufren, la pena de su amor a los fariseos.
La actuación de Jesús es para nosotros una llamada a vivir como Él: haciendo el bien, promoviendo la vida, curando heridas, aliviando el sufrimiento… La verdadera religión, tal como la entiende Jesús, es la que ayuda a vivir de manera más sana, más íntegra y digna. Nunca la que esclaviza, humilla, paraliza o impide a las personas desplegar sus cualidades o su creatividad.
Si queremos ser verdaderos discípulos de Jesús debemos actuar como Él lo hizo ir al encuentro del necesitado. Necesitamos en la iglesia retornar al evangelio y colaborar en la construcción de un mundo más humano, más justo y fraterno.
TEMA 16 EL HOMBRE CURADO EN SÁBADO (Mc 3,1-6)
Leemos en este texto del evangelista Marcos como Jesús se nos dá y nos revela como es Dios. Cómo es el rostro del Dios Padre. Para el hombre en particular y para todos nosotros, el hecho que Dios se nos muestre como Padre no sólo es un privilegio sino “puro don”. Él, en su Hijo, se nos ha dado y se nos sigue dando en los otros, nuestros hermanos.
Sin embargo, muchas veces y me atrevería de decir, demasiadas veces rehusamos su Amor. Bien sea a causa de nuestra pasividad que nos impide seguir sus pasos; por el egoísmo que habita en nosotros que nos impide abrirnos a su Misericordia tras leer y escuchar su Palabra.
Por otro lado, el leer nuestros comentarios en la participación no sólo nos abre la mente, los ojos y el corazón sino que nos lleva a hacer oración. No una Oración personal sino que unidos en un mismo sentir y clamor hacemos oración comunitaria en la que exponemos, aclamamos, bendecimos y nos unimos como hermanos e hijos de un mismo Padre, Dios.
Nuestro vivir cotidiano no ha de estar reglado por el cumplimiento o la norma sino que hemos de crear espacios de tiempo-silencio y hábitos en el que nos sintamos necesitados de Dios y generosos en el compartir con los hermanos.
De todo esto surgierá una nueva relación con Dios y con mis hermanos. Ya nuestra relación no estará basada en el cumplimiento sesgado según quién y según que lugar sino se basará en el Amor. Nos reconoceremos como hijos de un mismo Padre y por tanto todos hermanos.
A este tipo de relación es la que queremos alcanzar. Una relación fraternal en la que nos reconoceremos todos hermanos hijos de un mismo Padre. Sólo así haremos visible el Amor que Dios nos tiene.
Dios, nuestro Padre, nos ama tanto que no tiene en cuenta nuestros pecados. Nos conoce y conoce muy bien nuestro sentir y vivir. Por eso, cuando mas nos acercamos a Él, cuanto más sigamos sus pasos, nuestras vidas se harán un “si” rotundo. Un seguimiento y una entrega al “otro” y por consiguiente al OTRO nuestro Padre.
Queremos comprometernos en evitar cnfrontaciones con los que están dentro o fuera de la Iglesia.
Hemos de dar razón de nuestra fe cada uno de nosotros independientemente del lugar en el que estemos. Convencidos que es Dios quién guía nuestras decisiones y nuestros pasos.
Dios siempre es MAS. Si nos ponemos en camino descubrimos que Dios ya está allí, está en el destino al que nos dirigimos.
Hermanos, dejémonos guiar por Dios. No pongamos obstáculos. Sólo caminando con Él nos mantendremos todos unidos como hermanos e hijos de un mismo Padre.
Estimados amigos y amigas de los Grupos de Jesús:
El GVJ 25 les hace llegar la reflexión del décimosexto tema del proceso de Grupos de Jesús, compartimos con ustedes lo que hemos dialogado y comentado.
Con este tema se inicia la etapa Los rasgos de Jesús, por lo que empezaremos a ver, “el rostro y el corazón de un Dios humano”. Este tema nos lleva a una conclusión, que puede crear confusión, “para Dios, lo primero no es la religión, sino la vida”.
LA SALVACIÓN DEL HOMBRE
En la reunión virtual que tuvo el grupo, se reflexionaron las siguientes ideas:
Poner al otro en el centro, como protagonista. Jesús nos exige la renuncia a nosotros mismos. A cada uno le da, lo que cada uno necesita. A Dios hay que contagiarlo. Preguntarnos, ¿qué haría Jesús en mi lugar? Entre más cerca me encuentre de Jesús, más fácil será saber qué debo hacer. Y concluimos con estas ideas: “Dice Pagola que Dios quiere ver a las personas, de pie, erguidas, no paralizadas, sino llenas de vida; y así es como quiero estar siempre en pie y a la orden de Dios, en pie con todos mis sentidos y facultades cada día más desarrollados para servir a Dios a través de los hombres, de todos aquéllos necesitados de atención, de salud y sobre todo de amor”. “Creo fehacientemente que a Jesús no hay que interpretarlo sino vivirlo e imitarlo. Y gozar la libertad de sentir y vivir al Señor sabiendo que No es el hombre para el sábado sino el sábado para el hombre”.
LA RELIGIÓN
En el grupo se analizó lo siguiente:
El tema nos confronta y nos cuestiona. La religión impone todo y nos apega a muchos ritos. Lo más importante es la persona, las cosas deben estar al servicio del hombre. Jesús no nos exige nada, no nos pide nada, Dios no nos pide más de lo que podamos hacer. Me debo quitar la carga dogmática. Debo darme cuenta de la dimensión amorosa de Dios. Dios es amor. Dejar el miedo, la hipocresía, el fanatismo y al ignorancia. Y concluimos: “En mi persona siempre desde muy joven me atrapo el servicio y nunca entendí la vida de no ser así. De modo que demás esta aclarar que los ritos, reglas y deberes religiosos siempre los maneje como segundo plano. Y generalmente siempre priorice a los demás en sus necesidades porque es como se manifiesta en mi vida el Jesús del evangelio”. “En una de las oraciones de la mañana escuchaba a un padre comentar que los cristianos pensamos que con ir a misa, hacer el bien, dar limosna, ayudar en alguna buena obra, cumplir los mandamientos y ser fiel en el matrimonio, pensamos que estamos cumpliendo como cristianos, pero cuestiona que tiene eso de extraordinario eso también lo puede hacer cualquier persona, lo extraordinario sería que hiciéramos cosas más allá que se equiparen a las que Jesús nos invita, siendo más radicales. Y así me siento haciendo cosas ordinarias y pensando que cumplo con Dios y mi religión, pero mi conciencia me cuestiona y confronta con acciones de mayor compromiso”. “Me parece que en la Iglesia hay una cierta confusión, también perplejidad por el mundo, por lo que se vive, y no acierta a encontrar el camino… si la gente tiene una búsqueda religiosa a veces a su manera, pero hay búsqueda espiritual, trato de ver lo positivo”.
ORAMOS JUNTOS
“Señor Jesús tu nos enseñaste que el que ama a los demás, te ama a Ti. Ayúdame a entender y poner en práctica este principio que me acerca más a ti. Quiero vivir en tu presencia y a veces no me percato que me pones enfrente a alguien a quien puedo ayudar y que eres tú mismo. Señor dame sabiduría para entenderlo y realizarlo, quítame la venda de la hipocresía de mis ojos para verte en todos tus hijos y especialmente en los más desafortunados, amén”. ““Señor Jesús, perdona por no estar a la altura de tu enseñanza y actuar como el fariseo que solo vive una religión de ritos y no ve lo más importante que es la persona, hazme sensible a tu enseñanza y permite colocar en el centro de nuestras vidas a todo aquel que me necesite”.
Grupo Virtual de Jesús 25
Dolores, Clarita, Enrique, Sergio, Jorge, Héctor y Alfonso
GVJ 20 Griselda R.
Nuestra aportación de grupo
La actuación de Jesús es una llamada a vivir como él: haciendo el bien , promoviendo la vida, aliviando heridas y sufrimiento, ayudando a quienes son víctimas de la desintegración, a recuperar su dignidad.
Jesús nunca esclaviza, humilla, o paraliza.
Jesus transforma , nos ayuda a tener más valor. Si no dejamos que Jesús sea el centro de nuestras vidas, no hay amor; pero si lo dejamos actuar en nosotros, comenzamos a tener una mirada de actitud respetuosa de la dignidad humana.
Para Jesús, no ir a favor de la vida, es ya ir a favor de la muerte. La verdadera religión, como la entiende Jesús, es la que ayuda a una manera de vivir, sana, integra, de perdón, y digna.
Dios nos ama , el Hijo, el Espíritu Santo. Dios nos quiere felices, y dando servicio del mismo, y si no viene acompañado del amor, hace ruido. Cuando hay ruido, no podemos escuchar a Dios, y por ende a los demás,
«Quiero señor dejarme sanar de esta parálisis, para ponerme en acción, a quien mas necesite de mí un consuelo, una palabra de aliento, un abrazo aunque sea virtual, hacer saber que Jesús nos acompaña, y sufre con nosotros, pero nunca nos abandona…¡Cuántas cosas hay que cambiar en nuestro interior! .
¡Ayúdanos, señor Jesús!
Saludos! Dios los bendice
GVJ19
Tema 16, compartimos nuestra reflexión común:
Jesús provoca a los fariseos curando en sábado. No busca la provocación, sino la curación del necesitado, de quien necesita las manos para trabajar y de quien necesita un corazón para comprender que es la religión. Para Jesús el amor está por encima del cumplimiento, opta por la vida, por sanar a los enfermos.
Necesitamos practicar una religión “sana”, la vida es difícil y complicada, las relaciones también, así que nos queda cultivar el corazón al estilo de Jesús, callar en muchos momentos y no tener miedo a hablar en otros. En época de Jesús se observaba rigurosamente la ley, preguntémonos ¿Qué tengo que observar? ¿Qué es lo más importante?
Los “deberes religiosos” son aquellos que nos llevan a Dios a través de todos los seres humanos y la creación. Es nuestra humanidad la que nos conecta con Dios, no la religión entendida como entramado ritual y legalista. Si esto se da la opción es pasar de ese tipo de religión y seguir conectados con Dios a través de una relación personal con Jesús y su evangelio, haciéndolo centro de nuestra vida. El deseo de que en el centro de nuestra vida esté Jesús es el que nos ha traído a cada uno de nosotros a este grupo, nos hemos sentido convocados por Él y queremos corresponder. Estamos en un proceso que búsqueda en nuestra vida.
Saludos
Del grupo virtual de Jesús. SHEMA
Estamos atravesando por una etapa de depuración o crisis. De mas de diez integrantes sólo quedamos tres o cuatro. Pero con gusto compartimos nuestro comentario.
En este tema, El hombre curado en sábado, nos queda muy claro que con el hecho de Jesús, de ponerlo en el centro de la sinagoga es para enseñarnos que la vida humana está por encima de cualquier ley.
El amor de Jesús prevalece siempre, una simple orden suya y el hombre sana por completo.
Y bastará extender confiadamente la mano para quedar definitivamente sano.
esto nos mueve a recordar siempre tender la mano a nuestro hermano que sufre.
Respecto a la ira que Jesús siente, reflexionamos que la ira no es pecado bajo tres circunstancias: Si la causa es justa, si se mantiene bajo control y si se extingue rápidamente. Por el contrario la ira pecaminosa es injusta, excesiva y vengativa así como duradera. mantiene el puño apretado para golpear, no en defensa de lo amado sino para ofender lo odiado.
Lo más importante de la vida es amar a Dios sirviendo al prójimo.
Nos queda para seguir reflexionando las preguntas del P. Pagola: ¿En qué se nos nota a los cristianos nuestra identidad de seguidores de Jesús? así como ¿Qué podemos hacer para acrecentar nuestra sensibilidad hacia los que sufren?
Dios nos bendiga a TODOS.
GVJ Camino de Emaús
TEMA 16. El hombre curado en sábado
Nuestro abordaje a este tema coincidió con la cuaresma, por lo que trabajamos el tema, enmarcado por reflexiones sobre ese tiempo litúrgico y otras más enraizadas en las problemáticas de los contextos en que vivimos. Debatimos sobre el aborto, al hilo de lo que nos contó Adriana sobre la prohibición del aborto en su estado (Monterrey, México)desde el momento de la concepción, con cárcel para la mujer incluida. También recorrimos de la mano de Ilda, el parque “Via Christi” en el Cerro de la Cruz, Junín de los Andes, una de cuyas estaciones es precisamente la curación del hombre paralítico, trasladada a nuestros días. https://viachristi.com.ar/
Rescatamos estos aspectos de ambas reuniones:
• Si por socorrer a un necesitado, se nos pasa la hora de la misa, bien pasada está. Y esto que, para los fariseos en el siglo I, (que se parecen mucho a los judíos ultra ortodoxos de hoy), era motivo de escándalo y anatema, sigue siendo verdad para muchos cristianos “practicantes” de hoy que piensan que nada hay más importante y agradable a Dios que el ir a misa los domingos, o velar al Santísimo expuesto en la custodia.
• Y eso es lo que debía apenarnos e irritarnos a nosotros cuando vemos a eclesiásticos que exhortan a la gente a cumplir las obligaciones religiosas que la Iglesia ha ido inventando a los largo de los siglos, pero no hablan del mensaje de Jesús ni de como ese mensaje podría cambiar el mundo.
• ¿Demuestro con mi vida que en lo que creo me ha liberado?
Sin respuestas todavía…..pero el mensaje de Jesús me queda claro, el ser humano en cualquier condición siempre estará primero que la ley….
• Creo que poco a poco se ha ido dando un proceso de transformación, he ido entendiendo cuál es realmente el mensaje de Jesús y que el Reino de Dios ya está aquí y tengo que trabajar en él y en su construcción cada día
• La verdadera religión es la que ayuda a vivir de manera sana, más íntegra y digna. Nunca la que esclaviza, humilla, paraliza o impide a las personas desplegar sus cualidades y creatividad
• A Jesús le interesa la persona integralmente, con su curación biológica para que sea autosuficiente, social para que pueda integrarse en su comunidad y espiritual para que no crea que es menos querido por Dios
• Durante esta semana se celebran en mi pueblo los cultos de mi hermandad. Y ahí estoy yo con mi herencia cultural y familiar de celebrar un culto con ritos a veces vacíos y al mismo tiempo observo a un pueblo que intenta llegar a Dios a través de estas imágenes. Es muy difícil romper con las tradiciones y al mismo tiempo transmitir a un Jesús vivo que pone al hombre en el centro y dice que el culto y los ritos son secundarios.
• “¿Qué está permitido en sábado? ¿Hacer el bien o hacer el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?»
Son preguntas que me hablan de la radicalidad de su propuesta. En el Reino no hay lugar para tibios, para «políticamente correctos». El sábado es para el hombre y no el hombre para el sábado.
• El cristianismo es ante todo la preocupación activa por el otro y de ello se deriva toda la ética, doctrina, liturgia, etc. cristianas. Mi fe me lleva a pensar, sentir y actuar desde el lado de las víctimas, porque esto es lo que vivió y enseñó Jesús.
• En cuanto a la iglesia local a veces la voz oficial es tibia. Por no decir que está a la defensiva. Y lamentablemente hubo y hay situaciones de mucho dolor, en los que me hubiera gustado ( y desearía) ver a mis pastores más comprometidos.
• Estamos siguiendo a Jesús en este camino que recorremos juntos y de a poco vamos descubriendo sus rasgos tan humanos y tan compasivos… Está en nosotros actualizar su presencia y su acción salvadora en nuestra realidad cotidiana… Si nos decimos sus seguidores, no podemos quedarnos contemplando y admirando a ese Jesús histórico, sino hacerlo vida en nuestras vidas
• A lo largo de mi vida he pasado por distintas etapas de religiosidad o espiritualidad. Actualmente me inclino más por ayudar a quien lo necesite que a participar de ritos religiosos o ir a misa.
• Jesús sobre todo se apena por la dureza de su corazón. Como siempre en Jesús lo más importante es la compasión por los que sufren y hace lo que está en su mano para calmar ese sufrimiento
• En muchas ocasiones ayudando a los demás estaré ayudándome a mí mismo y a mi familia. Yo lo he comprobado muchas veces en mi vida
• Me llama la atención que en el Evangelio diga que Jesús sintió “ira”… No sé por qué, pero no imagino a Jesús sintiendo eso.
• El problema, que tenemos hoy, es que la Iglesia ha dado más importancia a la religión que al Evangelio. La religión da dinero y poder. El Evangelio exige identificarse con los que más sufren y con los últimos de la sociedad. El Evangelio, marginado. Y en su lugar intentamos mantener una religión anticuada, que puede ayudar para tranquilizar conciencias, pero sirve cada día menos para mejorar conductas
• ¿En qué se nos nota a los cristianos nuestra identidad de seguidores de Jesús?
Deberíamos identificarnos por nuestra actitud mínimamente, actitud de ecuanimidad, esperanza, alegría, modestia, austeridad y dispuestos a dar razón de nuestra fe.
Se enfada y ¿cómo reacciona? Con la mirada. Pero a la vez siente tristeza ante la atrofia del corazón. Es un rasgo de comprensión ante la insensibilidad humana.
• Realiza, ejecuta, la curación puntual con toda su energía, pero sin sermones, buscando lo esencial: trascender a la curación del corazón duro de todos.
• Los fariseos callan porque se ven pillados…Pero cuando salen de allí se confabulan con los Herodianos, sus enemigos. Se unen dos partidos opuestos, que se odian, para luchar contra un tercero. ¿Nos suena este juego en política?
• Desde hace tiempo no creo que las prácticas religiosas (oración, eucaristía…) se conviertan en mi vida en obligaciones, sino más bien en necesidades
• Posiblemente no cambiemos el mundo, pero sí que podemos hacer que a nuestro alrededor la gente se sienta mejor
ORACION
Hay quienes te muestran como un gran dedo acusador siempre listo a mostrar la falla. Abomino eso. Me da bronca y pena. No entiendo cómo te interpretan de ese modo.
Me duelen las incoherencias que deforman tu rostro Señor hasta hacerlo irreconocible. Hasta convertir la fe en un híbrido insípido e indigesto.
Pero ese no sos vos Señor, no fue esa tu vida todo-amor entre nosotros, ni tu palabra de pura misericordia.
Acaso no me voy al otro extremo. Y lo que busco es solo ese un lugar de paz y sosiego que a nada me obliga ni compromete. Ese tampoco sos vos, Señor.
Agradezco encontrarte muy cercano siempre, sin mérito de mi parte. Es tu regalo y bendición.
Adolfo, Adriana, Consuelo, Graciela, Ilda, Juan, Kontxi, Lourdes, René y Roberto
GRUPO BETANIA
Aspectos generales
• El conflicto entre Jesús, los fariseos y herodianos es provocado por Jesús mismo.
• Los adversarios observan para ver si Jesús cura en día de sábado. Quieren acusarlo.
• Jesús pide dos cosas al discapacitado físico: ¡Levántate y ponte aquí en medio!
• Jesús pregunta, ¿En día de sábado está permitido hacer el bien o hacer el mal? ¿Salvar la vida o matarla?
• Jesús reacciona con indignación y con tristeza ante la actitud de los fariseos.
Marcos nos presenta a Yahshúa, desde el capítulo 1, realizando una serie de signos del Reino – Reinado. También nos muestra una confrontación con los profesionales de la religión y del poder político de su pueblo. Se resalta una vez más la personalidad fuerte, segura, formativa y a la vez compasiva de Jesús.
Pagola nos pide en esta Etapa, poner atención en los rasgos de Yahshúa, situarnos como el grupo cercano que convivió con él y caminó a su lado, siendo testigos de los signos protagonizados por él, para así enfocarnos en los aspectos humanos de este “curador”, para quién lo importante es el hombre, la vida y la dignidad de las personas, sobre todo de los marginados. Así debemos actuar nosotros.
Se recalca en la guía que lo importante es la vida, no la religión. Nos resulta a menudo más cómodo escudarnos en ella, que darnos a los demás porque exige más sacrificio personal. Lo que preocupa son las reglas, las normas, el cumplimiento, pero no la vida y el acabar con el sufrimiento, como hizo Jesús. Jesús con su acto sanador, restituye, incluye, acoge, abraza. Además, Jesús nos enseña que no debemos temer el dejar en evidencia que algo no es correcto.
Jesús se dirige a nosotros los fariseos del siglo XXI en el que la cultura del descarte, de la exclusión está vigente. En general, las leyes están por encima de la comprensión de las necesidades del ser humano y su prioridad carece de sentido humanitario. Además, nosotros estamos sumergidos en lo nuestro y ni nos damos cuenta de tantas necesidades que hay a nuestro alrededor que no hacen digna la vida de las personas. Muchas veces andamos en la vida enfermos espiritualmente con nuestras manos lisiadas de tal forma que no somos capaces de usarlas para hacer el bien, perdemos la perspectiva de lo que realmente importa y no las usamos para ayudar al prójimo. Dios por medio de su Hijo nos invita a levantarnos en nuestro espacio cotidiano y a creer y confiar que Él sanador del egoísmo, del individualismo.
Jesús nos enseña que la solidaridad ante el hermano que sufre es prioritaria al cumplimiento de los ritos religiosos. Me queda entonces que mi hermano sufriente es mi deber. Sin embargo, en general nuestra respuesta es la indiferencia ante el sufrido, el marginado, el necesitado, lo que hace muy cuestionable nuestro «seguimiento» a Jesús. ¿Cómo reaccionaría Jesús ante mi silencio, ante nuestro silencio?
CONVERSIÓN PERSONAL
Al decidir seguir tras las huellas de Yahshúa, hay de todo: compromiso, dudas, cuestionamiento si el camino es correcto, ir en marcha lenta y casi inmóvil, alegrías, y más. A veces sentimos que avanzamos de pasito en pasito, sin embargo, una cosa es la teoría y otra los hechos, cuando evaluamos nuestras acciones, descubrimos que siempre se puede (debe) hacer más.
Sabemos que lo más importante, es estar más atentos y ayudar a los necesitados lo que no sugiere abandonar o dejar a un lado nuestros problemas, nuestra familia, etc. Jesús da prioridad a la caridad con relación a la ley, así que su mensaje es muy claro, debemos asumir que la caridad no tiene límites y mi Hermano el que sufre, el que requiere que le den una manita porque está solo, enfermo, desolado, oprimido, el que no tiene techo ni patria, esa es nuestra prioridad. Sin embargo, en muchas acciones cotidianas damos más valor a lo material a lo nuestro. Es muy difícil ser cristiano de verdad al estilo de Jesús, porque la soberbia, el orgullo, el egoísmo están latentes en nosotros: «¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.» (Mc 33-35)
Las normas religiosas y las actuaciones pueden estar vacías de espiritualidad y de amor. Hay que revisar la forma de proceder de la Iglesia como institución religiosa, a veces tan poco inspiradora del seguimiento a Jesús…
Tal vez, no nos damos cuenta que en lo profundo nuestro lo esencial es el AMOR, la Presencia constitutiva de un Padre que nos ama. Estamos atrapados en obedecer las imposiciones de un sistema que arrasa, que nos ha hecho pobres y desvalidos de vida.
COMPROMISO EN EL PROYECTO DE JESÚS
Una desventaja de ser un grupo virtual es el hecho de no poder planear acciones conjuntas codo con codo y sólo plantearnos posibilidades para que cada uno de nosotros las aplique en su ambiente. Por ahora, pensemos en renovar y reforzar nuestro esfuerzo por seguir en el camino, siguiendo las huellas de Yahsúa el Señor y nuestro Salvador y así ser realmente cristianos, no en la práctica religiosa sino en nuestros actos.
¿Cómo aumentar nuestra sensibilidad hacia los que sufren? entrenándonos, parándonos a escuchar, discerniendo, eliminando las excusas a las que nos acogemos para no tener que actuar.
Hay muchas críticas en torno a la iglesia católica, unas son confirmadas y otras se deben a opiniones muy subjetivas. En la parroquia de Tere, miembro de nuestro GVJ, por ejemplo, se refleja su accionar en las tres dimensiones de toda pastoral parroquial: la profética, la social y la litúrgica; es así como se ha graficado con un corazón que simboliza la caridad en el centro de las otras dos vertientes lo que significa que la Palabra proclamada y expresada debe ser vivenciada en la caridad. Pero no es la generalidad, en otras el sacerdote no se desprende del cobro de las celebraciones, no ven a la comunidad con amor, solo quieren estar allá arriba, en el altar.
Nuestra relación con Dios nos debe dar fuerza para seguir intentando ser más bondadosos y compasivos, a pesar de que siempre nos quedará mucho por crecer. Hay que tomar consciencia de cuáles son nuestras prioridades de vida, de nuestra forma de relacionarnos con todas las personas, de nuestros miedos («No tengan miedo»), de las cargas culturales y formativas que nos impiden vivir la entrega a los otros, de la forma en que nuestro ego se sobreactúa buscando siempre protagonismo, en fin, es un camino que debemos recorrer en nuestra propia medida.
Oración
Sentimos que Dios está con nosotros. Le pedimos fuerzas para continuar así pasemos por situaciones difíciles.
Hoy Señor te pido
me perdones,
cúrame,
para que en cada uno de mis hermanos te vea a ti, Señor,
y los apoye según sea tu Santa Voluntad.
Que entienda a tus representantes
y no los critique.
Que aprenda a llevar el Amor que tú me das
a todos por igual,
porque todos somos tus hijos.
Sáname, Señor
dame la sabiduría que necesito para entender lo que no entiendo,
temor para no fallarte, Señor,
Caridad para ayudar.
Grupo Effeta
TEMA 16 – El hombre curado en sábado. (Marcos 3: 1-6)
Este hermoso pasaje, también al igual que a los fariseos, nos recrimina a nosotros porque estamos apegados, literalmente, a las leyes y no consideramos la luz de Cristo que nos ilumina para entenderlas y para obrar con justicia y equidad. Jesús dice que antes de nada, está el hacer el bien por el prójimo, máxime cuando la persona está sufriendo. El texto de este evangelio nos muestra el choque de dos ideas de religión.
(i) Para los fariseos, la religión era ritual; significaba obedecer ciertas reglas y regulaciones. Jesús rompió estas regulaciones y estaban genuinamente convencidos de que era un mal hombre.
(ii) Para Jesús, la religión era servicio. El amor de Dios, el amor fraternal que nos debemos los unos a los otros y el amor a todo lo creado por Dios El ritual era irrelevante en comparación con el amor en acción. Para Jesús, lo más importante no era la ejecución correcta de un ritual, sino la respuesta espontánea al grito de necesidad humana.
Vemos que estas dos formas de ver la religión existen todavía en la iglesia de hoy y que hay mucho trabajo que hacer para que la iglesia institucional refleje mejor lo que Jesús nos enseña. No hay algo de malo en cumplir las leyes, hasta el mismo Jesús recordaba: “haced lo que os digan, pero no imitéis su ejemplo (por supuesto que se refería a los fariseos)”. Reflexionamos que no tomamos lo suficientemente en serio nuestro sábado de hoy que para nosotros es el domingo. Ese día de descanso, en el frenesí del vivir de hoy, parece perdido. No hay que ir al extremo de los fariseos pero como dice Jesús el sábado fue creado para el hombre y está en nosotros el asegurarnos de que sea un día de reposo y de disfrutar este otro regalo de Dios.
Estamos inmersos en una vorágine que nos envuelve y de la que parece, no nos podemos soltar. Hacemos muchas cosas durante el día pero no tenemos tiempo para las verdaderamente importantes. Este evangelio nos ha hecho entender la necesidad de establecer un día en el que seamos capaces de parar ya que no lo hacemos por nosotros mismos. Un día para descansar del consumo, de mirar chorradas en internet, de ver la televisión, de hacer planes. Se trata de disfrutar un día en el aquí y en el ahora. Establecer un día en el que desaparezcan nuestras preocupaciones, en las que nuestra mente se calme y seamos capaces de ver a nuestros hijos, de estar con ellos, jugar con ellos, con nuestra pareja, nuestro perro, con nosotros mismos, y por supuesto, al menos ese día , acordarnos de Jesús y charlar un rato con El.
Desde luego este compromiso de respetar el “sábado” no nos debe entorpecer nuestra disponibilidad a servir y amar. Un día el cual debemos vivirlo como si el Reinado de Dios se hubiese realizado ya en la tierra. Un día de liberación, de júbilo, de agradecimiento pero colectivo y donde estén presente, cuando menos en nuestras mentes, aquellos últimos que tanto preocupan al padre, y que nos dejemos ser conductos para que la gracia de Dios fluya también hacia ellos.
ORACION:
Éxodo 20; 8-11
8 »Acuérdate del sábado, para consagrarlo. 9 Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10 pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. 11 Acuérdate de que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo.
Padre que tu espíritu nos guie para hacer tu voluntad tal como nuestro señor Jesús nos enseña.
Amen
Queridos amigos, desde el GVJ En Camino queremos compartir las siguientes reflexiones sobre este tema.
Acercamiento al Evangelio
En la parábola del hombre curado en sábado, Jesús nos quiere hacer ver que, para Dios, lo primero no es la religión, sino la vida. Frente a la interpretación esclavizante de la ley, apoyada por los sacerdotes judíos y manifestada especialmente en cuanto al cumplimiento y observancia del sábado, Jesús la libera de pesos sofocantes y la lleva de nuevo al proyecto original de Dios en favor del hombre. Porque la ley no debe ser nunca atadura, sino liberación; no debe ser imposición, sino don; no debe ser muerte, sino vida, y Jesús vino a rescatar de la esclavitud y del formalismo al hombre, para llevarlo a la libertad, al amor y a la vida.
Cuando Jesús decide poner en el centro al hombre que tenía la mano atrofiada, hace una pregunta a los participantes de la sinagoga, y ninguno de ellos tuvo valor o ganas de responder y se produjo el silencio. Ante este silencio, la mirada de Jesús se transforma en ira… De nuevo vemos el lado humano de Jesús.
Jesús pone el amor por encima del dictado de la ley, provocando a los fariseos como si les dijera “debéis saber que estáis siguiendo una norma que penaliza de igual forma a quien destruye o salva una vida, por lo tanto es una norma injusta”. Les obliga a reconocer lo injustos y ciegos que son al no distinguir el bien del mal.
Los formalismos excesivos cierran la puerta a la Gracia de Dios. Los hombres hemos inventado normas, leyes, requisitos, etc, para clasificar lo que está bien y lo que está mal, para juzgar quién tiene derecho a la salvación y quién no, en definitiva para separar y así excluir a una parte importante de la humanidad ignorando el hecho de que todos y cada uno de los seres creados son parte el Todo que los creó. Las normas son necesarias, son una guía para vivir en sociedad, pero no pueden ser más fuertes que el Amor, y menos en el ámbito espiritual.
Por otra parte, esos formalismos «necesarios» son interpretados por los fariseos a su interés, porque la prohibición de trabajar en sábado contemplaba la excepción de cuando fuera necesario para salvar una vida. Así se lo recuerda Jesús, y ellos callan (sabiendo que Jesús tenía razón), pecando de orgullo y de soberbia. Lo que buscaban en realidad era una excusa para condenar a Jesús, le consideran una amenaza cuando cuestiona la visión de Dios de los fariseos que hacía tambalear su poder y su comodidad.
Tenemos que huir de la dureza de corazón, de esa rigidez de ideas que puede dejarnos atrapados impidiendo nuestra apertura y evolución. Es en esa evolución en la que tenemos que buscar, paso a paso, trascender la idea de separación entre los «merecedores» y «no merecedores» de la salvación y descansar en la unidad incondicional de todo lo creado.
Además, Jesús le pide al hombre «Extiende la mano». Es lo único que tuvo que hacer para quedar restablecido. Muchas veces Jesús viene a nosotros y nos dice «Extiende tus sueños, extiende tu futuro, extiende tus planes, extiende tus esperanzas, extiende tu visión, extiende aquello que se ha secado en tu vida…». Sin embargo nosotros no confiamos lo suficiente y no «extendemos la mano», quedándonos atrapados en la desesperanza y en la limitaciones que creemos tener.
Jesús, ante los necesitados, no mira hacia otro lado limitándose a observar la Ley del shabat. Jesús nos dice: «estáis errando en vuestra interpretación de lo que le agrada a Dios». Jesús pone al hombre en el centro y nos invita a extender la mano para liberarnos de lo que nos tiene paralizados. Jesús quiere despertar en nosotros la confianza y desterrar los miedos. El egoísmo en el que vivimos es una manifestación del miedo que nos hace ver al otro como una amenaza. Jesús tuvo la audacia de hacer cosas que se interpretaban como prohibidas y arriesgar su propia vida hasta el extremo para buscar la transformación de este mundo en un mundo más humano, con el amor como brújula.
Acercamiento a la vida
La ley en tiempos de Jesús estaba muy relacionada con la religión, y quizá de eso actualmente nos sentimos un poco más ajenos, habiendo muchos que se declaran creyentes que no viven en la observancia estricta de la doctrina. Pero hoy en día creo que tenemos también otras «leyes» que también nos esclavizan. Vivimos en un marco legal que a veces resulta excesivamente generalista y no permite mirar la historia personal de cada hermano y darle un tratamiento diferente. Aparece de nuevo esa visión humana de que lo justo (supuestamente) es tratar a todos por igual, independientemente de la historia que nos preceda, poniendo el acento en los méritos que cada uno acumulamos para hacernos merecedores de las distinciones sociales. Llegamos hasta el absurdo de creer que es un «mérito» haber tenido la fortuna de venir al mundo en un país determinado, y por eso tenemos derechos por encima de otras personas, despreciando las durísimas realidades que otros viven en sus lugares de origen. Nos convertimos en egoístas e insolidarios. Nos olvidamos de los que sufren y que tenemos justo delante de nuestros ojos. Sabemos que están ahí, pero desviamos la mirada porque nos resulta incómodo. Separamos esa realidad de nosotros y nos volvemos impermeables al sufrimiento de los demás limitándonos, en el mejor de los casos, a ofrecer una limosna o poner la cruz de la declaración de la Renta para destinar una miseria a las ONG´s y a la iglesia católica. Con eso ya hemos cumplido, tranquilizamos nuestras conciencias y mientras, los necesitados (enfermos, ancianos solitarios, familias sin recursos, migrantes, etc) quedan en el olvido. Seguro que Jesús estaría a su lado reivindicando un trato digno al margen del cumplimiento estricto de la legalidad. ¿Cuántas normas, doctrinas, dogmas ignoraría hoy Jesús?
Con respecto a la pregunta de Jesús a los fariseos, ¿salvamos vidas o cumplimos la ley?, creemos que está plenamente vigente. Por ejemplo, ¿cumplimos con la «norma» que recomienda ahorrar para el futuro, o salvamos una cuántas vidas con esos ahorros, hoy mismo? Probablemente los silencios de entonces también estarían vigentes hoy.
Para Dios, por encima de las leyes de los hombres, lo importante es la dignidad de la vida de cada persona, y no una vida cualquiera sino íntegra. Pero, si esto es así, podemos hacernos la eterna pregunta: ¿Por qué consiente Dios los males que suceden a la humanidad? Intuimos la respuesta cuando empezamos a entender que quizá la relación de Dios con el mundo material que conocemos es más compleja de lo que nos han enseñado. La lógica humana no puede ofrecer respuestas satisfactorias, así que podemos intentar no comprenderlo desde la mente si Dios se relaciona con nosotros desde el corazón.
Seguir a Jesús es más sencillo que actuar como él lo hacía. Jesús abraza el riesgo amando de forma incondicional y nos hace pensar en que tenemos que levantar el pie del freno a la hora de amar. Es un riesgo que necesariamente hemos de tomar antes o después, soltar la lógica y todas las preguntas que nos hacemos que nos llevan irremediablemente a sentirnos confundidos, y aspirar a amar incondicionalmente.
Tratando de asumir la vida y actitudes de Jesús podemos intentar hacer el bien con pequeños gestos, de acuerdo con la necesidad del “Jesús” con quien nos encontramos y lo que esté a nuestro alcance, sin desanimar nunca y mejorar el grado de amor concreto para continuar aprendiendo a ver Jesús en todos los que nos rodean, aun cuando no resulte fácil adivinarle en algunos de sus disfraces…
Es más importante «acompañar al necesitado» que «hacer algo por el necesitado». Es mucho más cómodo hacer algo inmediato, material, por ejemplo dar una limosna, y olvidarnos después. Acompañar requiere estar presentes al lado del otro desde el respeto a la dignidad de la otra persona, la actitud de escucha, la ausencia de juicios, el abandono de nuestros egos, no ofreciendo consejos que no nos han pedido ni intentando salvar a nadie de sus situaciones. Hacerlo de verdad es un trabajo interior que requiere mucho más de nosotros que el puro ejercicio de caridad tal y como se entiende habitualmente. Es un proceso exigente, que te interpela constantemente y a a vez puede renovar tus perspectivas, haciéndolas más abiertas. Podemos sentir que es algo que nos expone, que nos hace vulnerables, pero también es un regalo que nos hace crecer.
Además, consideramos que el contacto diario con la Palabra y la Eucaristía son un estímulo constante para hacer el bien a los necesitados. Para estar con ellos la medicina insustituible es, antes, estar con Él.
Nuestro compromiso es intentar estar más presente al lado de los que nos rodean, las personas de nuestro entorno más cercano, cuyas necesidades más profundas puede que a menudo se nos pasen por alto. Creemos que es la manera más accesible e incuestionable de contribuir a un mundo mejor, poner a Jesús en el centro y estar dispuestos a la transformación personal.
EL HOMBRE CURADO EN SABADO
GVJ Tabor –Tema 16
Queridos hermanos de los GVJ:
Desde el Grupo TABOR deseamos haceros participes de algunas de nuestras reflexiones personales, sobre este tema tan importante en la vida de todo cristiano que desee seguir a JESÚS en espíritu y verdad, con obras que sean fiel reflejo de la fraternidad sin fronteras que el Divino Maestro nos enseñó y nos pide.
El relato se desarrolla en la Sinagoga, el sábado, en presencia de fariseos y herodianos, rasgos que el evangelista quiere resaltar a la comunidad de Marcos. La obligación de cumplir la ley; Jesús quiere romper con ella y poner a la persona por encima de ella y en el lugar sagrado como es la sinagoga y ante las representaciones religiosas. Son rasgos que hoy día también nos tienen que hacer reflexionar.
Cuanta importancia debe cobrar en nuestra vida este pasaje del Evangelio que nos muestra que JESUS no tiene miedo de entrar en la “Sinagoga” y ante los fariseos demostrar que el AMOR DE DIOS y por ende a los hermanos está por encima de normas, decretos, ritos y leyes establecidas por los que utilizando la religión, solo desean someter y manipular a los que asisten a los actos religiosos y aceptan los preceptos de “su ley”.
JESUS sabe bien que es una ley que hace daño, que no solo no libera, que no ayuda a vivir para Dios, ni para los hermanos. Que el rigorismo impuesto por estos guías ciegos, humilla a los débiles y enaltece a los poderosos.
Personalmente, siempre me he enfrentado a todo y a todos los que quieren manipular el Mensaje de JESUS y puedo asegurar que las pocas veces que no lo he hecho, me he arrepentido llamándome a mí misma: COBARDE y diciéndome fuerte: ¿DÓNDE ESTA TU FE?.
Yo me pongo en el caso de los tiempos actuales, en una sinagoga, que a un judío de buena casta estando en el culto, de buenas a primera se pone malo y le da un infarto. Seguro que preguntarían si hay algún médico entre los asistentes y éste saldría a atenderlo de inmediato. O porque es sábado ¿hay que dejarlo que muera? qué barbaridad pensar eso.
Sencillamente es lo que vino a decir Jesús. Primero está el hombre, primero está hacer el bien primero, estar en entregar amor, sanar una persona, ayudarle en los primeros auxilios, porque ya con eso gestos estás amando a Dios, todo lo que tú le hagas a tu prójimo, a tu hermano, si es para bien, es una muestra de tu amor a Dios.
Quizás ahora entendamos mejor a Jesús, porque tuvo ira y pena en ese momento. Porque ante los hombres que actúan con la hipocresía del silencio, Jesús reacciona con ira, pero también con pena por ellos.
No han entendido nada de lo que Jesús les ha enseñado a través de sus prédicas; Dios prefiere la caridad, la misericordia a otro tipo de sacrificios. Pero ellos continúan insistiendo en cumplir la ley al pie de la letra; solo les preocupa la ley y olvidan al ser humano que necesita ser curado. Por último, parece ser que ni se alegran con su curación.
Es difícil entender a los fariseos y su ceguera, no obstante, constatar los milagros que Jesús realiza y no dudar de ellos, su odio los incapacita para reconocerlo como el Mesías y aceptar sus enseñanzas.
Se pone de manifiesto, una vez más, el pecado de la hipocresía y al mismo tiempo la enseñanza de que la caridad y las obras de misericordia están por encima de las obligaciones, del culto, de las procesiones, los rezos repetitivos, el ser católico solo los domingos, la “cucufatería”. No podemos continuar siendo católicos carentes de caridad y de misericordia.
¿Cómo atreverse a decir: SEÑOR TE AMO si despreciamos o ignoramos a los que sufren? Si no amamos, respetamos y también luchamos contra las injusticias hacia todo lo que Padre ha creado; todos los seres vivos, la naturaleza, el medioambiente, la explotación laboral, el abandono de nuestros mayores, la infancia manipulada por intereses espurios… Y sobre todo cuando desde algunos sectores de la propia Iglesia quieren manipularnos a su antojo y utilizar el evangelio a su conveniencia e interés.
Mi entrega, se resume en servir más y mejor a las personas con las que me relaciono.
Jesús, te doy gracias por tu vida, fuiste el rostro del Abba y los que convivieron contigo no supieron verlo en vida, pero sí lo entendieron después de tu muerte, con la experiencia Pascual. Enséñame a revivirlo yo también y así ponerme en camino para anunciar la buena nueva con mi vida
Mi relación con Dios va más allá del culto y del cumplimiento con lo litúrgico. Ésta me motiva e invita a servir y a entregarme, algunas veces, sin medida al servicio del prójimo que me necesite.
Rechazo de plano la actitud de algunos mal llamados cristianos que anteponen los «golpes de pecho», las oraciones repetitivas y huecas, cristianos de domingo que oran como negociando con Dios a manera de trueque para sacar provecho.
Muchas veces he creído más en la acción que en la oración, pero, hoy que veo con más claridad, pienso que, mi oración tiene que convertirse en acción de amor a mi prójimo.
Sé así mismo cual debería ser mis señas de identidad como cristiana: compartir, ayudar, acompañar, amar como Jesús amó. Pero cuantas veces no lo reflejo ni actúo consecuente y fielmente como una seguidora de nuestro Hermano y Maestro Jesús.
Qué puedo hacer para acrecentar mi sensibilidad hacia el que sufre?. Por un lado implicarme con más fuerza y dedicación en acciones, actividades que tengan como objetivo aliviar al que sufre, está solo, sufre marginación.
Con mis gestos, detalles y actitudes, mostrarles cercanía, comprensión y apoyo. Orar con fe y constancia para que el Espíritu de Jesús, me haga estar despierta y atenta a sus llamadas de auxilio, porque a veces son tan débiles y sutiles que cuesta oírlas .
La conversión personal se nos invita a reflexionar: que es más importante, si hacer el bien ayudando a quién están necesitados o cumplir con mis deberes religiosos.
Ya de por sí este planteamiento te llena de dolor, pues cómo vas a ir tú a cumplir con tus deberes religiosos si has dejado a un hermano que está sufriendo, a un hermano que no tiene para comer, a un hermano que está enfermo, a un hermano que necesita de tu ayuda y has pasado por su lado y ni siquiera te has detenido a darle una caricia, a conversar con él, a ver cómo le puedes ayudar. Muchas veces no se trata de dinero, sino de tener un poco de tiempo para estar con ese hermano que sufre. La respuesta es clara, como hizo Jesús en sábado, que curó al hombre en la sinagoga que tenía la mano atrofiada.
Oración:
Señor JESÚS
Deseo ser tu discípula, no cualquier discípula, discípula a tiempo completo con la que puedes contar en el momento que dispongas.
Permíteme tu cercanía que acorta distancias que enfrían.
Sabes que quiero y necesito ser más piadosa,
pero, también sabes de mi rechazo por los que oran sin obras;
vidas áridas; auténticos anti testimonios.
Ayúdame, Señor, a encontrar el equilibrio:
Recuérdame que la acción sin oración es infructuosa
y que la oración sin acción no es CRISTIANA.
Señor, ayúdame a recuperar la fe del que cree sin ver.
Que no olvide nunca que sin ti soy ¡NADA!
Recibid todo nuestro amor fraterno en Cristo Jesús.
Juan Carlos, Antonio José, Inmaculada, María, Pilar y María del Carmen. GVJ Tabor
GVJ MISERICORDIA: APORTACION PARA LA WEB
ACERCAMIENTO AL TEXTO
Todos sabemos qué significado tenia (y tiene ) el sábado para los judíos.
Jesús, en primer lugar , quiere hacerles reflexionar. Aprovecha , en la sinagoga , la presencia de un hombre con la mano atrofiada. Jesús nos sorprende, una vez más, en su forma de actuar y, desde una libertad tan profunda, que escandaliza a todos los presentes.
Su planteamiento es tan evidente que les deja sin palabras.
Pero Jesús sigue. Ante la hipocresía del silencio , Jesús reacciona con ira , pero también con pena por ellos.
La finalidad de los escribas y fariseos, en ese momento , era espiarle para encontrar motivos con que acusarle.
Para Jesús , su curación es correcta y prioritaria , lo importante es la sanación desde dentro de la persona, quiere que la persona esté libre para descubrir una forma de vida más humana y auténtica.
Para los fariseos y escribas era una burla y transgresión de la ley , porque tan sólo se podía curar en sábado cuando se consideraba que el enfermo estaba en peligro de muerte y éste no era el caso.
Lo más importante para Jesús es la liberación de todas las personas para que vivan con dignidad. Siempre es y será más importante el hombre que la ley, ésta ha de adaptare a las necesidades del hombre. La actuación por convicción es más libre y transparente que la actuación por deber, la ley está por debajo del amor, por eso el cumplimiento de normas que suelen ser efecto de tradición o de cánones culturales no pueden estar por encima del actuar como Jesús: haciendo el bien a tiempo y a destiempo. Algunos llaman al cumplimiento del deber y de la ley: ética de mínimos, y al actuar por convicciones más allá de la ley le llaman ética de máximos (Adela Cortina, filósofa española contemporánea).
La rigidez de ideas petrifica el corazón. ¿Nos está enseñando Jesús discernimiento ante las decisiones que se nos plantean diariamente? Pienso que la actitud de los fariseos es un ejemplo de la maldad que a todos nos puede llegar a afectar: estrechez de ideas, la confabulación en secreto, la envidia, etc.
Fui Adventista del séptimo día .El tema del sábado todavía me lo tengo atragantado . Ellos, los fariseos siempre actuaban así. No, nada, no sexo en sábado, caminar solo menos de un kilómetro, no cocinar en sábado, no comprar ni vender, no asistir al colegio, a la universidad ni a eventos deportivos, no ver TV en sábado, no curar ni ir al hospital en sábado, etc. etc. Jesús es lo que menos importa para ellos, solo su «santo sábado» y «Elena de White». Jesús toma al marginado y lo pone en el centro de la liturgia; en medio de los legalistas; aquellos a quienes solo les importa la hora de la entrada del sol y la puesta del sol, y todos los NO que hay entre medio. En mi caso solamente escuché las voces acusadoras de estos legalistas, acusándome de cambiar el «santo sábado» por lo que ellos llaman «la marca de la bestia del Apocalípsis» o también lo llaman «el día del dios sol» o domingo.Pero para mi sus impertinencias y acusaciones me tienen corto. El mismo Jesús ya los desenmascaró entonces y Págola los desenmascara hoy en día. No estoy seguro si estoy tan indignado con ellos como hace unos 17 años cuando se me cayó el velo que tenía delante de mis ojos siendo entonces pastor de ese grupo de cavernícolas vegetarianos. Quizá siento pena por ellos.Espero en el Señor y ojalá esto sea algo que tiene solución, y sino, como dijo San Pablo, me deleitaré en la debilidades ahora para perfeccionarme en conocer más el amor de Jesucristo.
Llama la atención que aún tratándose de un lugar consagrado al encuentro con el Señor, los fariseos no tienen reparos en olvidarse de ello con tal de espiar a Jesús; el sufrimiento del hombre no les interesa en lo más mínimo y ello es quizá porque de antemano ya le han despreciado y descalificado. Se trata de un pecador que está así porque algún pecado ha cometido. Jesús se dirige al hombre y le indica que se coloque en medio. Ya con este gesto le está devolviendo su dignidad. Ya no será un excluido.
Jesús cuestiona a los fariseos sobre la esencia del día sábado; tal véz tiene la esperanza de que . A Jesús lo único que le preocupa es que ese hombre deje de sufrir.
A los fariseos les ha podido la soberbia. Era muy duro para ellos que Jesús con dos simples preguntas haya puesto el dedo en la llaga e imagino que , si ya le odiaban , más se les exacerbó esa emoción al no poder contestar sus preguntas. Además imagino que la sinagoga estaba llena y todos se dieron cuenta de lo que sucedió. De ahí que cuando salen están dispuestos a todo con tal de quitarlo del camino.
Jesús vuelve de nuevo su atención al enfermo y le ordena “Extiende la mano”. Lo hace con una frase llena de firmeza y autoridad para que no queden dudas: El tiene el poder de sanar y siempre por encima de cualquier ley o rito escogerá dar vida.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
CONVERSIÓN
Lo más importante en mi vida es ser consciente y vivir “despierta” para ver lo que pasa a mi alrededor y las necesidades que hay: mucha soledad, personas que necesitan que alguien les escuche, etc.
Mi relación con Dios es diaria, y en esa oración… una oportunidad para presentar a familiares, amigos, grupos: personas necesitadas que pasan por situaciones de enfermedad, soledad, la pérdida de seres queridos y poder acompañarles, y tener muy presentes a personas conocidas que te dicen“reza por mí”.
Siento la cercanía de Jesús, su Espíritu me da fortaleza, me alienta; importante también poder compartir todo esto con mi esposo.
Bueno, uno no siempre puede ayudar a todas las personas que están necesitadas, pero he tenido muchos que me apoyaron y apoyan sin pensar en un «deber religioso» y también lo hago en la medida de mis fuerzas. Nuestra iglesia, en ese sentido no es de esas que te andan presionando a que hagas o no hagas algo.
Considero que si algo tengo claro después de asistir a los Talleres de Biblia y compartir estas meditaciones con este querido grupo,es que lo más importante es ver a Jesús en mis hermanos y que los ritos y deberes religiosos deben estar supeditados al servicio del prójimo. Y tener presente siempre que para Dios lo más importante es la vida. El mismo Jesús nos instruyó al respecto en (Mateo 23,23 ).
En cuanto a mi relación con Dios ha sido todo un proceso. Crecí con prácticas religiosas que fundamentalmente tendían solo a pedir protección y ayuda para que mis seres queridos y yo para que estuviéramos bien; se pedía a veces por la paz, por los pobres, por los enfermos, por el Papa, pero como si fueran algo muy lejano y por supuesto sin involucrarme en nada. Poquito a poquito he ido tomando más conciencia de que mi oración debe salir de mi círculo, que debo mirar más el sufrimiento de los que me rodean (cerca o lejos),pedir y en lo posible actuar. En los sectores religiosos que frecuento he visto actitudes muy diversas. En algunos casos , sus miembros, más que seguidores de Jesús de Nazareth parecen seguidores de Constantino. Muchas cosas han cambiado con Francisco, pero falta mucho por cambiar.
COMPROMISO
Nuestra identidad ha de ser el amor y la ayuda incondicional al prójimo, así como dar testimonio de que somos seguidores de Jesús . Para mi , es obvio , que debo , prioritaria-mente, ayudar a los necesitados siempre ,dentro de mis posibilidades actuales.
Intento todos los días , mediante la oración , acercarme más y más a El. Pido al Espíritu Santo que aumente mi fe y que no pierda nunca mis sentimientos , compasión y posible ayuda a las necesidades y sufrimientos de mi prójimo.
Como nos dice el Papa Francisco “hay que oler a oveja”, abrir nuevos caminos y que los necesitados estén en el centro de las comunidades: enfermos, los que sufren, marginados…que sean los preferidos. Hay que destacar, a pesar de todo, que hay personas muy “solidarias”, y que más que nunca hay mucho “voluntario” en nuestra sociedad, a pesar que algunos digan que no son creyentes, pero yo digo:
“Si, Dios está muy dentro de ellos”, pero no lo han descubierto.
Entiendo la religión como un aprendizaje. Vivo la fe como un medio para crecer en mi relación con Dios y con los otros. Siento a Jesús presente en el día a día cuando me entrego al prójimo. En el camino de ayudar a los otros, no siempre acierto, me equivoco o soy egoísta.
Jesús es el significado y el motivo de este grupo de Jesús. Su vida, sus enseñanzas, todos sus testimonios son una reflexión viva para nosotros.
Las iglesias evangélicas en Paraguay siempre han estado ayudando a los más necesitados. Entre el año 2000 y 2009 trabajé en Alfalit, un programa de alfabetización de adultos en Paraguay, como coordinador de varios proyectos. Fue una experiencia muy linda viajar por todo el país capacitando facilita-dores voluntarios, y apoyarlo. Hemos conocido y escuchado historias increíbles de amor y superación. También fui voluntario enseñando un año a adolescentes de la calle, la mayoría ya metidos en el tema drogas, con el tema de alfabetización. Podría hacer mucho más, y espero poder involucrarme más en actividades para acompañar y ayudar a personas que pasan por momentos de crisis y desánimo.
Creo que en la iglesia en mi país ( Costa Rica) hay ahorita una mezcla. Un grupo de sacerdotes y fieles que están tratando de verdad de abrirse a una sociedad cada vez más necesitada y que sabemos que hay que ir a buscar fuera del templo. Conozco de laicos que hacen campañas en sus barrios invitando a personas que nunca van al templo a unirse a alguna actividad, o van en las madrugadas los fines de semana a llevar una comida caliente y una palabra de acogida a los habitantes de la calle. Y de verdad que le están poniendo amor. El problema pienso yo es que una vez que se logra un primer acercamiento no está muy claro el camino. A sacerdotes y laicos nos falta orientación. Se nos insiste mucho en que la iglesia debe dejar de ser solo “asistencialista” y trabajar más en la promoción del ser humano. Pero ¿cómo se hace esto ya en la práctica?.
En cuanto a la acción concreta para acrecentar como grupo nuestra sensibilidad hacia los que sufren, creo que al ser la modalidad virtual, esto se ha dificultado un poco. Debemos continuar meditando para mejorar a nivel personal y ser verdadero testimonio de lo que Jesús puede hacer y pienso también que no estaría mal que como grupo adoptáramos alguna causa con la que colaborar (esto por supuesto libremente y sin que signifique una carga para ninguno). Se que caeríamos de nuevo en la parte asistencialista pero al menos haríamos algo por alguien.
ORACIONES
Gracias, Jesús, por tu fidelidad al Padre; que tu Espíritu nos acompañe en nuestro caminar.
Gracias, Jesús, porque siempre vas por delante enseñándonos el camino.
Gracias, Jesús, porque nos transmites la misma vida de Dios.
Jesús, dame lucidez para seguir tu camino
y fortaleza para estar con los que sufren.
Gracias, Jesús, por mostrarnos, a través de tu vida,
cómo podemos crecer y ser mejores personas.
GVJ MISERICORDIA
A. José Ledesma, Amparo Casas, Giovani González, Iciar Martinez Soriazu, Jesús Fuster Millet, José Humberto Duque, Maria Mecedes Angarita Urdaneta, Marina Saiz Hoz, Miguel Monroig Mestre, Puri Ugarte Lopetegui, Reynaldo Reyes Vivó, Xinia Flores Marchena, Lc. Wolfgang Streich BNL
Querido amigo/a te invitamos a leer la reflexión que hemos realizado sobre el tema 16:
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO
Los protagonistas de este pasaje evangélico son: Jesús, los fariseos y un hombre enfermo con la mano atrofiada. Se trata de un milagro de Jesús realizado en la sinagoga en sábado, día consagrado a Dios. Lo hace así porque quiere dejar claro que para Dios lo primero es la vida, no la observancia religiosa.
Sin embargo, a los fariseos lo único que les importa es la observancia de la Ley. Por eso van contra Jesús, porque saben que lo que le guía no son las leyes sino otra cosa, algo infinitamente mejor para nosotros: El bien, la justicia y el amor.
Jesús inauguró el Reino de los cielos y el Padre le dio autoridad para curar, enseñar y perdonar pecados. Precisamente por ser compasivo y misericordioso, el Señor ponía la dignidad y el valor del ser humano por encima de la ley del sábado. Por tanto, coloca al hombre en el centro de la sinagoga; es un gesto que sitúa al hombre enfermo en el centro. Jesús intenta hacerles ver que para Dios lo realmente importante es el interior, las actitudes ante los demás que reflejen el amor, la misericordia, la compasión del Padre. Y eso es lo que prima antes que el frío cumplimiento de la ley. Pregunta a los fariseos qué hay que hacer el sábado: ¿el bien o el mal? pero éstos callan; no quieren plantearse las preguntas de Jesús, no tienen buenas intenciones y sin la ley están perdidos. Jesús reacciona con ira y apenado por la dureza de sus corazones y porque los fariseos se habían apropiado de la Palabra acomodándola a su favor.
Finalmente, la curación se produce simplemente con la confianza del hombre que, ante esta situación y a la petición de Jesús, extiende la mano como le dice Jesús. No cuestiona, lo hace, confía totalmente en Él.
Jesús continuamente nos enseña los pasos a seguir para llegar a Dios ya sea en la sinagoga, ya sea en sábado, o en cualquier otra situación; su actitud nos descoloca, nos rompe los esquemas. En este caso, nos invita a reflexionar, una vez más, en que Jesús no quiere cumplimientos, ritos, liturgias, que suplanten el amor a un ser humano como Él mismo nos enseña. Ofrece amor universal a todos los hombres y mujeres…amor radical que rompe barreras…que transgrede lo establecido. Saltándose el cumplimiento del sábado, Jesús también nos hace ver que Dios está presente en la persona necesitada de curación. Por eso, Jesús pone por delante a la persona, siempre.
Para nosotros, toda esta lección de Jesús debe ser un motivo de esperanza ya que cuando todo parece que está perdido o en contra de nosotros, llega Él, contra todo pronóstico, y nos saca del hoyo. Nunca nos deja solos ni aunque pensemos que es imposible alguna cosa.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
+ Este episodio del evangelio de Marcos me interpela (nos interpela) a salir de la comodidad del cumplimiento y tomar el compromiso de cambiar para ver al otro con la mirada de Jesús, esa mirada amorosa que nos trasciende y conoce profundamente. Él me ayudará a ser una nueva persona, no apegada a los ritos, sino al amor de servicio y entrega a mi prójimo.
+ Lo importante es estar en el Camino y buscar en lo posible dar razón de nuestro deseo y querer buscar a Dios y servirle en nuestros hermanos, buscar el Bien y amar.
+ Mi más ferviente deseo es preocuparme permanentemente de los demás. Creo que es la manera de transmitir el evangelio. Evangelizar a través del ejemplo. No es nada fácil. Está nuestro egoísmo, años de vivir sin pensar en los demás. Pero avanzo, cada vez más.
+ Cuando estéis cuidando a un enfermo o necesitado y, por esta causa no podáis acudir a la oración o a la Eucaristía no os preocupéis. Estáis dejando a Dios por Dios. Para mí en bastantes ocasiones de mi vida, he tenido que ocuparme de alguien y dejar mi necesidad de celebrar mi fe con mis hermanos; las personas siempre antes. El verdadero culto a Dios es que los demás vivan.
+ La experiencia que comparto es que cuanto más me acerco a Dios (oración personal, la escucha de La Palabra, la Eucaristía, el compartir en comunidad) más me hace ser sensible, cercana al sufrimiento y necesidad de los demás, es así que lo que en este Grupo de Jesús he aprendido que lo que debo hacer es ser como Él, hacer lo que Él hacía, obrar como el obraba y Jesús nos enseñó a orar al Padre y ayudar y a servir al más necesitado.
+ Con el tiempo y el desarrollo del Grupo, aprendes a trabajar la relación con Dios de otra manera: En mi caso, claro que me acuerdo de Él cuando tengo problemas o preocupaciones, pero también busco algo que, hasta llegar a aquí, no hacía. Trato de trabajar la confianza en Él, reflexiono con las enseñanzas de Jesús y lo busco dentro y fuera de mí, observando y sintiendo.
+ Desde que existe Maranatha, mi relación con Dios es nueva, más cercana, más cotidiana, y más imbricada en mi vida, por fin lo he sacado de la sombra; ya no lo tengo apartado sino que lo tengo muy presente en todo lo que hago. Y para ello, estoy intentando aprender un modo de relacionarme con Él que se adecúe a mí.
+ Las personas en general están poco preocupadas por la Iglesia. No todos los servidores de la Iglesia, están a la altura, para mí no es el problema. Nuestra misión es trabajar al lado de Jesús, con Maranatha y/o con grupo o personas que nos necesiten. Debemos andar juntos, hay tantos a quienes ayudar si entendemos el mensaje, será fácil andar.
+ Creo que lo mejor que podemos hacer es estar atentos a las situaciones que surgen a nuestro alrededor hay personas necesitadas de algo en todas partes (VELAD Y ORAD)
RICARD, ANA VILMA, MARIVI, ANTONIO, MARIPILI, CARMEN, MARGALIDA, FRANCIS, LUCILA, ISABEL, JAVIER.
Pienso que Jesús sí fue un transgresor de la Ley, ya que la sociedad judía de esa época estaba sometida a ella en todo sentido. El gesto de llamar al hombre inválido y ponerlo en el centro para que todos lo vean, nos enseña que Jesús tiene como objetivo resaltar la importancia que tiene el ser humano para Dios, que la persona está ante todo rito, norma o precepto. Y fue en sábado, día sagrado para ellos y ante los fariseos quienes seguramente conocían la fama de Jesús y querían ponerlo a prueba.
Sí, definitivamente es un transgresor de la Ley, pues las consecuencias que le acarrearía ese gesto tan compasivo, Él las sabía, pero valientemente y con todo el amor de Dios hacia una persona débil y vulnerable, lo realiza. ¡¡¡Qué enseñanza deja para todos los que se acomodan en ritos y normas ( y están muy satisfechos ), pero en amor compasivo y en ver al necesitado están muy carenciados.!!!
QUERIDOS AMIGOS DE LOS GRUPOS DE JESUS: EL GRUPO CANÁ, UN POCO MERMADO, HA SEGUIDO CON EL TEMA XVI Y HA REFLEXIONADO SOBRE CUÁL DEBE SER EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS.
A Jesús le preocupa el sufrimiento de ese hombre. Quiere que lleve una vida digna, sin importarle el día de la semana que es. Mira de frente a los fariseos y le dice al hombre: “Extiende la mano”. Él lo cree, extiende la mano y puede hacerlo por primera vez en su vida.
Ante el silencio de ellos Jesús se siente enojado por su dureza, le duele la indiferencia y la hipocresía, y en actitud retadora y provocativa, ante los fariseos, le ordena al paralítico que extienda su brazo y lo cura para que vean que la vida y la salud son más importantes que la religión.
Los fariseos no pueden soportar esas cosas de un judío, ¡y de Nazaret, nada menos! Que cure a un pobre, enfermo, impedido. Y, menos aún, con el poder que lo hace. ¡Y en sábado!
La soberbia de sentirse superiores les impide aceptar las enseñanzas de un hombre de pueblo, amigo de publicanos y pecadores.
La ley, para ellos, no es una lista de cosas que cumplir para mejor vivir y para mejor hacer con los demás. La ley es su vida entera. Jesús, la deja en segundo lugar y antepone a un pobre hombre. Antepone el hombre a la letra, la vida a algo sin ella.
Vemos que no es el enfermo el que solicita la curación (probablemente por entender que sería algo prohibido en sábado) sino que es Jesús quien toma la iniciativa en esta circunstancia.
Jesús actúa con autoridad y decisión aun en un clima hostil.
Dejar «el cumplimiento» para cambiarlo por más compromiso por el otro. Y sí, es mucho más difícil el compromiso que el cumplimiento, el tratar de seguir a Jesús en su proyecto de más vida hacia los que encontramos en nuestro camino y nos necesitan tanto
Jesús se fija en el hombre del brazo seco y también en los fariseos, y conoce sus intenciones. Su libertad y su autoridad verdadera le facilitan actuar. Dirigirse personalmente, integrarles, tenerles en cuenta, ¿no facilita esa humanización que hemos ido abandonando por indiferencia o por mucho quehacer o porque “ya tengo bastantes problemas”? ¿Qué está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? Quería sanarles de su ceguera y estos enmudecieron.
SEGUNDA REUNIÓN
Gracias Señor, por curarme en sábado.
Me identifico con el hombre que tenía la mano atrofiada. Yo tengo muchas veces atrofia, pero en el corazón.
A mí también, como a Jesús, me provoca enojo y rechazo toda esa religiosidad superficial y fanática que se vive en la mayoría de las personas que van a misa por cumplir, y en su vida no tienen caridad ni con sus seres más cercanos. Pero, ¿qué puedo hacer? Jesús me invita a la conversión constante y hacia una religiosidad fiel a su espíritu.
Me pregunto si mi papel en este drama es el del hombre de la mano seca. Tal vez. Quizás mi falta de fe sea un tipo de mano seca y por eso siento la necesidad de buscar, de ir a la sinagoga aún sin participar de la ceremonia. Si es así, todavía estoy esperando que Jesús me haga ponerme en el medio.
Una anciana, residente en un geriátrico, me dijo un día que estaba “sola entre mucha gente”. Ahí nos ha llevado la conducta del descarte, como dice el papa Francisco. Tenemos un campo amplio para llevarles una sonrisa, un beso, un paseo, o con solo decirle una tontería y que pueda sonreír. Los fariseos no pueden hacerlo: están ocupados en ir a una conferencia del obispo, de llevar una pancarta a una manifestación, a la peluquería para ir guapos, a misa de 12 con el traje nuevo, saludar al cura, pasar la bandeja, dar su toque religiosa, etc.… No pueden ir a sonreír a nadie.
Por eso, los ritos, el cumplimiento de la ley, están muy bien y son necesarios y hermosos y son buenos para todos. Pero sin perder de vista lo que de verdad nos acerca a lo sagrado. Y eso son los otros.
Jesús pone a ese hombre con la mano seca en el centro de la sinagoga. Ese debería ser el centro de todas nuestras liturgias
Jesús una vez más cura en sábado y no por casualidad. Provoca la situación para enseñar y que quede bien claro que el verdadero culto a Dios debe tener en cuenta de forma prioritaria la liberación del hombre necesitado.
Lo que Jesús rechaza no es a ley original del descanso sabático -buena en principio para el hombre-, sino lo que la tradición y las costumbres de generaciones de rabinos y fariseos habían ido elaborando con un rigor exagerado, referente del sábado. A los fariseos no les preocupa el dolor del hombre enfermo, sino el escrupuloso cumplimiento de las normas establecidas.
Jesús va siempre donde lo necesitan sin importarle las reglas, ni lo que piensen los demás. Es un hombre LIBRE. Es un hombre sin miedo, y por eso toma la iniciativa. Amar y hacer el bien: no hay más reglas.
En este relato resplandece la libertad de Jesús. La libertad es la gran conquista de Cristo “Hemos sido llamados a la libertad” (Gal-5, 13)
Soy libre si mi única ley es el Amor y cuando creo que mi Dios es más grande que mis pecados. En este texto, como en otros similares, se nos muestra la libertad de Jesús. Cuando está en juego la salud del enfermo, no lo piensa dos veces e incumple la ley, aún a sabiendas del lío en que se metía.
Jesús le dice al enfermo: “Levántate y ponte en medio “ Es decir: Sal de ti mismo, expón tu dolencia, no tengas miedo, Yo estoy aquí, contigo, confía en mí. Yo quiero tocarte y curarte. Jesús busca así el momento oportuno para demostrar que la religión no debe ser alienante , que no hay que añadir cargas, sino soltar amarras.
Poniendo el enfermo en medio, quiere que se centre la atención en él, dando a entender que la persona es lo esencial y está muy por encima de la ley.
Los fariseos creen tener fe, cumpliendo las normas escrupulosamente. No permiten que la religión sea cuestionada y decidirán eliminar a Jesús por ello.
Jesús, ante esta actitud, los mira apenado y con ira al ver cómo viven una religión que antepone las normas al bien de las personas. Nosotros tenemos también que saber reaccionar con la fuerza necesaria ante las situaciones injustas.
¡Es tan fácil acabar reduciendo la religión a un conjunto de dogmas, normas y ritos que no comprometen!
Jesús nos quiere a todos nosotros. Lo mismo que al discapacitado de la mano enferma… Quiere liberarnos de nuestros miedos paralizantes, prejuicios, rigidez en nuestros enfoques…Y nos pide la entrega que estimula, el amor que libera, la apertura de mente que nos hace compasivos….
AMAR SIEMPRE
¿Qué está permitido, el bien o el mal, la ley o la misericordia?
La realidad de un ser humano es mucho más profunda y compleja, abarcando no solo actitudes y comportamientos, objetos de transgresión, sino aspectos y circunstancias que afectan a su integridad vital y espiritual.
La ley, el precepto y la norma son impersonales, se aplican conforme al ejercicio y la letra que el Derecho establece.
La persona no es un «asunto» o expediente a tratar, una historia clínica o ficha de laboratorio, tampoco un objeto manipulable.
Es imprescindible humanizar la vida. Hay un principio que debe estár por encima de toda ley: la misericordia que nace del amor de Dios.
Sin duda, el corazón tiene su propio lenguaje y campo de acción, aunque tantas veces resulte arriesgado y temerario, salir fiador del necesitado.
Pascal acertó en su pensar al decir: «El corazón tiene razones que la razón desconoce».
Puede parecer una actitud o pretensión ingenua e ilusoria, el hecho de alcanzar un gesto de benevolencia, la «medida de gracia» fuera de lo estrictamente convencional y «políticamente correcto».
La misericordia no margina la ley, sino que la hace coherente con la realidad humana. El ser humano tiene para Jesús todas las prioridades, fuera y dentro de la ley. Él, vino a dar verdadero cumplimiento a la Ley a través de su Mandamiento de Amor.
¿Qué derecho tienes tú a juzgar a mi hijo? Solo yo, que soy su madre, tengo derecho a juzgarle y castigarle, porque YO LE AMO (Rabindranath Tagore).
Esta y no otra es la medida, el AMOR que nos mueve y motiva a sanar las heridas del cuerpo y también las del alma.
Nos han enseñado a saber diferenciar el bien del mal, en base a reglas establecidas de comportamiento, «normas de urbanidad cívica y social». No así, a cultivar nuestra personal sensibilidad, para llegar a ser mucho más receptivos, cercanos y delicados, hasta el punto de «conmovernos», tener compasión del sufrimiento ajeno.
Todo hombre y mujer lleva implícita la dignidad de ser «criatura de Dios», debe pues ser tratado, respetando todo cuanto forma parte de su vida.
Jesús no es un transgresor de la ley, sus gestos van siempre dirigidos allí donde la limitación humana es más evidente. Para Jesús, la urgencia primera no radica en la estricta fidelidad a la norma y precepto.
En efecto, el sábado, día en que Dios «descansó» de su obra creadora, no dejó inactivo su Amor, su misericordia, siempre buscando el bien del hombre y la mujer en todo tiempo y lugar.
De igual modo que tantas veces el mal se adelanta, intercepta el camino con trabas y obstáculos, sembrándolo de cizaña hasta hacerlo intransitable, el bien ha de permanecer alerta. Allí donde la necesidad y carencia sean más evidentes, nos descubren las urgencias del amor, que no deben hacerse esperar.
Jesús resulta molesto, es cuando menos un hombre que suscita polémica, interpela las frías conciencias de quienes tratan de disuadirle, bajo velada amenaza, de un proceder ajeno a lo establecido. Es una manera de dejar el amor de Dios y su misericordia «aparcados» para mejor ocasión.
La amenaza queda en el aire, suspendida de un chantaje acordado, la complicidad de quienes solo buscan ser «fidedignos cumplidores de la ley», también en la Iglesia.
¡Cuántos recelos y prejuicios por miedo a perder «el puesto», ese espacio o privilegio que excluye, deja fuera al otro, el «enfermo» de turno que rompe intereses y la norma establecida!
Si en una parroquia, comunidad, no hay cristianos o cristiana, verdaderos sanadores de Misericordia: ¿qué ley puede imperar?, ¿la del más fuerte y con mayor poder?
No el mandamiento del amor, sin el cual, nada es verdad creíble.
Pensemos en tantos seres humanos, a los cuales se les coarta la posibilidad de ser tratados con dignidad y respeto.
A veces, ser fieles a la llamada de nuestro corazón y conciencia, nos puede colocar en la «diana» de nuestros adversarios.
Nos queda la profunda y honesta satisfacción de haber aliviado la carga pesada de la limitación y el rechazo, ayudando a vivir con mayor dignidad.
Entonces descansaremos con Jesús, como en un sábado de fiesta. Debemos preguntarnos:
¿La devoción o la obligación?
Pienso que el AMOR nunca debe ser impuesto u obligado, sin embargo, para nosotros, cristianos y cristianas, es y será siempre nuestra primera y más grande «devoción» y entrega.
Miren Josune
En la época actual -y sin temor a equivocarme en la época pasada- no creo que no se acuda actualmente a Dios para hacerle una petición de sanación, y sobre todo ahora que los médicos practican operaciones en día sábado (donde seguramente se clama por la sanación del enfermo a través de la actuación de Dios en los médicos). Si el Señor hubiera dado la razón de que no era permitido, como ellos pretendían, se pondría en peligro muchas vidas por no poder realizar la sanación en el día sábado. Pero sobresale en este relato que no importa el día si se va a realizar un acto de sanación. o para hacer el bien como lo es la actitud de Jesús, nuestro Señor.