Marcos 2,1-12
Después de algunos días entró [Jesús] de nuevo en Cafarnaún y se corrió la voz de que estaba en casa. Acudieron tantos que no cabían ni delante de la puerta.
Jesús se puso a anunciarles la Palabra. Le llevaron entonces un paralítico entre cuatro. Pero, como no podían llegar hasta él a causa del gentío,
levantaron la techumbre por encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla en que yacía el paralítico.
Jesús, viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
—Hijo, tus pecados te son perdonados.
Unos maestros de la ley que estaban allí sentados comenzaron a pensar para sus adentros: «¿Cómo habla este así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?».
Jesús, percatándose enseguida de lo que estaban pensando, les dijo:
—¿Por qué pensáis eso en vuestro interior? ¿Qué es más fácil? ¿Decir al paralítico: «Tus pecados te son perdonados»; o decirle: «Levántate, carga con tu camilla y vete»? Pues vais a ver que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder para perdonar los pecados.
Entonces se volvió hacia el paralítico y le dijo:
—Levántate, toma tu camilla y vete a casa.
El paralítico se puso en pie, cargó enseguida con la camilla y salió a la vista de todos, de modo que todos se quedaron maravillados y daban gloria a Dios diciendo:
—Nunca hemos visto cosa igual.
- Ver el contenido de las dos reuniones de este tema en el libro Grupos de Jesús, de José Antonio Pagola
Primera reunión: Acercamiento al Evangelio
– Guía de lectura
– Acercamiento al texto evangélico
– Comentario
Segunda reunión: Acercamiento a la vida
– Conversión personal
– Compromiso en el proyecto de Jesús
– Sugerencias para la oración
El paralítico curado de su pecado.
Marcos 2,1-12
Este texto evangélico tiene carácter simbólico donde la metáfora supera ampliamente la literalidad.
El paralítico es una persona que está atrofiada por el pecado que no le deja ni siquiera tomar una decisión, está callado, no dice nada, tiene a cuatro amigos que le quieren, se preocupan por él, han oído hablar de Jesús que trae un mensaje liberador y que cura a los enfermos.
Jesús le mira con amor y le comunica la piedad de Dios que le perdona sus pecados, empieza para él una nueva vida que no estará exenta de dificultades,de días difíciles de vivir, pero ya no estará solo la fuerza liberadora y transformadora que viene del Espíritu Santo le sostendrá en esos momentos difíciles, Jesús le ha mirado y lo ha hecho como solo él sabe hacer con ternura,con misericordia,sin juzgarle, sabiendo y entendiendo su pecado y el dolor y el sufrimiento que tiene por su causa.
La fama de Jesús hace que la gente acuda a donde él está hasta el punto de no poder entrar en la casa, no cabían ni delante de la puerta, todos le buscan, le quieren escuchar, necesitan que les sane de sus enfermedades a ellos y a los suyos, se preocupan demasiado por su salud física más que por su alma, le buscan porque le necesitan para curarse, en cambio Jesús va más allá les perdona los pecados, les sana el alma y restablece su relación con Dios, mientras no sanemos esa relación echada a perder por el pecado, el hombre no tiene ningún futuro de felicidad.
Todos estamos contagiados de por vida por el pecado, somos pecadores y lo seguiremos siendo, Jesús es el único que nos puede sanar, pero no quiere que nos olvidemos de nuestra debilidad, cada vez que nos manda sanados nos manda con la camilla como recordatorio de que no nos ha quitado la debilidad sino que nos ha sanado para que volvamos una y otra vez a su gracia y su perdón.
Aunque todos somos paralíticos también debemos ser como los cuatro amigos porque si encontramos a otro paralítico en el camino esa camilla se convierte en motivo de salvación para otros.
Debemos llevar a Jesús a tantos otros que le necesitan, no porque seamos mejores sino porque nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos con él. La vida es eso, levantarse y llenarnos de esperanza a pesar de tener que llevar a cuestas nuestra cruz y nuestra camilla.
La actitud de los maestros de la ley es la de un Dios encerrado en la ley de Moisés, por eso no comprenden el mensaje liberador de Jesús y su único objetivo es hacer guardarla y cumplirla fielmente, no tienen compasión de la gente y de su sufrimiento, no les importa su dignidad, la mejora en su vida que puede darles Jesús.
¿Qué nos impide seguir a Jesús?
El miedo a que confiar en él no sea suficiente y que nos estemos perdiendo algo. El apego a lo material que nos hace caer en tentación,la seguridad de una vida cómoda y sin complicaciones,la falta de motivación para colaborar en nuestras comunidades parroquiales ayudando en la necesidades de la Iglesia y de los hermanos, creernos lo suficientemente buenos en lo que hacemos o por el contrario paralizados ante el miedo de no hacer bien las cosas.
¿Qué pecados nos tienen bloqueados?
Es difícil contestar a esta pregunta, sería una lista larga porque algunos son muy evidentes y los conocemos, pero otros están en el fondo y nos cuesta aceptarlos, son los más complicados de arrancar ya que se han atrofiado en nuestro corazón y lo peor es que intentamos disimularlos y se justifican, porque como se perdona esa ofensa de una persona cercana y querida, algo inesperado que nos descoloca por su dureza,ese amigo al que siempre hemos considerado un hermano y al que nunca abandonamos en sus momentos difíciles y que cuando le necesitamos más no le encontramos, esas faltas de amor hacia los que no nos gustan, los pobres, las personas que no se comportan y viven como nosotros, los que están en la calle llevando una vida indigna porque el sistema los ha abandonado y todos pensamos que viven así porque en el fondo les gusta, tantas cosas que todos conocemos y sabemos que no son de buen cristiano y que no queremos reconocer y cambiar.
Es importante que admitamos cuál es ese pecado concreto que no nos deja acercarnos de verdad a Dios y nos impide ser y actuar como Jesús nos ha llamado a ser.
Alicia, Francisco, Gela, Juan José, María, Rafael, Valle
Grupo virtual de Jesús 33
TEMA 17 – El paralítico curado de su pecado (Marcos 2,1-12)
Perdonar y curar son dos lados de la misma moneda desde el punto de vista de Jesús. Él, es el Hijo de Dios y vela por la vida de sus hermanos, primero perdona los pecados y luego da la sanación física. Todavía nos deslumbra más el milagro de la sanación física, pero en realidad lo maravilloso, lo digno de alabanza, es que Jesús al perdonar nuestros pecados, nos sana, renueva nuestras vidas y nos abre el camino de salvación.
El texto narra el contraste entre los que ponen obstáculos (los maestros de la ley) y los que quitan los obstáculos (los amigos del paralítico) para acercarse al Señor. No debemos actuar como los maestros de la ley, sintiéndonos muy cómodos y muy buenos con nuestra propia interpretación de la observancia de la ley, debemos como Jesús discernir lo esencial que siempre será hacer el bien, procurar que la vida propia y la vida del hermano sea digna tanto espiritual como físicamente. La gente buscaba en Jesús no sólo aliviar sus propios padecimientos, también querían mitigar el sufrimiento de sus seres queridos, es así como a los amigos del paralítico los mueve su fe en Jesús y el amor que sentían por aquella persona postrada. Es importante ayudar a otros a llegar a Jesús, los amigos, son un símbolo de aquellos que no se detienen ante los obstáculos, con creatividad, hicieron lo impensado buscando la manera de mejorarle la vida. Si no hago nada, seré como los fariseos sentados en su ley y en sus convicciones.
Al perdonar los pecados, Jesús nos da un ejemplo de misericordia, libera a los que sufren de las cargas, les devuelve la dignidad y, al mismo tiempo, los libera de sentirse ofendidos. La compasión es ponernos en el lugar del otro, y eso es lo que movió a Jesús, y fue una falta de compasión lo que Jesús vio en los ojos de los doctores de la ley, para decir qué es más fácil, «perdonar o curar», nosotros tenemos que actuar con misericordia acercando el hermano a Jesús para darle una nueva oportunidad de vida, es el mismo Jesús quien nos da la fuerza, valentía, creatividad para vencer las barreras y acercar a otros de manera acertada pidámosle que nunca seamos obstáculos para la gente y que podamos despejar el camino para que otros puedan descubrir el amor misericordioso de Dios.
La única solución al pecado es el perdón de Dios por los méritos de Jesucristo. El pecado nos impide caminar hacia el Padre, porque estamos enfermos de nuestra alma, y no hay nadie más que nos cure que Jesús, Él conoce nuestro pecado, nuestra enfermedad, conoce nuestro dolor y solo tenemos que abrir nuestros corazones para que Él nos sane con su perdón. Jesús es fuente de perdón constante.
Acerquémonos al sacramento de la confesión con el alma compungida para reconocer nuestras faltas y sentir el abrazo misericordioso del Señor. Sólo el perdón infinito de Dios puede limpiarnos del pecado y no nuestros méritos que son tan finitos, a veces caemos en pecado, nos levantamos y volvemos a caer, ante esta fragilidad humana, no nos queda más que buscar ser sostenidos en la fortaleza del Espíritu de Jesucristo.
La reconciliación ayuda a liberarse de cargas, de prejuicios y entender que las personas estamos en distintas etapas del camino de seguimiento y aprendizaje de Jesús, con un espíritu de reconciliación fortalecemos el don de la tolerancia, aceptando que no todos estamos en la misma etapa del camino; unos irán adelante y es de aprender de ellos y otros más vendrán atrás a los cuales hemos de animar, especialmente con el testimonio de vida.
Qué gozoso es sentirse curado, cuando se es perdonado después de haber sido afligido por una falta, por una ofensa, por un pecado, valoremos ese amor y ese perdón y contagiémonos de la misericordia divina siendo fraternos y compasivos con cada persona, sin condenar a nadie e incluso perdonándonos también a nosotros mismos.
ORACION
Jesús, hoy tu palabra pronunciada por Marcos me dice que has vuelto a entrar en la ciudad y estabas en casa cuando te trajeron a alguien que necesitaba ayuda.
Miro mi vida y es un espejo de eso.
Cuando te recibo de nuevo, es cuando te pido perdón a Ti y a quién he ofendido, solo tu perdón sana mi egoísmo y transforma mi ser, que llega a pensar como otra persona, pues mis gestos, actitudes y hasta pensamientos son la luz de tu presencia. Los necesitados ni siquiera necesitan venir a mí, yo soy el que va en su ayuda para brindarles, aunque sea tan sólo una palabra de consuelo, tal es mi transformación.
Renuevo, Jesús, mi gratitud por tu presencia, amor y gracia, y por tu poder renovador que genera nueva vida y aumenta mi esperanza y mi fe. Llevo conmigo el recuerdo de tu «mandato», de cumplir tu mandamiento para no repetir las desgracias que me alejan de Ti.
Gracias, Jesús, también por este silencio, que ya no es silencio, sino que es escucha.
Amén
GVJ – 32 Adelino, Guillermo, Nancy, Lucía, Wolfgang.
REFLEXIÓN TEMA 17
GDJ VALLE DE ELDA
aportación a la web
TEMA 17 – El paralítico curado de su pecado
Queridos amigos de los GVJ:
Desde nuestro grupo Valle de Elda, nos encanta compartir las reflexión, experiencias y propósitos que nos hacen mover en cada reunión para caminar en fraternidad, sintiéndonos Todos Uno con el resto de quienes, como a nosotros, nos enriquece la diversidad de pensamiento de cada grupo.
Os dejamos nuestras reflexiones sobre este tema 17 – El paralítico curado de su pecado.
SEGÚN EL EVANGELIO
Si un paralítico es introducido por cuatro amigos en una pequeña camilla a una casa donde Jesús proclama la Buena Nueva.
Para nosotros, estamos convencidos que la camilla donde se encuentra acostado el paralítico tiene mucha similitud con nuestras zonas de confort y bien estar.
Creemos que estas zonas tienden a paralizarnos, a dejar que la vida transcurra sin más, somos incapaces de comunicar mensajes que ayuden a ir en busca del Reino del Señor.
Pensamos que nos conformamos solo con localizarlo y dejarlo en una situación de enfermedad.
Esto para nosotros es un modelo para cuando nos refujiamos en cualquier obstáculo que nos impide acercarnos a Jesús y lo dejamos pasar.
Pero sin embargo el ejemplo de los cuatro amigos del enfermo, lo identificamos como la verdadera amistad.
Que maravilla poder hacer lo que ellos hicieron, llevar a Jesús a muchas personas que están enfermas de parálisis de la fe.
El paralítico por sí solo no podía hacer nada. Pero este ejemplo nos abre los ojos para darnos cuenta que somos llamados a ser instrumentos para acercar a otros a Jesús.
Nuestro grupo colaboradora y comprende lo que el Señor está haciendo.
Cuando mostramos actos desinteresados por los demás, cuando oramos a Dios por el hermano enfermo, cuado ayudamos a las personas mayores, cuando además de rezar damos ayuda o apoyo con actos concretos que hacen que los otros vean como el Amor de Dios se manifiesta.
Este es el verdaero mensaje que está mostrando Dios.
Si tienes fe en Jesús cambia tu vida de forma radical, en primer lugar cambiando tu interior ya que desde el primer momento eres perdonado y podemos caminar, ya con el alma limpia, con nuestras camillas y nuestra condición de humanos, débiles y capaces de volver a caer, pero no postrados en ellas.
Pero tambien pensamos que la conversión es personal y el camino que recorremos hacia el encuentro con el Padre debe de ser en grupo.
SEGUIR A JESUS ES:
El pecado es todo lo que renuncia a construir el reino de Dios, pero no la lista de preguntas moralistas que se nos repiten tanto.
Nuestro grupo intenta dar luz a un movimiento centrado en Jesús su fundador el que nos da el mejor testimonio de amor.
Por ello Jesús, que está desarrollado en lo espiritual, estamos seguros que es puro perdón, también puro amor…
De esta manera tendremos tranquilidad y calm , para motivarnos y seguir intentando mejorar cada dia en lo personal y en nuestra comunidad.
Necesitamos tener la capacidad de reconocer la fuente de Amor que Dios y que ha depositado en cada uno de nosotros.
Esto es el origen de toda sanación que levanta tu ser y espíritu, pero no para servir a este mundo sino para servir al reino de Dios.
Queremos terminar dando las gracias a las personas que conforman este gran grupo de la Cuarta etapa, al padre D. Francisco, padre D. Antonio por un entorno muy especial y con muchísima presencia del Señor, y sobre todo agradecemos a nuestros coordinadores JAVIER, ANABEL Y ROSA por su buen hacer y predisposición por la evangelización hacia todo el grupo.
¡Que el Señor siga uniendo en oración a este grupo de Jesús valle Elda!
UN GRAN SALUDO: Fran Llopis
Saludos herman@s de los Grupos de Jesús.
El pertenecer a un Grupo de Jesus como el nuestro, GVJ 31, formado por personas adultas, le da al Grupo un plus de valor… la experiencia.
Cualquier “estudio” evangélico llevado a cabo por sus miembros sobre la propuesta de Pagola en cada uno de los temas de este proceso, nos sitúa ante nuevos descubrimientos. Lo que ya era conocido, leído y orado durante muchos años, se convierte en algo nuevo e ilusionante.
Compartir este “redescubrimiento” del Evangelio y darse cuenta de que en cada tema nos hemos sentido partícipes a lo largo de nuestra vida de la experiencia salvadora de Jesús, nos hacer dar gracias por habernos encontrado en el camino al Padre a través de estos Grupos.
Del tema 17, “El paralitico curado de su pecado”, hemos dado gracias a Dios porque a lo largo de nuestra existencia nos ha regalado, y nos regala, la oportunidad de haber sido y ser “camilleros” de hermanos enfermos, de cuerpo y alma, a los que hemos acercado al poder salvador del Jesús.
Del mismo modo, todos nos sentimos “paralíticos” por nuestro pecado y falta de compromiso por el Reino y, del mismo modo, unos en muchas y otros en pocas ocasiones, hemos escuchado las palabras de Jesus “levántate, toma tu camilla y vete a casa”. En ese “toma tu camilla y vete a casa” todos vemos la importancia de mostrar en nuestra realidad (familia, vecinos, trabajo, sindicato, partido político….) como el “milagro” de la curación de la que hemos sido objeto por Dios, a través de Jesús, debe ser palpable por todos a través de nuestras acciones y ser muestra de ese AMOR de Dios al hombre, su creación más amada.
Un abrazo.
¡Nos rezamos!
María Agustina, Dardo, Nilda, Cecilia y Jesús
Aportación a la Web. Tema 17. Grupo Magdala
Seguimos profundizando en los rasgos de Jesús y cómo es su relación con las personas con las que se encuentra. En este caso, vemos a Jesús enseñando a cientos de personas que acuden a escucharle. Le llevan a un hombre para que le cure.
Este hombre es un hombre que está paralítico no sólo por su incapacidad física sino también por sus pecados y culpas que no le permiten moverse con libertad ni siquiera para pedir ayuda. Son sus amigos quienes le presentan ante Jesús para ser curado. Gracias a la fe de estos amigos, Jesús actúa y cura el cuerpo y el alma del hombre. “Hijo, tus pecados te son perdonados”, dice al paralítico.
Los maestros de la Ley, allí presentes, se escandalizan: “¡Está blasfemando! Sólo Dios puede perdonar los pecados” Y Jesús demuestra que sí puede perdonar los pecados diciéndole al paralítico: “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. El paralítico se puso en pie, cargó enseguida con su camilla y salió a la vista de todos.
Gracias al encuentro con Jesús propiciado por sus amigos, este hombre se alza de manera digna. Al recibir el perdón de Jesús se vio liberado del bloqueo de la culpa y confió en Jesús. Una vez más vemos a Jesús llevando vida plena a quien está paralizado.
¡Qué importante creer y confiar en Él que puede curarnos de todas nuestras parálisis, qué importante ayudar a otros a encontrarse con Jesús!
Todos se quedaron maravillados y daban gloria a Dios diciendo: “Nunca hemos visto nada igual”.
Nadie de nosotros hemos visto nada igual al amor tan grande de Jesús hacia nosotros. También estamos maravillados y tenemos que dar gloria a Dios en todo momento, sin dudar de su poder, hacer correr la voz a todo el mundo de que Jesús está con nosotros y ayudar a otros a acercarse a Jesús.
El pecado nos paraliza, evidencia nuestra fragilidad, nos inculca el miedo, nos lleva a escondernos. Sólo la misericordia de Dios nos libera, nos sana, nos restablece.
Desde la acogida del perdón que nos ofrece Jesús podemos recuperar la alegría, la vida y la capacidad de comprometernos en hacer un mundo más fraterno, más sano y más digno del ser humano.
Tema 17 El paralítico curado de su pecado
El relato evangélico nos habla de una curación, de un “milagro”. Pero esa acción sanadora viene de lo Alto. Es la salvación que viene de lo Alto la que nos habla Jesús. El Espíritu Santo es quien nos guía y acompaña para hacer viva la fe.
Creer no siempre va unido a la fe. La fe brota desde nuestro interior. Es Cristo quien me toca e invita a creer en Él. Por tanto, la fe hemos la hemos de vivir en unión con otros formando comunidad alrededor de su Mesa y sintiéndonos hermanos de un mismo Padre. Con Él y en Él participamos de la gran Familia que es la Iglesia, la cual nos convoca y reúne para celebrar unidos misterio de la Fe.
La fe no podemos vivirla en solitario. Necesitamos el referente del “otro” que es igual a mí, que vive y celebra; que sufre y padece, que añora y espera. Todos estos sentimientos son vividos y compartidos. De este modo se comparte lo que “soy”, lo que “tengo”, lo que “recibo”, lo que “doy…”.
La fe se contagia y renueva cada día y en cada celebración en la que participamos. Por eso, nuestra participación con los hermanos hemos de hacerla fecunda para que hagamos presente el gran misterio de la fe. Así dará fruto en los otros.
Sí, esos otros que tanto me cuesta reconocerles como hermanos porque quizá estén a la vera del camino o perdidos. Pero no puedo ignorarlos. No podemos ignorarlos. Los otros “son semejantes a mí, semejante a cada uno de nosotros”. Semejantes a Jesucristo”. Él se nos dio como hermano y nos hermanó a todos en un mismo misterio de Amor del Padre.
MI BÚSQUEDA
(Primeras cuatro etapas trayecto “Grupos de Jesús»)
Es mi espíritu inquieto
el que te busca y me anima.
Es tu llamado en silencio
que me serena y alivia.
Llamo, sigo y te encuentro,
te encuentro en “mi Galilea”
para seguir caminando,
sin prisa pero sin tregua.
La Buena Noticia ilumina,
sos Padre Bueno que espera,
cura, defiende y perdona
y nuestra carga libera.
¡Ábrete! –me dijiste entonces-
y tu propuesta fue cierta.
Pero te sigo buscando…
Buscando en “mi Galilea”.
Que tus rasgos se hagan míos,
que tus pasos sean huella
para seguir caminando,
sin prisa pero sin tregua.
Ana, noviembre 2021
Grupo de Jesús “Palabra de Vida”
Santa Rosa, La Pampa, Argentina
GVJ 22 Monseñor Óscar Romero
Tema 17 El Paralitico
Que maravilloso pasaje, lleno de reflexiones y enseñanzas.
Por un lado, vemos la necesidad del paralitico de ser sanado, también observamos la tenacidad, para insistir a pesar de ver a simple vista un espacio donde no hay aparentemente ni una posibilidad de entrar donde Jesus se encuentra. Luego aparece la creatividad y la sagacidad para entrar por el techo; se hace presente la valentía y la buena voluntad de los camilleros, su camaradería, seguro apreciaremos y haremos lo mismo por alguien mas . Ahí en medio de todo el gentío, asombrados por la osadía, están atentos con ojos incrédulos de lo que esta sucediendo. Solo el paralitico esta seguro y consciente de lo que desea, no importa lo que tenga que hacer, el desea ser sanado por Jesus, tiene fe y esperanza, su pensamiento esta en positivo, no se deja llevar por los que opinan , por los que ponen trabas, por los que piensan en negativo. El paralitico esta concentrado en su deseo mas ardiente…ser curado por Jesus, el cree en Jesus.
También tenemos a nuestros maestros de la ley, los que se las dan de muy sabios, los que juzgan, los que ponen a prueba, los que dudan, los que piensan constantemente en negativo, los que piensan que es un imposible, ni siquiera lo pueden concebir en sus mentes, para ellos todo esta mal, tiene que haber una justificación , tiene que ser un ser altamente reconocido con doctorado y experiencia quien se atreva a curar, para ellos, debe prevalecer la ley y la autoridad antes que hacer el bien, antes que tener empatía . A los maestros de la ley no les importa la sanacion ni el bien del enfermo, mucho menos su angustia y dolor del dia a dia.
Jesus es todo lo opuesto, no cuestiona, no juzga, se conmueve y es empatico con la enfermedad del paralitico, como en otras ocasiones, Jesus ve y va más allá , lo importante es sanar, es perdonar, es ayudar, es amar. Jesus no solomente sana el cuerpo, también sana el alma, nos libera del miedo que nos paraliza. El amor de Dios siempre da Vida, pero Vida en plenitud, Vida con mayúsculas.
Ante las pruebas de los maestros de la ley, es grande en sus respuestas.. ¿Que es mejor decir… tus pecados son perdonados ó levanta tu camilla y anda? Para los incrédulos y pensadores en negativo , ninguna de las dos opciones es posible, porque su pensamiento solo esta en lo superficial en lo vano, en vibraciones bajas.
Jesus nos dice lo más fácil de hacer… levanta tu camilla y anda, lo difícil, lo imposible se lo dejamos a Jesus, a la divinidad, permitamos ser sanados , perdonados, amados, tener pensamientos positivos, sentirnos bien. Lo que nosotros tenemos que hacer es tomar conciencia de su amor incondicional . Al perdonar Jesus al paralitico , lo sana en el alma primero y despues en el cuerpo.
Es importante sanar primero el alma, teniendo fe, esperanza, eliminando el miedo , los pensamientos negativos, no permitiendo que lo que digan los demás me afecte, soy yo quien decide mis pensamientos y tiene control de mis sentimientos .
Ser feliz es intentar hacer coincidir aquello que deseamos o anhelamos con la realidad de nuestras vidas.
Jesus para restablecer la vida del paralitico empieza manifestando el perdón de sus pecados, con ello le libera de su pasado, de su carga, de sentirse culpable, le anuncia que es libre y pleno, que Dios le ama, le quita la parálisis interna. Al final lo libera también del cuerpo , no cabe duda que Jesus es basto e infinito.
Todos podemos experimentar y sentir a si como el paralitico , que el Espíritu Santo este y viva toda la vida con nosotros, tan solo basta hacer en este orden… primero pensarlo luego sentirlo y por consiguiente vivirlo.
El sacramento de la reconciliación abandone su antigua forma de juicio-condena y sectarización de los demás. y lo revistamos todo de compasión-misericordia y de acogida a los demás. Debería estar más vinculada a jornadas penitenciales donde se viva ese fervor de: “todos se quedaron maravillados y daban gloria a Dios diciendo: —Nunca hemos visto cosa igual.”… y donde se concluyan con manifiestaciones de compromisos comunitarios de acciones concretas tanto a nivel personal, como en la superación de los pecados estructurales, que hoy amenazan la fraternidad humana y la vida misma en el planeta…. Que el énfasis esté en que donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia»
Un fuerte abrazo a toda la comunidad en la red que conforman los grupos virtuales de Jesús, de parte de todos los que integramos el grupo virtual 22 (Monseñor Romero).
(Enrique, Juani, Cristina, Nieves, Cecilia,Manuel Angel, Elena, José Antonio, Charo, Patricia, Francisco, Juan José, Maria Nieves, Jesus)
Grupo Virtual de Jesús 22
En la rutina diaria de Jesús observamos que el cuidado de la Vida preside su actuar, por encima de todo y de todos, hasta el punto de “profanar” el templo y “quebrantar” el sábado por recuperar una mano dañada (en una situación donde su vida no estaba en riesgo).
Bien podría haber sido más político y haber buscado otro espacio y otro momento para sanar, y mantener así a todos contentos, pero esas artes no van con Jesús. A Jesús le conmueve el dolor del otro de una manera tal que lo deja todo – hasta su oración – por redimir al que sufre. Y lo sitúa en el centro del templo, y aliviando su dolor, proclama Su religión – la voluntad de su Padre-: Por encima del hombre ni Dios. Así de rotundo y claro es Jesús. ¿Dónde quedan ahora esas expresiones que tanto escuchamos a diario, “mejor en otro momento”, “no hay que provocar”, “hay que tener mano izquierda”?
No podemos decir que amamos a Dios sino amamos a nuestros hermanos. Jesús pone en el centro del templo al hombre sufriente, para que todos vean lo que hace y para que todos entiendan quién es el centro de Su religión, al que debemos asistir: tenemos que pasar por el dolor del otro para llegar a Dios.
Los fariseos de ayer – y también los de hoy -, seguimos en la oración del «pobre de mí», ensimismados en nuestro yo, mirándonos el ombligo, que nos impide levantar la mirada y ver el rostro de nuestro hermano: escondiéndonos de nosotros mismos. Tan escasa es nuestra fe que seguimos esperanzados en obtener el favor de Dios por nuestro propio esfuerzo en el “cumplimiento de la ley del templo”.
El pasaje, Jesús nos deja otra lección: es el Amor de Dios quién sana al hombre con la mano atrofiada, no dice nada de su esfuerzo por merecerlo.
Jesús sólo encuentra silencio y recelo a su cólera. Los fariseos se encuentran tan a su agrado en su ley que son molestados por las palabras y hechos de Jesús que les rompe su orden y deja al descubierto su hipocresía. ¿Qué pueden decir en su defensa?, tan solo actuar: confabular para quitárselo de en medio.
Jesús no es contario a la oración en el templo, tampoco en asistir a los oficios. Jesús se indigna cuando los rituales del Templo se anteponen a la atención a la persona que sufre. En Jesús vemos a un hombre que se indigna cuando lo que ve perpetua el sufrimiento. Y no queda en la indignación, sino que actúa: y cura. Y al hacerlo se compromete y compromete su vida, hasta la muerte en cruz. Reconoce en la vida del otro la suya propia, la que Dios le ha mandado cuidar: “que no se te pierda ninguno de ellos”.
Hoy, en nuestra Iglesia, hay cristianos y comunidades cristianas, que también se indignan ante estas situaciones y desafían los poderes, todos, también los religiosos, por anunciar y defender la vida de los más desfavorecidos y ellos son ejemplos y luz para todos: recuerdo a hermanas acompañando a personas en soledad en el norte de España, hermanos denunciando la agresión al medio ambiente por Paraguay, miradas puestas en escuelas rurales en Costa Rica, comunidades cristianas en Chile asistiendo comida a los más pobres, profesoras poniendo su carne en formar a jóvenes… y cómo no tener presente a nuestro patrón, Monseñor Oscar Romero.
«Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres».
Aportacion a la web GVJ20
Compartimos nuestra meditación grupal del tema 17.
Seguimos creciendo con lo que nos deja Cristo como enseñanza:a ser mejores cristianos en nuestra vida.
En este pasaje vemos el hambre que tiene la gente de escuchar a Jesús en ese tiempo y que en nuestro tiempo actual,no es fácil llegar a Jesús, por que hay muchas personas , y llegaremos cada cual por el camino que podemos. También, como en el texto sobre el que reflexionamos, la FE de los amigos, que estaban seguros de que Jesús lo podía sanar.
La actitud de Jesús que sorprende , emociona, termina con un acto de FE . Al paralitico, más que la falta de fe, lo que lo detenía es su autocondena, por eso la frase de «Hijo tus pecados son perdonados»
es un gesto de Amor de oración de intersección,
Jesús cura desde la raíz,. Su amor es perdonador. Sin Amor no hay perdón. Con ese Amor a Jesús hay arrepentimiento del pecado, la absolución, el sentirse feliz de volver
al Padre. Jesús es el camino liberador de ataduras, de ahí la importancia de acompañar a tus amigos cuando los quieres y tomas iniciativas para llevarlos a Jesús,
Gloria, Alabanzas, … Gracias damos a Dios por sus manifestaciones de sanidad , por un Dios que nos ama y comprende y perdona lo que paraliza nuestra vida,
Nos invita a involucrarnos, comprometernos y no permanecer indiferente ante la necesidad, de nuestros hermanos, y ver que con Jesús todo es posible, Dios es Fuente de Misericordia , Perdón y Reconciliación. El conversar con Jesús, nos hace sentir cercanos a El, a su AMOR y nunca nos sentimos solos.
Con la participación de este grupo
Gracias
Roser
Shirley
Natalia
Mariana
Carmen
Griselda
Estimados hermanos y hermanas:
Soy Mónica, y les escribo desde Montevideo, Uruguay.
Para preparar la meditación de la palabra de hoy, di con esta página, y…¡¡me la estoy devorando!!
Me estoy sintiendo identificada en un montón de aspectos que compartieron; especialmente, en aquellos que manifiestan las dificultades que estamos encontrando en algunas parroquias, para sentir a Jesús como el «Río de Agua Viva».
A través de vuestras palabras, vuelvo a palpitar con ese Jesús que empecé a conocer ya de grande, que me conmovió a los 30 años, cuando recibí la Confirmación en el seno de una comunidad heterogénea, en cuanto edades, pero muy muy fraternal, con ganas permanentes de crecer en el conocimiento y en la Fe, y, también importante, viviendo con alegría.
Hoy, con la lectura del Evangelio y de vuestras reflexiones, es como si volviera a estar con mi vieja comunidad, en la parroquia de San Antonino.
¡Que el Espíritu Santo continúe inspirándolos de esta manera tan hermosa, llana, valiente y libre!
Los abrazo
Del grupo SHEma
Este tema nos comunica que la Fe aumenta con el Don y crece con el riesgo, essto bien lo sabía aquel intrépido grupo de amigoa,; ella avanza cuando vamos equipados de la confianza en Dios, al igual que ellos.
La sanación y la salvación de Dios empezó a hacerse realidad con la interseción de los cuatro amigos, llevando al amigo enfermo, necesitado de salud y de salvación.. Gracias a Dios la Fe vibrante y no silenciosa de estos primeros posibilitó el hecho milagroso ocurrido con este úlñtimo. No sólo la sanación de su amigo necesitado sino también su salvación.
La Fe no hace que las cosas sean fáciles, las hace posibles. Esto también me dice que la meta no es la salud en sí misma, no es el estar sencillamente bie, sino que es el encuentro definitivo con Jesús. La salvación no es como beber un vaso de agua para estar en forma, es el ir a la fuente: Jesús mismo-
Nuestra tarea es pues hacernos cargo del que ha dejado de caminar,de quien ha perdido el rumbo, somos custodios de nuestros hermanos
Nuestro compromiso es pedir a Dios nos libere de nuestros pecados de comodidad y de indiferencia. Rezar por una iglesia renovada o renovadora. Pedir por el Santo Padre y sus colaboradores más cercanos. Por la creación de nuevos ministerios en cada una de nuestras iglesias locales..
Rezar por los integrantes de nuestro grupo, sean camkinantes o rezagados.
Acercarnos más a los sacramentos de abrazo y Eucaristía.
Para el disc+ipulo misionero compratir la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo no es una tarea y mucho menos una carga. Al contrario, para quien se ha encontrado con Jesús, compratirlo se convierte en una necesidad, en una gran alegría imposible de callar.
Dios bendiga a Todos.
Carlos, Edgar y Aurora
GVJ Camino de Emaús
TEMA 17. El paralítico curado de su pecado
Este tema significó para nuestro grupo «Camino de Emaús» un momento de mucha reflexión y revisión de vida. Aquí les dejamos algunos fragmento de nuestras ricas reuniones virtuales.
• Cuando trato de reflexionar en este episodio del evangelio tomándolo al pie de la letra llego a un callejón sin salida. Tropiezo con la misma dificultad que en otras narraciones de hechos sobrenaturales atribuidos a Jesús. Es decir, ver a Jesús ejerciendo de Dios en la tierra contraviniendo las leyes de la naturaleza para curar enfermedades aparentemente incurables, etc. Y esto, aunque es lo que me ha enseñado la Iglesia desde siempre, no me ayuda a creer en Dios. Necesito apoyarme en la humanidad de Jesús para acercarme a él.
• Este hombre paralítico no hace ni dice nada. Permanece tumbado, incrustado en su camilla. Para mí, la camilla representa la ley, esa cantidad de normas y preceptos que lo tienen paralizado, pegado a ella, le impide moverse como hombre libre. Está paralizado por la ley. Sería bueno que podamos ver las “camillas” que nos tienen postrados en todos los órdenes de nuestra vida.
• El paralítico: no tiene iniciativa, aunque se deja llevar, no se resiste… Varias veces podemos estar en esta actitud: nos damos cuenta de que hay que hacer algo que nos podría ayudar a salir de una determinada situación de inacción, de desaliento, de parálisis; sin embargo nos dejamos estar, no intentamos revertir la situación, bajamos los brazos, no contribuimos en nada… pero es importante que nos dejemos llevar, confiando en esas personas que nos quieren bien, y así puede suceder el milagro.
• También podemos caer en esta actitud de soberbia para con los demás que tienen otra manera de vivir su espiritualidad o su religión. Muchas veces nos vemos tentados a subestimar otras formas de devoción popular o considerar “pecado” u “ofensa a Dios” cuando alguien no actúa en consonancia con nuestros parámetros morales, y en esas actitudes podemos perder de vista al ser humano que está sufriendo y necesita ser sanado.
• Del Evangelio de este domingo extraigo esta frase que viene muy bien aquí: “Recibid Espíritu Santo. A quienes dejéis libres de los pecados, quedarán libres de ellos; a quienes se los imputéis, les quedarán imputados.” ¿No es acaso a esto que estamos llamados los que nos decimos seguidores de Jesús? Dejo “picando” esta pregunta para que nos atrevamos a contestarla. Abrazo y bendiciones para todos.
• Entiendo que lo primero que hizo Jesús fue liberarle de esa pesada carga (No solo estaba enfermo, sino que además estaría pensando en lo que habría hecho en su vida para que Dios le castigara con esa parálisis).
• Yo creo que ambas cuestiones van unidas teniendo en cuenta la situación de esa época. Primero le liberó de la carga de sentirse a la vez enfermo y culpable y después le curó para que entendiera como es el verdadero amor de Dios.
• Hoy me he percatado que quizá el evangelio donde pone más énfasis es en la inaccesibilidad a Jesús, en lo lejos que estamos a veces de Él, en el trabajo que nos cuesta acercarnos a Él; yo me he sentido tantas veces paralítica en este sentido… físicamente incapaz de ir hasta Jesús para que me escuche… y quizá esa parálisis no es real, sino que la creamos nosotros por nuestros prejuicios o nuestras ideas erróneas…
• Desde mi visión humana y egoísta, siempre he pensado que lo complicado es curar la dolencia física (seguramente, los maestros de la ley pensaban así también, por eso Jesús actuó de esa forma). Sin embargo, en este evangelio Jesús nos deja claro que lo más difícil (y al mismo tiempo lo más importante) es perdonar los pecados, es decir, curar el corazón.
• Para Jesús, en cambio, el perdón es don gratuito que brota de la fe. Por eso puede decir y dice: «Dios te perdona», sin esperar el cumplimiento de las leyes y los ritos.
• El paralítico y los amigos. Algunos voluntarios, buenos vecinos o familiares lo trasladan hasta la casa. Está actitud solidaria le encantó al Maestro. Estos rasgos de los 5 hombres también me gustan. Y despliegan ellos una recursividad e iniciativa fuera de serie. En la misma línea de Jesús, estos amigos ya vivían el reino de Dios, en la solidaridad hacia el paralítico.
• Jesús me descoloca con esto, pues estoy acostumbrado a pensar primero en mi salud física y financiera y en esa camilla me trepó primero. Mis deslealtades a los rasgos de Dios, no es lo primero. Y siento que Jesús me solicita que cambie mi paradigma. ¿Es el perdón lo que más necesitamos? No lo había pensado. Mas sí siento una brisa fresca apaciguadora al recibir el perdón de las personas a quienes lastimé.
• Para llegar al mensaje de Jesús lo primero es querer. En el texto los obstáculos que deben salvar son varios: muchos delante de la puerta, muchos dentro de la casa. Pero se las ingenian, porque su deseo es llegar a Jesús. Desmontan el techo y lo descienden sobre Jesús. ¿Y nadie les dice nada mientras abren el boquete? Porque tuvo que ser un agujero hermoso para descender al paralítico en su camilla. Es más fuerte su deseo de llegar a Jesús que los obstáculos no son problemas.
• Hoy tenemos enfermedades como la ansiedad, la depresión, el estrés, que son más bien enfermedades psicológicas, pero que sí pueden llevar a padecer ciertos síntomas de dolor, e incluso llegan a tenernos que medicar. A los maestros de la ley no les importa el ser humano. Les importa que se cumpla lo que Dios quiere. Para ellos no es importante el paralítico. Por eso, cuando Jesús le perdona los pecados,
• Jesús viene a decir a los maestros de la ley, que andaban acechándole, que lo más importante para aquel paralítico, más que devolverle la salud, era devolverle su dignidad, librándole del “pecado”, es decir de la condición de impuro, impuesta por la religión que ellos encarnaban, que lo convertía en un desecho social y le hacía perder la autoestima.
• Bartimeo grita a Jesús para que le cure, tira su manto y sale hacia el camino. Este no hace ni dice nada. Permanece tumbado, incrustado en su camilla. Para mí, la camilla representa la ley, esa cantidad de normas y preceptos que lo tienen paralizado, pegado a ella, le impide moverse como hombre libre. Está paralizado por la ley.
• Pero cuando es perdonado y sanado, el coge la camilla entre sus brazos y camina. La ley nos puede acompañar, pero no paralizar.
• Sería bueno que podamos ver las “camillas” que nos tienen postrados en otros órdenes de nuestra vida.
De la segunda reunión, tomamos estos reflejos:
• En este tema se habla de pecado y de perdón, de la salud del alma y del cuerpo. Para el paralítico de este relato y para otros menesterosos a los que socorrió Jesús, se sugiere que el perdón de Dios, que Jesús administraba, no sólo les reconciliaba con él, sino que les liberaba de las ataduras religiosas y sociales que les mantenían postrados, segregados, olvidados…y enfermos. La salud del cuerpo aparecía casi como una consecuencia de esa liberación.
• Mi conciencia más clara de alejamiento del Reino Dios es el hecho de vivir instalado dentro de una sociedad absolutamente desigual, donde la clase media, a la que pertenezco, se va encogiendo, generando cada vez más pobres, y donde la clase “alta” cada vez acumula más riqueza. Esto me hace sentirme mal, pero no “en pecado”, porque no he elegido vivir en esta sociedad.
• Lo que más me paraliza a mí para seguir a Jesús con libertad, es mi apego a la vida cómoda y la mediocridad. Me encuentro muy bien como estoy y me conformo con formarme y con realizar algún voluntariado, que me sale del corazón
• Yo no creo que pueda ofender a Dios, pero si puedo ofenderme a mí misma, a las personas que me rodean y a la naturaleza o medio ambiente. Quizás al ofender a estos estoy ofendiendo de forma indirecta a Dios.
• Confieso que me cuesta mucho entender esto del “pecado”. He tenido que superar varias concepciones grabadas a fuego en mi alma a través de la enseñanza recibida, en la que se hacía demasiado hincapié en la culpa y en la ofensa a Dios hasta con el pensamiento. Felizmente, a medida que fuimos madurando en la fe y recorriendo un camino de espiritualidad más cercano a Jesús de Nazareth, me pude ir liberando de tanta carga inútil que no me llevaba a ningún lado.
• Pienso que los verdaderos “pecados” son las acciones u omisiones que hacemos y que –de una u otra manera- perjudican al prójimo. El ir o no ir a misa solo me hace bien o me perjudica a mí, pero no a otros; lo mismo sucede con tener una u otra inclinación sexual y tantas otras cosas en las que la Iglesia puso siempre su acento. En cambio, sí perjudican a otros, actitudes que como éstas:
– Acumular ropa que no uso en mi placard, en vez de darla a quien necesite.
– No ayudar a alguien cuando podría hacerlo.
– No escuchar o ser intolerante con quien piensa distinto.
– Hacer circular una murmuración que hable mal de alguien.
– Callar frente a una injusticia.
– Difundir algo cuando no sé si es verdad.
– No pagar el precio justo o mayor a las personas a quienes les solicito un servicio. Aprovecharme de su ignorancia.
– No cuidar la naturaleza ni el ambiente, contaminándolos con nuestros productos o nuestra basura.
– Tratar con soberbia o altanería a las personas.
– Desperdiciar o tirar la comida, en vez de acercársela a alguna institución o personas a las que les vendría bien.
– Ser indiferente al dolor de los demás.
– Juzgar o discriminar a las personas por nuestros prejuicios: su aspecto físico, su orientación sexual, su filiación política o religiosa, su nacionalidad, su historia personal, etc.
• Mis pecados son mis debilidades personales que me lastran y no me dejan ser mejor cristiano.Toda la vida llevo luchando por ser mejor persona y algunas veces lo consigo y otras no
• Desde que estoy en mi parroquia, hago uso del sacramento de la reconciliación más a menudo, y en ocasiones he sentido muchísima Paz… Intento confesar, al menos, en Cuaresma y en Adviento, pero también me acerco al sacerdote cuando siento que necesito reconciliarme con Dios, aunque crea que no tenga pecados graves…
• Creo que el mayor pecado que podemos cometer los cristianos es considerarnos buenos o no necesitados del Perdón de Dios.
Y finalizamos con la bella oración de René
No te sentía como manantial, como cascada de
perdón continuo, Jesús querido. Ahora entiendo que
otro rasgo predominante tuyo, fue tu disponibilidad
continua a perdonar. Más aún, a perdonar sin
condiciones expresas, sin penitencias, sin requisitos,
sin sacrificios.
Quiero ingresar a tu fuente de perdón continuo. Que yo
perdone 70 veces 7 también, mi Jesús.
Con mucho afecto, Adolfo, Consuelo, Lourdes, Juan, Kontxi, Roberto, René, Adriana, Ilda y Graciela
GVJ Camino de Emaús
BETANIA (GVJ) TEMA 17
El paralítico curado de su pecado (Marcos 2, 1-12)
Compartimos a continuación nuestra reflexión:
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
Un paralítico en camilla es introducido por cuatro amigos a una casa donde Jesús proclama la Buena Nueva.
La camilla donde está postrado el paralítico tiene similitud con nuestras zonas de confort. Normalmente estas zonas tienden a paralizarnos, a dejar que la vida transcurra sin Vida, incapaces de transmitir un mensaje que ayude a ir en la dirección del Reino. También se puede identificar con una situación de enfermedad. Es un modelo para cuando nos escudamos en cualquier obstáculo que nos impide acercarnos a Jesús y desistimos.
En cuanto a los cuatro amigos del enfermo, se puede decir que esa es verdadera amistad; qué bueno poder hacer lo que ellos hicieron, llevar a Jesús a muchas personas que están enfermas de parálisis de la fe.
El paralítico por sí solo nada podía hacer. En ese sentido, somos llamados a ser instrumentos para acercar a otros a Jesús. Somos colaboradores compasivos de Jesús cuando oramos a Dios por el hermano enfermo, cuando además de rezar damos ayuda o apoyo con actos concretos que hacen que los otros vean como el Amor de Dios se manifiesta. Pero ¿siempre actuamos así?
La fe en Jesús cambia en forma radical la vida, primeramente saliendo por propio pie justificados y perdonados. Podemos caminar, ya levantados, con nuestras camillas y nuestra condición de humanos, débiles, susceptibles de caer, pero no postrados en ellas. Muéstranos Jesús cómo es eso
Si bien es cierto, la conversión es personal, el camino que recorremos hacia el encuentro con el Padre es “colectivo”.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
CONVERSIÓN PERSONAL
Jesús rompió paradigmas, sus actitudes de sanación, de liberación y de perdón, los centró en su amor misericordioso, sin exigir nada a cambio, pero si reconociendo la fe y la actitud auténtica de quien se acerca a él. En todo el evangelio no encontramos a Yahshúa condicionando el perdón a partir de penitencias
En el camino del seguimiento de Jesús se deben fortalecer las actitudes firmes y contundentes, actuar con buenas actitudes sin pretender intereses personales.
A través del evangelio y del anuncio de la buena noticia debemos estar dispuestos a la sanación, abrirnos para aceptar ese perdón que me ofrece Jesús, para devolverme la alegría y sólo así con el ejemplo mismo, poder hacer un mundo más fraterno.
Con Jesús todo es posible.
COMPROMISO EN EL PROYECTO DE JESÚS
Pecado es todo aquello que se opone a la construcción del REINO – REINADO de DIOS, no la lista de cuestiones moralistas que se nos repiten tanto.
Debemos dar vida a un movimiento centrado en Jesús su fundador y quien nos dio el mejor testimonio de amor.
Jesús que está totalmente desarrollado en lo espiritual, seguro que es puro perdón, también puro amor… Así tendremos tranquilidad y sosiego, y esto nos motiva para seguir intentando mejorar en lo personal y comunitario.
Reconocer la fuente de Amor que Dios ha puesto en cada uno de nosotros, es el origen de toda sanación que levanta pero no para servir a este mundo sino para servir al Reino.
Con cariño Fraterno: Tere, Meche, Lulú, Gioconda, Gus, Santi, Juancho.
Grupo Effeta-Aportación a la Web:
TEMA 17 – El paralitico curado de su pecado. (Marcos 2: 1-12)
Siempre pensamos en lo que es más práctico, en este caso el salir andando, cualquier persona paralítica preferiría andar a que le perdonen los pecados. Se tiene que tener una fe muy grande para preferir lo contrario. Sin embargo nos vemos reflejados en “El Paralitico”. Vemos como el miedo nos hace ciegos e inmóviles. El paralítico está atado a una camilla y nosotros lo estamos a las cosas urgentes del día a día pero no a las importantes. Nos parece que la camilla representa la esfera de todo lo mundano, todo a lo que nos aferramos y hace que no nos movamos en un plano espiritual. A veces esa parálisis viene por el miedo a errar o pecar o sufrir. El miedo de no dar la talla, de no estar a la altura de las circunstancias, de cometer un error en el discernimiento y causar daño. Nos fabricamos un caparazón que nos impide vivir la vida de lleno.
Hemos compartido la siguiente reflexión de San Francisco de Sales:
El pecado que causa esta parálisis es una cierta frialdad y apatía espiritual. Para decirlo brevemente, llamamos «paralíticos» a los que se quedan estancados en sus pecados. Porque si siguen en ese estado, llegarán a quedarse tullidos e impotentes, como transidos de frío, embotados todos sus miembros espirituales, como dice el Proverbio: «El perezoso se hallaba embotado por el frío del pecado, sin ropa de virtudes y sin el calor del fuego de la caridad; no ha querido trabajar.» Y es el típico efecto de esta parálisis: el impedir trabajar a aquellos a quienes agarra… Ya veis los males que comporta esta parálisis, pues nos impide caminar hacia Dios.
Y ahora, pongámonos la mano en el corazón y preguntémonos si estamos también nosotros parados, detenidos. Si no queremos hacernos esta pregunta, si no queremos enmendarnos, si caminamos fríamente por la vida espiritual, estamos en peligro.
Si alguno sospecha que puede caer, y todos tenemos por qué temerlo, os voy a dar un remedio que pueden usarlo también los que ya se han quedado paralíticos, para curarse. ¿No sabéis que el frío se cura y se echa fuera mediante el calor? Pero no toda clase de calor cura este mal. El fuego que se alimenta por la meditación de la pasión y muerte de nuestro Señor, cura a los que tienen una naturaleza más dócil. El fuego de las tribulaciones también cura, pero no es apropiado para todo el mundo. El fuego de la Eucaristía sirve para consolidar y confortar. Es decir, que el fuego de la caridad es el que cura todas nuestras parálisis.
Está claro que en la iglesia de hoy hay mucho miedo. Hemos visto como a veces, a causa del miedo, se ha mentido y se ha callado la verdad. A veces el miedo lo racionalizamos como prudencia y mesura. Cuando se predica el Amor no se puede ser prudente.
Tenemos que buscar maneras para encender la mecha del fuego del amor que venza al miedo en nuestras parroquias y diócesis
ORACION:
Bendito seas, Dios de toda la creación, gracias por tu amor y misericordia. Dentro de mi viaje por la vida, por favor, desvincula mi corazón de ese miedo que paraliza y evita que ame adecuadamente. Ayúdame a abordar la vida y mis relaciones de la manera en que nuestro señor Jesús nos mostró. Amen
Desde el grupo En Camino, os dejamos nuestra aportación sobre este tema.
Marcos 2,1-12
Este tema 17 arranca desde la creatividad que tienen los cuatro acompañantes del paralítico quienes nos dan una lección de solidaridad, en la que aprendemos que cuando alguien no puede por si mismo conseguir una vida digna, necesita ayuda. Existe un contraste entre los acompañantes y los maestros de la ley a los que no les importaba nada el paralítico. Para estos había una relación directa entre enfermedad y pecado si alguien estaba enfermo es porque había pecado, pues Yahvé premiaba en esta vida al piadoso.
La ayuda que recibe el paralítico es un reflejo del papel de la comunidad para abrir caminos nuevos y acercar a Jesús a aquellos que se encuentran paralizados y necesitan de apoyo. Para Jesús la sanación del alma es prioritaria a la sanación del cuerpo, pero los dos gestos unidos de este pasaje quieren ser signo de la salvación completa, tanto en el cuerpo como en el alma. Aquello que nos define como humanos es la experiencia única de la unidad, alejada de la ilusión de separación entre cuerpo-mente-alma
Jesús por su parte espera de nosotros una acción, un movimiento, sin esa acción no hay posibilidad de cambio. Cuando cogemos nuestra camilla y nos ponemos en marcha nos sucede como al paralítico que toma conciencia de que Dios le ama y empieza a caminar, de ese modo la fe no sólo barre el pasado de injusticia, sino que abre la posibilidad de una nueva vida.
Jesús sabe que es desde el interior desde donde se producen los cambios importantes que afectan a nuestras vidas es aquí dentro donde podemos sentirnos templos del Espíritu, plenos, felices y afortunados donde quiera que estemos. Y si nos viéramos a nosotros mismos y a los demás como Él nos ve, nos libraríamos de la parálisis interna que nos provoca la culpa, la falta de autoestima, el pecado… y también nos libraríamos de la parálisis externa por falta de compasión hacia los demás, la insolidaridad, etc
Encontramos un acercamiento a nuestras vidas en este texto cuando Jesús invita al paralítico a cargar con su camilla, como el que carga con su pasado y nos parece importante entender que muchas de las enfermedades mentales están relacionadas con la falta de integración del pasado. Es con este pasado a cuestas, como debemos caminar mirando al futuro y poniendo nuestra esperanza en él.
Necesitamos tener misericordia con nosotros mismos después de siglos de masoquismo cristiano inútil y comprender nuestra condición humana para que nuestro ideal de «santidad» no se convierta en un obstáculo para perdonarnos y así poder perdonar a nuestro prójimo.
Comprendemos que sólo desde el Amor se puede perdonar. Dios nos perdona porque nos ama. Y como todos estamos llamados a amar, todos estamos llamados a perdonar.
No solo el ser humano debe convivir con su pasado, también la iglesia cuenta con el suyo. Tememos que el clericalismo se esté convirtiendo en un gran obstáculo para la innovación y la creatividad dentro de la Iglesia, esto genera una desmotivación que junto a nuestra falta de compromiso personal, tanto comunitaria como parroquialmente, está provocando un alejamiento de las comunidades.
Desde el grupo En Camino tenemos diferencias respecto al sacramento de la reconciliación. Nuestras experiencias personales nos han llevado a diferentes situaciones, por un lado están aquellos que no la tenemos en cuenta en nuestra vida espiritual, siendo el diálogo directo con Dios tanto o más liberador, al entender que es Él quien mejor nos conoce. Mientras que para otros, este sacramento nos sostiene en las dificultades sirviéndonos de termómetro en nuestro caminar diario hacia el Señor.
Un abrazo y siempre en camino.
camino@googlegroups.com
Grupo Tabor; aportación a la web
TEMA 17 – El paralítico curado de su pecado
Queridos amigos de los GVJ:
Desde el Grupo TABOR, sentimos que cada día aumenta nuestro deseo de compartir reflexiones, experiencias y propósitos para caminar en fraternidad, sintiéndonos Todos Uno con el resto de quienes como a nosotros, nos enriquece la distancia geográfica y la diversidad y pluralidad de pensamiento.
Os dejamos nuestras reflexiones sobre este tema 17– El paralítico curado de su pecado
Me pregunto a mí misma ¿hasta qué punto no soy yo esa paralítica que tiene que ser llevada a Jesús porque aún no me siento capacitada para acercarme con esa fe ciega del que cree sin ver y espera contra toda evidencia y hasta qué punto estoy propiciando en mi vida aquellos encuentros con Dios?
Jesús no es áspero ni se enfada, penetra en lo que están pensando en sus corazones, muestra de que es Dios llevando a cabo el milagro de la curación del paralítico. Me pregunto a mí misma ¿Soy capaz de perdonar sin dureza como lo hace Cristo?
A los maestros de la ley de nada les sirvió el milagro, no dieron muestras de convertirse ni de reconocerlo como Dios.
Que gran lección la de los amigos del “paralitico”. Su amigo estaba postrado, impedido para acercarse a Jesús y ellos querían que conociesen al Maestro, que le curase su “parálisis”; por eso no dudaron en abrir nuevos caminos y formas hasta llegar a Cristo, al Hijo de Dios Vivo. Un enorme interrogante se abre ante nosotros ¿Que hacemos para acercar a Dios a quienes viven postrados en “su camilla”? Camilla de comodidad, de incredulidad, de dudas, sin fe ni esperanza, en una lucha de impotencia física y mental, que bloquea la Fe y la Esperanza de muchas personas que viven en nuestro entorno.
Es triste ver que los “Maestros de la Ley” se quedan sentados, en silencio, sin ayudar al que no
puede andar y cuando hablan, es para decirle a Jesús que está “blasfemando”. ¡Cuantos
Maestros de la Ley hoy en día hacen lo mismo! y con su silencio o pasividad, permiten que “sus
grupos de fariseos más cercanos” alcen su voz, catalogando de “blasfemos” a quienes actúan
con el Evangelio de Jesús de forma consecuente y actuando con Cristgo siempre Vivo, siempre actual
Quizás esta sea la actitud que debemos tener los seguidores de Jesús, que no haya obstáculos en nuestro camino que no sepamos resolver; buscar vías y encontrar caminos con soluciones, para que nada nos paralice, para que nada nos bloqueé y podamos llegar a Jesús ya no solo nosotros, sino también acercar a esas personas que se ven impedidas por problemas de salud, o por otros muchos problemas que les impide moverse para encontrar la verdad.
Con el paralítico, Jesús lo primero que hace es decirle hijo tus pecados te son perdonados. Debemos ubicarnos en aquel tiempo, en el cual se creían que las enfermedades eran originadas por pecados cometidos, incluso antes de nacer, heredados de otras generaciones. Decirle tus pecados son perdonados es decirle desde hoy comienzas una nueva vida.
Jesús cura a los enfermos de una manera integral, sana el cuerpo de la enfermedad y el espíritu de los pecados. Perdona los pecados del paralítico, le libera de sus ataduras, desbloquea su espíritu y le deja libre para empezar una nueva vida, plena y llena de sentido.
Pero parece que no es suficiente para algunos que no entienden la actuación de Jesús, además no confían en él, saben que es una persona sencilla, hijo de un carpintero, le han visto crecer cerca de ellos y no creen que tenga autoridad para perdonar pecados, eso solo le corresponde a Dios. Conociendo sus pensamientos Jesús sana también físicamente al impedido.
A mi entender, nuestro Maestro quiso que sus seguidores continuásemos con su obra de curación y salvación, comenzando por ponerme en sus manos para ser sanada y salvada integralmente por Él y después continuar con su proyecto de Reino de Dios.
II Reunión, Acercamiento a la vida
La celebración de la reconciliación en mi parroquia se celebra como en los años 60., por lo que es difícil participar. Pero por otra parte entiendo que hay que mirar la religión, más bien mis creencias desde una perspectiva adulta, cuestionando en lo que creo por qué lo creo y qué sentido tienes vivirlo así. Mi creencia está enraizada en el proyecto de Jesús, en su evangelio, en ser imagen de Dios como el fue. Una meta bastante alta, pero caminando trataré de alcanzarla.
No veo cómo puedo aportar algo en una parroquia de la que me siento tan distante. De momento sólo intento compartir la eucaristía y confiar en que la fuerza del Espíritu nos remueva a cambiar hacia el evangelio de Jesús.
Pienso que los pecados que nos bloquean como grupo de cristianos son la pasividad, la falta de compromiso, la indiferencia, muchas veces hacia el sufrimiento que nos rodea. Poder, podríamos introducir creatividad, frescura, alegría en nuestra comunidades parroquiales pero en mi caso observo y percibo que en la curia no se admitirían, serian reticentes a cambios e innovaciones.
Estamos viviendo muchísimos católicos en parroquias cuyas aguas están estancadas y bien sabemos que el agua que no se renueva, que no se oxigena, corre peligro de corromperse. Por eso quienes deseamos respirar aire fresco y vivir la eterna primavera de JESUS, volamos por libre y de ahí que encontremos en GVJ la mejor receta para compartir nuestras inquietudes y esperanzas. Dios siempre nos abre nuevos caminos para que su Iglesia camine con JESUS de la mano del Amor de los Amores. Sin tener ningún miedo a saltar, cuando veamos que lo están crucificando con mensajes faltos de amor y acciones alejadas de SU PALABRA (separatismo, grupúsculos de conveniencia, manipulaciones, proselitismo) como lo estuvieron los discípulos en su prendimiento, en su camino hacia el Gólgota.
El bloqueo que puede existir en nuestra vida para caminar por Jesús y con JESUS, es el individualismo, el egoísmo, la indiferencia hacia quienes nos necesitan, no vivir en fraternidad, no luchar por un mundo mejor, callarnos ante las injusticias, tener miedo a no recibir Su PERDON, no dedicar al Maestro nuestro tiempo para dialogar con El y poder escuchar sus siempre acertadas respuestas llenas de amor, misericordia y comprensión.
Decía que el Señor actúa siempre y muchas veces mucho antes de lo que nos podamos imaginar, pues como íbamos a pensar nosotros hace un año que posiblemente tuviésemos que cambiar de parroquia.
Son tantas las gracias que le doy a Jesús, desde el día en que me caí del caballo, hace más de 25 años; que desde entonces intento estar siempre en comunión con Él y con el Padre. Eso es lo que me ha hecho crecer en la fe.
Actualmente estoy estudiando teología y en el grupo con el que comparto mis reflexiones, hay personas como nosotros, con ganas de actuar, de hacer cosas, de no quedarnos sentados en el sofá. De hecho cada semana nos ponemos un pequeño compromiso a cumplir, para no caer en la desidia y el inmovilismo.
Se que, inconscientemente, relaciono a Dios con la imagen que me transmitieron los curas: un Dios desfigurado, inhumano, descarnado, exento del “servicio de la vida del ser humano” que no me procuró una “vida digna” y cuyas consecuencias experimento hasta la actualidad. Necesito la fuerza que solo Dios nos puede dar para aprender a perdonar , curando heridas, enmendando conductas, retomando rutas.
Una vez más, Pagola con una óptica distinta, me reconforta y anima a superar las dificultades: “los que queremos seguir a Jesús hemos de hacerlo con una confianza inquebrantable, pues sabemos que nos está ofreciendo día tras día, de manera gratuita e inmerecida el perdón de Dios que sana nuestra vida”.
Me confieso cuando encuentro al sacerdote que desee confesar; al cura donde asisto a
Misa no le agrada hacerlo.
Reflexión:
Vete a tu casa,
aprende a convivir,
levántate,
ponte en pie,
recupera tu dignidad,
libérate de lo que paraliza tu vida.
Ruego a Dios que me ayude y nos ayude a conseguirlo
Para todos los GVJ un deseo enorme de vivir en comunión con Cristo, unidos en oración y fraternidad.
Grupo Tabor
Juan Carlos, Inmaculada, María, Pilar y María del Carmen. GVJ Tabor
GVJM :APORTACIÓN PARA LA WEB – TEMA 17
ACERCAMIENTO AL TEXTO
Introducción:
Jesús vuelve a Cafarnaún a casa, figura de «la casa de Israel». Jesús expone el mismo mensaje, proclamado por el leproso curado: la apertura universal del Reino de Dios.
Jesús les habla ( y testimonia ) del perdón, de la misericordia , de la fe, de la dignidad en la vida, les demuestra la compasión por los necesitados, … y todo lo que dice Jesús , está impregnado de autoridad:“¡Tus pecados te son perdonados!”. ( por la fe que has demostrado en mi) “¡ Levántate… !“ (recupera tu dignidad ) “¡ Carga con tu camilla …!” ( ayúdate a ti mismo) “¡ Vete a casa . !” ( vive con los demás, participa, pero no pierdas tu fe )
El paralítico y sus 4 portadores representan dos aspectos de esa humanidad: los cuatro portadores (alusión a los cuatro puntos cardinales, universalidad) manifiestan su anhelo de salvación; el paralítico incapaz de valerse por sí mismo, necesitado de ayuda para llegar a Jesús, su situación es prácticamente de muerte.
Jesús ve la fe de los portadores, pero habla solo al paralítico. La fe o adhesión a Jesús y a su mensaje, no solo cancela el pasado de injusticia, sino que da vida al hombre. Jesús el Hombre-Dios, ejerce en la tierra (universalidad) las funciones de Dios mismo.
El paralítico:
Este paralítico se fio de Jesús y se levantó a la orden de Jesús y se sintió estimulado , esperanzado, apto para vivir en sociedad como todos. Es un hombre anónimo, y sin ánimo ni siquiera para suplicar él mismo la ayuda de Jesús. Se tiene que valer de otros para acercarse a Jesús, pero seguro que la cercanía a Jesús, le conmovió en su interior el deseo sincero de acoger el mensaje.
Los amigos del paralítico:
No se dan por vencidos. Es claro que querían al paralítico, que se preocupaban por él y que estaban dispuestos a sacrificarse por él.
Estuvieron muy atentos a la necesidad que tenía de “conocer a Jesús”, y escuchar su mensaje liberador, y no dudaron en prestarle su ayuda..Encontramos también amor incondicional . Jesús , como siempre, ¡no les defraudó!
El hecho ocurrido y la actitud de Jesús , deja anonadados a todos los presentes … por la fuerza de las palabras de Jesús que no solo sanan el cuerpo, sino también perdonan y liberan de las ataduras del pecado. Glorifican a Dios por estos hechos, porque de alguna manera esta gente sencilla, reconoce en Jesús, como nosotros también lo hacemos, al Enviado de Dios.
El perdón concedido por Jesús:
La Biblia no señala cuál era la historia del enfermo, pero Jesús conocía el fondo de su corazón, y lo que más necesitaba el enfermo era el perdón de sus pecados. Aunque Jesús en varias oportunidades señala que la enfermedad no es un castigo por el pecado, sabe que el pecado crea en todas las personas una incapacidad en el mismo corazón, quitando la fe y la esperanza de las personas.
En el encuentro con Jesús, el paralítico experimenta su AMOR, su ACOGIDA .
Los maestros de la ley:
El texto los presenta con una conducta que, también actualmente, se repite y se repite por parte de quienes se creen en exclusivo poder de la verdad. Sólo pensaron en la humillación y la desautorización que les había infligido Jesús, ya que sólo eran legalistas …” ¡ está blasfemando!”, pensaron cobardemente, sin decirlo en público por miedo.
Tampoco observaron , los maestros de la ley, la felicidad del paralítico y sus amigos . Buscaban la forma d acusarle según su ley.
El razonamiento de Jesús
Jesús empieza curando el alma, librando al enfermo de sus ataduras de pecado .
Jesús le libera , desde dentro , su enfermedad, le cura.
Para Jesús es más importante el perdón de las personas. Su principal misión al venir al mundo era rescatarnos de nuestros pecados. Su misión estaba descrita en su mismo nombre: «Y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará al pueblo de sus pecados» le dijo el ángel a José.
La curación
“Jesús le dice, luego de perdonarlo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Era como decirle, ahora eres libre, ya no necesitas que otras personas te lleven de aquí para allá.
Los que vieron reconocieron que aquello venía de Dios; que era algo nuevo, un mensaje de sanación para los necesitados y no como el Dios que hasta ahora les habían presentado los fariseos.
ACERCAMIENTO A LA VIDA: CONVERSIÓN Y COMPROMISO
CONVERSIÓN
Introducción:
Las preguntas que se nos plantean en la guía se las traen…me pusieron a pensar.
No me es tan fácil definir cuál de todos mis pecados es el que me impide seguir a Jesús con libertad.
Es verdad que todos necesitamos la dignificación de vivir con las necesidades básicas cubiertas. Sin embargo la cultura del logro material en la que vivimos inmersos nos deja, en muchas ocasiones,vacíos.
Aceptar delante de los otros nuestros errores es algo muy significativo en el sacramento del perdón.
Seguir a Jesús es vivirlo como referente. En este contexto el pecado es una oportunidad para cambiar.
El pecado inmoviliza y aleja, encierra en la soledad y la angustia, no me refiero al pecado como el sentimiento que conduce al miedo al infierno
Me parece que pecado=lejos de Dios= no paz interior= no felicidad.
El Padre nos ama incondicionalmente, no como un contable, sabe que somos niños en una escuela de vida que nos va acercando a la sabiduría de la madurez. Jesús nos muestra el camino.
● ¿Hay en mi vida pecados … ?
-. Con más o menos frecuencia hay cosas en las que me equivoco.
-. El orgullo, la soberbia, la falta de confianza, que me induce al miedo de renunciar a mis apegos y costumbres, creo que son mis principales obstáculos para encontrar a Jesús.
-. Los que cometo actualmente no me impiden encontrar a Jesús. Los hubo , y me hicieron sufrir mucho, impidiéndome seguir a Jesús. Pero no perdí la fe . Jesús me perdonó y me protegió dándome luz y fuerza para pedir perdón a mi familia, y volver a casa . “Dios no lleva cuentas del mal”.
-. En mi caso personal creo que yo, a cada respirar, estoy pecando, porque el egoísmo surge en cada pensamiento y en casi cada acción.
-. Como ser humano y con limitaciones, no estoy ni libre ni exenta de pecados, que me bloquean en mi vida.
-. Al Sacramento de la reconciliación no soy muy asidua, creo haber dejado más de 30 o 40 años sin acercarme a él. En los últimos 5 o 6 años, lo he buscado y encontrado , lo he recibido tres veces y creo que me ha servido en mi camino de búsqueda de Jesús. Creo que estoy aprendiendo a vivir del Amor de Dios y a sentir su Misericordia para conmigo.
● ¿Sé buscar el perdón de Dios … ?
-. Por medio de la oración diaria y la reconciliación . Tengo siempre presente el Amor de Jesús y me siento muy agradecido a Dios porque con su Espíritu me guía y me da aliento para esforzarme en dominar mis defectos temperamentales. Jesús me acoge y me acojo a Él para que no se separe de mi . ¡Sin Jesús de Nazaret no soy nada !.
-. En cuanto a apreciar y valorar suficientemente el sacramento de la reconciliación sé que debo pedir la gracia de Dios pues en mi caminar dejo a veces mucho tiempo sin sentir la necesidad de acudir a él.
-. Soy capaz de perdonar, y de acercarme al Sacramento de la Reconciliación, sentir el perdón de Dios, te da su fuerza.
-. Efectivamente es la cura básica para sanar el cuerpo. Somatizamos y podemos llegar a provocarnos enfermedades ; de ahí la importancia de estar con el alma saneada.
COMPROMISO:
¿ Cuales son los pecados que más nos paralizan … ?
● -.El enjuiciamiento de los demás . Aún teniendo la información adecuada , el juicio de los demás es muy humillante. Debemos reconocer lo bueno de las personas y alagar-las por ello , es más caritativo.
-. El inmovilismo de la mayoría de los que se autodenominan cristianos y sobre todo de muchos pastores que “no huelen a oveja”, ¡ son verdaderos cumplidores de la ley !.
-. La injusticia que se da a nuestro alrededor.
– . El egoísmo de sentirnos los mejores, aunque sea una rutina , y “cumplir” con lo establecido.
-. La insolidaridad.
-. La envidia que es una enfermedad.
-. Los celos. No saber compartir lo que sabemos con los otros.
-. El apego al propio bienestar, la pérdida de confianza en los ministros de la Iglesia y el poco interés en conocer más profundamente el mensaje de Jesús,
¿ Podemos introducir nosotros más creatividad … ?
Perdonémonos a nosotros mismos para así aprender a perdonar con libertad. Caminemos en paz.
Todo lo que implique sensibilidad al entorno nos puede acercar a la imaginación, a transmitir una palabra viva. Nuestro pequeño grano de arena será más fecundo si lo hacemos con alegría.
Gracias a Dios ya van apareciendo innovaciones creativas para atraer a “las ovejas” tan deseosas de sentirse integradas en la Iglesia.
Se podrían crear pequeñas comunidades de diálogo dentro de la parroquia para fomentar el conocimiento de Jesús.
He observado en alguna parroquia una diversidad de actividades tanto para mayores como para jóvenes que son un modelo a seguir. ¡ Dios nos pide paciencia y esperanza para llegar a aprenderlas! . Aunque me pareció que ya las conocía, en muchas parroquias han dejado de funcionar.
Cuando se oye: “siempre se ha hecho así”, eso nos paraliza, y a personas creativas, que las hay, se les impide crear y crecer para que una Comunidad Cristiana se renueve, se viva la fraternidad, la solidaridad, etc
Mayor corresponsabilidad en los grupos y el repartir diferentes tareas para el bien común. Todas las personas tienen la capacidad de ofrecer “algo”.
Afortunadamente las cosas van cambiando y aunque esta renovación empezó con el Vaticano II, pero no se aplicó entonces, desde hace algunos años hay vientos favorables y empiezan a verse cambios significativos.
¿ Cómo se celebra el sacramento del perdón … ?
-. Generalmente por medio del confesonario .
-. Hay parroquias que , llegada la Semana Santa , realizan una reconciliación comunitaria, previa reflexión individual , dirigida , dando una absolución general a todos los presentes. En otras se acerca cada penitente a recibir la absolución exclusivamente, sin nombrar las faltas o pecados al confesor.
-. Yo siempre he opinado que se necesitan BUENOS CONFESORES preparados, y llenos del Espíritu Santo, para las reconciliaciones individuales, y tal vez colectivas .
-. En mi país para algunas festividades se hacen jornadas de confesión donde una gran cantidad de sacerdotes se reúnen en una templo y allí confiesan, en otras se confiesa durante la misa y en otras hay que pedir citas. Acá si bien ha disminuido el número de feligreses aún somos demasiados como para que el sacerdote siquiera nos conozca
-. En mi iglesia ( anabaptista ) no tenemos confesatorio, ni confesor, pero sí, claro que una y otra vez debo pedir perdón. Me ha gustado en mi iglesia participar del lavamiento de los pies, entre laicos, especialmente a personas a quién me costaba perdonar. Luego orar juntos y dar un apretón de manos y un abrazo. Es lindo cuando las iglesias alientan un espíritu de libertad para perdonar y pedir perdón.
-. Podría ser de otras maneras, un almuerzo donde se sientan juntos a charlar personas distanciadas, o quizá de otra forma, no lo sé.
-. En mi iglesia generalmente se hacen llamados a “pasar al frente”, en símbolo de reconciliación con Dios. -. En nuestras iglesias hay lo que llaman «consejería». A mi me gusta tomar un papel, escribir algo en él, y luego, tirarlo, o simplemente pensar, a veces reír, y decir, Señor, cuántas veces hice lo mismo. Soy un tonto pecador.
-. Espero que las enseñanzas de Francisco sobre lo que debe ser este Sacramento, hayan calado y haya dejado de ser un tribunal de enjuiciamiento y castigo para convertirse en una prueba de la misericordia y del perdón de Dios.
ORACIONES
“Señor, que seamos capaces de abrir nuestro corazón y nuestra mente, para acogerte”.
“Señor, danos la capacidad de dejarnos sorprender con tu Mensaje”.
“Enséñame Señor a verme y a ver a los otros con la claridad de tu mirada”
“Ayúdame Señor a encontrar y compartir nuevos caminos de fe”
“Señor Jesús que sepa poner las manos en el arado sin mirar para atrás”
“Gracias Padre por tú perdón que me enseña a perdonar”
“Dame sabiduría Señor para comprender a fondo tu palabra”
COMPONENTES DEL GVJ MISERICORDIA
De: Iciar Martinez Soriazu , Jesús Fuster Millet , José Humberto Duque, Maria Mecedes Angarita Urdaneta , Marina Saiz Hoz , Puri Ugarte Lopetegui , Reynaldo Reyes Vivó , Xinia Flores Marchena , Lc. Wolfgang Streich BNL.
Querido lector/a, compartimos contigo todo lo que nos ha suscitado la lectura, reflexión y análisis del texto evangélico.
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO
El texto nos muestra a Jesús volviendo a casa, en Cafarnaún. La gente lo busca, y Él también busca estar con la gente humilde; se reúnen muchas personas pobres, enfermas, marginadas, aunque también están los maestros de la ley. La escena se centra en la curación de un paralítico que es llevado en su camilla por cuatro amigos. Éstos últimos, reflejan el comportamiento de los seguidores de Jesús, son aquellos que conocen a Jesús, le aman, y se esfuerzan en que también los demás lo conozcan. Por tanto, debemos seguir el ejemplo de estos amigos que ayudaron al paralítico, pues Jesús actúa por la fe de los cinco. Ello refleja que para vivir la fe, para llegar a Jesús no podemos ir solos; tenemos que caminar juntos, ayudarnos y llevarnos mutuamente ante el Señor.
No le piden nada de palabra pero los gestos dicen más que éstas; y Jesús sabe muy bien lo que necesitamos antes de que se lo pidamos Él conoce y sondea nuestro corazón y está siempre dispuesto al perdón, a restablecer la vida, sin esperar que nadie le pida nada, está pronto para sanar.
Es una fe tan grande la que tienen en Jesús que Él inmediatamente se da a conocer con todo su poder, revelando lo que quiere, que es primero sanar al paralitico en su corazón, en su interior, que quede limpio para después sanar su cuerpo y poder así ser testimonio para los demás. Esto nos hace reflexionar: ¿perdonar o curar? parece que en este texto, para Jesús es lo mismo, o incluso le da más importancia a perdonar los pecados, ya que es lo primero que le regala al paralitico.
Queda claro el significado que asume el paralítico en este contexto. Es la figura del hombre al que le ha sido robada la esperanza en nombre de una determinada manera de entender a Dios. Y Jesús sabe que para levantarse una persona, tiene que ser restaurada en su dignidad, por eso perdona sus pecados. Nuevamente muestra que el ser humano está primero que todo, que Dios lo ama; y para Él el bienestar espiritual y físico están al mismo nivel. Su sanación es integral.
Observamos, por tanto, cómo el perdón de los pecados es resultado de un encuentro con Jesús en el que se establece una relación causa-efecto, entre fe-confianza y perdón-liberación.
Por otro lado, vemos la actitud de los maestros de la ley, los cuales en su interior acusan a Jesús de blasfemo, sin decírselo directamente. Jesús con autoridad, sin miedo confronta a los fariseos y les muestra que primero hay que estar limpios por dentro, renovados. Jesús, como otras veces, sabe lo que piensan con solo mirarlos.
Mensaje claro para nosotros: No es suficiente escuchar la Palabra de Jesús, es necesario, además, esforzarse y ayudar a otros a que se acerquen y conozcan a Jesús. Lo que Jesús quiere decir es que hay que mirar menos la ley, el deber, el “se lo merece”, y más el interior de la persona y perdonar. Es difícil ya que el rencor y el dolor está ahí. Hay que trabajarlo para que no nos bloquee, y con el perdón se abre una nueva esperanza. Para avanzar y vivir, hay que perdonar, y al mismo tiempo, para poder vivir ese perdón hay que confiar y tener fe.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
+ Lo que conduce al Amor verdadero que siempre proviene de Dios me da felicidad y paz verdadera. Todo pasa menos el amor de Dios, es la fuente de perdón continuo que me levanta como al paralitico, y me dice camina. Siempre hay montañas y oscuridad pero Él es esa Nube que me cubre en días de sol, y la lámpara que alumbra mis tinieblas.
+ Cuando, por la bondad del Padre, fui consciente de cómo había vivido me costó perdonarme a mí mismo, asumir mi condición pecadora, el primer paso para experimentar la necesidad de salvación y perdón. Ahora experimento que la bondad y la misericordia del Padre me han ido acompañando siempre, me ha abierto los ojos. Me refugio en Él, no tengo otro apoyo.
+ A pesar de todas estas fortunas, siempre he sentido un vacío, como que me faltaba algo a mi vida. Afortunado soy porque finalmente ha encontrado lo que me faltaba, y valoro cada vez más eso que me faltaba: Conocer a Jesús y al Dios de Jesús, que es Amor, y nos ama a todos por igual, no por lo que somos, sino porque es Amor.
+ La mayoría de las veces pienso, hablo, pregunto, dudo y no practico que es la auténtica manera de seguir a Jesús.
+ Jesús si no se apoya en mi fe, porque estoy sorda y muda se apoya en la de mi comunidad, pequeñita, humilde, pero su fe nos acerca al Señor. Me acercan a la experiencia de perdón.
+ Pienso que sí sé buscar el perdón de Dios. Pedir perdón sinceramente a Jesús y al Padre Dios para mí es importante, y me acerco siempre a las celebraciones de la reconciliación.
+ Cuando busco el perdón, si afecta a alguien, primero con humildad pido perdón a esa persona. Pero a menudo con esto no es suficiente. Entonces las lecturas de estos temas me hacen reflexionar y acordarme de que ante el arrepentimiento, Dios me perdona. Es como si me quitara una carga de encima o me renovase.
+ Y al sentir la paz, esa paz que solamente Dios puede dar, me sentí capaz de perdonar y olvidar cuanta ofensa he tenido en mi vida. Sentía mi corazón y aún lo siento lleno de agradecimiento, amor, alegría. Y ganas de trabajar en mi entorno por evangelizar, por contar la Buena Noticia y por sobre todo, dar testimonio con mi actuar. Y perdonar, siempre perdonar
+ Los pecados que más nos paralizan en el momento actual, creo que vivir permanentemente pensando y actuando sólo en el bienestar personal y para nada se toma conciencia del bien común, es el individualismo, el egoísmo de esto se desprende el que no haya interés por el más débil.
+También nos paraliza a los cristianos la sumisión; yo creo que ésta es la que obstaculiza la innovación en la Iglesia. Conformarnos con lo que dice la jerarquía sin
más, puede hacer mucho daño. La fe siempre debe ser una fe razonada.
RICARD, MARIVI, MARIPILI, MARGALIDA, LUCILA, JAVIER, ISABEL, FRANCIS, CARMEN, ANTONIO, ANA VILMA
QUERIDOS AMIGOS DE LOS GRUPOS DE JESÚS. CON UN DEBATE SOBRE EL PECADO QUE AÚN NOS QUEDA POR PROFUNDIZAR, HEMOS ACABADO ESTE TEMA.
Veo la casa llena de gente que quería escuchar a Jesús y más gente agolpada en la puerta porque ya no cabían adentro. Los maestros de la ley sentados porque se sienten superiores.
El paralítico se deja llevar, está inmóvil en su camilla, pienso que tenía paralizada su voluntad de moverse por alguna historia dolorosa que le causaba depresión, al grado de ya no tener deseos de vivir.
Jesús le dice: “Levántate. Deja de estarte atormentando con remordimientos, ya no tienes nada que te pese, porque Dios no te lleva cuenta de lo malo que hiciste, llévate tu camilla, ya no la necesitarás, y vete a tu casa a disfrutar a tu familia, a vivir feliz”.
El descenso por el hueso del techo es curioso. Es como una aparición. La gente se separa para dejar espacio y los cuatro amigos, arriba, con gran expectativa, las cuatro cabezas asomando.
Y pasó lo que esperaban: que Jesús lo vió de cerca y habló con él. Lo miró con gran amor y le dijo que le perdonaba sus pecados. Ellos esperaban una curación física, pero Jesús le cura primero su parte espiritual. El gentío seguía esperando u no quedó defraudado: también le sanó físicamente.
Desde que el Espíritu Santo se manifiesta en Jesús, el día de su bautismo en el Rio Jordán, él se manifiesta activo todos los días, predica la Palabra, anuncia la llegada del Reino. Lo tiene claro, se ha estado preparando con Oración y Ayuno, durante 40 días. Ha estado con el Padre.
Jesús siempre está donde está la gente, allí donde se desarrolla su actividad normal, donde lucha, sufre, llora o festeja.
Jesús, entendiendo su pensar, le dice el paralítico: “Toma tu camilla y vete a tu casa”
Cargar con la camilla era consecuencia de recuperar su movilidad. Dios le ama incondicionalmente y siente que le hace vivir.
Y sale a la vista de todos. Había sitio para él también. Maravillados, los presentes dan Gloria a Dios.
Nos importa antes el cuerpo; en algunas ocasiones, es lo único que nos importa. Pero El ha visto su otra quietud, la que nos hace quedarnos en un mismo lugar, en un mismo tiempo y no avanzar. Luego, están los maestros de la Ley. Otra vez. Los que no entienden que no son ellos los que tienen el poder de sanar, los que no entienden que Dios, ese Dios al que tanto invocan, envió a su Hijo para, entre muchas cosas, decirnos que el poder de sanar la enfermedad auténtica la tiene Jesús. Sin Él, no hay redención.
Actualmente todavía hay muchos sacerdotes y católicos que actúan como los maestros de la ley, se sienten con poder para condenar porque no conocen la misericordia, se creen buenos porque cumplen con las leyes y los ritos y se olvidan del amor…
SEGUNDA SESIÓN
Respecto a mi compromiso con el proyecto de Jesús diré que su proyecto no tiene nada que ver con ritos y sacramentos, sino tratar de ayudar a los que se sienten agobiados por las culpas y decirles que Jesús nos enseña que Dios nos ama a todos independientemente de lo que hayamos hecho, nos comprende y nos perdona siempre porque Él sabe de qué barro estamos hechos. Que dejen su camilla (culpa) que los mantiene paralizados, que se perdonen a sí mismos, que recuperen su dignidad: «Hijo, tus pecados quedaron perdonados, olvídate de tu pasado oscuro, levántate y vive con Paz.»
Por las mañanas, pido al Padre que no me deje durante el día – aunque soy yo quien lo olvida – para no sacar a flote la soberbia que me inunda. Y empiezan los fallos. ¿Por qué? Por haber perdido la presencia de Dios y haberla sustituido por mi criterio comodón y egoísta: el mundo a mi manera, las personas y los acontecimientos, poco más o menos.
Todos los días le digo: Padre, te cedo la palabra, habla tú por mí. Y en cuanto hay ocasión, sale mi frívola y loca palabra. Ya perdí su presencia en mí.
En la vida cotidiana percibo mis momentos de parálisis siempre relacionados con el miedo. Miedo a no lograr el desempeño que deseo, miedo a perder lo que amo, miedo a lo desconocido. Ese miedo que me tumba en una camilla se origina siempre en el ego, porque es el ego el que añora constantemente una imagen y el aferramiento a las cosas que se relacionan con esa imagen. Y reconozco también que son mis amigos los que me ayudan a salir de esa parálisis. Son ellos los que cariñosamente me levantan y me llevan a escuchar la Palabra.
Pecados que me paralizan como cristiano.
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– No comunico bien a los demás. No sé compartir bien mis experiencias.
– Desánimo por lo que observo en mi entorno.
– Parálisis provocada por ese desánimo.
– No sé qué hacer en mi Parroquia y en nuestros grupos, para que haya una innovación y una creatividad. – Lo mismo en mi vida.-
– No aporto un espíritu de mayor libertad, responsabilidad y compromiso con los demás.
– No aporto nada, para que se vuelva a instaurar el Sacramento del perdón en
nuestra parroquia, como primer paso para empezar a funcionar bien. Solo soy
pesado con los sacerdotes diciéndoselo. Pero no se pronuncian.
-No aporto nada, en como «vivir» mi espiritualidad, como «prioridad», diferenciándola de las normas, dogmas, etc., que la Religión nos impone.
La lectura de este Evangelio me ha hecho recordar la vergüenza que he sentido en algunos momentos por mis pecados. Por eso, procuro llevar siempre conmigo la camilla. Me levanto y camino, pero no olvido el lugar donde estuve postrada. Esa camilla me recuerda que soy una pecadora perdonada y que eso es lo que siempre seré. Y, lejos de hacerme sentir mal, me llena el corazón de alegría, felicidad y agradecimiento.
Todos hemos visto a Jesús en esta escena como el Sanador del cuerpo físico, psíquico y espiritual. Él perdona sanando íntegramente, llevándonos compasiva y amorosamente a vivir el presente en Amor, Alegría y Felicidad.
Jesús se siente sensible ante esta urgencia de sanar en cuerpo y alma.
Nos dice con su actitud que Dios no es nunca castigador, sino Padre que perdona y cura, y que desea perdonarnos más que lo que nosotros deseamos ser perdonados.
Todos hemos contemplado el escenario:
– Maestros de la Ley que vigilan y controlan que se cumplan las normas. Su actitud es de prepotencia y esto impide que de veras se puedan encontrar con Jesús .
– Un gentío curioso y expectante y, entre ellos, también quienes desean tener la suerte de poder acercarse al Maestro.
– El paralítico y sus amigos que acuden a ayudarle. ¡Que importante y trascendente es al cariño hacia las personas!. Estos amigos se esfuerzan por superar todos los obstáculos que impiden el encuentro del enfermo con Jesús. Dejan de pensar que su amigo enfermo es “un culpable abandonado por Dios “, como lo consideraba la propia ley. La fe de ellos era grande … Buscaban desesperadamente solución a esa situación complicada y optan por descolgar a su amigo paralitico en camilla, por el tejado.
Ante la salud y la vida que irradia Jesús, ellos se sienten también misericordiosos.
Esta fe conmueve a Jesús, contrastando con la dureza de corazón de los fariseos.
Los pecados en Israel los perdona solo Dios, por medio del sacerdote y mediante un sacrificio de expiación. Sin embargo, Jesús, que no es sacerdote y sin mediar ritual alguno, le concede el perdón. Jesús siempre está deseoso de encontrarse con el pecador y perdonarle; no le exige confesión ni ritual alguno. Jesús simplifica la religión y la llena de VIDA.
El escándalo está servido. Esta es la blasfemia de la que se le acusa.
¿Por qué sois tan obstinados? ¡Abríos a la fuerza del Amor!….
– Pues para que veáis que el Hijo del hombre –YO- tiene poder para perdonar los pecados …”¡LEVANTATE Y ANDA!”
– Y en ese momento el paralítico se sintió liberado y empezó a VIVIR.
– Jesús de muchas maneras nos dice siempre lo mismo: solamente hay que AMAR y PERDONAR. Todo lo demás se nos dará por añadidura.
Cuantas veces he oído en las homilías y en El Centro de Espiritualidad del Carmen Toluca que mis pecados han sido perdonados y no ha importado el día y así lo he creído que Dios en su infinita misericordia y porque me ama me ha quitado la parálisis de sentirme que no soy digno de El; aunque confieso que caigo y me arrepiento pero no me alejo sino al contrario me acerco para solicitarle su perdón y el me perdona porque varias veces he solicitado la cura de mi hija y así se ha cumplido no importando ni la hora ni el día. y como en aquel entonces yo también le doy gloria Dios una y otra vez.