Mateo 5,38-45
Dijo Jesús a sus discípulos:
—Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente». Pues yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te fuerza a caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no le des la espalda.
Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo». Yo, en cambio, os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que maltratan; para que seáis hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
- Ver el contenido de las dos reuniones de este tema en el libro Grupos de Jesús, de José Antonio Pagola
Primera reunión: Acercamiento al Evangelio
– Guía de lectura
– Acercamiento al texto evangélico
– Comentario
Segunda reunión: Acercamiento a la vida
– Conversión personal
– Compromiso en el proyecto de Jesús
– Sugerencias para la oración
Estimados amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 23, un grupo virtual que ha comenzado tras la convocatoria del mes de mayo de 2020 realizada desde la web Grupos de Jesús. Hoy queremos compartir, con el final del tema 31, el último tema de la etapa 5, una especie de resumen sobre esta etapa.
Iniciamos la etapa 5 con la llamada de Convertíos y creed en la Buena Noticia (Tema 26) en la que Jesús nos hace un llamado a comenzar algo nuevo. Convertíos, cambiar de manera de pensar y de actuar, y creed esta Buena Noticia. Ya sabemos que Dios tiene un proyecto humanizador y si seguimos a Jesús es para colaborar con él en ese proyecto.
Otro llamado ha sido Acoged la semilla del reino de Dios (Tema 27) y aprendimos que necesitamos acoger desde muy dentro la llamada de Jesús a colaborar con él abriendo caminos al reino de Dios y su justicia y que nuestra actitud habría de ser acoger en nosotros la semilla del reino, pues poco a poco ésta germinará y crecerá: ¡NOS CONVERTIREMOS EN COLABORADORES DEL REINO!
Estas dos llamadas de Jesús han sido para entrar en la dinámica del reino de Dios. Las dos siguientes llamadas buscan que empecemos a colaborar desde ya con él en el proyecto de Dios y la manera que Jesús propone es desde la compasión, como la del samaritano de quien Jesús nos invita a tomar ejemplo, Vete y haz tú lo mismo (Tema 28). Compasión que se concreta en la ayuda práctica a los necesitados: cuando lo hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, A mí me lo hicisteis (Tema 29).
Finalmente, las dos últimas llamadas son a amar. Amarás a Dios y a tu prójimo (Tema 30) y Amad a vuestros enemigos (Tema 31). Jesús nos llama a amar a Dios con todo el corazón y amar al prójimo como a uno mismo, e incluso a amar a los enemigos. ¿Nos atreveremos incluso a amar a quienes nos hacen daño? Mucho que aprender del Maestro. Permanezcamos junto a él.
Señor Jesús, bendito y alabado seas.
Te agradezco por mis enemigos,
te pido los bendigas y protejas,
gracias porque por medio de ellos
puedo cumplir tu voluntad,
ayúdame a amarlos también para poder llamarme hijo tuyo.
Perdona nuestros pecados que sabemos son muchos,
ayúdanos en nuestra conversión
ya que no somos ni más ni menos que nuestros enemigos.
Tu que haces llover y salir el sol a buenos y malos.
Amén.
Estimados amigos y amigas de los Grupos de Jesús:
El GVJ 25 les hace llegar la reflexión del trigésimo primer tema del proceso de Grupos de Jesús, compartimos con ustedes lo que hemos dialogado y comentado.
El texto que propone Pagola: Mateo 5, 38- 45, nos pone a pensar, a reflexionar en lo “radical” que es la palabra de Jesús en relación con los criterios humanos, dice un compañero: “es muy radical en la línea del amor, ¡Ama a tu enemigo! ¡Zas!”. En el grupo se hicieron múltiples reflexiones, algunas de ellas las compartimos con ustedes:
AMAR A LOS ENEMIGOS
Los comentarios de los compañeros del grupo son: “Pienso que esta indicación de Jesús es demasiado fuerte para nuestra forma de vida actual”. “Nos enfrentamos a un texto muy confrontativo y duro de reflexionar, pero quizá uno de los más amorosos y trascendentes para nuestra vida”. “Tema sumamente picante para mí”. “Jesús una vez más nos pone en una condición fuera de lugar de acuerdo a cómo ve las cosas el mundo, algo casi incomprensible: amar al enemigo, perdonar sus ofensas, pedir por su bien y hasta poner la otra mejilla, es algo que humanamente no se entiende”. “Este mandato es algo no entendible para el ser humano, o por lo menos para mí, pero Jesús nos habla con un lenguaje nuevo y sorprendente, nos presenta un Dios no violento, compasivo, que no busca la destrucción de nadie, no responde a la injusticia con injusticia, a la violencia con violencia, sino con amor, nos pide hacer el bien a pesar de que nos hagan el mal, no alimentar el odio, el amor de Dios no discrimina, busca el bien de todos”. “Creo el Señor nos da una pista para entender el amor al enemigo. Dios no ama exclusivamente a los buenos sino a todos. De la misma manera el amor que yo tengo a los demás, no puede estar originado por lo que el otro es o tiene, sino por la calidad de mi propio ser”.
JESÚS, UN EJEMPLO A SEGUIR
Los comentarios de los compañeros del grupo son: “Este tema que nos convoca me pareció sumamente importante, que justo nos interceptara en Semana Santa donde Jesús nos muestra su amor ante en ese momento, a sus enemigos. Nada mejor que enseñarnos a sus seguidores el enfrentar los abusos y atropellos de manera responsable y sin violencia. Esto me hizo cuestionarme en nuestro tema del amor al enemigo”. “Pero aquí es donde Jesús nos demuestra con hechos concretos lo que sí se puede hacer. Momentos como el “perdónalos porque no saben lo que hacen” estando crucificado, o también cuando perdona a Pedro por negarlo pidiéndole apacentar a sus ovejas y no se diga cuando perdona tantos pecados y ofensas a su Padre Eterno”. “Hoy el Señor Jesús me invita a seguirlo y practicar el amor en lugar de la violencia y llevar su mensaje de amor, empezando por mi testimonio en mi familia y proyectarlo a mi comunidad”. “Sin embargo no pide nuestra humillación, sino que seamos humildes; no pide que aceptemos las injusticias, sino que las enfrentemos con un afán de reconciliación y que se actúe con justicia. ¡Qué difícil para personas como yo que estamos habituados a querer siempre ganar! Todo esto me hace reflexionar que, perdonando, pidiendo perdón y actuando con humildad, es que “domamos” a nuestro yo egoísta y poder así buscar se establezca el Reino de Dios en el mundo”. “Jesús al final de su enseñanza, nos da otros dos mensajes: recen por sus enemigos y el Padre del Cielo hace salir el sol sobre buenos y malos. No solo se trata de perdonar a los enemigos, también nos pide rezar por ellos para que les vaya bien y ganen el cielo pues Dios es para todos. Es decir que además debo buscar que mi enemigo que me ha hecho daño esté bien con Dios y que lo perdone. No cabe duda que Jesús esta vez nos pone a prueba con algo que en verdad cuesta mucho”.
ORAMOS JUNTOS
“Señor Jesús me dirijo a ti con pena y con vergüenza por comportarme muchas veces de una manera contraria a tus enseñanzas. A veces creo estar en el camino hacia Dios, pero al reflexionar tu palabra veo que me falta mucho para retomar el sendero que me lleva a Él. Te pido antes que nada perdón por hacer prevalecer mi voluntad antes que buscar hacer la voluntad del Padre que es la que me puede llevar hacia Él y hacia mi propio bien. Ayúdame a entender que buscando el bien para los demás es como puedo encontrar mi paz interior a pesar de que me hayan hecho algún daño. Muchas veces he escuchado la palabra humildad y creía haberla entendido, pero tu palabra me enseña que es algo mucho más grande y valioso que al ponerla en práctica, puede conducirme hacia ti. Ayúdame, Jesús a entenderlo y dame fuerza para llevarlo a cabo con mis semejantes para poder aspirar a llegar a ti. Amén.
Grupo Virtual de Jesús 25
Clarita, Dolores, Enrique, Sergio, Héctor y Alfonso
GVJ 22 Monseñor Romero
Comentario al Tema 31: Amad a vuestros enemigos
En esta época de guerras, violencia y maltrato estamos muy cerca del “ojo por ojo y diente por diente” es muy difícil no pedir justicia o no reaccionar cuando se matan criaturas inocentes, la violencia de género que tantas muertes deja a diario, se atacan pueblos, guerras sin sentido, sistemas políticos que impiden a las mujeres ir a la escuela y la corrupción que está hasta en los países más civilizados.
Es doloroso ver con impotencia cómo se producen sistemas de explotación, atropellos y maltratos contra personas, familias e incluso comunidades vulnerables, muchas veces por formas de dominios.
Es importante preguntarnos: ¿Quién es mi enemigo? Es difícil amar a nuestros enemigos; es más no podemos amar a todos por igual. ¿Es el enemigo alguien distinto a mí? ¿Podría la mano derecha enfadarse con la mano izquierda por haber cometido ésta un hurto? ¿No son acaso ambas manos parte del mismo cuerpo? ¿Tendría vida la mano derecha por sí sola fuera del cuerpo, de su raíz?
Si profundizo en las preguntas puedo alcanzar a comprender el mensaje de Jesús: Ama a tu enemigo pues eres tú mismo.
Los desencuentros nos cuestionan ¿qué he podido hacer para llegar a esta situación? Y siempre encuentro actitudes que han colaborado con el clima reinante: el dedo que señalaba al otro acaba dirigido hacia mí.
Lo que Jesús quiere es que podamos comprender la fragilidad o imperfección de la otra persona. Por supuesto, cuidando la propia dignidad y respeto, es cómo podemos cuidar la dignidad y el respeto hacia los demás.
Que se le perdone a alguien no significa que no se debe seguir el procedimiento judicial correspondiente y las leyes que como sociedad hemos aceptado se encargan de castigar los delitos cometidos.
Jesús no plantea el evadirnos de los conflictos con actitudes pasivas, sino que afrontarlos con principios de fraternidad y solidaridad.
Si hemos descubierto el amor de Dios, sabemos que al amar al prójimo, se está amando a sí mismo, y en eso consiste la justicia del Reino de Dios… en ese compartir lo que se tiene y lo que se hace, es cuando uno crece en lo que es.
El reino de Dios que nos muestra Jesús va en dirección hacia el amor y la compasión. Hay que empezar por los más cercanos, por los que se nos van presentando a diario y como Jesús restaurar, ayudar, bendecir y perdonar.
Creo que el Señor cuando nos habla de poner la otra mejilla, de acompañar, de darle al que nos pide prestado, amar y rezar por los que nos maltratan se refiere también a nuestra vida cotidiana, en el ámbito familiar, de trabajo o en la comunidad. Una discusión termina en insultos o violencia. Y si tenemos un gesto humilde o de perdón, las cosas pueden cambiar de rumbo.
“Si quieres ser feliz un día, no perdones al que te hace mal, pero si quieres ser feliz toda la vida perdona al que te daña” Aunque cuesta mucho, hay que intentar perdonar y olvidar el mal que te han hecho.
Amor y perdón van de la mano, son las dos caras de una misma moneda; es posible que estemos muy alejados del otro para que nos haya agredido: estamos muy lejos de su corazón. Hay que hacernos prójimos a él, pero de corazón, y seguro que todo se transformará.
Que nuestra vida sea un constante caminar sin atropellos, respetando a las minorías y defendiendo a los huérfanos y a las viudas de nuestro tiempo, esto es caminando en Verdad y La verdad os hará libres: Libres para Amar.
Fray Marcos nos dice: “Como no voy a perdonar a mis enemigos si mi cristianismo se vive en el hoy. No en el ayer, ni en el mañana. Entonces no cabe el rencor porque este se encuentra en el futuro.”
“Que donde haya ofensa ponga yo perdón” dice San Francisco de Asís
No es una actitud pasiva la que nos presenta el santo, nos invita a tomar acción para que en donde haya ofensa lo transforme en perdón.
Santa Teresa nos plantea, la herida de amor, donde Dios nos atraviesa el corazón con su flecha de fuego, con el dolor que nos causan las fragilidades y las imperfecciones de los demás, y con su gracia nos muestra también su gloria de experimentar su misericordia que perdona también nuestra propia fragilidades e imperfecciones, que nos llena de ese gozo rebosante de vivir unido a Él y en Él…. Es cuando entendemos que lo que más alegra a Dios es nuestro perdón a los demás, lo hacemos presente a Dios en nuestros hermanos que nos ofenden. Y Jesús y su Padre, vendrán y harán su morada en nuestro corazón.
Es posible trabajar por la paz sin hacer uso de la violencia. Hay muchos ejemplos de ello en nuestra historia reciente: Mahatma Gandhi, Monseñor Oscar Romero, personas revestidas de bondad, humildad y verdad. Jesús de Nazaret en su pasión y muerte porque muriendo engendró Vida.
Conversación con Jesús:
Señor, dame claridad y luz para no ser indiferente ante la injusticia y ante el dolor.
Que pueda desde el amor ayudar y comprender las necesidades de mi prójimo.
“Crea en mí un corazón nuevo” para que siempre pueda hacer el bien.
Ayúdame Señor a encontrar tu luz,
para reconciliarme con los que me encuentro distanciado
por circunstancias personales, laborales y políticas;
para que pueda desplegar en mi vida, ese amor con que nos amas,
aun cuando no resultó ser tan fiel con tu proyecto de fraternidad con todos,
como hijos tuyos.
Padre, que no me canse de mirarte.
Sólo mirándote me veo
y solo viéndome soy capaz de Ver la Vida que me has dado:
Vida en abundancia para todos.
Solo mirándote soy capaz de ver el Amor del cual estoy hecho.
Amor que vence todos los miedos y que no lleva en cuenta las faltas de mi hermano.
Somos el GVJ 20 – Grupo Virtual de Jesús 20 – y deseamos compartir con ustedes reflexiones nacidas a partir de la lectura del texto evangélico propuesto en el Tema 31: «AMARÁS A TU DIOS Y A TU PRÓJIMO».
Para nosotras, seguir a Jesús perdonando y aceptando al que nos hace daño o hace daño a otras personas que amamos es lo que más nos cuesta. Hay hechos objetivos que causan tanto dolor que perdonar al que los comete y amarlo nos hace dudar de si seríamos capaces. Sin embargo, las palabras de Jesús nos ayudan a mejorar en nuestra forma de ser misericordiosas y a intentar ver más allá del acto en sí. Jesús nos interpela y nos invita a rezar por nuestros enemigos, dar la túnica a quien la pide, no dar la espalda a quien pide prestado. Creemos que sería importante orar por las personas que nos han hecho o deseado mal. También pensamos que amar al prójimo incluye poder expresarle lo que ha hecho mal. Quien hace daño no debería dejar de recibir un comentario sobre lo que la persona herida siente. No decir nada y simplemente alejarse no ayuda a quien hirió y tampoco a quien fue herido.
La ley del Talión consiguió frenar en su tiempo una escalada de violencia que no tenía límites (cuando había una pelea o guerras no había LIMITE NI CONTROL, al contrario, por un ojo arrancado podía el enemigo no solo arrancar el ojo sino una mano o un brazo). Hoy también estamos acostumbrados a regresar con agresión a otros que nos hacen daño es un comportamiento muy común, muy negativo e indigno de un ser humano, que sólo hace que el mal se multiplique pues crece el rencor y la agresión que solo sanarán al perdonar todo lo que nos han dañado. En el camino del AMOR que nos propone Jesús hay verdadera MINA DE PERDÓN, sin ella el mundo ya no existiría. Sentimos en nuestro corazón las palabras suaves, fuertes, amorosas de Jesús que nos dice: UN PASO MÁS, PERDONA, ACOGE A TUS ENEMIGOS.
Amar al enemigo, es algo complicado, porque el amor se siente hacia las personas con las que nos llevamos bien. Amar y desearle el bien a quién te hace el mal, es complicado… pero somos conscientes de que el amor es voluntario y por lo tanto posible.
No creemos que Jesús nos invite a permanecer pasivos y resignados ante las injusticias, puesto que en otros momentos nos pide denunciar las injusticias, sólo nos pide que no reaccionemos con violencia porque ésta no acabaría con el mal sino por el contrario engendraría más violencia. La llamada de Jesús a amar a los enemigos es lo que distingue al cristianismo de cualquier religión o ideología. El ser cristiano, más que una religión, es una manera de vivir. Amar a quien te hace daño solo es posible si es parte de lo que supone vivir el Reino de Dios aquí. Perdonar y orar por quien me hace daño es una muestra de amor.
Creemos que es muy importante aprender a ben-decir a las personas en lugar de mal-decir, tener pensamientos de benevolencia. Pensar lo que haría Jesús en mi lugar ante esta o aquella situación. La actitud de Jesús es clara y nos enseña a practicar la resistencia no violenta para ser testigos de un Dios no VIOLENTO en un MUNDO VIOLENTO. Jesús nos habla y enseña a AMAR y RESPETAR AL ENEMIGO. Así podremos colaborar en la construcción del Reino. Un Reino de amor, de paz, de justicia, de fraternidad y de libertad.
Debemos agradecer mucho a las personas que en nuestro caminar nos han enseñado a perdonar, sobre todo a nuestra familia (las madres han sido un gran ejemplo de amor y misericordia para muchas de nosotras). HAY TONELADAS DE PERDÓN QUE DESCONOCEMOS, GRACIAS A DIOS PARA SOSTENER ESTE NUESTRO MUNDO.
Nuestra sociedad es violenta. Hay una falta notoria de aceptación de las diferencias y una falta de respeto por los límites. Todo esto genera hechos de discriminación. El umbral de frustración es mínimo y es una de las razones por las que se producen estos actos violentos, pero también hay muchas personas que con su amor y perdón hacen que haya un poco de luz en el mundo. Para colaborar, debemos responder con amor (dignificándonos pacíficamente) ante el agravio y buscando el bien de todos. Debemos encontrar la manera de limar asperezas con mayor amor siendo creativas y participativas con acciones constructivas, que transformen vidas: “Haciendo nuevas todas las cosas”
Para trabajar por el Reino de Dios, hemos de oponernos siempre al mal y saber cómo resistir pero de un modo no violento. No sólo hablar de Jesús es la solución sino mostrar el Amor de él hacia los demás con nuestra actitud cordial, amable, respetuosa… a pesar de cómo sean ellos.
Oramos con San Agustín:
“Amarte a Ti, amar a mis amigos en Ti, amar a mis enemigos por Ti…”
Y nos surge espontánea esta oración:
Jesús, ayúdame a amar a las personas que sé que no me quieren o incluso que me desean mal. Que tu luz nos ayude tanto a ellas como a mí a abrir nuestro corazón al misterio de tu amor.
Griselda, Mariana, Natalia, Roser, Shirley, Carmen
Aportación del Grupo Virtual de Jesús «Camino de Emaús»
AMAD A VUESTROS ENEMIGOS. Mateo 5,38-45
La única forma de elevarse por encima de todas esas mezquindades es mirar a los “malos” o a los que nos perjudican como personas con las que compartimos la filiación de Dios, que no son mejores ni peores que nosotros. Esto sería la traducción de “poner la otra mejilla” que Fray Marcos siempre dice que no hay pecadores sino gente ignorante o mal informada, pero comprendo que estos pensamientos pueden no ser operativos para lidiar con según qué situaciones o tratar con según qué personas.
Jesús no fue pasivo ante las injusticias y abusos del poder religioso sobre el pueblo. Esas denuncias le costaron la vida. Fue autentico hasta el final.
Es verdad que he rezado por mis enemigos. Recuerdo una ocasión que un compañero me insultó reiteradamente en el grupo de trabajo. Inicialmente sentí odio hacia el por el daño realizado. Es la primera emoción que te sale, pero después reflexioné sobre la situación que estaba atravesando esta persona, pude aceptarla y recé por él. No podría describir la sensación de paz que me invadió, mereció la pena experimentarla.
Lamentablemente muchas veces se interpreta la propuesta de Jesús, la de amar a nuestros enemigos, como pasividad, o pusilanimidad. Sin embargo, lo que está propiciando es un modo muy activo de cortar con la escalada de violencia que destruye y autodestruye. Me parece que este es el punto que tenemos que profundizar y hacer vida en nuestras vidas. Lo que proclama en esta palabra no es para tomarlo literalmente. Presiento que lo que está enseñándonos es a vivir una vida más plena, a ser más, a vivir la dignidad del perdón verdadero y de la LIBERTAD que solo podemos experimentar cuando somos quienes decidimos el CÓMO responder a las situaciones adversas que nos atraviesan.
Aunque parece cada vez más lejana, esa utopía de la no violencia, ¿a dónde vamos a ir a parar si seguimos así? Si lo pensásemos solo en términos prácticos, utilitarios, despojados de todo posicionamiento ético, no tenemos otra alternativa que la “no violencia”. Toda estrategia basada en una violencia que sube la apuesta permanentemente es inviable. No hace falta pensar mucho para comprender que, en el estado actual de los desarrollos armamentísticos, cualquier conflicto global es equivalente a la destrucción del planeta.
Sin embargo, aunque tengamos la convicción, aunque militemos la no violencia en nuestros ambientes, a veces es posible confundir el rencor y la venganza con búsqueda de la justicia, o creer que si “no nos ponemos firmes”, nos pasarán por arriba. Vivimos entrampados en muchas contradicciones al respecto. El dogma de la propiedad privada es uno de ellos.
Trato de perdonar siempre. Y de perdonarme. A veces me cuesta más esto último.
No cansarnos de hacer el bien, aunque no recibamos la gratitud o respuesta que esperamos, aunque consideremos que alguien no se lo merezca… ¿Quiénes somos nosotros/a para juzgar si se lo merece o no? ¿Acaso la Naturaleza muestra su esplendor solo a los buenos?… Y si así fuera ¿creemos que a nosotros/as nos correspondería disfrutarla?
Es algo que satisface un instinto muy primario y que después deja un vacío en el alma y facilita la continuación del odio y la venganza. Es necesario romper con esta dinámica que se transmite de padres a hijos y que causa tanto daño.
Pero poco a poco voy entendiendo que el odio y la venganza me causa más mal a mi alma que a la persona odiada que en muchos casos no conoce o le importa un pepino mi odio.
Muchas veces no sabemos por qué la gente actúa de una manera determinada, si lo supiéramos tal vez nos podríamos acercar al perdón.
“Ojo por ojo, diente por diente”, no es inteligente. Es aumentar la zozobra, la impaciencia. Es aumentar mi nivel de sufrimiento interno. Es poner el cerebro, la voluntad, las emociones, los instintos, las energías interiores en alta revolución, desembocando en ira, irritación, etc.
¿Con “si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha preséntale la otra” me estas arrojando Jesús a la resignación, a la pasividad, a la bobería? No, nunca, seria eso pisotear la dignidad del ser humano. Sería incoherente con tus actuaciones. Tú respondiste a tus enemigos. Era la otra mejilla que les presentabas y lo hacías con desconcertantes e inteligentes estrategias.
¿Qué siento ante la llamada de Jesús de amar a los enemigos? No entiendo por qué me pide esto. Considero mis enemigos a dictadores de cualquier ideología en el planeta que torturan y generan emigraciones masivas de seres indefensos, a jefes guerrilleros que secuestran y fusilan, a jefes terroristas que hacen volar espacios llenos de personas indefensos. Criminales que parecen creaciones de película, pero son de carne y hueso. ¿Cómo me pides Jesús que los ame? Es una utopía, es inhumano, es incoherente con el Proyecto del Padre, me parece, Jesús querido. Aquí me pierdo ya que Amar entre muchas cosas, es experimentar una inmensa simpatía y compasión por el otro. Aquí siento una atonalidad en la música de este evangelio. Ayúdame Jesús a desenredar este nudo. ¿Que nos quieres enseñar con el amar al enemigo?
Me pides que “rece por los que maltratan”. Eso sí lo haré de corazón. Me enseñas que el Padre del cielo hace salir el sol y la lluvia sobre malos y buenos. Sí deseo que estos desquiciados y yo encontremos la paz que trae amar al prójimo, la misericordia y reconocer la dignidad de todos sin discriminación alguna.
Por desgracia estamos rodeados de situaciones de violencia hacia personas vulnerables. Mujeres maltratadas, ancianos abandonados, campamentos de refugiados, niños recogiendo desperdicios en grandes basureros, el planeta tierra y una lista interminable de atropellos de una sociedad que no se sacia nunca. Lo que más me duele es la indiferencia. Pienso en Europa, ¿Hacia dónde mira ante tanto refugiado y muerto en el mar mediterráneo? ¿Hacia dónde mira mi país en esta pandemia con tanta muerte, sufrimiento y efectos colaterales? Mi reacción es de indignación y dolor de entrañas ante tanto sufrimiento. Pienso que solo puedo actuar ante aquellos que son más cercanos.
Yo pienso que eso es la reconciliación, hay heridas y cicatrices que no podemos ignorar ni borrar, lo importante es que no nos duelan al mirarlas.
Pero sé que puedo hacer sentir mal a otros con mi destrato, evitando a las personas que “me ofendieron”, retirándoles mi palabra. ¿Hay venganza o resentimiento en estas actitudes? Posiblemente. También sé, que cuando esto sucede, me siento terriblemente mal. Me cuesta encontrar la “distancia óptima” de la que hablan los psicólogos. Quizás lo que Jesús plantea del amor a lxs enemigos tenga algo de esto. No desearles ni hacerles el mal, ofrecer una actitud amable que no necesariamente signifique amistad, pero que tampoco sea autodestructiva. En lo personal es un aprendizaje que me adeudo.
Sí hay muchas microsituaciones en las que me descubro “discutiendo” interiormente con personas que piensan y actúan distinto a mí. Me veo intolerante ante algunos posicionamientos. No logro comprender esto que dice el comentario de Pagola “…de sostener una resistencia activa y pacífica frente a quienes hacen daño” (quizás no directamente a mí) pero sí al bien común. Frente a estas cosas no puedo evitar irritarme mucho.
En este mismo momento están pasando cosas en relación a la pandemia que me sublevan. ¿Y qué gano con llenarme de bronca, además de aumentar la gastritis que tengo? Sinceramente no lo sé, pero tampoco quiero aislarme, alienarme, acostumbrarme a lo injusto, anestesiarme para sobrevivir. Nada de eso es cristiano ni siquiera humano. Pido al Señor me ayude a transformar, mi mirada, mi hacer, mi amar, mi actitud interna frente a “los enemigos”.
Conozco ejemplos de personas que han perdonado de corazón a sus enemigos y también sé de colectivos que practican la resistencia pasiva. Pero no termino de aceptar, me hace huido perdonar a quien no se arrepintió del mal hecho. ¿Cómo perdonar a un violador a un pedófilo que deja en sus víctimas heridas que nunca cicatrizan? Esos crímenes nunca prescriben. No les deseo nada malo, ya tiene bastante con lo suyo, pero, ¿cómo amarlos?
Pues vivimos en una sociedad que la violencia parece ser un valor, es cosa de hombre reaccionar de forma violenta a cualquier contratiempo que nos surja.
Oración: Así vamos Señor. Siento Jesús que lo estoy haciendo bien. Después de gastar noches documentando el libro, siento que se ha alivianado la maleta de malos recuerdos por el daño recibido. No se trató de sacarme el clavo o del ojo por ojo. ¡NO! Me siento sensato en la acción tomada, si resignarme a tragar entero, a ser mártir. Hago lo posible por balacear la equidad con el código de justicia, única defensa pacifica de que dispongo.
Oración: Jesús querido: tú me conoces mejor que nadie y sabes de mis limitaciones para la escucha, para el silencio, para la oración, para la contemplación… Ayúdame a no correr tanto, a saber detenerme con calidad y empatía ante la persona que sufre de soledad y abandono, a superar mi hacer y reforzar mi ser.
Oración: Jesús, sigue guiándome para que sepa ponerme en la situación de todos aquellos que en un momento de su vida me ofenden. Que sepa entender sus motivos, sus circunstancias, que no deje de dudar que en su interior TÚ los habitas.
Oración: No deseo el mal de quienes piensan desde la vereda de enfrente mía, pero me cuesta comprenderles. Es quizás el aspecto en el que más tengo que apropiarme de la mirada de Jesús. Y me cuesta comprenderlo. ¡Cuánto por seguir transformando!
Oración: Jesús, es que lo de amar, es mucho pedir para una pobre naufraga como yo, el hecho de plantearme que tú nos pides amar a la gente que nos hace daño, es ya casi una primicia, a veces conocemos tan poco tu mensaje.
GVJ Shemá-Effetá
1. En relación a la tradicionalmente denominada “ley del talión” (principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido, obteniéndose así la reciprocidad) opino lo mismo que un día, en su tiempo, coherentemente afirmara Mahatma Gandhi: «Ojo por ojo, y todo el mundo se quedará ciego».
2. Actualmente esto del «ojo por ojo, diente por diente» está a la “orden del día”. Es verdad que esto no suena justo ni mucho menos humano, pero muchas veces se reacciona así ante la injusticia o el maltrato. No hay nada positivo en ello, porque se crea una espiral de violencia que no tiene fin: Conflictos fratricidas que dejan, a su paso por nuestro mundo, un reguero de muertes y sufrimientos que, en vez de generar más vida y armonía, lo único que hacen es socavar y destruir el “Proyecto de Reino” que Dios vino a enseñarnos a través de Jesús. Aun así, el Espíritu sigue hablando y trabajando.
3. La experiencia de muchos años de vida me ha enseñado que al reaccionar violentamente («ojo por ojo y diente por diente») lastimo a mi prójimo (aunque sean ofensas verbales; porque las palabras lastiman muchas veces más que las agresiones físicas), y a mí mismo. También he aprendido que si quiero “ganarme” a mi prójimo (familiares, amigos y hasta “enemigos”), debo “perder” todas las discusiones y peleas; así mismo, si quiero “perder” a mi prójimo, solo debo “ganar” todas las discusiones y peleas.
4. Ante toda acción, es evidente que se derive consecuentemente una reacción: Depende ya de la actitud que ponga cada uno para que la situación dada redunde en beneficio o en perjuicio de las partes.
5. Hoy, como ayer, esta “ley” sigue cobrándose víctimas (de/en todas las partes) que lamentar (incluso siento que el propio “victimario” es también “víctima” de sí/por sí mismo, por el hecho acometido). ¡Cuántos problemas, cuántas tragedias, son solo resultados de nuestras malas decisiones y nuestras malas acciones!
6. El tema es complicado, porque una cosa es “amar al prójimo”, y otra muy distinta “amar al enemigo”. Imagínense si ya esto de “amar al prójimo” (“como a uno mismo”; en plena época ‘selfista’ de las redes sociales y los medios virtuales, tan ‘en boga’) como que estaba costando… ¡qué más, ahora, esto de “amar a nuestros ‘enemigos’”! Es difícil parecerse a Jesús cuando alguien te hace daño, y mucho más si se los hace a tus seres queridos.
7. Sin embargo, esto de “amar a los enemigos” es posible en lo más profundo de nuestro corazón… ¡y el hasta orar por ellos! (de hecho, diariamente, lo hago)… Lo difícil viene cuando nos encontramos, cara a cara, con ellos y, aun así, debemos estar tranquilos y permanecer serenos. Con esto, notamos que siempre requerimos de mucha fuerza de voluntad y mucha confianza en Jesús, nuestro Señor.
8. Amar y perdonar a nuestros enemigos no significa que aprobemos su actuar… ¡No, de ninguna manera! Perdonar es algo que beneficia a quien perdona, es una especie de auto liberación que trae consigo mucha paz interior.
9. Tengo que tener siempre presente a Jesús, y su manera tan peculiar de vivir. Esto me ayudará, sin duda, en mis propias relaciones, para que no importe lo que cualquier persona me haga o deje de hacer, no importe cómo me trate, ni si me insulta, me hiere o me entristece; nunca permitiré que ninguna amargura invada mi corazón en contra de ella, sino que la miraré con esa invencible benevolencia e incansable “buena voluntad” que no busca más que su mayor bien posible.
10. Hay una infinidad de maneras de buscar en/para el mundo la fraternidad, la armonía y la paz –¡y también de encontrarlas!–. Acá retumban, como “ecos del corazón”, y nos sirven de faroles luminosos los ejemplos de vida de Gandhi, Mandela, Dalai Lama, Luther King Jr., entre tantos otros (¡y muchos de éstos no “cristianos”!).
Señor Jesús:
Tú que eres clemente y compasivo,
fiel y justo, bueno con todos…
¡Ilumina nuestro entendimiento y fortalece nuestra voluntad!
Tú, que viviste “en carne propia” la incomprensión y el abandono de tus amigos,
disipa las tinieblas que cruzan el Cielo de nuestro corazón,
en este momento tan duro de nuestro transitar como familia humana por la vida,
y concédenos la gracia santificante de poder conocer
y comprender las historias de vida que se tejen silenciosamente a nuestro alrededor,
de amarlas sobre todas las cosas y acompañarlas discretamente,
sin juzgarlas ni mucho menos despreciarlas.
¡Todos valemos oro ante Tus ojos!
Que podamos escuchar Tu Voz que nos llama −¡y clama!−, desde ellas;
y que, juntas esas historias con las nuestras,
puedan armar un hermoso tapiz que dé colorido a la vida, ¡a toda vida!,
armonizando las diferencias que desdibujan el paisaje original
de Tu “Proyecto de Reino”,
en la vivencia radical de la caridad y la fraternidad,
tan fielmente reflejadas en Tu Persona.
Porque Tú, más que nadie,
sabe esto de amar y acompañar, despacito…
¡Amén!
GVJ Misericordia. TEMA 31: Amad a vuestros enemigos (Mateo 5, 38-45)
ACERCAMIENTO AL TEXTO
El “ojo por ojo y diente por diente” tiene su origen en Deuteronomio 19, 16-21, evolutiva-mente veníamos de un contexto histórico en el que paradójica-mente se propugno este tipo de comportamiento para evitar males mayores como los que se desprendían de Génesis 4, 15-24. Y para entender bien la novedad de las palabras de Jesús, hace falta conocer la ley y las costumbres de aquella época. El pueblo de Israel ya conocía el mandato del Amor: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, y amarás al prójimo como a ti mismo”.
Así que en los textos bíblicos, después de la venganza y la ley del talión, nos encontramos una evolución en el comportamiento hacia los enemigos que llega a la regla de oro de Tobías 4, 15.Y más adelante a la regla de oro de Mateo 7, 12 para frenar la espiral de la violencia… poner límites a la venganza y hacer posible la convivencia entre las personas.
¡ Ojo por ojo, diente por diente ! lamentablemente es “norma” frecuente pero no digna. nunca será un valor cristiano, aunque muchas veces ha sido utilizado para mantener a las personas en un estado de pasividad y ¨aguantando¨ las injusticias sin decir nada.
Al principio, la venganza puede tener cierto componente de alegría y de júbilo, aunque es pasajera, uno tiende a pensar que está despojándose de su dolor y de su rabia cuando devuelve el daño al otro.
Jesús nos dice: “Al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto”. “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen”, estas palabras en esta sociedad resuenan como discordantes, y en nuestro entorno y sociedad, y con frecuencia , no sabemos qué hacer para arrancar tanta violencia que nos sacude todos los días…y tantas injusticias que vemos.
¿ Cómo reaccionar ? : 1º con serenidad, 2º con actitud de compasión, 3º perdonar al menos en nuestro interior ,4º esperar la “reacción” del ofensor y tal vez hacer una “demostración” pública , 5º tratar de dialogar para un esclarecimiento como nos demostró Jesús, 6º diálogo de pacificación …
¿Es posible resistirnos a los abusos y luchar por un mundo más justo sin caer en la violencia? Sí , pero se necesita paciencia y el Amor del Espíritu , junto con una reflexión comunitaria hacia el bien común , justo , equitativo, compasivo, comprensivo, … todo ello basado en la fraternidad y el amor al prójimo que incluye a todos, sin excepción, incluso a los que nos hacen daño, que no es utópico sino necesario y realizable en la tarea que tenemos de hacer acontecer el Reino de Dios. A veces puede parecer difícil, pero mientras mas conocemos a Jesús y buscamos su Reino, vamos viendo que no solo es posible, sino indispensable, si queremos lograr la verdadera paz individual y social.¡Ese es el Camino de Jesús de Nazaret !.
El ser humano debe resarcir el mal que hace, pero no debe prevalecer el espíritu de venganza, sino el de justicia. Pero al aplicar el resarcimiento es importante dilucidar las causas por las que esa persona agrede o delinque o anula al otro. Vemos que esto no se cumple casi nunca, sino que se aplican medidas correctoras que no contribuyen a la re-capacitación del culpable.
ACERCAMIENTO A LA VIDA: CONVERSIÓN Y COMROMISO
Me ha gustado mucho el comentario de Pagola. Es un texto que bajo los criterios mundanos es incomprensible. Una vez más Jesús nos interpela a no seguir haciendo más de lo mismo.
Dice Pagola: La cuestión no es si resistir o no resistir al mal, sino cómo resistir. Jesús me libera del resentimiento. Me mantiene en la dignidad alentándome a no devolver mal por mal sin por ello renunciar a desenmascarar la falta de humanidad.
No alimento el odio contra nadie, ni cultivo un superyo espiritual que me situe por encima de los demás. Cuando me creo con derecho a perdonar a alguien, lo hago consciente de la ignorancia que nos envuelve, ¡que tentador es perdonar desde una posición que transpire supremacia!.
En este camino que como grupo vamos recorriendo, JESÚS nos va proponiendo un modelo diferente de “estar” y una “actitud” de vivir, si queremos entrar en la dinámica de construcción del Reino. Y nos empuja a ir hacía la no violencia y poder -de esta manera- trabajar por la justicia y el Amor.
Es verdad que ante nuestro ojos vemos grandes injusticias, hemos ido perdiendo grandes valores, que se enseñan en el ámbito del hogar, en los colegios, en la sociedad, vemos que se ha perdido el respeto hacía las demás personas. Pero, también vemos en nuestra sociedad, voluntarios que están dando lo mejor que tienen…
Personalmente, no soy partidaria de devolver mal por mal. En mi entorno, murieron personas asesinadas por el terrorismo de ETA. La solución no es matar a los asesinos. Pero tampoco hemos encontrado la fórmula para posibilitar el arrepentimiento de los culpables… Mientras tanto, la sociedad se defiende …
Igual pasa con los violadores (aunque estos son enfermos cuya reclusión es la manera de protegerles a ellos de que reincidan y a la sociedad de ser sus víctimas). Es muy muy muy complicado este tema que nos propone el Evangelio. Nos propone el perdón. Ante quien nos hace daño nos tenemos que defender, pero las reacciones pueden ser diversas: si nos ofenden con un «grito», creo que el silencio es más efectivo que el devolver con un insulto y gritando a nuestro ofensor. Si nos agreden físicamente, debemos defender nuestra integridad con las medidas proporcionadas. Si machacan nuestra dignidad, habrá que luchar para recuperarla. Lo difícil es cómo asumir nuestra defensa sin caer en violencia verbal o física.
Pienso que esta pasaje evangélico no debe tomarse al pie de la letra.. Se trata de no buscar como solución la venganza ni caer en un proteccionismo que pone muros para que no nos agredan. Saber ceder, muy importante, saber ceder. Más que dejarnos avasallar, entiendo que se trata de devolver bien por mal. Esto es lo revolucionario. El ejemplo más claro es que Jesús se dejó matar sin oponer violencia.
Amar a los enemigos es para mí, intentar entender el por qué de sus actuaciones . No sé si llegar a amar es factible, pero hay ejemplos de perdón en que se acercan tanto al alma de los agresores, que consiguen que brote amor en ambas partes.
Devolver el bien al mal es lo que salva a la humanidad, y es lo que propone este pasaje evangélico.
Santa Teresa decía: «Conocer es amar»; es cierto que cuando conocemos a fondo a las personas, podemos entenderles y amarles , o al menos, aceptarles..
A las personas con quienes procuro no encontrarme porque no es posible dialogar con ellas, no las excluyo de mi amor, porque oro por ellas, les deseo el bien y si alguna vez necesitan mi ayuda creo se la daré. Es difícil, procuro no juzgarlas, ni pensar mal de ellas y cuando se me vienen pensamientos negativos con ellas, se las entregó a Dios y trato de pensar en otra cosa.
Tod@s hemos sufrido varias traiciones en la vida ; pero la única fórmula de recobrar nuestra higiene mental y la paz interior, es rezar y pedir al Señor fuerza para perdonar. Este es el único camino para vivir sin rencor y sentirnos libres.
Todos los días pido por las personas que me han hecho daño o me han intentado hacerlo, las pongo en las manos de María para que se las presente a su Hijo al lado de mis seres mas queridos. Creo que a lo largo de la vida y a mi avanzada edad he aprendido a perdonar y aunque hay daños que no puedo olvidar, abro mi corazón para bendecir a los que me los causaron, creo que esta facilidad para perdonar es un regalo que he recibido gratuitamente de Dios, sin mérito de mi parte.
Aquí en Colombia si hemos sido testigos de reconciliaciones entre víctimas y victimarios. En una casa de Jesuitas, quienes han trabajado fuertemente, en la implementación del proceso de paz, , se han llevado a cabo reuniones entre los antiguos guerrilleros de las FARC y personas que sufrieron con esta guerra y se han evidenciado el perdón y la reconciliación con el abrazo entre lágrimas de los unos con los otros.
Creo que si hay personas conocidas que practican la resistencia no violenta, algunas veces hay marchas a las que podemos asistir o firmas para lograr objetivos sin violencia.
Cuando he tenido casos de estos que me duelen, pues no es que les haya retirado la amistad, ni que haya hecho un drama, simplemente la relación se enfría y dejas de confiar en esas personas. A veces, se ha producido la reconciliación, otras veces pues cada uno va por su camino, pero sin ningún deseo de odio ni de venganza, aunque alguna vez se me escapa un “se le está bien empleado”, no lo puedo evitar. Reconozco que hay personas que he perdido totalmente la confianza en ellas. Si alguna vez me piden ayuda, pues les ayudaré en lo que pueda, aquí estoy, pero no se me ocurre recurrir a ellas para que me ayuden a mí, aunque bueno, si se dan esos giros en la vida de que me sea absolutamente necesario recurrir a ellas, pues lo haría, no cierro la puerta. A veces en las situaciones en las que uno está más vulnerable, más necesitado, es cuando uno baja las defensas y se da la reconciliación.
No sé cómo será en vuestros países, pero aquí en España, cada día vemos más mensajes de odio hacia el diferente, hacia el que piensa diferente de mí, políticamente o en cualquier materia, hacia el extranjero o el inmigrante, y todos queremos imponer nuestras ideas en todo y no cedemos ante el diálogo, y si te niegas a entrar en esa pelea, entonces te acusan de ser «indiferente» o de «buenismo», con lo que parece que cada uno va a lo suyo, y sálvese quien pueda. Creo que si no queremos que esa tendencia del odio se traspase a la sociedad, tenemos que empezar con nosotros mismos, cada uno, desde abajo, yo al menos, eso intento. En mi familia hay varios casos de enemistades familiares por puras tonterías, que hacen que los dos lados sufran, y en algunos casos al final se han reconciliado y han cedido, justo cuando estamos más vulnerables y más necesitamos un abrazo. Os cuento, mi madre llevaba años sin hablarse con su hermano, se cruzaban en la calle del pueblo y no se saludaban, lo cual, les hacía daño a los dos. Pues sólo se reconciliaron y cedieron en su orgullo los dos cuando se murió mi tía, mi prima llamó para avisarme y llevé a mi madre al entierro, allí mi madre y mi tío se dieron un abrazo los dos y tan amigos.
ORACIONES
“Enséñanos Padre, a querer con las claves de tu corazón, amar a todos como hermanos”
“Señor enséñame a vivir con la libertad con la que tú has vivido”
“Señor Jesús, que seamos compasivos con todos los más cercanos, y despierta en nosotros la capacidad de amar”
“Jesús con el salmista te pido que no dejes que mi corazón se envanezca, ni mis ojos se enaltezcan en cosas demasiado sublimes para mi, espero en el Señor.”
GVJ MISERICORDIA
De: Iciar Martinez Soriazu , Jesús Fuster Millet , José Humberto Duque, Maria Mecedes Angarita Urdaneta , Marina Saiz Hoz , Puri Ugarte Lopetegui , Reynaldo Reyes Vivó , Xinia Flores Marchena , Lc. Wolfgang Streich BNL.
¡Amad a los enemigos!, este es el mandato que nos trae Jesús en el tema 31. Veamos como lo hemos entendido en el GVJ Maranatha.
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO
El evangelio de hoy forma parte de una pequeña unidad literaria en la que se describe como pasar de la antigua justicia de los fariseos a la nueva justicia del Reino de Dios. Ante la práctica del “ojo por ojo”, Jesús toma la palabra y anuncia que la nueva justicia tiene que superar a la de los fariseos. No opone a la ley antigua una nueva ley, sino que la transforma. Lo hace exponiendo su postura y hablando con una autoridad que está por encima de la antigua ley. Propone cambiar el orden de estas leyes porque dañan las relaciones de las personas entre sí y con Dios. Este cambio sólo será posible con la fuerza del amor; esta será la única respuesta que pueda poner fin a toda clase de violencia. Para ello, hay dos tipos de amor, el afectivo y el efectivo; es decir, por la persona que no sientas amor –ya que los sentimientos son libres- hay que actuar como si se lo tuvieras.
Pero por desgracia, el “ojo por ojo”, “diente por diente”,… nos parece todavía hoy muy frecuente. Quizás no tengamos personas enemigas que nos dañen positivamente, pero sí que muchas veces nos movemos por animadversiones hacia otros, pues la tendencia del ser humano es cumplir dicha ley/frase debido a la necesidad de venganza ante un agravio, ante la sensación de verter la rabia contenida en el culpable,… Sin embargo, esa venganza conlleva varias cosas: primero, si esa fuera la premisa de la sociedad, ésta no podría funcionar. También nos daríamos cuenta de que esa venganza aplaca momentáneamente la rabia, pero no da la paz. Por último, esa venganza impide al que ha cometido inicialmente el daño, reflexionar para no hacerlo otra vez, ya que lo que prevalecerá será no reincidir para evitar ser castigado.
Por todo ello, Jesús nos invita a ser mansos y humildes de corazón. También a ser astutos y saber buscar la justicia, la paz, el amor y la misericordia. A defendernos no pasivamente, sino actuar desde el amor y la misericordia, defendiendo nuestros derechos y respetando los del otro. Para ello, siempre hay caminos alternativos a la violencia para resistirse al mal y a las injusticias. El diálogo sosegado con quién te ha herido o con quien hace el mal a otros, puede ser uno de ellos, siempre y cuando sea posible -que no siempre lo es. Estamos llamados a tener esa difícil valentía, pero no es imposible. La vida de Jesús y de muchos santos nos hacen ver que amar a los enemigos no es una utopía imposible, pues ellos lo han conseguido. Y por supuesto, sirve para hacer un mundo diferente y más humano.
El amor es la nota característica que deberíamos tener toda persona que nos consideramos como cristianos. Este amor debe ser como el sol que nos calienta, como la lluvia que nos da la vida, porque solo puede mejorar la situación sea la que sea. Lo podemos comparar con el ejemplo del agua en el Tao Te King: el agua es lo más blando, pero puede desgastar una roca. Así, igualmente, el amor que tengamos a las personas que incluso nos odian, puede ablandar los corazones más duros.
Si ponemos en práctica lo que nos dice Jesús en este pasaje evangélico, estaremos casi llegando a la cima de la montaña. Faltará poco. La cima está descrita con la frase: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
+ Desde muy joven estuve muy en contacto con grupos granadinos de «no violencia activa». Eso me ha servido para intentar evitar yo cualquier tipo de violencia, a tener siempre fe en las posibilidades de hacer el bien y transformación de cualquier persona, de estar convencido de la inutilidad de la violencia, del odio, del rencor.
+ Es difícil cuando a uno le ocurren estas cosas y más cuando uno está en el camino de Jesús se siente aprisionado, porque uno sabe que no se debe odiar, ni ser rencoroso y mucho menos resentido pero al fin y al cabo somos humanos y débiles. Pero también ya sabemos que si nuestra reacción es de resentimiento nos hacemos daño nosotros mismos, perdemos la alegría, nos volvemos orgullosos en lugar de lograr la humildad.
+ Mi gran reto es que ese perdón radical pueda darse con cualquier persona, no solo con las personas que me importan. También otro gran reto es poder volver a confiar en las personas que no han parado de mentirme. Me queda, por tanto, mucho camino que recorrer, pero de las cositas que nos van sucediendo podemos ir aprendiendo y creciendo poco a poco.
+ El texto me ha hecho reflexionar en el sentido de que afortunadamente, ahora entiendo mejor lo que Jesús nos quiere enseñar: Cuando te ofenden y/o te hacen daño, no hay que devolver dicho mal, sino reafirmarse en la propia dignidad. Pensando un poco, creo que en distintas situaciones de mi vida, sí he puesto en práctica esa premisa, lo que ocurre es que en vez de ser consciente de que he practicado esa reafirmación, me acuerdo sólo de las ofensas. Ser consciente de ello, centrarse en la resistencia que en algún momento de tu vida has mantenido frente a esas situaciones en vez de recordar sólo el dolor, ayuda y alivia mucho.
+ En la resistencia no violenta nos podemos ejercitar demostrando que somos personas cabales y tolerantes con todo lo que nos rodea, para descifrar poco a poco la vida.
+Trato en lo posible de perdonar y no centrarme mucho en ello. Y cuando me vienen recuerdos, trato de orar y pedir ayuda a Dios; reconociendo que yo, consciente e inconscientemente, quizá he dañado también a alguien muchas veces. En mi examen personal veo que cuando actúo mal es porque me busco mucho y me centro en mi amor propio o en mis heridas quizá no sanadas.
ORACIONES
+ Ayúdame Jesús a amar a todas las personas, sobre todo a las que no me gustan o me hacen daño, a los necesitados, aunque no sean conocidos. Porque como tú dijiste también los paganos aman a los suyos, a los de casa, pero nosotros tenemos que amar también a los que no son de casa, y el secreto está en amar a todos.
+ Ayúdame Señor, a amar a los demás como tú quieres que los amemos.
ANA VILMA, ANTONIO, FRANCIS, ISABEL, JAVIER, LUCILA, MARGALIDA, MARIVI, RICARD
El texto nos parece desconcertante .Pero así es Dios y en esa dirección quiere que caminemos.
Jesús nos pide no hacer frente a los que nos agravian, que no les respondamos con violencia. Y Él nos muestra esa otra mirada, esa otra posibilidad: La de ver a aquéllos que están traspasando nuestros límites como a otros a los que ayudar.
Esta propuesta de Jesús, nos lleva más allá, para en esta generosidad, sentir la libertad de no ser esclavos ni de los que nos atacan ni de nuestros propios sentimientos negativos. Ser libre es ya la recompensa. Porque ya no estamos siendo víctimas de una afrenta, sino que aceptamos la situación y decidimos responder libremente a ella de otro modo
Es el “ego” el que se siente ofendido, porque nadie puede ofendernos en nuestro ser profundo, que es imagen de Dios . Si nos abrimos al amor incondicional, el “ego” desaparece. Tenemos que desidentificarnos de nuestro” yo,” para sentirnos uno con el prójimo y desde esta perspectiva nos será más fácil perdonar , acompañar, caminar juntos , amar sin excepción …..
El AMOR, es la única fuerza transformadora del hombre y de la sociedad
Esto descoloca nuestra lógica humana. Porque buscar aun en medio del agravio, el bien del otro, como lo desearía para mí mismo y de forma incondicional es muy difícil .
La muerte de Jesús, es un ejemplo vivo de lo que nos dice este Evangelio. El se deja matar mansamente por algo que está por encima de todo y todos : El Reino de Dios.
El amor, propone superar conflictos, crear puentes, acercarnos, entendernos, tomar iniciativas y ofrecer comprensión, perdón y oportunidades. Es constructivo y esperanzador.
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Según iba leyendo el texto, pasaba por las fases de :Desconcierto inicial, resistencia, asombro, inquietud, desánimo, impotencia….
De amar así, como Jesus nos pide, nos sentimos incapaces .
Pero, ¿no será que si El nos lo pide, es que El sí es capaz de calentar nuestros corazones , si le dejamos?.
Desde nuestra profundidad, donde El nos habita, decirle que Si, pero de verdad .
Ser su cauce, hacia los demás hermanos, amando sin distinción….porque «la fuerza se realiza en la debilidad «….y El cuenta con ello y con nosotros
GVJ EMAÚS TEMA 31: Amad a vuestros enemigos Mateo 5,38-45
… Ante todo, y de la misma manera en que al hablar del amor al prójimo nos preguntábamos ¿Quién es mi prójimo?…Ahora , ante esta nueva sugerencia de Jesús, también tenemos que preguntarnos…¿Quién es mi enemigo?..
Bien, yo creo que una buena pista es…enemigo es aquel que te hace daño…persona lejana a ti…o cercana…pero que en un momento determinado te hirió..
¿Nos atreveremos a amar incluso a quienes nos hacen daño?
Ese es el gran reto…
… La resistencia no violenta no es fácil vivirla sin caer en la violencia ante tantos abusos en injusticias. Los ejemplos que pone Jesús no son normas sino la dinámica, el talante, el estilo y el modo de actuar de quienes quieren no entrar en la espiral de la violencia y en la estrategia de ofrecer alternativas amistosas que desenmascaren a los que abusan y comenten injusticias. La razón última de este modo de proceder que pide Jesús a sus discípulos es: Dios no es violento.
Rezo por mis enemigos, por los que me han hecho mal o daño: no les tengo rencor, ni odio, ni les deseo mal alguno, les perdono y deseo su bien. El problema es que algunos creen que han hecho bien por el mal infligido; no son conscientes del mal que han hecho y no sienten la necesidad de perdonar porque no creen que han ofendido a nadie. Lamentablemente la corrección fraterna no es fácil utilizarla sin humillar o descalificar al otro: la verdad está siempre de nuestra parte y no es fácil doblar y reconocer nuestro pecado. He ahí la causa de no reconocer el mal que hago o dejo de hacer y no pedir perdón.
Doy gracias por las personas que actúan como mediadores de conflictos (familiares, matrimoniales, laborales…) por la vía del diálogo, de la reconciliación y la paz, aun a costa del sacrificio de sus vidas…
…Que difícil es conversar y entenderse con personas que piensan exactamente lo opuesto de lo que estamos hablando. A Jesús le ocurrió lo mismo con los judíos…
… Lo más complicado es caer en la cuenta del mal que uno hace -fácilmente justificamos posturas que no ayudan a caminar juntos- y dejarse aconsejar o corregir-…
…Con respecto al perdonar. Hay gente que dice: “¡Perdono, pero no olvido!” ¿Y nosotras y nosotros? ¿Somos capaces de imitar a Dios?
…Amar a los enemigos es algo que muchas veces cuesta mucho y no nos sale de dentro amarlos sino odiarlos, ignorarlos o evitarlos.
…Jesús nos da el ejemplo. En la hora de su muerte pide perdón por sus asesinos. ¿Somos capaces de imitar a Jesús?
…No te sientes bien guardando venganza u odios hacia esa persona pero somos así nos cuesta pagar bien por mal. Pero veo que Jesús quiere liberarnos y aliviarnos para que no triunfe el mal sobre el bien. Gran sabio esté Jesús, pero qué difícil para nosotros…
…¿Qué postura adoptar al contemplar en nosotros esa mezcla extraña de nobleza y miseria, de grandeza y pequeñez, de finitud e infinitud? Entendemos el desconcierto de san Agustín, que, cuestionado por la muerte de su mejor amigo, se detiene a reflexionar sobre su vida: «Me he convertido en un gran enigma para mí mismo».
…No hagáis frente al que os agravie”.
…El camino para la maduración de esta norma es largo y penoso.. (web de Fe Adulta, Fray Marcos)
…Si no hemos llegado al amor hacia una persona cuando nos está haciendo daño, podemos tener la absoluta certeza de que todo lo que nosotros hemos llamado amor no tiene nada que ver con el amor evangélico (web de Fe Adulta, Fray Marcos)
Debemos de tomar conciencia de lo que nos une a los demás..
Que todos somos una sola cosa, y que en realidad no hay enemigo
El amor evangélico no es un instinto ni un sentimiento, por lo tanto no podemos esperar que sea algo espontáneo…(web de Fe Adulta, Fray Marcos)
…Cuando el Papa llegó a la celda de Ağca en la prisión de Rebibbia, Italia, miró al hombre que le quiso quitar la vida a los ojos, le estrechó la mano y Ağca la besó.
…Solo el bien es capaz de vencer al mal.
…Haciendo el bien…como en esta situación real que está viviendo una de nuestras compañeras…
“Solicito oración por una niña de 11, de Senegal, Madeleine. Una Fundación española se hace cargo del desplazamiento y operación de los ojos, yo la acojo durante un mes. Ha venido sola. Hoy la operan de un ojo y mañana del otro”
Esta es la forma de ir venciendo al mal…
Es verdad que esto nos parece una utopía inalcanzable. Pero es la meta que Jesús nos propone. ¿Irrealizable? Para nosotros solos, sí. Pero sabemos, creemos que ese amor “ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu que se nos ha dado”. El irá transformando “nuestro corazón de piedra en corazón de carne” y “haciendo nuestro corazón semejante al Suyo”, si le dejamos. “Todo es posible para el que cree” :
… El amor que practicó Jesús durante toda su vida….Ese, es el verdadero amor…
Me acabo de dar cuenta, me doy cuenta …de la odisea que debió ser para Jesús vivir amando como Él amó…
Y he caído en la cuenta de lo duro y penoso que debió de resultar para Él es ese camino
El memorial del amor
….Esta actitud interior de Jesús lo ha querido comunicar a los suyos, un amor que no excluye a ninguno, ni siquiera a Judas que lo va a traicionar. Por tanto si los discípulos lo llaman Señor, deben imitarlo; si lo consideran Maestro deben escucharlo.
En la vida de nuestras familias, de nuestras comunidades eclesiales ¿vamos por la vía del servicio? ¿Estamos comprometidos directamente con el servicio a los pobres y marginados?
¿Sabemos percibir el rostro de Cristo cuando pide ser servido, amado en los pobres?
… Cuánto tiempo hemos estado postrados, quietos, indiferentes? Es el mismo Jesús, el Hijo de Dios, quien nos sana y nos pone en movimiento en la dirección correcta: Jesucristo que es el camino, la verdad y la vida. Que nuestro encuentro con Jesús nos lleve a apropiarnos de su estilo de vida
CONVERSIÓN PERSONAL Y COMPROMISO
…Ante los atropellos y violaciones de los inocentes en nuestra sociedad reacciono con indignación: suelo apoyar y participo en algunas de las marchas o manifestaciones, mesas redondas o foros, pacíficas en favor de los derechos de los trabajadores, inmigrantes, sin techo, violencia a la mujer, derribos, de los sin techo…, convocadas por movimientos de iglesia o civiles. –
Todos los primeros viernes de mes de 8,30 a 9,30 de la tarde el Círculo del Silencio se manifiesta en una plaza de la ciudad para defender sin violencia y en silencio: NO A LAS LEYES CONTRA LOS INMIGRANTES.
… que nos animemos y demos ese PASO. El paso que nos haga pasar:
De la resignación a la acción ;
De la indiferencia a la solidaridad;
De la queja a la búsqueda de soluciones;
De la desconfianza al abrazo sincero;
Del miedo al coraje de volver a apostar todo por amor;
De recoger sin vergüenza los trozos de sueños rotos y volver a empezar;
De la autosuficiencia a compartir el fracaso y los éxitos;
De hacer las paces con nuestro pasado para que no arruine nuestro presente;
Y de saber que de nada sirve ser luz, si no podemos iluminar el camino de alguien.
COMPROMISO GRUPAL
Que durante todo este mes de Abril hablemos siempre con respeto de aquellas personas que nos hicieron o q nos están haciendo daño..
… hablar bien de alguien del que tengo más cosas malas por decir, eso me cuesta así que me parece bien la idea
ORACIÓN
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, que yo ponga amor.
Donde haya ofensas, que yo ponga perdón
Donde haya discordia, que yo ponga unión.
Donde haya error, que yo ponga verdad.
Donde haya duda, que yo ponga fe.
Donde haya desesperanza, que yo ponga esperanza.
Donde haya tinieblas, que yo ponga luz.
Donde haya tristeza, que yo ponga alegría.
Haz que no busque tanto el ser consolado como el consolar,
el ser comprendido como el comprender,
el ser amado como el amar.
Porque dando es como se recibe.
Olvidándose de sí mismo es como se encuentra a sí mismo.
Perdonando es como se obtiene perdón.
EL AMOR QUE «DESARMA AL ENEMIGO»
Si, a veces en la vida no queda más remedio que optar, ser fieles a nuestra conciencia, honestos a la verdad que Jesús nos ofrece, y que sólo puede hacerse creíble a través de su mandamiento de Amor y Misericordia.
Quien sigue a Jesús, no quiere estar dividido ni enfrentado a nadie, no se engaña en la apariencia, sino que busca hacer el bien, por encima de los pecados y miserias que tantas veces acompañan la condición humana.
Ocurre que los afectos y empatías, ponen un velo que no nos deja ver con justa equidad, la realidad de quienes nos resultan extraños y ajenos a todo cuanto no forma parte de nuestra vida e intereses.
Jesús nos interpela, hace «violencia» sobre nuestra pasividad e indiferencia, sobre tantos silencios cómplices, que tratan de ignorar la realidad.
Con frecuencia, ante una respuesta coherente de amor y misericordia, apelamos a la «manida» libertad, que no es tal, sino libre albedrío hacia el otro: «me cae bien, me provoca rechazo…
La paz que ofrece Jesús, está basada en mirar al otro desde mi humana y comprensiva aceptación. En el otro, debo reflejar el rostro de la Misericordia de Dios y ser ejemplo del Amor de Jesús.
Así es como la libertad, no queda condicionada ni sujeta a criterios de oportunidad y conveniencia.
Como Jesús, yo amo al otr@, no por experimentar mayor afecto sensible, sino desde la entrega y disponibilidad generosa, además de gratuíta, que me impele a salir de mi mismo-a, ayudar a vivir a quien me necesita.
Para ello, no tengo que pedir permiso, consejo, es tan sencillo como hacer verdad en mi vida, la «guerra» de Jesús, que el Papa Francisco llama a «armar lío», de manera pacífica, tolerante, justa y digna.
Espera en el Señor, sé valiente, y abre la puerta de la Misericordia.
¿Que el enemigo se enfada o molesta? No tengamos miedo, Jesús ya conoce los exabruptos, improperios e iras de los hombres. Oremos por quienes ponen dificultades, levantan «barrikadas» en nuestra vida, ahogan las aspiraciones más nobles y sinceras.
Pensemos que cuando los enemigos nos cierran el paso, tienden la «trampa» de la aparente «sin salida», las posibilidades de Dios nunca se acaban, su Amor lleno de Misericordia tiene escrito en el libro de la Vida, el nombre de los justos, hombres y mujeres que llenaron la vida de gestos de entrega y servicio, de perdón y la mano tendida, de fraterna Reconciliación.
Podemos y debemos hacer posible.
Miren Josune
Nuevamente una gran enseñanza, amad a vuestros enemigos y rezad por los que maltratan que es lo que pasa cuando se ama a un enemigo me quito el problema de que cada vez que lo veo llegue al grado de agresión y luego porque rezar por el sea hombre o mujer; también porque al hacerlo se siente la tranquilidad del alma y se hace a un lado el sufrimiento se ocupa la mente en asuntos de hacer y se evita el odio que no es bueno para el espíritu porque ese no es de Dios es un espíritu contrario que puede o paraliza y esos va en contra de Dios acción. Finalmente surte un efecto par el que pide se libera del daño y el otro lado puede seguir empantanado. Dios de corazón y con humildad te pido que cada vez que tenga o me encuentre con el enemigo recuerde tu versículo que me solicita amarlo y cuando este a solas pida por el; para que así logre acercarme a tu amistad que me ofreces. Que así sea
¿No te parecen demasiadas preguntas y muy personales para trabajar en grupo