Queridos amigos, amigas:
El pasado mes de noviembre comunicamos en esta web la finalización por nuestra parte del proyecto “Grupos de Jesús” de modo virtual, aportando nuestra reflexión sobre el último tema del proceso. Hoy, tras valorar cada compañero su experiencia personal, queremos compartiros un resumen de lo que ha supuesto para nosotros este camino de conversión, y contaros cómo vamos a continuar viviendo nuestra fe en el futuro.
El GVJ Maranatha comenzó con mucha ilusión su andadura a principios de 2016. A lo largo de estos tres años y nueve meses, tuvimos que despedir con tristeza a varios compañeros que no pudieron continuar, todos en la primera mitad del recorrido. Pero, por otro lado, el Señor nos tenía preparada una gran sorpresa, un regalo inesperado: la incorporación de las antiguas componentes del GVJ Kairós. Ya todos juntos, la mayor parte del tiempo, hemos caminado nueve compañeros de ciudades y países diferentes. Algo que no ha sido óbice para constatar la paradoja de que aun existiendo diversidad de todo tipo entre nosotros -no solo por localización geográfica sino también por características personales, edades, culturas, etc.-, somos, a la vez, muy parecidos en nuestros anhelos, preocupaciones, dudas, esperanzas… y un largo etcétera que han logrado hacer congeniar y consolidar a todas estas personas que hoy nos consideramos como auténticos hijos de un mismo Padre y amigos de Jesús. Amigo común que nos ha unido, entre otras cosas, para ayudarnos unos a otros a no decaer y a sostenernos en el amor mutuo. Esto no quiere decir que no hayamos tenido nuestros problemas, disparidad de opiniones y pequeños conflictos. Cosa normal y sana en un grupo heterogéneo, pero han sido minoritarios y siempre se han sabido solucionar de modo rápido, con diálogo, sinceridad y respeto.
El acercamiento a Jesús ha sido para los nueve compañeros una experiencia muy satisfactoria que nos ha entusiasmado, positiva y esperanzadora. Todos hemos descubierto que somos amados por “alguien” que teníamos difuso en nuestras mentes antes de comenzar el camino. “Hemos vuelto a Jesús” y, de algún modo, han cambiado nuestras vidas al aprender a “mirarnos” y a “mirar” alrededor de otra manera. Para llegar a darnos cuenta de las bondades del Señor, hemos transitado disfrutando del “paisaje” mientras aprendíamos de la vida de Jesús, de su mensaje y, cómo no, de los compañeros, que “viviendo” con ellos sus propias vivencias han hecho que nuestra fe y nuestra esperanza hayan ido in crescendo. Para todos ha supuesto, por tanto, no solo una experiencia importante y enriquecedora sino un cambio de dirección y un avance en nuestras respectivas vidas.
Y todo ello gracias a la pedagogía utilizada por Jesús, a través del proyecto que lleva su nombre, y al mantenimiento del compromiso que el Grupo adquirió al comienzo. Reflexionar la Palabra, y trabajarla, ha llegado a despertar en nosotros verdaderos deseos de desechar nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestras fragilidades, nuestras faltas de fe, y romper con todo aquello que nos impide llegar a identificarnos con Él. Poco a poco hemos ido consiguiendo algunos o muchos de estos objetivos, aunque somos conscientes de que la formación espiritual no puede detenerse, pues de lo contrario, es fácil retroceder al estar imbuidos en la vorágine de la sociedad. Nos ha quedado claro, por tanto, que nuestra vida debe girar siempre en torno a Jesús; y cuando surjan debilidades sabemos que debemos volver la mirada inmediatamente a Él.
Así las cosas, hemos de seguir avanzando, y un modo de concretarlo es transmitiendo lo aprendido con nuestra vida en nuestros ambientes; preocupándonos y ocupándonos de los demás; dando a conocer a Jesús… Esto ha de ser así de aquí en adelante. Concretamente, uno de los frutos de este Grupo ha sido la formación de un Grupo de Jesús presencial en una ciudad española.
Así pues, seguimos teniendo sed, seguimos con fuerza y mantenemos la ilusión. Tres ingredientes básicos que mantenemos desde el primer día. Pero queremos más, ya que a Jesús nunca se le termina de conocer. Hemos conseguido mucho, pero también nos falta mucho más. Por ello, hemos decidido continuar intimando con Él: Siete compañeros con la alegría de permanecer juntos, y dos muy contentos de saberse llamados a seguir las huellas de Jesús por otros senderos. Porque este camino es así, podemos ir encontrando bifurcaciones que, con la libertad que nos otorga el Señor, vamos escogiendo, pero siempre con la satisfacción de sabernos unidos por el hecho de haber compartido tantas y tantas cosas de nuestra vida y de nuestra fe. De hecho, sin ir más lejos, la última novedad es que de los siete que vamos a continuar, una compañera ha sido sorprendida recientemente por el Señor para llamarla por el camino de una misión en un país africano.
¿Y ahora qué? ¿Cómo vamos a continuar? Acabamos de iniciar la transición entre una etapa y otra, ahora nos corresponde a nosotros autogestionarnos. Para ello, hemos decidido escoger, de entre varias propuestas compartidas por los compañeros, una para continuar trabajando la Palabra de Dios y profundizar en la fe. La decisión tomada mediante votación ha sido la de trabajar la Palabra de un modo similar al que hemos venido realizando y también practicando con esa misma Palabra la Lectio divina, método que nos guiará, dispondrá a la escucha y propiciará un encuentro con el Señor mediante la lectura, meditación y oración; en aras de ir adquiriendo pequeños compromisos poco a poco. Lo vamos a seguir a través de un guion que hemos adaptado a nuestro Grupo, añadiendo dos diálogos para una mayor interactuación.
Nos faltan palabras para agradecer a José Antonio Pagola todo lo que nos ha ayudado su iniciativa pues, ciertamente, este camino lleva a Jesús a todo aquel que persevera. Agradecemos también a nuestro coordinador Mario, siempre presto, paciente, solícito y atento a cuidar de los Grupos de Jesús y, en especial, de los Grupos Virtuales. Muchas gracias de corazón ¡Que Dios os lo pague!
Y muchas gracias a todo aquel que nos haya acompañado en la sección «Participa» donde mes a mes hemos ido compartiendo con vosotros un pedacito de nuestros frutos en forma de comentarios.
No nos estamos despidiendo, aquí nacimos y aquí seguiremos vinculados, pues -como hemos comentado- vamos a seguir ahí, en la brecha. Con la buena sensación de que realmente esto ha servido para algo y que lo llevamos muy dentro, tanto que ya nunca lo olvidaremos.
Ahora, hemos de continuar… ¡Ya os contaremos!
Con afecto,
Ricard, Ana Vilma, Marivi, Margalida, Antonio,
Lucila, Isabel, Javier y Francis
Muchas gracias Mercedes, muchas gracias Grupo Galilea.
Sí, ya nos «veremos» por aquí, como de costumbre. Y ahora mucho más, pues «la familia» empieza a crecer y tenemos muchas aportaciones, por parte de todos los compañeros que vienen empujando, de las que nutrirnos. Ya somos muchos Grupos de Jesús… ¡¡Y cada vez más!! Este ascenso no nos lo podemos perder.
Abrazos también para todas vosotras desde el Grupo Maranatha.
Querido Grupo Maranatha: :A vosotros también muchas gracias por esta reflexión tan completa y tan bonita y por esa despedida que no es un adiós sino un hasta siempre …»Seguir en la brecha con la buena sensación de que realmente esto ha servido para algo y que lo llevamos muy dentro, tanto, que nunca lo olvidaremos»
Claro que es hora de continuar y que ya nos contaremos.
Seguiremos pues, en contacto
¡¡Un fuerte abrazo a todo el grupo Maranatha desde este grupo Galilea !!