El llanto de Dios
Huyendo de la horrible guerra,
el hambre, la miseria, la muerte,
el corazón encogido de miedo,
los ojos cegados por el llanto.
Pies cansados, desnudos,
cubiertos de polvo, lluvia y barro,
heridos por afilados guijarros,
de un camino intransitable.
Niños abrazados a sus madres,
bajo el cobijo de su amor,
asidos al calor de sus pechos,
buscando el alimento.
Mujeres llevando a su espalda,
la pesada carga que les queda,
de su vida rota, desnuda, vacía,
el hogar que dejaron atrás.
Ancianos, ancianas con el paso lento,
temblando de frío y angustia,
del temor calando sus huesos,
haciendo su último esfuerzo.
Hombres aferrados a la vida,
abriéndose un camino incierto,
sudor, fatiga y árduo trabajo,
la pena por lo que dejaron.
Y el grito que sube hasta el cielo,
cual lamento triste y desgarrado,
del cruel sufrimiento,
clamando piedad y consuelo.
Están ahí, agotados, sin fuerzas,
al otro lado llaman, esperan,
que abramos fronteras y puertas,
donde por fin dormir, un sueño de amor.
Miren Josune
Los Grupos de Jesús queremos ser bálsamo de amor que cure las heridas de la crueldad humana, El amor y la misericordia son los mejores antídotos contra el mal.
En el Gólgota crucificaron a dos hombres junto a Jesús: uno pidió perdón y se arrepintió, el otro renego de la misericordia de Dios,
Hemos de dejar el juicio de Jesún para el momento definitivo de nuestra vida. Entonces escucharemos nuestra propia justificación o condena,
Aquí y ahora nos toca escoger la libre opción: el mal o el bien, ¡benditos o malditos! Jesús nos recuerda a sus seguidores-@s: NO TENGÁIS MIEDO, PERMANECED EN MI AMOR,
Sentimiento actual, es un llamado a abrir nuestras puertas a este torrente de familias que huyen de la destrucción; pero cómo saber si en este torrente vienen también lobos disfrazados de corderos? Que Dios nos ilumine y nos conceda el Don del Discernimiento para evitar el paso a esos lobos disfrazados