Yo, como Marta, he de darte
con entusiasmo mi acción.
Como María, contemplarte
y elegir la mejor parte,
a los pies de mi Señor.
Acción y contemplación.
En mi paso por la vida,
llevaré juntas las dos,
porque yo sé que me pides
mi trabajo y mi sudor,
y el corazón en ti puesto
como lo exige el amor.
Ser activa como Marta,
trabajar por los demás,
sin reparar el esfuerzo
que ello me pueda costar.
Como María, estar atenta
a lo que quieras de mí.
Saber sentarme a tu lado.
Silencio, calma, oración
que llene tu Presencia
y que me inunde tu Amor.
Que me nutra y fortalezca
al estar cerca de ti,
para poder, cuando quieras
hacia los demás partir.
Creo, Señor, que me dices
que tú me quieres pedir
ser Marta para los otros
y María para ti…
Yo quiero aprender a ser
Marta para los demás.
¡María, solo con él!
Mercedes Castellano
GVJ Galilea