Los materiales de profundización son una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en cada uno de los temas del proceso de Grupos de Jesús.
Lo ideal es poderlos leer y meditar una vez que ya se ha trabajado en el grupo el tema al que estén referidos, en este caso, el tema 22, o al menos con posterioridad a haber realizado la primera reunión (Acercamiento al evangelio), de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no distorsionen ni metan ruido en nuestra propia reflexión y meditación personal y grupal.
Mario González Jurado
Coordinador web Grupos de Jesús
Tema 22: Dichosos los pobres
FELICIDAD AMENAZADA
Empezamos a experimentar que la felicidad no está en el puro bienestar. La civilización de la abundancia nos ofrece medios de vida, pero no razones para vivir. La insatisfacción actual de muchos no se debe solo ni principalmente a la crisis económica, sino ante todo a la crisis de auténticos motivos para vivir, luchar, gozar, sufrir y esperar.
Hay poca gente feliz. Hemos aprendido muchas cosas, pero no sabemos ser felices. Necesitamos de tantas cosas que somos unos pobres necesitados. Para lograr nuestro bienestar somos capaces de mentir, defraudar, traicionarnos a nosotros mismos y destruirnos unos a otros. Y así no se puede ser feliz.
¿Y si Jesús tuviera razón? ¿No está nuestra «felicidad» demasiado amenazada? ¿No tenemos que buscar una sociedad diferente cuyo ideal no sea el desarrollo material sin fin, sino la satisfacción de las necesidades vitales de todos? ¿No seremos más felices cuando aprendamos a necesitar menos y compartir más?
José A. Pagola, Lucas, 196-201
ASUMIR NUESTRA RESPONSABILIDAD
La sociedad del consumo y de la libertad se está convirtiendo en la sociedad de las adicciones que predica un modelo de “éxito en la vida” en el que se aplaude la posesión y acumulación de bienes materiales por encima de los valores humanos, la salud y la vida misma. Ese modelo llega hasta el punto de infravalorar o penalizar a quienes hacen una renuncia al “éxito” en favor de los demás.
El mundo ha entrado en una espiral perniciosa: para mantener el espejismo es necesario nuevas distracciones, nuevos modelos de coches o teléfonos, nuevos inventos, nuevos partidos políticos, incluso nuevas parejas. Y mantener esta mentira tiene un precio: la mano de obra barata, la extracción de minerales, el cambio climático, etc.
Pensando en tomar parte de nuestra responsabilidad individual, se nos ocurren algunas posibilidades:
– Responsabilidad en informarnos con buen criterio e informar a los demás, en especial a los hijos.
– Responsabilidad política, exigiendo a quienes nos representan que tomen medidas efectivas.
– Responsabilidad en el consumo propio, evitando el despilfarro y otra serie de hábitos insostenibles desde el punto de vista global.
Grupo Virtual de Jesús “En camino”
REACCIÓN ANTE LA IMPOTENCIA
Cuando veo tantas noticias sobre el hambre en el mundo, las graves tragedias que ocurren…, los migrantes que se lanzan al mar… me sobrecoge el corazón y me siento impotente.
Primordial me resulta revisar mi vida personal y familiar para llevar una vida más austera, menos consumista, para así compartir y repartir todos los bienes que se me dan con mis hermanos y hermanas menos afortunados que yo.
Estoy siempre, denunciando a los políticos, locales y nacionales que no solo no hacen nada, sino que permiten que los Bancos echen de sus viviendas a familias enteras, porque quieren sus casas para los fondos “buitres”.
Colaboro con Cáritas ayudando a inmigrantes…
He dedicado muchos años de mi vida a formar personas comprometidas con el prójimo…
Grupo Virtual de Jesús “Tabor”
PUEDO SER MÁS SOLIDARIO CADA DÍA
Todavía me falta mucho para ser un pobre como lo quiere Jesús. Hay muchas cosas materiales a las que no quiero renunciar y que, sin la ayuda divina, tampoco seré capaz. Por lo tanto, al leer estas bienaventuranzas siento necesidad del perdón de Dios y de su ayuda para cambiar en mí todas las actitudes de riqueza que subsisten en mi vida. ¡Claro que puedo y debo mejorar para ser más solidaria! Mis inquietudes para colaborar en la construcción de un mundo más humano y agradable me han ido llevando a lo largo de mi vida a diferentes formas de colaboración.
Los de nuestro grupo no somos pobres. Vivimos bajo techo, no pasamos hambre, tenemos las necesidades cubiertas. De ahí nuestra responsabilidad para no dormirnos en los laureles y estar alertas y activos en la construcción de un mundo mejor.
Grupo Virtual de Jesús “Misericordia”
LAS BIENAVENTURANZAS NOS SACAN LOS COLORES
Las bienaventuranzas nos “sacan” los colores. El viaje que hemos iniciado en el grupo espero que, más pronto que tarde, hará que veamos con más claridad, que seamos más conscientes de cómo tenemos que ser.
Hace unos días leí una frase que usan los componentes de la tribu Ibo de Nigeria: “El que da es el corazón; las manos solo entregan.” Reflexionando, me di cuenta de la profundidad que la frase encierra y de su plena aplicación hoy en día.
Comprender y aceptar que lo que nos dice el evangelio de Lucas es que nos compadezcamos, que sirvamos, que ayudemos, que nos acerquemos, que compartamos con nuestros hermanos que carecen de lo básico, lo esencial.
Grupo Virtual de Jesús “Maranatha”
JESÚS ME RECUERDA CON QUIÉN TENGO QUE IR
Cuando leemos pasajes del evangelio de Jesús, como este de las Bienaventuranzas u otros también de una cierta dureza, tendemos a justificarnos si no somos muy buenos cumplidores, o a interpretarlos como a nosotros nos viene mejor. Es que esto quiere decir… (como a mí me interesa).
Jesús no me abandona y me acompaña día a día, momento a momento, para que no me olvide de que seguirle a él es ir con los que lloran, pasan hambre, los pobres, los olvidados de este mundo. Es cierto que se me olvida, pero en cuanto le hago presente, me lo recuerda. Eso me da tranquilidad. Puede que no llegue a la santidad, pero tampoco dejo mis obligaciones para con los últimos, porque él no me deja. Cuanto más le haga presente en mi día a día, menos me olvidaré de esto.
Grupo Virtual de Jesús “Caná”
CONSTRUIR UN FUTURO NUEVO
A todos nos ha cuestionado profundamente la primera Bienaventuranza, porque nos damos cuenta de que el único camino para ser dignos de llamarnos cristianos es estar al lado del pobre y además reconocer nuestra pobreza radical: todo lo necesitamos de Dios.
No es que las bienaventuranzas anuncien soluciones a problemas, ni consuelos fáciles, pero nos recuerdan la esperanza en un futuro nuevo por el que ponerse a trabajar.
Y no son promesas lejanas, porque, en cuanto se empiezan a poner en práctica y se vive con esos criterios, algo de eso que está por venir se empieza a hacer presente, acompañado de una gran libertad interior, en medio del mundo en que vivimos.
Grupo Virtual de Jesús “Galilea”