Queridos amigos, amigas de Grupos de Jesús:
Aunque los GVJ en esencia son como cualquier Grupo de Jesús que se reúna presencialmente, constatamos que tienen algunas peculiaridades que conviene tomar en cuenta para tratar de que la experiencia sea lo más positiva posible.
Nos pareció que podía ser una buena idea crear un espacio de «reflexión compartida», que no interfiriera en exceso con el proceso y el trabajo de cada grupo, pero que nos permitiera a todos expresar nuestras inquietudes, las dificultades que nos vamos encontrando por el camino, las soluciones que vamos ideando para tratar de resolverlas, y que toda esta reflexión la pudiéramos intercambiar para enriquecimiento mutuo.
El primer proceso de reflexión compartida de los GVJ se realizó entre octubre de 2016 y febrero de 2017. En él participaron los GVJ Galilea, Emaús, Caná, Kairós, Misericordia, Maranatha, Nazaret y Effetá, a través de sus coordinadores, siguiendo la metodología que previamente consensuamos para ello.
Durante algo más de dos meses, cada grupo estuvo compartiendo en torno a esta «agenda de cuestiones»:
Situación de nuestro grupo
- ¿Cuántas personas lo componemos? ¿Está siendo un número suficiente para vivir bien la dinámica?
- ¿Qué ritmo llevamos habitualmente (cuánto tiempo empleamos en trabajar un tema)? ¿Nos está resultando bien?
- ¿Estamos satisfechos con nuestro grado de comunicación? ¿Qué retos tenemos al respecto?
- ¿Cómo abordamos la situación de aquellas personas que no participan habitualmente o de manera muy irregular?
Desarrollo de la metodología
- ¿Hay algún aspecto de la metodología que nos esté resultando más complicado vivir?
- ¿Echamos en falta algún aspecto en particular?
- ¿Hemos incorporado alguna iniciativa propia que creamos interesante para los demás grupos?
Otras cuestiones…
- ¿Cómo aprovechar el contenido de las aportaciones a la web de los distintos grupos?
Posteriormente, pusimos en común nuestras reflexiones grupales y establecimos un diálogo para comprender mejor la situación que los GVJ viven en relación con estos temas y tratar de encontrar nuevos caminos que faciliten una mejor y más profunda vivencia del proceso.
Os compartimos a continuación las conclusiones centrales y las sugerencias realizadas, como fruto de esta reflexión compartida:
Conclusiones de la reflexión compartida
- Estos grupos “virtuales” implican un reto adicional para participar en ellos, por los diferentes niveles de implicación y ritmos de sus miembros, que se puede magnificar por la distancia o la ausencia de contacto personal.
- Es de destacar la capacidad de adaptación de la mayoría y el deseo de permanecer, seguramente fruto de la presencia del Espíritu de de Jesús, que nos lleva también a querer ayudarnos a superar juntos nuestras dificultades.
- Todos los grupos virtuales acaban encontrando un ritmo de trabajo que suele ser adecuado a sus necesidades y conforme a la propuesta metodológica. En algunos casos, no se marca suficientemente la diferencia entre el acercamiento al evangelio y el acercamiento a la vida en cada tema.
- En los grupos virtuales se suele conseguir un nivel de comunicación muy profundo, así como un grado de introspección personal grande, que lo facilita la menor inmediatez que tienen las reuniones, extendidas a lo largo de los días, en lugar de un par de horas concretas, como ocurre en un grupo presencial.
- El número de personas en varios grupos es menor del ideal para mantener una rica interacción.
- Los grupos virtuales sienten la web como un espacio de encuentro con los demás grupos y lo materializan, entre otros modos, a través de su aportación al final de cada tema.
- No obstante, hay que estar atentos a no delegar en exceso en el coordinador la tarea de la aportación a la web para poderla sentir como algo de todos.
- Se percibe la necesidad de cuidar momentos informales de comunicación y conocimiento, además de los que provee la propia reunión.
- Es preciso encontrar un ritmo adecuado de comunicación entre los grupos para que, iniciativas como esta, no acaben siendo una carga o una rémora, que nos lleve a hablar demasiado sobre nosotros mismos en lugar de avanzar en el proceso, sino algo que podamos valorar positivamente, por el enriquecimiento que conlleva.
Sugerencias generales a los grupos virtuales
- Plantearse la posibilidad de incorporar nuevos miembros o incluso la fusión de dos grupos que estén en una situación precaria en cuanto a número y que vean que necesitan reforzar la participación. Esto, como es lógico, será iniciativa de cada grupo y en diálogo con otro grupo con el que se quiera fusionar, si se considera oportuno.
- Plantearse momentos de evaluación (al año, o al semestre, o al terminar cada una de las siete etapas del proceso de Grupos de Jesús) en las que cada grupo pueda revisar todas estas cuestiones sobre las que estamos hablando.
- Valorar la conveniencia de utilizar grupos de washapp, grupos cerrados de facebook, u otros, para favorecer una comunicación inmediata, más personal y en directo, que complemente nuestra relación más pausada y reflexiva a través del email.
- Comunicarse por email con el resto de compañeros y compañeras de grupo también por otros motivos, además del de la reunión, que fortalezcan nuestros lazos de cercanía: cumpleaños, celebraciones eclesiales, determinadas situaciones sociales, artículos de interés…
- Montar encuentros informales, si las circunstancias lo permiten, esto es, si hay un determinado número de miembros del grupo que viven relativamente cerca.
- Aprovechar los documentos-resumen de “contenidos” y de “oración” que se están incluyendo en cada uno de los temas en la web, y que pueden ayudar a ampliar nuestra propia reflexión con la de otros grupos y personas que la hicieron anteriormente.
Como conclusión de este proceso de reflexión compartida, se hizo un listado de «nuevas propuestas de diálogo», que reúnen cuestiones sobre las que se siente necesidad de hablar y reflexionar en conjunto. Nos dimos unos meses de descanso y, nuevamente, hemos iniciado un segundo proceso de reflexión compartida, a partir de dos cuestiones de especial relevancia en estos momentos para los GVJ.
Este proceso de intercomunicación ha dejado varios aspectos positivos:
- El hecho en sí de ponernos a reflexionar y evaluar algunas de nuestras dinámicas y formas de proceder.
- La riqueza de poderlo compartir con grupos que están en una situación similar.
- La posibilidad de conocernos mejor que ha facilitado, por ejemplo, la fusión de algunos grupos virtuales cuyo número se había mermado.
- La búsqueda de respuestas para algunas de las dificultades que nos vamos encontrando.
Entendemos que este proceso de reflexión compartida y de evaluación de lo que vamos viviendo es de gran utilidad para todos. Nos consta que muchos Grupos de Jesús los llevan a cabo de un modo u otro. Incluso desde la web Grupos de Jesús se promovió un proceso de evaluación a finales de 2015, en el que participaron muchos grupos, y cuyos resultados se publicaron en la web: Informe del cuestionario de evaluación de Grupos de Jesús
No podemos sino animar, desde aquí, a que todos aquellos grupos individuales o conjuntos de grupos que habéis hecho algún proceso de evaluación o de reflexión, os animéis a ponerlo en común en la web para que nos enriquezcamos todos y favorezcamos que este proceso de Grupos de Jesús sea cada día más útil y provechoso para todos.
Mario González Jurado
Coordinador web Grupos de Jesús
Gracias Mario una vez más por tu buena disposición y la ayuda que tenemos para seguir el camino.
Gracias a todos los coordinadores porque es mucho el trabajo y el esfuerzo que hacer por bien de todos.
El grupo Galilea reflexionará sobre los temas tratados con la finalidad de que vuestro esfuerzo sirva para mucho.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias, Mario, una vez más por tu esfuerzo personal y entrega a nuestros Grupos Virtuales
Seguimos en camino, y esto de los procesos de reflexión crea unión entre los diversos grupos e interés por mejorar e ir solventando en lo posible las dificultades que pueden surgir.
En ello estamos… Y con la ilusión renovada de seguir, como hasta ahora, de la mano del Maestro de Nazaret.
UN ABRAZO