Puesta en marcha de un Grupo de Jesús
Primeros pasos
Para tomar parte activa en estos Grupos de Jesús no se requiere una preparación especial. Basta con que un grupo de personas quiera hacer la experiencia de escuchar juntos el Evangelio para volver a Jesús.
No es necesario que sean practicantes. Pueden comenzar el recorrido creyentes convencidos, personas menos creyentes e incluso algunos que andan buscando un sentido a su vida y se sienten atraídos por Jesús. Él está en el corazón de todos, despertando nuestra fe y el deseo de una vida más digna.
Lo pueden acoger todos: los sencillos y los ignorantes, los que se sienten perdidos y los que viven sin esperanza. Ha de alegrarnos saber que en varios grupos ya ha habido personas que han recibido el bautismo.
El compromiso de crear un Grupo de Jesús
Un Grupo de Jesús nace cuando hay personas que se comprometen a crearlo. Hemos de tomar conciencia de que el grupo lo creamos entre todos, y de que todos hemos de sentirnos también responsables de su desarrollo en el futuro.
Por eso, desde el comienzo, nos comprometemos a asistir con fidelidad a las reuniones, y a hacerlo con puntualidad. Y también, como es natural, a preparar con responsabilidad cada encuentro y a tomar parte activamente en él.
El nacimiento de los Grupos de Jesús
En estos momentos, los grupos están siendo promovidos, de ordinario, por presbíteros, religiosos y religiosas o misioneros que ven en los Grupos de Jesús una propuesta realista y evangélica para revitalizar y renovar sus parroquias, movimientos o asociaciones en estos tiempos de incertidumbre.
Hay también comunidades de diversa índole que utilizan el contenido del libro y lo adaptan a su proceso y dinámica habitual. Así se vienen organizando retiros parroquiales, charlas cuaresmales, jornadas para profesores de Religión…
No hemos de inquietarnos por el temor a perder nuestra identidad. En la Iglesia de hoy hemos de aunar mucho más nuestras fuerzas. Lo importante no es que haya Grupos de Jesús, sino que se difunda y contagie la fuerza renovadora de Jesús y de su Evangelio.
La iniciativa de los laicos
Hemos de alegrarnos de que poco a poco empiezan a ser cada vez más los Grupos de Jesús que nacen promovidos por laicos, hombres o mujeres. Hemos de acoger este hecho con alegría. Estoy convencido de que, en el futuro, a medida que vaya disminuyendo el número de presbíteros, serán sobre todo mujeres y hombres laicos del pueblo de Dios los que se movilizarán para constituir y animar Grupos de Jesús.
No hemos de pensar en grupos grandes y complejos. La mayor parte de los grupos hoy en marcha consideran que el número ideal de participantes ha de estar entre diez y doce personas. Un número más pequeño y, sobre todo, un grupo demasiado grande encuentran dificultades para desarrollar esta propuesta.
La experiencia nos dice que hemos de pensar en grupos vivos, pequeñas células que se comunican con confianza y se mueven con agilidad para concretar sus compromisos.
La importancia del coordinador
Para coordinar el Grupo de Jesús no es necesaria la presencia de un presbítero o de un religioso o religiosa. Pero es absolutamente necesario que alguien asuma la responsabilidad de coordinar y animar el grupo. No es indispensable que sepa más que nadie. El grupo no se reúne para escuchar al coordinador – hombre o mujer–, sino para escuchar juntos a Jesús, que nos habla desde el Evangelio.
La principal tarea del coordinador es velar para que se desarrolle correctamente el proceso, asegurando que todos tomen parte en un dialogo amistoso, con respeto mutuo y de manera positiva; que se escuche el Evangelio; que se cree un clima de oración y de conversión a Jesús, siguiendo así los diversos pasos de la reunión.
Con frecuencia, puede ser más práctico y llevadero designar más de un coordinador y, sobre todo, cuidar de que este papel no lo ejerza la misma persona a lo largo de todo el proceso.
Para el desarrollo de su tarea es conveniente y deseable que estas personas se sientan comprometidas a vivir un proceso de conversión a Jesús, que asuman su responsabilidad como un servicio a la Iglesia en estos tiempos difíciles, que conozcan bien la propuesta de los Grupos de Jesús y su metodología, y que sepan escuchar, dialogar y animar al grupo en los momentos de desaliento.
Antes de comenzar el recorrido
El primer encuentro del grupo
Antes de iniciar el recorrido es conveniente organizar un primer encuentro para tomar contacto entre los participantes y conocer lo que nos anima a unos y otros a crear este Grupo de Jesús.
En este primer encuentro podemos concretar entre todos el lugar más adecuado para encontrarnos, la periodicidad de las reuniones y su duración.
Puede ser orientador saber que los grupos actualmente en marcha se reúnen de ordinario quincenalmente y que su encuentro no sobrepasa las dos horas. Reunirse cada semana puede hacer más difícil dedicar el tiempo requerido para el trabajo personal previo a la reunión, siendo así que este trabajo es indispensable y fundamental en todo proceso de conversión.
También se puede informar sobre la adquisición del libro y sobre la importancia del contacto con la web Grupos de Jesús.
Conviene también pensar en la persona más idónea para asumir el servicio de coordinación.
Como es natural, los que deseen tomar parte en un «Grupo Virtual de Jesús» recibirán orientaciones desde la web.
El conocimiento de la propuesta de los Grupos de Jesús
Después del primer encuentro y antes de comenzar el recorrido y abordar el primer tema, es absolutamente necesario dedicar al menos un par de encuentros a conocer bien la identidad de los Grupos de Jesús, su servicio a la renovación evangélica de la Iglesia en estos momentos, la metodología y la dinámica de las reuniones.
Para ello se puede utilizar la «Presentación» de los Grupos de Jesús que se hace en el libro (también disponible en las secciones Inicio y Metodología de esta web).
Si no ha sido designado todavía el coordinador, es el momento de hacerlo para comenzar ya el recorrido.
Utilización del libro Grupos de Jesús
Para hacer su recorrido, el grupo cuenta desde el comienzo con la ayuda de este libro. En él encontrarán los participantes todo lo necesario para vivir su proceso.
El recorrido tiene siete etapas:
1. Reunidos en el nombre de Jesús
2. El camino de Jesús
3. La Buena Noticia de Dios
4. Rasgos de Jesús
5. Grandes llamadas de Jesús
6. Llamados a seguir a Jesús
7. Enviados por Jesús, el Resucitado
En cada uno de los cuarenta temas del recorrido se trabaja un texto evangélico. A los participantes se les ofrece:
-una guía de lectura para abordar el tema concreto;
-algunas preguntas para descubrir entre todos el mensaje del texto evangélico;
-un comentario sencillo para captar mejor su sentido profundo;
-sugerencias para motivar la conversión de cada cual;
-pistas para estimular el compromiso del grupo para abrir caminos al proyecto del reino de Dios;
-sugerencias para la oración personal y la del grupo.
La relación con la web Grupos de Jesús
Esta web nació desde el principio para facilitar, junto con el libro, la buena marcha de los grupos. De hecho, la experiencia de estos cuatro años nos está descubriendo cada vez más lo importante que es para los grupos que conozcan la web y todo lo que les puede aportar.
Los objetivos principales de la web son:
1. Difundir y dar a conocer el proceso de los Grupos de Jesús.
2. Facilitar la creación de nuevos grupos tanto presenciales (los participantes se reúnen en un lugar) como virtuales (los participantes se relacionan por Internet).
3. Ser el punto de encuentro de los Grupos de Jesús de todo el mundo. Estamos viendo que el servicio de la web está fortaleciendo los lazos entre los grupos, promoviendo el enriquecimiento mutuo y la apertura de horizontes más allá de cada grupo.
Durante su proceso, los grupos pueden encontrar en la web, entre otras, las siguientes ayudas:
-El Boletín informativo mensual con noticias de los grupos, temas de interés, avisos…
-Recursos pastorales para profundizar en temas relacionados con el proceso.
-El «Banco de oraciones» aportadas desde los grupos.
-Vídeos y conferencias sobre los Grupos de Jesús.
-El servicio «Buenas Noticias», desde el que se envía semanalmente el comentario al texto del evangelio de cada domingo en castellano, vasco, gallego, catalán, inglés, francés, italiano y portugués.
Por otra parte, la web ofrece la posibilidad de participar con comentarios personales y grupales en todo lo que en ella se publica. Pueden resultar particularmente útiles los comentarios que se vierten en cada uno de los cuarenta temas del proceso, pues aportan un plus de experiencia compartida a la reflexión personal y grupal que van haciendo los grupos.
Durante el recorrido
Doble compromiso
Para un buen desarrollo del proceso es necesario un doble compromiso en el que todos los participantes hemos de sentirnos responsables y solidarios.
En primer lugar, nos comprometemos a preparar lo mejor posible la reunión: la buena marcha del grupo y su crecimiento va a depender, en buena parte, del trabajo personal que hagamos cada uno en casa, antes de venir al encuentro; el grupo nos da lo que le aportamos cada uno.
En segundo lugar, nos comprometemos a tomar parte activa en la reunión; no todos tenemos la misma facilidad para hablar y dialogar, pero todos venimos al encuentro a aportar con toda sencillez, no solo a recibir. El grupo camina haciéndonos el bien los unos a los otros.
Cambio personal y compromiso del grupo en algún campo
Estos son dos objetivos importantes que hemos de cuidar. Si atendemos a la experiencia de estos años, bastantes grupos subrayan la importancia del compromiso personal, pero en otros muchos se deja como aspecto para trabajar cada uno por su cuenta. Lo importante es que ningún participante descuide su cambio personal, pues corre el riesgo de hacer el recorrido como mero espectador. Naturalmente, la concreción de la conversión personal es trabajo de cada cual, pero nos hace bien a todos compartir en el grupo las preguntas y animarnos unos a otros a dejarnos interpelar por Jesús.
En cuanto al compromiso del grupo para colaborar en el proyecto de Jesús en algún campo determinado, hay grupos que han concretado algún compromiso para actuar en la propia parroquia, para ayudar económicamente a alguna ONG, para tomar parte en alguna campaña… Sin embargo, hay bastantes que no llegan a concretar ningún compromiso grupal, bien porque las personas ya los tienen, bien porque no ven factible hacerlo. Es necesario aclarar que, aunque en cada tema se sugieren pistas para concienciarnos y abrir nuestro horizonte a un compromiso evangelizador, lo normal es que cada grupo solo llegue a perfilar a lo largo del proceso dos o tres campos que, tal vez, podrán hacer realidad al término de su recorrido.
La creatividad de los grupos
Observamos con alegría que cada vez son más los grupos que, por propia iniciativa, hacen la evaluación de la marcha del grupo al terminar una etapa o cada año.
Casi siempre lo celebran con un encuentro festivo y, si es posible, comparten juntos la eucaristía. Todo esto fortalece los lazos de los participantes y enriquece el proceso del grupo.
También es alentador ver cómo los grupos de una misma ciudad o de pueblos de una misma zona han comenzado a promover el conocimiento mutuo organizando encuentros de los Grupos de Jesús. Estas experiencias, nacidas espontáneamente, pueden alentar mucho a los participantes.
Podemos consultar las propuestas Al término del recorrido en «Dónde queremos llegar», dentro de la sección Inicio de esta web.
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