El compromiso
En este capítulo tan importante de la vida cristiana, como es el compromiso, hemos querido separar los planteamientos personales de los colectivos o grupales, aunque en innumerables ocasiones no se pueden diferenciar tan claramente.
Sin duda es importante constatar: primero, si vamos percibiendo un cambio en los distintos órdenes de nuestra vida; segundo, si la propuesta de Grupos de Jesús favorece realmente que crezca nuestro compromiso como seguidores suyos.
A continuación, presentamos las preguntas que conforman este apartado y una explicación de las distintas respuestas recibidas.
7. ¿Solemos concretar algún compromiso para nuestro cambio personal? ¿Evaluamos más tarde nuestros esfuerzos de alguna manera en el grupo o queda más bien en el ámbito de lo privado de cada uno?
En este capítulo hay división de experiencias. Hay grupos que no tocan de manera concreta el tema del compromiso personal, sino que lo dejan como un terreno que cada uno ha de abordar. Otros grupos sí abordan esta cuestión, es decir, dejan un espacio para que los distintos componentes del grupo expresen sus compromisos personales. Y, algunos grupos, además de hacer esto, dan seguimiento al cumplimiento de estos compromisos personales en el propio marco de sus reuniones e incluso los evalúan.
En aquellos grupos en los que no se aborda de manera explícita el tema del compromiso o se deja en la esfera de lo personal, se percibe un cambio real en las personas que lo componen. Esto se ha expresado de diversas formas:
- Observamos que las personas van madurando en la fe.
- Vamos entendiendo que estamos siguiendo a Jesús como grupo.
- Vamos teniendo una mayor amplitud de miras y nos vamos liberando.
- Se va notando en todos un cambio en la forma de ver y de vivir la vida.
- Vamos percibiendo los cambios en cada uno: en la manera de hablar con Jesús, en nuestra visión de Dios Padre, en la visión de una iglesia comprometida con la gente. También vamos sintiendo que el proceso nos hace salir de nuestros pequeños círculos.
8. ¿Logramos formular también compromisos colectivos para actuar como grupo en nuestras parroquias, en nuestras familias o en los diferentes ámbitos de la sociedad y de la vida?
Hay bastantes grupos que no se formulan compromisos colectivos. Las razones son bastante coincidentes y las podemos reducir a tres:
- Aún no se está consiguiendo por el propio proceso del grupo y de las personas que lo forman.
- No se estima necesario porque ya los miembros del grupo tienen compromisos anteriores, en la parroquia o en diversos colectivos.
- No resulta factible porque las personas que forman el grupo viven muy alejadas como para poder tener un compromiso común. Este es el caso también de los Grupos Virtuales.
También hay un buen número de grupos que sí están pudiendo plantearse compromisos grupales. Aquí hay iniciativas muy variadas: formulación de un proyecto de vida cristiana; colaboración en Cáritas; colaboración con causas sociales; visitas a enfermos; preparación de celebraciones litúrgicas en la parroquia; celebración mensual con otros Grupos de Jesús; con los padres de familia en el Colegio; elaboración de un libro de oraciones para rezar en comunidad…
9. ¿Queremos sugerir algún tipo de compromisos que pueda interesar a otros grupos?
En esta última pregunta del apartado del compromiso, reunimos diversas sugerencias que se han recibido:
- Poder llevar a otros grupos de nuestras parroquias y de otros lugares esta experiencia de conversión a Jesús que se plantea en Grupos de Jesús.
- Ser monitores de nuevos Grupos de Jesús que se puedan promover.
- ¿Alguna celebración de Grupos de Jesús de una determinada zona o país?
- El grupo de personas LGTB invita a los demás grupos a conocer realidades cristianas como la suya.
- Comentar cómo vivimos esta dinámica del compromiso en los distintos Grupos de Jesús.
- Orar de modo abierto con el resto de la parroquia, e incluso en toda la diócesis.
- Apoyar iniciativas como las de la cooperativa Proyecto Madres, en beneficio de hogares con recursos escasos (Río Tercero, Colombia).
- Revisar nuestros hábitos de consumo y preguntarnos si necesitamos tantas cosas para vivir.