Reflexión sobre «la búsqueda»:
últimos temas de la 1ª etapa de Grupos de Jesús
Lo primero es buscar: no algo, sino a alguien.
Empezamos a darnos cuenta de lo poco que creíamos en Él y de lo mal que habíamos entendido hasta ahora, muchas cosas.
Vivir como Él: como Jesús, de a poco y entre todos, cada uno a su tiempo y manera…, nos va despertando.
La fe como un granito de mostaza: necesitamos una fe viva y fuerte en Jesús. Es urgente poner a Jesús en el centro. Recuperar ese fuego de los primeros seguidores. (En lo personal, este Grupo me ayudó a encender ese fuego, esa pasión por Dios y su compasión).
Buscaba a Jesús y me di cuenta que sola no podía y descubrí que tengo que buscarlo también en el otro, en mi prójimo. Alguien dijo en este grupo: «Busqué a Jesús, y él ya me había encontrado».
Luego, ese silencio que surgió después de la pregunta: «¿Y el cuerpo? ¿No está más?». Todo quedó resonando y entonces la inquietud en cada uno: ¿verdaderamente creemos en su resurrección?
Una cosa es creer en Jesús y otra es creerle. Vana sería nuestra existencia, si no creyéramos. Aunque sea un misterio tan grande que ni sus discípulos pudieron entenderlo en su momento… especialmente Tomás.
Mas quien camina con amor, quien vive con verdad, ya ha encontrado al Padre.
Dijo: «Yo soy el camino»: La manera de vivir, la dirección del alma, la forma de caminar en la vida, el sendero hacia la unión con Dios, la encarnación del camino correcto.
«Yo soy la verdad»: Lo real, lo que no cambia.
«Yo soy la vida»: La energía divina que no cambia y permanece.
Solo Dios pudo correr la piedra de la muerte, con la resurrección de su hijo Jesús y conseguir para nosotros la vida etern.
Lo importante del mensaje del joven con vestiduras blancas es que: «Ha resucitado, Él no está aquí».
Gloria
Grupo de Jesús San Marcos Sierras
31 de octubre de 2025








