Marcos 1,9-11
Por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea para ser bautizado por Juan en el Jordán.
En cuanto salió del agua vio rasgarse los cielos y al Espíritu descender sobre él como una paloma.
Se oyó entonces una voz desde los cielos.
—Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.
- Ver el contenido de las dos reuniones de este tema en el libro Grupos de Jesús, de José Antonio Pagola
Primera reunión: Acercamiento al Evangelio
– Guía de lectura
– Acercamiento al texto evangélico
– Comentario
Segunda reunión: Acercamiento a la vida
– Conversión personal
– Compromiso en el proyecto de Jesús
– Sugerencias para la oración
Banco de oraciones
En este enlace tienes a tu disposición oraciones que han compartido Grupos de Jesús y otras personas, tras reflexionar y meditar este tema 9. Esperamos que te ayuden a profundizar en tu propia oración o en la de tu grupo.
Materiales de profundización
En este enlace tienes a tu disposición una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en el tema 9 de Grupos de Jesús.
Te sugerimos que los leas y medites una vez que hayas trabajado el tema, de modo que estas ideas y reflexiones compartidas no condicionen tu propia reflexión y apropiación del Evangelio.
Tema 9
Impulsado por el Espíritu de Dios.
Marcos 1,9-11
Jesús en la fila de los pecadores, algo que sorprende siempre que leemos este texto evangélico, un bautismo de conversión que él no necesitaba.
Jesús es el Hijo de Dios, no tiene pecado, pero este acontecimiento nos revela que es el momento en que recibe su misión,se separa de Juan y no vuelve a su vida en Nazaret. El gesto de Jesús es de tremenda humildad,el que no tiene pecado,el salvador de la humanidad en la fila de los que él va a salvar.
Con su bautismo nos está invitando a que nos sumerjamos para dejar al hombre viejo y nazca en nosotros el hombre nuevo que surge del Espíritu,nos invita a buscar a Dios limpiándonos de todo lo que nos esclavice.
Este pasaje nos inspira el sentimiento de pertenecer a una gran familia pues con el bautismo todos hemos entrado a formar parte de un nuevo reino en el que nuestro padre nos infunde siempre su espíritu,santo y redentor, para convencernos de este gran misterio nos envío a Jesús como mensajero y ejemplo que pasó por los mismos sufrimientos, miedos y dudas que todos pasaremos a lo largo de nuestras vidas.
La humanidad de Jesús nos da la pauta para vivir nuestra humanidad, él en su sencillez y escucha del Padre se reconoce como el Hijo amado de Dios, pero también en un acto de humildad se une al pueblo y busca el primer signo de conversión en el Jordán.
Al salir del agua vive una experiencia que cambia su vida de una manera radical y para siempre. El pueblo de Israel lleva mucho tiempo con la impresión de que los cielos estaban cerrados de que Dios ya no se comunicaba con su pueblo, en el bautismo de Jesús y al salir del agua los cielos se rasgan y se oye la voz del Padre que llama a Jesús su Hijo amado,en quien se complace.
Este episodio tiene doble sentido para Jesús,por una parte recibe el Espíritu del Padre que le da fuerza y aliento y lleno de éste va dedicar su vida en curar,consolar y liberar a los cautivos por el pecado y el mal,no juzga ,no condena, viene a dar la vida,por otra parte escucha al Padre que lo llama hijo y en adelante Jesús lo llamará Abbá y vivirá dócil a su voluntad y mostrándolo a los que escuchan su palabra.
Esas dos actitudes fundamentales en Jesús,la confianza total y la docilidad en la voluntad del Padre le hacen vivir de una manera creativa, innovadora y audaz libre de normas y tradiciones, él predica y enseña al Dios amor que perdona y se preocupa por sus hijos, nosotros también somos hijos amados llamados a encontrarnos con él en nuestro día a día,en los que se cruzan por nuestro camino,en la familia,en los compañeros de trabajo,en los pobres,en los que es más difícil amar, pero nos cuesta creernos que es así que somos hijos y vivimos agobiados por nuestros problemas y por nuestros miedos.
La oración es fundamental para «conectar» con Dios,sentirnos entendidos, escuchados,guiados y reconfortados,una oración que debemos cuidar para crecer en confianza y docilidad ante el Padre que quiere pasar ratos con nosotros.
El Espíritu nos da la fuerza para continuar nuestra lucha contra el sufrimiento, la desconfianza, el miedo que los acontecimientos de nuestra vida nos van infundiendo, él nos acompaña siempre en todos los días de nuestra vida.
En la primera etapa de nuestro camino en el grupo se nos invita a seguirle y a abrir nuestros sentidos, en esta nueva etapa vemos el compromiso humilde de reconocernos seguidores de Jesús escuchándole, él mismo nos lanza a irnos haciendo uno con él, nos recuerda que el seguimiento comienza por reconocer la comunión con los demás y con él.
Abbá!
¡ Dame la humildad de tu hijo predilecto Jesús y que pueda escuchar tu llamada!
¡Dame discernimiento para identificar cuando me hablas!
¡Qué yo pueda sentir tu Espíritu en las cosas simples y escuchar tu mensaje a través de los otros!
Alicia, Francisco, Gela, Juan José, María, Rafael, Valle.
Grupo virtual de Jesús 33
TEMA 9 – IMPULSADO POR EL ESPÍRITU DE DIOS
Mc 1, 9-11
Acercamiento al evangelio
«Tú eres mi Hijo amado en el que me complazco» fueron las palabras más bonitas y amorosas que Jesús pudo oír. Creemos que en aquel momento Jesús supo que todo lo que hiciera, procedería de Dios, como Jesús, debemos abrirnos a los designios del Padre, con confianza total e inquebrantable en su amor, y vivir su proyecto por el Reino, donde todos somos sus hijos amados, en quienes él se deleita. Impulsados por el Espíritu de Dios, sigamos el camino de Jesús, hagámonos sus discípulos y como Él seamos dóciles a la voluntad del Padre para transformar nuestra vida viviendo la experiencia de un camino nuevo hacia Dios por medio de Cristo para caminar según sus pasos, su mirada, su sentimiento, estar del mismo lado de la vida que Él nos muestra.
En este rito bautismal en el Jordán, se hace presente el encuentro de la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y es la unción simbólica del Espíritu Santo la que da a Jesús el impulso para llevar de forma trascendente su misión en el mundo. Tenemos la certeza que el mismo Espíritu Santo, nos señalará el camino a seguir y moverá almas, corazones y mentes para que esta especie humana siga caminando hacia el Reino y promoviendo la vida en abundancia.
Acercamiento a la vida
La dignidad que el Creador ha otorgado a la humanidad implica la capacidad de tomar decisiones y asumir la responsabilidad de esas decisiones. La mediocridad espiritual en la Iglesia es obvia, se da prioridad a lo externo, a lo superficial, y se sigue viviendo una religión sin compromiso y testimonio de vida, reconocemos tristemente que la poca formación de nosotros, los feligreses, hace que muchas de nuestras prácticas piadosas las realicemos sólo por tradición lo cual no nos permite crecer en el Espíritu de Jesús que seguro está esperando que renovemos nuestra manera de creer y de vivir la fe para ser fieles a nuestro compromiso.
A nivel individual, a veces, parece que no hay salida a situaciones y problemas personales, pero la creatividad de los seres humanos viene del Espíritu de Dios, deberíamos ser más conscientes de ello y no atribuirnos los dones, como si fuera un mérito nuestro. ¡Qué privilegio es y qué compromiso comporta! recibir el Espíritu de Dios, necesitamos parecernos más a Jesús, aprender a ser la Iglesia de Jesús para todos en estos tiempos y nunca perder la esperanza de renovación y encuentro con el Espíritu auténtico de Jesús, aprender de él la relación filial con el Padre, esa relación donde el Espíritu de amor impulsa, da vida y lleva a compartir, a dar testimonio de la paz y el poder esperanzador de vivir y trabajar por el Reino que es nuestra misión en la tierra.
La obra redentora de Jesús siempre permanece y su Espíritu continúa renovándose, haciendo cambios en nosotros, basta tener fe y ser luz para atraer a los desanimados y vamos confiados, porque Él va con nosotros.
En cuanto al grupo, Nancy una de las integrantes comenta; en éste grupo siempre encuentro algo nuevo que me interpela, me hace revisar lo vivido y cómo deseo mantenerme apegada al proyecto de Jesús, es por esto que queremos mantener la unión como grupo con fidelidad a Jesús de Nazaret, tanto en nuestros análisis como en el testimonio de vida que cada uno de los miembros hemos de vivir. Seguir a Jesús implica esfuerzo y mucho mejor si es en grupo porque podemos alentarnos mutuamente, pedir la ayuda en oración, si algo complicado nos está pasando, y aunque sabemos que no siempre podremos hacer algo, estaremos unidos pidiendo al Espíritu Santo, iluminación, para el hermano que está pasando algún momento difícil y a Dios que nos ampare con su infinita misericordia.
Oración
Oh Jesús, yo también necesito ir a ti, como tú fuiste a Juan, el bautista,
no sólo para bendecirme con agua y obtener el perdón del pecado,
sino para ser inundado con tu Espíritu Santo transformador
y sentirme amado por el Padre como uno de sus hijos.
Jesús renueva en mí tu Espíritu, crea en mí un Espíritu nuevo,
donde la luz del amor divino ilumine el camino que me lleva al Padre,
porque mi alma te anhela y tu Espíritu Santo, me fortalece y me anima
Gracias Jesús, por enviarme tu Espíritu y por dejarme reposar en él.
Amén.
Y un día Jesús fue al desierto.
Cuando nos preguntamos qué lo habrá llevado a Jesús a dejar su hogar, recordamos la caracterización que con respecto a su época nos dejaron los estudios teológicos. Un pueblo que sentía que Dios demoraba el cumplimiento de su promesa, un pueblo que sufría la invasión romana pagando impuestos que perjudicaban particularmente a los pobres y una iglesia de privilegios, de ritos estrictos, de innumerables reglamentos y que sostenía que las enfermedades y penurias debían ser interpretadas como castigos de Dios. Nos cuentan también que el malestar era creciente y que comenzaban a difundirse las acciones de grupos disidentes, algunos de índole más política, otros de carácter religioso. Fue en este clima de descontento e incertidumbre en el que Jesús decidió su experiencia del desierto convocada por un tal Juan, que resultaba ser un familiar que invitaba a una verdadera conversión. Jesús lo escuchó hablar de Dios con autoridad.
Imposible soslayar el registro de disconformidades que nos plantea nuestra propia época y que nos llevan a preguntarnos cómo pudo pasarnos si en todo momento y lugar surgieron hombres y organizaciones que priorizaron el amor y la solidaridad y que son muchos los que siguen impulsando el afán de cambio.
El camino es sencillo, pero somos hombres limitados que lo hemos complicado.
Las crisis siempre han abierto oportunidades de crecimiento, seguramente se abrirán otras puertas que nos lleven hacia el proyecto de humanidad que Dios puso a nuestro alcance.
El que busca, encuentra.
En el desierto Jesús escuchó sobre un Dios que pronto vendría a poner orden a la que Juan llamaba «generación de víboras» y que advertía sobre la urgencia de la conversión. Su sensibilidad no se dejó atrapar por las amenazas apocalípticas, estaba destinado a conmoverse por una invitación más amorosa que lo llevó a aceptar el Bautismo de Juan; una experiencia de Dios que con absoluta certeza le mostraba ese rostro de Dios- Padre- Amor que lo impulsaría a emprender su generoso y revolucionario camino por esta tierra.
En el Bautismo Jesús tuvo la certeza de su filiación divina y así supimos acerca de nuestra propia naturaleza y de un Bautismo que siempre nos purifica, nos puso en el nuevo camino de la convivencia fraterna.
De la mano de Jesús aprendimos que un Dios que nos ama nos permite zambullirnos sin culpas ni miedos en nuestra interioridad, en nuestro verdadero ser, sentirnos pecadores, pero a la vez hijos muy queridos y dispuestos a seguir intentando recrear su estilo de vida.
El cambio depende de los que nos estamos dando cuenta, de los que nos preguntamos qué diría Jesús ante tal o cual situación de la vida cotidiana, porque queremos una humanidad que viva con la dignidad y libertad propia de los «hijos amados de Dios».
Siempre en deuda con su propuesta.
Hemos coincidido en admitir que el camino no es fácil pero que estar alerta tiene sus frutos. Esta experiencia de «Grupos de Jesús» nos ha permitido vivir con esperanza un «formato» de Iglesia muy efectivo para conocer de cerca el mensaje, lo vivimos como un regalo que nos ayuda a superar el desconcierto que nos provoca la crisis de un modelo de Iglesia que ha perdido su frescura. Tratamos de adaptarnos a lo que nos ofrece la virtualidad y sigue muy fuerte el deseo de continuar.
Queremos interiorizar el rostro de Dios que Jesús nos mostró, en cada paso vamos sintiendo el rumbo equivocado en el que nos reconocemos inmersos y del cual nos cuesta salir. Las profundas huellas que nos dejó Jesús no permiten que nos dejemos arrastrar por esta modernidad » líquida» que parece empaparlo todo, podemos registrar y comunicar nuestras limitaciones, pero sabemos que la cuestión pasa por seguir esforzándonos en una vida coherente con las convicciones que queremos transmitir; necesitamos paciencia y mucha fortaleza, pero sabemos que el Espíritu de Jesús que habita en todos nos sigue alentando.
Grupo Virtual de Jesús 31
Ma. Agustina, Olga, Nilda, Teresa, Cecilia, Juan, Dardo, Jesús.
En nuestro Encuentro Virtual de final del Tema 9 “Impulsado por el Espíritu”, comenzamos como siempre leyendo y meditando el pasaje evangélico que hemos hecho objeto de nuestras reflexiones y “compartires”, de nuestros “senti-pensares”. Y terminamos este momento inicial rezando al unísono la oración que se propone en el Sínodo de la Sinodalidad, ADSUMUS SANCTE SPIRITO:
Estamos ante ti, Espíritu Santo,
reunidos en tu nombre.
Tú que eres nuestro verdadero consejero:
ven a nosotros, apóyanos,
entra en nuestros corazones.
Enséñanos el camino,
muéstranos cómo alcanzar la meta.
Impide que perdamos
el rumbo como personas débiles y pecadoras.
No permitas que
la ignorancia nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento,
para que no dejemos que
nuestras acciones se guíen
por prejuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti,
para que no nos desviemos del camino
de la verdad y la justicia,
sino que en nuestro peregrinaje terrenal
nos esforcemos por alcanzar la vida eterna.
Esto te lo pedimos a ti,
que obras en todo tiempo y lugar,
en comunión con el Padre y el Hijo
por los siglos de los siglos. Amén.
En este momento en nuestro grupo, sentimos que como Jesús debemos actuar movidos por la Ruah, impulsados por el Espíritu. Nos dejamos sorprender por Jesús que, como uno más, “se pone a la cola” para ser bautizado en el Jordán. Y desde ahí, desde ese “Caminar Juntos” es desde donde se reconoce y escucha la voz de Dios que le dice: “Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco”. Esta es también la voz de Dios para nosotros si hacemos el mismo proceso, si seguimos el camino de Jesús y si lo hacemos juntos, por ejemplo, en nuestro grupo, con nuestra diversidad de orígenes, de vivencias y experiencias, de vocaciones.
Por eso, en esta ocasión quisimos dedicar nuestro Encuentro Virtual al tema de cómo hemos vivido cada uno/a, en nuestra realidad diversa, la fase diocesana o local de preparación al Sínodo 21- 23. Como siempre y como es lógico nuestras miradas son diversas y están condicionadas por la pluralidad y diversidad de nuestro mundo y nuestra iglesia. Algunos se mostraron más desilusionados por el proceso de escucha que se ha llevado a cabo, otros con mayor ilusión. Pero todos con una mirada realista y sensata, más haya de ser ilusos o incautos. Comprendemos que nosotros no podemos cambiar a la Iglesia tan grande, variada y de tantos años… (y tampoco queremos). Pero lo que sí podemos hacer es dejarnos trasformar por el Espíritu de Jesús, convertirnos a su Buena Nueva, centrarnos en él y seguir promoviendo y compartiendo en nuestros espacios, en el grupo, por ejemplo, un ESPÍRITU nuevo y que hace nuevas todas las cosas, como es el de Jesús, que es quien nos introduce en la Trinidad de un Dios que nos envuelve y nos sostiene por los lados con su Amor.
Para que la Iglesia sea Sinodal, para que llegue la “primavera” a la Iglesia, no basta con que haya un Papa que la traiga, deben cambiar muchas estructuras en todos los niveles y sobre todo, hemos de cambiar nosotros, los seguidores y seguidoras, discípulos y misioneros en salida, como decía Aparecida 2007, tanto personalmente como comunitariamente.
Sigamos pidiendo que nos inunde su Espíritu, que nos saque del encierro en que estamos, que nos saque a la plaza a anunciar y compartir la felicidad de la Buena Noticia que hemos recibido de la Ruah: “Tú eres mi Hijo Amado, en ti me complazco”.
Tema 9 Impulsados por el Espíritu de Dios
Grupo Virtual de Jesús 27
Al llegar al final de este Tema 9, manifestamos que nos sentimos necesitados de la presencia de Dios en nuestras vidas. Necesitamos escuchar la Voz del Abba, la Voz del Padre que le habla a Jesús. Nos sabemos amados por É. Reconocemos que es Él quién nos cuida y protege de todo mal. Pero no nos he suficiente. Queremos sentir su Presencia.
A pesar del dolor del hombre y de las situaciones difíciles que vivimos, observamos que le damos la espalda a Dios. Y nos es necesario escuchar al Padre, Escuchar al “Abba” ese “Aba” Padre que habló a Jesús. Deseamos sentirnos amados por Dios pues nos sabemos hijos suyos.
En un mundo lleno de ruídos, de ambiciones, guerras, enfermedad, pobrezas… nos urge escuchar su voz. Queremos sentir su presencia y su amorentre nosotros. Queremos verle, aún sabiendo que tenemos que reconocerle en todos los hombres y mujeres, nuestros hermanos. Aún sabiendo que para ello hemos de acallar nuestras voces y hacer silencio interior. Sólo así oíremos su Voz. A veces nos sentimos solos, necesitados de amor y recurrimos a Él invocando su ternura, cercanía, consuelo. ¡Nos cuesta tanto verle! Reconocerle en cada uno de los hombres y mujeres con los que nos cruzamos o incluso convivimos.
Hemos de despertar. Abrir lo ojos y oídos. Pues, solo cuando seamos conscientes de esta realidad que hemos creado y convive en nosotros, será posible reconocer a Dios en cada uno de los hombres y mujeres con los que convivimos y de los que formamos parte, Reconocernos que todos somos hijos de un único Dios y por consiguiente, todos hermanos en el Hijo Jesucristo.
Por eso, al igual que Jesús, queremos encontrarnos con el Padre a través del silencio y la oración. Escuchar la voz de Dios. Esa voz potente y llena de amor que nos dice que “nos ama” Esa voz que escuchó Jesús y le llevó a preguntarle ¿qué quieres de mi? A la que Dios le respondió, “Yo soy tu Padre y tu eres mi Hijo”. Hoy, nosotros todos, sentimos la necesidad de escuchar la Voz del Padre. La voz del “Abba” que se revela a Jesús.
Pero el hombre, los hombres todos, como sujetos de esta historia, vivimos a nuestro capricho. Nos creemos poderosos hasta tal punto, que llegamos a pensar que no necesitamos de Dios. Lo mantenemos al margen de nuestras vidas y acudimos, en caso de necesidad, cual un flotador, queriendo que nos mantenga a salvo.
Lo achacamos al estilo de vida de nuestra sodiedad pero lo cierto es que vivimos en un egoísmo demoledor, ¿Tenemos en cuenta a Dios en nuestro vivir diario, propuestas, intereses…? Cabe preguntanos y ¿a los otros? Los otros son nuestros hermanos porque somos hijos de un mismo Padre Dios. Y cuantas veces reconocemos con hondo pesar que “los otros”, mis hermanos no lo consideramos como hijos todos de Dios.
Esta actitud, nos debía sorprender al ver las derivaciones a las que nos lleva y habría que preguntarnos, ¿cuál es nuestro sentir, vivir y compromiso en la Iglesia? ¿Nos sentimos todos hermanos de un mismo Padre? ¿Cómo es nuestra vida testimonial? Puede que la ceguera se haga patente y nos resulta dificil ver la acción del Espíritu Santo que aletea en todos cuantos formamos la Iglesia.
La Iglesia como madre cuenta con nosotros para hacer realidad la obra redentora de Dios. El impulso y la fuerza nos viene de la acción del Espíritu Santo. Él se hace presente en la Iglesia, Se hace presente en cada uno de nosotros. Por tanto, la Iglesia, comprometida con los hombres, hace presente a Jesucristo. Por eso, necesitamos sentirnos hijos amados por Dios. Hermanos todos en Jesúcristo y miembros de una única Iglesia viva.
Sin olvidar que la Iglesia tiene una estructura jerárquica y, como comunidad eclesial nos acoge y congrega a todos los bautizados. En cuanto a Comunidad Eclesial está viviendo momentos difíciles y muy duros.
La increencia sigue creciendo. El hombre se cree con poder y se aleja de Dios, no cree necesitarlo. Vivimos situaciones que nos provocan aislamiento, incomprensión; dificultades propias en este tiempo. Pero, no siempre estamos dispuestos a reconocer nuestras limitaciones e intereses que no están de acuerdo con el Evangelio. Quizá esté ahí nuestro fallo al echarle toda la carga a la Iglesia.
Hermanos, pongamos la fe y la esperanza en nuestro Padre Dios que es quién nos sostiene. Y como grupo sigamos caminando unidos guiados por Jesús y el Espíritu Santo que nos acompaña en todo momento, Vivamos en presencia del Espíritu que nos lo envía el Padre.
Mantegamos la confianza en el Padre. Él se hace presente en el Grupo y nos alienta a la esperanza. Nos está haciendo mucho más positivos en nuestras reflexiones y compromisos como cristianos.
PROPUESTA DEL TEMA 9 PARA LA WEB
Estimados amigos y amigas de Grupos de Jesús: El GVJ 25, les hace llegar la reflexión del noveno tema del proceso de Grupos de Jesús, compartimos con ustedes lo que hemos dialogado y comentado.
Con este tema, iniciamos la segunda etapa: El camino de Jesús y nos quedamos con las palabras de Pagola que dice: “Queremos ser un grupo de buscadores que, llamados por Jesús, vamos hacer un recorrido para arraigar nuestra vida con más verdad en su persona, su mensaje y su proyecto”.
VIVIR CON EL ESPÍRITU DE JESÚS
Pagola nos dice: “Tal vez lo primero que necesitamos todos es dejarnos transformar por el espíritu que desciende sobre Jesús.” Los compañeros reflexionan: “¡Este es mi hijo amado en ti me complazco!” hermosas palabras de un padre que engrandecen al hijo y que le da una paternidad inconmensurable. Nos dice Pagola que “viendo a Jesús actuar, iremos aprendiendo quién es Dios”, y todo lo que veo en sus obras que son acciones de amor, comprensión, perdón, auxilio, aceptación, alegría. Veo a un Jesús que trataba a todos por igual, que no hacía diferencias, que se compadece, que usaba la ley en favor del hombre y no al hombre en favor de la ley, que los igualaba en la fraternidad y en la entrega generosa, y todo esto movido por el amor al padre. Creo que solo con la oración puedo crecer en confianza y docilidad ante Dios y haciendo vida los mensajes de Jesús”. “Sin embargo cuando Jesús aparece con Juan, se hace bautizar y empieza a darse a conocer; su Padre lo presenta ante los hombres con todo el orgullo de un papá: “Tu eres mi hijo amado”. Y en ese momento nos lo entrega para aprender con El una nueva forma de vivir y de ver el mundo. En ese mismo momento, el Espíritu se posa en El y lo anima, lo empuja y Jesús empieza a curar enfermos, a liberar a hombres de espíritus malignos, a enseñarles a amar, a hacer ver que Dios no es un ser lejano, sino que incluso se convierte en uno de nosotros”. “Creo que la conversión personal se continua y el grupo me ayuda a sentir a un Jesús más cercano y a su espíritu, que nos acompaña, cuidando de no perder la paz ni la confianza y cuando flaqueo a volver a Jesús a través la oración”. Un compañero agrega algo relevante e importante: “Siempre que entra uno en estos procesos, está claro que el adversario, Satanás, nos quiere frenar y llevar a sus terrenos (el pecado), esto es lo que tengo que cuidar más, no caer en la tentación y cometer pecados que me alejan de la relación íntima con el padre. Tengo claro que nuestro espíritu es el que se comunica con el Espíritu Santo, no es mi Alma, mucho menos mi cuerpo, por tanto Dios nos ha dado la capacidad para entablar comunicación a través de la oración”.
CONFIANZA Y DOCILIDAD
En uno de sus textos, dice Pagola: “De esta experiencia brotan dos actitudes que Jesús vive y trata de contagiar a todos: confianza increíble en Dios y docilidad incondicional. Jesús confía en Dios de manera espontánea. Se abandona a él sin recelos ni cálculos. No vive nada de forma forzada o artificial. Confía en Dios. Se siente hijo querido”. Los compañeros comentan al respecto: “Creo que la experiencia de un Jesús dócil al padre y un padre amoroso con su hijo, nos debe animar a imitar este ejemplo y ponernos en las manos de Jesús y el padre, y si me abro a sus enseñanzas y a la oración estaré cuidando mi espiritualidad y seguimiento a Jesús”. “El otro punto es que Jesús cumple su misión con toda confianza en su Padre y con toda docilidad, sin seguir las costumbres y tradiciones muy arraigadas en el pueblo. Tal fue su docilidad, que aceptó una muerte llena de ignominia y crueldad. Una de las preguntas de Pagola es ¿cómo puedo crecer en confianza y docilidad ante Dios Padre? Hace días escuché una expresión de un sacerdote que dijo “fuera de Dios no vamos a encontrar nunca una felicidad verdadera”. Si esto lo entendemos, tratamos de vivirlo y lo llevamos a convertirlo en un ideal, no van a importar los obstáculos, dificultades y hasta el dolor que esto pueda traernos”. “Que nuestra fuerza vital, sea abandonarnos al Padre en cada acto, y juntos ofrecer nuestros talentos en servicio del bien común”. “Confiar en Dios de manera espontánea, abandonarse a él sin recelos, ni cálculos. No tener miedo. Docilidad es no apartarse del camino de Dios, es ser fiel, identificándose con él e imitarle, sólo se busca cumplir con su voluntad. Confianza y docilidad dos actitudes que deben estar en la vida cotidiana de cualquiera que se diga seguidor de Cristo”. “Si realmente confiamos en que también nosotros somos sus hijos predilectos, nos permitirá actuar con confianza y docilidad dejándonos apapachar por él, como en la imagen de la pintura de Rembrandt del regreso del hijo prodigo. El Espíritu se manifieste desde nuestro interior mostrándonos a cada uno, el camino a seguir”. “Que nuestra fuerza vital, sea abandonarnos al Padre en cada acto, y juntos ofrecer nuestros talentos en servicio del bien común”.
MEDIOCRIDAD ESPIRITUAL DE LA IGLESIA
Dice Pagola: “Si la Iglesia quiere ser fiel a su misión y no asfixiarse en sus propios problemas, si quiere aportar algo original y salvador al hombre contemporáneo, tiene que redescubrir una y otra vez que solo en Dios encarnado en Jesús está su verdadera fuerza”. Los compañeros comparten: “La Iglesia actual está en crisis, así lo veo yo, una crisis existencial, desadaptada a los nuevos tiempos, a las nuevas generaciones, a las nuevas necesidades. Sin embargo, también veo con mucho agrado, a sacerdotes, que están haciendo una verdadera renovación espiritual. Que nos están cuestionando a los creyentes para que verdaderamente vivamos con el espíritu de Jesús, gracias por su esfuerzo, por su dedicación, por su tiempo, por sus enseñanzas.” “Afortunadamente también veo signos de renovación espiritual en la iglesia con el ejemplo del papa Francisco, queriendo que la iglesia salga de sus comodidad y confort y salga al encuentro de los hermanos, veo y siento sus palabras de aliento y tantos sacerdotes, religiosos, religiosas y hasta algunos políticos actuales que se preocupan por los pobres y más necesitados”.
ORAMOS JUNTOS
“Padre mío, me queda claro que yo también soy tu hijo amado, que tú has estado conmigo siempre, desde mi concepción hasta este momento de mi vida, que me vas siguiendo, porque me diste una libertad, y me vas cuidando, protegiendo, enseñándome a vivir contigo. Hoy, en este momento de mi vida, te pido, te imploro, que me des las fuerzas, la voluntad para soltarme ante ti, para no tener miedo, para estar seguro, que todo lo que me pase, es porque así me conviene, aunque no me guste, para abandonarme ante ti y también lograr seguir tus enseñanzas que nos dejaste en tus evangelios, cumplir con tu voluntad y estar contigo siempre”. “Señor gracias por haber puesto en mi camino a este grupo del que he aprendido a valorarte, a darte tu lugar. Te pido nos des a todos los integrantes el ánimo para seguir adelante. Que se nos convierta en una ilusión y un gusto cada vez que tengamos que participar para compartir nuestra experiencia y aprender de las experiencias de los demás. Señor quiero servirte, deseo vivir tus reglas y tu gran amor. Ilumíname para seguirte sin que importen los obstáculos”. “Siempre que entra uno en estos procesos, está claro que el adversario, satanás, nos quiere frenar y llevar a sus terrenos (el pecado), esto es lo que tengo que cuidar más, no caer en la tentación y cometer pecados que me alejan de la relación íntima con el padre. Tengo claro que nuestro espíritu es el que se comunica con el Espíritu Santo, no es mi Alma, mucho menos mi cuerpo, por tanto Dios nos ha dado la capacidad para entablar comunicación a través de la oración”.
Grupo Virtual de Jesús 25
Jimena, Dolores, Sofía, Clarita, Rosario, Enrique, Sergio, Jorge, Héctor y Alfonso
Queridos amigos y amigas de Grupos de Jesús:
Somos el GVJ 23, venimos de vivir la Etapa 1 del proceso Grupos de Jesús con la
invitación y el deseo de “volver a Galilea”. Hemos comenzado la Etapa 2 más
sólidos como comunidad y con la expectativa de conocer el Espíritu que impulsa a
Jesús, de estar atentos a las tentaciones que hemos de superar y saber de lo que
hacía Jesús.
En la reflexión que hemos hecho y compartido sobre el Tema 9 –
Impulsado por el Espíritu de Dios– destacamos la acción del Espíritu Santo y la
paternidad de Dios. Según el relato, Jesús ve que “los cielos se rasgan”. El pueblo
llevaba mucho tiempo con la impresión de que los cielos estaban cerrados. Si los
cielos permanecen cerrados nuestro horizonte de vida es triste, sombrío y sin
esperanza. Que se abran los cielos nos hace descubrir en Jesús una nueva
posibilidad de relación con Dios.
La experiencia del Espíritu de Dios
Lo que sucede a Jesús a la salida del agua en la escena del bautismo es algo
diferente a lo que pasó con los demás bautizados, el evangelista describe la
predilección de Jesús por parte de Dios, hace verlo distinto, resalta la acción de
Dios sobre él dotándolo de su mismo Espíritu. Jesús se hizo cómplice del Espíritu:
buscó, se esforzó y luchó por hacer cada cosa suscitada por él. Ya nada será igual
para Jesús, infundido con el Espíritu de Dios comenzará a ser dócil a su voluntad y
transmitirá el amor de Dios a los hombres curando, siendo misericordioso, dando
paz y mostrando que es posible una nueva vida. Logra humanizarse y humanizar a
quienes le veían, le acompañaban y le seguían.
La experiencia de la paternidad Dios
Todo está en la acción del Espíritu Santo en nosotros, y el primero, y quien ha
inaugurado ese camino para nosotros, es Jesús, él inicia un nuevo tiempo: el tiempo
de los hijos de Dios. Quien es guiado por el Espíritu de Dios, ese es hijo de Dios
(Romanos 8,14). Es Jesús quien, por medio de la oración, nos abre ese misterio de
Dios para nosotros, ese misterio de ser hijos de Dios, hijos del Abbá, y que por ese
misterio mismo debemos tener confianza en él, como María con su “hágase en mí
según tu palabra”. Es el Espíritu que, como dice San Pablo, nos permitirá decirle a
Dios Abbá Padre y sentir a los demás como hermanos. Necesitamos recuperar
nuestra identidad de hijos de Dios o, dicho de otra forma, nuestra “filiación divina”
adquirida justo en el sacramento del bautismo.
En el texto encontramos que Jesús acude al Jordán después de un gran esfuerzo,
pues parte desde Nazaret, y su intención tiene contenido Espiritual. Su pueblo en
actitud de conversión inspira a Jesús y le ayuda a descubrir una señal visible: que
Dios actúa, que toca el corazón y suscita de mil formas que nos acerquemos a él.
Jesús hace la fila y quiere hacerse bautizar por Juan, quiere darse a conocer como
uno que se acerca al Jordán, que se hace adepto a Juan, pero no continúa su
camino al lado del Bautista. ¿Cómo sería todo en su mente, en su corazón luego de
aquella vivencia? Cuántas preguntas, cuántas reflexiones, cuántas dudas, cuántas
respuestas. Pero de lo que estaba completamente seguro era su confianza en el
Padre y que había llegado el momento de proclamar el reino de Dios.
Oramos juntos
Escuchar la Palabra de Dios y dejarnos llevar por ella
en nuestras labores de la parroquia o comunidad,
es el mejor remedio para esta etapa que nos tocó vivir.
Pero siempre nuestro testimonio
será la mejor carta de presentación como cristianos.
Padre, ayúdanos a crecer en confianza y docilidad a ti.
Que te busque en todo momento,
en especial cuando sienta que no debería nombrarte.
Que pueda crecer mi constante comunión contigo,
sentir que eres todo lo que vivo, eres todo lo que anhelo.
Abbá, tu fuerza renovadora da nueva vida a mi ser.
Que cada cosa que suscites en mí, por muy alocada que sea,
pueda ponerla por obra, pagando el precio de mi vida,
porque solo en ti mi vida tiene verdadero sentido.
Amén.
Berla, Daniel, Gerardo, Hernán, Javier, José Rafael,
Laura, María Alejandra, Mauricio, Mayertzy, Néstor F., Néstor H. y Wilson
Grupo Virtual de Jesús 23
GRUPO ALELUYA
TEMA 9. IMPULSADO POR EL ESPÍRITU DE DIOS (Mc 1,9-11)
Todos somos, como Jesús, hij@s amad@s del Padre-Madre Dios. En todos actúa el Espíritu Santo, pero para darnos cuenta de ello, tenemos que estar muy atent@s. Dedicar tiempo al silencio y oración, parar la vorágine de nuestra vida. Y también estar atentos al prójimo. Dejarnos llevar por el Espíritu. ¡Dios vino a rescatarnos!
El seguimiento de Jesús es algo comunitario. Este grupo, con sus testimonios, con su ejemplo, sus ánimos, su amistad, nos acerca más al Espíritu de Dios. Es nuestra responsabilidad convertirnos en luz y sal para el mundo. No se trata de hacer grandes cosas, sino que lo que hagamos sea con el mayor amor, como Jesús nos enseñó.
A pesar de la mediocridad de la Iglesia, Dios actúo en personas concretas a lo largo de la historia y lo sigue haciendo, en el momento presente, en pequeñas comunidades y grupos de base, misioneros…, y en nuestro buen Francisco. La Iglesia debe imitar a Jesús: buscar una vida digna y dichosa para todos, empezando por los de abajo.
ORACIONES
“Señor, nos quieres a todos de manera especial, a cada uno de nosotros nos consideras como tu hijo querido. Te doy gracias por tu amor sin límites, te doy gracias por enseñar tu Espíritu a los humildes de corazón, te doy gracias porque nos guías en el camino de la vida. Te abandono mi vida, ven Señor Jesús, ilumina nuestros caminos”.
“Te veo en el Jordán, junto a Juan, subyugado por la verdad, la justicia y la conversión que él predicaba y veo como te transformas al recibir el bautismo, como el Espíritu te alcanza y ya sólo escuchas la voz de tu Padre, de mi Padre: Eres mi hij@ amad@. Coge mi mano, no te alejes de mi, envíame tu espíritu. Se mi hermano mayor.”
¡ABBA, PATER!
Quiero Señor sentir que eres mi “Abba”
Compartir con Jesús tu intimidad Paterna
Ir descubriendo Tu Amor y Tu Bondad
viviendo junto a Ti, en comunión perpetua.
Quiero sentir en mi interior tu Espíritu
para hacer mía tu Palabra y cumplirla
Y que se vaya descubriendo en el mundo
tu Luz, tu Providencia, tu Infinita Grandeza.
Me hiciste “tu hijo muy amado”
Y yo sin merecerla, acepté tu herencia
con toda la riqueza de tus dones
y también con todas sus consecuencias.
Ahora brota Tu Poder en mi ser,
convirtiendo pequeñez en grandeza,
Transformando la oscuridad en luz
Descuido y fealdad en orden y belleza.
Ya no valen temores sino audacia,
Ya la banalidad se torna transcendencia
Ahora no vale ya excusarme
en mi fragilidad y mi indolencia
Haz que tu Amor y tu Misericordia
sean mis únicas banderas
Y aunque sé que caeré una y otra vez
me acojo a tu Benevolencia.
Sé que Jesús será mi intercesor
que Tu Espíritu me llevará de nuevo a la certeza
Y Tú siempre me acogerás como a hijo Pródigo
haciendo una gran Fiesta.
El GVJ 22 Monseñor Romero
Os dejamos la síntesis de nuestra reflexión
TEMA 9.- Impulsado por el Espíritu de Dios (Marcos 1,9-11)
Enrique
Puedo crecer en confianza y en docilidad ante Dios Padre confiando más en Él. Acogiendo lo que viene y dejando ir lo que se va. Debo cuidar mucho mi relación con Dios, dejarme querer por Él y poseerme por su Espíritu. Siento que en la medida que dedique más tiempo a Él (y a mí) dejaré atrás otras preocupaciones que me descuidan de Él. Más tiempo en presencia del Padre, más alejado del ruido.
El mandato del papa Francisco diciendo a sus diáconos que abandonen las sacristías y salgan a la calle al encuentro con el Hombre, creo que es un signo de renovación espiritual. Que se haga llamar Francisco en memoria del Pobre de Asís, también, para mí, es otro signo de renovación.
Nosotros, cada cual, en su lugar, en el trabajo, en la familia, en la vida ordinaria, vivir el Espíritu de Jesús y dejarnos transparentar. Que todos nos vean hasta los huesos, que no tengamos nada que ocultar. Si nos decidiéramos a vivir así, en medio del mundo, el mundo se haría amigo nuestro.
Cecilia
El Reino de Dios está en camino. No está quieto. Es más ‘el Reino de Dios se construye’ todos los días”. Para que el Reino de Dios crezca, hay que ser dóciles al Espíritu Santo. El Reino de Dios crece con la docilidad a la fuerza del Espíritu Santo. La harina deja de ser harina y se convierte en pan, porque es dócil a la fuerza de la levadura, y esta se deja amasar con la harina… no sé, la harina no tiene sentimientos, pero dejarse amasar… cualquiera podría pensar que se produce algo de sufrimiento ¿no? Y después se deja cocinar ¿no? Pero también el Reino es así, y después se convierte en comida para todos”.
“La harina es dócil a la levadura”, crece el Reino de Dios así. “El hombre y la mujer dóciles al Espíritu Santo, afirmó el Papa, crecen y son un don para todos. También la semilla es dócil para ser fecunda y pierde su identidad de semilla y se convierte en otra cosa, mucho más grande: se transforma”. Así es el Reino de Dios: “en camino”. En marcha “hacia la esperanza”, en marcha hacia la plenitud. Al seguir los pasos de Jesús iremos descubriendo en él dos actitudes fundamentales ante Dios, su Padre: una confianza total y una docilidad incondicional.
Charo
Creo en el Espíritu, que este actúa a través de las personas de un modo silencioso y soy optimista en cuanto que pienso siempre en el grano de mostaza, basta con un poco de Fe para que todo se renueve y cambie. Siempre van a aparecer personas que transmiten y convencen con su vida, llenas del Espíritu, son la verdadera Iglesia de Jesús y con eso me quedo, con su ejemplo a imitar.
Compartir lo que sentimos nos ayuda en nuestro propósito de adentrarnos y hacer nuestro el objetivo de vivir con el Espíritu de Jesús, y ello en base a:
El acercamiento se produce de un modo individual, cada uno va descubriendo al Dios Padre desde su circunstancia vital particular, desde un punto de partida diferente. Poco a poco vamos ganando confianza en El, comenzamos a percibir que somos queridos a pesar de nuestras debilidades y resistencias, pues nos da la sensibilidad suficiente para descubrir la acción del Espíritu de Jesús en nuestra vida y en la vida en general…. Sin apenas darnos cuenta vamos cambiando, nos vamos sintiendo mejor, más seguros. El Evangelio constituye nuestra verdadera fuente, de donde hemos de beber todos para reforzar nuestro espíritu.
José Antonio
Lo que nos quieren decir los evangelios es que Dios se manifiesta siempre como Espíritu, ese es el espíritu que transformó interiormente a Jesús y que nos puede transformar a nosotros a vivir diariamente la misión de amar, aunque en algunos momentos sea torpemente.
Sentir la necesidad de hacer un compromiso de vida para ser digno del abrazo que Dios me da y así yo cooperar en la extensión del Reino de Dios en la tierra colocando por encima de todo la dignidad humana.
Expresar con mi testimonio entre los que me rodean en la vida que Dios está siempre al lado de los que lo necesitan, solo nos falta responder como respondió él.
Confianza.- El camino que nos acerca a tener una verdadera confianza en Jesús no es otro que Dios nunca se aleja de nosotros cuando caemos, sino que nos perdona siempre con todo su Amor , y ese es el verdadero camino.
Docilidad.- Jesús es el camino, la verdad y la vida. Para disfrutar de este camino es necesario abrir el corazón para reconocerlo como Señor, por eso le pedimos docilidad de espíritu para que podamos conocer la misión que nos ha encomendado.
Conocimiento.- El desear conocer a Jesús nos tiene que animar a seguir hacia adelante, seguir colaborando entre todos aunque cueste y buscar siempre lo que nos une, aunque seamos diferentes y eso que nos une verdaderamente es Jesús.
Juani
Creo que poco a poco voy aprendiendo a vivir con el Espíritu de Jesús. Pero siento que me falta mucho camino por andar. Ese CONFIAR en el Padre Dios, pase lo que pase, ese SENTIRME querida por Él, tal como soy y a pesar de mis debilidades y resistencias.
Puedo crecer en confianza, debo cuidar más y mejor el tiempo de silencio y oración. Dejarme trabajar en la confianza y docilidad incondicional-humildad. Salir de mi «yo» y pensar más en «nosotros». Atención eficaz y amable hacia mis hermanos, especialmente con quien vivo.
Creo que el Espíritu d Dios actúa en nosotros a pesar de nuestras incoherencias e incertidumbres, subidas y bajadas…. Si nos centramos, como Jesús, en querer para todos una vida digna y dichosa, ahí, acertamos.
El Reino de Dios crece cuando hay, por nuestra parte, docilidad al Espíritu. Está actitud conlleva salida d nosotros mismos, humildad, mucha confianza en los planes amorosos del Padre/ Madre Dios y una actitud d creer, que en las cosas d Jesús, de su Reino, nada se pierde, las cosas pequeñas cuentan…y mucho.
Actitud d salida, d no quedarnos en las paredes del Templo….somos seguidores de Jesús 24 horas….la mejor forma de vivir, la más fecunda….
Cristina
El Espíritu de Jesús nos ayuda a sanar, salir de nuestras tristezas, nos renueva y transforma, nos da una vida nueva. Este grupo de Jesús me ayuda a vivir más cerca del Señor, las lecturas sugeridas y las reflexiones de cada uno de ustedes hacen que pueda tener un contacto más cercano y amoroso con el Señor.
Es un trabajo de cada día crecer en conocimiento de Dios Padre, para eso necesito meditar, rezar, cuidar mis gestos con mi familia, mis hermanos en la fe y todos los que la vida pone en mi camino. Entiendo que cada experiencia es un aprendizaje de vida, me ayuda pensar que “Soy hija muy querida de Dios” y El Señor me guía y me cuida.
La iglesia se está renovando, el Papa Francisco nos marca un camino de unidad, caridad y fraternidad. Le pido al Señor la gracia de poder ser fiel a su palabra, no tener temor, crecer en confianza y docilidad a su voluntad.
Patricia
Debo cuidar el saber reconocer mis faltas, mis momentos de bajar los brazos. Saber identificar esto para accionar rápido en la oración y no alimentar emociones feas y malos pensamientos. En la oración Jesús nunca ha dejado de atender mis necesidades. Cuidar saber poner todo eso en sus manos y dejar para mi curriculum de secretaria los detalles técnicos, ya El me sabrá marcar el camino.
Soy hija amada de Dios. Lo sé y me emociona mucho. Jesús en La palabra me muestra continuamente, como a todos, que me ama y que vivir es más sencillo de lo que creemos. Y en el amor de quienes me rodean siento mucho ese amor de Dios! Creo que la mejor manera que encuentro de contribuir es viviendo como una hija amada de Dios. Quien lo siente vive en el Espíritu y lo contagia.
«Jesús, amigo, hermano nuestro e Hijo Amado de Dios. Buscaste recibir el Espíritu porque confiaste en el Padre, tu Abba. Pusiste toda la fuerza de ese Amor de ida y vuelta al servicio de tus hermanos. Cumpliste la Misión que tu corazón impuso porque no concebías una vida sin amor, sin Su Amor.
Enséñanos Jesús a tener la humildad de pedir, de rogar desde el corazón ser bañados por ese mismo Espíritu. Sabernos amados por Dios para no temer el día a día y dar a los hermanos un testimonio vivo de nuestra fe».
Elena
No es fácil ser conscientes cuando está actuando el Espíritu en nuestra vida. Pero sí, paso a paso lo he ido invocando, pidiendo su auxilio, sus dones para que mi actuar de sus frutos. Es un aprendizaje lento, poder sentirlo soplar en mi interior y abandonarme a su acción vivificadora. Para crecer en confianza y docilidad debo sentirme siempre hija amada del Padre Dios, guiada y fortalecida por el Espíritu, sentir muy fuerte ese lazo inseparable de Padre e hija; confiar y abandonarme en sus brazos y amor misericordioso.
Creo que uno de los mayores signos de hoy es la «Iglesia en salida», desinstalada de la comodidad de se introdujeron a las redes sociales, la Iglesia ha logrado dar un buen paso de apertura, y eso me hace sentir muy esperanzada.
Manuel Ángel Muñoz
Pienso que ese acercamiento a Dios Padre que todos anhelamos es la semilla que Él ha puesto en cada ser humano en el momento en que nacemos del vientre de nuestra mama, el bautismo lo refrenda y refresca. Se asemeja a la planta que se riega, que está muchos días sin agua y se le ve seca, el agua la vuelve a renacer toma vitalidad y se le ve esplendida.
Otro punto que coincidimos es que a partir de ese momento es cuando Jesús se da a conocer y toma conciencia de su persona «o eso parece por los Evangelios». Su padre le habla y comienza una íntima y estrecha relación hasta llegar a la cruz por amor y salvación de la humanidad, por el triunfo del bien sobre el mal. ¿Cuánto misterio hay en Jesús, y cuál de ellos más misterioso?
En los evangelios se nos presenta como Dios hecho carne, bajado a nuestro nivel, para demostrarnos cuanto nos ama y que siendo débiles y pecadores podemos ser santos como Él, no es un camino fácil, hay que mover montañas, sanar heridas y resucitar de nuestras caídas.
Juan José Llano
Después de leer la mayoría de vuestras exposiciones…….me quedo un poco cortado pues veo o me parece, que tenéis más espíritu que yo de JESÚS….. Cosa que me alegra ya que me hace ir teniendo más espíritu de JESUS, la verdad que la compasión que EL mira a todos los hombres de su tiempo y sobre todos a los últimos, se me hace más costoso el poder decir que me está calando el espíritu de JESUS, pues reconozco que llegar a la altura era de sus discípulos sería impensable,
YO intento escuchar las palabras que él tenía para con el pueblo y sobre todo para los pobres y los último, y me da más fuerza e incluso creo que el Espíritu Santo veo que me acompaña más , pero sobre todo que me va poco a poco, no espero llegar a ser Apóstol de JESUS……pero por lo menos lo ESPERO, la idea es tener el mayor tiempo posible en mi mente a JESUS y el me guía en muchas ocasiones, pero sin nada especial como Él hacia las cosas con la mayor naturalidad, y lo mismo hablaba con uno que con otros.
Mari Nieves Sánchez
Pensando en la escena del bautismo de JESÚS, no soy capaz de imaginar lo impresionado que tuvo que sentirse al verse amado por Dios de esa manera, El amor no tiene excusas, no tiene límite y eso es lo que hizo JESÚS, amó sin excusas y sin límites. La palabra amor la hemos deteriorado y llamamos “AMOR” a cualquier sentimiento pero el AMOR es algo más serio JESÚS nos lo demuestra amando hasta el extremo todos tenemos que aprender del amor de JESUS y todos iremos creciendo en confianza ante DIOS personalizado en JESUS.
Francisco Huerta
Jesús al bautizarse, asume su condición de fragilidad humana, y se reviste del espíritu paternal de Dios, al que llama ABBA, que será la fuerza que lo impulsará en toda su misión. Se rompe el cielo para que empiece a entrar en contacto con la tierra. Desde ese momento Jesús se entregará apasionadamente, con toda su vida a ese proyecto donde Abba es padre de todos y que sus preferidos son los más pobres, al que llama “El Reino de los Cielos”, que no es un espacio ni un momento histórico, sino una vivencia partida y compartida; que lo hará sentir el Hijo predilecto.
Pido que Dios en su infinito amor me ayude a conocer y amar a Jesús y aunque yo me aparte por mis debilidades el no consienta que sea por mucho tiempo, que de algún modo me vuelva a resucitar de esa muerte que es estar apartado de Él.
Quienes integramos el Grupo Virtual de Jesús 20, iniciamos nuestro camino en el mes de mayo del año pasado. En estos días hemos estado transitando el Tema 9. De este “caminar”, compartimos algunas reflexiones.
Destacamos a un Jesús tan humano, se pone a la cola de los que van a ser bautizados y… Al salir del agua… muy importante este paso, deja lo anterior: penitencia, conversión y se agarra a la NOVEDAD: ES EL HIJO!!! Y desde lo común, cotidiano, lo tradicional, lo cultural…los cielos se rasgan… un a partir de ahora algo cambia…Este paso lo prepara para la vida pública. Jesús abandona su «zona de confort» y se pone en posición de búsqueda. Descubrimos dos actitudes fundamentales de Él ante Dios, su Padre: una confianza total y una docilidad incondicional, que son el resultado de una íntima relación con Él. El proyecto de su Padre es lo primero: vida digna y dichosa para TODOS comenzando por los últimos… Por eso ¡AMA!..
Por nuestro bautismo estamos llamadas a esa unidad interior que por medio del Espíritu Santo, nos va transformando en verdaderas hijas en el Hijo, nos va Cristificando. Nosotros iguales a Jesús: la Voz del Padre nos dice y señala a cada una: TÚ ERES MI HIJA AMADA. Es ahí en donde se encuentra nuestra dignidad de persona, dejar que Dios me reconozca como su hija amada en el sacramento del bautismo, iluminándome con ese amor del Espíritu Santo.
En este pasaje del Evangelio se nos acerca al Misterio Trinitario. Para Jesús la experiencia de sentirse renovado, renacido como Hijo de Dios le marcará en el futuro y en su predicación. A pesar de la descripción del momento público aun así no deja de ser un momento de profunda intimidad. Por eso son su condición divina y su infinita comprensión de lo humano, lo que nos atrae a Él. Es necesaria esa experiencia de no sólo saberse amada, sino sentirse amada, porque esa experiencia nos da la certeza de que somos amadas tal como somos, incondicionalmente.
No deberíamos olvidar el proyecto del Padre, que cumplió su Hijo con el Espíritu Santo, porque está en la base del cristianismo el reconocimiento de la dignidad humana y sus necesidades, así como la compasión hacia el prójimo. Viendo cómo actúa Jesús vamos aprendiendo cada vez más, quién es Dios, cómo se ocupa de las personas, cómo se acerca a los que sufren, busca a los perdidos, bendice a los pequeños, acoge, comprende, perdona y por sobretodo nuevamente recalcar NOS AMA!!!
Se reflexionó sobre la relación entre el río Jordán y nuestra situación actual como cristianos… nuestra realidad… nos aferramos a lo tradicional y acartonado, dejando la inspiración del Espíritu, la Misericordia del Padre y la cercanía del Hijo. Con nuestra tibieza o mediocridad, nos falta como Iglesia ser más comunidad, menos rituales sin vida. No dejamos abrir nuestro interior, porque tenemos cierto conformismo, una religiosidad sin espiritualidad, se reza, pero no se ora, muchas veces nos hace creer que el cumplir con ciertas reglas y rezar discursivamente o ayudar, aún sin escuchar las necesidades del otro, es suficiente. Hay momentos en que pensamos a la iglesia como una especie de río Jordán en el que debemos permanecer sumergidos… pero cuando comprendemos que no estamos solos, que somos amados, que el camino nos lo mostró Jesús, que ya venció el mundo y que la paz viene con Él y el Espíritu nos lleva, nos mueve, nos cambia e ilumina… es con obras, oración y conversión, dejándonos guiar por el Espíritu Santo, que nuestras vidas se transformarán.
Seguimos creciendo en este caminar.
Shirley, Carmen, Mariana, Roser, Griselda y Natalia
El bautismo de Jesús.
Jesús se pone en camino con un destino, ser bautizado por Juan. Comienza su vida pública con un acto simbólico, ser bautizado como uno más, es también un gesto de humildad. Acude al río a purificarse a ponerse en contacto con Dios en la naturaleza. No acude al Templo a llevar ofrendas, comienza con los pobres y para los pobres. Con los que no tienen nada que ofrecer en el Templo, pero sí su actitud de fe, y lo hacen en el río, rodeados de naturaleza, con un profeta, Juan, que no viste ni vive con riquezas. Y en este gesto también se hace parte del pueblo, camina con ellos, vive la conversión como los otros.
El bautismo es un anuncio ante todos los presentes de la pertenencia que asumimos de DIOS sobre nosotros, una señal para ser vista. Jesús viene al mundo como uno más. En teoría él no necesitaría la circuncisión ni el bautismo, pero se hace hombre con todas sus consecuencias. No admite ningún privilegio ni se salta ningún paso.
Para Jesús, Dios es como un padre que acoge con amor a todos sus hijos y nos invita a nosotros a acoger ese amor y compartirlo con los demás. Juan, aunque también llama a acoger a Dios, se enfoca en la conversión de las personas y su purificación para encontrarse con un Dios que juzga.
«Los cielos se rasgan».
Cielos que se rasgan, distancias que desaparecen, puertas que se abren. JESÚS es el NUEVO PACTO. Llegó para estar dentro de cada uno, de vivir en nosotros si así lo deseamos.
La vida de Jesús es como la tinta con la cual Dios escribe en la vida de la humanidad. Es una carta de amor para con las personas con la cual nos revela cómo ser humanos plenos: su preferencia por los últimos, su vocación de servicio, sus deseos de justicia, etcétera. Su vida es un «cielo despejado» a través del cual las personas podemos interactuar con Dios de forma clara y transparente.
El Espíritu desciende sobre Jesús.
Si Jesús no estuviese movido por el Espíritu de Dios no hubiera podido continuar fiel cuando la situación se volvió dura. Continúo fiel a Dios a sabiendas de las consecuencias, de la persecución de los poderosos, a pesar de saber que lo podían matar no huyó y se marchó a predicar allí donde lo escucharan. Dio la cara por los excluidos, con los excluidos, aguantó las críticas y los insultos. Acudió a Jerusalén, sabiendo que no le querían ni ver, ni oír y que tramaban contra Él. No se escondió, siguió adelante. Vivió como uno más, con sus momentos de rabia, de alegría, de tristeza, de soledad… pasó por lo que pasamos todos, y continúo siendo fiel.
Esa fuerza creadora y amor vivificador se sigue contagiando al paso de tantas generaciones, y por medio de un Jesús siempre presente en nuestras vidas de múltiples formas. De manera muy concreta Jesús se sigue manifestando el día de hoy en nuestras vidas por medio de los Evangelios y sus seguidores contemporáneos.
Cuando te topas con Jesús hay algo que cambia, es una percepción. La esperanza renace, la luz tiene otro color, el futuro otro sentido. La vida no es que se vuelva diferente, ni más fácil ni más difícil, pero la persona ha cambiado y la perspectiva con la que se viven las situaciones ha cambiado.
«Tú eres mi Hijo amado».
Da mucho alivio pensar en que Jesús sea el rostro humano de Dios. Le da rostro al amor entrañable de Dios Padre. Jesús llama a Dios Padre «Papá» su comunicación es tan clara, sana, alegre, plena, que puede sentir el cariño paternal/maternal de Dios a donde sea que va, junto con sus valores, sus proyectos, y sus deseos más profundos.
Dios revela que Jesús es su hijo amado al comienzo de la vida de su vida, no lo hace al final, después de haber llevado la cruz. En la cruz, es el centurión el que nos lo revela “verdaderamente era el Hijo de Dios”. Es revelador darse cuenta que Dios ama a sus hijos, no por lo que hagamos, sino por lo que somos, porque somos parte de Él, a imagen y semejanza. Necesitados de su Espíritu.
Un regalo de Dios es que nuestra fe nos permita sentir que Jesús es el Hijo amado y creer por nuestra fe que nosotros también lo somos porque seguimos a Jesús y somos sus hermanos. No es fácil pero llegar a creer esto es lo que hará de nosotros personas felices.
Actuación filial de Jesús.
Jesús llamaba a Dios abba /papá. En el huerto de los olivos. Y también es como nos enseña a rezar, “cuando os dirijáis a Dios decid: Padre nuestro que estás en los cielos…” Jesús sabe que Dios es su padre y el de todos, y así nos lo enseña.
Jesús le dice Abbá, es ese reconocerse hijo de Dios lo que tenemos que trabajar y cultivar nosotros porque la verdad nacimos con una religión inculcada un poco en el miedo y con un Dios lejano que no podríamos sentir nunca como un papito. Es eso lo que podemos cambiar e ir entendiendo para sentirnos hijos de Dios con cercanía, sin miedo siempre con un gran respeto pero tan cercano que algún día le digamos “papi”.
Que Jesús pueda llamarle a Dios Padre «Papá» me dice que su comunicación es tan clara, sana, alegre, plena, que puede sentir el cariño paternal/maternal de Dios a donde sea que va, junto con sus valores, sus proyectos, y sus deseos más profundos.
La oración del abandono de Carlos de Foucauld.
Padre, me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo, lo acepto todo,
con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
GVJ 18. Tema 9
Miramos a Jesús que quiso hacer la experiencia del deserto, donde su pueblo experimentó la libertad. Quizá el bautizo de Jesus sea también un testigo: soy tu hijo, hijo de tu pueblo amado…
Verdad que el cielo se rasgó, como tenia rogado el pueblo en el profeta Is 63,19: ah se rasgaras el cielo y bajaras!
Para mi, este tremendo pasaje atestigua que Jesús es la repuesta de Dios a nosotros! A nuestras mayores búsquedas.
Ya lo creo que estoy aprendiendo a vivir confiado y con docilidad a lo que Dios me pide, y para entenderlo sigo a Jesús.
Este grupo es de gran ayuda para acercarme a Jesús y vivir su proyecto.
En mi caso para crecer en confianza y docilidad debo perseverar en la oración y meditación para dejarme inundar de su amor.
Compromiso
Para crear un clima más abierto al Espiritu de Jesús y su Evangelio descubrí este sábado que debo tratar a la gente sencilla como lo hace Jesús; es decir, como personas amadas por Dios y con un enorme dignidad.
Por otra parte debemos cuidar la participación de todo nuestro grupo o los que quedamos activos para seguir creciendo
GUIA DE LECTURA:
El bautismo de Jesús: básicamente Jesús no quiere alterar el curso normal de los acontecimientos
Los cielos se rasgan: creo que esa experiencia se refiere a algo más fuerte en aquel momento, se refiere a una presencia intensa de Dios
El Espíritu desciende sobre Jesús: Sí, yo creo que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo
Tu eres mi Hijo amado: yo me alegro que Jesús viniera al mundo y eso ya haya sucedido
Hola somos el Grupo virtual de Jesús, Sal de la Tierra, y queremos dejarles este puñado de reflexiones de todo un conjunto de intercambios que hicimos en nuestro grupo sobre este tema 9
…sé que soy» hija de Dios y su Espíritu está en mi». Parecería entonces sencillo dejarme guiar, transformar… y quizá es lo difícil, ¿porqué?… quizá por eso se cae en mediocridad espiritual, hacer el rito sin el Espíritu, tener una rutina sin Vivir la Vida…
…Mi reflexión es : debo cuidar estar abierta al Espíritu, caminar un paso a la vez, como lo han sugerido varios de ustedes en otras reflexiones, y si caigo , levantarme y seguir caminando escuchando al Espíritu, orando, amando, aceptándome, verlos caminar a ustedes y a muchos más y seguir…
…existen tantas salidas a esta «mediocridad espiritual», cultivar la compasión y el servicio que tuvo Jesús podría ser nuestra salvación nuestro camino, es lamentable notar que la iglesia no ofrece nuevos aires y no necesariamente de modernidad sino curiosamente de regresar a lo esencial…
…en el ser de la persona está el anhelo de Dios, el anhelo del bien, sin embargo, también está la comodidad y la tendencia a lo rápido, a lo fácil, es por eso que no nos animamos a reflexionar, a ahondar, frecuentemente nos quedamos con lo de encima, teniendo así mediocridad espiritual…
…como la mayoría de las plantas busca la luz del sol, así también, actualmente se continúa la búsqueda de la unión con Dios…
…La mediocridad espiritual surge de la falta y de la tibieza de relacionarse con Dios, nos preocupa porque la sociedad o el mundo andan en la frialdad y buscando una respuesta miramos alrededor, teniendo la solución en nuestro interior en el calor y la fuerza que genera el amor de Dios…
…Veo a Jesús, marcándome el camino, pero no señalándomelo como quien me da una orden, sino caminando el primero. Veo al carpintero de Nazaret, que seguramente sentía ser un buen judío pero insatisfecho, ir hacia el Jordán buscando respuestas, buscando orientación, buscando profundidad, y las encuentra, no de Juan, quien es solo un preparador, sino del mismo Padre…
…Jesús rogaba con profunda humildad e insistencia al Espíritu de Dios, y el Padre se lo compartía. Creo que es ese el camino a seguir…
Si alguien desea conocernos más, les dejamos los links de los archivos completos sobre lo conversado en el grupo:
Tema 9 parte 1: https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4o4wXbI1QXdm33dzpd
Tema 9 parte 2: https://1drv.ms/w/s!AmfQylVRjh4o51lk3aE-XaUZu_Tp
Saludos de Jon, Cecilia, Lilia, Maru, German, Malka, Mario, Raimundo, Guadalupe, Cristian.
BETANIA (GVJ) TEMA 9.
Impulsado por el Espíritu de Dios (Marcos 1, 9-11)
Compartimos a continuación nuestra reflexión:
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
Lo que le atrae a Jesús al ir al Jordán es la coherencia de vida de Juan con su mensaje, que puede ser asemejada con su propia experiencia de búsqueda y camino. Jesús ve en Juan lo más cercano a la apertura de un hombre hacia la Voluntad del Padre.
El Bautismo para Jesús fue un parte aguas en su vida, representa el comienzo de la etapa vital, él se abaja a nosotros para dignificar la naturaleza humana, para darle un sentido trascendental, comienzo de una nueva era, continuidad de la labor de Juan, pero renovada.
Que los cielos se rasgan, es una invitación a tener Esperanza en que la vida de la gracia es auténtica en nosotros y nos transforma humanamente para llevar la vida de Jesús.
La idea central es que Jesús actúa con la ayuda del Espíritu Santo y con el amor del Padre. Estarán presentes en todo momento. Imaginemos a Jesús sintiendo ese momento intenso, llenándose de fuerza para empezar su andadura. Es hermoso ver a Jesús vivir la plenitud del Reino, que es lo mismo que verlo hacer la Voluntad de su Padre, en la forma más natural posible. Una entrega sin esperar recompensa porque la recompensa ya está inscrita en saberse Hijo.
Jesús llama a Dios, Abbá, (“Papi – Papito”, es la traducción de esa voz aramea) y de la misma manera quiere que nosotros le tratemos así, por ejemplo a través de la oración continuada. En los momentos de profunda oración sientes una paz y bienestar indescriptibles que te transmiten una alegría muy particular, serena, limpia y equilibrada, que tiende a fijarse en tu interior en la medida en que estás en contacto con Dios.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
CONVERSIÓN PERSONAL
Los testimonios que nos hemos regalado en este grupo, descubren vivencias sobre las cuáles se pueden encontrar aprendizajes que son ecos del Espíritu de Jesús. Estamos en un caminar con él y es más fácil hacerlo con este grupo Betania, por la diversidad de los aportes desde diferentes vivencias que nos enriquecen, todos buscamos el mismo objetivo y siguiendo el mismo camino, Jesús. Evadiendo como es muy natural algunas piedrecillas que aparecen pero que a la vez nos fortalecen a lo largo de este caminar.
Compartir las reflexiones en comunidad ayudan a aproximarse al Evangelio y también a llevarlo mejor a la vida, a ser más conscientes del compromiso para con los hermanos y acercarse cada vez más a ellos.
COMPROMISO EN EL PROYECTO DE JESÚS
Hay que entender que no hay una formación espiritual en nuestra sociedad. Los valores que vamos aprendiendo desde pequeños son prácticamente antievangélicos, aprendemos mucho de la parte ritual, de los milagros y estamos llenos de fábulas respecto a Dios, Jesús y el Espíritu Santo. Nos quedamos en el infantilismo religioso. La iglesia debe renovarse.
El Papa sí nos ha dado esperanza. El resultado tiene que ser una Iglesia más auténtica, somos optimistas en este sentido. Un ejemplo es su más reciente Exhortación Apostólica sobre la Santidad en el mundo actual, la cual contiene tópicos acerca de la espiritualidad y en su número 30 nos cuestiona “¿Puede ser sano un fervor espiritual que conviva con una acedia en la acción evangelizadora o en el servicio a los otros?”.
En nuestro Grupo Betania los pasos concretos son: ir encontrando formas y maneras de darnos a los otros, con la creatividad que llevamos cada uno adentro, explorando medios de comunicarnos, de encontrarnos. Debemos tener la certeza y la Fe en que el Espíritu nos acompaña y nos da la fuerza que necesitamos para preservar esta experiencia más allá de nuestras expectativas. El diálogo constructivo desde la Fe y el entusiasmo que provoca ese entendimiento harán que el Espíritu derrame sus dones, así, los frutos que la gente vea en nosotros, serán realmente del ¡Espíritu Santo!
UN ABRAZO FRATERNO de parte de Teresa, Gustavo, Belén, Gioconda, Lourdes J, Lourdes V, Mercedes, Santiago, Juan Arturo.
Desde el GVJ EN CAMINO queremos compartir nuestras reflexiones sobre el tema 9.
EL BAUTISMO DE JESÚS
Jesús humilde se desplaza de Galilea al Jordán para sumarse a la fila que esperaba el bautismo de manos de Juan. Se mezcla entre pobres, marginados y pecadores como siguió haciendo durante toda su vida pública… Nos está diciendo: «He venido para estar contigo, tú que te sientes pequeño, indigno, pobre, pecador… He venido para revelarte que eres hijo de Dios como yo, para abrirte las puertas del Reino de los cielos en la tierra, para que creas en el Espíritu en ti, para que te abandones al Dios en acción en tu vida…»
Jesús acude con libertad, decisión y respeto a que Juan le bautice. De este modo el bautismo se convierte en un gesto que abre una puerta de entrada a una nueva vida. Un acto de purificación que permite separarse de un modo simbólico de tu pasado, un abandono voluntario de todo aquello que nos aleja de Dios. Es una decisión de romper públicamente con la tradición anterior y dar el paso. Una decisión adulta que contrasta con el hecho de que actualmente en nuestra iglesia se bautice a los niños sin conocimiento de lo que están recibiendo. Tal vez podemos pensar que tiene más sentido para las personas que le llevan al niño al bautismo, que se comprometen a educarle en la fe y ser una referencia cristiana para ese niño. Recordamos también a todas esas personas buenas, comprometidas y con valores envidiables que, aún si estar bautizados, viven en la Gracia de Dios.
LOS CIELOS SE RASGAN
La alusión a los cielos que se abren definitivamente es una cita de esperanza del Antiguo Testamento (Is. 63,19): «¡Ojalá rasgases el cielo y bajases…». También podemos interpretarlo como el momento de comprensión interna y súbita que algo que sucede en un momento dado. La voz de Dios, cuando se rasgaron los cielos, la oyó Jesús dentro de sí y le dio garantía absoluta de que su Padre estaba con Él para llevar a cabo su misión. Lo más importante del mensaje de Jesús es invitar a todos los hombres a tener la misma experiencia de Dios que él tuvo, porque Jesús ve con claridad que ésa es la meta del ser humano: nacer del agua y del Espíritu por el Bautismo.
EL ESPÍRITU DESCIENDE SOBRE JESÚS
El Espíritu que bajó sobre Jesús, el aliento de Dios, le transforma interiormente y le ayuda a realizar la difícil tarea que le esperaba. El bautismo deja muy claro que el motor de la trayectoria humana de Jesús fue obra del Espíritu. Un Espíritu que nos llena también a nosotros cuando nos abrimos a Él, en cualquier momento del día, y no sólo cuando acudimos a misa el domingo.
TU ERES MI HIJO AMADO
La experiencia de ser amado es la base fundamental del verdadero amor. La presencia de Dios en el hombre tiene que darse en lo que tenemos de humano. Dios está en todas las criaturas como base y fundamento de su ser, pero solamente el hombre puede tomar conciencia de esa realidad y puede vivirla. Dios ama infinitamente a todos y a cada uno de los seres humanos.
Y qué suerte saber que Jesús es el primogénito entre muchos hermanos (Rm 8,29), es mi hermano, tu hermano, nuestro hermano.
Tenemos que tomar conciencia del carácter efímero de todas las existencias, de nuestra propia pequeñez e insignificancia ante la inmensidad del cosmos y de la inteligencia creadora que se encuentra más allá. También de que nada en nuestra vida ha sido puesto al azar, sino para crecer en la vida espiritual, y de que cada hermano es igual a nosotros, también hijo amado.
ACTUACIÓN FILIAL DE JESÚS
Jesús llama a Dios “Abbá”, que significa papá en su lengua aramea, mientras que en hebreo es padre. Los niños pequeños no tienen problema en decir “mi papá/mamá”…, pero con el tiempo empezamos a decir “mi padre/madre”…. Pero Jesús nos dijo aquello de que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Jesús se muestra ante su Padre con actitud de confianza plena y con docilidad absoluta, por lo que vive con actitud de crear, de innovar y con audacia, sin recelos, sin dudas, sin tramas, y libre de ritos, tradiciones o costumbres que podrían dificultarle abrir sendas hacia el Reino de Dios. Para Jesús, lo primero es hacer posible el proyecto humanizador de su Padre, consistente en que los seres humanos lleguen a tener una vida digna y gozosa y, especialmente, los más necesitados, los últimos: ése es su camino, del que nadie le apartará.
A ver si conseguimos aguzar al máximo el oído espiritual para poder escuchar con nitidez la misma frase del Padre de Jesús. Ojalá aprendamos de Él a vivir esa filiación tan llena de confianza con el Abbá. Para que el milagro de escuchar al padre suceda se necesita humildad, voluntariedad y desprenderse de todo aquello que nos separa de Él. Tenemos que ser más niños y todo fluirá de manera más natural.
CONVERSIÓN PERSONAL
Lo primero que necesitamos es dejarnos transformar, como Jesús, por el Espíritu. Porque el sentido de la vida tenemos que descubrirlo día tras día y, para ello, hemos de tener una actitud de búsqueda, de apertura, de disponibilidad. La gran noticia de Jesús es que Dios no se aleja de nosotros cuando caemos, sino que nos perdona con mucho amor y nos extiende sus brazos para acogernos. Y ese es el camino, la naturaleza humana, con su debilidad, es nuestra escuela, y tener fe es intuir que detrás de todo esto hay un padre que nos ama, que nada es inútil, que la justicia de Dios y su misericordia resplandece detrás de un mundo aparentemente injusto.
Por tanto, tenemos que ser capaces de escuchar la voz del Espíritu que nos invita a vivir fielmente nuestra misión de cada día y reconocernos capaces de amar, aunque sea torpemente, darnos cuenta que eso nos dice que somos hijos de Dios.
Nos cuesta comprender el Espíritu, pero pensamos que «si yo fuese capaz de comprenderlo, bastante limitado sería ese Dios…» y llegamos a la conclusión de que cualquier intento de ponerle palabras y razonamiento a los asuntos espirituales, a Dios en definitiva, sólo son pobres intentos de enmarcar algo infinito, lo cual de por sí es imposible. Así que nos rendimos a la obviedad de que hay cosas incomprensibles a la mente humana, y que sólo pueden abordarse por lo que hay de infinito en nosotros: esa morada del alma de la que nos habló Santa Teresa de Jesús.
La revolución empieza por desprendernos de nosotros mismos, de nuestras dudas, de nuestros saboteadores, y creer sin duda que ese Amor del Padre que se derramó sobre Jesús el día de su bautismo es derramado sobre cada uno de nosotros.
NUESTRO COMPROMISO
Nos encontramos ante la necesidad de hacer un compromiso de vida para procurar ser dignos de las palabras del Padre, que nos abraza «como a hijo en el que se complace», e intentar contribuir a construir el Reino de los cielos en la tierra y poner por encima de todo la dignidad humana.
Para ello intentaremos volver a la mirada de un niño y relacionarnos con nuestro “Papá” con total confianza.
NUESTRA ORACIÓN
Bondad y amor me acompañaran todos los días de mi vida y habitaré en la casa de Yahvé un sin fin de días (Salmo 23,6)
Jesús, (…) que pueda abandonarme a Ti en cualquier situación, sea la que sea, agradable o dolorosa, para que consiga testimoniar que hemos sido bautizados con Espíritu y, por tanto soy hijo de Dios… ¡Amén! (Hno. Roger de Taizé)
Queridos hermanos de GVJ; somos el grupo Tabor y os dejamos esta aportación del tema 9 – “Impulsado por el Espíritu de Dios” en el que como siempre va impregnado de nuestro caminar en fraternidad por Cristo y con Cristo
ACERCAMIENTO AL EVANGELIO
Con humildad, pero con valentía y amor, sigamos al Amor de los Amores, dando testimonio vivo con nuestra vida, en familia, en nuestro entorno, en la parroquia y en todos los medios que Dios ponga a nuestro alcance.
Necesito caminar con Jesús y descubrir el camino que él emprendió y así ver los cielos abiertos para mi y para todos. El Espíritu desciende sobre Jesús: También me gustaría oír al Abba, pronunciar esta frase “tú eres mi hija amada y en ti me complazco”, pero me siento muy humana y como tal muy débil y a merced de los tiempos que corren.
Se rasgaron los cielos y vieron el Espíritu descender sobre él como una paloma. Que bella frase para mostrarnos el Amor de Dios sobre Jesús, sobre su Hijo; la forma tan bella de decirle estoy contigo. Cuanta veces hemos visto en imágenes a esa Paloma acercase y posarse sobre otras personas en la historia y ahora reciente sobre otro gran profeta que nos da Dios para estos tiempos tan difíciles, para que también diga las verdades a los poderosos y clame por la justicia para los pobres y oprimidos; nuestro querido papa Francisco.
Jesús experimentó a Dios como Padre y se experimenta como Hijo. Dios es padre, no un Dios lejano, sino que se hace Abba. A mi entender esta es la Buena y gran noticia que nos trajo Jesús. El Mesías es el siervo de Dios, siervo de la gente. El Padre le estaba indicando su Misión: servir y servir hasta el final; nos muestra a nosotros también el camino. Jesús descubre su misión y a la vez recibe el don del Espíritu para poder llevarla a cabo.
Hoy tenemos un gran Profeta, que con su palabra y sus obras, nos hace ver el auténtico mensaje de Amor, Paz y Fraternidad. Sin miedo y con fuerza para denunciar las injusticias, pero también para ser Testigos activos del Evangelio, cada momento de nuestras vidas. ¡Gracias Papa Francisco!.
Cristo es el amado del Padre porque se ha ofrecido para la salvación de los hombres. Nunca comprenderemos que todo un Dios se ponga al nivel del hombre, hasta hacerse creatura. A veces, la voluntad de Dios se carga de una niebla de misterio. Nadie esperaba que Cristo, el Hijo de Dios, se acercara al pobre profeta Juan, para ser bautizado. Incluso, el mismo Bautista intentó impedírselo. Pero cuando Jesús nos pide algo, hay que saber bajar la cabeza y aceptar. Entonces, la voz que resuena de lo alto nos sugiere que Jesús es obediente en todo, al Padre por amor.
Tú estás entre nosotros, a mi lado, en el que sufre, en el enfermo dolorido, en el marginado,
en la pobreza, en la sencillez, en el bienintencionado.
Por todo eso. Y por lo que omito. Permítete a mí también, Decirte: ¡PAPITO!
Siento a Jesús como una ayuda para acercarme al misterio de Dios, siento a Jesús lleno de Dios. Por supuesto que me alegro de que Jesús sea el Hijo predilecto de Dios, aunque no siempre soy consciente de que también cada uno de nosotros lo somos.
El Espíritu es el aliento de Dios, me ha costado mucho entender (sentir, más bien…) en qué consiste esta fuerza vivificadora. No es fácil, es un misterio maravilloso.
Jesús es la llave que nos abre el camino a la eternidad, el es “el camino la verdad y la vida” nadie va al Padre sino es por mí”, pero para disfrutar de ese nuevo caminar es necesario abrir los oídos del corazón y de la mente para reconocerlo como Señor y salvador. Creo que en mi vida no ha sido sólo un camino el que me ha abierto, sino muchos, por ello vivo tan enamorado de Él. Señor Jesús concédenos docilidad al Espíritu para que podamos conocer la misión que nos haz encomendado y experimentar como María , las maravillas que realizas en nuestras vidas.
ACERCAMIENTO A LA VIDA, conversión personal y Compromiso en el proyecto de Jesús
Familiarizarnos con la Palabra, llevarla con nosotros siempre, esto dará sus frutos en una actitud nueva que cambiará nuestra vida. Se trata de recibir el Espíritu con docilidad sin oponer resistencia. Pedirle la gracia de darle a conocer y después dejar espacio para que esa palabra germine y crezca en actitudes de bondad, paz, mansedumbre.
Pido a Dios que me fortaleza en cuerpo y mente para seguir siendo testigo del Evangelio, dando a conocer a tantas y tantas personas, que de forma anónima se entregan en plenitud; para atender a todos los Cristos Rotos del mundo (especialmente en su entorno) y mucho mas a quienes lo abandonan todo, para ir a lugares donde hasta su propia vida corre peligro.
El tema 9 me ha hecho acércame mucho más al Padre de la mano de Jesús. Ayer, en mi rato de adoración al Stmo. hablaba con el Padre de una forma muy coloquial, como si hablase con mi padre y me hacía gracia; porque nunca antes la Iglesia me había mostrado este camino de comunicación tan filial, ameno, llano y sencillo. Es cierto que empiezan a verse algunos cambios en la Iglesia, gracia al Papa Francisco, por el que rezo a diario; pero aún falta mucho más acercamiento de la curia para que se vea en plenitud la renovación espiritual que tanto necesitamos.
El grupo me ayuda a lograr su cometido a través de la dinámica, de la organización, del coordinador ordenado, bueno y comprensivo, los testimonios de vida ejemplarizantes de cada uno de sus miembros, el testimonio viviente que es Inmaculada para mí, y estoy segura que para muchos de ustedes, mujer llena del Espíritu Santo, probada con el quebrantamiento de su salud, sobreponiéndose a la enfermedad y al dolor, que continúa proclamando su fe en momentos de grandes dificultades.
Me está ayudando este grupo a vivir más vivo y personal el encuentro con Jesús. Las aportaciones del Grupo me empujan a profundizar más la palabra, y a sentir más la presencia de Jesús. Gracias Jesús por invitarme a caminar contigo. Siento que me estás invitando a seguir tus pasos. Pido ayuda al Espíritu de Dios desde mi pequeñez. Son Muchas las dudas, agobios, incapacidad, los que me impiden mantener la marcha. Pero el sentirme querida y amada por el Abbá es lo que me empuja a seguir. En el Grupo veo mucha esperanza, convencimiento, y entusiasmo en el seguimiento a Jesús.
Siento Que Vives en mí. Siento Tu Abrazo de Amor
Tu eres Señor, Luz sanadora y resucitadora
Gracias Padre porque me haces sentir Tu fortaleza de amor en comunión con mis hermanos; porque en Tu siempre misericordiosa imagen sacramentada, que vive permanentemente en mi mente, siento tu corazón latiente, que enamora mi alma y envuelve mi caminar en plenitud de fe y esperanza.
En estos momentos de máxima dificultad, no me has dejado caer en la desesperación, sabiendo que Tu fuerza sanadora, iluminadora y fortificadora me envolvía y me envuelve en abrazo de amor, perdón, comprensión y ternura; reconfortando mi alma y mi espíritu, a la vez que curando lo que para todos era prácticamente insalvable.
He sentido la fraternidad en comunión con todos los hermanos que sufren, he recorrido contigo, paso a paso, la subida al Gólgota. Tu dolor ha sido mi dolor; solo que el tuyo era, es y será siempre de entrega, por un amor inconmensurable hacia la humanidad. El mío, es de consuelo por caminar contigo, de no sentirme sola en ningún momento, sabiendo que los ángeles y arcángeles, están unidos a todos los que han vivido y viven en plenitud el Mensaje de Tu Reino, de tu Palabra llena de alegría. Segura de que Tu Hijo, siempre Vivo, siempre resucitado, siempre sufriente, camina vestido de Amor, en todos los que la sociedad considera Cristos rotos, Cristos inservibles, Cristos desechables.
La fuerza de Tu Amor, la he sentido y siento en comunión con todos mis hermanos que unidos en oración, creen como yo, en el poder de Tu Luz y energía suprema que mueve el universo en total unidad; sabiendo que Tu has creado el mundo sin fronteras, pleno de salud, vida, justicia y libertad.
Señor, que por nada ni por nadie me separe de Ti y tu Divino Hijo Jesucristo sea mi Maestro, guía, fortaleza y consuelo, siempre a la Luz de Tu Espíritu iluminador y vivificador.
Gracias Padre por hacernos vivir en plenitud eucarística con el Cuerpo de Jesús Sacramentado. Bendice y protege a todos mis hermanos en la Fe; de forma especial a los que han hecho de su oración un acto de entrega y amor para conmigo
Dedicado a todos los que están pasando por un momento difícil de enfermedad grave y a quienes viven su entrega en la Pastoral de los enfermos.
Juan Carlos, Antonio José, Inmaculada, María, María Pilar, Pilar y MaríCarmen. GVJ Tabor
GRUPO VIRTUAL DE JESÚS EFETTÁ
Queridos hermanos/as seguidores de Grupos de Jesús, compartimos con todos vosotros nuestras reflexiones sobre el Tema 9. GUIADOS POR EL ESPÍRITU (Mc 1,9-11)
Son tan ricas e interesantes las aportaciones del grupo, que mi tentación, aunque no por comodidad, es copiarlas todas tal cual las enviaron. No obstante para no alargarme intentaré resumirlas, reuniendo las que son más coincidentes.
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO. El bautismo de Jesús
Nos ha ayudado mucho el trabajo que Manuel, un miembro de nuestro grupo, nos envió viendo el paralelismo de este pasaje en los cuatro evangelios.
• Durante 30 años había cumplido con sus deberes en el seno de su familia pero Juan era una señal para lanzarse en su proyecto del Reino de Dios. No es fácil para un hombre el dejar su vida cotidiana y lanzarse a una de revolucionario. Esas incertidumbres se disuelven cuando al ser bautizado ve el cielo abrirse y que el espíritu bajaba sobre él como una paloma y oyó una voz del cielo confirmándole que era el hijo amado y el que Dios había elegido.
• Jesús se acerca al Jordán para ser bautizado por Juan atraído por su predicación de conversión. Jesús es un hombre que vive los problemas de su tiempo, de su pueblo, de sus gentes, por eso se une a ellos, a la fila de los que quieren ser bautizados. Pero ¿acaso tenía él necesidad de conversión? ¿Tenía necesidad de bautizarse?
Esta pregunta ha sido realmente importante para uno de los miembros del grupo, que en el diálogo con las aportaciones de los demás, ha ido aclarando y así lo manifiesta en la segunda reunión.
• Destaca el gesto de humildad de Jesús, que siendo el Hijo del hombre, se sometió al bautizo de Juan, como uno más. Qué gran ejemplo de humildad el que nos da Jesús, en un mundo en que el poder y el estatus están por encima de todo. cómo la vida de Jesús, cuando recibe al Espíritu Santo se parte en un antes y un después. Es el Espíritu el que lo ilumina, lo fortalece, lo anima, dándole aliento para llevar a cabo su misión.
• Otro elemento que nos ha impactado es ver la fuerza que tiene el Espíritu en Jesús y que lo lleva, en todo momento, a sentirse el «Hijo amado, el predilecto». Si fuésemos conscientes de la fuerza que tiene el Espíritu en nuestras vidas, no dudaríamos lo más mínimo en hacer siempre la voluntad del Padre. Más que falta de fe, nos falta sentir el Espíritu dentro de nosotros.
• Cuando Jesús recibió el bautismo de Juan en el río Jordán, “se rasgaron los cielos”. Después de que el pecado había cerrado el cielo, elevando como una barrera entre el hombre y su Dios, con el nacimiento de Jesús, (con su Bautismo), el cielo se abre, de nuevo el Padre quiere manifestar su amor y misericordia con los hombres.
• Casi nada sabemos de la infancia de Jesús, supongo que como casi todos nosotros » buscaba» un sentido a su vida, a la vida de todos, a esa religión estricta de la época y acabó encontrándolo. Ese encuentro tuvo que ser tan puro y real, que hizo que su vida cambiara y jamás retrocediera ante nada ni nadie. El Espíritu de Dios que está en todos nosotros se le reveló. El cielo dejó de estar cerrado y se le abrió y pudo escuchar al Padre diciendo: TU ERES MI HIJO, ESTOY ORGULLOSO DE TI, TE QUIERO, SIEMPRE HE ESTADO CONTIGO Y NUNCA TE ABANDONARÉ. Tuvo que sentir esto de una forma taaaan clara, que fue capaz de llevar hasta las últimas consecuencias su manera de pensar.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
Aquí quisiera destacar que una del grupo, nos manifestó cómo le ayudan estos temas y reuniones con la aportación de todos para su vida concreta. Comprenderéis que lo deje en privado. Solo destacar: “Para mí es una gracia y don de Dios el llamado y la invitación a este grupo para aprender a vivir poco a poco con el Espíritu de Jesús, todo un caminar y toma de conciencia para despertar a ese Espíritu que habita en mí y en todos”.
Conversión personal:
• Este tema me ha ayudado a penetrar con fuerza en el sentido del Espíritu Santo y lo que representa en nuestras vidas. Aunque lo sabía ya, tal vez no le había dado la importancia que verdaderamente tiene: El Espíritu Santo, es, ni más ni menos, que el Espíritu del Padre y de Jesús en nosotros.
• Este hermoso pasaje del Evangelio, me ha enseñado el verdadero poder que tiene el Espíritu de Jesús para aumentarme la fe, para animarme la esperanza y para envolverme en su inmenso amor, amor que Dios tiene para todos sus hijos; es el mismo Espíritu de Jesús que mueve, que transforma los corazones de la iglesia, porque la iglesia no está sola, vive con el Espíritu de Jesús (yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo Mateo 28, 20), y ha crecido en Pentecostés.
• Aprender a vivir con el espíritu de Jesús es aprender a amar y es un viaje de por vida.
• También yo/nosotros, llevamos el Espíritu en nuestro interior desde el día de nuestro bautismo. Él habita y actúa mí como dice San Pablo: “no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros”?
El Espíritu revela definitivamente a Jesús su identidad: es el Hijo amado de Dios en quien se complace.
– ¿Tratamos de descubrir nuestra identidad como hijos amados de Dios?
– También somos elegidos, Dios tiene un proyecto para cada uno de nosotros, pero muchas veces no somos conscientes del amor con el que el Padre nos mira, no respondemos con la docilidad que lo hizo Jesús. Nos invade la rutina y el ambiente “tentador” de esta sociedad de consumo, que cada vez se aleja de Dios porque tenemos otros dioses que nos atraen.
Compromiso en el proyecto de Jesús y en nuestra vida concreta:
– Necesitamos encontrar formas de estar abiertos para recibir el nuevo vino que Jesús trae a través del espíritu. Deshacernos de los viejos cueros y convertirnos en nuevos (Marcos 2:22 ). Abandonar nuestros condicionamientos y estar abiertos a ver las cosas de nuevo y dejar que el Espíritu nos guíe por el camino correcto.
– Debemos estar ATENTOS Y CON LAS LÁMPARAS ENCENDIDAS para contribuir también en lo que nos corresponde al proyecto del Reino, ser audaces y responsables.
– Expresar con nuestro testimonio entre quienes nos rodean en la vida cotidiana que Dios está con nosotros como hermano y salvador.
– Jesús con el Bautismo en el Jordán se preparó para su vida activa. También nosotros queremos prepararme con la oración para la tarea de cada día.
ORACIÓN:
Te pido Señor, el don de conocerte siempre más
y vivir como Tú lo has hecho.
Concédeme, ser presencia viva del amor del Padre
entre mis hermanos como lo fuiste Tú.
Señor, Tú me llamaste para seguirte y estar contigo,
ayúdame a vivir lo que me pides,
a hacer vida lo que nos enseñaste con tu vida entre nosotros.
Dame la gracia de tener la alegría de manifestar el amor del Padre
con mis actitudes, con mis obras.
Que todo lo haga, Señor
como lo has hecho Tú,
para agradar, alabar y bendecir la voluntad del Padre. Amén.
Un fraterno abrazo para todos en el Espíritu de Jesús y nuestras oraciones
Grupo Effetá:
José Ignacio, Silvia, Manuel, Mª José, Wilmer. Caridad.
Queridos seguidores/as de Grupos de Jesús, el GVJ MARANATHA hemos terminado de trabajar este tema 9 y, con alegría, queremos compartiros lo que nos ha aportado nuestra reflexión sobre él.
ACERCAMIENTO AL TEXTO EVANGÉLICO
El movimiento que inició Juan desde el desierto fue como una llamada para Jesús. Él también va al Jordán. Ve la necesidad de la gente de escuchar un mensaje diferente al del templo; un mensaje de conversión, de arrepentimiento que sugiere el paso de lo antiguo a lo nuevo; existe una conexión, no es una ruptura. Al sumergirte en el agua mueren las cosas que no te gustan, sobre todo actitudes con los demás o contigo mismo; cuando sales, es el renacer como hombre nuevo. Por eso, al salir se abren los cielos, para poder llegar al conocimiento de lo trascendente.
A Jesús le atrae ver la actitud de conversión en los demás porque así la dicha y todo lo bueno que ofrece Dios, lo puede compartir con todos, y además así se desarrolla el proyecto humanizador del Reino de Dios.
En el bautismo en el río Jordán, Jesús es tan humilde que no se bautiza a sí mismo, sino que lo hace aquel que ha preparado su camino, Juan. ¿Por qué Jesús quiso ser bautizado por Juan? Los evangelios nada nos dicen sobre esto. ¿Era una manera de exteriorizar que iniciaba un nuevo camino, un camino hasta entonces desconocido en sus relaciones con Dios, con el Padre? Con esta teofanía quiso iniciar su vida pública y, a la vez, abrirnos el camino hacia el misterio de Dios; Él nos introduce «en su mundo» haciéndonos «divinos» a través de su bautismo. Nos enseña realmente qué es Dios para toda la humanidad pues toda la vida de Jesús se orientó a vivir el amor del Padre y a hacérnoslo presente, Él vivió siempre dentro de ese amor, hasta en la situación última de la cruz.
En relación a la imagen de los cielos rasgándose, esto nos dice que con Jesús, cuando todo parece que está en contra, se abre la esperanza, la alegría; y cuando ayudo o acojo a alguien sé que lo hago porque el Espíritu actúa en mí y si no hago más es porque no me abro más a su acción.
Si, nos alegramos de que Jesús sea el Hijo preferido porque Él vino enseñarnos a amar al Padre y a nuestros hermanos; por eso, también a nosotros nos dice esas mismas palabras porque también somos sus hijos y nos ama, tanto que nos envió a su único Hijo para nuestra salvación.
ACERCAMIENTO A LA VIDA
+ De ideas y buenas intenciones en el seguimiento de Jesús está uno bien despachado. Otra cosa es cómo traduzco eso en mi vida, tan lejos de cómo vivió Jesús y de la invitación que nos hace a seguirlo.
+ Para mi es una gracia y don de Dios el llamado y la invitación a este grupo para aprender a vivir poco a poco con el Espíritu de Jesús, todo un caminar y toma de conciencia para despertar a ese Espíritu que habita en mí y en todos.
+ Debemos estar ATENTOS Y CON LAS LÁMPARAS ENCENDIDAS para contribuir también en lo que nos corresponde al proyecto del Reino, ser audaces y responsables.
+ Para crecer en confianza y docilidad al Padre, lo que hago es recurrir a María, que supo extender su FIAT de la Encarnación hasta el momento de la entrega en la cruz. Y lo otro que hago es PRACTICARLO. Repetir muchas veces, en los momentos más confusos de mi vida, mi FIAT, pequeñito, unido al de María.
+ Detrás de cualquier deseo de felicidad está siempre el propio Dios. En esa nueva búsqueda he seguido los pasos de mi Grupo de Jesús, sintiéndome cada día más cercana a Él.
+ Creo que sí, que cada vez las aportaciones son más sinceras y confiadas y se siente una energía positiva en todos. Hemos de ser capaces de positivizar las cosas negativas no solo aquí sino en general y ser fieles siempre a nuestros compromisos.
+ Siempre debemos animarnos a seguir hacia adelante, seguir colaborando entre todos aunque cueste, y buscar lo que nos une aunque seamos diferentes. Y eso que nos une, es Jesús.
+ Sé que no puedo aportar mucho, pero lo tengo que hacer. Sólo necesito recordarlo todos los días cuando me despierto. De esta manera todos los días se me presentarán oportunidades de hacer “algo”.
+ Preferí acercarme a personas creyendo que éstas me iban a dar lo que me faltaba, y no, ya he comprobado que no. Todo era un espejismo. Solo me queda volver a Jesús, es la única opción real que tengo, ya que me garantizan que es el único que puede limpiar y ordenar mi interior, y me fio.
Oración:
Señor Jesús, que en nuestra oración,
cerrando los ojos y observando lo que sucede en nuestro interior,
recibamos esa audición que siempre, lo sepamos o no,
andamos buscando: «eres mi hijo, te amo».
RICARD, MARIVI, MARIPILI, JAVIER, ISABEL, FRANCIS, CARMEN, ANTONIO, ANA VILMA
EL BAUTISMO DE JESÚS.
Margalida nos entrega un análisis de la forma que utiliza el autor sagrado: elementos que no son normales, voces surgiendo de una nube, el cielo se desgarra….paralelismo con la literatura teológica del judaísmo de la época de Marcos.
Y sigue:… Jesús viene del mundo, no es una figura mística, es un hombre como los demás, en fila con los pecadores que se acercan a Juan.
«Se rasgan» desaparecen las barreras entre Dios y el mundo, acaba el largo silencio de Dios y
«la tierra vuelve a ser como en el paraíso, la casa de Dios con los hombres»
Otro símbolo: el Espíritu como paloma. Es la investidura oficial de Jesús por parte de Dios. Su Mesías.
Se manifiesta Dios como su Padre, El es el ABBA de Jesús, el Dios/Amor sin límites.
Ya no es siervo, es Hijo.
Dios no es el señor feudal, es el Padre.
El hombre pasa a ser hijo, porque Dios ha querido hacerse hombre.
Lucila opina que Jesús, siendo igual a todos nosotros, excepto en el pecado, obediente vino para que lo bautizara Juan, » pues la voluntad de nuestro amado Padre Dios era esa y así se cumplió»
Al ver que los cielos se rasgaban piensa que es para indicar que viene de lo alto, que es el mismo Padre Dios en su Divino Espíritu que quiso penetrar en Jesús y al oír la voz que venía de los cielos queda confirmada la manifestación de Jesús en la tierra.
Agrega Lucila: a Jesús le atrae el ver a su pueblo en actitud de conversión, porque así encuentra el terreno en el cual Él podrá trabajar, anunciar el Reino de Dios.
La imagen de los cielos que se rasgan es la alegría, la confianza plena, la seguridad que Dios nuestro Padre desde lo alto envía su Espíritu Divino a su Hijo Jesús y a nosotros.
Y termina reconociendo que es hermoso contemplar la manera como Jesús se dirige al Padre Dios:
«Abba», «apá,» tal como se dirige un niño a su padre.
Carmen se hace preguntas:
¿Jesús necesitaba bautizarse?
¿Tenía pecados, quería convertirse?
Y responde: sabemos que pasaba haciendo el bien, que curaba enfermos, que daba la vista a los ciegos, los sordos oían, los mudos hablaban, los paralíticos caminaban…
Pero Él quiso bautizarse como los demás, junto a los pecadores que no lo reconocieron. Juan, sí.
El evangelista dice que «vio rasgarse los cielos y al Espíritu Santo descender sobre Él como paloma».
Jesús se da cuenta de quién es, de la misión que le da el Padre, Su Padre, que lo ama y se siente muy bien con Él.
Agrega: también se da cuenta de que Dios es Amor y que ese inmenso amor se lo entrega a su Hijo Jesús con alegría, con gozo para que también todos los hombres se sientan amados, cuidados y protegidos por ese Padre amoroso y común.
Concluye: es una revelación, la revelación de su accionar movido por el Espíritu Santo que hace morada en Él y lo acompaña junto al Padre formando el misterio trinitario.
Loli nos dice: Jesús se bautiza y los cielos se rasgan…es una imagen de una gran liberación, por fin el cielo se abre y se van a disipar tantas dudas, tantos miedos, tantas incomprensiones sobre Dios.
Viene Jesús a dejárnoslo claro, a explicarnos a todos los que queramos escuchar que Dios es Padre y que nos quiere felices a todos.
Si el Espíritu desciende sobre Él,
¿ cómo no intuir el Espíritu de Dios moviendo toda la vida de Jesús?
¿No pasaba mucho tiempo en oración sintonizando con el Espíritu de Amor de su/nuestro Padre?
Éste es mi Hijo Amado… Jesús…y nosotros también, hijos amados…
¡qué alegría!
Y sí, acercarme a Jesús es acercarme a Dios mismo.
Me derrota en todas mis dudas y egoísmos y me hace estremecer el vislumbrar en toda Su Vida la grandeza del Amor de Dios para todos y cada uno de nosotros.
IMPULSADAS POR EL ESPIRITU DE DIOS.
Frente a la vida, a nuestra vida, Loli dice: » Sí, a nosotras también se nos regala el Espíritu de Dios, el Espíritu de Jesús… Y se pregunta:
¿hasta qué punto soy consciente de ello? ¿me dejo guiar por Él?
Junto con ella decimos:
…»a veces me doy cuenta y todo mi ser se torna agradecimiento, porque si hay en mí una sed profunda y sostenida de Dios, un anhelo de un mundo en el que podamos ser hermanos, una necesidad de relación con Cristo, es ciertamente porque su Espíritu me habita y me atrae hacia Él»
También Lucila cree que puede crecer en confianza y en docilidad ante Dios Padre, » dándome cuenta, siendo consciente que soy su hija amada, que todo en absoluto El lo permite para bien mío y gloria de Él y que todo, todo es regalo de Él».
Y nos hace una invitación:
«para crear un clima más abierto al Espíritu de Jesús y a su Evangelio debemos hablar de Jesús, proclamar su Evangelio y obrar coherentemente. Y sobre todo vivir haciendo el bien como lo hizo Jesús»
Carmen reflexiona:
Si realmente me acercara a Dios, a Jesús, si lograra medir la riqueza de su encuentro conmigo, si todos nos abriéramos al soplo del Espíritu Santo y al Amor de Jesús, otro mundo viviríamos.
Cuesta a veces darnos cuenta de la inmensidad de ese Amor inconmensurable y nos ahogamos en nuestros problemas o mezquinos amores humanos, en vez de dejar actuar al Espíritu Santo que es Dios-Amor, en cada uno de nosotros…si lo hiciéramos seríamos inmensamente felices y haríamos felices a los demás.
Concluye Carmen:
Dios nos muestra el camino en su Hijo Jesús a quien seguimos, observando su actuar en su tiempo, para poder ser como Él, cristos en nuestro tiempo.
Finalmente, Margalida abre su corazón y pensamiento:
«Cada día me acerco más a Jesús y quizás podamos entendernos mejor. Los acontecimientos que vivimos diariamente, a veces nos redireccionan más al Espíritu de Dios, a quien todos los días conocemos mejor y acariciamos más.»
Considera que el grupo le ayuda a profundizar en el mensaje de esta Palabra….» creer en Jesús es fuente de alegría, de gozo….sin ir detrás del Compañero que nos guía todos los días no es tarea fácil para mí», nos dice.
Cada vez se siente más consciente del Dios – Abba y una vez asimilada la verdad inescrutable del Amor individual y personal del Dios Padre, la vida va bien.
Piensa que la Iglesia como conjunto puede ser mediocre y puede mejorar cuando todos mejoremos, cuando nos entendamos y vivamos y sintamos que los predilectos son los pobres, los pequeños, los que nacieron para ser amados y amar.
¡Qué gran tarea!
¿La estamos llevando a cabo personal y colectivamente?
Y con gran ternura afirma que la confianza y la docilidad se educan y se transforman a lo largo de nuestras vidas…no existen mediocres, sino simplemente despistados o desorientados.
UN SALUDO AFECTUOSO DEL GRUPO KAIRÓS….
LOLI, MARGALIDA, LUCILA, ILSE Y CARMEN
¡ABBÁ!
SE ABRIERON LOS CIELOS,
SE ABRIERON NUESTROS OJOS Y OÍDOS.
SOMOS TODOS HIJOS AMADOS,
LEVANTÉMOSNOS,
CON ÉL HAGAMOS EL CAMINO.
YA NO ES SOLO JESÚS,
NOS TOCA A NOSOTROS,
ALEGRÉMOSNOS.
LOS CIELOS SE ABRIERON,
SON TIEMPOS NUEVOS,
NUEVOS ESFUERZOS,
TESÓN Y VOLUNTAD.
¡SEA TU VOLUNTAD!
EN CADA UNO DE TUS HIJOS.
Laura (14 septiembre 2016)
La lectura de este Evangelio nos ha hecho recordar que, también para nosotros, un día se rasgaron los cielos y que hemos sido bañados por el Espíritu. Hemos escuchado al Padre decirnos: “Este es mi hijo amado”.
Primera Reunión
Lo primero que me resalta en este pasaje del Evangelio es una teofanía. Después de la intensa preparación en el desierto, Jesús decide ir al Jordán en busca del Bautista. Entra en el río como uno más de la fila de inmersión. Nunca se ha considerado especial. Allí tiene su gran “experiencia”, que va a pasar inadvertida para todos: ver claramente quién es. Cambia la situación: de “un hombre cualquiera”, a ese otro, Hijo de Dios.
El Padre que lo ama, y mucho; el Espíritu que todo lo llena, que lo invadirá siempre. Las tres personas trinitarias reunidas en un río y ante muchos judíos, pobres la mayoría, a quienes les pasa desapercibido.
Jesús se deja bañar por el Espíritu. Ve a su pueblo hacer lo mismo y piensa quizás que ha llegado la hora de la conversión, del cambio. El baño en el Jordán es un símbolo, un sacramento. Hasta ese momento en el que sale de las aguas, los cielos están cerrados, lejanos; pero ahora se rasgan y se acercan al hombre y no le dejan nunca más solo porque ahí está Abbá, padre/madre misericordioso/a.
Jesús, al salir del agua, no eres ya el mismo. Te reconoces hijo dócil, cariñoso y fiel a tu papá.
Dios te habla y te dice: “Hijito, me alegro. ¡Ah, cómo me gustas hijo mío!
Hacer su voluntad, será tu voluntad de ahí en adelante.
El mensaje, el llamado, la convicción, llega para quien está en la búsqueda aunque no sepa qué está buscando. Así es el Reino de los Cielos. Jesús sintió el impulso de la búsqueda, se dirigió hacia donde podría obtener alguna respuesta y recibió la confirmación:
“Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.”
Jesús lo buscó y conscientemente empezó a vivir lo que significaba: cambio, conversión, giro en el camino religioso que había aprendido en familia y veía en el pueblo judío.
No casaba esto con el descubrimiento que se desveló en el «TU eres mi Hijo amado, en ti me complazco…”
Cada vez que viene, me pone las cosas más claras, menos rebuscadas y menos contaminadas, pero siempre me invita a iniciar algo. Parece decir: «todavía puedes», y me abre el cuaderno de los deberes, para que vaya repasando y me comprometa con alguna cosa que tenía olvidada.
Pienso en mi bautismo, y yo inconsciente del regalo que recibía, todos los míos, familiares, amigos bautizados recibiendo ese regalo. Es ahora cuando más necesito el Espíritu que da fuerza, la llama que nos arrastra y nos acerca a Dios, esa ayuda en todos nuestros momentos de fragilidad. Y ahí tenemos el cielo: se rasga, se abre para nosotros.
Segunda Reunión
Ya están para siempre » los cielos rasgados» para todos los creyentes, y el Espíritu sigue enseñándonos cosas, la docilidad me exige atención y constancia, pero sobre todo serenidad y confianza en el Padre, el Hijo y el Espíritu.
No siempre es fácil que sea su voluntad y no la mía; pero, una vez vislumbrada, solo me queda ser dócil a su insinuación para ponerme a realizarla. ¿Difícil? Claro. Muchas veces no coincide con mi manera de pensar y ser. Hay que echarle oración y valor, y así y todo, ¡cuántos fallos! Haciendo lo que se debe con amor, y pidiéndolo mucho, el Padre podría decir: “En ti me complazco, eres mi hija y te amo mucho”
Dios me dice: «Esta es mi hija muy amada» y a pesar de ese mensaje tan claro. no pongo en práctica el amor incondicional hacia los demás. Doy un paso adelante y de pronto el pie de atrás no se levanta. ¡Qué mal! La buena noticia es que lo intento y muchas veces camino con pie firme y eso me hace bien.
Cada avance en el camino tiene dos instancias: el pie levantado que se dirige hacia adelante, y el pie que permanece en tierra sosteniendo en equilibro al cuerpo. La instancia en que me suelto del terreno es una libre de miedos, de pre-ocupaciones. Voy por ahí sin mochila ni valija. Y como no llevo nada, no tengo temor a que me asalten, me quiten, me maltraten. Dejo todo anhelo y me fundo en la voluntad de Dios. No recibo desprecios, ni elogios. No me lastiman los insultos ni me siento inclinada a defenderme de las acusaciones. Mientras, el pie que sigue firme en el terreno me mantiene en contacto con el dolor y la tristeza, con el hambre y la necesidad de abrigo. Me doy cuenta de que no siempre puedo estar de buen humor y ser compasiva o generosa con los demás. Creo que Dios no pretende eso de mí tampoco. La ira existe, el egoísmo existe, -así lo quiere Dios- para ser superados. Practico la paciencia y cuando fallo practico la disculpa. Vigilo el equilibrio y reconozco que el Amor es la fluencia de ese equilibrio, no se trata de un equilibrio estático.
He descubierto otra vez el amor que Jesús nos tiene, lo tengo todos los días al salir de casa, mil caras y situaciones. Solo tengo que firmar, con mi voluntad y mis capacidades de cada momento. Intento desprenderme de lo que considero inútil y que, a lo largo de los años, ha frenado mi cercanía a Dios y a los hermanos. No quiero tener, no quiero poseer nada ni a nadie, sin apego a las «cosas».
Trabajo para identificarme como hija suya y como una hermana de todos los demás. Y espero, por si otro día se rasgan los cielos y paso a saber con certeza si hay algo más que tenga que hacer. Sé que no voy por mal camino, porque cada día tengo más confianza, menos miedo, más amor, más paz, y, en fin, más felicidad.
Ahora estoy en mi etapa final. Vivo confiando en el Padre. El me ama. Desde el principio de los tiempos, yo ya existía para El y soy una hija amada, que le descubro lentamente, porque he pasado los años siempre dispersa, siempre ocupada; amándole, pero sin entrar en las raíces: hijos, trabajo,…
Veo tanta mediocridad e inercia en la Iglesia y es porque no se tiene esa experiencia de un Dios que está en cada uno, que es bueno y me quiere… Quisiera gritar a los cuatro vientos que busquen conocer a fondo a Jesús para que puedan llenarse de su Espíritu y vivir como hijos amados de ese Dios padre que es puro Amor. Pero siento tanta impotencia…
Nuestro compromiso como grupo es seguir cuidando la confianza y la docilidad al proyecto del reino de Dios. Por mi parte pondré mi granito de arena estando alerta a lo que la vida me presente.
Personalmente, siento cada vez más la necesidad de compartir la lectura del Evangelio con el pequeño grupo con quien realizo alguna tarea comunitaria.
Querido GVJ Caná. Gracias por la aportación de vuestra reflexión y de algunos de vuestros propósitos.
Mucho ánimo en este querer «seguir cuidando la confianza y la docilidad al proyecto del reino de Dios», impulsados por el Espíritu Santo que habita en cada uno de nosotros.
Un abrazo.
Jesús ha cumplido 30 años edad en la que la ley le autorizaba para una actividad pública y aquí tenemos al Jesús humano, en la cola de los pecadores, dispuesto a aprender y a cumplir como buen discípulo de Juan Bautista; como todos nosotros, tuvo que desarrollarse para alcanzar su plenitud, Él había optado por seguir a su primo y comprometerse con las enseñanzas y los ritos que venían de éste.
Antes de esta experiencia, ha tenido que dejar Nazaret, su casa, su estabilidad, su vida allí y ponerse en marcha para dedicarse a los demás . Para Jesús hubo, desde entonces, un antes y un después. Fue algo importantísimo para él, una “conversión” .
“En cuanto salió del agua vio rasgarse los cielos y al Espíritu descender sobre Él como una paloma”.
Jesús experimenta a Dios y su mensaje se centra en hacernos partícipes de esa experiencia.
El espíritu de Dios no tiene que venir de ninguna parte, ya estaba en Él, como está en nosotros.
Jesús descubre la Presencia divina a partir de su conciencia de hombre. “El Padre y yo somos uno”, por eso se siente muy amado, y esa experiencia vivida hasta el fondo le lleva a la entrega, a la atención, compasión y curación de los débiles y oprimidos.
Jesús nos abre los ojos para que descubramos la presencia del Espíritu que nos posibilita a hacer todo lo bueno.
El mensaje de Juan era de conversión y perdón. El mensaje de Jesús trata de la alegría de sentirse querido por Dios, de la devolución de la esperanza, de recobrar la dignidad, de la búsqueda de la justicia… Es un mensaje que el Reino de Dios ya está aquí y es posible si todos echamos una mano.
Nos quedamos…..con esa confianza sin límites, con esa docilidad, con esa entrega…..
Para nosotros es toda una llamada a la Confianza de saber que ……Nosotros también somos sus hijos amados… creados , pensados y queridos por el Padre .Deseamos decir siempre de corazón…”Padre , sabemos que siempre nos escuchas”.
Es fantástico ver cómo unas cortas líneas del evangelio nos dicen tanto y tantas cosas a cada uno de nosotros. Dios es muy personal, y no se dirige a las masas, sino a cada individuo en su vida concreta.
En este texto nos habla Dios como Padre, con el Hijo, a través del Espíritu. Dios se presenta y llama a nuestra puerta. Y nosotros le decimos «sí». Y así, tenemos a este indefinible y cercano Dios, que nos está llamando cada segundo a la existencia, como compañero de mi viaje en todo lugar y en todo momento.
ORACIÓN.
Sé que soy tu hij@ muy amad@.
Sé que me habitas.
Sé que siempre me escuchas.
¡GRACIAS!
ETAPA 2 “EL CAMINO DE JESÚS”
TEMA 9. Impulsado por el Espíritu de Dios (Mc 1, 9-11)
ÁNGEL
Para crecer en docilidad y confianza a Dios he de cuidar:
La experiencia mística o espiritual a través de la oración personal y comunitaria, la eucaristía, ejercicios espirituales, retiros, convivencias y momentos de revisión o discernimiento en el equipo, prácticas penitenciales y atención a la vida de la gente, sobre todo de las más desfavorecida para descubrir el paso de Dios en la historia.
Estar implicado en el sufrimiento de los más pobres, enfermos, ancianos, desasistidos, emigrantes, rumanos y sin papeles…para sentir y experimentar con ellos la compasión y la misericordia de Dios: ellos son también hijos predilectos del Padre, tratando de amarles con el mismo amor como en ellos Dios me ama. Ellos son mis hermanos.
Oración: Señor Jesús, envía tu Espíritu sobre nuestras vidas para que la lectura, meditación, oración y contemplación de tu Evangelio desde la realidad donde estamos nos impulse a seguir a Jesucristo, tu Hijo, a secundar su estilo de vida y ser de este modo instrumentos de la Buena Nueva de tu Reino en la vida de la Iglesia, de la sociedad, en nuestros ambientes entre los más pobres.
AMPARO
Jesús sale del agua y ve que los cielos se rasgan. El pueblo llevaba tiempo creyendo que los cielos estaban cerrados. Personalmente también he estado mucho tiempo creyendo que no me podía comunicar con Jesús, muy crítica, demasiado crítica y perezosa, sintiendo o haciéndome un muro entre Dios y mi vida. Pido que cada vez más se vaya rompiendo ese muro de contención y me abra a Jesús. Jesús recibe el aliento, el Espíritu de Dios que lo renueva y transforma todo. Pido a Jesús que su espíritu viva en cada uno de nosotros y que como Él sepamos vivir, sanando heridas, alentando, mimando, curando, amando…
La actitud de Jesús frente a Dios ha sido de absoluta confianza y docilidad. Estas deben de ser mis actitudes y mi disposición interior y a partir de esa disposición, iré renaciendo a una vida más plena. ¿Cómo puedo lograrlo? El conocimiento y la amistad se logran con el contacto personal, con la comunicación y la relación interpersonal y esto debo de intensificarlo con Jesús. Mi compromiso ha de ser y (espero no defraudarme) hacer un ratito de oración diaria y de comunicación con Jesús. Mientras tanto, sigo conectada a todos vosotros que gracias a vuestra oración mi espíritu sigue encendido.
MONY
Yo me siento fortalecida con este grupo de Jesús, nos vamos consolidando y nuestras reflexiones son más cercanas y no tenemos prisa por otra cosa sino por configurarnos más con nuestro Maestro, hacer juntos un camino de confianza y seguimiento para ser cristianos convertidos, convencidos y comprometidos. Eso debemos cuidar en nuestro grupo: ser de Jesús y caminar juntos sin sentirnos agobiados, sin presión, sin obligación.
Abbá no dejes de decirnos lo mucho que nos amas y abre nuestros oídos del corazón para sentirlo.
Que no nos quedemos aquí, que nos pongamos en camino a donde el Espíritu nos conduzca.
Que el fuego del Espíritu quite nuestra tibieza y mediocridad y seamos libres y alegres.
Abbá, te amo aun con todas mis infidelidades, Abbá si yo te dejo tu no me abandones.
TERE FERRER
Y me siento llamada a no dejar apagar en mí esa experiencia, a creer en su Amor y a vivir en consecuencia: confiando, aceptando mi realidad, dejándome conducir como un niño confía y se deja conducir por su padre, sabiendo que “Él tiene un Plan sobre mí y todos los medios de llevarlo a cabo”, independientemente de mi pequeñez y limitaciones.
”Confía en el Señor, que Él actuará” Y todo eso ¿Cómo?
Avivando cada día mi FE y mi CONFIANZA en su Amor
Cuidando los ratos de oración, la escucha de la Palabra, la Eucaristía
Haciéndome consciente a lo largo del día de su presencia activa y tratando de ser dócil a su acción.
Intentando mirar a los demás desde la mirada de Dios (como un padre/madre mira a su hijo)
CARLOS
Doy gracias al Señor por ver cómo su Espíritu se derrama en todos de manera que la presencia del Señor en el grupo y en cada uno de vosotros es palpable y me siento pequeño y privilegiado de poder estar a vuestro lado. Gracias una vez más. Trato de vivir con el Espíritu, sólo el saber, conocer y experimentar lo que Dios me/nos quiere, me hace abandonarme en sus manos y dejar que me lleve a dónde y cómo El quiera. Con su Gracia algo se me está dando de este nuevo nacer, a pesar de mi yo que se resiste de forma pertinaz; pero estoy seguro que en esta lucha del Señor y mi yo, puede El. Y esto es lo que me produce profunda paz.
Creo también que algo se me está contagiando de vosotros todos, porque lo que me llega es la maravilla de Dios en cada uno, y el ansia de tenerle más cerca.
Creo que el Reino de Dios va ganando terreno en la humanidad en contra de todos los acontecimientos que nos rodean que dan la impresión de lo contrario. Tratando el otro día en la oración de que todos a los que quiero sientan el amor del Padre y la trascendencia de esta vida que nos toca vivir, sentí que los caminos del Señor no son los nuestros y que no necesariamente tienen que pasar por la religión. «Donde hay amor ahí está Dios», porque «Dios es amor» y Dios vive su Reino a través de ese amor, del que muchos tienen aunque no le conocen. En el encuentro con el Padre nos preguntará aquello de «porque tuve hambre y me disteis de comer…»
PILUCA
Se atribuye a la Madre Teresa de Calcuta la pregunta-respuesta: ¿Para qué existe el miedo?- Para derrotarlo”
Y he pensado que necesito que Jesús se haga presente en mi vida, para derrotar el miedo y sentir, esa experiencia real, viva y concreta, de una alegría interior nueva y diferente que me inunde de esperanza. Dice José Antonio Pagola que la vida está llena de momentos de gracia, y es mi deseo estar atenta para ser consciente de ellos, de esos acontecimientos que “ponen en nuestra vida una luz y un calor nuevo”, y sentir que “detrás de estas experiencias está Dios amándonos como Padre” Y es mi deseo que no me pase aquello de “Pasaste por mi lado y no te vi, me rozaste, y no te sentí” Porque creo que mi cielo se abrirá cuando Jesús pase por mi lado y yo le vea, y cuando me roce, y yo le sienta y en esos momentos toda mi existencia saldrá fortalecida.
Quiero descubrir en mi vida cotidiana testimonios de personas, y llenarme de asombro cuando por mi vida discurran acontecimientos que me hablan a gritos de la presencia imponente de Dios llenándonos de Amor,
Y quiero comunicar con mi testimonio a todas las personas que la vida va poniendo en mi camino que Dios está también presente en sus vidas, que aprendan a descubrir en sus experiencias vitales esa luz y ese calor nuevo que aparece inesperadamente cuando vivimos buscando a Jesús y casi sin darnos cuenta, tropezamos con Él.
ESPERANZA
Oración: Santo Espíritu de Dios, huésped de mi alma, me abandono a ti y me dispongo a dejarme conducir por ti así como Jesucristo, tu Hijo predilecto, Padre. Sé que soy débil y que sola no puedo, Abbá, te ruego que la fuerza de tu Santo Espíritu me dé una voluntad férrea para que el único anhelo de todo mi ser sea el de cumplir tu voluntad y agradarte. Que no busque mi comodidad sino que mi querer sea tu querer en hacer el bien y servir a los demás, en especial a los más necesitados, espiritual y materialmente. Amado Señor, como dice San Agustín, «Dame lo que me pides, y pídeme lo que quieras».
Como grupo debemos seguir animándonos los unos a los otros para continuar creciendo en la fe a luz del Evangelio, con la alegría y la esperanza de saber que Cristo nos libera de miedos, frustraciones, pecado, nos cambia radicalmente para nuestro bien y para que con plena confianza y docilidad a nuestro Abbá contribuyamos a la extensión de su Reino con palabras, obras y testimonio de vida. Pido a nuestro Abbá la perseverancia para cada uno de nosotros.
BEGO
Creo que sí que hay mediocridad espiritual que a veces se hacen las cosas por rutina pero sin gran confianza y con dudas y eh ahí que estamos hechos de ese barro y nuestras debilidades y limitaciones por nuestras creencias y vida nos influyen y es difícil. Para crear un clima más espiritual al evangelio de Jesús nos falta tener más fe que un grano de mostaza y pedirle a Dios y o a Jesús que nos ayude a hacerlo y tener plena confianza en ellos. Creo que nos falta ser más positivos y tener más confianza en el reino de Dios y creer que eso es verdad, pero ¿Cómo haces para creer con confianza y seguridad de que es verdad? Creemos que son imaginaciones nuestras y que no hablamos con nosotros mismos. El espíritu de Dios no se percibe tan claro y no te habla directamente, entonces, he ahí que surge la duda y la fe con las cosas que pasan en la vida disminuye.
¿Qué queda? Que en medio de los problemas de la vida y de la oscuridad él nos de esa Fe que nos falta, qué abra nuestra mente y corazón para poderle verle con lucidez y verdad dando sentido a nuestras vidas porque el espíritu es como un susurro y no se percibe tan claro y sólo nos queda como decía los discípulos pedirle a Jesús ¡que aumente nuestra fe¡ que lo que es imposible para los hombre no lo es para Dios.
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COVADONGA
Cada vez soy más consciente, que es el Espíritu de Dios, quien me alienta y me da fuerza; Jesús Su Hijo muy amado, Su Hijo predilecto, es nuestro Salvador, nuestro maestro, nuestro guía, nuestro intercesor, nuestra fuerza. Para mí vosotros(as) -grupo de Jesús Emaús- sois una gran riqueza, una explosión, un abanico de sentimientos, vivencias, compromisos e ideas, donde muchas veces me identifico, otras me descubre y abre nuevas vías y caminos, en definitiva me ayuda en el caminar por la vida, en el encuentro con Jesús y con Su palabra. Puedo crecer en docilidad y confianza, claramente y sobre todo, a través de:
Dios, sí nos toca y capacita, tenemos todo. La oración, la constante comunicación con Él, centro de nuestra vida “Amar a Dios sobre todas las cosas”. Los dones del Espíritu Santo. Del ejemplo de Su hijo amado Jesús, que nos ha mostrado el camino, se ha dado Él mismo y es fuente de vida, de la eucaristía del cumplimiento de sus mandatos día a día. Tengo la impresión, que cuando tú das un poco, Dios te lo eleva a la enésima potencia. Gracias Dios mío, por habernos enviado a Tu Hijo predilecto, por habernos abierto el cielo.
Nosotros podemos contribuir a crear un clima más abierto al Espíritu de Jesús, siguiendo la voluntad de Dios, teniendo a Jesús como maestro, siendo valientes y auténticos, actuando en nuestro radio de acción. Debemos cuidar la positividad, la alegría del evangelio, el compromiso, ser servidores.
BAUTIZADOS EN EL ESPÍRITU DE JESÚS
Espíritu de amor que nos hace exclamar: ¡Abba! ¡Padre!
No es un rito más, el Sacramento de nuestro Bautismo, lo que nos convierte en hijos e hijas por adopción de un mismo Padre, sino el Espíritu de Jesús, que ha de llenar y habitar nuestro ser de la plenitud de su amor.
Si solo nos quedamos en la filiación con el Padre que el Bautismo nos confirió, nuestra espiritualidad pierde la esencia verdadera que es vivir en y para el amor.
Este Espíritu del amor, es el que nos da «carta de identidad», nos convierte por Jesucristo en hermanos unos de otros.
La espiritualidad vivida así es la que llena de vida y alegría las parroquias y comunidades, las transforma y hace crecer, es la que nos lleva a sentir la experiencia del amor compartido de manera fraterna.
De ahí que, no se comprendan muchas actitudes, que dejan ver la falta de testimonio, carente de amor y misericordia.
El Bautismo de Jesús viene a recordarnos, que su Espíritu de amor sigue latente, es condición sine qua non para que Dios se complazca también en nosotros, haciendo su voluntad.
«Os enviaré mi Espíritu».
El mismo que recibió Jesús en las aguas del río Jordán, y que la Iglesia nos invita a renovar; dejar que su Luz penetre en nuestra vida, nos ayude a caminar en la verdad de una coherencia más evangélica.
No somos cristianos, cristianas, para un un día, un tiempo olvidado en el recuerdo, sino para vivir y dar testimonio del Espíritu de Jesús. Este es el camino para hacer de nuestras comunidades y grupos, una verdadera y creíble familia de hermanos y hermanas.
Es tarea nuestra, la de los Grupos de Jesús, llevar a cabo la espiritualidad del compartir los carismas y dones, de amor y misericordia.
Miren Josune
Cuando siento que actúo porque el espíritu de Dios me acompaña entonces seguramente también a Dios lo complazco y él se complace.
MUCHAS GRACIAS POR EL APORTE, REALMENTE ME AYUDA A TRABAJAR EN MI GRUPO JUVENIL. VAMOS HACIENDO CAMINO DE FE. NOS INVITA A INDAGAR MÁS , CUESTIONARNOS Y SEGUIR CONOCIENDO MÁS INTERNAMENTE A JESÚS.