EXTENDER LA MANO
La felicidad solo es posible allí donde nos sentimos acogidos y aceptados. Donde falta acogida, falta vida; nuestro ser se paraliza; la creatividad se atrofia. Por eso una «sociedad cerrada es una sociedad sin futuro, una sociedad que mata la esperanza de vida de los marginados y que finalmente se hunde a sí misma» (Jürgen Moltmann).
Son muchos los factores que invitan a los hombres y mujeres de nuestro tiempo a vivir en círculos cerrados y exclusivistas. En una sociedad en la que crece la inseguridad, la indiferencia o la agresividad es explicable que cada uno tratemos de asegurar nuestra «pequeña felicidad» junto a los que sentimos iguales.
Las personas que son como nosotros, que piensan y quieren lo mismo que nosotros, nos dan seguridad. En cambio, las personas que son diferentes, que piensan, sienten y quieren de manera diferente, nos producen inquietud y temor.
Por eso se agrupan las naciones en «bloques» que se miran mutuamente con hostilidad. Por eso buscamos cada uno nuestro «recinto de seguridad», ese círculo de amigos, cerrado a aquellos que no son de nuestra misma condición.
Vivimos como «a la defensiva», cada vez más incapaces de romper distancias para adoptar una postura de amistad abierta hacia toda persona. Nos hemos acostumbrado a aceptar solo a los más cercanos. A los demás los toleramos o los miramos con indiferencia, si no es con cautela y prevención.
Ingenuamente pensamos que, si cada uno se preocupa de asegurar su pequeña parcela de felicidad, la humanidad seguirá caminando hacia su bienestar. Y no nos damos cuenta de que estamos creando marginación, aislamiento y soledad. Y que en esta sociedad va a ser cada vez más difícil ser feliz.
Por eso el gesto de Jesús cobra especial actualidad para nosotros. Jesús no solo limpia al leproso. Extiende la mano y lo toca, rompiendo prejuicios, tabúes y fronteras de aislamiento y marginación que excluyen a los leprosos de la convivencia. Los seguidores de Jesús hemos de sentirnos llamados a aportar amistad abierta a los sectores marginados de nuestra sociedad. Son muchos los que necesitan una mano extendida que llegue a tocarlos.
José Antonio Pagola
ORAR CON EL EVANGELIO DEL DOMINGO
«QUIERO: QUEDA LIMPIO»
6 Tiempo ordinario – B (Marcos 1, 40-45)
Evangelio del 14 de febrero de 2021
Enlace del encuentro
Discípulos Misioneros le está invitando a una reunión de Zoom programada.
Tema: Orar con el evangelio del domingo, día 14 de febrero de 2021
Hora: 13 feb. 2021 20:45 h Madrid
Unirse a la reunión Zoom
https://us02web.zoom.us/j/83872885108?pwd=aldOUE1LMlpEaS9XejlSUWVDK1VPdz09
ID de reunión: 838 7288 5108
Código de acceso: 292074
=. Preparación para la escucha de la Palabra de Dios
(En casa: busca un lugar tranquilo donde puedas leer en paz la Palabra de Dios. Serena tu espíritu y toma aire varias veces profundamente.)
1 ORACIÓN INICIAL
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer.
ORACIÓN DE ABANDONO EN DIOS (Bto. Charles de Foucauld)
Padre:
Me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que fuere,
por ello te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo
con tal de que se cumpla
tu voluntad en mí
y en todas las criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te encomiendo mi alma,
te la entrego
con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque tú eres mi Padre.
2 SALUDO y PRESENTACIÓN
¿Cómo y en qué estamos? (semana pasada)
3 ACERCAMIENTO AL EVANGELIO DEL DOMINGO
(En casa)
3.1 Santo evangelio según San MARCOS «https://conferenciaepiscopal.es/biblia/marcos/»/marcos/#cap1
Leer y releer la Palabra, ¿qué dice o/y cuenta el evangelio?
Se le acerca un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Jesús, compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio». Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así, acudían a Él de todas partes.
(SILENCIO)
3.2 Comentarios de referencia
EXTENDER LAS MANOS, GRUPOS DE JESÚS, José Antonio Pagola
https://www.gruposdejesus.com/6-tiempo-ordinario-b-marcos-140-45-2/
Aurelio Feliciano Sosa. Diócesis de Tenerife, ASOCIACIÓN DE SACERDOTES DEL PRADO
http://sacerdotesdelprado.org/propuesta-estudio-evangelio-domingo/1249-domingo-6-t-o-b
MANOS UNIDAS
https://www.manosunidas.org/sites/default/files/manifiesto_2021_ok_1.pdf
4 LLAMADAS A LA ACCIÓN GRACIAS, PETICIONES Y COMPROMISOS, …
(trabajar en casa y poner en común en el encuentro)
¿Qué me dice a mí el evangelio? ¿Qué buena noticia me anuncia o revela hoy el evangelio?
(SILENCIO)
¿Qué respuesta me pide a mí el Señor? llamadas a la conversión, compromisos, acción de gracias, peticiones, … para ser «Discípulo Misionero».
(SILENCIO)
Oración de los Fieles
En nombre de Jesús oremos al Padre de todos, que quiere que todos seamos felices, y que no rechaza a nadie que le suplica. Y digámosle: R/. Señor, escucha a tu pueblo.
Por todos los miembros del Pueblo de Dios, para que no nos aislemos del mundo ni erijamos muros para guardar a otros hermanos lejos, sino que compartamos el amor de Dios con todos, roguemos al Señor.
Por nuestro país, que la preocupación por los débiles y los pobres sea nuestro honor y sano orgullo, y para que todos trabajemos sin descanso por la justicia y la dignidad humana, incluidos especialmente los últimos y los menos agraciados, roguemos al Señor.
Por las víctimas de discriminación, por los que no tienen ni nombre ni fama, por los proscritos de la sociedad, por los enfermos y los ancianos que viven solos: para que, aun indefensos, confíen en Jesús, que estaba indefenso en las manos del pueblo, roguemos al Señor.
Por los enfermos incurables, por los que tienen que vivir bajo la presión de la sospecha, del descrédito o de la calumnia; por aquellos cuya auto-confianza se ha visto erosionada por el duro juicio de otros, por los excarcelados y marginados, para que todos nosotros sepamos dirigirles palabras de sanación e inspirarles con una nueva fe y una nueva esperanza, roguemos al Señor.
Por todos nosotros aquí reunidos, para que seamos una comunidad en la que nos aupemos y apoyemos unos a otros con el amor, bondad y respeto que el Señor nos mostró a todos, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, escucha de veras nuestras súplicas, y danos un corazón suficientemente grande para acoger y amar a todos, en nombre de Jesucristo nuestro Señor.
5 PADRENUESTRO
Orar en silencio, al final quién quiera puede resaltar alguna de las frases que más le haya tocado su corazón
6 ORACIÓN FINAL CON MARÍA
¡Madre, ayuda nuestra fe!
Abre nuestro oído a la palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada.
Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.
Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe.
Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar.
Siembra en nuestra fe la alegría del resucitado.
Recuérdanos que quien cree no está nunca solo.
Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que Él sea luz en nuestro camino.
Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, TU Hijo, nuestro Señor.
7 LITURGIA DE LA PALABRA DEL DOMINGO
https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/liturgia-del-domingo
8 INFORMACIÓN, RUEGOS Y PREGUNTAS
000discipulosmisioneros@gmail.com
PAZ Y SALUD
Gracias José Antonio: Tus comentarios son un alimento espiritual impagable, tan necesario principalmente en estos momentos.
Gracias por tu amabilidad y hazme un hueco entre tus oraciones, no en balde estás revestido de la autoridad de hacer presente en tus manos, nada menos que a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Besarkada haundi bat.
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