UNA NOCHE DIFERENTE
La Navidad encierra un secreto que, desgraciadamente, escapa a muchos de los que en esas fechas celebran «algo» sin saber exactamente qué. No pueden sospechar que la Navidad ofrece la clave para descifrar el misterio último de nuestra existencia.
Generación tras generación, los seres humanos han gritado angustiados sus preguntas más hondas. ¿Por qué tenemos que sufrir, si desde lo más íntimo de nuestro ser todo nos llama a la felicidad? ¿Por qué tanta frustración? ¿Por qué la muerte, si hemos nacido para la vida? Los hombres preguntaban. Y preguntaban a Dios, pues, de alguna manera, cuando buscamos el sentido último de nuestro ser estamos apuntando hacia él. Pero Dios guardaba un silencio impenetrable.
En la Navidad, Dios ha hablado. Tenemos ya su respuesta. No nos ha hablado para decirnos palabras hermosas sobre el sufrimiento. Dios no ofrece palabras. «La Palabra de Dios se ha hecho carne». Es decir, más que darnos explicaciones, Dios ha querido sufrir en nuestra propia carne nuestros interrogantes, sufrimientos e impotencia.
Dios no da explicaciones sobre el sufrimiento, sino que sufre con nosotros. No responde al porqué de tanto dolor y humillación, sino que él mismo se humilla. No responde con palabras al misterio de nuestra existencia, sino que nace para vivir él mismo nuestra aventura humana.
Ya no estamos perdidos en nuestra inmensa soledad. No estamos sumergidos en pura tiniebla. Él está con nosotros. Hay una luz. «Ya no somos solitarios, sino solidarios» (Leonardo Boff). Dios comparte nuestra existencia.
Esto lo cambia todo. Dios mismo ha entrado en nuestra vida. Es posible vivir con esperanza. Dios comparte nuestra vida, y con él podemos caminar hacia la salvación. Por eso la Navidad es siempre para los creyentes una llamada a renacer. Una invitación a reavivar la alegría, la esperanza, la solidaridad, la fraternidad y la confianza total en el Padre.
Recordemos las palabras del poeta Angelus Silesius: «Aunque Cristo nazca mil veces en Belén, mientras no nazca en tu corazón estarás perdido para el más allá: habrás nacido en vano».
José Antonio Pagola
Considero de una importancia humana y cristiana enorme la publicación de las reflexiones de Pagola.
Agradezco mucho el poder recibirlas y a mi vez las transmito.
Feliz Navidad a cuantos realizáis esta gran tarea.
Chers amis
Noël n’est plus très loin et 2023 est en approche. Je vous envoie mes vœux de joyeuse et fervente fête ainsi que ceux d’une année nouvelle sereine, riche en tendresse et amitié partagées. Que l’environnement complexe et parfois tragique dans lequel nous vivons soit envisagé avec un regard d’espérance et nous rapproche toujours plus de Celui qui par l’enfant de Bethléem a manifesté sa tendresse et sa compassion dans la fragilité.
Merci au P. Pagola pour ses méditations et à ceux et celles qui les traduisent et les diffusent.
Cordialement
F. Jacques d’Huiteau
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Queridos amigos:
La Navidad no está lejos y 2023 se acerca. Os envío mis deseos de una celebración gozosa y fervorosa, así como de un Año Nuevo sereno, rico en ternura y amistad compartidas. Que el entorno complejo y a veces trágico en el que vivimos se vea con una mirada de esperanza y nos acerque cada vez más a Aquel que, a través del niño de Belén, mostró su ternura y su compasión en la fragilidad.
Gracias al P. Pagola por sus meditaciones y a quienes las traducen y difunden.
Atentamente,
F. Jacques d’Huiteau