Caminos de evangelización
Después de tres volúmenes, en los que he tratado respectivamente de Recuperar el proyecto de Jesús, Anunciar a Dios como buena noticia y Cristo resucitado es nuestra esperanza, doy término a mi proyecto con este último libro, titulado Caminos de evangelización. Esta obra tiene dos partes. En la primera me detengo a exponer cinco actitudes o líneas de fuerza que considero importantes para evangelizar en nuestros tiempos. En la segunda, me esfuerzo por escuchar la llamada del papa Francisco a «salir hacia las periferias existenciales», indicando cinco campos concretos de acción evangelizadora.
Primera parte: Actitudes para evangelizar hoy
Los hombres y mujeres de hoy, como los de todos los tiempos, andan buscando vivir lo mejor posible en medio de conflictos y contradicciones, aciertos y errores, luchas y trabajos. Su primer problema no es la religión, sino la vida: acertar a vivir de manera digna. En este primer capítulo, que titulo «Sugerir la pregunta por Dios», solo quiero ayudar a los evangelizadores a que, en estos tiempos de nihilismo y ausencia de Dios, no olvidemos que, en el horizonte de nuestro acto evangelizador, ha de estar presente una tarea humilde, pero urgente: introducir la pregunta por Dios. No son tiempos de imponer certezas, sino de acompañar a las personas a preguntarse por el sentido último de la existencia. No son pocos los que, sin saberlo, andan buscando a Dios: necesitan encontrar un sentido nuevo a su vida, una fuente para actuar de manera responsable y una esperanza última para enfrentarse al misterio de la vida y de la muerte.
Vivo también convencido de que en estos tiempos hemos de sentirnos llamados a evangelizar, animados por el Espíritu de Jesús e impulsados por su pasión por abrir caminos al proyecto humanizador del reino de Dios. En el centro del segundo capítulo, que titulo «Alentados por el espíritu evangelizador de Jesús», hablo de la necesidad de promover un cambio decisivo en nuestra actitud evangelizadora. Casi siempre pensamos que lo más importante para evangelizar es contar con personas valiosas y preparadas, tener medios eficaces, estructuras fuertes y, naturalmente, un número importante de personas comprometidas. Sin negar la importancia de toda esa estrategia humana, hemos de pensar que en el futuro será cada vez más importante contar con testigos de Jesús, utilizar los medios empleados por él, tener estructuras sencillas que alienten el testimonio y saber que más importante que el número será la calidad humana y evangélica de los cristianos.
El tercer capítulo, que lleva por título «Actuar desde la misericordia de Dios», lo considero hoy clave para la acción evangelizadora, y nos lo ha recordado Francisco con estas palabras: «La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio». En este capítulo trato cuatro temas fundamentales, extrayendo sus consecuencias para nuestra acción evangelizadora: Jesús vive a Dios como misterio insondable de misericordia; su actuación profética, orientada hacia los más necesitados de compasión, es la encarnación viva de la misericordia del Padre; su herencia a toda la humanidad, «sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso», es mucho más que un mandato, pues nos llama a reproducir y actualizar en la tierra la misericordia del Padre del cielo; su parábola del buen samaritano nos permite ahondar de manera práctica en la dinámica de la misericordia: mirada compasiva; acercamiento al que sufre; el compromiso de los gestos.
El capítulo cuarto lo he titulado «Despertar esperanza en los corazones». Mi propósito no es hablar de la «esperanza cristiana». Quiero ayudar a los evangelizadores sugiriendo caminos para poder acoger, escuchar y acompañar a personas que viven desbordadas por la tristeza, la angustia, el miedo, la soledad… sin fuerzas para seguir esperando en algo o en alguien. No podemos entregarnos a anunciar la «esperanza en la vida eterna» ignorando a quienes están perdiendo incluso la esperanza en esta vida. Trato temas a veces bastante olvidados entre nosotros: ¿cómo se pierde la esperanza? ¿Cómo se puede recuperar? ¿Cómo actuar ante problemas que no tienen solución? Actitudes para generar esperanza.
Termino esta primera parte del libro con un capítulo dedicado a «La oración del evangelizador». Estoy convencido de que la oración es una experiencia clave para despertar, alentar y enriquecer nuestra acción evangelizadora. A lo largo de este quinto capítulo voy insistiendo de manera breve en diversos aspectos de nuestra oración: la importancia de la experiencia interior de un Dios bueno para poder contagiar su Buena Noticia; la meditación del amor de Dios a todo ser humano para aprender a amar a los hombres y mujeres de hoy tal como son; la escucha de la llamada de Jesús para sentirnos enviados a los más pobres e indefensos; las horas de silencio ante Dios para alimentar nuestra audacia para evangelizar, aceptando la cruz de cada día o para comunicar esperanza.
Segunda parte: Salir a las periferias existenciales
Comienzo esta segunda parte con el capítulo sexto, titulado «Acoger y escuchar a los alejados». Apenas hemos reaccionado todavía ante un hecho doloroso e interpelador: cada día son más los que se alejan de la Iglesia y abandonan la fe. Aunque hay parroquias que están tratando de poner en marcha algunas iniciativas, todavía hay no pocas preguntas que necesitamos aclarar. En este capítulo trato de aclarar caminos y sugerir posibles respuestas: ¿quiénes son los que se han marchado? ¿Por qué lo han hecho? ¿De qué se alejan? ¿Por qué vuelven algunos? ¿Qué buscan? Dicho en pocas palabras: ¿cómo ir definiendo una respuesta evangélica y evangelizadora concreta, capaz de escuchar sus demandas, acoger sus inquietudes y acompañarlos en su búsqueda?
El capítulo séptimo, que titulo «El compromiso cristiano con los pobres», lo he redactado directamente para alentar y reafirmar el compromiso de tanta gente sencilla de nuestras parroquias y comunidades que trabajan en servicios de Cáritas, en la acogida a refugiados o inmigrantes, en la atención a familias desestructuradas, en el cuidado a ancianos desatendidos y en tantas iniciativas y proyectos orientados a luchar por una vida más digna para los marginados. Después de una breve reflexión sobre los pobres en la sociedad actual, recuerdo algunas convicciones cristianas básicas para los comprometidos con los pobres. A continuación recuerdo tres rasgos de la actuación de Jesús con los pobres y desvalidos. Luego expongo algunas actitudes de fondo que hemos de cuidar en las parroquias y comunidades cristianas ante la pobreza y la marginación. Concluyo con una reflexión que nos ayude a concretar el sentido y el contenido del compromiso en la línea de un voluntariado social.
El objetivo del capítulo octavo, titulado «Introducir el Evangelio en la prisión», es sugerir algunas claves para entender y desarrollar la acción evangelizadora en el mundo de los presos como servicio de reconciliación. Después de ofrecer una visión sencilla que nos permita conocer un poco más la realidad de la prisión y el perfil de los reclusos, expongo brevemente la concepción cristiana de la reconciliación y la importancia del ofrecimiento del perdón de Dios por parte de Jesús. A partir de ahí sugiero desarrollar la pastoral penitenciaria como una pastoral de acogida que invite al preso a reconciliarse con Dios; una pastoral de acompañamiento que le ayude a reconciliarse consigo mismo; una pastoral de concienciación social. Concluyo exponiendo los principales objetivos de la acción evangelizadora al servicio de los presos: sensibilización de la sociedad; servicio al preso y a la defensa de sus derechos; atención a la familia del preso; asistencia poscarcelaria.
«Llevar la Buena Noticia a los enfermos psíquicos» es el título del capítulo noveno. Comienzo proponiendo la actuación de Jesús con los «poseídos por espíritus malignos» de su tiempo como modelo que puede inspirar nuestra actuación evangelizadora en el mundo de los enfermos psíquicos de hoy. A partir de ahí sugiero algunas líneas básicas: acercamiento sanador y realista al enfermo psíquico; trato marcado por la «bendición de Dios»; defensa de la persona y de los derechos del enfermo mental; colaboración en su integración social; atención religiosa personalizada; apoyo a las familias de los enfermos.
Termino con un capítulo titulado «Hacia una sociedad libre de homofobia, un reto para los cristianos». Comienzo haciendo algunas precisiones sobre la condición homosexual. Expongo luego el principio-misericordia, que motivó e inspiró toda la actuación profética de Jesús. Después trato de mostrar cómo el principio-misericordia nos puede ayudar a dar pasos hacia una sociedad liberada de homofobia: inspirando el magisterio de la Iglesia sobre la homosexualidad; promoviendo en los seguidores de Jesús una mirada más humana y justa de la experiencia homosexual; promoviendo en las parroquias y comunidades cristianas una acogida evangélica inspirada en Jesús.
José Antonio Pagola
4. Caminos de evangelización
Buenos días
Deseo obtener el libro
Estimados.
Mi nombre es Mabel Calderon , Chilena, soy integrante de una comunidad de nueve mujeres que desean vivir de la mejor manera nuestra fe en cristo Jesus.
Me gustaria trabajar con los escritos y guias de los grupos de Jesus,del Padre Pagola. ¿Como podria adquirirlos?
Querida Mabel.
En primer lugar gracias por entrar en contacto con nosotros. Nos alegraría que se unieran a esta red de Grupos de Jesús como grupo que son. Basta con que completen el formulario de contacto.
En cuanto a la adquisición del libro en Chile les pueden informar desde PPC Argentina. Aquí les copio la dirección email y los datos específicos del libro en la web de PPC Argentina:
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Un saludo.