«Sed misericordiosos
como vuestro Padre
es misericordioso»
Después de siglos de cristianismo, hoy es necesario rescatar la misericordia como un «principio de actuación práctica». La misericordia no puede quedar reducida a «hacer obras de misericordia» en algún momento, sin abordar las causas injustas de muchos sufrimientos.
En la dinámica de la misericordia, primero hemos de interiorizar el sufrimiento ajeno, hacerlo nuestro. Ese sufrimiento interiorizado provoca en nosotros una reacción, se convierte en punto de partida de un comportamiento activo y responsable; viene a ser un principio de acción, un estilo de vivir. Por último, este estilo de vida se va concretando en compromisos y gestos, orientados a erradicar el sufrimiento, o al menos a aliviarlo.
A lo largo de los siglos han surgido en la Iglesia instituciones benéficas, centros asistenciales, hospitales, lugares de acogida, congregaciones religiosas para asistir a enfermos, huérfanos, apestados, niños abandonados, prostitutas, enfermos psíquicos. Ellos son el rostro compasivo de la Iglesia, lo mejor que tenemos en la Iglesia. Pero no es suficiente.
Hemos de trabajar para que la Iglesia como tal esté configurada en su totalidad por el principio de la misericordia. La Iglesia tendría que hacerse notar por ser el lugar donde se puede observar la reacción más comprometida y audaz ante el sufrimiento que hay en el mundo. El lugar más sensible ante todas las heridas físicas, morales y espirituales de los hombres y mujeres de hoy.
Estoy convencido de que los cristianos de hoy hemos de aprender a seguir a Jesús desde las víctimas. Esto exige romper la cultura de la indiferencia, pensar desde el sufrimiento de las víctimas, hacer sitio en nuestra vida a los marginados y excluidos, promover la solidaridad a nivel mundial, pensando en las necesidades de los últimos y olvidándonos del desarrollo de nuestro bienestar.
José Antonio Pagola
Nueva etapa evangelizadora
4. Caminos de evangelización
ME IDENTIFICO CON LA MANERA DE ENTENDER E INTERPRETAR EL EVANGELIO QUE TIENE PAGOLA