Resultados del cuestionario de “Conocimiento y evaluación del proceso de Grupos de Jesús” – 3

La metodología

En el apartado metodológico, hemos querido recabar información sobre el modo de proceder de cada grupo. Por una parte, interesa saber si se están siguiendo los pasos metodológicos planteados y cómo nos está resultando la experiencia; y si hemos tenido que adaptar la metodología o incluso cambiarla, de qué modo estamos tratando de vivir la experiencia que se propone.

Por otra parte, es interesante saber por qué se decidieron los distintos grupos a iniciar esta experiencia desde la metodología propuesta, y sobre todo, si realmente dicha metodología ayuda a conseguir los objetivos propuestos.

Veamos las respuestas que se han compartido al respecto.

4. ¿Estamos siguiendo la metodología que se plantea en el libro Grupos de Jesús? ¿Qué tal nos resulta? ¿Qué es lo que más valoramos de ella? ¿Y lo que menos?

La casi totalidad de los grupos que han contestado este cuestionario están siguiendo los pasos metodológicos que se proponen, aunque con algunas adaptaciones a su propia realidad. Las razones para ello son varias:

• Resulta de gran ayuda por su claridad y sencillez.
• La metodología es muy práctica porque invita a participar a todos, a detenernos en los detalles evangélicos, a bucear en el mensaje, a trasladarlo a nuestras vidas y a corroborar que vamos teniendo una nueva visión de Jesús y del Evangelio.
• Ayuda a centrarnos en el evangelio y en su aplicación a la vida, y a no dispersarnos en reflexiones téoricas o en cuestiones tangenciales.
• Es una metodología asequible y un lenguaje adaptado a nosotros, que nos ayuda a profundizar en la Palabra.
• Es una metodología práctica y enriquecedora, que nos ayuda a tocar nuestra realidad y poder escribirla y compartirla con libertad.
• Se parte de la propia experiencia y de la Palabra, facilita el trabajo personal, permite compartir la vida, y todo ello desde la “horizontalidad” de todos los participantes.
• Es maleable y permite incorporar creativamente otros elementos.

Entre los aspectos que más se valoran, destacan:

• Las preguntas para el acercamiento al texto evangélico.
• La sencillez de los comentarios al Evangelio.
• La propuesta de iniciar y terminar con un momento de oración.
• La propuesta de trabajo personal, previo a la reunión de grupo, que permite interiorizar cada tema.

Los elementos que menos se valoran o que no destacan tan positivamente son:

• Las preguntas relacionadas con el compromiso en el proyecto de Jesús.
• El estilo de las preguntas a algún grupo le parece que inducen de manera excesiva las respuestas.

El Grupo Virtual sigue la misma metodología, aunque con una distribución de tiempos diferente y con una interacción que no es en tiempo real. También es diferente el planteamiento de compromiso, que inicialmente se plantea más como algo personal ante la dificultad de asumir compromisos grupales por vivir en ciudades y países diferentes.

5. Si hemos modificado la metodología, ¿qué pasos seguimos? ¿Por qué nos resulta mejor que la metodología que se plantea?

En realidad, como hemos indicado anteriormente, salvo en algún caso muy particular, la mayor parte de los grupos solo hacen pequeñas adaptaciones metodológicas a su realidad. Reunimos algunas respuestas de este tipo de modificaciones.

• Hay grupos que, en las reuniones grupales, en lugar de ir respondiendo pregunta por pregunta (tal como aparecen en el libro), se comparten las respuestas a las preguntas en bloque. De este modo, aunque cada uno las haya reflexionado todas, se gana en agilidad en el momento de la reunión.
• Otros grupos complementan el comentario del libro con otras fuentes que ayudan a profundizar más en los temas.
• En lugar de hacer cada tema en dos reuniones, algún grupo lo hace en tres reuniones. Ante la riqueza de los comentarios, se prefiere ampliar los momentos personales y grupales de lectura y reflexión.
• Algunos grupos han añadido diversos elementos oracionales, tanto al inicio como al final: al inicio, cantos de agradecimiento y alabanza, mantras o invocaciones al Espíritu, oraciones…; al final, los rezos del avemaría, el padrenuestro y el gesto de la paz.
• Hay quien no trabaja de manera ininterrumpida con los temas del proceso, sino que, en función de sus intereses van intercalando otros temas de actualidad que les interesan.
• La metodología en los Grupos Virtuales también se estructura en torno a las dos reuniones, pero en cada una de ellas se diferencian el momento de enviar cada uno su aportación, que luego se agrupan, del momento de hacer comentarios sobre las aportaciones de los demás (que sería el equivalente al diálogo que se produce en todo grupo). También se ha incorporado como una parte más del trabajo el preparar una aportación escrita, al término de cada tema, para compartirla con los demás grupos en la web.

6. ¿Por qué razones iniciamos este proceso? ¿Nos está ayudando esta metodología a conseguir nuestros propósitos? ¿De qué modo?

Un buen número de los grupos encuestados comenzó este proceso desde un conocimiento previo de la persona y obra de José Antonio Pagola. En todo caso, se matiza y concretan las razones por las que se inició el proceso.

• Algunos grupos comenzaron porque recibieron una propuesta directa de Pagola, y luego han ido constatando que esta metodología es un camino de conversión y de profundización en sus vidas.
• Varios grupos leían “Buenas Noticias”, el comentario al evangelio dominical de Pagola, y trabajaban desde el mismo. Al conocer la propuesta de «Grupos de Jesús» quisieron experimentarla al notar que proponía una participación más activa y un acercamiento más personal al Evangelio.
• Hay quien inició este proceso porque considera que los cristianos estamos necesitados de volver a Jesús, de tenerlo como el centro de nuestra fe, y que la metodología que se plantea es muy buena para conseguir este propósito.
• Algunos grupos conocían la obra “Jesús, aproximación histórica”, desde la que estaban trabajando y sienten que Grupos de Jesús es un trabajo en continuidad pero más adaptado a la realidad grupal.
• Muchos desean superar la oferta actual de nuestras parroquias, y quieren una experiencia comunitaria, no solo individual.
• Hay grupos que ya llevaban muchos años funcionando como tales y que han visto en este proceso la oportunidad de dar un nuevo paso para seguir creciendo.
• Algunos comentan que el mismo Dios les atrajo a este proceso, ya que no estaban satisfechos con su vivencia de la fe, y necesitaban dar un mayor y mejor sentido a sus vidas.
• Otros iniciaron este proceso porque les interesa conocer a Jesús y, esta metodología, les estimula a hacerse preguntas y a continuar en ese conocimiento.
• Incluso hay quien inició el proceso sin saber en qué consistía pero ha ido descubriendo que les ha acercado a Jesús.

Aunque algunos de los siguientes mensajes redunden en aspectos ya señalados, creemos que puede ser de interés reproducir ahora algunas de las respuestas que los grupos han dado al modo en que esta metodología les está ayudando a conseguir sus objetivos.

• Esta metodología reúne todos los elementos precisos en la nueva evangelización: encuentro personal y comunitario con Cristo; centralidad de la Palabra; llamado a la conversión; partir de la vida e iluminarla, sin excluir a nadie, dejando que la Palabra vaya produciendo compromisos concretos.
• Al analizar los textos y las distintas actitudes de los personajes que aparecen, esto nos ayuda a identificarnos con ellos, con sus reacciones, comportamientos… y ello nos interpela en nuestras propias reacciones y comportamientos.
• El diálogo es muy enriquecedor para todos los miembros del grupo.
• La metodología nos ayuda a encontrarnos con Jesús y dejarnos tocar por él, para encontrar los modos en que debemos ir respondiéndole en nuestra vida, con la ayuda de los compañeros.
• Nos está ayudando mucho: lo notamos en que ha ido cambiando nuestra imagen de Dios a un Padre cercano, bueno, misericordioso, acogedor, y a un Jesús vivo, en la vida de cada día.
• Nos ayuda a cambiar, a transformar nuestra vida; se ha vivido una conversión personal y grupal.
• Cada reunión nos lleva a reflexionar de cara a la acción, a tener una mirada distinta, una actitud más amorosa; aunque luego los propósitos los decide cada uno.
• Nos ayuda a repensar nuestro modo de ser cristianos y a vivir desde el amor de Jesús, siendo cada día más humanos.