Desde diferentes lugares me llegan noticias que me llenan de alegría. Estoy sorprendido al ver el poder de atracción que tiene Jesús también en nuestros días. Los Grupos de Jesús están naciendo con fuerza en muchos lugares, sobre todo, de España y de América Latina. Incluso se ponen en marcha Grupos Virtuales de Jesús (on-line) con participantes de todo el mundo.
Durante estos últimos años me he movido por toda España impulsando el nacimiento de los Grupos. A mi edad, siento ya una llamada a vivir con un ritmo más sosegado cuidando mejor mi vida interior, mis fuerzas y mi salud. Seguiré anunciando a Jesús a través de mis publicaciones pero ya no saldré como lo he hecho hasta ahora. Sin embargo, no perderé el contacto con vosotros. Quiero acompañaros con mi oración y mi palabra.
En esta primera carta os quiero recordar el principal objetivo de los Grupos de Jesús. Todos lo conocéis, pero nos hace bien recordarlo. Nosotros nos reunimos para “vivir juntos un proceso de conversión individual y grupal a Jesús ahondando de manera sencilla en lo esencial del Evangelio”. Queremos sencillamente volver a Jesús para arraigar nuestra vida con más verdad y con más pasión en su persona, su mensaje y su proyecto de hacer un mundo más humano, más digno y más dichoso.
Muchas cosas habrá que hacer en los próximos años en la Iglesia de Jesús, pero nada más importante y decisivo que promover una conversión a Jesucristo y su Evangelio. A los pocos meses de su elección, el papa Francisco hizo esta afirmación:
«La Iglesia ha de llevar a Jesús: este es el centro de la Iglesia, llevar a Jesús.
Si alguna vez sucediera que la Iglesia no lleva a Jesús, sería una Iglesia muerta».
Los Grupos de Jesús han nacido precisamente para llevar a los hombres y mujeres de hoy a Jesús. Bastantes de vosotros sentíais que vuestra fe estaba apagada, casi muerta. Ahora no pocos me decís que Jesús os está liberando de dudas y miedos que paralizaban vuestra vida. Experimentáis que, poco a poco, Jesús va despertando en vosotros algo tan importante como la alegría de vivir, la compasión hacia los que sufren o el deseo de trabajar por un mundo más justo.
Yo sé que, en estos Grupos, Jesús os enseñará a vivir con sencillez y dignidad, con sentido y esperanza. Casi sin daros cuenta, iréis aprendiendo a vivir al estilo de Jesús. Vuestra vida cambiará de manera sorprendente.
¿Qué os parece si nos comprometemos en los Grupos de Jesús a escuchar su llamada a acoger a los refugiados? Para la reflexión os podéis valer del tema 28 o 29.
Un abrazo grande a todos. Hasta pronto.
José Antonio Pagola
1/octubre/2015