EL RIESGO DE DEFRAUDAR A DIOS
La parábola de los «viñadores homicidas» es tan dura que a los cristianos nos cuesta pensar que esta advertencia profética, dirigida por Jesús a los dirigentes religiosos de su tiempo, tenga algo que ver con nosotros.
El relato habla de unos labradores encargados por un señor para trabajar su viña. Llegado el tiempo de la vendimia sucede algo sorprendente e inesperado. Los labradores se niegan a entregar la cosecha. El señor no recogerá los frutos que tanto espera.
Su osadía es increíble. Uno tras otro, van matando a los criados que el señor les envía para recoger los frutos. Más aún. Cuando les envía a su propio hijo, lo echan «fuera de la viña» y lo matan para quedarse como únicos dueños de todo.
¿Qué puede hacer el señor de la viña con esos labradores? Los dirigentes religiosos, que escuchan nerviosos la parábola, sacan una conclusión terrible: los hará morir y traspasará la viña a otros labradores «que le entreguen los frutos a su tiempo». Ellos mismos se están condenando. Jesús se lo dice a la cara: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».
En la «viña de Dios» no hay sitio para quienes no aportan frutos. En el proyecto del reino de Dios que Jesús anuncia y promueve no pueden seguir ocupando un lugar «labradores» indignos que no reconozcan el señorío de su Hijo, porque se sienten propietarios, señores y amos del pueblo de Dios. Han de ser sustituidos por «un pueblo que produzca frutos».
A veces pensamos que esta parábola tan amenazadora vale para el pueblo del Antiguo Testamento, pero no para nosotros, que somos el pueblo de la Nueva Alianza y tenemos ya la garantía de que Cristo estará siempre con nosotros.
Es un error. La parábola está hablando también de nosotros. Dios no tiene por qué bendecir un cristianismo estéril del que no recibe los frutos que espera. No tiene por qué identificarse con nuestras incoherencias, desviaciones y poca fidelidad. También ahora Dios quiere que los trabajadores indignos de su viña sean sustituidos por un pueblo que produzca frutos dignos del reino de Dios.
José Antonio Pagola
Ver adjunto material ( dentro enlace a vídeo que envió Esperanza) y enlace para el encuentro :
Tema: Encuentro con la Palabra
Hora: 3 oct 2020 20:45 PM Madrid
Unirse a la reunión Zoom
https://us02web.zoom.us/j/86924801372?pwd=c2RGUjcrdWxrdktmUXJ6VDdoM1p1Zz09
ID de reunión: 869 2480 1372
Código de acceso: 384015
Equipo misionero
Emaús sigue vivo
PROPUESTA DE PEQUEÑAS COMUNIDADES O GRUPOS DE VIDA Y FE: EQUIPOS MISIONEROS
Destinatarios
Preferentemente todos los que están terminando el Proyecto de los Grupos de Jesús presenciales y on-line.
Quienes quieran iniciarse o continuar en la dinámica del estudio, meditación, contemplación de la Palabra de Nuestro Señor Jesucristo para evangelizar: ser discípulos misioneros en el proyecto de Reino.
Introducción
Los elementos básicos de los equipos misioneros y los pilares que han de sostenerlos son: la Palabra, la Celebración, la Comunión Eclesial y la Caridad hacia el interior y el exterior de la comunidad.
Elementos fundantes
Los elementos fundantes de una comunidad cristiana y que identifican a los seguidores de Jesús como familia de Dios son:
la experiencia de haberse encontrado con Jesús y su Evangelio
su experiencia de Dios como Padre
su Proyecto del Reino y
vivir el espíritu de las bienaventuranzas.
Pilares en los que basarnos
Para vivir la experiencia de la fraternidad, como discípulos misioneros, hemos de sustentar el edificio de la comunidad en los siguientes pilares:
la Palabra,
la celebración,
la comunión eclesial = comunidad fraterna, de vida y amor,
la caridad ad intra y ad extra, dando testimonio de palabra y de obra de la Buena Nueva de Jesús.
Cada una de estas dimensiones de la fe cristiana la hemos de vivir en el hoy de nuestras vidas, en el contexto de nuestra sociedad y en nuestro mundo en cambio (familia, trabajo, ocio, barrio, ciudad, pueblo, plataformas civiles, sociales, políticas, religiosas, …).
Dimensiones de las comunidades de vida y fe donde se han de configurar ser y misión: marco teórico
A continuación, vamos a desarrollar cada una de estas dimensiones con el fin de ofrecer un marco por donde hemos de iniciar un camino de experiencia de comunidad de vida y de fe para ser discípulos misioneros:
Encuentros con la Palabra, oración personal y comunitaria para alimentar y agradecer el don de la fe en Jesucristo.
Todo ha de partir del conocimiento y seguimiento a Jesucristo que nos llama a ser discípulos misioneros del Evangelio (proyecto personal y comunitario de oración: indicar momentos y espacios de oración con el Evangelio y la Palabra de Dios).
Encuentros para celebrar nuestra fe, celebrar la Palabra y los sacramentos, sobre todo el de la Eucaristía, fuente y meta de toda vida cristiana, que nos vincula a Jesús y a su proyecto sanador y liberador, que nos reenvía permanentemente a la misión de evangelizar y ser signos de una nueva humanidad, su Reino, cuyas primicias poseemos por el don de su Espíritu, que se nos ha dado por el bautismo (ofrecer espacios celebrativos de la Palabra y de la Eucaristía).
Encuentros de vida fraterna, para discernir y dilucidar la acción de Dios en nuestras vidas, tanto personal, como comunitariamente, y en los signos de los tiempos, allí donde estamos situados en nuestro ser y quehacer cotidiano, con especial interés en la vida de los pobres y descartados (calendario de espacios de retiros y convivencias de formación para fortalecer nuestra comunidad y compromiso misionero en nuestros ambientes).
Encuentros con otros grupos, comunidades, movimientos y asociaciones laicales y de Iglesia que participan, colaboran o están en la misma honda: la humanización de este mundo en base a los derechos humanos o en la construcción más explícita del Reino de Dios (diálogo con otras confesiones religiosas), sin perder nuestra identidad cristiana en clave abierta, sin excluir a nadie, y sobre todo poniendo en el centro a los pobres, destinatarios y sujetos de evangelización y evangelizadores.
El desarrollo de estas dimensiones se irá concretando a lo lardo del curso en los diversos encuentros que entre todos vamos a dialogar y concretar.
Evangelizar a los pobres, con obras y palabras que cada equipo y miembro del equipo ha de realizar a nivel personal, ambiental y estructural (ver los retos y acciones que se están realizando en diócesis, parroquia, movimiento o instituciones civiles/sociedad (a nivel evangelización primera, catecumenal y pastoral).
Pasos para aterrizar este proyecto
Con el fin de aterrizar estas dimensiones proponemos a quienes se sientan llamados a empezar esta experiencia a dialogar sobre las siguientes cuestiones:
Calendario de encuentros
Todos los días orar con el evangelio de cada día y compartir al final de la jornada con las completas (de este modo integramos la aportación valiosa de Jorge Peñaloza en el envío de cada día del Evangelio y Comentario: por videoconferencia todas las noches a las 22:00, exceptuando los días que tengamos otro tipo de encuentros en ese mismo día).
Oración, revisión de vida y celebraciones: solo un día a la semana, bien sea los sábados o los domingos: por la tarde de 18:00-20:00 para favorecer el encuentro con nuestros hermanos latinos (cambio de horario).
En principio todo por videoconferencia (ofrecer espacios o lugares de los miembros de la comunidad). Lo presencial se ofrecerá cuando pase esta pandemia en la casa parroquial de La Soledad, C/Cristo de Lepanto, 1, ext. 1ºA. Madrid.
Retiros y convivencias, tiempo de ocio…(cada tres meses) y ejercicios espirituales (una vez en el curso: de lunes a viernes): en sábados o domingos (plantear dinámica: charla y envío de material).
Espacios de formación: dos al año en sábado o domingo (dos horas).
Otros encuentros con grupos civiles o eclesiales en la línea de atención, cuidado y evangelización de los pobres (a concretar entre todos al menos tres veces al año, según las ofertas y necesidades donde cada uno se encuentra).
Propuesta a corto plazo
Cada pequeño grupo o comunidad se constituirá en principio en torno a la oración y celebración de la Palabra sin tener en principio necesidad de tener que animar y presidir un cura, pero sin excluirlo si lo hay para celebrar la eucaristía.
La mecánica o metodología de estos encuentros será en torno a la Palabra de Dios: principalmente al Evangelio del domingo correspondiente, tal como se acostumbra en los grupos de Jesús, incorporando la oración comunitaria o la eucaristía, SEGÚN DECIDAMOS (una al mes o en los retiros, convivencias y ejercicios espirituales).
Propuesta a medio o largo plazo
Encuentros con otros grupos o comunidades para celebrar la eucaristía se irán dando pasos en crear tejidos de comunidades significativas, que son espacios de vida y amor fraterno, misioneros y evangelizadores.
Cuestiones para reflexionar y discernir. – La vinculación a la parroquia, comunidad local o movimiento eclesial, se hará en dialogo y comunicación con el obispo u ordinario del lugar para que no se conviertan estas comunidades en sectas.
Propuesta concreta para empezar
Vivimos juntos durante tres años el caminar tras las huellas de la forma de vivir de Jesucristo y su Palabra. Y la semilla cayó en tierra buena. Y nos bendecíamos mutuamente. Y compartíamos muchas historias de nuestra propia vida…y nos quedó el corazón contento por las palabras y el tiempo compartido con Jesús como compañero.
Éramos… los Discípulos de Emaús. Y notábamos nuestro corazón ardiendo cuando de forma inesperada…casi sin notarlo…Él se cruzaba en nuestro camino…
Sí, entre todos preparamos la tierra de nuestros corazones y la semilla cayó en tierra buena….
Ahora, definitivamente, hay que sembrar. No podemos quedarnos las semillas para nosotros, como si fueran nuestras. Sembrando nos fortalecemos.
Nuestra meta ahora es profundizar y difundir la Palabra de Jesús con nuestro compromiso ante el mundo, aquejado por mil y una carencias de todo género. Jesús nos está interpelando a todos los que formamos el grupo de Emaús. ¡Jesús está vivo!..
Ver propuesta inicial de encuentros, calendario, lugares de encuentro, así como referencias de contactos:
Oración personal y comunitaria con el Evangelio de cada día: laudes a las 8:00, nona a 16:30, y 22:00 Completas y compartir por videoconferencia (enlaces).
Un encuentro semana: con oración, y celebración de la Palabra (la Eucaristía al menos a finales de cada mes o en los retiros o convivencias: todo por videoconferencia): sábados o los domingos a las 18:00 por la tarde de 18:00 a 20:00 HORAS
Propuesta de calendario de otro tipo de encuentros por video conferencia
RETIROS (cada dos meses: A LA MISMA HORA Y DÍA QUE LA CELEBRACIÓN DE LA PALABRA/EUCARISTÍA: de 18:00 a 20:00 horas con Revisión de Vida).
TALLER/CURSO DE FORMACIÓN (dos por cada curso: sábado o domingo de 16:00 a 20:00 horas)
EJERCICIOS ESPIRITUALES: una vez al año en Cuaresma durante cinco días: de lunes a viernes de 18:00 a 20:00
A concretar por todos: crear un solo grupo de contacto por wasap y por mail para envío de comunicaciones y coordinación de encuentros: NOMBRAR RESPONSABLE DEL GRUPO DE WATSAPP Y EMAIL, …
Responsabilidades del equipo misionero. – Nombrar los siguientes cargos:
coordinador:
animador:
envíos por wasap y correo electrónico,
tesorero:
secretario:
consiliario: CON NOMBRES Y APELLIDOS
Contactos de todos los miembros del equipo misionero: MAIL Y MÓVIL
angelarbeteta@gmail.com, MÓVIL 626178834
12cdemata@gmail.com
Añadir móviles y mail de todos los que son el equipo misionero_
Coordinadora de este proyecto: Pilar López de Andújar, que a través de la página web de los Grupos de Jesús publicará los encuentros y se coordinará con Mario:
para ofrecer este cauce a quienes quieran unirse y participar, ya sea a lo largo del proceso o al final,
para publicar en página el proyecto, sus eventos; teniendo en cuenta el calendario de estos (encuentros con la Palabra, celebraciones, retiros, convivencias, encuentros de formación y ejercicios espirituales, …).
Nota importante: Ofrecer un calendario de sábados/domingos de encuentros de cada semana desde ya, y se incorporen fechas de retiro, convivencias, formación y ejercicios espirituales… para votar entre todos y de este modo asumir responsabilidades en el equipo misionero de participación y puesta en marcha. Vale
ANEXO I
Escribir a todos los miembros del grupo de Emaús, para el encuentro del día 9 de octubre a las 18:00 horas: presentación de los miembros y presentación de propuesta del Proyecto de Discípulos Misioneros, ofrecer calendario de encuentros hasta la configuración del grupo con las responsabilidades y calendario de actividades.
Contacto con Mercedes… y.… quienes quieran participar en el proyecto de los equipos misioneros que hayan terminado el proceso de los grupos de Jesús (ponerse en contacto con Mario): ver cómo relacionarnos o coordinar.
Contacto con Mario… por si alguien quiere participar vía on-line en un nuevo grupo de Jesús (para grupos presenciales, de momento hay que tener en cuenta las restricciones por el virus COVID-19)
ANEXO II
Ofrecer la posibilidad de ir reflexionando durante tres meses, juntos cada semana en los encuentro semanales de oración del evangelio con los archivos que sostienen y fundamentan el proyecto de los equipos misioneros para su aprobación canónica.
Los equipos misioneros se constituirán en sus respectivas diócesis según decidan sus miembros con el cauce canónico correspondiente (ver cómo ir debatiendo dichos archivos:
los equipos misioneros cómo nace este proyecto y
cómo darles cauce canónico: Asociación de Discípulos Misioneros para Evangelizar a los Pobres.
Piluca, Covadonga y Ángel
Equipo misionero: Emaús sigue vivo
27 Tiempo ordinario – A (Mateo 21,33-43)
(Domingo, 4 de octubre de 2020)
Ver esquema y modo de proceder para orar durante la semana con el evangelio del domingo.
Preparación para la escucha de la Palabra de Dios
Busca un lugar tranquilo donde puedas leer en paz la palabra de Dios. Serena tu espíritu y toma aire varias veces profundamente. Invoca al Espíritu Santo.
1.- Oración al Espíritu Santo
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer.
(Secuencia de Pentecostés) El himno más antiguo al ES
¡Ven, Espíritu Divino!
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén
2.- PRESENTACIÓN
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Por qué hemos venido? ¿Qué esperamos o en qué nos vamos a comprometer?, …
3.- ACERCAMIENTO A LA VIDA (para trabajar en casa)
COMENTAR LOS TRES PRIMEROS PUNTOS DEL PROYECTO (día 3 de octubre)
COMENTAR LOS PUNTOS IV Y V DEL PROYECTO CON LOS ANEXOS (sábado 10 de octubre).
ESCUCHAMOS VIDEO (el que nos ha enviado Esperanza Orozco) para comentar (duración 1h 18minutos, casi 10 minutos de música al inicio, recomendable escucharlo antes):
https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3351244451768036&id=105886871046629&sfnsn=scwspwa&extid=55gRnRzBsi6tOSoM
4.- EVANGELIO DEL DOMINGO, y comentarios de referencia
4,1 Santo evangelio según San Mateo 21,33-43
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/21/
4 octubre 2020. Evangelio según Mateo (21,33-43)
En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo:
33 –Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. 34 Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. 35 Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. 36 Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. 37 Por último, les mandó a su hijo diciéndose: «Tendrán respeto a mi hijo.» 38 Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: «Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia.» 39 Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
41 Le contestaron:
–Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a sus tiempos.
42 Y Jesús les dice:
–¿No habéis leído nunca en la Escritura: La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente? 43 Por eso os digo que se os quitará a vosotros el Reino de los Cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.
4.2 Comentarios
4.2.1, – EL RIESGO DE DEFRAUDAR A DIOS (Grupos de Jesús)
https://www.gruposdejesus.com/27-tiempo-ordinario-a-mateo-2133-43/
La parábola de los «viñadores homicidas» es tan dura que a los cristianos nos cuesta pensar que esta advertencia profética, dirigida por Jesús a los dirigentes religiosos de su tiempo, tenga algo que ver con nosotros.
El relato habla de unos labradores encargados por un señor para trabajar su viña. Llegado el tiempo de la vendimia sucede algo sorprendente e inesperado. Los labradores se niegan a entregar la cosecha. El señor no recogerá los frutos que tanta espera.
Su osadía es increíble. Uno tras otro, van matando a los criados que el señor les envía para recoger los frutos. Más aún. Cuando les envía a su propio hijo, lo echan «fuera de la viña» y lo matan para quedarse como únicos dueños de todo.
¿Qué puede hacer el señor de la viña con esos labradores? Los dirigentes religiosos, que escuchan nerviosos la parábola, sacan una conclusión terrible: los hará morir y traspasará la viña a otros labradores «que le entreguen los frutos a su tiempo». Ellos mismos se están condenando. Jesús se lo dice a la cara: «Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».
En la «viña de Dios» no hay sitio para quienes no aportan frutos. En el proyecto del reino de Dios que Jesús anuncia y promueve no pueden seguir ocupando un lugar «labradores» indignos que no reconozcan el señorío de su Hijo, porque se sienten propietarios, señores y amos del pueblo de Dios. Han de ser sustituidos por «un pueblo que produzca frutos».
A veces pensamos que esta parábola tan amenazadora vale para el pueblo del Antiguo Testamento, pero no para nosotros, que somos el pueblo de la Nueva Alianza y tenemos ya la garantía de que Cristo estará siempre con nosotros.
Es un error. La parábola está hablando también de nosotros. Dios no tiene por qué bendecir un cristianismo estéril del que no recibe los frutos que espera. No tiene por qué identificarse con nuestras incoherencias, desviaciones y poca fidelidad. También ahora Dios quiere que los trabajadores indignos de su viña sean sustituidos por un pueblo que produzca frutos dignos del reino de Dios.
José Antonio Pagola
4.2.2.- Asociación Sacerdotes del Prado
http://sacerdotesdelprado.org/propuesta-estudio-evangelio-domingo/1194-domingo-27-t-o-a
Pauta para un Estudio de Evangelio
El próximo domingo seguimos con otra parábola con la imagen de la viña. Esta vez Jesús es directo en el cuestionamiento a quienes quieren eliminarlo.
Creyendo de veras que el futuro del Reino ha irrumpido e irrumpe en el presente, nos unimos a todas las personas que luchan por un mundo más justo. Con ellas y con Jesús daremos la cara por los más pobres y marginados, por los más pequeños, por el equilibrio entre el Norte y el Sur, por un trabajo digno para todos, por el reparto de la riqueza, …
Pauta para hacer Estudio de Evangelio, personal o compartido
Oración para pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y amar a Jesucristo y, de este modo, poder seguirle mejor y darlo a conocer
Anoto algunos hechos vividos esta última semana
Leo/leemos el texto. Después contemplo y subrayo
Ahora anoto lo que descubro de JESÚS y de los demás personajes, la BUENA NOTICIA que escucho, …
Y, sin ánimo de poner medallas ni de juzgar a nadie, anoto hechos y situaciones en los que se dan actitudes proféticas y, al contrario, actitudes de cerrazón.
Desde el evangelio, vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi alrededor… ¿En qué personas y colectivos he encontrado signos del “pueblo que produce los frutos del Reino”?
Llamadas que me hace –que nos hace– el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso(s)
Oración. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo…
Notas por si hacen falta
Notas para seguir el hilo del Evangelio
Mateo presenta esta parábola de hoy a continuación de la del pasado domingo (Mt 21,28-32). Los interlocutores de Jesús son los mismos: sus adversarios, que no soportan que acoja a los pecadores, a quienes no eran considerados del pueblo de Dios (Mt 21,14-16) –“la viña” (33)– y que les dé sus enseñanzas precisamente en el templo, en el corazón de la religión judía (Mt 21,23).
Por tercer domingo consecutivo nos encontramos con Jesús utilizando la imagen de “la viña” (33). En este caso Jesús cita uno de los textos proféticos (Is 5,1-2) en qué esta imagen sirve para denunciar las infidelidades de Israel (hay otros: Is 3,14; 27,2-5; Jr 2,21; Ez 17,6-10; 19,10-14; Os 10,1; Sl 80,9-20).
El mensaje común de los tres textos (Mt 20,1-16; 21,28-32 y 21,33-43) viene a decir que “el Reino de Dios” (43) es de quienes responden a la llamada que Dios hace a todos; y que no entran en él quienes se construyen su propio reino del cual excluyen a los demás y al mismo Dios.
Notas para fijarnos en Jesús y el Evangelio
La parábola presenta como premeditada, nada inocente, la acción de los labradores (38-39). Detalles como que “lo empujaron fuera” (39), recuerdan el trasfondo de la Pascua. Es decir: Mt tiene presente que Jesús fue crucificado fuera de Jerusalén (Mt 27,32-33) y la parábola es una acusación (41) contra las autoridades del pueblo de Israel, que han sido responsables de la muerte de los profetas (Mt 23,31-32.37) y que acaban matando a Jesús (Mt 26,3-5).
La “piedra” (42) de la que habla el salmo citado (Sl 118[117],22-23), tradicionalmente llamada “piedra angular”, es la piedra que sostiene el edificio, la piedra que lo corona. Aquí, como en los demás lugares del Nuevo Testamento que lo citan, el texto del salmo se refiere a Jesús, rechazado por su pueblo, pero a quien Dios, resucitándolo, ha convertido en la piedra principal del nuevo edificio formado por todos los hijos e hijas de Dios. El nuevo edificio es el “pueblo” del que habla Jesús: es la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios formado por judíos y paganos. Este pueblo, viviendo bajo el reinado de Dios, dará frutos propios del Reino (43).
Este texto nos muestra que Jesús mira al futuro, el futuro del “Reino” que “se os quitará a vosotros y se dará a un pueblo que produzca sus frutos” (43). Un futuro, sin embargo, que ya es presente por su Pascua. La irrupción del Reino en el presente la encontramos anticipada al comienzo de este capítulo 21 de Mt, en la entrada de Jesús a Jerusalén y, concretamente, cuando entra al templo del que expulsa a quienes lo dominaban y habían hecho de él un mercado (Mt 21,13) y lo abre a ciegos y cojos y niños (Mt 21,14-15): ellos representan a quienes tienen que formar el nuevo pueblo, la Iglesia, los que harán fructificar el Reino.
La dureza de estas palabras no queda recluida en el contexto histórico en el cual las dijo Jesús. Nos las dice a nosotros, a cada uno, a la comunidad (parroquia, movimiento, etc.), a toda la Iglesia. También al conjunto de la sociedad. El futuro del Reino sigue irrumpiendo en nuestro presente. También hoy Jesús entra en nuestras “Jerusalenes”, en nuestros “templos”, tanto en aquellos propiamente religiosos como los de las nuevas religiones del consumo, y nos recuerda quienes son los destinatarios de “la viña”. Ante su irrupción podemos alegar, como “los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo” (Mt 21,15.23): ¿Oyes lo que dicen éstos? (Mt 21,16). Y Jesús nos puede responder con el salmo: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”. Y que esto “es el Señor quien lo ha hecho” (42). Todo ello nos cuestiona sobre quiénes son los rechazados en nuestro mundo concreto, aquellos de quienes el Señor se pone al lado, aquellos que están junto a la “piedra principal”, la cual se identifica con ellos (Mt 25,31-46). Y ello lo mismo en nuestro pueblo-ciudad, en nuestro país… en nuestra parroquia, comunidad, movimiento, …
Creyendo de veras que el futuro del Reino ha irrumpido e irrumpe en el presente, nos unimos a todas las personas que luchan por un mundo más justo. Con ellas y con Jesús daremos la cara por los más pobres y marginados, por los más pequeños, por el equilibrio entre el Norte y el Sur, por un trabajo digno para todos, por el reparto de la riqueza, …
Josep María Romaguera Bach
5º LLAMADAS A LA ACCIÓN DE GRACIAS, PETICIONES Y COMPROMISOS, PARA RESPONDER A LA PROUESTA DEL PROYECTO DEL EQUIPO MISIONERO
Próximo sábado para leer, reflexionar y debatir propuesta de acciones y calendario.
6º ORAR CON EL PADRENUESTRO
Con una breve celebración de la Palabra y oración a la virgen al final.
Paz y salud
Esta parábola es un severo toque de atención para todos y con más contundencia para aquellos que ostentan un puesto de mayor resposabilidad en la Viña
La autoridad de éstos debe ser de Servicio y no de Poder
Es una tentación que esta ahí, antes y ahora ….
Impresionante estas palabras. Estamos trabajando en la viña del Señor, pero cuántas veces lo hacemos para recoger nosotros mismos los frutos, hacemos un trabajo eclesial parroquial para ganarnos el aprecio del párroco y/o para figurar, para darnos un pantallazo. El fruto lo recojo para mi, soy persona reconocida… y que le dejo a Dios?
No hay coherencia entre mis obras y mi verdadero sentido de ellas. Seré un obrero leal, digno que reconoce que en la viña soy persona servidora, no la dueña.