Me llaman para confirmármelo: Ya tenemos un tremendo Ambiente de Navidad. Todo anuncia la fiesta más importante del año: La Navidad.
Me pongo ropa adecuada y salgo feliz a recorrer las calles de mi ciudad. Directo al centro, a las calles principales donde la gente fluye con alegría en tan importantes días.
Busco nuestros temas: Los nacimientos o belenes o pesebres que, en años anteriores, han competido en originalidad y presentación. No encuentro ninguno… Sí, hay uno que está en la Plaza Mayor.
Unos señores adornan una esquina con luces, estrellas y árboles. Les pregunto: “¿No ponen un pesebre?”; me miran divertidos: “No señor, eso ya no se usa”.
Bueno, contrariado busco, aunque ya no se usan, algunas tarjetas alusivas con dibujos de pesebre, con estrella y Reyes Magos: “No señor, solo tarjetas con estrellas y otros motivos. Quizás encuentre en internet y las pueda imprimir”.
Toda la gente con paquetes, muchas compras, muchas risas. Ropa excelente, comidas finas, zapatos carísimos, juguetes electrónicos, mucha electrónica, algunos libros, miles de revistas de vida social: “¿Música de Navidad? No, no tenemos nada”.
Al volver a casa comienzo a sentirme feliz. Comprendo que, “gracias a Dios”, nosotros tenemos que ser el Pesebre. A nosotros ha de venir Jesús para que desde (y con) nosotros vivamos su doctrina y llevemos al mundo ese maravilloso mensaje de vida, de luz, esperanza y caridad.
Tú, que estás leyendo, eres el lugar donde nace el Mesías: desde tu compromiso, desde tu calor, desde donde llegan los pastorcillos, desde tu amor, el mundo recibe a Dios encarnado: Jesús.
Gloria a Dios en el Cielo
y paz a los seres de buena voluntad.
Un fraternal abrazo,
Eugenio Urrutia
Grupo de Jesús de Frankfurt (Alemania)
Eugenio, al leer tu comentario, me detengo en el último párrafo y pienso: es cierto, yo también lo creo.
¡Qué mejor cobijo y cuna, que nuestro corazón lleno de amor! ¡Y qué gran regalo dar a cada ser humano que llame a esa «puerta» un poco de alegría, paz y misericordia!
Así lo deseo para todos y todas.
Miren Josune