Queridos amigos y amigas:
La evaluación del proceso de los Grupos de Jesús, en la que habéis tomado parte activa 48 grupos, me ha permitido conocer mejor vuestra vitalidad y creatividad. Jesús está vivo entre vosotros. Mi agradecimiento sincero a Mario, coordinador de todo el trabajo, y a cuantos habéis colaborado desde los grupos.
Entre tantos aspectos positivos que habéis señalado, quiero destacar el que me ha tocado más el corazón, pues me está ayudando a enriquecer mi visión de lo que pueden ser estos Grupos de Jesús para impulsar la renovación que necesitamos en la Iglesia.
Sabéis que está previsto que, al terminar su recorrido, de cada Grupo de Jesús puedan nacer dos o más grupos nuevos. Conozco ya algún grupo que en estos momentos está poniendo en marcha dos nuevos grupos. Algunos miembros se han comprometido en acompañarlos con su experiencia a dar los primeros pasos y, si es necesario, a hacer de nuevo el recorrido.
Pero, en la evaluación que habéis hecho, puedo ver que algunos grupos, sin esperar al final, estáis dando a conocer vuestra experiencia en vuestro entorno, animando y ayudando a otros a que formen un nuevo Grupo de Jesús. Tenéis toda la razón. Estamos viviendo momentos tan críticos y decisivos en la Iglesia que no hemos de esperar a nada para impulsar esa “nueva etapa evangelizadora” a la que nos ha llamado el papa Francisco en su Exhortación La alegría del Evangelio.
Me habéis ayudado a ver con claridad que vosotros podéis ser ahora mismo los mejores difusores de los Grupos de Jesús. Dad a conocer vuestra experiencia. Contagiad lo que estáis experimentando en los grupos. No lo ocultéis. Sentíos testigos de Jesús. El papa nos llama a introducir en la Iglesia “un dinamismo evangelizador que actúa por atracción” (La alegría del Evangelio, 131).
Estoy convencido de que la renovación que necesita hoy la Iglesia llegará por caminos abiertos por el Espíritu de Jesús. Y serán los creyentes de las parroquias, comunidades y grupos los que iniciarán la reacción y la impulsarán en los próximos años. Contagiad lo que vivís, lo que está cambiando vuestra vida. Comunicad el bien que os está haciendo a Jesús. Invitad a otros a hacer la experiencia.
Sin daros cuenta, os estáis convirtiendo en testigos de Jesús. Estáis atrayendo a otros a acercarse al Evangelio. Estoy seguro de que muchos de vosotros tenéis amigos, familiares, compañeros o conocidos que están deseando vivir de manera más digna, con más sentido y más esperanza.
Un abrazo grande a todos.
José Antonio Pagola
11/octubre/2016
A este grupo de San Fernando, con componentes de Chimbarongo,Peñuelas,Placilla ,San Fernando,camina con tranquilidad en estos primeras meses.
La experiencia nos encamina, no solo a conocer mas intimamente la persona de Jesus, no nos podemos solo quedar en EL,el lo que nos inculca es vivir los que hemos descubierto en EL. Le estamos dando vuelta, a que ayuda fuera de darlo a conocer, debemos concretar para ayudar a los demas.
¿Que nos recomendaría Jose Antonio, como obra.?
Muchos Saludos.
German ,Alejandro-Oscar-Pedro-Iris-Flor Angel.
JESÚS esta entre nosotros, tendiéndonos su mano y diciéndonos: ¡Animo. Estoy con vosotros, Grupos de Jesús. Adelante! No os desaniméis. Yo os ayudaré a encontrar el camino para seguirme y volver a mi. Os espero con los brazos abiertos y mucho Amor.
Esto de los Grupos de Jesús es una experiencia única, que ha sobrepasado todas nuestras espectativas.
Como dice una compañera del Grupo: «Se nota que el Espíritu se mueve entre nosotros».
No podemos dejar de comunicarlo, sin perder ocasión.
Gracias a J. A. Pagola, por su estupenda labor y también a Mario por su ilusionada dedicación a todo ello.
Un abrazo,
Mercedes (GVJ Galilea)
Los tres Grupos de Jesús en San Luis Potosí, Mx, después de primer año, hemos ido descubriendo el camino que nos lleva de vuelta a Jesús y cuya invitación es muy clara: estar atentos a las necesidades de las personas que por causa de la injusticia, sufren, lloran, tienen hambre, … y poner nuestras capacidades a su servicio, con misericordia, … como Jesús.
Si, no podemos dejar de hablar de lo que estamos viviendo, gracias padre Pagola