MISTERIO
DE ESPERANZA
Creer en el Resucitado es resistirnos a aceptar que nuestra vida es solo un pequeño paréntesis entre dos inmensos vacíos. Apoyándonos en Jesús resucitado por Dios intuimos, deseamos y creemos que Dios está conduciendo hacia su verdadera plenitud el anhelo de vida, de justicia y de paz que se encierra en el corazón de la humanidad y en la creación entera.
Creer en el Resucitado es rebelarnos con todas nuestras fuerzas a que esa inmensa mayoría de hombres, mujeres y niños que solo han conocido en esta vida miseria, humillación y sufrimiento queden olvidados para siempre.
Creer en el Resucitado es confiar en una vida donde ya no habrá pobreza ni dolor, nadie estará triste, nadie tendrá que llorar. Por fin podremos ver a los que vienen en pateras llegar a su verdadera patria.
Creer en el Resucitado es acercarnos con esperanza a tantas personas sin salud, enfermos crónicos, discapacitados físicos y psíquicos, personas hundidas en la depresión, cansadas de vivir y de luchar. Un día conocerán lo que es vivir con paz y salud total. Escucharán las palabras del Padre: «Entra para siempre en el gozo de tu Señor».
Creer en el Resucitado es no resignarnos a que Dios sea para siempre un «Dios oculto» del que no podamos conocer su mirada, su ternura y sus abrazos. Lo encontraremos encarnado para siempre gloriosamente en Jesús.
Creer en el Resucitado es confiar en que nuestros esfuerzos por un mundo más humano y dichoso no se perderán en el vacío. Un día feliz, los últimos serán los primeros y las prostitutas nos precederán en el reino.
Creer en el Resucitado es saber que todo lo que aquí ha quedado a medias, lo que no ha podido ser, lo que hemos estropeado con nuestra torpeza o nuestro pecado, todo alcanzará en Dios su plenitud. Nada se perderá de lo que hemos vivido con amor o a lo que hemos renunciado por amor.
Creer en el Resucitado es esperar que las horas alegres y las experiencias amargas, las «huellas» que hemos dejado en las personas y en las cosas, lo que hemos construido o hemos disfrutado generosamente, quedará transfigurado. Ya no conoceremos la amistad que termina, la fiesta que se acaba ni la despedida que entristece. Dios será todo en todos.
Creer en el Resucitado es creer que un día escucharemos estas increíbles palabras que el libro del Apocalipsis pone en boca de Dios: «Yo soy el origen y el final de todo. Al que tenga sed yo le daré gratis del manantial del agua de la vida. Ya no habrá muerte ni habrá llanto, no habrá gritos ni fatigas, porque todo eso habrá pasado».
José Antonio Pagola
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Marina Ibarlucea
Maravilloso escrito que nos trae esperanza, nos anima a continuar adelante. El Resucitado camina a nuestro lado y este sentir nos fortalece. ¡Jesús Vive! ¡Qué Buena Noticia! Estamos llamados a ser perseverantes, tenemos el mejor regalo Dios mismo en su Hijo Jesús y su reino. Trabajemos en este proyecto de Dios (su reino) en pro de la humanidad.
BUSCANDO AL AMOR
Domingo de Resurrección – Ciclo B
Hoy la VIDA se escribe con mayúscula y el AMOR de Jesús, resplandece con su LUZ, transfigurado. Como a María de Magdala, Jesús nos llama a tí y a mí, pronunciando nuestro nombre; no quiere vernos llorar ni andar dispersos de un lado para otro, con la pesada carga del sufrimiento.
Su Misericordia, es abrazo y caricia llena de ternura, es mano tendida que levanta, con la creíble certeza de su palabra: «ve y diles a mis hermanos y amigos, que vayan a Galilea, allí me verán»
¡Rabuni, Rabuni! Tú nos dices hoy, que vayamos decididos-as a defender la Vida, en medio de tantas violencias y ultrajes a la dignidad, tantos derechos usurpados. Nos aseguras que AMAR y HACER EL BIEN es construir el Reino que el Padre quiere para todos-as.
¡DICHOSO «EL PASO DEL SEÑOR»! Es mi deseo en esta Paskoa para todos y todas. Miren Josune.
No es nada fácil nuestro paso por esta vida, entre luces y sombras y tan llena de dolor tantas veces y de tantas preguntas…
La Resurrección de Jesús da sentido a nuestras vidas y es gracias a la fuerza del Resucitado que está VIVO entre nosotros , por lo que somos capaces de caminar en medio de nuestros sufrimientos y a pesar de nuestras oscuridades
Muchas gracias , una vez más, a J. A. Pagola por su reflexión y la Esperanza y Animo que en nosotros suscita ; Y recordando a San Pablo , nos repetimos…que NADA podrá apartarnos del Amor que Dios nos tiene en Cristo Jesús.