“Vamos construyendo grupo, vamos construyendo comunidad”
Llenos de alegría por compartir nuestras experiencias, nos presentamos desde la comunidad de Frechen en Alemania.
El Grupo de Jesús en Frechen nace de la iniciativa del matrimonio misionero (Misioneros Seglares Vicencianos) conformado por María y Ximo, quienes sintieron la necesidad de profundizar su fe y continuar el camino hacia ello acompañados de otras personas con las que se pudiera crear un vínculo más profundo y más estable unido por Jesús. Además con una característica muy importante, la de poder compartir la lengua madre: el español.
Con el apoyo de la Comunidad Católica de Lengua Española de las ciudades de Bonn y Colonia, dirigida por el P. Juan María García Latorre, y con el visto bueno del Arzobispo de Colonia Rainer Maria Woelki –quien en su carta pastoral avizoró la creación de estos grupos–, convocaron a todos los católicos que conforman el censo de la localidad y desde el primer día de reunión, el 14 de Marzo de 2015, ya se han realizado tres reuniones y así se ha formado un grupo unido por la fe, por el idioma y con participantes de distintos países de procedencia, como son: Argentina, Colombia, España, Perú, Rusia, Venezuela y Alemania.
La importancia de los Grupos para la Iglesia
El P. Juan Mari considera que la creación de estos grupos es un paso adelante del trabajo que hace la Comunidad de Lengua Española establecida desde hace tiempo en Alemania, debido a la importancia que han adquirido los laicos en la iglesia. Estos grupos o comunidades de base, como explica el Padre, se basan en los laicos y en los bautizados; el sacerdote, en este caso, es un elemento que participa o coordina algunas cosas, pero el grupo debe de ser autónomo. Este grupo en particular es el primero que surge de la inmigración y en un país donde se habla otro idioma, “aunque ya tenemos en mente lugares donde podría, quizás el próximo año nacer otro”, expresó.
Juan Mari García asevera que el objetivo de los grupos es el mismo que tiene la iglesia “descentralizar el seguimiento de Jesús de las tradicionales parroquias a lugares, a grupos de otro tipo más pequeños pero más numerosos”, pues las parroquias como se conocen hasta ahora pudieran, en un futuro no muy lejano, desaparecer para volver a los inicios de los primeros cristianos, quienes se formaron en grupos de seguidores de Jesús.
El 6 de junio será recordado por todos los miembros del grupo como la primera vez que en Frechen se celebraba una Eucaristía doméstica la cual estuvo encabezada por el P. Juan Mari, la participación de los miembros regulares del grupo y por algunos invitados especiales.
Los participantes del Grupo de Jesús
Llegados a este país por distintas razones, todos coinciden en que pertenecer a este grupo es sentirse en familia. Muchos tienen años haciendo vida en esta nación, como Nieves, activa colaboradora de la Comunidad de Colonia, que nos ha acompañado en Frechen para compartir su experiencia de vida. María M., alemana de nacimiento, y con un corazón tan grande que comparte con la lengua española y su gran fe en Dios. Valeria, cuya alegría por pertenecer al grupo la motiva a convocar a nuevos miembros.
En la convivencia grupal celebrada este 14 de junio se pudieron recoger los siguientes testimonios:
- Marina considera que cuando se reúne con el grupo “divide los problemas y multiplica las alegrías, porque cuando estamos juntos somos fuertes, Dios siempre está con nosotros”.
- Leonela expone las razones por las que pertenece al grupo, “en primer lugar por una necesidad espiritual”, en segundo lugar porque María y Ximo la hicieron partícipe de su proyecto y porque estar en este grupo le da “tranquilidad y paz interior”.
- Yesica valora la reflexión que se hace de cada lectura del evangelio, la vivencia en la fe que muestran los coordinadores, y comparte con todas las personas interesadas en pertenecer a actividades similares “que el llamado de Jesús es muy fuerte y él es quien nos ha convocado”.
- Lucy estaba buscando revivir nuevamente su fe, y expresa que la reflexión espiritual con personas que tienen el mismo propósito es lo que tiene más valor en el encuentro. Agrega que el compartir es aprender a vivir mejor, que “es una limpieza espiritual de la que nos podemos llenar de energía maravillosa”.
- María C. siente que es una gracia de Dios haber puesto a andar el grupo, haber encontrado a las personas para poder caminar juntos en la vida, en un momento tan crucial como es la emigración, cambiar de país y de cultura. “Es una gracia de Dios lo que se nos está regalando, así lo estoy viviendo yo”, concluye.
- Ximo quiere animar a todos aquellos que leerán la presentación a unirse a un grupo para compartir su fe, Recuerda a Jesús en sus inicios, donde reunió a 12 apóstoles e iba enseñándoles, pues piensa que el Señor nos llama en el siglo XXI a retomar esa forma de vivir el evangelio; y así vamos construyendo grupo, vamos construyendo comunidad.
Paralelamente, se intenta que los hijos de los miembros del grupo también tengan una pequeña catequesis adaptada a su edad en cada encuentro, que podrán compartir con los mayores la final de la actividad y ser partícipes del momento de la oración.
El material del grupo
El libro Grupos de Jesús de José Antonio Pagola es el material que en cada reunión se lee, se analiza y sobre el que se realizan las reflexiones.
Con respecto a este material, la coordinadora piensa que “es muy adecuado a la hora de formar un grupo, donde se unen personas que no se conocen entre sí y se desconoce cuál ha sido su trayectoria de fe hasta ahora, es un material que va a lo básico y a lo fundamental, a lo más importante al final, a lo que nos convoca que es Jesús”.
En los encuentros realizados por el grupo, inicialmente se realizó la presentación dinámica de los miembros, y en la segunda y tercera reunión se trabajó el primer tema.
El mensaje a todos los lectores
Desde la coordinación del grupo (aunque hacen hincapié en que son uno más del grupo) y en nombre de todos los miembros, el mensaje que se quiere transmitir es que las personas no se cohíban a la hora de invitar a los demás a unirse a un grupo, “porque lo que convoca de verdad es que otro cristiano te diga: yo tengo un grupo que me está moviendo, que me siento bien, vente conmigo, porque así es como llega la gente. La gente necesita mucho más de lo que creemos de estos encuentros y a veces nos callamos porque nos da miedo que nos juzguen, desvelar que somos cristianos, pero a lo mejor estamos quitándole la oportunidad a otros hermanos que lo necesitan”.
Yo, dice María, “me estoy dando cuenta que hay que quitarse el estropajo de la boca y empezar a hablar de Dios” y Ximo concluye diciendo que “hay que predicar a tiempo y a destiempo”.
Ya para finalizar no puedo dejar de compartir con todos ustedes mi experiencia dentro del grupo (Nardi Guerrero). Desde el primer momento de preocupación por no poder asistir a misa en español, en mi localidad, recibo –lo que identifiqué como el llamado del Señor– la convocatoria desde la Comunidad de Lengua Española para formar parte de este grupo y poder compartir la fe en mi idioma materno. La alegría fue indescriptible. Encuentro tras encuentro la empatía con el grupo va aumentando, la fe va fortaleciéndose y el amor por ayudar a los demás va en crecimiento. Valoro el tiempo que dedican los coordinadores en preparar cada día de reunión; cada uno de los compañeros aporta tanta riqueza espiritual con sus reflexiones que invita a seguir ahondando más y más en el evangelio. Seguir unidos en fe el camino de Dios es lo más significativo que encuentro, saber que Dios nos da herramientas para lograr su propósito en nosotros y que se materializa en personas que sienten lo mismo que tú. Es una gran bendición sentir que Dios convoca al Grupo de Jesús.
Todos los miembros del grupo agradecemos esta oportunidad de poder compartir nuestra experiencia con el resto de la comunidad católica.
María C., Ximo, Marina, Nieves, Lucy, Yesica, Valeria,
Leonela, María M. y, esta servidora, Nardi Guerrero
Grupo de Jesús en Frenchen