Queridos amigos, amigas de Grupos de Jesús:
Como sabéis, el proceso de Grupos de Jesús está estructurado en 7 etapas y 40 temas (véase sección PARTICIPA; contenido íntegro en el libro Grupos de Jesús).
Aunque no hay marcada una pauta respecto a la evaluación, muchos grupos lo van haciendo de manera periódica, revisando su marcha como grupos y como personas en esta experiencia. Un buen momento para hacerlo es el término de cada una de esas etapas.
El Grupo Virtual de Jesús Shemá-Effetá nos comparte su evaluación al término de la etapa 5.
GVJ Shemá-Effetá
Evaluación etapa 5 Grupos de Jesús
1. Luego de haber ido, poco a poco, caminando ya las etapas (con sus respectivos temas) de nuestro itinerario común, y después de haber ido descubriendo el “estilo” de vida de Jesús y las exigencias del Reino… ¿siento que creció en mí el deseo sincero de vivir como discípulo/a-misionero/a del Reino, seguidor/a Suyo, luego de mi caminar por esta etapa? (Ahondo en mis motivaciones y las comparto escribiéndolas).
A: Sí, siento que creció en mí el anhelo de vivir como discípula; y esto, gracias a las reflexiones de mis hermanos de camino.
C: Ciertamente puedo decir que, a medida que el grupo mismo fue trabajando los temas y elaborando sus aportes, el Señor me fue “moldeando” artesanalmente a través de la mirada de esperanza de cada compañero/a: cada experiencia de vida fue, para mí, un aprendizaje continuo. Y sí. Siento que el deseo del corazón de ir “conformándose” al Señor fue creciendo, y esto porque se fue “radicalizando” mi opción por Él, al saberme inmerecidamente amado.
E: Pienso que sí se ha acrecentado mi deseo de vivir como discípulo de Jesús, especialmente en la misión hacia aquellos que son marginados o despreciados por la sociedad.
M: Para mí, antes que nada, ha sido la realización que estamos ya dentro del reinado de Dios. Que tengo que salirme del reinado deshumanizante de la dominación de los poderes, del dinero, del consumismo, de la pésima economía. Como ciudadano del Reino de Dios tengo que actuar como tal, dentro de sus valores, y de esta manera, dar ejemplo. Ésta es la mejor forma, a mi juicio, de ser discípulo. Hay que predicar con nuestras acciones y estilo de vida. Las palabras son solo palabras.
MJ: Sin dudas, me ha resultado enriquecedor el participar como integrante del grupo.
W: Por supuesto, cada pasaje de esta etapa me ha hecho crecer el ánimo de seguir a Jesús, como su apóstol y misionero (ésta ha sido, sin dudas, una etapa “neurálgica” para todos). En ésta, vimos lo que implica eso del Reino: el amor y la Vida.
2. ¿Cuál creo que fue, en esta etapa, la llamada más “apremiante” de Jesús hacia mi persona? Y, ¿cuál, específicamente, hacia mi grupo?
A: Para mí, la llamada más apremiante fue (y es) “Vete y haz tú lo mismo”; y para el grupo, creo que eso de “Amar al enemigo” como que nos cuesta más trabajo.
C: El llamado acá creo que es único (tanto para mí como para mi grupo de “amigos en el Señor”): AMAR (AMAR-ME, AMAR-TE, AMAR-NOS, AMAR-LES).
E: La urgencia de amar mi prójimo, demostrándolo con hechos. Lo mismo para el grupo.
M: El Tema 26 y la pregunta “¿Qué importancia tiene en mi vida el proyecto de hacer un mundo más humano?”. El Reinado de Dios lo he visto siempre como un programa social que nos define unas metas a conseguir, y he militado en la política y el mundo laboral, en consecuencia. Siempre tratando de ser fiel a que las decisiones y acciones tomadas fuesen en conformidad con los principios de ese Reino. Mis experiencias me han llevado a la conclusión que lo más importante es la conversión de cada uno, sin la cual entorpecemos el florecer del Reino. En medio de toda militancia está la tentación de estar controlándolo todo, y el desconsuelo de que siempre podemos hacer más.
Tanta responsabilidad me convierte en un robot, y un robot no puede amar. Tengo que perder el miedo, el afán a controlarlo todo y vivir a fondo la vida. Me doy cuenta que Jesús solo llamó a doce personas para ser “apóstoles”. Al resto, solo nos llama a plantar las semillas del Reino en la medida que podamos. Como toda semilla plantada, depende solo de la gracia de Dios si florece y rinde cosecha. Tengo que desarrollar la humildad de aceptar mi situación y de actuar en la medida que me corresponde.
Creo que esta llamada a hacer un mundo más humano está dirigida a todo el mundo, por ende, también al grupo. Lo importante es cómo cada cual la interpreta y actúa.
MJ: La idea de “amar al prójimo”, y escuchar los consejos de los integrantes de mi grupo.
W: La llamada más “apremiante” que me ha hecho Jesús en esta etapa es la de “amar a mis enemigos”; y a mi grupo, la de “amar a Dios y al prójimo”. Aunque es difícil entender la “lógica” de Dios (porque Su Amor de Padre es TAN GRANDE): ésta consiste en “amar” y “perdonar” a nuestros adversarios; en cambio, nuestra “lógica” humana nos dice devolver la ofensa y odiar al que contra nosotros la cometió.
3. ¿Me considero “parte” del Reino? Si mi respuesta fue afirmativa, digo, ahora en qué.
A: Claro que sí. Me siento “parte” en proclamarlo, vivirlo y dar testimonio de Él con las personas más cercanas.
C: Sí, me siento “parte” y arriesgando el compromiso por la Vida que clama y me llama. “Parte” en el sentido de saberme uno más de tantos “buscadores” de caminos para viabilizar y visibilizar este Proyecto de Amor y de Reino, de humanidad “redimida”. Apostar y aportar porque “Sí” se realice.
E: En que fui llamado, como todos y todas, a compartir la mesa del Padre, no he sido excluido.
M: Pues claro que me considero “parte” del Reino. He descubierto y puesto en práctica que solo se puede ser más humano en relación con los demás, y con el resto de la creación. En este contexto, en África tienen una palabra interesante: “Ubuntu”, que significa «Yo soy, gracias a ti». En la naturaleza, todo está conectado: las plantas, las estaciones, los animales, las migraciones… El hombre que vive, y es parte también de la naturaleza, está en conexión con el resto. Uno es lo que es, gracias a su conexión con el resto. Tengo que aprender a ser un buen “súbdito” del Reino de Dios.
MJ: Sí, todos y todas estamos llamados a ser “hijos” e “hijas” de Dios.
W: Sí me considero “” del Reino, porque el llamado de Dios es a todos; sobre todo, va dirigida a los más pecadores. Con esto, siento que Él me llama a ponerme al servicio de mi prójimo. Esto es aferrarse de la mano de Jesús (Quien me dice, de nuevo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”); y no quiero soltarme.
4. ¿Cuál fue mi principal “ganancia” en esta etapa? ¿En qué parada del proceso sugerido en esta etapa me “estanqué”? (Si es que me quedé).
A: Los Temas 28 y 29 son los que más hondamente me llegaron.
C: Mi principal “ganancia” fue la provocación. ¿Por qué afirmo esto? Porque, con-vocados todos (como grupo), e-vocamos (como comunidad) con la valiosa ayuda de los pasajes de los Evangelios, la siempre misteriosa Presencia de Dios a través de imágenes elocuentes sugeridas por el libro que, a mí personalmente, me sirvieron de mucho en el proceso de búsqueda: La “semilla”, el “samaritano”, la “necesidad”, el “hermano” y, hasta, el “enemigo” fueron particulares referencias del mismo “Misterio” siempre latente en la vida de cada día. Algo pasó, en mí, desde el desarrollo de la primera reunión del Tema 27. Aprendí que a Dios, más que “definirlo”, es mejor “evocarlo”.
E: Mi principal ganancia es reconocer que todos participamos de la misericordia de Dios en equidad. Mis estudios no me han permitido estar al ciento por ciento con los temas.
M: Darme cuenta que tengo que tener la humildad de aceptar mi situación y de actuar en la medida que me corresponde. El más humilde obrero que solo cava un boquete en el suelo está contribuyendo a poner los cimientos para la construcción de una gran catedral, y sin ese boquete no hay cimiento. He descubierto que a estas alturas me debo encauzar solo a ser sal y luz, el resto está en las manos de Dios. Tengo que vivir la vida en profundidad, no tratando de vivir sin pecado, sino como dice el padre Pagola, a vivir del perdón sin orgullo ni tristeza.
MJ: Esta pregunta es muy general. La principal “ganancia” es siempre compartir mis inquietudes con los integrantes de mi grupo.
W: La principal “ganancia”: haber conseguido el perdón de mi propio corazón. Lo que perdí: la amistad de muchos “amigos”.
5. ¿Cuál fue el tema de esta etapa que más me “marcó”, dejando su huella “indeleble” en mi vida?
A: Los Temas 28 y 29.
C: El Tema 31 (último de la etapa) me marcó muchísimo por los aportes tan personales –por eso “vivenciales”–, en ambas reuniones, de los integrantes de mi grupo: No solo es necesario amar, también lo es perdonar. Es la “justicia” (=santidad) que nos pide Dios.
E: El tema 31: Amad a vuestros enemigos
M: Desde luego el Tema 26. Aunque al principio lo vi como un tema simple, al profundizar me impactó mucho la aparente facilidad con la que Simón, Andrés, Santiago y Juan, lo dejan “todo” para seguir a Jesús. Desde luego que hace falta mucha valentía para poder hacer esto. Hay que ser un hombre “libre” para hacer algo así. Pero para ser libre, dentro de nuestra relación con los demás y con la misma naturaleza, hay que ser responsables. Tener la habilidad de responder con exactitud y precisión, y en línea con el Reino, a las situaciones que nos presenta la vida.
MJ: Siempre es importante hacer el bien, sin mirar a quién.
W: El Tema 31; porque me permitió reflexionar, perdonar y ponerme en paz con mi familia.
6. ¿Qué me deja como compromiso (personal, familiar, comunitario o social) el concluir esta V Etapa? (Indicar el compromiso concreto en cualquiera de los ámbitos anteriormente mencionados).
A: El compromiso de seguir haciendo diariamente mi examen de conciencia antes de irme a dormir; y, sobre todo, orar por mis hermanos de camino y por mis “enemigos”, así como por todos los necesitados de la gracia de Dios.
C: “Amar” y “perdonar” son, definitivamente, las dos caras de la misma moneda: Sin perdón, de corazón no hay amor verdadero. Y sin amor verdadero es vano cualquier tipo de esfuerzo (incluso aquel más loable, plausible).
E: Como mencioné antes, el amor, el compromiso personal de tomar la decisión amar a los demás.
M: El amar incondicionalmente. Para esto, hay que estar y mantenerse siempre “despierto”. No dejarse influir por los condicionamientos que nos han forjado nuestra cultura, religión, educación, etc. Siempre hay que preguntarse, sobre cualquier situación: ¿Cómo vería y actuaría Jesús en esto?
MJ: Intentar ser mejor persona.
W: Esta etapa me deja el compromiso de seguir amando a “Papito” Dios en mis hermanos.
7. ¿Deseo expresar acá alguna observación y dejarla en este momento por escrito? (Sea al coordinador web de los GVJ –Mario González–, al animador temporal del Grupo Shemá-Effetá –Carlos Maldonado–, o alguna sugerencia a tener en cuenta como aporte para “enriquecer” los contenidos del itinerario sugerido por el libro de José Pagola).
A: Gracias a Mario por la sugerencia de la “fusión” de ambos grupos. Y gracias, también, a Carlos: Ha sido el mejor coordinador que hemos tenido, hasta ahora.
Una cosa más: En la página 229 de nuestro libro se lee “Mateo, pp. 209-215” cuando, en verdad, debería leerse “Marcos, pp. 209-215” (cf. pág. 225).
C: Nada más que desearle a Mario, mi “partner”, mucha fortaleza en esta misión de Amor que, estoy seguro, el Señor mismo le ha confiado a su cuidado. Y que, en la brevedad posible, podamos ya contar todos los grupos del mundo con modelos únicos de (auto)evaluaciones para cada etapa que compone el actual itinerario propuesto por el libro Grupos de Jesús de Pagola Elorza, de manera a tener un criterio “común” a la hora de analizar avances, estancamientos o retrocesos.
E: No tengo ninguna observación por el momento.
M: Sigamos como vamos.
MJ: Me han gustado mucho las interpretaciones del grupo acerca de los pasajes sugeridos.
W: Felicitar, de todo corazón, a Carlos por su gran trabajo al frente del grupo (sobre todo en este último tema –por el tiempo tan breve para profundizar lo suficiente en su importancia–); con tu reflexión, con tus atinadas palabras, “aliviaste” a muchos corazones heridos por el odio, el orgullo y el resentimiento por las ofensas de los demás. ¡Gracias! Es verdad: Dios nos ama tanto, que es incapaz de interferir en la voluntad humana. Con esto, personalmente, quedé más que satisfecho y completé la etapa.
GVJ Shemá-Effetá
Aurora Noguez (A). / Carlos Maldonado (C) / Édgar Monterroza (E) / Manuel Pérez (M) / Majo Segura (MJ) / Wilmer Jiménez (W)
