En el Grupo Virtual de Jesús GALILEA estábamos terminando de reflexionar sobre la muerte de Jesús con ayuda del tema 37. A los pies del Crucificado, cuando nos ha llegado la triste noticia del fallecimiento de Antonio, nuestro amigo y compañero, y queremos compartirlo con todos vosotros.
Recuerdo que se incorporó en nuestro grupo cuando estábamos trabajando el segundo Tema y, desde entonces, ha sido el único varón del grupo, que nos ha acompañado siempre con ejemplar perseverancia y puntualidad, haciéndonos partícipes de sus reflexiones esmeradamente redactadas, que traslucían su interés y entusiasmo por Jesús de Nazaret.
Me he acordado de que, en nuestros comienzos y ya cerca del primer verano como grupo Galilea, alguien apuntó la posibilidad de hacer o no un paréntesis durante las vacaciones veraniegas, dado que es una época en la que se nos descoloca un poco el calendario. Antonio contestó, entonces, que «Dios nunca toma vacaciones» y que había que seguir.
Recuerdo también su presentación. Nació en 1941 en Arganda del Rey (Madrid), pasó su niñez en Burgos y luego vivió en Holanda, Alemania y en Suecia, donde se casó con Elisabeth y fijó ya ahí su residencia. Nos habló de sus hijos, Peter y Asa, sus nietos Klaus y Félix, y su entrañable perro “Rufus”, con el que disfrutaba en sus paseos por la naturaleza.
Cuando se te van muriendo familiares y amigos, no hay palabras… ante el misterio de la muerte, pero sí recuerdos, agradecimiento y esperanza. Recuerdos y agradecimiento por tanto bueno que nos han ido dejando en el camino. Esperanza total en la acogida del Padre que nos va recibiendo y abrazando, según vamos llegando de vuelta a casa.
Cuando su hijo nos comunicó la noticia (creo que ya un poco sospechábamos que las cosas no iban bien), me impresionó su hijo Peter, aun sin conocerlo, acompañándolo en esos momentos en su dolor y el de su familia .
Se nos ha ido Antonio, a pocos pasos de acabar nuestra andadura de Grupos de Jesús, y sin tiempo de despedirse, aunque estoy segura de que en estos sus últimos días pensó en el Grupo Galilea.
Todos nosotros, unidos a Mario, nuestro Coordinador de los Grupos de Jesús y que nos ayudó en nuestros comienzos a ponernos en marcha, desde aquí decimos al amigo y compañero que ha sido Antonio: ¡GRACIAS!
Pensamos que de una forma distinta, misteriosa, pero real, nos sigue acompañando. La amistad que Jesús pone en marcha es para siempre.
Antonio, es como si te oyéramos repetir: «Dios no toma vacaciones, hay que seguir”… Y seguimos adelante: y este recuerdo de tu frase en los comienzos nos hace renovar nuestras ganas y nuestras energías.
Y a los pies del Crucificado acompañamos a su familia en su dolor y en la esperanza y en la seguridad de la victoria de Jesús sobre la muerte.
¡Ya has llegado, Antonio!
Nuestro abrazo, querido amigo y compañero para siempre.
Mercedes Castellano
GVJ Galilea
Hola hermanos de GALILEA (GVJ).
Pertenezco a BETANIA (GVJ) y revisando en el apartado de noticias, estoy encontrándome con la noticia que nos comparten, a casi un año de la PASCUA de nuestro hermano Antonio (Toño como les decimos de cariño por acá en México).
Claro que hay «esperanza y seguridad de la victoria de Jesús sobre la muerte», igualmente que Yahshúa como hermano mayor, nos muestra que la muerte no es el final y que conviviremos definitivamente, todos juntos en la casa del PADRE.
Nos queda continuar caminando e intentando construir el proyecto que Yahshúa denominaba Reino de Dios, o mejor Reinado de Dios.
UN ABRAZO FRATERNO
Queridos amigos de Maranatha :!Gracias!.
Os sentimos cercanos , aun en la obligada distancia que marcan los grupos virtuales ,Para una familia como somos Los Grupos de Jesús , no hay distancia y es un buen apoyo saber que estais ahí .
Es verdad que las amistades que Jesús pone en marcha ,llevan el sello de la solidaridad y la compañía….del Amor, en una palabra ,
Los Grupos de Jesús , son algo muy especial , no me cabe duda
Un abrazo entrañable para todos vosotros, desde el Grupo Galilea.
Queridos compañeros del GVJ Galílea:
El GVJ Maranatha.se solidariza con vuestro dolor y sentimos la pérdida de vuestro amigo y compañero Antonio. Siempre que se experimenta la marcha de un compañero causa pesar pero, si además, después de varios años, sucede de modo abrupto e involuntario, se redobla la tristeza. Por ello, lo lamentamos de corazón.
Estáis muy avanzados en el camino que lleva a Jesús (igual que nosotros), por eso, habéis aprendido ya muchas cosas que ha ido enseñando a lo largo de estos años. Una de ellas es saber mantener la fe, confianza, esperanza y buen ánimo en los momentos delicados. Sabéis también que continuais teniendo a vuestro compañero; tan solo ha cruzado «a la otra orilla». Decis que Antonio no quería tener vacaciones. Se ve que tenía prisa. Como Josué, explorando la tierra prometida, se ha adelantado, pero su misión continúa. Ahora al lado del el Padre, pero también a vuestro lado. Con seguridad os ayudará.
De corazón, vuestros compañeros de Maranatha.