Vamos a conocer a un nuevo grupo de Jesús de la parroquia San Pío X de Valladolid (España), conocida como parroquia de Girón. Nos atiende su coordinador, Carlos. Este grupo, en el contexto de la pandemia, ha decidido que sus reuniones sean virtuales aunque tienen otros vínculos parroquiales, por eso hablan de que son un grupo mixto virtual-presencial. Conozcamos su experiencia.
Pregunta: Gracias por recibirnos. Nos habéis dicho que sois un Grupo de Jesús, ¿desde cuándo estáis viviendo esta experiencia?
Respuesta: Comenzamos en noviembre del 2020.
P: ¿Podéis describir quiénes formáis el grupo?: ¿Cuántas personas estáis? ¿Sois todos laicos? ¿Tenéis edades parecidas?…
R: Somos 3 matrimonios (Rubén y Lucía, Alberto C. y Angélica, Carlos y Nuria) y luego 6 personas casadas todas pero que solo participan uno de los dos: Santi, María, Francisco, Nacho, Mari Paz y Alberto L.
El grupo mayoritario son padres/madres de adolescentes e incluso niños y otros ya de jóvenes, autónomos en casi todos los aspectos. El rango de edad está entre los 40 y 60,
P: ¿Por qué os pareció interesante crear un Grupo de Jesús?
R: Fue una propuesta realizada a un grupo de padres de postcomunión y a personas vinculadas a la parroquia o cercanas que deseaban o estaban abiertas a profundizar más. Algunos del grupo se habían ofrecido como catequistas y les impedía participar en el grupo de postcomunión de padres, al coincidir las horas, y echaban en falta también tener su espacio de compartir.
P: ¿Cómo es una de vuestras reuniones: qué hacéis, cómo lo hacéis, cuánto tiempo le dedicáis…?
R: Estamos teniendo las reuniones online los lunes por la noche (22-23h) cada 15 días, pero nos sentimos insertados en la parroquia San Pio X, donde prácticamente todos participamos en la eucaristía, grupo de padres de postcomunión o incluso varios realizan servicios de catequistas. Alguna persona no forma parte de la parroquia estrictamente hablando pero sí mantiene vinculación afectiva con la misma y muchos de sus miembros y presencia ocasional, por lo que esto no ha sido un impedimento.
Hasta ahora somos superpuntuales, tanto para empezar como para acabar. Son horas que se agradece acabar a la hora y se pasa muy rápido (bueno eso me lo parece a mí) pero aunque estamos como probando, parece que da cierto juego. Surgen dificultades (en los turnos o en la gestión de los silencios, etc), que supongo que iremos abordando o asumiendo.
Aunque la impresión es que el grupo sigue el proceso normal, los silencios se respetan y no tensionan y todo el mundo ha adquirido el compromiso de hablar. También es interesante la figura del coordinador que se ha incorporado sin presión y con cierto humor. Interesante el espacio que de forma natural ha surgido en el que algunos miembros han compartido situaciones personales dolorosas. Para algunos el tiempo de la reunión le resulta corto, y no siempre permite preguntar sobre lo que algunas personas dicen para entender y enriquecerme.
P: ¿Vuestro Grupo de Jesús es para gente cristiana comprometida o puede participar en él cualquier persona, incluso alguien que no sea cristiano?
R: En el grupo hay gente con mucha trayectoria de fe, con etapas de más cercanía o de mayor distancia, y otros con menor experiencia, pero todos partimos de una creencia o al menos de una inquietud de mejorar o profundizar en el conocimiento y encuentro con Jesús. Antes de realizar la comunión participaron otros padres cuyos padres no eran creyentes pero demandaban el sacramentos para sus hijos y fue una experiencia diferente. De mayor diversidad.
P: ¿Qué es lo que más valoráis del proceso que se vive en los Grupos de Jesús? ¿Y lo que menos os gusta?
R:
– Es una oportunidad de encuentro, de compartir y de enriquecimiento mutuo.
– El poder seguir a Jesús acompañado y sentirse parte de una comunidad de una manera más personal y comprometida.
– Nos sentimos con libertad para expresarnos y manifestar dudas y dificultades. Para mí resulta un grupo «fácil» porque el compromiso es pequeño; estar y comentar y desearía que pudiese haber un poco más de análisis y confrontación y compromiso; por ejemplo, qué de la lectura me comprometo a poner en práctica, qué puedo trasladar a mi vida cotidiana… algo así y luego compartir. A veces parece que todo todo tiene cabida, y esto no sé si es positivo o negativo.
– También se valora como un grupo fácil para expresar las opiniones que surgen de la lectura. Para mí es enriquecedor que todo tenga cabida aunque es cierto que dificulta una conclusión clara o un compromiso individual, pero a mí personalmente me está aportando inquietudes y reflexiones que me ayudan (creo) en el día a día.
– Negativo de momento, que la conexión online resta algo de naturalidad a las aportaciones y diálogos.
P: ¿Le recomendarías a otra persona vivir este proceso? ¿Por qué?
R: Si, aunque es cierto que es una experiencia nueva porque algunos nos conocemos de tiempo pero otros poco o nada… así que es una oportunidad de encuentro. Con un formato diferente.
P: ¿Qué mensaje queréis transmitir a los demás Grupos de Jesús y personas interesadas que estamos en conexión a través de la web Grupos de Jesús?
R:
– A mí me gustaría conocer la experiencia de grupo online o virtual, que puede ser una luz para nuestra experiencia y ayudar a evitar errores o problemas.
– Pues que la experiencia merece la pena pero, por ejemplo, yo que he formado parte de grupos durante varios años dirigidos por jesuitas, hecho de menos decir cómo pasar de «lo que a mí me dice la lectura», qué puedo trasladar a mi vida cotidiana para mejorarla y cómo el grupo puede ayudarme a ello.
Gracias por vuestra participación.