Queridos amigos, amigas de Grupos de Jesús:
Recientemente, el GVJ Shemá-Effetá, fruto de dos grupos virtuales que unieron su andadura, han terminado su proceso de Grupos de Jesús. Para terminar han hecho una evaluación final que les ayude a tomar más conciencia de lo vivido y aprendido. Hoy comparten con nosotros sus conclusiones, que publicamos en dos artículos. Esta es la segunda parte.
¿Qué “imagen” de Dios tenía antes de conformar mi Grupo de Jesús, y cuál es la que tengo ahora, después de haber recorrido en/con/por él las 40 estaciones del itinerario espiritual propuesto por Pagola en su libro? ¿Cambió, en algo, mi “imagen” de Dios después de esta “experiencia”?
1. La “imagen” que tenía era la de alguien lejano, un poco impersonal a un Dios cercano, vivo. Había oído mucho de Él, pero no había tenido una vivencia que me llegara tan profundamente.
2. Antes de animarme a participar en un GVJ, de saber del p. José Antonio Pagola Elorza, veía a Dios como un Ser lejano, distante de toda condición y realidad humanas; hoy por hoy, lo veo como el mejor “Amigo” de la vida que uno, inmerecidamente, tiene en el “hermano” que lo acompaña en su caminar. Y no es que uno se lo “gane” a Él a pulso, sin más, en base a “sus” méritos, no… es que Él, primereando siempre, lo ganó ya a uno –y de antemano–.
3. No tenía “definida” una imagen específica de Él, pero sí ha cambiado mi forma de ver a los que están a mi alrededor en cuanto a la cercanía que Jesús tenía hacia los marginados y las acciones concretas que a nosotros nos pide hacia ellos.
4. Antes de pensar en entrar en un GVJ, varios episodios de mi vida habían formulado un “concepto” de Dios muy diferente al que la Iglesia me inculcara desde pequeño. En mi época universitaria, e inmediatamente luego, encontré un concepto diferente cuando empecé a militar en la “Juventud Obrera Cristiana” (JOC). Esto me llevó más a la enseñanza de Jesús y hacia la acción directa para tratar de ordenar la sociedad en algo que se le pareciera más al reinado de Dios. Mi experiencia de vida me enseñó que, para que haya un cambio sano en los sistemas estructurales, hay que empezar primero por la conversión personal de vida. Tratando de conseguir mi propia conversión, y tras varias experiencias conmovedoras, mi “concepto” de Dios fue cambiando de un Juez severo –que supervisaba todo cuanto hacía–, a la de un Padre bueno –que me miraba, porque yo le importaba–. Esto me llevó a la intuición de que Jesús se relacionaba así con Dios, y que esto era algo “fundamental” en Su enseñanza. Tomé, entonces, la firme determinación de tratar de conocer mejor a Jesús de Nazaret. Habiendo visto unas charlas de José Antonio Pagola y luego de leer su libro “Jesús: Aproximación histórica”, decidí embarcarme en este proyecto y hacerme miembro de un GVJ, el cual me fue fácil por la modalidad de participación. Lo vivido dentro de la propuesta, en estos cinco años de camino –más o menos–, ha reforzado mi imagen de Dios como un Padre bueno y me ha permitido entrar con mayor profundidad en lo que Jesús llamaba el Proyecto del Reino de Dios.
5. En el camino de mi vida, la “imagen” que tenía de Dios era muy distante, porque estaba invadido por mi ego, apegado a la felicidad terrena. Al realizar un retiro, me embarqué en el tren de la esperanza, la fe, el amor y la comunidad. Estos 40 temas del libro de Pagola me han ayudado a profundizar bastante sobre la verdadera “imagen” del Dios vivo, El que siempre está junto a mí; de este Dios misericordioso que me perdona siempre, aunque mis errores sean para mí más grandes que todo Su Amor.
6. Ha aumentado mi fe en Dios. Tengo más ganas de profundizar en el Evangelio.
¿Cuál fue mi mayor –y mejor– aporte a “Shemá – Effetá”, y qué es lo que me llevo de él para vivir radicalmente mi vocación en el mundo?
1. Realmente no sé si pude aportar algo valioso a “Shemá-Effetá”. Lo que me llevo conmigo es la fraternidad que se vivió en él: Iniciamos el camino siendo todos unos perfectos desconocidos, ahora somos todos hermanos.
2. Creo que puse todo de mí para poder seguir la ruta espiritual que se nos proponía recorrer a todos. Busqué, además, estimular el ánimo de todos mis compañeros de camino para culminar juntos. La perseverancia y la paciencia fueron “claves” en todo este proceso de caminata y acompañamiento.
3. Esto creo que no lo puedo decir yo, sino los hermanos y compañeros de camino con quienes nos hemos acompañado.
4. La respuesta a esta pregunta remite a lo que fue la V Evaluación de la Etapa del itinerario.
5. En este tiempo de discipulado, el Espíritu Santo me ha insertado en el camino misionero; en este mundo colmado de lobos.
6. Compartir mis experiencias con el grupo.
¿Qué deseo hacer ahora? ¿Cómo continúo, de ahora en más, mi camino de seguimiento y conversión a Jesús?
1. Me gustaría iniciar la experiencia de un grupo de Jesús, pero presencial. No he podido hablar con mi párroco –a quien, por cierto, le dio COVID-19 hace un par de semanas–. De no poder hacerlo en mi parroquia, intentaré hacerlo en una parroquia cercana. Los tendré al tanto de lo que ocurra.
2. Continuaré buscando, leyendo, gustando, compartiendo y procuraré poner mayor empeño en hacer vida en mi vida las reflexiones semanales del p. Pagola que emanan de los encuentros de Jesús con la vida de la gente en los pasajes del Evangelio que la Iglesia, como Madre y Maestra, nos propone meditar los días domingo. Además de seguir, por el momento, con las formaciones virtuales de mi grupo “Tekoveite” en la Comunidad de Vida Cristiana (CVX). Luego de terminada esta pandemia, sí ya con las habituales reuniones presenciales semanales los días miércoles. El 2022 pretende ser un año muy especial para mi vida, ya que en él deseo realizar la tanda de un mes con los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola. Luego de esa experiencia, espero confirmar mi anhelo de formarme específicamente para ser un acompañante espiritual de los jóvenes.
3. Seguiré adelante con mi pequeña comunidad parroquial presencialmente y mi grupo virtual de estudio y oración. Buscaré las formas de introducir en ellos, lo que he aprendido acá. También lo haré en la radio de mi parroquia, donde tengo un espacio de estudio.
4. La respuesta a esta pregunta, remite a lo que fue la V Evaluación de la Etapa del itinerario.
5. El Proyecto de Jesús es, y debe ser, nuestro proyecto de vida; con su desinteresada ayuda (sus reflexiones, sus oraciones…), contribuir a la salvación, no solo a la propia, también a la de los prójimos, empezando por los más cercanos (marido, mujer, hijos, nietos, ahijados, etc.).
6. Voy a seguir profundizando en el Evangelio, para conocer mejor a Jesús.
Entonces, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón:
“¿Ves a esta mujer?” (Lc 7,44)Jesús de “los rincones”…
¡Tú ves a todos!:
A los del centro
y también a los de los márgenes…
¡Guíanos a todos “los rincones”
de nuestro ancho mundo,
pues, cuando viniste a nosotros,
descubriste VIDA y AMOR
en las historias que otros desconocían!(Pádraig Ó Tuama)
GVJ Shemá-Effetá
M.ª del Carmen Aurora Noguez Amaya, Carlos Maldonado, Édgar Monterroza,
Manuel Pérez, Wilmer Rigoberto Jiménez y María José Segura