Queridos amigos, amigas de Grupos de Jesús:
El Grupo de Jesús de Querétaro está terminando este proceso y han comenzado a platicar qué hacer después: seguir como grupo pero de otro modo, crear un nuevo grupo… Se irá concretando en estos próximos meses.
Les he pedido que nos compartan algo de lo que les ha supuesto vivir esta experiencia, que todas valoran como muy positiva. A continuación podemos leer eso “que se llevan” cada una de estas compañeras, así como lo que consideran el “fruto” de su grupo, “Pan para todos”.
Alexandra H.: Una amistad muy bonita
Me llevo…
Una amistad muy bonita. Amigas a las que conozco desde sus pensamientos. Flexibilidad en el pensamiento. La riqueza de las ideas de todas que me complementa.
La satisfacción de “Pan para todos”: ser semilla de mostaza.
Rezando voy: Meditación diaria. Su compañía en tiempos difíciles.
Ser creativos. Una nueva manera de hacer oración.
Graciela M.: El compartir opiniones
Me llevo…
El compartir opiniones, nuevas, diferentes, edificantes. Con nuevas amigas, con amigas en reencuentro.
Un apostolado en el cual servir (Pan para todos).
Un compromiso de seguir construyendo hacia afuera y hacia adentro la paz y el Reino de Dios en mi casa, en mi entorno.
Me llevo las reflexiones de Pagola, siempre iluminando el evangelio de maneras nuevas.
Liby M. : Un trabajo terminado
Me llevo…
Un trabajo terminado en mi corazón y mi alma, el alimento del Espíritu en este tiempo y espacio compartido en Cristo y con él.
La experiencia grandiosa de coincidir con mujeres extraordinarias unidas por el Evangelio y a las cuales ahora siento amigas de misión.
Sobre todo la unicidad que nos une en la búsqueda de un mundo lleno del Amor divino. Así como la ansia de seguir conociendo y compartiendo.
Lizca F.: Poner la religión al servicio del ser humano
Me llevo…
Creo que lo más aterrizado fue el crear la comunidad o comunidades que apoyan a los inmigrantes.
Pero lo que más disfruté fue escuchar, reflexionar y convivir con mis amigas. Y aprender de cada una de ellas muchas lecciones.
Ver la dedicación que le ponía Lucy a cada sesión, los comentarios con que enriquecían cada lectura. Y el poder descubrir que, aunque parezca una tarea difícil, en realidad es sencillo, solo hay que dar el primer paso y dejarnos acompañar de Jesús en todo momento.
Lucy V.: Abrir caminos con creatividad
Estoy muy contenta de haberme animado a formar este grupo para Grupos de Jesús. Lo más difícil quizá fue animarme a enviar la invitación de forma indiscriminada a amigas y conocidas sin saber quién diría “yo” y, sin embargo, tuve mucha mejor respuesta de la que hubiera podido imaginar. Luego vino la pandemia y tuvimos que migrar a modo virtual. Desde luego que hubo algunas integrantes que se quedaron a medio camino, pero las 7 que concluimos el trayecto nos hemos enriquecido mucho de la experiencia y nos llevamos muchas satisfacciones. Pasado algún tiempo en el que termine un proyecto profesional, me gustaría repetir la experiencia de lanzar esta invitación y abrir un nuevo Grupo.
Me llevo…
En el plano personal me llevo amistades renovadas, pues aunque ya las conocía tuve la oportunidad de conocerlas más y de enriquecerme con sus puntos de vista.
Nuevas formas de cultivar mi vida espiritual en el día a día y otros discursos que me han sido sumamente claros y fáciles de entender.
Me llevo la noción de cuidarme, curarme y mirarme con amor.
Me quedo con la idea de “humanizar conversaciones” y “abrir caminos con creatividad”.
Sandy M.: Ser creativos en las maneras
Me llevo…
Ser creativos en las maneras de dar amor y ser ejemplo de Dios. Ser tiernos.
Existen muchas maneras de evangelizar, empecemos por nosotros y los que tenemos más cerca.
Importancia de salir de la “Iglesia” para que el amor de Dios llegue.
Estar en “paz” y dar “paz”.
Nos llevamos… «Pan para Todos»
El fruto de este grupo sigue siendo “Pan para Todos”. En noviembre cumplimos dos años de cocinar para migrantes y refugiados. Para celebrar, convocamos a un desayuno a todas las voluntarias y también a las coordinadoras de los albergues. Fue un evento muy emotivo porque la mayoría no nos conocíamos y las voluntarias pudieron escuchar de primera mano a las responsables de los albergues. Una de ellas nos trajo de “regalo” una nota de puño y letra de los migrantes.
Este enero se sumaron tantos voluntarios que ahora, en lugar de entregar dos comidas al mes en un albergue, entregaremos comida una vez por semana en dos albergues de la ciudad: Albergue Toribio Romo y Centro de Apoyo Marista al Migrante.