Los materiales de profundización son una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en cada uno de los temas del proceso de Grupos de Jesús.
Son fruto de la reflexión compartida en la web por otros Grupos de Jesús, presenciales y virtuales. Os animamos a seguir compartiendo vuestros comentarios y reflexiones sobre cada uno de estos 40 temas en la sección “Dejar un comentario” de cada uno de ellos en la web.
Mario González Jurado
Coordinador web Grupos de Jesús
Tema 37: A los pies del Crucificado
MURIÓ COMO HABÍA VIVIDO
¿Cómo vivió Jesús sus últimas horas? ¿Cuál fue su actitud en el momento de la ejecución? Lucas ha querido destacar la bondad de Jesús hasta el final, su cercanía a los que sufren y su capacidad de perdonar. Según su relato, Jesús murió amando.
En medio del gentío que observa el paso de los condenados camino de la cruz, unas mujeres se acercan a Jesús llorando. No pueden verlo sufrir así. Jesús «se vuelve hacia ellas» y las mira con la misma ternura con que las había mirado siempre: «No lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos». Así marcha Jesús hacia la cruz: pensando más en aquellas pobres madres que en su propio sufrimiento.
Faltan pocas horas para el final. Desde la cruz solo se escuchan los insultos de algunos y los gritos de dolor de los ajusticiados. De pronto, uno de ellos se dirige a Jesús: «Acuérdate de mí». Su respuesta es inmediata: «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso». Siempre ha hecho lo mismo: quitar miedos, infundir confianza en Dios, contagiar esperanza. Así lo sigue haciendo hasta el final.
El momento de la crucifixión es inolvidable. Mientras los soldados lo van clavando en el madero, Jesús dice: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que están haciendo». Así es Jesús. Así ha vivido siempre: ofreciendo a los pecadores el perdón del Padre, sin que se lo merezcan. Según Lucas, Jesús muere pidiendo al Padre que siga bendiciendo a los que lo crucifican, que siga ofreciendo su amor, su perdón y su paz a todos, incluso a los que lo están matando.
José A. Pagola, El camino abierto por Jesús. Lucas, 334-335
EL ENCUENTRO EN EL SUFRIMIENTO
Dios le susurra tiernamente a Jesús y a nosotros: En el centro del dolor y de la alegría estoy ahí acompañando. No me he marchado. Estoy contigo.
Es quizás ante este Crucificado (y no ante otros momentos previos de la vida de Jesús) cuando empezamos a intuir que Dios, en su último misterio, es alguien que sufre con y como nosotros. Nuestra miseria le afecta. Nuestro sufrimiento le salpica.
En ese “su sufrir” este Dios nos pone mirando hacia el sufrimiento, el abandono y el desamparo de tantas víctimas de la injusticia y de las desgracias. Y con este Dios nos encontramos cuando nos acercamos al sufrimiento de cualquier crucificado.
Grupo Virtual de Jesús “Camino de Emaús”
SEGUIR LOS PASOS DEL CRUCIFICADO
El hecho de que durante su vida pública se identificase con los más desfavorecidos supuso que, al morir, se convirtiese en un representante de todos ellos, un símbolo de los que no simbolizan nada, de los que mueren en silencio. Por esto, no tenemos duda de que la manera de seguir los pasos del Crucificado supone acercarnos servicialmente a los crucificados que nos rodean.
Grupo Virtual de Jesús “En camino”
EL SILENCIO DE JESÚS ANTE LA BURLA Y LA TRAICIÓN
Prácticamente todos los que se encuentran en el calvario se burlan de Jesús… Aquel que pasó toda su vida «haciendo el bien», hoy sufre traición y burla de todo el mundo. Jesús se quedaba así, ante la atónita mirada de algunos de los más fieles entre los suyos y la arrogante mirada del resto que presenciaba tan cruento acto, como uno más: un «loco» que creyó podía cambiar el mundo, junto a unos pocos que eligió mientras iba de camino; o, en el peor de los casos, como un total «vendehumos». Su silencio fue muestra de humildad, porque «siendo de naturaleza divina, no insistió en igualarse a Dios Padre».
Grupo Virtual de Jesús “Shemá-Effetá”
LA CRUZ NOS RECUERDA LA REALIDAD DE LA VIDA
Es muy curioso ver cómo el que toma conciencia de quién es Jesucristo, el que realmente ha entendido algo no es alguien “poderoso y notable”, sino un pobre ladrón que estaba también crucificado con él. Es todo un ejemplo de humildad: a veces cuando más vulnerables nos hacemos, es cuando más abrimos las puertas para que entre Dios en nosotros.
Me siento identificado con el Crucificado porque me recuerda la realidad de la vida, que es muchas veces cruel, injusta y hay tanto dolor. Le pido fuerza para resistir con garbo y sin desfallecer las contrariedades y el dolor. Cuando le miro, interiorizo aquello de «venid a mí los fatigados que Yo os aliviaré»…
Grupo Virtual de Jesús “Misericordia”
PONERSE A LOS PIES DEL CRUCIFICADO
Jesús fue Mártir por seguir sus convicciones . Su cruz fue el colofón de una vida de servicio y fidelidad a su ser Hijo De Dios. Impresiona su integridad, constancia, fe-confianza en el Padre y su Sueño (el Reino), para ir haciendo posible ese otro mundo de fraternidad y justicia para todos, tal y como él lo intuía. Quitar el hambre, el sufrimiento… Y si para eso había que enfrentarse con el poder político y religioso, no se arredró por ello.
Cuando experimentemos las contrariedades más terribles, la incomprensión, el desamor… veámosle en su Cruz, con sus palabras de perdón sobre la ignorancia de los que le infringen dolor a otros. Ponerse a los pies del Crucificado, nos tiene que llevar a considerar lo que fue su vida y adónde le llevó, y a preguntarnos: ¿Por qué llegó a ser tan molesto para las autoridades políticas y religiosas? Y a los pies del Crucificado, agradecer, amar y comprometerse con lo que fue su Vida y su Mensaje.
Grupo Virtual de Jesús “Galilea”
VIVIR HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS
“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” son las últimas palabras de Jesús. Salió del Padre y al Padre vuelve, después de cumplir la misión que le confió. Durante toda su vida nos ha enseñado a vivir haciendo la voluntad del Padre, y ahora nos enseña a morir confiando en su amor. Al pie de la cruz nuestros sentimientos y oración deben ser los del malhechor que, a pesar de su vida de pecado, creyó en Jesús: siendo valeroso, acogiendo su misericordia, confiando y esperando. Pues Él es siempre fiel, nos escucha, fortalece, consuela y promete vida abundante.
Grupo Virtual de Jesús “Maranatha”
SU REINO NO ES DE ESTE MUNDO
Su Reino no es de este mundo. No es un reino de poder mundano, de huida del sufrimiento. El suyo es un reino de Amor, de servicio, de entrega total. No reniega de aquella misión a la que había sido fiel durante toda su vida. Este hombre joven, riguroso consigo mismo, lleno de Amor, fue capaz de mantenerse hasta el final. Nos amó hasta el extremo de morir crucificado por haberse puesto al lado de los más débiles.
Grupo Virtual de Jesús “Emaús”