Eran las 16,30 horas, y el salón de actos del colegio estaba lleno. Ya no cabía nadie más, y la capilla empezaba a llenarse, ya que se puso un dispositivo de videoconferencia para seguir la charla desde ahí. ¿Qué estaba pasando?. Era el arranque de los encuentros mensuales de fraternidades de la zona de Valencia. Y, el conferenciante no era un invitado cualquiera, sino José Antonio Pagola, ex vicario general de San Sebastián, y uno de los grandes teólogos de la Iglesia Universal, lo que permitió convertir el encuentro de zona en un punto de encuentro de los cristianos de Valencia, no sólo fraternos de la familia marianista, también laicos a título individual, y miembros de otras comunidades de laicos y religiosos de la diócesis valentina acudieron a la cita, aproximadamente, unos 500 asistentes, cifra que situó al encuentro en uno de más multitudinarios de la zona.
Pagola, no defraudó. En torno al título de su último libro, editado por PPC, nos hizo profundizar sobre la necesidad de Volver a Jesús, una tarea urgente en la iglesia actual, y empezó con todo un avance de su propósito: “quiero sacudir nuestras conciencias para mover la Iglesia”, y sí que lo consiguió. Eso sí, se mostró en gran comunión con los mensajes y hechos lanzados por el Papa Francisco, llamado a ser uno de los grandes reformadores de la Iglesia, si bien, advirtió que todo lo que haga el Papa de nada servirá, si no tenemos comunidades cristianas (fraternidades) movidas desde la Experiencia de Jesús. Entiende que si no sabemos mirar la vida, y sus cosas, como lo hacía Jesús, con mirada hacia los más desfavorecidos, a los que se quedan al margen camino, en las puertas, en nuestras puertas,…, nuestras fraternidades serán sordas, y estarán vacías de Jesús.
Y en este punto, ya empezó a interrogarnos en nuestro interior, porque al hablar de la mirada al otro, al que está en las puertas de nuestras comunidades, no se refería únicamente a quienes han perdido la Experiencia de Jesús, a los que se han ido de la Iglesia, en términos generales, ni tampoco a los pobres materiales, a los que también. En este caso, además, quiso añadir a los que dejamos en las periferias de nuestros corazón, por múltiples razones, y a los que no tenemos en cuenta. Ellos también son Iglesia, y a ellos, también tenemos que dirigirnos.