Zaqueo
El mayor pecador, quizás,
de la ciudad de Jericó.
Un explotador inmenso.
El dinero era tu dios.
¡Cuánto Jesús te transformó!
Él llenó tu vida de luz.
Dio un giro a tu existir.
Jesús te mostró la virtud.
Zaqueo, dichoso seas
por ser Jesús tu anhelo,
por tu inmenso interés
y ansia en conocerlo.
No tienes prejuicios, Jesús.
Tú socorres al perdido,
a tus hijos descarriados.
Ven a mi casa, Dios mío.
Jesús Díaz Insúa
Grupo de Jesús – A Coruña