Actualizamos los materiales de profundización, una serie de comentarios breves e ideas sueltas que se ofrecen como ayuda para profundizar en cada uno de los temas del proceso de Grupos de Jesús, presenciales y virtuales. Aquí se ofrecen los del tema 4, «Pedid, buscad, llamad».
Os animamos a seguir compartiendo vuestros comentarios y reflexiones sobre cada uno de estos 40 temas en la sección «Dejar un comentario» de cada uno de ellos en la web.
Mario González Jurado
Coordinador web Grupos de Jesús
«VIVIR PIDIENDO, BUSCANDO Y LLAMANDO»: José A. Pagola, El camino abierto por Jesús. Lucas, 187-194
«Pedid y se os dará». En la Iglesia se planifica, se organiza y se trabaja buscando eficacia y rendimiento. Pero con frecuencia solo contamos con nuestro esfuerzo. No hay sitio para el Espíritu.
«Buscad y hallaréis». Sin buscadores es difícil que la Iglesia encuentre caminos para evangelizar el mundo de hoy.
«Llamad y se os abrirá». Si nadie llama al Espíritu, no se nos abrirán nuevas puertas. Defenderemos la seguridad con todas nuestras fuerzas. Tendremos miedo a los cambios.
«DESPIERTA MI FE»: José A. Pagola, Creer, ¿para qué?, 98-100
En estos momentos no me sale pedirte cosas. Solo que despiertes mi fe lo suficiente para creer que tú me acompañas en cada momento. Tú no te cansas de mí, no me olvidas. Tú me puedes dar fuerzas para no quedarme para siempre en la mediocridad.
No quiero seguir alejándome más, pero no tengo fuerzas para volver a ti. Tú sabrás buscar caminos para encontrarme.
«VIVIR EN PRESENCIA DE DIOS»: Grupo Virtual de Jesús 36
La oración es mi camino para llamar, buscar y encontrarme con Dios. Orar es sentir su Presencia Divina. Él esta a nuestro lado permanentemente. Valoro mucho esa oración espontánea, continua, de sentirse en presencia de Dios en lo que vamos viviendo. La valoro cada vez más porque me empuja a vivir en el presente, consciente de lo que vivo, de que Dios está en las cosas, en las personas, y que me invita a vivirlo todo desde el mejor amor posible.
«BUSCANDO COMO PEREGRINA»: Grupo Virtual de Jesús 35
Me siento como una peregrina, que en su camino necesita estar atenta y vigilante para saber dónde llamar. No a las múltiples puertas, donde parece que tras ellas la vida será más fácil, sino a la puerta que Jesús nos abre, tras ella encontraremos paz interior, comprensión, ternura, sencillez… para nosotros y para nuestro prójimo.
«PEDIRLE SU INTERCESIÓN»: Grupo Virtual de Jesús 33
Debemos buscarle en medio de nuestras prisas y preocupaciones, aunque nos aleje de nuestras seguridades y comodidades.
Debemos llamarle a gritos si hace falta y en su nombre a todas las puertas que se cierran diariamente ante la desigualdad. Llamar a un mundo más justo, más humano.
Debemos pedirle todo lo que necesitemos sin dudar, poner en sus manos nuestros problemas y necesidades. Rezar por nuestras intenciones y las de las personas que amamos. Pedir su intercesión con fe y humildad.
«LA ORACIÓN NOS HAGA MEJORES»: Grupo Virtual de Jesús 32
Nos gustaría pedir, llamar y buscar a Dios, especialmente para que Él nos haga personas de bien que aportemos algo bueno para los demás. También pedimos que Dios nos ayude a tener mayor tiempo de tranquilidad y silencio para poder orar y serenarnos. El Espíritu de Dios viene a nuestra mente y corazón para darnos lo que necesitamos, porque no siempre obtenemos lo que pedimos, pero obtenemos lo que Él quiere dar, y siempre da lo mejor.
«CONJUGAR EL PEDIR, BUSCAR Y LLAMAR»: Grupo Virtual de Jesús Magdala
Es importante no solo conjugar en nuestra oración el verbo pedir, sino también el verbo buscar y llamar, que nos comprometen más, pues pedir es fácil. Es frecuente que los cristianos tomemos la postura de pedirle a Dios cosas, que nosotros deberíamos empeñarnos en solucionar, poniéndonos y comprometiéndonos al servicio del Reino, es decir, de la trasformación de nuestro mundo en un espacio más humano para todos y en el que todos puedan disfrutar de la dignidad para la que fueron creados.
«EL ESPÍRITU NOS TRANSFORMA AL ORAR»: Grupo Virtual de Jesús 25
La gran enseñanza es que necesitamos orar. La oración es hablar con Dios, a veces creemos que orar es una acción que hacemos nosotros solos, pero no, durante la oración, el Espíritu Santo, sin que nos demos cuenta, nos transforma, aclara nuestro entendimiento, nos hace salir de nosotros mismos y nos acerca a Dios. La oración forma parte de la vida en la fe, si queremos llevar en serio una vida cristiana debemos insistir en la necesidad de dedicar un rato cada día a la oración personal.
«PEDIMOS POR EL DOLOR DE CADA UNO»: Grupo Virtual de Jesús Mar de Galilea
En diálogo con el Padre pedimos por el dolor de cada uno, por los increyentes, por los que amamos, por los que no conocemos y por los que pudiéramos llamar “enemigos”, porque la oración mediada por el Espíritu no sabe de separaciones, solo de unidad y comunión.
Y entonces escuchamos al Señor que se comunica a través de las realidades del hermano, estamos en el mundo y nos apartamos de la vida agitada para ponernos al servicio y compañía de quien lo necesita y hasta de nosotros mismos.
«PEDID, BUSCAD, LLAMAD»: Grupo Virtual de Jesús Aleluya
Pedid el Espíritu Santo y recibiréis muchas cosas buenas que os hará muy felices. Pedid porque tenéis necesidad, porque sois indigentes de muchas realidades importantes, porque vuestra vida depende de Alguien que no sois vosotros mismos.
Buscad el Espíritu Santo y encontraréis un guía que os enseñará el camino de la vida, de la alegría.
Llamad al Espíritu Santo y Él os abrirá las puertas del reino de Dios, el reino del amor.
«LLAMAR A LA CONFIANZA»: Grupo Virtual de Jesús 22
Dejemos que el Espíritu de Dios se manifieste en nosotros. Llamar a la confianza, a la inclusión de los jóvenes, al trabajo pastoral, al encuentro con Dios por medio de nuestras acciones y de nuestras oraciones. Llamar es confiar en que seremos escuchados, nunca estamos solos, Dios está con nosotros. Llamar también es actuar con valentía en el día a día.
«LA CAPACIDAD SANADORA DE LA ORACIÓN»: Grupo Virtual de Jesús En camino
Cuando pedimos algo a Dios no es porque Él no conozca nuestras necesidades, sino porque el hecho de orar transforma al que ruega. Orar nos hace capaces de recibir lo que se nos da. Dios sabe que lo que más necesitamos es descubrir lo que es esencial en nuestras vidas por nosotros mismos. De ahí la capacidad sanadora de la oración. La oración transforma cuando pensamos en las necesidades de las otras personas, la oración transforma porque nos saca del egocentrismo, la oración transforma cuando hacemos de ella un acto de fe.
«REGRESAR A SER COMO NIÑOS»: Grupo Virtual de Jesús Shemá
Pedir, buscar, llamar. Para ello he de volverme como niña, ya que como persona adulta autosuficiente no pido, más bien exijo, no busco, recrimino a otros a que busquen, y mucho menos llamo, ya que espero que las puertas se abran tan solo al sentir mi presencia, como esas puertas automáticas de los comercios. Entonces si regreso a la niñez, sí que pido, busco y llamo, pues todo lo espero de mi Padre que me ama.
«DIOS SABE LO QUE NOS CONVIENE»: Grupo Virtual de Jesús Effetá
Nuestra sociedad es y no es el escenario ideal para aprender a orar. No lo es en el sentido que te ofrece tantos distractores, tantas cosas que nos deslumbran, que lo que buscan es que no pensemos ni dirijamos nuestra mirada hacia nuestro interior. Y sí lo es porque llega un momento donde te hastías de ver que nada llena ese vacío que tienes por dentro y eso te lleva a pedir, a buscar, a llamar.
«APRENDER A ORAR EN NUESTRA REALIDAD»: Grupo Virtual de Jesús Nazaret
Nuestra sociedad es y no es el escenario ideal para aprender a orar. No lo es en el sentido que te ofrece tantos distractores, tantas cosas que nos deslumbran, que lo que buscan es que no pensemos ni dirijamos nuestra mirada hacia nuestro interior. Y sí lo es porque llega un momento donde te hastías de ver que nada llena ese vacío que tienes por dentro y eso te lleva a pedir, a buscar, a llamar.
«TE PEDIMOS, SEÑOR, SER A TU MANERA»: Grupo Virtual de Jesús Misericordia
(Citando a Torres Queiruga)
“De la imagen que tengamos de él (Dios) depende el modo cómo se rece”.
“El desaliento, el desamparo, la perplejidad nos empuja a pensar en un Dios al quite para cada momento de nuestra vida y al servicio de cada situación personal difícil. Un Dios sobre el que se trata de influir para que conduzca las cosas de un modo más acorde con lo que son nuestros designios”.
Coincidimos en no pedir a Dios cosas materiales, pero sí pedirle “ser a su manera”, o como nos dice el Evangelio pedir cosas buenas (Espíritu Santo).
«LA ORACIÓN PARA MÍ…»: Grupo Virtual de Jesús Maranatha
– La oración ha sido una constante en mi vida, me da serenidad, y en alguna ocasión compañía.
– Orar es hablar a Jesús en mi corazón.
– Para mí orar es una necesidad que requiere disponer el corazón, la mente y la voluntad al amado y dueño de la Vida.
– Aunque no la vea, estoy segura que mi oración es eficaz.
– Utilizo el silencio y la respiración; es cuando más cerca me siento de Jesús.
– Yo sí tengo experiencia de que cuando pido, Jesús me lo concede.
– Cuando pido algo al Señor, aunque al instante no lo reciba, si reflexiono un poco me doy cuenta que ya estoy recibiendo algo en ese momento: Generalmente es esperanza.
– Es sentir que Jesús está cercano, junto a mí, y hablar con él, exponerle deseos, aspiraciones, frustraciones…
– Sé que el Señor está ahí y que siempre que lo he buscado, sea de una manera o de otra, Él se me ha dado a conocer.
– He pedido bastantes veces. Ahora pido y busco.
«SABIDURÍA, INTELIGENCIA Y VOLUNTAD»: Grupo Virtual de Jesús Caná
No sé qué “cosas buenas” le pide la gente a Dios. Yo le pido sabiduría, inteligencia y voluntad. Sabiduría, porque se me escapan muchísimas cosas que no entiendo. Inteligencia, para poder comprenderlas. Voluntad, para llevarlas a cabo.
Buscamos a un Ser que nos mira con otros ojos, desde muy dentro de nosotros y nos “jala” hacia un silencio lleno de palabras mudas, de significados que transforman nuestro lenguaje, y nos faltan palabras.
«LUZ, AGUA, FUERZA, VALOR…»: Grupo Virtual de Jesús Kairós
Aunque tal vez no suela ser común, yo sí he pedido muchas veces el Espíritu Santo. Que es luz en la oscuridad, que es agua cuando se siente reseco, que es fuerza cuando estas flaquean, que es valor como en Pentecostés, que es brisa fresca cuando el calor agobia.
«EL ESPÍRITU NOS LLEVA A LOS DEMÁS»: Grupo Virtual de Jesús Galilea
Aspiramos a confiar ciegamente en Dios, como hizo Jesús, y sabemos que lo más grande que podemos buscar es el Espíritu Santo que ya nos ha sido dado, o sea, “el aliento de Dios, que crea y da vida, que cura y purifica, que lo renueva, transforma y reaviva todo”. Este aliento de Dios en nosotros nos hace salir de nuestro yo y vivir hacia los demás, para “hacer el bien”, para “curar a los oprimidos”. Es decir, nos convierte en instrumentos de su amor para amar como Jesús nos amó.
«NOS ABRIMOS A JESÚS»: Grupo de Jesús El Valle
Poco a poco nos vamos abriendo a un Jesús más íntimo y provocador. Me conmoví especialmente con tres participaciones:
– Estoy cambiando. Ya no puedo ser como antes.
– Por primera vez me di cuenta que Jesús es tan humano como nosotros. Y es mi Dios.
– La primera vez que asistí al Grupo de Jesús no podía hablar. Ahora me doy cuenta que tenemos participaciones del Grupo que me dicen mucho.
Veo cómo Jesús va “metiéndose” en el corazón y va cambiando nuestras actitudes. Me maravilla poder verlo, porque todos sabemos que solo él puede hacer esto. Me siento agradecida de estar en un Grupo de Jesús.
«COMPARTIR LO QUE EL ESPÍRITU VA OBRANDO»: Grupo Virtual de Jesús Emaús
Compartir lo que el Espíritu va obrando dentro de cada uno de nosotros y aquello a lo que nos envía hacer es fruto de una relación con Jesús y de un encuentro que, aunque es virtual, tiene el mismo fuego y fuerza que si fuera presencial, y que nos lleva a compartirlo con el resto del grupo y con los demás grupos de Jesús porque estamos dentro de una misma familia y queremos que otros sepan lo que está pasando en nosotros y con nosotros… Es signo de que estamos haciendo, nos estamos moviendo, estamos caminando, que no estamos limitados a un ordenador sino que vamos más allá, estamos viviendo una experiencia de fe…
Gracias Señor por tu misericordia.
-Te pedí y me lo concediste.
Te busque y te dejaste encontrar.
Te llame y me abriste tus manos, tu corazón.
Gracias Señor por tu AMOR!!!
Dios nos ha dado su espíritu y va obrando dentro de cada uno de nosotros y en nuestros corazones, su presencia nos va llenando de amor y sabiduria hacia los demas, ser bondadoso y solidario, experiencias que nos enriquecen nuestra alma.
Consideramos que el haber formado el Grupo de Jesus en nuestra comunidad y encontrarnos en cada reunion y el saber que estamos conociendo mas a Jesús, nos llena de alegría y es una experiencia enriquecedora.
Grupos de Jesus de la iglesia de la Ermita de la Pulida – Ecuador